Batalla de Yungay (20 de enero de 1839)
En el marco de la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, el general Manuel Bulnes, General en Jefe del Ejército Restaurador, derrota decisivamente al ejército confederado del mariscal Andrés de Santa Cruz. La batalla comenzó con el ataque al cerro Pan de Azúcar, que realizó una columna compuesta por cuatro compañías de cazadores: una del Carampangue, otra del Santiago, una tercera del Valparaíso y la sexta compañía del Cazadores del Perú. Las fuerzas marcharon al mando del comandante del Carampangue, coronel Jerónimo Valenzuela, quien tenía como segundo al mando al coronel peruano Juan Antonio Ugarteche. Tras una reñida lucha, los soldados restauradores llegaron hasta la cima del cerro derrotando a los defensores confederados.
El parte del general Manuel Bulnes dice que la Batalla de Yungay: “fue una de las batallas más encarnizadas y sangrientas que jamás se han visto en América: batalla que empezó a las 10 de la mañana y concluyó a las cuatro de la tarde. Los enemigos se han defendido con una tenacidad extraordinaria: pero nada ha bastado a resistir el vigoroso brazo de los ínclitos guerreros que componen el Ejército Unido”.
En esta batalla se cubrió de gloria una mujer chilena, la cantinera Candelaria Pérez, quien acompañaba a los soldados del Carampangue. Candelaria Pérez es la primera mujer de la cual existen registros más o menos completos sobre su participación en el Ejército y en un conflicto bélico. Su colaboración como cantinera y la obtención de su grado de subteniente por los servicios prestados marcan el inicio de la presencia oficial de la mujer en el Ejército y un modelo a seguir.
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