Calles: Canciller Hernán Cubillos Sallato
General Ernesto Videla Cifuentes
Si hubiese que bautizar calles con nombres de alguien que han dado muestras de gran patriotismo, deberían ser para HERNÁN CUBILLOS SALLATO (Q.E.P.D.) Canciller y para el General ERNESTO VIDELA CIFUENTES (Q.E.P.D.) inicialmente Jefe de Planificación del M.RREE, año siguiente Subsecretario de Relaciones Exteriores y mas tarde Jefe de la Comisión para la Mediación Papal, personajes chilenos siendo unos de los más destacados del siglo XX, quienes a través de su inteligencia y tesón, coadyuvaron a evitar una guerra de proporciones el año 1978 con la República hermana de Argentina.
En efecto, en Abril de 1978 Hernán Cubillos Sallato es nombrado Ministro de Relaciones exteriores, en los difíciles momentos que Chile veía vulnerada su paz, dado que en Enero de ese mismo año la Argentina declaró absolutamente nulo el laudo arbitral resuelto por su majestad la Reina Isabel II de gran bretaña, quien había sancionado a favor de Chile la soberanía de las Islas Picton, Nueva y Lenox en el año anterior (Mayo de 1977).
Resuelto, ágil y proactivo fue la gestión, y la impronta del nuevo canciller chileno y de su equipo asesor. Cubillos lucidamente definió buscar un acuerdo a través de una mediación por parte de la Santa Sede.
Basta recordar la escalada de la crisis desde principios de 1978 y como vertiginosamente en semanas y días se descomponían y dificultaban las relaciones de los dos países, por lo que había muy poco tiempo para evitar que el conflicto derivara del campo diplomático al bélico. No era fácil, el diseño componedor dado que ese año 1978 la Santa Sede tuvo tres santos padres. Pablo VI quien fallece en agosto, luego Juan Pablo I que tuvo un muy corto periodo y Juan Pablo II quien en definitiva después de estudiar la propuesta chilena accede disponiendo que el Cardenal Antonio Samoré coordine los trabajos para lograr acuerdos de las dos Repúblicas en el dilatado impasse.
La decisión de la mediación por parte de su santidad fue difundida el 22 de diciembre de 1978, horas antes la marina de guerra Argentina había zarpado desde Isla Los Estados con dirección al Estrecho de Magallanes, no obstante, las condiciones de altas marejadas obligaron a detener su avance y regresar al puerto de zarpe.
La dedicación y esfuerzo que demandó los permanentes trabajos, viajes, exposiciones, reuniones, evitaron una guerra con efectos insospechados para los dos pueblos hermanos. Por lo anterior, en una mirada retrospectiva y analizando el corto tiempo que nuestro Canciller tuvo, es de imaginarse los desvelos de él y su equipo, entre ellos el del General Ernesto Videla Cifuentes (Q.E.P.D.) a la sazón un joven Teniente Coronel del Ejército de Chile, quien fue el asesor más cercano del canciller Cubillos en este importante desafío.
Las actividades posteriores desde el momento que SS el Papa Juan Pablo II accede a la mediación se extendieron hasta el año de 1984, año que se firmó el Tratado. Lo descrito, y considerando que a pesar de que su permanencia a la cabeza de Relaciones exteriores termina a principios de 1980. Por su parte el General Ernesto Videla continuó en la Cancillería hasta lograr la firma del Tratado, importantes fueron sus diligencias donde su caballerosidad, inteligencia, amplio criterio y espontaneidad activos trascendentes todos en el objetivo chileno por lograr la Paz.
Lo anterior, hacen procedente y con todo mérito bautizar con los nombres del Excanciller Hernán Cubillos y del Exsubsecretario de RREE Ernesto Videla calles en las diferentes ciudades del país.
JORGE VILLARROEL CARMONA
Presidente del Circulo Ignacio Carrera Pinto
Las opiniones en esta columna, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en retiro de la Defensa Nacional