Según cálculos de la policía, diez gramos de marihuana equivalen a igual número de dosis de venta y pueden generar hasta 30 “pitos”. Asimismo, una planta de marihuana promedio genera entre 300 y 500 gramos.
Por 68 votos a favor, 39 en contra y cinco abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó ayer en general el proyecto que modifica la Ley de Drogas y que despenaliza el autocultivo de hasta seis plantas de marihuana por domicilio para consumo particular, permite su uso con fines terapéuticos bajo prescripción médica y el porte de hasta 10 gramos de la droga. |
Con ello, ahora la iniciativa volverá a la comisión de Salud para ser revisada en particular. En la sesión no participaron autoridades del Ejecutivo y, un par de horas antes, el ministro del Interior, Jorge Burgos, había formulado un llamado a tener “mucho cuidado” en la discusión para no dar señales erradas respecto del narcotráfico. Según cálculos de la policía, diez gramos de marihuana equivalen a igual número de dosis de venta y pueden generar hasta 30 “pitos“. Asimismo, una planta de marihuana promedio genera entre 300 y 500 gramos.En el debate de ayer, los diputados que se manifestaron a favor argumentaron principalmente que se había acreditado el uso medicinal de la planta, que existe libertad individual para consumirla y que su legalización ayudaría a combatir el narcotráfico. Denise Pascal (PS) aseguró que estudios científicos avalan que la marihuana limita el desarrollo de enfermedades como cáncer, esclerosis y alzheimer. El diputado Giorgio Jackson (del movimiento Revolución Democrática) afirmó que el “prohibicionismo no funciona“, por lo que el autocultivo debería ser aprobado y acompañado de educación sobre las consecuencias de su abuso. Por su parte, la diputada Karol Cariola (PC) afirmó que “quienes voten contra el autocultivo votarán a favor del narcotráfico“, pues la gente que consume marihuana de todas formas la consigue a través de vías no legales. Sin embargo, la discusión generó diversas posturas al interior de la DC. El diputado Sergio Ojeda dijo que “estas son plantas medicinales que han sido determinadas como tal médica y científicamente“, mientras que Matías Walker apoyó el proyecto “en mi calidad de miembro de la comisión de Seguridad Ciudadana“, al considerar que ataca el tráfico y la distribución de marihuana prensada. Pero los diputados Jorge Sabag y Sergio Espejo, de la misma tienda, votaron en contra y criticaron el proyecto. “Será una tragedia para la salud pública, la centroizquierda ha sido capturada por el temor a votar políticamente incorrecto“, dijo Espejo. En contra: Quienes votaron en contra, argumentaron que el proyecto aumentará el consumo y afirman que sí tiene efectos negativos en las personas, sobre todo en los adolescentes. Por ejemplo, Nicolás Monckeberg (RN) consideró que el país “ha desincentivado el alcohol, el tabaco, la sal, pero hoy incentivamos el consumo de marihuana“. Otros miembros de la Alianza dijeron que apoyarían parcialmente el proyecto, solo en su uso medicinal: Andrea Molina, Marisol Turres y Jaime Bellolio (todos UDI). Felipe De Mussy (UDI), por su parte, dijo que estaba a favor de regular el consumo más que de prohibir, pero consideró que seis plantas por persona es un exceso. Rol del Senda: En medio de la discusión, los diputados que se opusieron al proyecto utilizaron reiteradamente cifras del Servicio para la Prevención del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), del Ministerio del Interior, para argumentar su posición. “Un estudio del Senda nos dice que el consumo de marihuana ha aumentado en los últimos años del 3% al 15,5% en los chicos de 8° básico“, dijo Marisol Turres (UDI). Marco Antonio Núñez (PPD) opinó que el organismo “no puede tener más una visión prohibicionista” y pidió que el Gobierno se haga cargo de la discusión.