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General Jorge Rafael Videla: EL HOMBRE QUE MOLESTABA DEMASIADO

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de responsabilidad se sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
En Argentina, los militares presos por haber combatido al terrorismo en los años 70, han sido perseguidos abiertamente, acallados deliberadamente y estigmatizados sin pudor. El Estado ha dedicado tiempo y dinero en pintar de color rosa a los grupos terroristas que asolaron a la República Argentina durante casi dos décadas. Se esforzaron en enseñar la versión de un terrorismo “idealista” y “romántico”, como una forma perversa de maquillar los violentos años escarnecidos de un país que se desangró, dolorosamente, en intestinos egocentrismos

Harán leña del árbol caído. Le endilgarán el infierno para esconder sus propios demonios. Murió el Hombre que molestaba. Molestaba por su valentía. Molestaba por su austeridad. Molestaba por su silencio. Molestaba por su honestidad. Molestaba porque cuando habló siempre dijo la verdad. Molestaba porque nunca se quebró. Molestaba porque nunca dejó de ser soldado. Molestaba porque hizo lo que nadie: asumir su responsabilidad.

“Asumo toda la responsabilidad” dijo frente a cada tribunal que lo persiguió con saña en busca de venganza. Lo que nunca otros, él sí.

El General Jorge Rafael Videla fue presidente de facto de la República Argentina entre 1976 y 1981. Se hizo cargo del Proceso de Reorganización Nacional, tras el cual Argentina legó la democracia más estable y duradera de la historia. Y sí, la más corrupta también.

Cuando Videla pasó a retiro como militar, entregó la presidencia. Así que veleidades de dictador por lo visto, no tenía.

El General Videla no murió el viernes 17 de mayo, sino que fue asesinado por el régimen que nos gobierna. Cuando lo arrancaron de la prisión de Campo de Mayo, tenía las clavículas quebradas por una caída. En el Hospital Militar sus hijos y sus nietos debían alimentarlo en la boca. Recuperado, fue llevado al penal de Marcos Paz. Pocos días antes de su muerte, Videla, de 87 años, fue llevado a declarar en muy malas condiciones de salud. Caminaba con dificultad y había perdido de manera preocupante la memoria y la ubicación en el espacio y en el tiempo.

Ese mismo día, antes de ser llevado a declarar por millonésima vez, Videla se desvaneció en la ducha del Penal. Y a pesar de no haberse recuperado, igualmente lo arrastraron a la función del circo: tribunales. Para aquellos que no lo saben, llevar a una persona a declarar a tribunales desde el penal de Marcos Paz insume todo un día. Se lo levanta a las 4 o 5 de la mañana, se hacen los trámites mientras el preso espera arriba de una camioneta encerrado en un cubículo de medio metro cuadrado, se lo traslada a tribunales, se lo aloja en una celda, se lo lleva luego al piso del tribunal, se lo sienta durante horas, y una vez terminada la audiencia se hace el camino inverso. Con suerte, el preso que se levantó a las 4 de la mañana, vuelve al Penal a las 9 de la noche. Ese día el preso debe aguantar con apenas una vianda de pan duro. Imaginen entonces este periplo en una persona de casi 90 años con serios problemas de salud. Y sí, es lo que ocurrió, le hicieron vivir el calvario el lunes, y el viernes murió crucificado.

El General Videla estaba detenido en una cárcel que no está en condiciones de atender ni contener a personas ancianas con enfermedades crónicas. Por eso en Argentina casi no hay presos mayores de 70 años en cárceles comunes. Salvo los militares, porque para el régimen kirchnerista, en la persecución a los soldados que combatieron al terrorismo en los años 70 vale todo. Violar todas las leyes y deshacerse de todas las garantías.

Varios meses atrás, el Servicio Penitenciario Federal dijo haber recibido una amenaza de muerte contra Videla. Según ellos, la amenaza provenía del mismo penal y de algunos de sus propios camaradas. Mentira. Pero esa mentira fue la excusa para que el General Videla fuera aislado de todos sus camaradas, trasladado a un sector especial y con custodia permanente del Servicio de Inteligencia del Estado. Escarmiento por hablar con la prensa.

El jueves 16 de mayo Videla no pudo cenar pues tenía una fuerte descompostura y fue llevado al Hospital del Penal, que para que usted entienda, es una especie de sala de primeros auxilios en estado deprimente. Como no le encontraron “nada preocupante”, supongo que en la ropa, porque allí no hay complejidad para nada más que examinar un pantalón, lo volvieron a trasladar a su celda de aislación… donde fue encontrado sin vida pocas horas después. Videla tenía que morir así. El régimen necesitaba verlo morir así. Necesitaba eso para luego armar el cirko decadente de las declaraciones ampulosas.

Vianda del Servicio Penitenciario

Fue patético ver a funcionarios enriquecidos hasta la fastuosidad en la función pública, hablar de la moral de un hombre que, habiendo tenido en sus manos el país durante casi seis años, vivió en la más sencilla austeridad. Siempre me indignó la hipocresía. La de cualquiera. La de los Bulgheroni que en los 70 visitaban a Videla como grandes amigos, o la hipocresía de mi vecino que anda un 0 Km. y no paga las expensas. Yo no conocí a Videla en los 70. No bebí las mieles del Poder ni saqué réditos económicos en su gobierno, como muchos de los que ayer lo hicieron y aún así, hoy escribieron barbaridades de un hombre no se merecía esa felonía ni de los Mitre, ni mucho menos de Ernestina Herrara de Noble. Yo a Videla lo conocí en las malas, solitario y encorvado acarreando sus petates hacia una mesa de visitas en un Penal de Máxima Seguridad. El Soldado de hablar pausado, el de hablar sereno, el de hablar en voz baja… lejos de aquellas arengas a viva voz. Nos concedió el honor de darnos permiso para que Ricardo Angoso pudiera entrevistarlo. Queríamos que sus palabras no fueran sacadas de contexto, como sospechábamos ocurriría con Ceferino Reato. Lo pudimos grabar y contestó con total lucidez. Pudimos hacer publicar la entrevista en un medio de Europa. Muchos necesitábamos sus porqués. Tuve la oportunidad de decirle gracias… ahí, en la soledad de una mesa en un rincón alejado de un salón enorme de un penal de máxima seguridad. ¿Porqué gracias?, me preguntó en voz baja… General, porque cuando la Patria pasó lista usted dijo presente, y porque cuando los hipócritas y cobardes le pasaron facturas que no eran suyas, usted no dejó de ser Soldado y asumió la responsabilidad.

Yo conocí a Videla en la malas, y aún así, lo ví más Soldado que nunca. Y eso es algo que los cobardes y los corruptos no soportan, por eso vomitan lo que vomitaron.

En Argentina, los militares presos por haber combatido al terrorismo en los años 70, han sido perseguidos abiertamente, acallados deliberadamente y estigmatizados sin pudor. El Estado ha dedicado tiempo y dinero en pintar de color rosa a los grupos terroristas que asolaron a la República Argentina durante casi dos décadas. Se esforzaron en enseñar la versión de un terrorismo “idealista” y “romántico”, como una forma perversa de maquillar los violentos años escarnecidos de un país que se desangró, dolorosamente, en intestinos egocentrismos. Sin embargo, y no es casual, poco y nada podemos encontrar sobre la visión de los protagonistas militares. En los años 70 yo iba a la escuela primaria. Quiero decir que toda mi vida de adulto la viví en una democracia que, por alguna razón que nunca alcancé a comprender, intentó ocultar la historia y la palabra de los militares que tuvieron que combatir a un terrorismo impiadoso y especialmente cruel, que no dudaba en atentar con bombas, acribillar por la espalda o secuestrar a sus víctimas para luego fusilarlas en algún sótano “revolucionario”.

Unos días antes de su aislación, el General Videla les había dicho a sus compañeros de prisión que prometía ser el último en salir del Penal, si no moría antes. Y murió nomás.

Y los que se han cansado de robar el país, aprovecharon el insulto y la descalificación.

Comprensible molestia. Es que el Videla soldado los ha vencido. El Videla austero, los ha puesto en evidencia. El Videla católico los ha perdonado…y el Videla “monstruo” no lo compró nadie. Solo existe en la mente de los que ayer desangraron el país para hacerse del poder, y hoy, con el poder absoluto, aprovechan para saquearlo…

General Videla… descanse en paz.

Horacio Ricardo Palma

El Día de Gualeguay

Gualeguay

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Héroe por Accidente. La Marina de Chile y oportunidades del Pacífico. Almirante Edmundo Gónzalez. Comandante en Jefe de la Armada. En adjunto el “Combate de Iquique”

LAS OPINIONES DE ESTA COLUMNA DE OPINIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE UNOFAR

El 21 de mayo de 1880, primer aniversario de la epopeya de Iquique, “El Mercurio” publicó un hermoso homenaje en su honor y un sorprendente relato de un testigo que vivió todo el combate a bordo de la Esmeralda: se trata del joven ingeniero Agustín Cabrera Gazitúa, que había sido encomendado por el gobierno para interceptar o cortar el cable submarino que les servía de óptimo medio de comunicación a las fuerzas peruanas.

La guerra del Pacifico nos depara una que otra curiosidad como esta donde un Civil se convierte sin esperarlo en un Inmortal

El 21 de mayo de 1880, primer aniversario de la epopeya de Iquique, “El Mercurio” publicó un hermoso homenaje en su honor y un sorprendente relato de un testigo que vivió todo el combate a bordo de la Esmeralda: se trata del joven ingeniero Agustín Cabrera Gazitúa, que había sido encomendado por el gobierno para interceptar o cortar el cable submarino que les servía de óptimo medio de comunicación a las fuerzas peruanas.

Recordemos que las aguas del mar de Iquique, en esa época, todavía no eran chilenas. El joven Cabrera alojaba en el transporte Lamar, al ancla en la bahía, buque que había sido facilitado por la Compañía Sudamericana de Vapores para el bloqueo del puerto enemigo. El ingeniero acudía diariamente a la Esmeralda, a cuyo bordo había constituido su central de operaciones, e informaba al comandante Prat de la marcha de sus labores, que no eran fáciles por la carencia de herramientas adecuadas. A insinuación de algunos tripulantes de la nave chilena, Agustín Cabrera fabricó un dispositivo bélico consistente en un bote con explosivos, que se manejaba a control remoto y podía hacerse estallar a la distancia. Estos experimentos hicieron creer a los jefes peruanos que la Esmeralda estaba protegida por una cortina de torpedos, y atrasó el espolonazo.
El día 20 de mayo, y cumpliendo la orden escrita de su superior, el almirante Williams Rebolledo dejó al capitán de fragata Arturo Prat, comandante de la Esmeralda, a cargo del bloqueo, junto a la Covadonga de Carlos Condell. Sobre las órdenes que mencionábamos, el almirante, en una de ellas, señaló que el sobre debía abrirse únicamente el 20 de mayo. Sin duda, el jefe de la Escuadra habría calculado que en esa fecha sus buques estarían a horas de batirse con la flota peruana. Llegada la fecha ordenada, Prat abrió el sobre. Después de enterarse de su contenido, llamó a reunión a todos los oficiales de la Esmeralda y la Covadonga. Entre ellos, también convocó a Cabrera Gazitúa. Prat leyó la orden en voz alta. En el documento, el almirante le expresaba que hoy, 20 de mayo, él con su escuadra estaría llegando al Callao, y esperando disparar el primer cañonazo mañana 21 de mayo, al amanecer.

Prat, visiblemente emocionado y guardando la carta, dijo en voz alta:
“Señores, mañana será un día de gloria para Chile”.
Esa noche, Agustín Cabrera alojó en la Esmeralda. Y llegamos al 21 de mayo. El vigía de la Covadonga, buque que estaba de ronda, al amanecer vio unas extrañas estelas que cruzaron frente a Iquique, viniendo del norte. Después se supo que eran el Huáscar y la Independencia que navegaban hacia Antofagasta, esperando que amaneciera. Cuando hubo luz volvieron a Iquique. Como en la antigua Grecia, estaban el lugar, la hora, los motivos y los seres que ponían sus vidas al servicio de la gloria y de la muerte.

Sonó el primer cañonazo. Se arengó a la gente: los agonistas de la tragedia. Era imposible trasladar a Cabrera al transporte Lamar. El ingeniero quedó en el corazón del combate. Queriendo servir en algo, se acercó a Prat pidiendo órdenes. El comandante sabía que toda labor de combate lo haría morir a él o a quien tratara de ayudar. Le dio una misión útil: “Lleve por escrito una lista con los nombres de los que están muriendo”. El ingeniero vio morir a Prat y a Serrano, vio caer moribundo al sargento Aldea, y cuando recién había pasado el mediodía, el espolón del Huáscar perforó las entrañas de la Esmeralda, provocando un crujido desgarrador. Eran las 12 horas y 10 minutos del miércoles 21 de mayo de 1879. La Esmeralda entró en combate con 200 hombres; murieron 143. Los restantes fueron hechos prisioneros. Durante un largo tiempo los sobrevivientes se mantuvieron en el mar, flotando entre los despojos de su buque. A los peruanos les costó conseguirse botes. Si bien los disparos de la Esmeralda rebotaban en la coraza del Huáscar, no ocurría lo mismo con los botes de madera de la nave peruana, que fueron despedazados durante el combate. Esa fue la razón del atraso en el salvamento de los náufragos. Embarcados los prisioneros a bordo del monitor peruano, se les proporcionó ropa -la mayoría estaban desnudos-, comida caliente, mientras oficiales de inteligencia identificaban a los prisioneros: Nombre, rango, misión en la Esmeralda.

Cuando entrevistaron al ingeniero Cabrera, éste dio su nombre y agrego que él estaba en la Esmeralda de “puro cantor”. Los oficiales tomaron nota. Cuando días después las autoridades peruanas entregaron la lista con los nombres y especialidad de cada prisionero a los organismos internacionales, se leía: “Agustín Cabrera Gazitúa, músico”

 

El Combate Naval de Iquique VER PDF

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CONFLICTO MAPUCHE (Parte 1). Ver Tatoo Quebec 2012 Esc. Militar al final. Imperdible

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PORQUÉ LA MUERTE DE CATRILEO ES CONSIDERADA ASESINATO Y LA DEL MATRIMONIO SÓLO ES UNA MUERTE EN INCENDIO?, y que conste que son dichos por personeros de gobierno; PORQUÉ EL CARABINERO QUE DEFENDIÓ SU VIDA CON EL ARMA QUE LE DIO EL ESTADO, ES DADO DE BAJA Y DE QUIENES MATARON A UN SUBOFICIAL DE CARABINEROS NADA SE SABE?
Se adjunta un documento con fotografías de la situación en la zona de la Araucanía, la mayoría de lo que van a ver corresponde a atentados ocurridos durante el año 2012 hasta Noviembre, hay muestras que no aparecen en la televisión ni en los diarios ya que les interesa sólo cuando algún integrante de los grupos violentistas resulta lesionado o muerto. A propósito es oportuno hacerse alunas preguntas como por ejemplo:
PORQUÉ LA MUERTE DE CATRILEO ES CONSIDERADA ASESINATO Y LA DEL MATRIMONIO SÓLO ES UNA MUERTE EN INCENDIO?, y que conste que son dichos por personeros de gobierno;
PORQUÉ EL CARABINERO QUE DEFENDIÓ SU VIDA CON EL ARMA QUE LE DIO EL ESTADO, ES DADO DE BAJA Y DE QUIENES MATARON A UN SUBOFICIAL DE CARABINEROS NADA SE SABE?
Ver en adjunto secuencia fotografica del conflicto

ENVIADO POR EL PRESIDENTE DE UNOFAR V, SR. MARIO ALSINA CALDERÓN

 

BAROMETRO CONFLICTO NOV 2021 VER PDF

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Paradoja histórica. Información importante de seguridad para difundir.

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Chile necesita repensar su historia. No es posible que las nuevas generaciones sean inducidas a error ni que lo ocurrido en el pasado reciente se reescriba en un laboratorio de expertos comunicacionales con una proyección bien definida. La experiencia vivida puede darnos generosos frutos si somos capaces de asumirla y no adulterarla como, por desgracia, ha sucedido hasta hoy
Lunes 01 de abril de 2013

Pablo Rodríguez Grez: “…Chile necesita repensar su historia. No es posible que las nuevas generaciones sean inducidas a error ni que lo ocurrido en el pasado reciente se reescriba en un laboratorio de expertos comunicacionales con una proyección bien definida…”

Chile vive una paradoja histórica como consecuencia del enjuiciamiento nacional e internacional del gobierno militar. Para nadie es un misterio que, tan pronto fue derrocado el régimen de la Unidad Popular, sincronizada y automáticamente, se desató una campaña que en pocos días había conseguido generar una imagen infamante de lo sucedido en Chile. No se analizó lo que realmente había ocurrido, ni la injerencia de naciones extranjeras en nuestro país, ni los propósitos que abrigaban los estrategas del marxismo internacional que celebraban fervorosamente el advenimiento de la revolución socialista por la vía electoral, ni las organizaciones paramilitares que se preparaban para enfrentar a las Fuerzas Armadas y de Orden. En medio de la “guerra fría”, esta reacción no fue extraña, sino más bien un recurso extremo para ocultar el fracaso de la experiencia marxista que vivimos.

Lo concreto e indesmentible es que quienes luchaban contra la tentativa marxista de instaurar un régimen totalitario lo hacían en defensa de la democracia, denunciando la forma en que el país estaba siendo arrastrado a la dictadura del proletariado (versión cubana), mediante la invocación de la vía electoral y la torcida aplicación de las leyes (los célebres “resquicios legales”). La lucha contra la alianza socialista comunista se dio en nombre de los valores democráticos -precisamente para reconstruir y perfeccionar nuestro sistema institucional, que entonces acusaba fisuras difíciles de superar- y para evitar que Chile siguiera los pasos del castrismo.

Frente a los defensores de la democracia -régimen que nuestro país había vivido durante largos años no sin trastornos ocasionales- se erguía un movimiento desenfrenado que condenaba, sin ambages ni eufemismos, la “democracia burguesa, clasista, instrumento del imperialismo y la explotación de los trabajadores”, a la cual había que extirpar de raíz. De aquí nacía el fomento de la violencia revolucionaria para neutralizar a quienes se oponían a su destrucción, y el propósito de atizar la lucha de clases, instrumento predilecto de quienes proclamaban las virtudes de un modelo totalitario.

Se trataba, entonces, de una confrontación entre marxistas y demócratas, en la cual los primeros tenían el gobierno, pero no el poder, como lo proclamaban los líderes más exaltados, instando a sus partidarios a dominar todas las potestades del Estado.

La fractura del orden constitucional de 1973 exigió la reconstrucción del país, cuyo aparato productivo quedó destruido en medio de un ambiente internacional hostil y la agudización de la “guerra fría”. Si este período fue demasiado extenso, es una cuestión opinable que debe enfocarse en función de los objetivos logrados, pero lo cierto es que nunca se perdió de vista la meta final: el pleno restablecimiento de la democracia como régimen de gobierno con los resguardos que aseguraran que no volveríamos a caer en la misma trampa (lo que peyorativamente se llamó “enclaves autoritarios”). Esta meta se alcanzó luego del plebiscito de 1988 y de la transferencia del Gobierno a las fuerzas políticas que triunfaron en las elecciones siguientes. Para los chilenos nada tiene de asombroso que los uniformados hayan hecho dejación del poder e investido como Jefe de Estado a quien resultó elegido en el proceso electoral respectivo, porque conocieron y avalaron la misión que habían asumido el 11 de septiembre de 1973. Por cierto, no tienen la misma visión los extranjeros víctimas de la desinformación o instrumentos de inocultables intereses políticos.

Sin embargo ahora, los que destruyeron la democracia e intentaron sustituirla por una dictadura marxista -cuestión que entre 1970 y 1973 se reconocía con soberbia y desafiantemente- son sus restauradores, y los que lucharon por defenderla y restablecer las condiciones necesarias para que pudiera funcionar, sus destructores. ¿Cómo ha podido producirse esta paradoja? Sin duda, ello es fruto del aprovechamiento político de hechos dolorosos que, como la violación de los derechos humanos, siguen siendo una herida en el alma de muchos de nuestros compatriotas.

Chile necesita repensar su historia. No es posible que las nuevas generaciones sean inducidas a error ni que lo ocurrido en el pasado reciente se reescriba en un laboratorio de expertos comunicacionales con una proyección bien definida. La experiencia vivida puede darnos generosos frutos si somos capaces de asumirla y no adulterarla como, por desgracia, ha sucedido hasta hoy.

NO ACEPTAR LLAVEROS
Carabineros de CHILE comunica que hay un grupo de delincuentes que se presentan como representantes de ventas y/o promotoras y están regalando llaveros en estacionamientos públicos, gasolineras, centros comerciales y otros diversos lugares.
ATENCIÓN: Los llaveros están equipados con un “chip electrónico” que posee incorporado GPS, lo que les permite seguir los movimientos de la persona seleccionada.
ADVERTENCIA: Por favor, NO los recibas o recíbelo y tíralo. Los ladrones vigilan a esas personas y comprueban si son posibles víctimas. Si tomas ese llavero, es posible que puedan conocer tu lugar de residencia y te conviertan en potencial víctima. Los llaveros son muy atractivos, por lo que las personas los aceptan con
facilidad.
Difunde esta información a familiares, amigos y público en general.
Viviana Arias Madariaga

Secretaria de Prensa. Ministerio del Interior y Seguridad Pública

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EL MEMORANDUM MATTHEI A THATCHER por José Piñera

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Nota de José Piñera. Este hasta ahora desconocido y notable Memorándum lo escribió el 25 de Marzo de 1999 el General Fernando Matthei Aubel, ex Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea chilena y ex miembro de la Junta de Gobierno, para conocimiento y uso de la Sra Margaret Thatcher, ex Primera Ministra del Reino Unido. Supe por primera vez de este memorándum al leer la columna de Robin Harris, por muchos años jefe del gabinete privado de la Sra. Thatcher, en el Daily Telegraph del 13.12.06 titulada “Thatcher always

(Nota de José Piñera. Este hasta ahora desconocido y notable Memorándum lo escribió el 25 de Marzo de 1999 el General Fernando Matthei Aubel, ex Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea chilena y ex miembro de la Junta de Gobierno, para conocimiento y uso de la Sra Margaret Thatcher, ex Primera Ministra del Reino Unido. Supe por primera vez de este memorándum al leer la columna de Robin Harris, por muchos años jefe del gabinete privado de la Sra. Thatcher, en el Daily Telegraph del 13.12.06 titulada “Thatcher always honoured Britain’s debt to Pinochet”. Reconociendo su importancia histórica, decidí contactar al historiador y hombre público, cuyos notables libros sobre Talleyrand y Dubrovnik había leído, y le pedí el texto completo. Convinimos una cena en el Castillo Neuwaldegg en Viena, sede de la Iniciativa Educacional para Europa Central y del Este (http://www.eicee.org/), en cuyo Consejo Asesor participo. Harris me entregó allí una copia del original del Memorándum, sujeto a reserva por parte de la Sra. Thatcher. También me explicó el contexto del memorándum (en 1999 el general Pinochet era, de hecho, un preso político del gobierno laborista británico) y me confirmó la enorme gratitud de la Sra. Thatcher hacia Chile. Al leer hoy 24.11.09 la entrevista de la revista argentina “Perfil” al General Basilio Lami Dozo, ex miembro de la Junta Militar que inició la guerra de las Malvinas, en la cual el ex jefe de la Fuerza Aérea argentina confiesa que Chile habría sido atacado después si tenían éxito en las Malvinas, consideré importante dar a conocer este Memorándum, pues refleja la seriedad, prudencia y visión con la que actuó el gobierno militar en ese dificilísimo momento. Cabe recordar que derrotado Galtieri, cayó su gobierno, se evitó una horrenda guerra vecinal, y dos años después se firmó el Tratado de Paz y Amistad de 1984 entre Chile y Argentina. Por eso, me comuniqué hoy con el General Fernando Matthei, con quién había hablado por última vez cuando en 1990 lo visité para regalarle mi libro “La Revolución Laboral en Chile”, y me autorizó para publicar su Memorándum, originalmente escrito en inglés, en mi sitio web. La traducción es nuestra).

25 de Marzo, 1999: En los primeros días de Abril de 1982, poco después de la invasión argentina a las Islas Falklands, el Jefe de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Chile me informó que un Comandante de Ala de la Real Fuerza Aérea (RFA) de Gran Bretaña había llegado a Chile con un mensaje personal del Jefe del Estado Mayor de la RFA y requería una reunión inmediata.

Lo recibí inmediatamente. Era el Comandante de Ala Sídney Edwards, quien me presentó de inmediato sus credenciales y me preguntó si estaría dispuesto a colaborar con Inglaterra en ese momento crítico. Ellos requerían ayuda, principalmente, en temas de inteligencia. Como nunca habían considerado a Argentina como enemigo potencial, carecían de información de inteligencia sobre dicho país. También me señaló que tenía poderes suficientes para negociar directamente cualquier requerimiento urgente de aviones, repuestos u otro equipamiento que la Fuerza Aérea chilena necesitara, con el objeto de fortalecer nuestras defensas ante la amenaza Argentina. Además, me señaló que deberíamos evitar los canales diplomáticos. Y me especificó que ni el Embajador británico ni el Agregado de Defensa tenían conocimiento alguno de él y su misión. Le señalé que antes de comprometer nada, tenía que, por cierto, conversar el tema con el General Pinochet y obtener su beneplácito respecto del tema.

Conversé con el General Pinochet quien no se sorprendió en absoluto del requerimiento Británico. Lo analizamos cuidadosamente y reflexionamos sobre sus posibles consecuencias. El autorizó la operación con la condición que bajo ninguna circunstancia los ingleses podrían montar ninguna operación contra Argentina que utilizara territorio chileno. En esa reunión no estaba presente ninguna otra persona.

Nuestro equipo de inteligencia le dio un completo informe al Comandante Edwards sobre la Fuerza Aérea Argentina. Le dimos libre acceso a nuestro centro de operaciones en Punta Arenas, donde nosotros monitoreábamos todas las operaciones de la Fuerza Aérea argentina a través de nuestro radar de largo alcance y nuestro equipo de comunicaciones basado en tierra. El Comandante Edwards portaba una radio con comunicación satelital directa al Comando de la Fuerza Británica. Durante Abril de 1982, trabajamos mano a mano con los ingleses. Un avión Nimrod de la RFA voló a Chile para efectuar misiones electrónicas y de comunicaciones de mutuo beneficio. Como voló sobre territorio chileno, consideré que no estábamos violando la condición impuesta por el General Pinochet de no utilizar suelo chileno.

La RFA embarcó también a Chile seis aviones Hawker Hunter desarmados a bordo de un avión aerotransportado C-130. Otro C-130 trajo un radar militar de largo alcance que nosotros instalamos, de acuerdo con los ingleses, en frente de Comodoro Rivadavia. Me gustaría señalar que los aviones C-130 volaron vía Tahiti e Isla de Pascua, ya que en ese momento ningún país sudamericano permitiría que aviones británicos sobrevolaran su territorio.

No debemos olvidar que Chile fue el único país de América Latina que no apoyó a Argentina en la guerra contra el Reino Unido y que, en ese momento, el presidente de Chile era el General Augusto Pinochet.

Así, cuando la Fuerza de ataque británica llegó a las aguas australes, todo estaba funcionando correctamente. Cuando el 1° de mayo los británicos atacaron, nosotros fuimos capaces de proveer al Comandante de la Fuerza de Ataque con información, minuto a minuto, de la reacción Argentina. Éramos capaces de detectar los aviones argentinos al momento que despegaban y monitorear su vuelo y sus comunicaciones, ya que transmitían con voz clara. Seguimos la ruta de los aviones hasta 80 kilómetros mar adentro. De esta forma, la Fuerza de Ataque británica estaba tempranamente advertida de los ataques argentinos y, así, eran capaces de preparar sus defensas y poner en vuelo a sus aviones para interceptarlos.

Fui informado inmediatamente de todas las operaciones que se llevaban a cabo y pude seguirlas desde mi oficina. Toda información importante la entregué al General Pinochet. El constantemente revisaba lo que estábamos haciendo y estaba muy interesado en lo que estaba ocurriendo. El único yerro que tuvimos fue cuando un helicóptero británico que transportaba a fuerzas comando, aterrizaron de emergencia en territorio chileno a pocos kilómetros de Punta Arenas. Nosotros desconocíamos esta operación y como violaba uno de los principios que habíamos establecido, tuvimos una fuerte discusión con el Comandante Edwards quien prometió que esto no volvería a ocurrir más. Mientras se incendiaban los restos del helicóptero, todos en Punta Arenas y, después en Argentina, se enteraron del caso del misterioso helicóptero. Inmediatamente informé al General Pinochet. El me dio las instrucciones pertinentes en orden a negar cualquier conocimiento por parte de Chile sobre este incidente a nuestro propio Ministro de Relaciones Exteriores y se me dejó en libertad de acción para ayudar a la tripulación inglesa a salir de Chile. A través de sus propios canales de radio, se le ordenó a la tripulación inglesa entregarse a una instalación claramente especificada de la Fuerza Aérea chilena. Desde allí los embarcamos en un vuelo comercial con destino a Inglaterra.

Me gustaría mencionar otro evento de importantes consecuencias. El 8 de junio, casi al final de la guerra de las Falklands, dos barcos de transporte, “Sir Gallahad” y “Sir Tristan” fueron atacados y destruidos por bombarderos argentinos con gran pérdida de vidas. Ese día, después de varios meses de operación continua, nuestro radar de largo alcance había sido apagado para efectuarle una mantención indispensable. Uno sólo puede especular cómo le habría ido a la Fuerza británica si no hubiera dispuesto de los avisos, con media hora de antelación, provistos por la inteligencia chilena respecto de los ataques argentinos.

Para terminar, quisiera señalar que esta cooperación no ha sido nunca mencionada antes y no hubiera sido nunca mencionada si no hubiera sido por la injusta situación en que se encuentra el General Pinochet en el Reino Unido. Un país que él ayudó en un momento de necesidad y cuando ningún otro país de América Latina estaba dispuesto a hacer nada a favor del Reino Unido.

Fernando Matthei Aubel, Ex General y Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile.

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Bolivia modificará artículo que le impide demandar a Chile. Fuente EMOL. Se equivoca el Presidente Morales (Blog de El Mercurio)

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Loaiza participó el miércoles en una reunión reservada con el jefe de Estado boliviano y con cinco ex mandatarios y seis ex cancilleres donde se informó que la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia levantará la reserva desde 1948 al artículo sexto del Pacto de Bogotá suscrito por Bolivia en 1948 y ratificado en 2011.
Cartas

Lunes 25 de marzo de 2013

Señor Director:
Hace 50 años (1963), uno de los más renombrados historiadores chilenos, Jaime Eyzaguirre, señalaba que “desde hace medio siglo, y con un ritmo periódico, la República de Bolivia se empeña en conmover a la opinión pública internacional acusando a Chile de haberla privado de todo acceso al mar, condenándola así a un irremediable atraso”. Agregaba que “por esta persistente campaña, se afirma que Bolivia, como sucesora de la Audiencia de Charcas, era dueña de una amplia costa; que Chile desencadenó una guerra para arrebatársela; que ante la presión del vencedor, Bolivia se vio forzada a renunciar a su acceso vital al océano, y que siendo, en fin, el Tratado de Paz el producto de una coacción brutal, se hace necesario revisarlo y devolver al vencido lo que inmerecidamente se le quitó”.

Estos infundios resultan conocidos, ya que fueron repetidos el sábado durante el discurso del Presidente Morales en el Día del Mar, con ocasión del cual reiteró una por una todas las tergiversaciones que los bolivianos de diversos signos han construido a través del tiempo para fundamentar lo que llaman su “memoria histórica”.

Sus dichos, claramente, no apuntan a restablecer un clima de diálogo entre nuestras dos naciones vecinas que comparten más de 800 kilómetros de frontera común. Por el contrario, esos exabruptos evidencian que la voz de la cordura y de la conciliación no impera en las alturas del Altiplano.

Este desgraciado episodio ha generado en nuestro país un repudio transversal, ya que los más diferentes actores políticos han expresado su pleno respaldo al Gobierno para contrarrestar las invectivas de Morales; aunque dirigidas con mayor vehemencia al Presidente Piñera, abarcan sin distinción a todos los gobernantes chilenos que por más de un siglo han procurado edificar con Bolivia una vinculación de buena vecindad. Se ha generado así una muy necesaria “política de Estado” para responder a los complejos momentos que enfrenta la diplomacia chilena ante el insensato e inconducente camino que ha anunciado el actual Mandatario boliviano, de “judicializar” las aspiraciones marítimas de su país.

La defensa irrestricta de la integridad territorial ha sido “una historia de negociaciones diplomáticas difíciles; una historia de tratados que con la razón y la fuerza del derecho, hay que defender para vivir en paz”, afirmaba con mucha convicción el historiador chileno Guillermo Lagos.

Se equivoca, pues, el Presidente Morales si piensa que podrá dividir a la sociedad chilena en esta defensa de su territorio que da vida y sustento a nuestra nación.

Jaime Lagos Erazo

Bolivia modificará artículo que le impide demandar a ChileEl vecino país retirará la reserva del apartado, lo que le permitirá interponer el recurso de carácter internacional.

Bolivia modificará artículo que le impide demandar a Chile Foto: EFE


Senado de Chile apoya a Perú en organización del Congreso del FuturoDiputado Tarud expresa preocupación por eventual compra de armas por parte de PerúCónsul de Chile en Lima narra el rescate de los chilenos atrapados en ColombiaCanciller Moreno asegura que “Chile no está dispuesto a perder su frontera con Perú”Ver más Relaciones Chile-Perú
LA PAZ.- El Gobierno y congreso de Bolivia alistan una demanda en la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra Chile por incumplimiento del tratado de paz y amistad de 1904, anunciaron hoy parlamentarios del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS), partido político del Presidente Evo Morales.

La Cámara de Diputados de bolivia en sesión reservada analizó en los dos últimos días el “Pacto de Bogotá”, documento en vigor desde 1948.

Bolivia anunciará el retiro de la reserva del artículo sexto del “Pacto de Soluciones Pacíficas de Controversias”, señaló el diputado Wilmar Cardozo.

La información sostiene que el retiro de la reserva del polémico artículo sexto habilitará a Bolivia a presentar una demanda internacional contra Chile para revisar y modificar el tratado de 1904, anticipó el ex canciller Armando Loaiza.

“El artículo observado por Bolivia señalaba que tampoco podrán aplicarse dichos procedimientos a los asuntos ya resueltos por arreglo de las partes, o por laudo arbitral, o por sentencia de un tribunal internacional, o que se hallen regidos por acuerdos o tratados en vigencia en la fecha de la celebración del presente Pacto”, recordó Loaiza.

Bolivia y Chile habían suscrito el tratado de paz y amistad en 1904 tras la llamada Guerra del Pacífico, que también involucró a Perú. Bolivia perdió 400 kilómetros de costa en el Pacífico y 120.000 kilómetros cuadrados de tierra.

Pero el gobierno de Evo Morales puso en vigor hace cuatro años una nueva Constitución que autoriza modificar hasta diciembre varios tratados y convenios internacionales.

Bolivia inició hace dos años el estudio del tratado de 1904 y probablemente mañana, durante el Día del Mar, se anuncie el inicio de la demanda internacional contra Chile para obtener una salida al mar con soberanía y continuidad geográfica, anunció el ex canciller.

Loaiza participó el miércoles en una reunión reservada con el jefe de Estado boliviano y con cinco ex mandatarios y seis ex cancilleres donde se informó que la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia levantará la reserva desde 1948 al artículo sexto del Pacto de Bogotá suscrito por Bolivia en 1948 y ratificado en 2011.

“Levantar la reserva al artículo sexto hará fácil el acceso de la demanda de Bolivia a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, y Chile no podrá poner objeciones de competencia”, explicó Loaiza a los periodistas.

Columna de Opinión

Pinochet, Genio y Figura. The Miami Herald

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Un general de Ejército, del tipo al que habitualmente se describe como un gorila (muy distinto de la muy admirada guerrilla), había logrado en unos pocos años lo que una gran cantidad de intelectuales liberales no habían sido capaces de conseguir en ninguna parte del mundo en períodos mucho más largos.
Pinochet, Genio y Figura.

Por ANTHONY DANIELS | The Miami Herald

¿Por qué es Pinochet, lejos, el más odiado (al menos por los intelectuales) de todos los dictadores de la segunda mitad del siglo XX?

¿Por qué él solo ha sufrido la humillante suerte de ser arrestado y detenido en un país extranjero a pedido de otro país extranjero?

Después de todo, en el bestiario del siglo pasado fue una criatura menor e insignificante, incluso si (lo que es poco probable) él fuera responsable de cada crueldad cometida en Chile mientras fue presidente.

Cuando Sudáfrica, recientemente, se rehusó a extraditar al ex gobernante etíope Mengistu (Haile Mariam) a su país natal, no hubo ni asomos de protesta, aunque todos los crímenes de Pinochet habrían cabido en una tarde del reinado de Mengistu, y las torturas presuntamente practicadas en Chile fueron meros procedimientos terapéuticos en comparación con lo que se hizo en Etiopía.

Incluso, entre los dictadores militares latinoamericanos conservadores Pinochet no fue el peor. De cada intelectual liberal al que le sale espuma de la boca con sólo mencionar su nombre.

¿Cuántos son los que han oído hablar de Lucas García de Guatemala, por ejemplo?

Y los generales de la junta argentina, cuyo récord ciertamente fue infinitamente más oscuro que el de Pinochet, no son odiados, excepto en Argentina, con el mismo rencor.

¿Por qué no?

Existe una explicación obvia: Pinochet fue el único de los dictadores que fue increíblemente exitoso.

Se encontró con un país económicamente desastroso, y lo dejó como un faro cuya luz brilló mucho más allá de América Latina. Atrajo a quienes querían aprender del éxito de todas partes del mundo. Chile fue más próspero de lo que había sido en toda su existencia previa.

Lo que es aún peor es que Pinochet efectuó este cambio siguiendo políticas contrarias a las que los intelectuales liberales habían apoyado durante décadas, y por las que se arrogaban a sí mismos roles de importancia primordial.

Él demostró, con el éxito de su país, la falacia de que el imperialismo impedía el desarrollo de los países del Tercer Mundo: que sus esposas eran en gran medida auto forjadas y que lo mejor que podían hacer los gobiernos de esos países por su bienestar económico era no estorbar.

Un general de Ejército, del tipo al que habitualmente se describe como un gorila (muy distinto de la muy admirada guerrilla), había logrado en unos pocos años lo que una gran cantidad de intelectuales liberales no habían sido capaces de conseguir en ninguna parte del mundo en períodos mucho más largos.

Esta fue una herida terrible para la autoestima de los intelectuales liberales. Si ya no eran necesarios para comités de solidaridad del Tercer Mundo.

¿Para qué servían?

Eso es algo que la izquierda internacional nunca le perdonó.

No los presuntos crímenes:

El éxito.

Ciertamente, el régimen de Pinochet no sólo había demostrado que ese tipo de intelectual no tenía ningún papel providencial en la salvación de los países del Tercer Mundo, como esperaron serlo mientras Salvador Allende gobernó desastrosamente Chile, sino que representaban un obstáculo que debía ser superado en el camino hacia el desarrollo económico.

De modo que Pinochet significaba un reproche existencial para ellos.

Si su régimen se hubiera limitado a torturar y a “Hacer desaparecer” a sus opositores, mientras el país caía de una crisis económica en otra, Pinochet habría sido objeto de un suave reproche teórico, pero no del ataque estridente y emocional que termina con demostraciones frente a embajadas.

Fueron sus logros, y no sus fallas, los que fueron tan odiados.

Nada de esto se aplica, naturalmente, a los chilenos que odian a Pinochet porque un pariente, amigo o conocido fue torturado o desapareció durante su gobierno.

Ciertamente, no se necesita mucha imaginación para darse cuenta por qué ellos lo odian.

Pero si uno lee literatura izquierdista sobre Chile (ningún placer desde el punto de vista literario), jamás verá una admisión de que la izquierda haya tenido culpa alguna en la llegada al poder de Pinochet.

Nunca se admite que Allende llamó abiertamente a sus partidarios, por cadena nacional de televisión, a ganar la inminente guerra civil asesinando a todos sus detractores, y siguió una ideología que para ese entonces no sólo había suprimido la libertad y la prosperidad para una tercera parte de la superficie del globo, sino que había matado a millones de personas.

Información proporcionada por Juan Ciorba V.

“El comunismo criollo trabajó en información militar en favor de Perú en el tiempo de Velasco Alvarado favoreciendo una aventura militar en contra de Chile, con traída de tropas cubanas de Angola a Perú y asesoría militar variada de países de la órbita comunista. Así como mas tarde, trabajaron para Argentina y URSS .tratando de sacar la hegemonía de USA y Reino Unido del Atlántico SUR. Y de paso entregaban gran parte de Chile a los países vecinos.

¿Que habría sido de Chile en toda esta situación sin el Gobierno Militar?

Chile es lo que es gracias al Gobierno Militar y su progreso y prestigio económico y camino constitucional a miembros de La Junta Militar de Gobierno, los civiles que colaboraron entre otros muchos don Jorge Alessandri Rodríguez, don Julio Philippi, don Enrique Ortúzar Escobar, don Pedro Ibáñez Ojeda, don Hugo Rosende, etc.

No se entregaron más sitios marcados con cal por límite y sifón de agua con suerte cada tres cuadras. Se empezó a entregar casas de verdad, con piso y techo firme no de fonólas.

Todo lo que se progresó, no fue un milagro, fue un esfuerzo gigantesco y requeriría mucho tiempo explayarse sobre parte importante, que poco sabe la juventud de todo eso, y como insiste la izquierda con sus mentiras y tanto silencio nuestro.

Ya es hora que sin odio y buscando el buen sentido de la gente buena de este país se vaya diciendo LA VERDAD con la serenidad del que tiene la razón.. Un abrazo y Dios nos ayude.”

Juan Ciorba V.