Columna de Opinión

“SI OSAMA BIN LADEN Y LOS COMANDOS HUBIESEN SIDO CHILENOS.”

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
El Juez Garzón podrá pedir una orden de captura internacional para el Presidente Obama y todos los Generales, Almirantes, Oficiales, Personal y Civiles que planificaron la operación destinada a impedir que el idealista, demócrata y luchador contra el imperialismo, como era Osama Bin Laden, continuara con sus ” buenas acciones”, como las Torres Gemelas, el tren de Madrid y el metro de Londres.

Si hubiesen sido Comandos chilenos los que recibieron, aceptaron y cumplieron la orden de detener a Bin Laden, “vivo o muerto”, serian juzgados por asociación ilícita y secuestro permanente, porque los restos de Bin Laden no serán entregados a sus familiares, porque fueron sepultados en el mar, por lo cual, también se debería juzgar al Comandante y Tripulación del Portaaviones “Carl Vinson”, como cómplices o encubridores.
El Juez Garzón podrá pedir una orden de captura internacional para el Presidente Obama y todos los Generales, Almirantes, Oficiales, Personal y Civiles que planificaron la operación destinada a impedir que el idealista, demócrata y luchador contra el imperialismo, como era Osama Bin Laden, continuara con sus ” buenas acciones”, como las Torres Gemelas, el tren de Madrid y el metro de Londres.
Los Oficiales y Personal relacionados directamente o indirectamente con la operación de neutralización, como son los pilotos y el personal de mantenimiento de los helicópteros, no podrían continuar su carrera militar, por ser cómplices de atentar con los Derechos Humanos de Bin Laden y sus fanáticos amigos que lo acompañaban.
El Presidente Obama ha sido felicitado igual que lo fue Fujimori, cuando dirigió la liberación de los rehenes de la Embajada de Japón, pero, en menos de 24 horas, ya es criticado por periodistas que tienen su cerebro lavado o almacenan odio contra los EE.UU , porque según ellos, a Bin Laden debió capturarse y llevarse ante un Juez.
Quienes han sufrido la acción de los terroristas piensan que quienes no cumplen ningún código civilizado, no pueden esperar, al verse capturados con las manos ensangrentadas, refugiarse en leyes, valores y principios que ellos no respetan y desprecian.
La única manera de tratar con terrorista es mediante el contraterrorismo, que significa descubrirlos y, siempre que sea posible, destruirlos en forma encubierta, único idioma que ellos comprenden. Esto lo pueden hacer solo los EE.UU y las grandes Potencias.
El Presidente Obama, la CIA, el Pentágono y sus Diplomáticos deberían reconocer públicamente el método de su lucha contra los líderes del terrorismo y sus fanáticos seguidores. El mundo debe aceptar esta nueva política internacional, no solo en este caso, sino también cuando son otros países los que deben realizarlo. Como ocurrió en Argentina, Uruguay, Perú y Chile quienes lucharon contra el terrorismo marxista, defendiendo la Patria y sus Instituciones, realizando acciones destinadas a neutralizar y destruir a los terroristas, son hasta hoy en día perseguidos y encarcelados, con el respaldo y complicidad de ellos, como lo demuestran los recientes documentos desclasificados.
El periodismo para mostrar la maldad de los americanos indica que Bin Laden estaba desarmado, pero no recuerdan que las victimas de los atentados del 11de Septiembre, tren de Madrid, Metro de Londres, etc., también lo estaban.
Sabiamente se dice que “otra cosa es con guitarra”. Si alguien cree que existe otra forma para destruir el terrorismo que no sea la infiltración y liquidación, mediante sus propios métodos, seria bueno que la enseñara, para acabar con esta lacra.
Los dirigentes e integrantes de Al Qaeda, imitando a nuestros terroristas extremistas, podrían comenzar a preparase para aspirar y ejercer un cargo en sus países, imitando a los terrorista sudamericanos que hoy forman parte de los Poderes e Instituciones del Estado, que curiosamente ellos mismos despreciaban.
Si Osama Bin Laden hubiese sido chileno, su organización terrorista “Al Qaeda” seria declarada Empresa, como se hizo con el MIR, obteniendo durante los gobiernos de la Concertación, millonarias indemnizaciones a costas de todos los chilenos
Caso muy similar al reconocimiento dado por nuestros vecinos a los Tupamaros y Montoneros.
Bravo Zulú para el Presidente Obama, la US Navy y los Comandos que cumplieron su Misión. Well Done!!!!

Marcel Costa Colom
Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional
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Columna de Opinión

Q.E.P.D. SOBERANIA

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR

Nadie discute hoy en día la necesidad de capturar, juzgar e incluso poner fin a la vida de Bin Laden, pero aquellos líderes que se apresuraron a aplaudir la acción estadounidense no se detuvieron a pensar que con sus felicitaciones están avalando una futura acción de este tipo, en su propio territorio, donde podrían llevarse a cabo operaciones extranjeras sin su permiso ni su conocimiento, ya que han renunciado tácitamente al derecho exclusivo que proviene de su condición de Estado Soberano. ¿Qué explicación darían a su pueblo si el día de mañana el gobierno de los EE.UU. decidiera eliminar a uno de sus conciudadanos, por considerarlo peligroso, sin llevarlo a juicio? Y si los EE.UU. alertaran al gobernante de turno acerca de sus intenciones ¿serían éstos capaces de responder a sus presiones después de haber felicitado telefónicamente a su Presidente por el éxito en la eliminación de Bin Laden? Tal parece que la precipitación en el saludo podría resultar penando en la libertad de acción de aquellos que se apresuraron o que fueron mal asesorados en el momento de llamar a Obama.

 

La muerte de Osama Bin Laden abre una etapa de análisis que va mucho más allá de los alcances aparentes de la eliminación del mayor líder terrorista de los últimos años. Basta tan solo con pensar en el sustento legal y moral de la operación realizada por las Fuerzas Especiales de los EE.UU. en el territorio soberano de un estado ajeno y ejecutado bajo la dirección de su propio Presidente, con la justificación de eliminar a un enemigo de los intereses nacionales del país más poderoso de la tierra.
Sin poner en duda la peligrosidad de Bin Laden y su responsabilidad en los más graves actos del terrorismo de la historia reciente, no podemos dejar de considerar que la acción fue realizada sin el menor respaldo legal y que a pesar de ello, muchos líderes mundiales hoy la han aplaudido. Sabemos que junto a la inconsulta operación en territorio paquistaní, no hubo resolución judicial que avalara la supuesta intención de “captura”, hoy claramente puesta en duda, al conocerse los tipos de heridas que causaron la muerte de Bin Laden y el hecho de encontrarse desarmado al momento en que fue eliminado.
Basta inicialmente con indicar que la actuación de fuerzas militares estadounidenses se llevó a cabo en un estado ajeno e internacionalmente reconocido y respetado, sin su autorización y sin mediar una resolución previa de las Naciones Unidas que lo facultara para ello, lo que constituye por si mismo una violación flagrante de la soberanía de Pakistán, explícitamente reconocida por el gobierno estadounidense.
El hecho en sí, junto con dejar en claro ante la comunidad internacional la abismante superioridad tecnológica de las fuerzas armadas de los EE.UU., demuestra que para su política exterior no existen fronteras y que su visión particular de la soberanía les lleva a considerarse facultados para actuar cuando y donde estimen conveniente, sin importar de que país se trate y de su derecho a conocer y decidir lo que ocurra en su propio territorio.
Esta visión de superioridad ante el resto de la comunidad de naciones, derriba por los suelos el derecho internacional en los términos que éste ha sido laboriosamente construido a través de los siglos hasta ser aceptado por el mundo civilizado, exponiendo a cualquier estado a soportar en su territorio el desarrollo de operaciones policiales, militares o de inteligencia decididas y ejecutadas libremente por el gobierno estadounidense, por el solo hecho de considerarlas necesarias para su seguridad nacional.
Al mismo tiempo de haber avasallado la soberanía paquistaní, con este acto el gobierno de los EE.UU. y los líderes mundiales que lo han aplaudido están reconociendo que la Justicia es solo un ideal que se deja a un lado cuando los intereses políticos lo requieren. Si nó es así, ¿cómo se explica la decisión de eliminar a Bin Laden, sin un juicio previo que lo condenara a la pena capital? ¿Cómo se explica que los jefes de estados donde la pena de muerte ha sido abolida hayan felicitado a Obama por la eliminación de Bin Laden? ¿Quiere decir esto que el asesinato político es un medio lícito cuando es empleado por un país poderoso e ilícito cuando lo es por un débil?
Es tan grave lo sucedido que sorprende la ambigüedad descarada de personajes como el Secretario General de la OEA, conspicuo representante de un mundo socialista tradicionalmente crítico de todo lo que huela a “imperialismo”, quien ha justificado la operación e incluso el lanzamiento del cuerpo del terrorista al mar, olvidándose por un momento de la persistente campaña de su sector en contra de las “violaciones a los derechos humanos”, para aceptar ahora sin tapujos lo que ayer calificaba como “crímenes de lesa humanidad”.
Cabe preguntarse por el silencio mantenido hasta ahora por la Organización de Naciones Unidas, cuyo Consejo de Seguridad ratifica su subordinación a los intereses de los poderosos y la estrecha solidaridad existente entre éstos, augurando un triste futuro para la humanidad que parece caminar aceleradamente hacia el mundo previsto por Orwell en su libro “1984”. Con su inutilidad proverbial, la ONU promueve la institucionalización de los estados de primera versus los de segunda clase, poniendo fin a la utopía de la igualdad ante el derecho internacional y demostrando que la Corte Internacional de Justicia solo existe para permitir la venganza de los poderosos ante los débiles, pero jamás para asegurar el respeto efectivo de los principios que regulan la vida civilizada para todos los estados del planeta. La mejor demostración de ello es el por qué EE.UU. se niega a reconocer la facultad de dicha corte para juzgar a sus connacionales, mientras promueve su uso en contra de terceros.
Nadie discute hoy en día la necesidad de capturar, juzgar e incluso poner fin a la vida de Bin Laden, pero aquellos líderes que se apresuraron a aplaudir la acción estadounidense no se detuvieron a pensar que con sus felicitaciones están avalando una futura acción de este tipo, en su propio territorio, donde podrían llevarse a cabo operaciones extranjeras sin su permiso ni su conocimiento, ya que han renunciado tácitamente al derecho exclusivo que proviene de su condición de Estado Soberano. ¿Qué explicación darían a su pueblo si el día de mañana el gobierno de los EE.UU. decidiera eliminar a uno de sus conciudadanos, por considerarlo peligroso, sin llevarlo a juicio? Y si los EE.UU. alertaran al gobernante de turno acerca de sus intenciones ¿serían éstos capaces de responder a sus presiones después de haber felicitado telefónicamente a su Presidente por el éxito en la eliminación de Bin Laden? Tal parece que la precipitación en el saludo podría resultar penando en la libertad de acción de aquellos que se apresuraron o que fueron mal asesorados en el momento de llamar a Obama.
Decimos hoy adiós a lo que por años conocimos como uno de los elementos constitutivos del Estado: la Soberanía, la cual, junto a la Nación y el Territorio daban sustento y estructura a lo que nos diferenciaba del resto de los países del orbe, llenándonos de orgullo y sentido de Patria. Hoy, más que nunca en la historia de la humanidad, es la superioridad económica-tecnológica-militar ?el Poder Nacional finalmente?lo que es aprovechado por los fuertes para regular sus relaciones con los estados más débiles, dejando la igualdad y la equidad para el consumo demagógico de unos pocos ingenuos. Por supuesto, con gran premura, antes que los tercermundistas puedan salir del subdesarrollo y adquirir la fuerza necesaria para resistir en algún grado su manipulación espuria.
La Soberanía ha muerto, la Justicia se ha rendido desde hace rato y la visión estratégica de los líderes políticos requiere urgente atención, a fin de estimular el renacimiento de un sentido de Estado y su responsabilidad consecuente, haciéndolos revisar el uso que dan a sus aplausos y los efectos que éstos pueden llegar a tener sobre el destino de las naciones hoy temporalmente a su cargo.
3 de Mayo de 2011
Patricio Quilhot Palma
Tcl. (R)

Columna de Opinión

VELANDO LA HISTORIA. Ver en adjunto “Opinión” del Diario La Tercera de 28 de Abril de 2011

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Adjunto artículo que fue publicado en ESTRATEGIA en que se critica la preocupante distorsión de nuestra historia militar contenida en las nuevas emisiones de billetes.

Los pueblos que no respetan su historia se condenan a muerte…
Desde siempre el marxismo ha estado en la lucha por tergiversar la historia.
Tal vez ustedes no recuerden un hecho que para mí fue significativo: siendo don Sergio Onofre Jarpa R. Ministro del Interior, fui a hablar con él, en compañía de otra personas, llevando el nuevo texto de historia que ya en esa época se iba a utilizar en todos los colegios de Chile. La razón… el recuento de la obra de cada presidente era, más o menos, como la que conocimos en nuestra época de escolares. Al llegar al Gobierno Militar, se limitaba a expresar: “fue un gobierno con algunos logros económicos y que se caracterizó por su permanente abuso de los derechos humanos”. Mi frase bien puede no repetir exactamente la original del texto, pero no era más larga que eso y transmitía precisamente es20110429145321564e concepto. Yo detecté el texto al revisar el libro de Historia de Chile de uno de mis hijos y “puse el grito en el cielo”.
Si estando aun en ejercicio el Gobierno Militar estos desalmados lograban llevar adelante su acción destructora de nuestros valores patrios y los que nos esforzamos por inculcar y trasmitir a nuestros hijos, cuánto más han logrado con 20 años de dominio despótico sobre los chilenos.
El artículo adjunto escrito por el Sr. Riveros es una nueva clarinada de atención a todos nosotros. Nos debemos a nuestra Patria y debemos estar alertas y prestos a defender sus valores, sus tradiciones y su historia…

Aporte de Don Adolfo Paúl

Velando la Hístoria

“Arturo Prat (1848 – 1879)” es el lánguido titulo que ostenta la imagen del Capitán Prat en nuestro nuevo billete de diez mil pesos. La figura tampoco deja ver su uniforme de marino, tal y como ocurrió con el guerrillero Don Manuel Rodríguez despojado de su uniforme de Húsar en el nuevo billete de dos mil pesos. ¿Se está queriendo así disimular el definitivo peso de la historia militar en nuestra historia? Nadie podría creer esto, pero aún sin ser un objetivo explícito, el cambio a los nuevos billetes ha venido con esta connotación que desfigura el perfil militar de nuestros héroes, cosa que preocupa en los tiempos difíciles que se avecinan y que nos harán mucho rememorar. Pero ahora ha venido también la presentación del nuevo billete de mil pesos, en que también se ha “desmilitarizado” al Capitán Ignacio Carrera Pinto. El artista autor del grabado nos presenta a don Ignacio de civil, desprovisto de su gorra militar y con aspecto de encomiable funcionario con una ya avanzada calvicie. ¿Es esto también parte del olvido que propicia el arte incluido en los nuevos billetes?
Los países se edifican en torno a su memoria histórica. Deformar el pasado es también una manera de desfigurar el futuro, de quitar base a lo que somos, de impedir la comprensión sobre las evoluciones y giros de nuestra sociedad. Y peor aún cuando se enseña la historia mutilando el pasado, alterando las verdades y mezclando los hechos y personajes de manera de impedir una reconstrucción adecuada de los procesos. Los nuevos billetes conllevan un cambio de perspectiva histórica, una apreciación que pretende ser neutral pero que al final confunde con respecto a principales actores de nuestra historia militar. Esto es debatible, a pesar de estar presumiblemente basados en consideraciones puramente estéticas sin consideración al transfondo histórico que así se vela. Pero es también grave el momento en que esto ocurre, cuando Chile responde a una demanda limítrofe agraviante que representará serios problemas en su resolución y que requerirá una buena dosis de objetividad en la perspectiva histórica..

 

OPINION HISTORIA O VERDAD VER PDF

Columna de Opinión

Homenaje UNOFAR Vª Región a la Fuerza Aérea de Chile. Discurso del Co-Presidente Don Francisco Alomar

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La Fuerza Aérea ha sido y se ve y seguirá siendo un tremendo aporte en la asistencia oportuna con sus medios en emergencias nacionales, en las RREE con otros países y apoyo activo al desarrollo nacional en labores cotidianas dentro del rol subsidiario del Estado.

21 de Marzo de 2011

Es para mí un honor representar a la Unión Nacional de oficiales en retiro de las FF AA y Carabineros en la V Región en este homenaje a nuestra Fuerza Aérea con motivo de conmemorar su fructífero 81 aniversario desde su creación en 1930.
Ya desde 1913, la Escuela Aeronáutica Militar había iniciado con el Capitán Manuel Avalos Prado, la instrucción de las habilidades y conocimientos para volar en aviones de las FF AA que requerían de instrucción en una nueva misión y formación de hombres en el fuero militar, disciplinados, capaces y muy audaces.
Han pasado los años de aquella creación de la noble Fuerza Aérea de Chile, naciendo con los medios de los servicios aéreos de las otras instituciones de la defensa nacional, adelantando la impronta de esta nueva institución militar. Nace desde lo más profundo de la fuerza existente, este grupo de selección que con alrededor de 200 hombres inician el desafío de resguardar los intereses patrios, mediante su acción en el espacio aéreo, con su comercio e industria aeronáutica.
Que acertada visión de aquellos que motivaron la generación de esta nueva fuerza en defensa de nuestra patria, ahora en las alas de la mística y el profesionalismo.
La conquista del espacio aéreo sin duda ha tenido presente siempre el crecimiento de la familia aérea y el fortalecimiento permanente del material adecuado para lograrlo.
Que felicidad habrían tenido los fundadores si vieran hoy como los desafíos se van cumpliendo con la misma fuerza de antaño, con la convicción y perseverancia, presente en todos los integrantes de la Fuerza Aérea de Chile.
Su calidad y consigna de ampliar el control aéreo fuera de los límites nacionales ya eran hitos que se iban cumpliendo en la historia, con Dagoberto Godoy, volando hacia mas allá de la cordillera de Los Andes, Roberto Parraguez hacia el Océano Pacífico, Arturo Parodi Alister a la Antártica y hoy con ejercicios de entrenamiento en el extranjero (Brazil, RAF británica) nuestros F-16 y aviones de comunicaciones , reaprovisionadores de combustible, proveen hoy la disuasión necesaria con otras fuerzas de defensa, que pueden cumplir a cabalidad las misiones de destrucción estratégicas , donde y cuando se les ordene, sin obstáculos si los intereses de Chile así lo demandan.

Junto a lo anterior señalado, es notable el resultado y esfuerzo obtenido en el desarrollo actual de su armamento, con la especial preocupación en la capacidad de destrucción, precisión, exactitud y velocidad para una acción moderna, lo que deja ver la labor eficiente de su gente en el logro de óptimos resultados profesionales y eficacia en el uso de la tecnología. Sin duda eso es lo que verdaderamente disuade.
La Fuerza Aérea ha sido y se ve y seguirá siendo un tremendo aporte en la asistencia oportuna con sus medios en emergencias nacionales, en las RREE con otros países y apoyo activo al desarrollo nacional en labores cotidianas dentro del rol subsidiario del Estado.
El apoyo satelital y remotos, en desarrollos propios, especialmente en la perseverante labor de su sostenimiento, donde en el día a día en la instrucción y trabajo sacrificado se obtiene la calidad del hombre mejor, que demanda la identidad actual en nuestra sociedad humanista, cumpliéndose con creces la futura aspiración institucional siempre en el deber militar.
Festejar esta noble institución, de valores permanentes arraigados en la constante de su historia, nos permite agradecer y rememorar en sus hechos el ejemplo en el cumplimiento del deber y vivir el vencer o morir, haciendo nuevos equipos humanos que nos han enseñado desde sus primeros días, la creación de sinergía colegiada que interpreta tan bien su tradicional himno “Camaradas de la vida”.
A esas águilas blancas también camaradas, que sufren hoy la mentira y el odio en la diabólica y siniestra discriminación política concertada, que los mantiene recluidos, también nuestro homenaje y desde aquí continuaremos luchando para terminar con la verdad de la mentira, devolviendo al águila, la justa y merecida libertad en una patria agradecida.
A los queridos integrantes de la Fuerza Aérea, guardianes del honor y salvaguardadores de nuestra libertad, les deseamos un gran liderazgo y éxitos profesionales que contribuyen a las misiones de las FF AA en el espacio aéreo, continuando con la prestigiada huella de su heroica historia y se fundan en la unidad del corazón militar, proyectado siempre por la grandeza y el amor a la patria.
Muchas gracias

Nota: Ver foto asamblea en archivo adjunto

Columna de Opinión

La verdad. (Almirante Jorge P. Arancibia Reyes)

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cuando se trata de juzgar a terceras personas, somos de una estrictez notable, lo que no es necesariamente malo pues, es lo que en este aspecto, hace diferentes a un cuerpo social de otro, a un país de otro, a una institución de otra.

El caso Karadima ha generado un interesante debate sobre los alcances de la verdad como un bien superior de toda sociedad, algo que nadie con una estructura conceptual básica se atrevería a cuestionar y menos negar, pero que, para tratar de ser justos, debiéramos ponderarla en lo que han sido los hábitos y costumbres de las propias sociedades y sus cuerpos orgánicos representativos.
Un ejemplo de lo anterior lo encontramos, con frecuencia, en nuestras propias relaciones familiares, con que nivel de veracidad damos respuesta a las inquietudes de nuestros niños, con que transparencia manejamos nuestras cuentas personales, como enfrentamos eventuales infidelidades y, tantas otras expresiones que podrían servir para reforzar esta idea.
Ahora bien, cuando se trata de juzgar a terceras personas, somos de una estrictez notable, lo que no es necesariamente malo pues, es lo que en este aspecto, hace diferentes a un cuerpo social de otro, a un país de otro, a una institución de otra.
Esta dualidad, que considera la verdad como un bien, también termina lamentablemente por ver el impacto que dicha verdad puede producir en la estructura que estemos analizando y, dependiendo de cual sea la visión del daño, muchas veces hace que se termine actuando con cierto grado de pragmatismo.
Pero, volvamos al caso de Karadima y a la respuesta de la jerarquía de la Iglesia Católica chilena ante un hecho de esta naturaleza, ¿se justifica esta actitud por la intensión de no dañar el prestigio de una institución fundamental y cuyo ascendiente sobre la comunidad a la cual sirve está fuera de toda discusión?
Difícil respuesta, más aun, cuando la situación al explotar, lo que necesariamente siempre ocurre, produce un daño mucho mayor que aquel que hubiera generado la verdad pura, pues pone en cuestión la reacción de quienes tenían a su cargo la conducción de tan delicadas materias y, peor aun, daña la confianza que tan trascendente estructura requiere.
Difícil por cierto, pero, por lo mismo y como el daño ya está hecho, me atrevo a expresar que un criterio orientador, debiera apuntar a que situaciones como éstas no se repitieran y, por lo tanto, las sanciones debieran ser justas, oportunas y ejemplificadoras, y sin las pasiones propias de emocionalidades colectivas que deforman la verdad que precisamente estamos buscando.
Jorge P. Arancibia Reyes.

Columna de Opinión

Concepto del Militar (Diego Mazón, La Razón, España)

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Y hay que tener mucha humildad para entrar en una forma de vida en la que la ambición es la última de las prioridades
A todos los que son, han sido o lo serán…….

De entrada, no lo entiendo

Me he esforzado mucho en entenderlos. He buscado y rebuscado para ver por qué alguien decide meterse a la milicia. Y no lo entiendo. No comprendo que en la sociedad de hoy una persona opte por entrar en un trabajo como este, en el que el principal requisito es obedecer a un jefe detrás de otro hasta que, con suerte, llegue a general y aún así, o peor, tendrá que estar a las órdenes del político de turno.
No me cabe en la cabeza que alguien opte por ponerse este uniforme por un mísero sueldo, cuando enfundándose el de policía municipal cobraría mucho más. Es incomprensible que un joven de provecho, en el siglo XXI, asuma valores como el sacrificio, la entrega incondicional, la obediencia, el honor, la lealtad, el silencio, la disponibilidad, la constancia, cuando el resto de la sociedad rema en la dirección opuesta.
Hay que tener mucha moral para cargar sobre los hombros de uno la responsabilidad tremenda de proteger a una sociedad que mientras duerme, toma cañas o se va de excursión ignora y menosprecia a quienes vigilan su libertad, a quienes dejan la vida en la búsqueda de la tranquilidad de sus congéneres. Y hay que tener mucha humildad para entrar en una forma de vida en la que la ambición es la última de las prioridades, y en la que te pueden mandar al culo del mundo a cumplir una misión que nadie entiende, en la que te cambian de destino por razones de servicio y no puedes ni rechistar.

No, en realidad a quien no entiendo es a la sociedad, que desprecia a los militares porque no los comprende. A la sociedad en la que algunos aún los consideran un vestigio del franquismo, a la sociedad que es incapaz de decir «gracias» al colectivo que vela por su vida, a la misma que protesta porque el presupuesto de Defensa no vaya destinado a esa vaguedad de fines sociales que se queda en escalones burócratas. Y no entiendo a los políticos que quieren hacernos creer que los militares son un grupo de voluntarios de uniforme que se dedican a repartir caramelos por el mundo y a hacer de bomberos ocasionales. Porque al fin y al cabo, como decía Calderón de la Barca, «aquí, en fin, la cortesía, el buen trato, la verdad, la firmeza, la lealtad, el honor, la bizarría, el crédito, la opinión, la constancia, la paciencia, la humildad y la obediencia, fama, honor y vida son caudal de pobres soldados; que en buena o mala fortuna la milicia no es más que una religión de hombres honrados».

ES POR ESO QUE YO LOS ADMIRO…

CONCEPTO DEL MILITAR

(Diego Mazón, La Razón, España)

ENVIADO POR GENTILEZA DE NUESTRO SOCIO DON: julio deramond

Columna de Opinión

Bolivia y el 23 de marzo

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Jóvenes Chilenos los invito a leer nuestra Historia, nuestros Tratados con el país vecino, esto, antes de que se vuelva a “llenar” otro estadio en que griten ignorantemente “Mar Para Bolivia.”

INVITO A LA JUVENTUD DE CHILE A INTERIORIZARSE:

Cada 23 de Marzo volvemos recibir desde Bolivia, sus recuerdos, sus reclamos, sus pretensiones de litoral.

Frente a esta situación que se hizo ya permanente, me permito señalar a nuestra juventud, cultores de la cibernética, que empleen algo de su tiempo y estudien el tema en sitios como 3w.suritrek.cl, “Tratado de Paz y amistad entre Chile y Bolivia”,
3w.soberaniachile.cl “Tratado Chileno Boliviano de 1904” ó simplemente en Google, buscando Tratados en Chile y Bolivia.

Allí podrán encontrar respuestas del porqué del desembarco Chileno, el 14 de Febrero de 1879 en Antofagasta, frente al cambio brusco de las condiciones que afectaron los impuestos decretados por Daza, Presidente Boliviano, también verán las razones de un conflicto que se arrastra desde 1825-1826, con el nacimiento de Bolivia, tras los decretos Bolivarianos, y la toma de territorio Chileno en ese entonces, desde el paralelo 21 ½ al 24, desde el río Loa a Mejillones por ese país.

Sabrán también que lamentablemente Chile no ejerció su derecho a reclamar soberanía oportunamente, y solo lo hizo en 1842, luego de varios años del conflicto librado en contra del Mariscal Boliviano y Presidente de esa República, Don Andrés de Santa Cruz, que tuvo también pretensiones de extender su territorio hasta el Río Maule en Chile, y hasta el Norte en Quito, reeditando el Imperio Incaico, que desde luego incluiría al Perú y parte del Norte Argentino.

Afortunadamente, Chile en ese momento tuvo a un Portales, y entre 1836-39, tras el triunfo en Yungay se terminan las pretensiones del proyecto Incaico.

Portales pagó con su vida, ya que los agentes vecinos contaminaron la mente del Coronel Vidaurre y de su hijastro Florín, al ofrecerles un importante cargo en el Ejército de ese país, situación por lo demás lamentable.

No deseo bajo ningún punto de vista entorpecer las gestiones de nuestro gobierno frente al tema boliviano, pero sí dejar en claro, y especialmente a nuestra juventud, que Chile en el tratado de 1904, fue más que generoso, permitiendo condiciones excepcionales a nuestros vecinos para el uso de nuestros puertos nortinos de Arica y Antofagasta, liberación de impuestos y facilidades de Aduana etc, a los que hoy se ha añadido el puerto de Iquique. Sin olvidar el Ferrocarril de Arica a la Paz, y redes ferroviarias al interior de Bolivia pagados con capitales de Chile.

En las festividades del 23 de Marzo yo exijo a Bolivia reconocer a los verdaderos culpables de su situación, y que revisen bien, por ejemplo: a Don Hilarión Daza, que es culpable por no cumplir con los tratados, alzando los impuestos, y al mismo tiempo su orden de rematar las propiedades chilenas, que provocaron la indignación y luego la guerra.
En segundo término, no dejemos pasar que este Presidente, tomó en forma muy liviana el desembarco del 14 de Febrero 1879 en Antofagasta, ya que encontrándose en pleno “Carnaval”, omite comunicar la situación a su pueblo , y sólo lo hace al término del mismo, el 26 de Febrero, solo para permitirse lucir dos tenidas que hizo confeccionar para esos fines.

Luego, es este mismo Presidente Daza el que permite que sus tropas, en medio de la Batalla de Tacna( o Campo de la Alianza) el 26 de Mayo de 1880, se retiren del combate, con la consiguiente indignación de sus aliados Peruanos que debieron permanecer solos hasta 1884.

Chile, en 1866, en su tratado de condominio con Bolivia, hace un esfuerzo por la paz y la unidad, entregando a condición de compartir utilidades en partes iguales, el territorio ocupado por Bolivia, permitiéndoles tener territorio de litoral marítimo; luego en 1874 el nuevo tratado reconoce la soberanía para Bolivia, ratificando los términos de 1866, sin embargo, Bolivia nunca cumplió sus compromisos económicos con Chile.

Es así, como en apretado análisis les indico a nuestros vecinos, y a la juventud de nuestra patria, CHILE , que en esto hay culpables, pero no somos nosotros.

Jóvenes Chilenos los invito a leer nuestra Historia, nuestros Tratados con el país vecino, esto, antes de que se vuelva a “llenar” otro estadio en que griten ignorantemente “Mar Para Bolivia.”

Edmundo E. Villarroel Carmona
Presidente del Circulo Ignacio Carrera Pinto
Cedula Identidad Nro: 2.637.826-5

Santiago, 24 de Marzo 2011