Columna de Opinión

Asesinato de un Senador

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Para quienes sufren el efecto de esta asimetría judicial, lo anterior no es más que otra farsa de una izquierda que se aprovechó del poder ejercido casi sin oposición durante veinte años para llevar a cabo su venganza en contra de quienes impidieron la concreción de su sueño revolucionario de los años 70.

 

Durante los últimos años Chile y el mundo han sido testigos de una persecución implacable en contra de los militares en retiro, promovida por la izquierda política y ejecutada por un sector del Poder Judicial, abiertamente proclive a sus ideas. Junto con la ficción jurídica del “secuestro permanente”, uno de los delitos más denunciados corresponde al de “asociación ilícita”, habiéndose llegado incluso a calificar como tal a la simple pertenencia a un organismo público, creado por Ley de la República, con planta establecida y al cual los miembros de las FF.AA. eran destinados sin que se les preguntara su opinión. ?con un poco de empeño? acusados de delitos de “lesa humanidad”.
Al reconocer los tribunales la existencia del delito por la sola causa señalada, lo que es ratificado por la Corte Suprema de Justicia cuando califica a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) como una gran “asociación ilícita”, se está cometiendo un abuso jurídico de dimensiones incalificables, atribuyendo el carácter de delincuente a todo aquel que integró este organismo público, sin consideración al rol que hubiese desempeñado, ya que la obligatoriedad de su destinación y su ratificación por la Contraloría General de la República ni siquiera concitó el menor interés de parte los magistrados.
Para la izquierda política y algunos ingenuos infaltables, la calificación del delito está muy clara y todos quienes integraron las filas de la DINA deben ser tratados como delincuentes, encasillados como violadores de los derechos humanos y
Para quienes sufren el efecto de esta asimetría judicial, lo anterior no es más que otra farsa de una izquierda que se aprovechó del poder ejercido casi sin oposición durante veinte años para llevar a cabo su venganza en contra de quienes impidieron la concreción de su sueño revolucionario de los años 70.
La discusión casi no existe al respecto, por cuanto quien se atreve a alzar la voz en defensa de los militares es denostado públicamente, no solo por los más fieros representantes de la izquierda, si no que también por aquellos inconsecuentes que tratan de congraciarse con ella para cosechar algún mezquino aplauso, soñando con alcanzar su simpatía y en una de esas, incluso conseguir su apoyo.
Hoy sin embargo, a partir de las declaraciones de uno de los asesinos del Senador Jaime Guzmán Errázuriz, nos encontramos ante la inédita situación en que los mismos que instauraron, fomentaron o permitieron la implantación de todo tipo de artimañas jurídicas para encarcelar a los militares, comenzando por la no aplicación de la Ley de Amnistía y de la Prescripción, se encuentran siendo desenmascarados por haber encubierto y quizás promovido el mayor crimen político habido en la historia patria, desde el asesinato de Portales, en el Siglo XIX.
Como parte de esta sorprendente noticia, denunciada sin éxito en su momento por un honesto y hoy exonerado policía, queda en evidencia que las autoridades de la época fueron informadas oportunamente de los planes terroristas y una vez concretado el crimen, supieron exactamente quienes y por qué lo habían cometido. Esto, hasta ahora, sin descartar que se pueda llegar a saber si les cupo participación en la selección del blanco a ejecutar. Total, la lucha armada había sido aprobada, armada y dirigida por quienes hoy son sus socios políticos, mientras la eliminación del Senador Guzmán sacó convenientemente de circulación a un opositor temible por su inteligencia, oratoria y por sobre todo, por poseer una visión ideológica única y de una proyección incalculable. La fuerza ideológica creada por Jaime Guzmán representaba en ese entonces la luz que hoy se echa de menos en una derecha que fue capaz de llegar a disputar al apoyo popular en las propias poblaciones donde el comunismo reinaba sin discusión. ?mejor aún? de declarada antipatía por la izquierda y que se sirvan del sistema procesal penal antiguo, ese que permite que a los militares les investigue, acuse y condene una sola persona y donde la presunción de inocencia no existe y el acusado debe realizar infructuosos esfuerzos para demostrarla.
Al conocerse las declaraciones de Hernández Norambuena, es posible comprender las intrigas vividas por el gobierno de la época, donde interactuaron muchas más fuerzas que las que se conocieron en forma pública y que buscaban consolidar el poder apenas alcanzado en las urnas. Así, es posible visualizar desde el grave debilitamiento de la justicia a través de las Leyes Cumplido, hasta la manipulación de los movimientos subversivos bajo la falsa imagen de buscar su neutralización.
Tan inmoral fue esta tarea que se llegó a permitir el sacrificio de informantes, al liberarlos de la prisión para dejarlos indefensos frente a la venganza de sus socios criminales. En ese marco, la designación de un mirista a cargo del organismo superior de inteligencia, conocido como “la Oficina” y la integración a éste de delincuentes subversivos con amplia formación criminal lograda en Cuba y Nicaragua, demuestra que las autoridades de la época no son inocentes y que lo ocurrido debe ser investigado hasta sus últimas consecuencias. Eso sí, sin que aparezcan “salvavidas” como aquel que rescató en el último momento a uno que hoy está muy callado al respecto, mientras dicta charlas al mundo sobre su gran experiencia y liderazgo.
Para que a las autoridades de aquellos años se le de un trato justo, necesariamente se debieran aplicar para ellos los mismos criterios en uso en contra de los militares. Para tal efecto, la investigación judicial debiera ser llevada bajo los mismos principios y con el mismo sistema de justicia aplicado para los uniformados, designándose jueces especiales, de reconocida simpatía por la derecha o
Obviamente, aquí no puede haber ni prescripción ni amnistía y los delitos que se comprueben deben ser considerados de “lesa humanidad”, puesto que se trató de un asesinato cometido por motivaciones evidentemente políticas y con el propósito de imponerse por la fuerza del amedrentamiento sobre un sector de la población que profesaba una ideología distinta de los que detentaban el poder.
De acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española (RAE), la palabra “concertación” corresponde a la “acción de concertar, pactar o tratar un negocio o asunto”, es decir, materializa o concreta una asociación para fines determinados. Siendo el delito de “asociación ilícita” aquel en el que más de tres personas se asocian o conciertan para cometer otro delito, podemos entonces considerar que estamos frente a un claro caso criminal y que el gobierno de la época constituyó una “concertación ilícita” que merece el repudio público y el encauzamiento de sus dirigentes y responsables. Eso sí que ojala en esta oportunidad no terminen en la cárcel solo funcionarios de tercer o cuarto rango y algunos detectives de la PDI, mientras quienes se utilizaron políticamente de ellos siguen libres y formulando pomposos discursos en foros nacionales e internacionales, donde se lamentan de los “errores” o “excesos” cometidos por sus subordinados.
4 de Septiembre de 2010
Patricio Quilhot Palma
Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional
Publica en la Revista >>
Unión al día >>
Agenda >>

 

Columna de Opinión

Discurso de la Diputado María Angélica Cristi

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Los 800 militares procesados y los 2.000 que se procesarán, no piden la


Estimados Amigos:
Junto con saludarlos, a continuación podrán leer el discurso que pronuncié
en el Consejo General de la UDI efectuado en el Círculo Español este 21 de
agosto.
Se los envío con todo mi cariño, haciendo votos para que sus aspiraciones y
esfuerzos se hagan realidad.
Muchos cariños,
MAC

*******************************
Hace 10 años ingresé a la UDI y me siento orgullosa de ser parte de un
partido con nuestros principios. La importancia que tienen para nosotros los
valores cristianos, la dignidad espiritual y la familia como núcleo básico
de la sociedad, no tienen asidero en otros partidos del país.

Anhelo con todo mi corazón que logremos ser un gobierno de excelencia,
impregnando a esta nueva administración de los valores de nuestro partido.
Antes de la UP y del Gobierno Militar la derecha nunca alcanzó más de un 20%
de los votos. Luego del Gobierno Militar finalizamos con una base de un 40%
y, tras las últimas elecciones, podemos dar cuenta de un respaldo que superó
la mayoría votante de nuestro país.

Además de las cifras, es necesario mirar también el pasado y la trayectoria
que ha tenido Chile en los últimos 40 años. Hay que destacar los avances que
tuvo el país en lo social y económico durante los años del Gobierno Militar
y volver a reeditar la convicción y espíritu de esos tiempos en esta nueva
gestión.

Hemos aprendido de los errores del pasado y nos encontramos trabajando
unidos por el desarrollo de Chile y por sobre todo de quienes más lo
necesitan. Sin embargo el aprendizaje y puesta en práctica de nuestros
proyectos demandará grandes esfuerzos, pues hemos recibido un país gobernado
por una Concertación mediática poco efectiva en su desempeño y que, por lo
mismo, nos ha heredado grandes problemas sociales, desigualdad y un Estado
sin valores. Además, la inclemencia de la naturaleza tras el terremoto nos
pone una vaya que sólo podremos superar con una Alianza fuerte y una
sociedad unida y fortalecida en pro del desarrollo de todos.

Sin embargo tenemos una gran deuda pendiente y que en vísperas del
Bicentenario se hace cada minuto más urgente. “El camino para lograr la Paz
y la unidad de los chilenos”.

No podemos olvidar que el triunfo de la Alianza y el gobierno de Sebastián
Piñera en el 2010, no habría sido posible sin el apoyo de los adherentes al
gobierno Militar, que creyeron en nosotros y vieron una luz de esperanza
para los miembros de las Fuerzas Amadas y de Orden que se encuentran hoy
procesados y/o condenados.

En este aspecto, no podemos aceptar el desvergonzado doble estándar del PC y
el PS. La Alianza ha sido generosa con la izquierda dura y terrorista que
cometió graves delitos en las últimas décadas. Con nuestros votos se
amnistiaron e indultaros a cientos de terroristas, se han aprobaron
aproximadamente 4 mil millones de dólares para posibles víctimas y hemos
reconocido los errores en una sana idea de avanzar en la paz y la
reconciliación.

Mientras nosotros miramos hacia el futuro, hemos recibido de vuelta la
consigna odiosa de ni perdón ni olvido y se ha exigido para los militares
todas la penas del infierno y aún mas allá. Con habilidad diabólica se los
ha transformado en criminales de guerra y delincuentes de lesa humanidad,
apartados de todo perdón y clemencia.
Se ha cumplido así el dicho popular de que el ladrón anda detrás del juez y
la historia, incluido museos de la memoria, es escrita por el que creó el
problema.

Sin reconciliación no habrá unidad. La Iglesia Católica a través de su
propuesta de Indulto bicentenario puso todo su empeño en el mayor bien de
Chile. Destaco que “del Evangelio de Jesucristo brotan caminos de verdad y
justicia, de amor y misericordia, que inspiran nuestra petición de este
gesto de clemencia” y por razones humanitarias.
“Agradecemos al Presidente de la República, como a las máximas autoridades
del Poder Legislativo, su interés y disposición para debatir esta solicitud.
Que el Espíritu Santo les ilumine para tomar las mejores decisiones mirando
al bien común de la sociedad”.

Nuestro Gobierno se comprometió con la familia militar en este mismo lugar,
el Círculo Español, a hacer justicia y a promover y defender la igualdad
ante la ley de militares y civiles. Nuestros partidos y la UDI en particular
tienen la obligación de velar porque este compromiso se cumpla.

Recientemente uno de los nuestros, el Alcalde de Providencia Don Cristián
Labé aquí presente, ha sido llamado a declarar sin respetar su prestigio ni
su ejemplo como servidor público, por los abogados del Departamento de DDHH
del Ministerio de Interior, unidad heredada del gobierno anterior.

Es por ello que solicito encarecidamente a la nueva mesa directiva de la UDI
que solicite al Presidente de la República “la revisión del actual sistema
de beneficios carcelarios”, que por una ley no escrita de la Concertación no
se otorgan a militares, y que el Presidente dentro de sus facultades analice
y resuelva el indulto particular ó la conmutación de penas de casos de
manifiesta violación al debido proceso, o por razones de edad, enfermedad u
otras.

Los 800 militares procesados y los 2.000 que se procesarán, no piden la
impunidad. Piden que se les aplique la misma ley que al resto de los
chilenos y que contempla instituciones propias de la civilización cristiana
occidental y el estado de derecho normal, como: la prescripción, la
rigurosidad del tipo penal, el principio de la obediencia debida, el proceso
debido y oportuno, el indulto general o particular, las conmutaciones
totales o parciales de pena y los beneficios carcelarios; que nunca se han
concedidos.

Nuestro partido elaboró hace algunos años un hermoso y contundente documento
sobre la materia “La Paz Ahora”. Una propuesta sobre los Derechos Humanos en
que llama a superar los viejos odios, que mira al futuro, en donde incluso
se encuentran con las familias de muchas de las víctimas. El documento
propone fórmulas de reparación que fueron acogidas, pero sin reciprocidad
hacia quienes hoy son los nuestros, condenados, humillados y discriminados.
Presos sin beneficios y con la esperanza debilitada.

Invito también a la nueva directiva de la UDI a que instauremos una nueva
gestión del estado, moderna, basada en nuestros valores, en que cada actor
político debe asumir los liderazgos con fuerza y valentía, sin indiferencia,
porque sí hemos sido indiferentes, para lograr la unión de nuestra sociedad.

La Paz, y el camino hacia la reconciliación. Siento que esta es la única
manera de unir a Chile, para así poder comenzar en Paz nuestro gobierno y
lograr éxito.

Nunca olvidemos las palabras del Senador Jaime Guzmán, quien murió asesinado
en manos de terroristas al igual que Simón Yévenes. Jaime dijo en el funeral
de su amigo “que mis palabras sean de perdón y no de rencor, que nuestros
primeros sentimientos sean de amor y no de odio”.

Los invito a promover, dar fuerzas y ánimo a nuestras autoridades y
esperanzas a nuestros condenados y procesados, muchos de ellos injustamente.
Nada podría ser mas propicio en este año del Bicentenario.

He dicho.

María Angélica Cristi Marfil
Diputada de la República

*******************************

Columna de Opinión

Carta abierta a Fernando Villegas

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Me temo que todos ustedes no investigaron con la debida acuciosidad la situación de estos 62 chilenos, acusados injustamente, sí INJUSTAMENTE. Lo digo porque ellos no han tenido un debido proceso, no se les han aplicado las leyes vigentes y se les acusa, a algunos de ellos, de delitos inverosímiles, como el “secuestro permanente”, figura jurídica inventada en el gobierno del señor Aylwin.

 

Viña del Mar,
26 de Julio de 2010
Señor
Fernando Villegas.
Panelista del programa
Tolerancia Cero
Chilevisión.
S A N T I A G O.
Estimado señor Villegas,
        Desde casi sus inicios que fielmente veo su programa, porque considero que es un estupendo resumen semanal de lo más noticioso que ocurre en Chile. Particular importancia le doy a la preparación que demuestran los panelistas y, a pesar de saberse, aproximadamente, la postura política de cada uno de ustedes, encuentro que siempre, o casi siempre, demuestran ecuanimidad en sus comentarios. También he observado que parecen buscar realmente la verdad sobre los temas tratados.
          Pues bien, en su último programa del Domingo 25 de este mes, tocaron el tema de los “presos políticos”, que ese es el verdadero nombre que corresponde darles. Me temo que todos ustedes no investigaron con la debida acuciosidad la situación de estos 62 chilenos, acusados injustamente, sí INJUSTAMENTE. Lo digo porque ellos no han tenido un debido proceso, no se les han aplicado las leyes vigentes y se les acusa, a algunos de ellos, de delitos inverosímiles, como el “secuestro permanente”, figura jurídica inventada en el gobierno del señor Aylwin. Si ustedes desean saber la verdad, ¿porqué no invitan a su programa a algunos de los abogados que defienden a estas personas? Ellos tienen todos los argumentos jurídicos para que la opinión pública se forme una idea de cómo son tratados estos uniformados, cuyo gran delito fue defender a la Patria.
          Yo, como ciudadana chilena, tengo el “derecho humano” de querer justicia para todos, no solo para algunos. La verdad debe ser buscada      con pasión, sobre todo si se es periodista, creo yo. Algunos de ustedes han visitado Punta Peuco o el penal Cordillera? Yo sí y puedo dar fe del sufrimiento de estas personas, especialmente de sus familias. No es lo mismo estar cumpliendo una pena de cárcel por un crimen cometido que estar preso siendo inocente. Si hay alguien encontrado culpable, después de un debido proceso, se le debe castigar, como corresponde. Pero ¿porqué algunos juicios no terminan nunca, quedando los acusados en una especie de “limbo” judicial? Les parece justo eso?
Apelo a su sentido de justicia y de la verdad. Sentí una enorme odiosidad de parte de los panelistas hacia estos “presos políticos” y creo, sinceramente, que les falta información. Es tanta la propaganda en contra de los militares que es difícil ser objetivo. Yo soy esposa de uniformado en situación de retiro; me tocó vivir en la época en que ocurrieron los hechos y la verdad ha sido tan deformada que la gente ha sufrido un verdadero “lavado de cerebro”. Con la mayor sinceridad del mundo, los desafío a investigar la verdad de los hechos. Sé que es difícil, sobre todo, porque a cualquiera que ose defender a los militares hoy en día lo tratan peor que a un leproso. Hay miedo de buscar la verdad y, también, mucha comodidad.  La gente se ampara en lo “políticamente correcto” cuando hay que buscar lo “moralmente correcto”.
          Esta carta no pretendo que la lean, ni siquiera parcialmente, en su programa. Está dirigida a usted, don Fernando, pero en verdad me dirijo a todos los panelistas. Yo no soy familiar de ninguno de los militares presos en esos penales ni tampoco de ningún procesado, pero pienso que la verdadera justicia debe castigar a los culpables, de acuerdo con la gravedad del delito, pero debe absolver a los inocentes. Una justicia verdadera no puede tardar más de 30 años para decidir si es culpable o no. El marxismo internacional, con la complicidad de algunos jueces, solo está castigando a los militares por el pronunciamiento militar del 11 de Septiembre de 1973, eso es sabido por todos. El odio que los mueve no tiene límites. No olviden su lema permanente “Ni Perdón Ni Olvido”. Al mismo tiempo está resultando un “pingüe” negocio para “los vengadores”.
          Don Fernando, la verdad está a su alcance si decide investigar de corazón los procesos de estos presos. Todo hombre de bien necesita saberla y confío en que usted y sus colegas panelistas se motiven para encontrarla.
          Sin otro particular, lo saluda atentamente,
Carmen García de Martínez
Rut: 4.121.814-2
Columna de Opinión

Sobre beneficios carcelarios

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
¿Por qué respecto a casos de Militares que combatieron al terrorismo y que fueron encarcelados mediante condenas en procesos legalmente dudosos, en los últimos 20 años se les ha negado incluso estudiar alguna de estas posibilidades, discriminándolos en estás mínimas medidas?
 

Por José Luis Clark García.     

 De acuerdo a las estadísticas de Gendarmería, al mes de junio de 2010, contabilizando un total de 95.890 reos; 46.727 mil se encuentran bajo medidas alternativas (30.000 con remisión condicional de la pena, 10.000 bajo libertad vigilada y 5.000 con reclusión nocturna). Además existen 1.313 con beneficios de reinserción (884 con salida controlada al medio libre y 429 con libertad condicional), y 414 con apremio (410 con arresto nocturno y 4 con arresto diurno).

  REFLEXIÓN: Si así se han otorgado estos beneficios a delincuentes comunes, varios de los cuales incluso burlándose de la sociedad y sus leyes han vuelto a delinquir… ¿Por qué respecto a casos de Militares que combatieron al terrorismo y que fueron encarcelados mediante condenas en procesos legalmente dudosos, en los últimos 20 años se les ha negado incluso estudiar alguna de estas posibilidades, discriminándolos en estás mínimas medidas?

El Gobierno del señor Piñera tiene la palabra.

Ello por cierto, sin el perjuicio de que también el presidente debe meditar sobre la necesidad de ejercer su facultad constitucional de indultar, que hoy ninguna ley puede impedirle, precisamente por ser una facultad constitucional (Artículo 32, Nº 16 de nuestra Constitución Política, que es nuestra primera Ley, situada en un grado o peldaño superior a todas las demás); y de hacer todo lo que esté a su alcance dentro de sus facultades y prerrogativas como Presidente de la República, para que en los procesos a los Militares se respete la legalidad (Amnistía, Prescripción, Cosa Juzgada, etc.) (AMNISTIA, PRESCRIPCION, COSA JUZGADA, ETC.), que es lo que NO ha ocurrido en estás últimas décadas.
Columna de Opinión

Carta abierta del General Hernán Nuñez Manríquez. En adjunto: Cardenal Raúl Silva Henríquez, justicia y venganza. (Adolfo Paúl Latorre). La verdad incontenible (Patricio Quilhot P.)

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
”: “Ni amarilla ni roja, Presidente, una tricolor, con los colores de Chile, para que tras su visión de estadista ayude a los chilenos a reencontrarse”.
EXCELENTISIMO
SR. PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
DON SEBASTIAN PIÑERA ECHENIQUE
PRESENTE:
Estimado Presidente
Hace algunos años, 1998 para ser preciso, en el Aeropuerto de Barajas, mientras vitrineaba en una tienda, Ud. se acercó y me dijo: “Ayúdeme a escoger una corbata, mi general. Roja o amarilla”, me dí vuelta y me sorprendí al verlo y sobretodo, que me reconociera. Creo que después de preguntarme: “¿Cómo está su general Pinochet?”, quien estaba detenido en Londres, compró una corbata amarilla que en alguna ocasión, tiempo después, lució repetidamente. Quizás ni se acuerda de ese momento.
Le hago este preámbulo porque con la misma espontaneidad y confianza suya de esa ocasión, yo me aprovecho y le digo Sr. Presidente: “Ayude a los chilenos a reencontrarse”.
37 años han pasado y un sector de sociedad chilena, contaminada políticamente por una propaganda odiosa, persistente y financiada mañosamente, desea podrir en la cárcel a un grupo de compatriotas, que ya han pasado parte importante de su existencia tras las rejas. Por el solo hecho de ser militares.
Presos han visto crecer a sus hijos; han visto fotos y videos de los matrimonios de sus hijos en el calabozo, y han regaloneado a sus nietos en la cárcel. Se han ensañado con ellos, sin ningún beneficio – le repito -, por el solo hecho de ser militares.
Su pecado: Haber sido instrumentos que el Estado empleó – buena o malamente, no era su responsabilidad – en momentos que la Patria caía en un espiral de desorden institucional y el pueblo a gritos pedía la intervención de las FF.AA.
Lamentablemente, los años han pasado, hemos perdido la perspectiva, perdimos también la memoria, la viejita haciendo cola con el balón de gas se murió; y tanto el carabinero que sufría el “linchacazo” del extremista, como éste último, deben andar paseando a sus nietos en alguna plaza. Hoy políticos que fueron compañeros de ruta de los militares – muchos cooperando ahora en su gobierno-, “miran para el techo”, en una vergonzosa actitud, y conviven con aquellos que años atrás eran conocidos por sus “chapas” o “nombres de combate”. Los que expresaban al Gral. Pinochet que su error fue “no matar más comunistas”, no se encuentran en ninguna parte. Ese era y es el país real, no de panfleto ni pauteado desde las altas esferas de las sombras comunicacionales.
Entonces… ¿Es posible que un país que aumenta todos su índices, incluida la inteligencia, eche sobre los hombros de 100 o 200 militares, marinos, aviadores y carabineros presos o procesados, la responsabilidad de una crisis institucional que la incubaron los propios políticos y que ninguno de éstos hoy asuma su responsabilidad?
Se cometieron errores, y muchos; algunos francamente estúpidos y atroces. También hubo y subsisten dolores por ambos lados que nunca tendrán conformidad…pero…¿Puede un muchacho en la época del 73, de 23, 24 o 25 años de edad, sin responsabilidad de mando, en momentos de tensión, sin tiempo para reflexionar bajo una disciplina militar, “apechugar” por quienes hicieron de la política su forma de vida y fracasaron? ¿Por aquellos que hoy, lleno de prerrogativas y en elevados cargos o en constantes homenajes, no hicieron “su pega”, o si la hicieron, la hicieron mal? ¿No murió recién quien llamaba a “guardar los fierros por si acaso?
No quisiera emplear un chilenismo conocido, y perdone lo coloquial de mi escritura, pero… ¿no se ha actuado “hipócritamente” con estos militares, “sacándose el pillo” con ellos? ¿Por qué ha habido y hay un doble estándar? ¿Por qué murió un suboficial amputado de sus dos piernas, enjaulado, por ser un peligro para la sociedad?
¿Como es posible que la Concertación haya motejado como un Ejército de asesinos, a mi ejército, al ejército de mis hijos, al Ejército de mi orgullo; y que ellos, por obra de la magia y de la propaganda convirtieron en un “Nuevo Ejército” en 20 años, y ese estigma se traspasara a generaciones de jóvenes chilenos incluido a miembros de las FF.AA.?
Lo mismo que con la Iglesia, y ahora la Iglesia es mala y para desprestigiarla, hábilmente, confunden la presentación de petición de indulto, con situaciones puntuales lamentables que vive y la hacen fracasar en su misión de paz y reconciliación. O sea, quieren una iglesia “a su pinta”. Siempre actuando igual, “chuecamente”, “con la negra”. Primero fue “Verdad, Justicia y Reconciliación” ,para terminar en “Ni Perdón ni Olvido”. Siempre venganza y odio.
Presidente, y la “dura”: ¡Cuántas veces se dijo, entre muchas dudas, ´”Este gallo va a tener más pantalones que Sarkozy”! … y nos cuadramos con usted y votamos por usted. Confiados.
Me rebelo a sentirme arrepentido y engañado. No me quiero avergonzar de haber estado gritando con una bandera chilena el día de su victoria en el Apumanque. Pero veo que ha cedido ante las amenazas de la Concertación y agrupaciones afines, y no quiero ser como esos taxistas que al final del período de Michelle Bachelet le decían a su clientes:”Por suerte yo no voté por ella”.
Después de su mensaje ayer expresé que había que reaccionar con más razón que pasión porque deseo leer entrelíneas que tras sus palabras se desprenderán muchas orientaciones que le permitirán la gran oportunidad de actuar con humanidad
.
Presidente, van a pasar 100 años más, los dos vamos a estar en el otro mundo; a lo mejor usted en mejor tumba que la mía, pero los hijos de nuestros nietos van a seguir discutiendo sobre la tierra por el “Sí” y por el “No”, o quizás todavía se estén presentado querellas. ¡Por favor!
Al igual que en Barajas, años atrás, cuando me pidió ayudarlo a elegir el color de la corbata, hoy le diría “patudamente”: “Ni amarilla ni roja, Presidente, una tricolor, con los colores de Chile, para que tras su visión de estadista ayude a los chilenos a reencontrarse”.
Lo saluda con afecto y respetuosamente
Fdo.) General HERNAN NUÑEZ MANRIQUEZ

 

Cardenal Silva Henríquez DEM.PDF
LA VERDAD INCONTENIBLE.pdf
Columna de Opinión

¿Igualdad ante la ley?. La verdad. Por Eduardo Iturriaga Neuman. Ver power point “Indulto bicentenario” Aporte UNOFAR Va Región

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Los intentos por decir la verdad y escribir lo que realmente aconteció han sido varios, pero han sido totalmente sobrepasados por la cuidada, bien organizada y persistente propaganda en contra

 Situación comparativa  a Julio del 2010……

  1. Uniformados: Aministiados: 57; Indultados:1; Fugados:0; Procesados: 3.051; Condenas a firme por la Corte Suprema: 216; Condenados que cumplen prisión: 62

  2. Terroristas:   Amnistiados: 8.893  * ; Indultados: 282; ** Fugados: 57; Procesados: 0; Condenas firme por la Corte Suprema: 0; Condenados que cumplen prisión: 0;

 * Indultados por el Gobierno Militar; incluye retornados del extranjero

** Indultados en Gobiernos de Aylwin y Lagos.
               Lo realmente ocurrido en las décadas del 60, 70 y 80 de nuestra historia nacional ha sido manipulado y distorsionado por aquellos que mejor han hecho uso de los medios de comunicación, tanto en nuestro país como a nivel mundial, primero por el marxismo internacional y luego por aquellos que gobernaron el país durante 20 años. Todo esto con el objeto de denostar la obra restauradora del Gobierno Militar y atacar a aquellos que tuvieron que emplearse para enfrentar la mayor crisis política, económica, subversiva y social que recuerda nuestra nación en sus doscientos años de vida independiente.
              Los intentos por decir la verdad y escribir lo que realmente aconteció han sido varios, pero han sido totalmente sobrepasados por la cuidada, bien organizada y persistente propaganda en contra. Así, hoy día gran parte de la ciudadanía está desinformada, otros tienen el cerebro lavado, y la juventud “no está ni ahí”, pues no conocieron la realidad o se han sumado a repetir lo que escuchan por aquellos que están por el “ni perdón ni olvido”. No hay Museo de la Memoria para lo ocurrido en nuestro país en las década del 60 y hasta septiembre de 1973.
             Muchos políticos y parlamentarios han evitado enfrentar la realidad de lo ocurrido, pensando que lo “políticamente correcto” para obtener votos es continuar atacando a los militares después de 36 años de producido el Pronunciamiento Militar, y de 20 años de gobiernos democráticos. Otros mantienen la desinformación para ocultar sus propias responsabilidades en el trabajo subversivo, internación y uso de armamento clandestino, y como autores intelectuales de hechos de sangre como los atentados contra personalidades como el ex senador Jaime Guzmán, y el General Pinochet y sus escoltas.
             Hoy  se habla de buscar definitivamente la reconciliación y la unidad nacional,  se piden actos humanitarios, y se solicitan beneficios e indultos para la población penal de Chile. De inmediato se han levantado voces de aquellos que quieren seguir manipulando y distorsionado la realidad de lo ocurrido, oponiéndose a que el gobierno de Piñera pueda incluir en estos beneficios a los militares procesados y condenados. Se habla de los violadores de los derechos humanos y de los que cometieron crímenes de lesa humanidad. Hay muchas opiniones y cartas, en los medios de comunicación que van en ese sentido. Muchas de ellas da vergüenza leerlas por la ignorancia que trasuntan, otras expresiones dan risa, como aquella de una dirigente de la Agrupación de Familiares de DD.DD., que trata de ignorante a la reconocida abogada, ex Pdta. Del Consejo de Estado y hoy Decana de Derecho de una prestigiosa Universidad, Clara Czsharanski.
ACLAREMOS:
1.- Todos los chilenos tenemos derechos humanos, no solo los terroristas, subversivos, delincuentes o integrantes de la izquierda que se apropiaron de ese concepto. Así lo estipula el Art. 19 de nuestra Carta Fundamental. La inmensa mayoría de hechos que vulneraron los derechos humanos de los chilenos fueron cometidos, desde la década del 60 en adelante por lo que creen hoy ser los portaestandartes de ellos. ¡Esa es la verdad!
2.- Encarnizada ha sido la persecución contra los integrantes de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad. Lo grave es que esta se judicializó, y la verdad distorsionada y manipulada quedó entrampada en los tribunales de justicia. Así hay secuestros que han durado más de treinta años, leyes que no se aplican, otras a las que se le busca resquicios legales como en el tiempo de la Unidad Popular, asociaciones ilícitas inexistentes, leyes internacionales que se aplican no estando vigentes en Chile, ministros prevaricadores que actúan sin control, indebidos procesos, cómplices de hechos sin autores, uso de testigos falsos, desaparecidos aparecidos, torturados no torturados, exonerados no exonerados, y un gran aprovechamiento económico, tanto de abogados querellantes que no quieren que se le acabe la veta dorada, como de miles de millones de pesos para “reparación de víctimas” que muchas veces no son tales; procesamientos y condenas incoados por presunciones que no son graves, precisas, directas, múltiples ni concordantes como lo estipula el Código de Procedimiento Penal; uniformados profesionales procesados y condenados como privados, abogados que luego dicen que son agentes del estado, solo con el objeto de cobrar millonarias indemnizaciones.
         Debido a lo mencionado en este punto, los uniformados hoy en las cárceles son presos políticos militares. ¡Esa es la verdad!
3.- El Art. 19 de nuestra Constitución también expresa la igualdad ante la ley. Este derecho de los uniformados condenados es el más atropellado. Dos fueron las fuerzas en pugna durante el Gobierno Militar, unos por voluntad propia se formaron en organizaciones ilícitas para combatir por las armas la institucionalidad de la República; los otros fueron profesionales de las Fuerzas Armadas y de Orden, destinados a distintos puestos para defender las instituciones permanentes y los derechos humanos de la ciudadanía. A los primeros se les protegió, estando detenidos se les otorgaron beneficios, muchos sin que tuvieran derecho a ellos, y luego se les indultó. A los segundos siempre se le han negado sus beneficios carcelarios y ahora se les quiere negar indultos. Unos son tan chilenos como los otros, también tienen derechos y familias que sufren. ¡Esa es la Verdad!
4.- Majaderamente se insiste que los militares cometieron crímenes de lesa humanidad, que son imprescriptibles, inamnistiables y que no se pueden indultar. Largo sería detallar los penalistas, constitucionalistas y expertos en derecho procesal que han demostrado la falsedad de esas aseveraciones, muchos de los cuales son jueces y ministros del Poder Judicial, pero que en las resoluciones solo han sido votos de minoría.
      Breve aporte:
– Los tratados internacionales solo se incorporan a nuestra jurisdicción, cuando son ratificados por Chile. Hay que respetar nuestra Constitución que claramente expresa en su Art. 5 que se deben respetar “los Tratados Internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes”. Los crímenes de lesa humanidad recién se acaban de incorporar a nuestra legislación el 18 de Julio del año 2009 recientemente pasado, al ser ratificado en Chile el Tratado Penal Internacional, o Tratado de Roma, por la Ley Nº 20.357, donde por primera vez se tipifican esos tipos de delitos. Antes de esa fecha simplemente en Chile no existían los crímenes de lesa humanidad. Más aún, los militares procesados y condenados, han llegado a esa condición por el delito de homicidio o por el pseudos delito de secuestro. No se puede seguir insistiendo que los miliares han cometido crímenes de lesa humanidad si nuestros códigos y leyes no contemplaban este tipo de delito en las fechas en que ocurrieron los hechos. ¡Esa es la verdad!
– Y si hay que respetar tratados internacionales, hay que empezar respetando la Convención de Viena sobre derecho de los tratados que en su Art. 28 expresa: “Las disposiciones de un tratado no obligarán a una parte, respecto de ningún acto o hecho que ha tenido lugar con anterioridad a la fecha de entrada en vigor del tratado para dicha parte…” ¡Esa es la verdad!
5.- El gobierno manifestó que al otorgar beneficios e indultos a la población penal de Chile: “… No va a debilitar la lucha frontal contra la delincuencia y el narcotráfico…, no va a poner en peligro a la seguridad ciudadana ni el orden público…, va a considerar razones de edad y el estado de salud o enfermedad”.
         La ciudadanía tiene totalmente claro, y el gobierno también debe tenerlo, que los militares encarcelados, si son indultados no van a debilitar la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico, ni van a poner en peligro la seguridad ciudadana ni el orden público. Además debe tenerse presente que el promedio de edad de los militares en prisión es de 66 años, ya en la tercera edad, y muchos están gravemente enfermos. ¡Esa es la Verdad!
                ¡SE PROMETIÓ A MILITARES IGUALDAD
              ANTE LA LEY. ART. 19 CONSTITUCIÓN!
Columna de Opinión

Indulto (Aporte UNOFAR Va.Región)

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Este tipo de indulto sería un verdadero accionar hacia cerrar heridas del pasado y reencontrarnos como Chilenos todos.

 

Indulto
La Iglesia y los distintos bandos políticos llaman a un posible indulto para el bicentenario.
Esperemos que estos indultos sean para delitos menores de manera de no repletar las ciudades con la lacra que se encuentra en prisión, pues contrariamente al indulto, preferiría el apoyo a un aumento de los cupos carcelarios para limpiar el país de los delincuentes, estafadores, asaltantes, ladrones, violadores, etc.
El indulto debe ser muy estudiado y atinado, orientados a los individuos que una vez en libertad, nos aseguren que no aumentaran la delincuencia.
Hoy en día deberíamos pensar en un indulto (al igual que se hizo con terroristas que abandonaron su actividad delictual) a los ex -miembros de nuestras FFAA que estoy seguro de que no saldrán a delinquir, sino que al igual que los otros (recordemos que por ambos lados se atentó a los DDHH) se reinsertaran en nuestra sociedad.
Este tipo de indulto sería un verdadero accionar hacia cerrar heridas del pasado y reencontrarnos como Chilenos todos.
Personalmente pienso que a todos ellos les tocó cumplir un rol histórico el que será evaluado a través del tiempo, fríamente, sin odios ni rencores.
.
Por lo anterior estoy de acuerdo con las palabras de nuestra hermosa Diputada María Angélica Cristi “Nuestros hijos necesitan el reencuentro tanto o más que nosotros, y para ello todos debemos poner un poco de nuestra parte, dejando de lado nuestras frustraciones y rencores. Sólo así conseguiremos construir un futuro promisorio para las generaciones que vendrá”
Mario Oneto Godoy
5374518-0
 Publicado el 20/07/2010 pag 20 Mercurio de Valpo