Columna de Opinión

La verdad. (Almirante Jorge P. Arancibia Reyes)

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
cuando se trata de juzgar a terceras personas, somos de una estrictez notable, lo que no es necesariamente malo pues, es lo que en este aspecto, hace diferentes a un cuerpo social de otro, a un país de otro, a una institución de otra.

El caso Karadima ha generado un interesante debate sobre los alcances de la verdad como un bien superior de toda sociedad, algo que nadie con una estructura conceptual básica se atrevería a cuestionar y menos negar, pero que, para tratar de ser justos, debiéramos ponderarla en lo que han sido los hábitos y costumbres de las propias sociedades y sus cuerpos orgánicos representativos.
Un ejemplo de lo anterior lo encontramos, con frecuencia, en nuestras propias relaciones familiares, con que nivel de veracidad damos respuesta a las inquietudes de nuestros niños, con que transparencia manejamos nuestras cuentas personales, como enfrentamos eventuales infidelidades y, tantas otras expresiones que podrían servir para reforzar esta idea.
Ahora bien, cuando se trata de juzgar a terceras personas, somos de una estrictez notable, lo que no es necesariamente malo pues, es lo que en este aspecto, hace diferentes a un cuerpo social de otro, a un país de otro, a una institución de otra.
Esta dualidad, que considera la verdad como un bien, también termina lamentablemente por ver el impacto que dicha verdad puede producir en la estructura que estemos analizando y, dependiendo de cual sea la visión del daño, muchas veces hace que se termine actuando con cierto grado de pragmatismo.
Pero, volvamos al caso de Karadima y a la respuesta de la jerarquía de la Iglesia Católica chilena ante un hecho de esta naturaleza, ¿se justifica esta actitud por la intensión de no dañar el prestigio de una institución fundamental y cuyo ascendiente sobre la comunidad a la cual sirve está fuera de toda discusión?
Difícil respuesta, más aun, cuando la situación al explotar, lo que necesariamente siempre ocurre, produce un daño mucho mayor que aquel que hubiera generado la verdad pura, pues pone en cuestión la reacción de quienes tenían a su cargo la conducción de tan delicadas materias y, peor aun, daña la confianza que tan trascendente estructura requiere.
Difícil por cierto, pero, por lo mismo y como el daño ya está hecho, me atrevo a expresar que un criterio orientador, debiera apuntar a que situaciones como éstas no se repitieran y, por lo tanto, las sanciones debieran ser justas, oportunas y ejemplificadoras, y sin las pasiones propias de emocionalidades colectivas que deforman la verdad que precisamente estamos buscando.
Jorge P. Arancibia Reyes.

Columna de Opinión

Concepto del Militar (Diego Mazón, La Razón, España)

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Y hay que tener mucha humildad para entrar en una forma de vida en la que la ambición es la última de las prioridades
A todos los que son, han sido o lo serán…….

De entrada, no lo entiendo

Me he esforzado mucho en entenderlos. He buscado y rebuscado para ver por qué alguien decide meterse a la milicia. Y no lo entiendo. No comprendo que en la sociedad de hoy una persona opte por entrar en un trabajo como este, en el que el principal requisito es obedecer a un jefe detrás de otro hasta que, con suerte, llegue a general y aún así, o peor, tendrá que estar a las órdenes del político de turno.
No me cabe en la cabeza que alguien opte por ponerse este uniforme por un mísero sueldo, cuando enfundándose el de policía municipal cobraría mucho más. Es incomprensible que un joven de provecho, en el siglo XXI, asuma valores como el sacrificio, la entrega incondicional, la obediencia, el honor, la lealtad, el silencio, la disponibilidad, la constancia, cuando el resto de la sociedad rema en la dirección opuesta.
Hay que tener mucha moral para cargar sobre los hombros de uno la responsabilidad tremenda de proteger a una sociedad que mientras duerme, toma cañas o se va de excursión ignora y menosprecia a quienes vigilan su libertad, a quienes dejan la vida en la búsqueda de la tranquilidad de sus congéneres. Y hay que tener mucha humildad para entrar en una forma de vida en la que la ambición es la última de las prioridades, y en la que te pueden mandar al culo del mundo a cumplir una misión que nadie entiende, en la que te cambian de destino por razones de servicio y no puedes ni rechistar.

No, en realidad a quien no entiendo es a la sociedad, que desprecia a los militares porque no los comprende. A la sociedad en la que algunos aún los consideran un vestigio del franquismo, a la sociedad que es incapaz de decir «gracias» al colectivo que vela por su vida, a la misma que protesta porque el presupuesto de Defensa no vaya destinado a esa vaguedad de fines sociales que se queda en escalones burócratas. Y no entiendo a los políticos que quieren hacernos creer que los militares son un grupo de voluntarios de uniforme que se dedican a repartir caramelos por el mundo y a hacer de bomberos ocasionales. Porque al fin y al cabo, como decía Calderón de la Barca, «aquí, en fin, la cortesía, el buen trato, la verdad, la firmeza, la lealtad, el honor, la bizarría, el crédito, la opinión, la constancia, la paciencia, la humildad y la obediencia, fama, honor y vida son caudal de pobres soldados; que en buena o mala fortuna la milicia no es más que una religión de hombres honrados».

ES POR ESO QUE YO LOS ADMIRO…

CONCEPTO DEL MILITAR

(Diego Mazón, La Razón, España)

ENVIADO POR GENTILEZA DE NUESTRO SOCIO DON: julio deramond

Columna de Opinión

Bolivia y el 23 de marzo

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Jóvenes Chilenos los invito a leer nuestra Historia, nuestros Tratados con el país vecino, esto, antes de que se vuelva a “llenar” otro estadio en que griten ignorantemente “Mar Para Bolivia.”

INVITO A LA JUVENTUD DE CHILE A INTERIORIZARSE:

Cada 23 de Marzo volvemos recibir desde Bolivia, sus recuerdos, sus reclamos, sus pretensiones de litoral.

Frente a esta situación que se hizo ya permanente, me permito señalar a nuestra juventud, cultores de la cibernética, que empleen algo de su tiempo y estudien el tema en sitios como 3w.suritrek.cl, “Tratado de Paz y amistad entre Chile y Bolivia”,
3w.soberaniachile.cl “Tratado Chileno Boliviano de 1904” ó simplemente en Google, buscando Tratados en Chile y Bolivia.

Allí podrán encontrar respuestas del porqué del desembarco Chileno, el 14 de Febrero de 1879 en Antofagasta, frente al cambio brusco de las condiciones que afectaron los impuestos decretados por Daza, Presidente Boliviano, también verán las razones de un conflicto que se arrastra desde 1825-1826, con el nacimiento de Bolivia, tras los decretos Bolivarianos, y la toma de territorio Chileno en ese entonces, desde el paralelo 21 ½ al 24, desde el río Loa a Mejillones por ese país.

Sabrán también que lamentablemente Chile no ejerció su derecho a reclamar soberanía oportunamente, y solo lo hizo en 1842, luego de varios años del conflicto librado en contra del Mariscal Boliviano y Presidente de esa República, Don Andrés de Santa Cruz, que tuvo también pretensiones de extender su territorio hasta el Río Maule en Chile, y hasta el Norte en Quito, reeditando el Imperio Incaico, que desde luego incluiría al Perú y parte del Norte Argentino.

Afortunadamente, Chile en ese momento tuvo a un Portales, y entre 1836-39, tras el triunfo en Yungay se terminan las pretensiones del proyecto Incaico.

Portales pagó con su vida, ya que los agentes vecinos contaminaron la mente del Coronel Vidaurre y de su hijastro Florín, al ofrecerles un importante cargo en el Ejército de ese país, situación por lo demás lamentable.

No deseo bajo ningún punto de vista entorpecer las gestiones de nuestro gobierno frente al tema boliviano, pero sí dejar en claro, y especialmente a nuestra juventud, que Chile en el tratado de 1904, fue más que generoso, permitiendo condiciones excepcionales a nuestros vecinos para el uso de nuestros puertos nortinos de Arica y Antofagasta, liberación de impuestos y facilidades de Aduana etc, a los que hoy se ha añadido el puerto de Iquique. Sin olvidar el Ferrocarril de Arica a la Paz, y redes ferroviarias al interior de Bolivia pagados con capitales de Chile.

En las festividades del 23 de Marzo yo exijo a Bolivia reconocer a los verdaderos culpables de su situación, y que revisen bien, por ejemplo: a Don Hilarión Daza, que es culpable por no cumplir con los tratados, alzando los impuestos, y al mismo tiempo su orden de rematar las propiedades chilenas, que provocaron la indignación y luego la guerra.
En segundo término, no dejemos pasar que este Presidente, tomó en forma muy liviana el desembarco del 14 de Febrero 1879 en Antofagasta, ya que encontrándose en pleno “Carnaval”, omite comunicar la situación a su pueblo , y sólo lo hace al término del mismo, el 26 de Febrero, solo para permitirse lucir dos tenidas que hizo confeccionar para esos fines.

Luego, es este mismo Presidente Daza el que permite que sus tropas, en medio de la Batalla de Tacna( o Campo de la Alianza) el 26 de Mayo de 1880, se retiren del combate, con la consiguiente indignación de sus aliados Peruanos que debieron permanecer solos hasta 1884.

Chile, en 1866, en su tratado de condominio con Bolivia, hace un esfuerzo por la paz y la unidad, entregando a condición de compartir utilidades en partes iguales, el territorio ocupado por Bolivia, permitiéndoles tener territorio de litoral marítimo; luego en 1874 el nuevo tratado reconoce la soberanía para Bolivia, ratificando los términos de 1866, sin embargo, Bolivia nunca cumplió sus compromisos económicos con Chile.

Es así, como en apretado análisis les indico a nuestros vecinos, y a la juventud de nuestra patria, CHILE , que en esto hay culpables, pero no somos nosotros.

Jóvenes Chilenos los invito a leer nuestra Historia, nuestros Tratados con el país vecino, esto, antes de que se vuelva a “llenar” otro estadio en que griten ignorantemente “Mar Para Bolivia.”

Edmundo E. Villarroel Carmona
Presidente del Circulo Ignacio Carrera Pinto
Cedula Identidad Nro: 2.637.826-5

Santiago, 24 de Marzo 2011

Columna de Opinión

Carta de Carlos Peña en El Mercurio

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Como los presos políticos son personas en quienes la pena impuesta es política, con evidente ficción jurídica, nada los convencerá jamás que la pena que cumplen aportará en algo su normal y ejemplar comportamiento (Han luchado siempre por la paz), se obtiene en definitiva solo la feliz venganza del abusador ( humanoide).

Sr Director:
Carlos Peña escribió el domingo recién pasado una opinión muy cercana a lo que en algún momento se describió como de humanoides.
Opina sobre presos políticos uniformados, al parecer sin haber leído ninguna condena o motivo por el cual hoy ex uniformados se encuentran presos. No lee, humanoide. Presume al igual que en las condenas, varios delitos que no son tales (de humanoide). Afectado por motivaciones ideológicas añejas (de humanoide), que nuestras autoridades nacionales demonizaron durante 20 años (de humanoides), todo para lograr un sabor jurídico en penas, eludiendo y destruyendo nuestro Estado de Derecho (de humanoides).
Es así como hoy cumplen un encierro cruel o privación de dignidad y libertad injusta esos presos políticos, que siendo hoy personas menores de 80 años, por su jerarquía, no tuvieron ninguna responsabilidad u oportunidad, que pudieran haber evitado la guerra civil, incubada por años de violaciones a los DD HH´s , que desembocó en el gobierno militar en 1973.Es de ahí , que como las FF AA reaccionaron acertadamente ante autoridades humanoides, se afirma que son” PRESOS POR SALVAR A CHILE”(Cambio de autoridades).
Como tampoco se han encontrado cuerpos de desaparecidos de la época, el motivo principal del esfuerzo por persuadir esta acción está trunca hace años, o los presos actuales no tienen que ver con lo sucedido o pensemos que la calidad de las identidades de las personas, como era un chiste, que permitía tener varias, para las votaciones eran más . Se votaba seguramente con más peso (Responsabilidad absolutamente política )
Todo lo anterior olvida que la autoridad política es en definitiva la responsable del comportamiento humano de las sociedades (bien común) y es así que los gobiernos con sus autoridades hasta 1973 deberían asumir y debatir de una vez por todas la corrupción, incapacidad política, pobreza total, caos económico y social provocado con su actuar y terminar con el cuento que a las FF AA se les ocurrió en un chispazo de locura (Humanoide) tomarse el gobierno.
Como finalmente las FF AA nos proveyeron el actual Estado de Derecho y nos proporcionaron el “cómo” llegar a ser un país desarrollado, al gobierno militar sólo le debemos agradecimiento de agradecidos y no una historia de humanoides que en el futuro seguramente nuestros tataranietos de continuar así lo descubrirán.

Francisco Alomar Marchant
Ci Nº 5520589-2

Columna de Opinión

Carta al Sr. Presidente de la República

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y norepresentan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Señor Presidente, respetuosamente, ya es hora que su Gobierno haga algo para terminar esta persecución odiosa al margen del estado de derecho -entre el año 1973 y el 2009- el“crimen de lesa humanidad” no estaba tipificado en la legislación chilena y por tanto todo presunto delito de “apremios ilegítimos”, “detenciones arbitrarias” o “asesinatos en cualesquiera de sus variantes” están prescritos y además cubiertos por la ley de amnistía que no ha sido derogada

Respetado señor Presidente.


Don Sebastian Piñera Echeñique.

En la investigación judicial por la muerte del presidente Allende, el ministro Mario Carroza solicitó a la FACH, el  nombre y RUT de los pilotos que bombardearon la Moneda el 11 de Septiembre, a este respecto, me parece oportuno recordar que, inicialmente, circuló la versión que S. Allende fue muerto por los Militares que tomaron la Moneda, luego el mismo día 11 de septiembre se dio por hecho – confirmado por sus cercanos y aceptado por la familia – que se había suicidado. No obstante, en los últimos años, ha circulado la versión de asesinato por parte de agentes cubanos por orden de Fidel Castro y, más recientemente, que no murió al intentar suicidarse y fue rematado por un miembro de su guardia personal GAP.

Con el debido respeto creo que más que un tema de los tribunales de justicia esto es motivo de investigación histórica. En 1973 no estaba contemplado en el ordenamiento jurídico de nuestro país el delito de “ Crimen de Lesa Humanidad”, que es imprescriptible y, la ley que lo establece el año 2009 deja expresa constancia de que no tiene efecto retroactivo, en consecuencia – aún existiendo mérito para suponer la figura de asesinato, asesinato frustrado u otra aplicable a su muerte – está prescrita y, por tanto, no amerita abrir un proceso donde más que culpables, al igual que en el caso Prats, se corre el riesgo de condenar en calidad de cómplices o encubridores a personas que nada o muy poca responsabilidad les cabe en el hecho, como serían todos los militares – de general a conscripto- integrantes de la unidad que en una acción de combate ordenada por el mando superior, asaltaron y tomaron la Moneda.

En esta misma causa se está pidiendo el nombre de quienes leyeron los bandos militares en los cuales se amenazó con fusilar a los disidentes que se resistieran a los procedimientos del régimen militar. Con esta lógica absurda, mañana se podría pedir el nombre de los señores diputados que aprobaron el Acuerdo de la Cámara de Diputados de fecha 22 de Agosto de 1973 como presuntos “ autores intelectuales” del Golpe Militar y sus consecuencias.

Señor Presidente, respetuosamente, ya es hora que su Gobierno haga algo para terminar esta persecución odiosa al margen del estado de derecho -entre el año 1973 y el 2009- el“crimen de lesa humanidad” no estaba tipificado en la legislación chilena y por tanto todo presunto delito de “apremios ilegítimos”, “detenciones arbitrarias” o “asesinatos en cualesquiera de sus variantes” están prescritos y además cubiertos por la ley de amnistía que no ha sido derogada.

Señor Presidente, los uniformados en retiro confiamos en su palabra y no hemos olvidado el compromiso que contrajo, como candidato, respecto a que en su gobierno se respetaría el principio constitucional de “igualdad ante la ley” para los militares procesados por violaciones a los “ Derechos Humanos”.

Respetuosamente

Enrique Maldonado Roi

Capitán de Navío (R)

Columna de Opinión

Beneficios carcelarios

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
A estas alturas nadie ignora que a los militares no se les respeta los alcances de la ley de amnistía que es una ley vigente de la República, la prescripción ni la cosa juzgada. Nadie desconoce que frente a la ficción jurídica del secuestro delito permanente preferimos mirar para el lado y que, los beneficios carcelarios se les aplica a todos quienes cumplen con los requisitos para obtenerlos, menos a los ex uniformados

 

 Finalmente el gobierno ha presentado el proyecto de ley que busca descomprimir el hacinamiento carcelario y que, en términos generales, establece la posibilidad de penas alternativas como el trabajo social para delitos menores o no pago de multas para quienes no pudieran cumplir con ello por falta de recursos, un esfuerzo especial para rehabilitar a quienes hayan delinquido, un aumento de recintos penitenciarios y una mejoría sustancial en la formación y exigencias del personal de gendarmería.
El proyecto aprobado nos permitirá ver el resultado final de esta iniciativa pero, será la experiencia que obtengamos de la implementación de estas medidas, la que nos indicará lo acertado de ellas y, consecuentemente, la evaluación que la gente haga de la sensación de seguridad, que constituye un imperativo para el gobierno.
Lamentablemente, el proyecto queda en falencia al no responder a las esperanzas generadas por los compromisos adquiridos por el presidente Piñera en las reuniones con el mundo militar, durante su campaña electoral. El principio de que en nuestro país la ley se aplicaría por igual a moros y cristianos y que la justicia como un bien superior sería resguardada, respetada y hecha respetar por todos, ha quedado nuevamente como lo que fue, una promesa de campaña, para la que no ha existido ni el valor ni la voluntad de cumplirla.
A estas alturas nadie ignora que a los militares no se les respeta los alcances de la ley de amnistía que es una ley vigente de la República, la prescripción ni la cosa juzgada. Nadie desconoce que frente a la ficción jurídica del secuestro delito permanente preferimos mirar para el lado y que, los beneficios carcelarios se les aplica a todos quienes cumplen con los requisitos para obtenerlos, menos a los ex uniformados.
En esta oportunidad, se excluyó específicamente a quienes tuvieran más de ochenta años o que sufrieran una enfermedad terminal, porque por esta medida algún militar podría salir en libertad. ¿Es que constituyen un peligro para la sociedad? ¡No! Si ellos solo son la consecuencia de una venganza sin límites por parte de algunos y de una cobardía increíble por parte de otros, venganza y cobardía que me permito expresar, por el momento, con mi más profundo desprecio.
Jorge P. Arancibia Reyes
Columna de Opinión

Aniversario 27.F.2010. Almirante Jorge Arancibia Reyes

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
En este proceso hemos visto, como era de esperar, lo mejor y lo peor de las características de nuestro ser nacional, estando entre las primeras, la capacidad creativa para permitir que en la fecha dispuesta la totalidad de nuestros niños y jóvenes pudieran iniciar su año escolar, la capacidad de nuestros ingenieros y trabajadores especializados para recuperar los puentes, caminos, autopistas, sistemas de comunicaciones, de distribución de poder, de agua, de sistemas sanitarios y de infraestructura portuaria

 

Aniversario.
Este domingo 27 de febrero se cumplirá un año de esa trágica noche en que la zona central de nuestro país sufrió un sismo de gran intensidad y un maremoto que asoló las costas de las regiones afectadas. Hace un año y aun se mantiene en nuestras retinas ese cuadro increíble de ineptitud e incompetencia de las más altas autoridades del país, que reunidas en la ONEMI no sabían atar ni desatar.
Hace un año cuando con asombro veíamos como la gente de las zonas afectadas, de las más variadas clases sociales asaltaban las tiendas para robarse, no solo artículos de primera necesidad, sino que lavadoras, televisores y hasta refrigeradores, en tanto, la Presidente caía en esa actitud inexplicable de demorar la entrega del control de la situación a las FFAA, demostrando de paso la profundidad de la tranca que guardaba en lo más profundo de su espíritu, pese a la tan publicitada actitud reconciliada con que asumió su mandato.
Pero eso ya es historia, pues llevamos un año tratando de recuperar nuestras capacidades e infraestructura y de asistir a los más necesitados en la reconstrucción de sus viviendas.
En este proceso hemos visto, como era de esperar, lo mejor y lo peor de las características de nuestro ser nacional, estando entre las primeras, la capacidad creativa para permitir que en la fecha dispuesta la totalidad de nuestros niños y jóvenes pudieran iniciar su año escolar, la capacidad de nuestros ingenieros y trabajadores especializados para recuperar los puentes, caminos, autopistas, sistemas de comunicaciones, de distribución de poder, de agua, de sistemas sanitarios y de infraestructura portuaria.
Es también destacable que, no habiendo dudas de que se tienen que haber cometido errores administrativos en la inversión de los cuantiosos recursos asignados, al ser oportunamente detectados por el órgano contralor, se ha evitado el caer en esos lamentables procesos de corrupción que caracterizaron especialmente al tercer gobierno de la Concertación, con lo que se han logrado procesos enmarcados en ese ambiente de sobriedad y honestidad característicos de nuestra cultura cívica.
En los aspectos negativos, cabría mencionar ese intento reiterado de desconocer la magnitud del esfuerzo hecho y la capacidad de coordinar y ejecutar complejos proyectos, con lo que se va creando un medio ambiente crítico, que es alimentado por esos cuadros que con elocuencia muestran los distintos medios de comunicación, de los lugares donde existe un mayor nivel de atraso o una obra en malas condiciones, como lo pudimos ver el otro día cuando el Presidente Piñera inauguraba unas casas y lo que mostraba la televisión eran casas destruidas en vez de las nuevas construcciones. ¿Casualidad, descuido, intencionalidad?.
Pero como no puede faltar, también existen los representantes de las propias tropas, que no pierden oportunidad para complicar los escenarios que se están estructurando y, con una genialidad digna de mejor causa, hacen un planteamiento que debidamente grabado y difundido genera una crisis, que complica más allá de lo razonable a las autoridades del gobierno, que al quedar entre lo que corresponde desde un punto de vista ético y lo que conviene desde un punto de vista electoral, terminan por resolver según se reconoce como “políticamente correcto”, cueste lo que cueste.
Veamos ahora que nos depara el futuro y como lo vamos a enfrentar. ¡Suerte!
Jorge Arancibia Reyes