¿Cuá es la importancia de tener la razón?
A un año de un crimen alevoso y no resuelto. GDB. Humberto Julio Reyes
A UN AÑO DE UN CRIMEN ALEVOSO Y NO RESUELTO
Humberto Julio Reyes
Me refiero, naturalmente, al asesinato del exteniente venezolano Ronald Ojeda, refugiado político en nuestro país.
Desde que se dieran a la publicidad los primeros antecedentes de su secuestro y el posterior hallazgo de su cadáver, todo ha llevado a presumir alguna participación de la dictadura venezolana, dada su condición de activo opositor político, aunque, como es natural, ello no ha sido reconocido por el gobierno de Maduro.
Últimamente la fiscalía ha declarado contar con testimonios que incriminarían a Diosdado Cabello en lo que sería un crimen por encargo, ejecutado por una célula del “Tren de Aragua”, misma organización criminal cuya existencia en Chile fue inicialmente negada por nuestras autoridades.
Se ha dicho que, de confirmarse la tesis de la fiscalía, se recurrirá a la Corte Penal Internacional.
Pero, ¿qué tan firme puede ser la evidencia como para sostener dicho recurso?
Una cosa es que la eliminación física de un disidente apunte a quienes se beneficien de ella, o que este caso nos recuerde otros famosos durante la era estalinista en que el asesinato de los opositores se perseguía con notable celo por parte de los servicios de seguridad soviéticos, sea recurriendo a fanáticos simpatizantes del comunismo o a sus propios agentes, sin importar donde se hubieren refugiado.
Al respecto y recordando el asesinato de Trotski en México, que ha sido llevado al cine, me permito recomendar la novela de Leonardo Padura, “El hombre que amaba los perros”, un texto apasionante.
Volviendo a los mencionados testimonios incriminatorios, no se conoce quien o quienes serían los testigos de cargo que le permitirían a la fiscalía acusar al poco discreto Diosdado Cabello, y que tan sólidos podrían ser los antecedentes aportados en un caso que podría derivar en un abierto enfrentamiento con un régimen con el cual ya, no existen relaciones de ninguna especie, aunque nuestro gobierno las considere suspendidas, para mofa del mencionado número dos de la dictadura chavista.
Tan delicado asunto me lleva a recordar una película hace poco exhibida repetidamente en el excelente canal Film & Arts.
Me refiero a la segunda versión de “Witness for the prosecution” (testigo de cargo), el inmortal clásico de Agatha Christie, donde la persona que inicialmente confirmaría la coartada del acusado por la fiscalía, termina incriminándolo y pasa a ser testigo de cargo.
Cuando ya se esperaba la consiguiente sentencia condenatoria, un nuevo vuelco y, finalmente, la película termina en forma absolutamente sorpresiva, tanto para quien ofició como abogado defensor como para los espectadores.
Pido excusas por la aparente frivolidad de esta comparación, entre un crimen con todos los agravantes y la fértil imaginación de una prolífica y famosa autora de novelas policiales, pero esta abreviada narración me ha llevado a pensar en la posibilidad que tras este alevoso crimen pudiere existir una astuta maniobra de intoxicación destinada, en última instancia, a desprestigiar a nuestro poder judicial.
Las maniobras de intoxicación y la desinformación también fueron de uso frecuente por parte de los servicios soviéticos y el recurso a ellas seguramente ha sido heredado por quienes fueron formados en sus métodos.
En ese orden de ideas, las recientes y crípticas declaraciones de Cabello, improvisadas o meditadas, hacen difícil separar ruido de señales:
“No han podido encontrar a los asesinos, si ellos jorungan (hurgan), van a encontrar a los asesinos facilito.”
¿Estará la fiscalía más cerca de identificar a los verdaderos responsables, como todos quisiéramos?
21 de feb. de 25
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Trump y el “Wokismo”. C.N. Fernando Thauby García.
TRUMP Y EL “WOKISMO”
En su obra, La Razón Populista (2005), Ernesto Laclau cobró notoriedad al sentar las bases teóricas del populismo:
“La cuestión del populismo es la siguiente: supongamos que hay un grupo de vecinos que presenta un pedido a la municipalidad para que se cree una línea de ómnibus que los lleve a su lugar de trabajo. La demanda puede ser aceptada, y en ese caso no hay problema, pero si es rechazada, esa gente empieza a sentirse excluida. Esa serie de
demandas insatisfechas se cristaliza alrededor de un símbolo antisistema, de un discurso que trata de dirigirse a estos excluidos por fuera de los canales de institucionalización. Cuando eso ocurre, hay populismo. Como “el sistema” nunca puede satisfacer a todos, la democracia tiene que aceptar una distancia institucional entre demandas y canales de acceso. Esta última es la democracia viable, y tiene que ser siempre, en alguna medida, populista”.
En todas las sociedades globalizadas actuales existen una variedad de peticiones y aspiraciones que no pueden ser satisfecha al gusto de sus partidarios y que afectan a grupos minoritarios que se refieren al
racismo y otras cuestiones de desigualdad social. Desde finales de la década de 2010, están siendo utilizados sistemáticamente por los movimientos políticos de izquierda y perspectivas sociales que enfatizan en políticas relacionadas con las personas LGBT, las personas negras, las mujeres y para el avance de componentes culturales, religiosos y morales diferentes a los de la mayoría.
Woke -despierto en inglés- es una expresión de origen norteamericano que inicialmente se usa para referirse movimientos e ideologías de izquierda percibidos como «rabiosos, entusiastas, agresivos, agitadores, susceptibles o poco sinceros, y por su tendencia a la censura de opiniones discrepantes mediante la llamada cultura de la cancelación». Dentro del inglés afro estadounidense vernáculo, woke se refirió especialmente a los prejuicios raciales y la discriminación.
Paso a paso, el “wokismo” fue ganando terreno sobre la base de la acción activa, a veces violenta y descalificadora e incluyendo a grandes empresas -capitalismo woke- que lo usaron para promover sus productos y servicios en determinadas minorías, como Barbie o Capitana Marvel, The Marvels y Strange World, llegando a algunas grandes universidades: la resolución Students for Fair Admissions v. Harvard de la Corte Suprema de los Estados Unidos debió declarar inconstitucional la discriminación afirmativa en las admisiones universitarias en junio de 2023.
Este wokismo se amplió también a aspectos relativos a las creencias religiosas, la moral personal, la inmigración, la cultura, el comportamiento social y los usos y costumbres nacionales.
El discurso del Vicepresidente de los EEUU J.D. Vance en la Conferencia de Seguridad en Múnich en febrero de este año, dejó en claro la voluntad de Trump de poner fin al “wokismo” y defender decididamente las bases culturales y valóricas de la democracia en la forma tradicional de Occidente que respetan la facultad de creer, vivir, pensar y expresarse libremente; de establecer y hacer respetar sus leyes y sus valores nacionales; su cultura y forma de relaciones sociales; de competir políticamente y respetar la voluntad de las mayorías que se produzcan.
No puedo dejar de concordar con las expresiones de Vance, y tampoco puedo dejar de lamentar la forma de expresarse y actuar de Trump, pero creo también que tal como son las cosas, Vance dice lo que Trump ofreció y quiere hacer en su gobierno.
En breve, más allá de la simpatía o antipatía que pueda generar, Trump es la persona que manifestó y está haciendo lo que me parece que era imprescindible de hacer, ahora.
Hoy, no mañana.
Melosilla, 15 de febrero de 2025
Fernando Thauby García
Capitán de Navío, Infantería de Marina (r)
Un aporte de nuestro Past Presidente, Humberto Julio Reyes
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El rescate de los 33. GDB. Humberto Julio Reyes
EL RESCATE DE LOS 33.
Humberto Julio Reyes
Recién ayer y por casualidad, vi la película que narra este gran logro, rescatar desde 700 metros de profundidad a la totalidad de los afectados por un derrumbe en la mina San José, cercana a Caldera, hace ya casi 15 años.
Cuando terminó quedé con la impresión que, salvo algún comprensible recurso cinematográfico, la narración de lo sucedido se atiene en gran medida a la realidad.
Pero, pensando en algún paciente lector que aún no la haya visto, quisiera compartir mis sentimientos de emoción y admiración que fui experimentando, a medida que se iban desarrollando los acontecimientos en pantalla.
Es que, aún si conocía el final feliz que tuvo la empresa de rescatar a los mineros, me resultó imposible no adentrarme en la tensión vivida en esos días, tanto de las autoridades que asumieron decididamente la responsabilidad de rescatarlos con vida, de los técnicos que debieron superar dificultades que parecían extremadamente complejas, de las familias que expresaban su dolor e impotencia frente a lo sucedido y que, a veces, tendían a desesperarse y, no menos importante, la actitud de los atrapados para sobrellevar un largo encierro bajo tierra y no abandonarse.
Un gran logro de la voluntad de muchos, expresada en imponer una tarea, llevarla a cabo sin escatimar recursos, con inteligencia y creatividad para ir superando los obstáculos que se fueron presentando a la ingeniería, todo un ejemplo para futuras generaciones.
Para mí fue una pausa refrescante en este período veraniego en que las buenas noticias no abundan, en particular cuando siniestros de difícil prevención y control causan inmenso daño a muchos de nuestros compatriotas, como ha sido el caso de maremotos y grandes incendios.
He omitido deliberadamente toda referencia a alguien en particular, no queriendo resaltar a alguien por encima de otros, toda vez que éste podría ser considerado un triunfo de Chile y quizás lo mejor que nos ha sucedido en el pasado reciente.
Creo preferible que sea quien vea esta película o rememore lo ocurrido, el que asigne méritos, sin olvidar las buenas lecciones que debieran ser aprendidas por todo aquel llamado a asumir responsabilidades de distinto nivel al producirse una emergencia.
En todo caso, el sitio “Rescate de la mina San José”, contiene un exhaustivo relato de todas las circunstancias y las personas están debidamente individualizadas para la posteridad. Qué mejor que la frase “El mayor y más exitoso rescate de la historia de la minería a nivel mundial”.
Posiblemente el rescate de los 33 debiera ser también, si ya no lo es, un caso de estudio para quienes quisieran aprovecharlo para analizar el liderazgo demostrado en los diferentes niveles ya que, pocas veces las buenas decisiones son respaldadas por los imponderables, entre ellos el azar o, para los creyentes, la voluntad divina.
Yo, al menos, he recibido una inyección de moderado optimismo que me hace renovar mi confianza en aquellos compatriotas que sí saben reaccionar en forma rápida y eficiente ante situaciones imprevistas donde se juega la vida de personas.
¡Bravo por los rescatados y por quienes lo hicieron posible!
13 de feb. de 25
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Irregularidad, afrenta pública y agravio a nuestros héroes, en la resolución del consejo de monumentos nacionales. Raúl Elizalde Saavedra
Es una afrenta publica, una ofensa grave que afecta nuestro honor y dignidad como ciudadano del Chile de hoy, contra la figura de nuestros héroes máximos, en el sitio creado para rendir nuestro mayor homenaje al Soldado y al General, que nos legaron una Patria libre y soberana, y una gran obra de uno de los escultores representantes del “bello estilo nacional”, de los mayores exponentes de nuestra escultura nacional, y autor de dicho monumento, don Virginio Arias, en la Plaza General Baquedano, de la Comuna de Providencia.
Virginio Arias Cruz, oriundo de Ranquil, Concepción, huérfano de padre a los ocho años. Pastor de niño, panadero después, y a los doce, es ayudante de Tomas Chávez, escultor del primer curso de la Universidad. A los 17 se traslada a Santiago e ingresa a estudiar escultura con Nicanor Plaza, que llegaba recién de Europa. A los 21 ingresa a la selecta escuela de Bellas Artes de Paris, siendo el tercer chileno en ella después de Antonio Caro y su mentor, Nicanor Plaza. Iniciada la Guerra del Pacifico concibe su primera obra, El Defensor o conocido popularmente como El Roto Chileno, de la Plaza Yungay, cuyo lema instaura “La Patria ante todo”. Posteriormente crea a la manera de las grandes obras del Renacimiento italiano y español El Descendimiento, reconocida internacionalmente, con medalla de tercera clase, en el salón de las artes francesas en 1887, de oro de primera clase, en le exposición universal de Paris en 1889, primera medalla en la exposición de Búfalo en 1901, y la adquiere el Gobierno de Chile para el MBA en 1890. Son obras de Arias también, el Sargento Aldea y Ernesto Riquelme, y los bajo relieves del Monumento a la Marina de Valparaíso. A sus ochenta años, habiendo dejado la Dirección de la Escuela de Bellas Artes, ahora esculpe ayudado por el tacto, porque estaba casi ciego una obra monumental, al General Baquedano.
En 1910, el lugar límite y compartido entre las comunas de Santiago y Providencia, la Plaza Italia, se engalanó con una escultura que puede apreciarse hasta hoy: el Monumento al genio de la libertad, más conocido como el ángel y el león. Se trataba de un regalo del gobierno italiano a Chile, por el centenario de la Independencia. La obra fue esculpida por el ítalo – argentino Roberto Negri y se ubicó al centro de la rotonda.
En 1928 se promulga el 27 de marzo la ley número 4328, que Autoriza al Presidente de la Republica para erigir, por suscripción popular, un Monumento en la Capital de Chile, a la memoria del General don Manuel Baquedano González. Como consecuencia de ella, es remodelada la Plaza Italia, y en lugar del monumento al Genio de la Libertad, seria instalado el conjunto escultórico que rinde sentido homenaje al General Manuel Baquedano González. La estatua fue diseñada por el escultor Virginio Arias y fundida en la Escuela de Artes y Oficios. Baquedano González, fue el general invicto del Ejército de Chile Expedicionario del Norte en el transcurso de la Guerra del Pacifico, siendo su comandante en jefe, desde abril de 1880, participando como tal en las Batallas de Tacna y Arica, y en 1881 las Batallas de Chorrillos, Miraflores y la ocupación de Lima. Se erige este monumento, como preciso homenaje a su participación triunfal en la Guerra del Pacífico, siendo inaugurada por el presidente de Chile, don Carlos Ibáñez del Campo, un 18 de septiembre de 1928.
La última obra importante de Virginio Arias fue este Monumento al General Baquedano. Estatua ecuestre de tamaño mayor que el natural; subrayo la escala de su concepción, porque emplazada en un espacio urbano excesivo, pese al pedestal que corresponde a dos tercios del conjunto, y al suave lomaje del suelo circundante, se ve pequeña.
Baquedano lo representa con reposada actitud contemplativa, de la estética neoclásica y orientado hacia el poniente, cuadro general dominado por la evidente satisfacción de montar su caballo muy querido: Diamante. Se grafica en su magnífica e imponente figura, el instante que precede a su entrada a la capital de Perú, al frente de sus queridos veteranos. Si el general fue ejecutado con digna propiedad en esta obra escultórica, no lo está menos su noble corcel, bello ejemplar de raza chilena.
Los bajorrelieves corresponden a Chorrillos y a la Toma del Morro Solar, de la Batalla de Miraflores, composiciones que agrupan la caballería e infantería. Son trabajos de mucho vuelo y muy armónicamente compuestos, ejecutados con seguro dominio en bronce. A los pies del monumento a Baquedano, que está sentado sobre su noble corcel, está la escultura de bronce, de una mujer jovencita (representando a la Gloria) con tamaño natural, que se alza hacia el general, haciéndole entrega de una guirnalda de copihues —la flor nacional— y laureles, con la inscripción en el pedestal «El pueblo chileno al general Baquedano» y las fechas de los combates decisivos que dirigió: Tacna, Arica, Chorrillos y Miraflores. Hacia el oriente, monta guardia un Soldado de bronce, con el uniforme equipo y armas de 1879, figura evocadora de la época, de muy acertada remembranza.
Todo este pedestal, o plinto, de piedra verde junto a las bases y entorno de la plaza y rotonda, son obra original del arquitecto Gustavo García del Postigo el mismo que creo la Biblioteca y el Archivo Nacional, el Palacio Consistorial de Concepción, entre otros.
En 1931, bajo la vicepresidencia de Juan Esteban Montero, se consideró oficialmente que este conjunto escultórico del monumento al general Baquedano aparecía un tanto incompleto. Se dispuso entonces el traslado de un soldado fallecido en combate durante la Guerra del Pacifico, de identidad desconocida, para que fuese sepultado a los pies del monumento y conformase así, parte del conjunto arquitectónico mayor. Al ser inaugurado, una placa recordatoria dice: “Este soldado chileno fue traído en 1900 desde el Campo de la Batalla de Tacna”. Sobre la misma tumba de este soldado chileno, se instaló una lápida de bronce diseñada por el escultor Guillermo Córdova, que dice: “Aquí descansa uno de los soldados con que el General Baquedano forjo los triunfos del heroísmo chileno”.
¿Por qué fue sepultado ahí? La relación es directa, este cuerpo corresponde a un soldado anónimo, que muere peleando en el transcurso de la Guerra del Pacífico, y quedo sepultado en algún lugar desconocido donde falleció, en el desarrollo de alguna batalla. Fue sepultado en ese lugar donde murió, mientras su Unidad siguió el progreso y transcurso de esa, la última batalla en que el participo. Este soldado como se expresó precedentemente fue encontrado en el tiempo, en 1900 en Tacna, y es traído a Chile y sepultado junto al monumento erigido por su patria, como máximo homenaje nacional a su general. Es un soldado que está a los pies de su general, pero no en una señal de sumisión, sino que ambos están en una misma posición de máximo recuerdo, conmemoración y homenaje en un sitio especial, de la Capital de Chile.
Cabe hacer importante mención al respecto, que de los cerca de 60 países que han instalado cenotafios, memoriales y monumentos erigidos en honor a los soldados desconocidos, Chile tiene tres sitios donde están sepultados Soldados desconocidos uno en el Morro de Arica, otro en el Altar de la Patria en la Plaza de la Ciudadanía donde reposan dos soldados desconocidos, y este que estuvo en la plaza Baquedano, hasta su remoción al Cementerio General en 2021.
Pero, Chile es uno de los pocos, sino el único, que en un mismo lugar se recuerda, se rinde homenaje y conmemora, al más Victorioso de sus Generales, el General Baquedano, mediante el más significativo de los monumentos y conjunto escultórico, y a su vez se rinde homenaje y es acompañado en ese mismo lugar, por un soldado desconocido y anónimo sepultado en el tiempo junto a él.
¿Cómo llega a ser un Soldado desconocido? La persona que está sepultada ahí es un joven chileno de unos 15 a 17 años, que habría sido encontrado 20 años después de la guerra, en el área geográfica donde se desarrolló la Batalla de Tacna un 26 de mayo de 1880, una de las más grandes batallas donde fue derrotada de forma decisiva la Alianza de Perú y Bolivia, porque después de esa batalla, Bolivia se retira de la guerra y Perú queda peleando solo, con un ejército desmembrado.
Corría el año de 1900, y el Mayor Enrique Phillips Huneeus, en su calidad de Comandante del Cuerpo de Inválidos de la Guerra del Pacifico, viaja a Tacna, con la idea original de elegir el lugar y supervisar la construcción de una cripta, en el lugar exacto donde se libró la batalla de Campo de la Alianza, o de Tacna. Quizá Phillips nunca pensó lo que se iba a encontrar, recordemos que la provincia aún estaba en manos chilenas. Mientras caminaba por el amplio sitio de la Batalla, en medio de la tierra, el desierto y la sal, descubrió algo que le llamó la atención. Según consta en el Anuario 27 de la Academia Historia Militar, el oficial se topó con los restos íntegros de un soldado chileno, cuyo cadáver y uniforme habían sido conservados casi intactos por la pampa en un polvoriento osario. Era evidente que este soldado falleció durante la Batalla de Tacna el 26 de mayo de 1880. Presto, Phillips ordenó a quienes le acompañaban desempolvar el cadáver del soldado y acomodarlo en un féretro improvisado. Hasta ahí, todo más o menos bien, hasta que saltó la pregunta, ¿dónde colocarlo? Puesto que la cripta no se definía aun su lugar donde se construiría, por lo que Phillips no se complicó y decidió trasladarlo a Santiago y guardarlo en su casa, donde en su ataúd, lo mantuvo por más de 10 años, y después lo entregó al Museo de Historia Nacional, quienes en 1931 lo ofrecen para ser sepultado junto al monumento del General Baquedano, cuando se propone sepultar un soldado desconocido allí.
Según se ha podido cotejar antecedentes de investigadores como don Mauricio Pelayo, investigador histórico y autor del libro “Los que no volvieron: los muertos en la Guerra del Pacífico” (2019), y el Archivo General de Guerra del Ejercito, se estima que este soldado desconocido, conforme a su uniforme, lugar donde fue encontrado, equipos y armas que poseía, fue miembro del Batallón Cívico de Artillería Naval (conocido como Navales). Esta Unidad de Infantería del Ejército, se forma en Valparaíso, principalmente con trabajadores portuarios. Participa en todas las Campañas, pasando por la de Tarapacá, de Tacna y Arica, hasta llegar a las victorias de Chorrillos y Miraflores y ocupa Lima.
Don José Antonio Bisama Cuevas, editor del “Álbum Gráfico Militar de Chile” Campaña del Pacifico (1909), un texto que analiza hechos y recolecta fotos de la Guerra del Pacífico, describe las características del uniforme de los Navales, expresando: “El uniforme que usaban en ese batallón se diferenciaba del de las demás unidades del Ejército, constaba de una blusa negra, con ángulos rojos en las mangas, pantalón gris azul con doble franja lacre y gorra de marino”, que coincide con lo que tenía ese soldado encontrado en Tacna por Phillips. Además, describe don Mauricio Pelayo: “En la Batalla de Tacna solo murieron 29 soldados de esa unidad, y la mayoría fue sepultado en el área donde se desarrollan las acciones de la batalla, así que este soldado tiene que ser uno de ellos, no hay otra posibilidad por el lugar donde se le encontró”, agrega.
Es importantísimo consignar que este tipo de tumba fue introducido en el arte de la conmemoración sacra, en el contexto del segundo aniversario del armisticio de la Primera Guerra Mundial. Las grandes movilizaciones de ejércitos de masa y el carácter casi anónimo de la guerra y de muchos soldados caídos en el transcurso de las más variadas operaciones y acciones militares, abatidos y dejados en el terreno de las batallas bajo esa denominación, de “anónimos”, hizo de la “tumba homenaje a esos valientes anónimos”, una solución universalmente comprensible y aparentemente pertinente.
En 1916, después de que un capellán del ejército británico notara una tumba marcada como “Un soldado británico desconocido”, se le ocurrió la idea base, de lo que se convertiría en la “Tumba del Soldado Desconocido” del Reino Unido. Esta es la idea que permite se erija el monumento que se inauguró el 11 de noviembre de 1920, en la Abadía de Westminster, dos años después del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial, y se extendió entre otros aliados en tiempos de guerra, incluidos Francia, Italia y Estados Unidos. El 11 de noviembre de 1921, se inauguró la Tumba del Soldado Desconocido en el Cementerio Nacional de Arlington.
Solo diez años después, se procede a la instalación de una tumba al soldado desconocido chileno, y esta se erige a los pies del monumento al General Baquedano en 1931. Y esta, fue la primera en su género en Chile, y una de las 60 existentes hasta hoy en el mundo. Pero, esta de la Plaza Baquedano, es la única que, en su conformación arquitectónica, representa el sentido homenaje “a todos los soldados movilizados a la Guerra”, puesto que es la única que se encuentra unida el homenaje a la figura de un oficial, (ni más ni menos que junto a su General en Jefe, el más invicto de todos los generales de la historia de Chile), incorporando la figura de un soldado desconocido, a través de la instalación junto al monumento, de una tumba con este soldado anónimo.
En el Mausoleo del General Baquedano en el Cementerio General tenemos:
Me permito repetir esas ultimas frases de la hermosa arenga de nuestro victorioso e invicto general Baquedano, que seguramente las escucharon cientos de soldados desconocidos, antes de partir a esas gloriosas batallas y se las llevaron a la eternidad … creyendo y convencidos de que así sería … …
Y ALLÁ EN EL SUELO QUERIDO DE CHILE, OS AGUARDAN VUESTROS HOGARES, DONDE VIVIRÉIS PERPETUAMENTE PROTEGIDOS POR VUESTRA GLORIA, Y POR VUESTROS CONCIUDADANOS” …
Que pena por el Chile de hoy, ya no es posible cumplir la arenga del General Baquedano, ni tampoco las estrofas de nuestro Himno Nacional original … …
VUESTROS NOMBRES, VALIENTES SOLDADOS, QUE HABÉIS SIDO DE CHILE EL SOSTÉN, NUESTROS PECHOS LOS LLEVAN GRABADOS; LO SABRÁN NUESTROS HIJOS TAMBIÉN…
Dificulto que alguno de los integrantes del Consejo de Monumentos Nacionales ha visitado siquiera el Mausoleo del General Baquedano, que decir de revisar la hoja de sus servicios prestados a la Patria desde su más tierna edad. Queda en evidencia cuan necesaria es repasar nuestra historia Patria, sobre todo en estos casos, pues para estos señores y señoritas y es evidente para el gobierno de turno, no es importante nuestro pasado de glorias, por ende, ella no se incluye y no se enseña en el currículo de materia de nuestros educandos de enseñanza básica y media en Chile. Malamente los integrantes del Consejo de Monumentos Nacionales podrán representarnos y hacer valer lo que una ley y lo que la Patria definió como el sitio más importante de conmemoración y homenaje a nuestros valientes chilenos del siglo XIX (de soldado a general) que nos legaron con su sangre generosa, una Patria libre y soberana.
Santiago, febrero de 2025
Raúl Elizalde Saavedra
Teniente Coronel en Retiro. Investigador Histórico Máster en Historia y Gestión del Patrimonio Cultural U. Los Andes Museógrafo U. Alberto Hurtado
Por un festival del respeto y la unidad. Monseñor Jorge Vega Velasco. El Mercurio de Valparaíso
“Por un Festival del respeto y la unidad”
Columna de Monseñor Jorge Vega Velasco svd, Obispo de la Diócesis de Valparaíso, publicada en El Mercurio de Valparaíso este sábado 8 de febrero de 2025.
“El Festival de la Canción de Viña del Mar se ha ganado un lugar en el corazón de los chilenos y de gran parte de Latinoamérica. Se trata de un evento artístico y musical que en sus más de 60 años de historia no deja indiferente a nadie.
En la Competencia Internacional de la versión del Festival de este año representará a nuestro país una canción llamada “Infernodaga” interpretada por el cantante Dani Ride.
Lamentablemente, la canción, en su letra y estética, ofende el sentido religioso del pueblo creyente que ama y respeta las oraciones y los símbolos sagrados. Basta conversar con distintas personas para darse cuenta de la densidad de su fe y del sentido profundo que ésta tiene para su vida cotidiana. ¿No son acaso numerosas las personas que se encomiendan a Dios al iniciar el día o al terminarlo? ¿Cuántas abuelas y madres, por ejemplo, bendicen y rezan por sus hijos y nietos para que regresen sanos y salvos a sus casas después del trabajo o del estudio? En nuestros hogares hay crucifijos, biblias, imágenes de la Virgen y de los santos que nos re-ligan con la divinidad y nos hacen conscientes de su amor eterno y fiel.
Si esto es así, ¿qué sentido tiene generar división entre nosotros cuando tenemos temas pendientes y urgentes por resolver? ¿De qué le sirve esta polémica a Viña del Mar, una ciudad hermosa, pero con una profunda crisis habitacional? ¿No están entre nosotros algunos de los campamentos más grandes del país? En nuestra región aún se respira el dolor por los muertos que dejó el voraz incendio del año recién pasado. Los damnificados siguen esperando soluciones definitivas que se tardan demasiado en llegar.
Creo firmemente que la unidad y la colaboración son la clave para avanzar en la reconstrucción del alma de Chile.
En una sociedad democrática los creyentes tenemos derecho a manifestar nuestra fe y a defenderla cuando nos sentimos agraviados.
Puedo entender que existan distintas posiciones con respecto al rol de la Iglesia en la sociedad. Pero no se puede ser injustos con los cristianos que trabajan en favor de los pobres y sufrientes de nuestro tiempo. Las obras sociales que los creyentes de distintas denominaciones religiosas llevamos adelante son elocuentes.
Invito al autor de la canción a conocer más de nuestra fe y a conversar e intercambiar ideas si lo desea, porque estoy convencido que el diálogo, la reconciliación y el respeto mutuo harán de nuestro país un mejor espacio para todos, incluso para aquellos que se han sentido discriminados por su religión u orientación sexual.
+ Jorge Patricio Vega Velasco, svd
Obispo de Valparaíso
Capitalismo y neoliberalismo. Renato Cristi. El Mostrador
CAPITALISMO Y NEOLIBERALISMO
Renato Cristi, PhD., Professor Emeritus, Department of Philosophy, Wilfrid Laurier University – El Mostrador, 31/01/2025
En su libro El proyecto Chile. La historia de los Chicago Boys y el futuro del neoliberalismo, Sebastián Edwards define lo que entiende por neoliberalismo. Lo presenta como “una forma extrema, fundamentalista o radical del capitalismo” o también como “la variante más pura o extrema del capitalismo, como el sistema que utiliza los mecanismos de mercado para resolver casi todos los problemas de la sociedad”.
La existencia de un capitalismo chileno fue condición necesaria para que, en 1973, pudiera implementarse un régimen neoliberal, es decir, un capitalismo “extremo, fundamentalista o radical”.
En una columna publicada en El Mostrador, titulada “¿Tiene sentido preguntarse si Chile era ya neoliberal en el siglo XIX?”, Enrique Román coincide en buena parte con Edwards cuando afirma que “el neoliberalismo expresa una particular manera de organizar y operar un modelo capitalista de organización de la economía y la sociedad, pero eso no significa que constituya una fase natural e inevitable de su desarrollo, ni mucho menos el que sea imposible o no deseable una sociedad capitalista no neoliberal”.
Román estima posible y deseable la superación del neoliberalismo y la implementación de un capitalismo no neoliberal, pero eso “requiere despojarnos de las anteojeras ideológicas que, de uno u otro modo, asimilan conceptualmente el capitalismo y el neoliberalismo”.
Tiene razón en esto, pero cuando Marcel observa que hay ciertos elementos de la cultura chilena tradicional que permitieron que la agenda neoliberal tuviera la capacidad de persistir en el tiempo, eso no significa asimilar conceptualmente neoliberalismo y capitalismo.
Román estima que esa asimilación deriva de pensar que el neoliberalismo es un producto endógeno de la economía y la sociedad chilena. De este modo, piensa que es necesario.
Según Mario Góngora, el neoliberalismo no es endógeno en Chile porque “no es, efectivamente, un fruto propio de nuestra sociedad, como en Inglaterra, Holanda o los Estados Unidos, sino una ‘revolución desde arriba’, paradójicamente antiestatal, en una nación formada por el Estado”.
Por mi parte, pienso, al igual que Marcel, que ciertos elementos culturales, propios de nuestra idiosincrasia, fueron los acelerantes endógenos para la implementación del neoliberalismo en Chile.
Esto último hace sentido histórico. El período de la Independencia y la primera mitad del siglo XIX no alteran mayormente el régimen mercantilista heredado de la Colonia. Esto incluye, como advierte Góngora, una fuerte intervención por parte de un Estado proteccionista.
A partir del gobierno de Montt, con la promulgación del Código Civil de Andrés Bello y la influencia intelectual de Courcelle-Seneuil, el liberalismo político y económico inicia un desarrollo ascendente.
Esto influyó en la modernización de nuestras instituciones económicas y en una disminución progresiva de la intervención estatal. Es innegable que Chile, en el curso del siglo XIX, deja atrás el mercantilismo y desarrolla una economía capitalista. La existencia de un capitalismo chileno fue condición necesaria para que, en 1973, pudiera implementarse un régimen neoliberal, es decir, un capitalismo “extremo, fundamentalista o radical”.
Marcel identifica acelerantes culturales, como libertad de elección en salud y subvenciones a la educación privada, que anteceden a la dictadura y que luego son asimilados por el régimen neoliberal. Por mi parte, me parece que la consolidación del derecho de propiedad como un derecho subjetivo o real en el Código Civil es también una institución clave para la formación del régimen neoliberal.
De aquí que cabría preguntarse, ¿fue Chile siempre neoliberal?
Y la respuesta es, por supuesto, negativa. Pero esto no significa aceptar la idea de Góngora que considera que el neoliberalismo es algo impuesto de una manera exógena.
La distinción conceptual entre exógeno y endógeno es abstracta. En la realidad concreta, en 1973 el régimen capitalista chileno deviene “extremo, fundamentalista o radical”, impulsado exógenamente por la dictadura y determinado por acelerantes culturales endógenos.
El neoliberalismo chileno corresponde a la versión extremista de Mises, y no a la más moderada defendida por Hayek, Rüstow y Röpke en París (1938) y en Mont Pelerin (1947). Hay coincidencia entre estos autores hasta ese momento.
En 1944, en Camino a la servidumbre, Hayek afirma: “Nada ha hecho más daño a la causa liberal que la insistencia pétrea en el principio del laissez faire”.
Pero Hayek se distancia de Rüstow y Röpke y de la idea de una economía social de mercado. De colaboradores pasan a ser adversarios. Rüstow caracteriza ahora a Hayek como un “paleoliberal libertario”, la misma fórmula que emplea para definir a Mises.
Hayek es un autor relevante para el modelo criollo, cuando ya no es posible distinguir su neoliberalismo de la versión “extrema, fundamentalista o radical” de Mises.
En abril de 1981, en un seminario que tuvo lugar en el Hotel Sheraton de Santiago, Hayek rechaza la idea de una economía social de mercado. Afirma: “No creo en la economía de mercado social. Creo que la palabra social es americana y privó de significado a toda palabra que se conectara con ella. Creo sí en la economía de mercado”.
Un aporte del director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel
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