RELACIONES INTERNACIONALES Y SEGURIDAD

LOS DESACIERTOS DE ZELENSKY A CASI SEIS MESES DE LA GUERRA EN UCRANIA

LOS DESACIERTOS DE ZELENSKY A CASI SEIS MESES DE LA GUERRA EN UCRANIA

Cristina Cifuentes

La Tercera PM, Mundo, 16/08/2022

Desde el comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania, hace casi seis meses, el Presidente de Ucrania, Volodimyr Zelensky, ha sido elogiado por su manejo durante el conflicto, apareciendo junto a los soldados, permaneciendo en Kiev, recorriendo el frente de batalla. Sin embargo, ha tenido algunos desaciertos que ha gatillado críticas tanto de expertos como en las redes sociales.

Uno de estos reveses ocurrió el mes pasado, cuando el mandatario posó junto a su esposa en la revista de moda estadounidense Vogue. Las sorprendentes fotografías de la legendaria fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz estuvieron acompañadas de un artículo escrito, “Retrato de valentía: la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska”.

El artículo de Rachel Donadio reflexionó sobre el costo emocional de la guerra contra los ucranianos y las luchas de Olena Zelenska para adaptarse a ser repentinamente “el centro del escenario en una tragedia”.

Sin embargo, algunos usuarios recurrieron a Twitter para cuestionar la seriedad del presidente ucraniano, sugiriendo que su batalla para proteger al país es una fachada.

Los políticos estadounidenses también han intervenido en el debate en línea, criticando la ayuda militar enviada a Ucrania.

Lauren Boebert, una política republicana y ávida partidaria de las armas, dijo que Zelenskyy había tomado a los ciudadanos de su país como “un grupo de tontos”, consignó Euronews.

Otros simplemente consideraron que la portada de Vogue era de mal gusto, dada la naturaleza de la brillante revista de alta moda, en comparación con la agotadora realidad de la vida de los ucranianos en tierra o de aquellos que huyen del gastado y desgarrado país.

La profesora Anjana Susarla, de la Universidad Estatal de Michigan, ha estudiado las tácticas de comunicación de Zelensky durante los últimos cinco meses. Ella argumenta que sus mensajes de video autograbados estaban logrando reunir apoyo para Ucrania.

“Era alguien con quien podíamos relacionarnos. Se parece a cualquiera de nosotros y suena como cualquiera de nosotros. Eso es lo que lo hizo tan poderoso”, dijo a Euronews. “La autenticidad y la inmediatez de su mensaje fueron extremadamente efectivos para atraer apoyo internacional”.

“El contraste entre ‘soy uno de ustedes’ versus de repente ‘también tengo tiempo para hacer estas cosas glamorosas’… Puedo ver por qué eso molestaría a la gente, porque de repente el contraste es demasiado discorde”, indicó.

En Twitter, el cientista político norteamericano Ian Bremmer reconoció que hasta aquí Ucrania dominó la “guerra de información” con Rusia, pero este hecho, a su entender, fue un paso en falso de Kiev.

El mandatario fue criticado cuando posó junto a su esposa en la portada de la revista de moda Vogue y ha tenido problemas al interior de los servicios de seguridad.

Problemas internos. El mandatario ucraniano también ha debido hacer frente a conflictos al interior de su administración. En julio también señaló en un video dirigido a la nación que está investigando más de 650 casos de presunta traición y ayuda e instigación a Rusia por parte de agentes de la ley ucranianos, y que hay 60 casos en los que los funcionarios están “trabajando en contra de nuestro Estado”.

La fiscal general, Iryna Venediktova, y el jefe de seguridad, Ivan Bakanov, fueron suspendidos, dijo Zelensky. “Tal conjunto de crímenes contra los cimientos de la seguridad nacional del Estado y los vínculos registrados entre las fuerzas de seguridad ucranianas y los servicios especiales rusos plantean preguntas muy serias sobre sus respectivos líderes”, dijo.

En este sentido, “la lealtad de los siloviki, miembros de los servicios de seguridad, se ha convertido en el mayor problema de Zelensky en este momento”, escribió el analista Konstantin Skorkin, del centro Carnegie.

El despido de Bakanov, dice Skorkin, fue seguido por una purga en curso entre las filas de la SBU que también ha provocado la pérdida de sus puestos del subjefe de la agencia y varios jefes regionales. Con la partida de Bakanov, el silovik de más alto perfil que queda en Ucrania es indiscutiblemente Valery Zaluzhny, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania. La invasión de Rusia ha convertido al general en uno de los símbolos de la resistencia ucraniana, como el propio Zelensky.

Para el experto, los problemas al interior del gobierno solo pueden continuar. “No es de extrañar que la oficina del Presidente tema que a medida que las hostilidades disminuyan, los exsoldados querrán ver a uno de los suyos dirigiendo el país, y Zaluzhny sería el candidato ideal. Esta cautela se ve alimentada aún más por las encuestas de opinión que confirman una gran confianza pública en las Fuerzas Armadas, y por los medios pro-Kremlin que producen predicciones especulativas de un golpe militar en Ucrania o de que Zelensky sea ‘abandonado’ por Occidente”, sostuvo.

“La sobrevivencia del Estado ucraniano depende del Ejército, por lo que no hay razón para esperar un conflicto con los líderes políticos del país, a menos, por supuesto, que llegue al punto de un desastre militar hipotético o intente firmar un acuerdo impopular, un tratado de paz. Pero en el futuro, los problemas políticos que se acumulan durante el estrés de la guerra podrían salir a la superficie con graves consecuencias”, indicó.

Desafíos del mandatario. Durante las primeras semanas de la invasión de Rusia, Zelensky parecía dispuesto a negociar un acuerdo de paz con Rusia, pero ahora la situación se ha convertido en una guerra de desgaste a un gran costo en términos de vidas de soldados y equipo militar.

“Está convencido de que la guerra debe seguir su curso, que él tiene sus armas y que los rusos tienen sus debilidades”, dijo a la agencia France Presse Elie Tenenbaum, del instituto francés de relaciones internacionales, IFRI.

“Estaba dispuesto a hacer concesiones al principio, porque estaba muy asustado, pero ahora se ha metido en el ritmo de las cosas”, añadió.

Otros de los desafíos son posibles conversaciones que pueda tener con Moscú. A pesar de las muertes, las privaciones y el temor de la población ucraniana, la unidad de la nación se mantiene y parece haber poco apoyo público para las negociaciones con Rusia.

Si aparecen grietas en el frente único de Ucrania, dicen los expertos, lo más probable es que se deba a desacuerdos entre quienes rechazan todas las concesiones territoriales y quienes no.

Por ahora, cualquier llamado a negociaciones “solo podría ser promovido por fuerzas prorrusas en Ucrania”, que están “al margen” de la política ucraniana, indicó a la agencia el analista político ucraniano Anatoliy Oktysyuk.

Sin embargo, existe consenso de que las opiniones podrían cambiar a medida que avanza el conflicto. “El costo de la guerra se ha vuelto más evidente para la población ucraniana”, dijo a AFP Ivan Klyszcz, investigador de la Universidad de Tartu en Estonia, y agregó que cualquier revés importante en el campo de batalla o error táctico podría hacer que se hablara abiertamente de un compromiso.

Por otro lado, la guerra ha profundizado las relaciones entre Ucrania y los gobiernos occidentales, y Kiev incluso obtuvo el estatus de candidato para unirse a la Unión Europea.

El mensaje de Zelensky a sus aliados occidentales “es que él está luchando por nosotros”, y ese mensaje lo reitera en cada oportunidad que se le presenta.

Sin embargo, los analistas estiman que también sabe que el apoyo occidental solo durará mientras se mantenga su resistencia en el campo de batalla.

“Si Ucrania es capaz de llevar a cabo una ofensiva exitosa con armas occidentales, muchos se sentirían alentados por la perspectiva de que Ucrania pueda recuperar parte del territorio”, dijo a AFP Michael Kofman, de CNA, un grupo de expertos estadounidense.

Pero si no, “mucha gente se sentiría decepcionada o tal vez desanimada y asumiría que incluso con un suministro sustancial de armas y equipos occidentales, la mejor opción de Ucrania es tratar de recuperar su territorio en la mesa de negociaciones en lugar del campo de batalla”, añadió.

Los vecinos en guerra también saben que la logística es clave, y están tratando de paralizar los suministros de los demás, como cuando Ucrania reivindicó un ataque a un depósito de municiones ruso en la región ocupada del sur de Kherson.

Así, Zelensky tiene el gran desafío de mantener todo lo cosechado en cuanto a su figura durante estos seis meses de guerra. Como una expersonalidad de la televisión, era una figura controvertida en Ucrania antes de la guerra.

“No se estaban haciendo reformas… y había todo tipo de intrigas políticas”, indicó Angela Stent, experta en relaciones occidentales con Rusia en la Institución Brookings, con sede en Estados Unidos.

Pero desde entonces, dijo, se ha convertido en un “líder muy efectivo en tiempos de guerra, obviamente utilizando todas las habilidades que ha aprendido como comediante y actor de televisión para comunicarse bien”.

Mantener esta imagen es crucial para la posición futura de Zelensky, dijeron los analistas, incluso frente a la creciente presión que, según los observadores, parece tener poco impacto en sus niveles de energía.

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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EL PERÚ HA MUERTO

EL PERÚ HA MUERTO.  

Naomi Teruya, Comunicadora

El Reporte, Opinión, 15/08/2022

La situación en la que vivimos nos hace reflexionar sobre el odio político que algunos tienen. Con tal de que no gane la derecha han perdido la empatía por los menos favorecidos; decían que hablaban por ellos, pero finalmente los instrumentalizaron.

No es casualidad que, ante el desastroso gobierno de Pedro Castillo, estas personas callen. Uno ya no ve el mismo afán con el que criticaban a gobiernos opuestos a su ideología. Han perdido el asco por esa misma corrupción que tanto decían combatir y se han convertido en defensores con justificaciones infantiles, todo para seguir sosteniendo a este gobierno y a sus aliados.

Han matado la poca integridad que le quedaba al país siendo condescendientes con los inquilinos de Palacio. Se han encargado de ahogar toda esperanza en la que el Perú pueda mejorar y en su lugar han convertido la buena proa, que permitía enfrentar el futuro, en un lugar exclusivo de corruptos y mafiosos.

La indignación se quedó sin combustible y muchos opinólogos —autodenominados la reserva moral del país—, sin internet.

Hemos sucumbido a la resignación porque nos dijeron que la vacancia es ilegal y que el Congreso es el causante de todos los males, mientras tanto pulimentan la imagen de Castillo y se encargan de anestesiar al resto del país.

Seguir manteniendo a Castillo en el poder significa que muchas personas pierdan sus empleos; de hecho, el BCR (Banco Central de Reserva) dijo que menos empresas están contratando. También significa que, por obra de las políticas económicas de este gobierno, la inflación siga subiendo y los precios también, haciendo que muchas familias se vean limitadas cada vez más en sostener su hogar.

Según lo dicho por el INEI (Instituto Nacional de Estadísticas e Informática), este año 11 millones de peruanos podrían caer en la pobreza. Sumado a esto, todas las faltas graves a la democracia, al Estado de derecho y a las Instituciones.

Recuerden que el ladrón, ese mismo que miente diciendo que proviene del pueblo y para el pueblo, no viene sino para matar, robar y destruir.

El deceso se puede olfatear, el moribundo pide ayuda a gritos, pero hemos dejado que el asesino siga quitándole la respiración, poco a poco, conociendo la desesperación de un país que está agonizando.

Nadie querrá escuchar cuando la noticia finalmente llegue: que el Perú ha muerto.

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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COOPERACIÓN INTERNACIONAL: NADA NUEVO BAJO EL SOL

COOPERACIÓN INTERNACIONAL: NADA NUEVO BAJO EL SOL

Pierre Lebret

El Mostrador, Mundo, 15/08/2022

Nadie puede quedar indiferente frente a las profundas convulsiones que se advierten en términos globales.

La pandemia que afectó a prácticamente toda la humanidad dejó en claro que nadie, ni países ni personas, están exentos de ser impactados por una amenaza de las dimensiones que conocimos, es evidente que las cadenas de efectos de una situación como la vivida advierten sobre un hecho más que evidente: estamos todos embarcados en una misma nave.

No obstante, a reglón seguido y, como si nada hubiera pasado, tomamos pasaje en una nueva crisis, con una levedad (parafraseando) insoportable.

La guerra ucranio-rusa arroja efectos gravísimos, inflación, escasez de alimentos, crisis energética.

Las amenazas golpean nuestras puertas, cooperar desde y entre la región no resuelve nuestros problemas, sin embargo, es un paso decidido en la dirección correcta.

Un desastre se suma a otro, ello sin señalar aun que las diversas amenazas que ya golpeaban a la humanidad, calentamiento global, migraciones forzadas, por citar los más evidentes, no solo continuaban su desbocada carrera, sino que, energizadas por los factores aludidos aumentaban su velocidad y peligro.

Frente al cuadro señalado, las muchas fórmulas para enfrentar esta situación parecen no inmutarse. Las clásicas propuestas para girar el rumbo continúan su dinámica de manera inalterable.

La cooperación internacional para el desarrollo es una de ellas. El apagón en la cooperación que pudimos todos advertir, regiones completas que tardaron meses y meses en alcanzar alguna esperanza de vacunas, o tecnología sanitaria, o recursos frescos para evitar el despeñadero, hablan de la necesidad de repensar los diseños para cooperar.

Y el escenario parece difícil de ser alterado, de retorno a una inestable normalidad –respecto a la pandemia, más no al batir de los tambores de guerra- el sistema de cooperación internacional, toma nuevamente asiento en los mismos viejos escaños desde los cuales debate el carácter o las nuevas definiciones sobre el desarrollo.

La Transición al Desarrollo, por ejemplo, formula acuñada recientemente para caracterizar los procesos por los cuales transitan los llamados países emergentes, recupera impulso, tomando escasa nota respecto de los evidentes retrocesos que dichos países experimentan luego de las crisis acaecidas.

América Latina nuevamente, de manera tímida, está conformando una oportunidad política para dialogar y construir un espacio común, no es posible desperdiciarla.

Lo expresado supone, de manera urgente un nuevo paradigma, nuevo pero antiguo.

América Latina, por ejemplo, necesita de manera prioritaria reconocerse como un espacio común. De esta manera, lo multilateral no es una palabra destinada a engalanar los discursos en los foros internacionales, por el contrario, se trata de un medio eficaz para avanzar en la conformación de prácticas concretas, de mecanismos de integración de sus alicaídas economías, de protección de sus mares y territorios de la más que evidente devastación.

El antiguo aforismo relativo a que nadie se salva solo, es más cierto que nunca en el actual escenario global y regional. América Latina nuevamente, de manera tímida, está conformando una oportunidad política para dialogar y construir un espacio común, no es posible desperdiciarla.

Un bloque latinoamericano, antes que económico, implica voluntad de acercamiento, requiere construir -desde este territorio- nuevas definiciones respecto del desarrollo, ello implica la constitución de una mirada latinoamericana sobre los problemas de Latinoamérica.

Esto, que parece un lugar común, no forma parte del repertorio de instrumentos que acompañan el imaginario de una parte importante de las burocracias de la cooperación internacional de la región. Aparentemente el canon (mirar la región desde el mundo desarrollado), supera la necesidad de articular nuestras propias fuerzas, definir nuestras propias estrategias.

Las amenazas golpean nuestras puertas, cooperar desde y entre la región no resuelve nuestros problemas, sin embargo, es un paso decidido en la dirección correcta.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

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EL DUEÑO DE LA CANCILLERÍA

EL DUEÑO DE LA CANCILLERÍA

                                                                                                          Humberto Julio Reyes

¿Tiene “dueño” la Cancillería?

Una muy antigua costumbre nacional señalaría que la respuesta es positiva, toda vez que el gobierno de turno dispone a su amaño de los nombramientos para los distintos cargos, costumbre que, por lo demás, sería extensiva a toda la administración del Estado con escasas limitaciones.

Sin embargo, días atrás, una alta autoridad, con evidente molestia, hacía ver que determinadas personalidades, que no están en el gobierno, se pretenderían sus dueños al sugerir que debía apoyarse determinada candidatura a un importante organismo internacional y criticar cuando no fueron escuchados.

Yo opino que somos nosotros, los ciudadanos, los dueños de la administración del Estado en general y de la Cancillería en particular, ya que se supone que están para servirnos y que el gobierno de turno, justamente por su transitoriedad, debe escucharnos, especialmente cuando se expresan opiniones informadas por parte de personas que merecen respeto por su trayectoria.

Pero es el “deber ser” y no el “ser” o los porfiados hechos.

Contribuye a esta discrecionalidad la ausencia de un servicio civil donde se haga carrera y el mérito sea efectivamente respetado.

Nada se salva de la discrecionalidad, empezando justamente por la Cancillería, pese a que cuenta con una academia de prestigio en forma permanente, desde el gobierno del General Carlos Ibáñez del Campo y su ministro don Tobías Barros Ortiz.

No bastando los numerosos cargos “de confianza”, se desconoce a quienes han ingresado por concurso público a la alta dirección y se les cesa antes de cumplir el tiempo del contrato. Se prescinde de un par de asesores con experiencia y se contrata a una decena para reemplazarlos que sí serían “de confianza”, eufemismo para llamar a los del propio partido político.

Pero existiendo una carrera diplomática y una academia donde se forma y perfecciona a los funcionarios del servicio exterior, resulta curiosa la persistencia en incorporar para diferentes cargos, especialmente los más atractivos o de mayor responsabilidad, a personas ajenas a este servicio, asumiendo que sería un campo propicio para la inexperiencia y la improvisación.

Parece que siempre hay una justificación para prescindir de un diplomático cuando se debe nombrar un embajador que nos represente y que “hable por Chile”.

Ni qué decir del ministro de Relaciones Exteriores.

¿Quién recuerda al último diplomático que sirvió este cargo?

Fue el Embajador René Rojas Galdames, funcionario de prestigio y dilatada trayectoria en la Cancillería, nombrado durante el Gobierno Militar después de habernos representado como jefe de misión en importantes embajadas. No llegó de los organismos internacionales ni del ámbito académico ni de algún partido político.

Lo habitual es que justamente no sea alguien de la propia Cancillería pero que, una vez servido el cargo, pase a ser considerado “de carrera” para efectos de continuar representándonos en puestos diplomáticos si ello le resulta atractivo.

Los cargos de agregado, sea de prensa, culturales, laborales u otros, también han servido en ocasiones para “acomodar” algún adepto pero últimamente ya parecen no ser suficiente premio.

Así que, efectivamente, la Cancillería tiene dueño. Es el gobierno de turno.

El principal problema está en que estas personas pareciera que no han escuchado hablar del interés nacional durante su formación y experiencia previa, razón por la cual sus decisiones aparecen a menudo dictadas por mero capricho o pura ideología.

11 de ago. de 22

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

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¿QUO VADIS CANCILLERÍA DE CHILE?

¿QUO VADIS CANCILLERÍA DE CHILE?

Richard Kouyoumdjian Inglis, Vicepresidente AthenaLab. El Mostrador, 26/o7/2022

Próximos a cumplir cinco meses desde la instalación del gobierno, ya no hay espacio para más desaciertos, desprolijidades, vergüenzas, ridículos ni descoordinaciones en el manejo de nuestras relaciones internacionales. Ya basta del daño a la imagen de nuestro país en el exterior. [1]

El debut del gobierno, con serios problemas de ceremonial y protocolo para la ceremonia de cambio de mando, se vio coronado con la entrevista del Presidente a un canal de televisión, donde culpó al Rey de España por los atrasos en el programa. Semejante desatino le valió una respuesta muy fuerte e inusual de la Casa Real Española, la que con razón reaccionó airada, y también un video que ha circulado profusamente por Chile y el mundo le consagró a nuestro Presidente un apodo internacional por ese episodio.

Los dichos de la ministra del Interior sobre el “Wallmapu” nos generaron problemas con Argentina. La designación de embajadores es un tema en desarrollo que nadie logra entender.

El problema empeora aún más, cuando la Canciller sale a explicar que han cumplido con la promesa de campaña respecto del número de embajadores no profesionales, cuando la crítica que se le hace no es sobre los números, ni el cuoteo, ni las promesas electorales, sino sobre la idoneidad, capacidad y relevancia de las designaciones, como también por la lentitud del proceso.

La designación del hijo de una diputada comunista como agregado cultural en España, el impasse con el cónsul de Chile en Barcelona (la increíble reprimenda formal que recibió el cónsul, funcionario profesional del servicio exterior de Chile, por defender el interés del país en contra del nepotismo) y el corolario del affaire donde el hijo de la diputada comunista tendrá que “renunciar a su nacionalidad española para representar el interés de Chile”, son episodios de vergüenza en el servicio exterior.

Estamos negociando con la Unión Europea aspectos únicos de la actualización de nuestros tratados de libre comercio y nos damos el lujo de declararnos “en reflexión”. Tenemos parada la aprobación del TTP11 en forma inexplicable, toda vez que fuimos parte de los promotores de la iniciativa.

Tenemos a un ministro de Hacienda invirtiendo su capital técnico, académico y de seriedad profesional y personal en un Chile Day, en Nueva York, convenciendo a los inversionistas que las políticas impulsadas por el gobierno no son tan dañinas ni tan malas como parecen, mientras que, al mismo tiempo, el Subsecretario de Relaciones Económicas recibe en forma pública, notoria y publicitada al grupo de presión “Chile mejor sin TLC”.

Mientras por años hemos tratado de posicionar a Chile como una potencia alimentaria, el Ministerio de Agricultura habla de “soberanía alimentaria” y cuando países del mundo postulan a un abogado chileno, Claudio Grossman, para integrar, ni más ni menos que la Corte Internacional de Justicia de la Haya, la cancillería simple y sencillamente no existe.

El Gobierno del Presidente Gabriel Boric está próximo a cumplir 5 meses de mandato, los que no han estado exentos de polémicas y desaciertos. Algunos de esos desaciertos vienen de parte del manejo de las relaciones internacionales del país, comandadas por la ministra Antonia Urrejola. En esta columna, el autor hace un repaso de algunos de estos hechos, como el problema que tuvo con el Rey de España el día del cambio de mando, los dichos sobre el “Walmapu” que originaron problemas con Argentina y lo último, la propuesta de la Convención Constitucional que establece, en rango constitucional, que la política exterior de Chile “debe privilegiar sus relaciones con América Latina. ¿A pito de qué?”.

Ahora vamos por Bolivia, pero sin agenda ni planificación estratégica, ingenuamente, creyendo en el buenismo internacional. Alguien en Cancillería no está haciendo bien la pega.

Chile perdió su brújula y está a la deriva en la escena internacional. No tiene un norte claro. Sin norte claro es imposible determinar el rumbo. Sin determinar el rumbo vamos a la deriva empujados por fuerzas que no controlamos. Estamos en un estado de confusión. Confundimos el qué hacer con el cómo hacerlo. Sin saber a dónde vamos nos aferramos al multilateralismo. No importa para donde, mientras sea con multilateralismo.

Derechos humanos y medio ambiente cumplen exactamente el mismo propósito. No importa para dónde. Pero por el solo hecho de respetar los derechos humanos, no vamos a ninguna parte, con sólo respetar el medio ambiente, tampoco.

Como guinda de la torta tenemos la propuesta de la convención constitucional que establece, en rango constitucional, que la política exterior de Chile debe privilegiar sus relaciones con América Latina. ¿A pito de qué? Es por eso por lo que parece pertinente preguntar: “¿Quo Vadis Cancillería de Chile?”.

Estamos en el siglo XXI. Un siglo marcado por los procesos de globalización. La tecnología ha hecho posible hacer converger la energía, las materias primas, el conocimiento y el capital en países donde existen ventajas comparativas y competitivas para desarrollar los procesos industriales de transformación.

La capacidad humana y la excelencia se mueve sin fronteras. China es el mejor ejemplo de este proceso.

Un sistema altamente eficiente de transporte marítimo mundial, sosteniendo cadenas logísticas de carácter planetario, una internet que transporta información relevante en tiempo real a todas partes y una población libre de elegir cómo, dónde y cuándo informarse, hacen que sea absolutamente imposible que existan países autárquicos, salvo que se llegue a los extremos de control autoritario de la dictadura comunista de la familia Kim, en Corea del Norte.

Las personas de todas partes del mundo comparan, por sí mismas, la realidad en la que viven sus pares en otros países, con la realidad propia. Las barreras administrativas, arancelarias e ideológicas que algunos países producen no son suficientes para frenar las estampidas.

Al final del día existen países con sus regímenes políticos a los que la gente quiere llegar, incluso, a riesgo de sus vidas, y hay países con sus regímenes políticos de los cuáles la gente está dispuesta a dar la vida por arrancar. Se producen así flujos migratorios basados en el sentido común. La gente se desplaza porque quiere estar mejor y no peor de lo que estaba.

Los países que tienen intereses y objetivos comunes desarrollan tratados y alianzas para potenciar su poder nacional en la mesa de negociaciones. Los chilenos tenemos un pasaporte que vale mucho y que tomó décadas conseguir ese prestigio. Visa waiver con EE. UU., libre tránsito sin visa en muchos países. Tratados para evitar la doble tributación, tratados de libre comercio, alianzas educacionales y culturales, pertenencia a la OCDE.

Vivimos en un mundo interconectado que necesita de ciber embajadores, que necesita interactuar en formas nuevas y distintas a las que hoy conocemos, que necesita expresiones diferentes y dar cuenta de realidades muy distintas, en fin, un universo de relaciones internacionales valiosas que permiten que vivamos la vida que hoy vivimos, que nos proyectemos al mundo mucho mejor que las anteriores generaciones de chilenos, pero que demandan de nuestra Cancillería una visión prospectiva de futuro muy distinta de la que está ofreciendo hoy.

Por todas estas razones no podemos darnos el lujo de seguir sin rumbo y sin capitán. No podemos seguir derrochando esfuerzos y recursos en actividades que reportan muy poco a lo sustantivo del interés nacional. Nos hace falta, y lo decimos como chilenos responsables y preocupados de las relaciones internacionales de nuestra Patria, mayor claridad respecto del quehacer de la Cancillería. No es un problema comunicacional. Es un problema de ausencia de liderazgo, de contenidos, orientaciones, metas s y objetivos. De falta de hechos y de falta de medición de resultados. ¿Para dónde vamos?

Chile necesita una Cancillería que lidere y marque el norte de para dónde vamos en el escenario internacional. ¿Cuál es nuestra identidad y cuál es nuestra aspiración como país tricontinental: polinésico, antártico, sudamericano, y, además, ¿conectado –abierto– dependiente del mundo?

Para un país pequeño como el nuestro, cuyo bienestar y desarrollo depende del comercio exterior, de nuestra relación con nuestros pares en el mundo, del tráfico marítimo, de nuestras alianzas estratégicas con amigos que buscan un buen orden en el escenario internacional basado en reglas claras y de nuestra capacidad de acceder a mercados internacionales con los productos de nuestro esfuerzo y capacidad exportadora, es fundamental contar con una Cancillería aterrizada en los hechos, en las cifras y en el sentido común, y por sobre todo, entendiendo el interés nacional.

Necesitamos una Cancillería que fije prioridades por análisis estratégicos y que vincule, claramente, causa y efecto en los esfuerzos de política exterior. Lo que pasa en el mundo nos afecta a todos los chilenos, todos los días.

Sólo por esa razón tenemos el derecho y la obligación de exigir de nuestras autoridades a cargo de las relaciones internacionales mayor seriedad, correcta planificación, clara orientación. Por, sobre todo, liderazgos claros y entender que su propósito es defender y proteger el interés nacional, el interés de Chile.

Finalmente, la Dirección Nacional de Ceremonial y Protocolo de nuestra Cancillería, de ser posible, debiera ser mucho más proactiva en su función. Tal vez podría buscar sabiduría en una norma que enseñaban antes las abuelas chilenas: “Donde fueras haz lo que vieras”.

Dentro del país, las autoridades se deben a su electorado y su formalidad, o ausencia de ella, es una materia del juego democrático que queda al arbitrio de los electores. Sin embargo, cuando se viaja al extranjero, representando no solo a los chilenos de hoy, sino a todas las generaciones de chilenos que nos precedieron en crear y posicionar una imagen de lo que hoy es nuestro país y, además, generando las condiciones de prestigio e imagen para aquellas generaciones que vendrán en el futuro, resulta necesario asesorar a nuestras autoridades respecto a la formalidad en el actuar, en el decir, en el hacer y en el parecer.

Esa sería una inmensa contribución a la imagen país de Chile en el extranjero.

[1] Nota del Editor: A lo indicado en el presente artículo se debe agregar la reciente prohibición de celebrar nuestras Fiestas Patrias en las embajadas de Chile acreditadas en los diferentes países del mundo por razones de “economía fiscal”.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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“La dimensión del Metaverso: entre ficción y realidad”

“La dimensión del Metaverso: entre ficción y realidad”

CIEE de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE) N° 6 de julio 2022

Metaverso ha comenzado a constituirse como una nueva dimensión sobre la cual la Aldea Global ha volcado su atención. En palabras simples, el Metaverso trata de una exposición espacial y sensorial que puede entregar una realidad alternativa a la que comúnmente conocemos. Esta realidad alternativa surgió en la década de los noventa, sin embargo, su concepción data de mucho antes. Neal Stephenson describió en sus libros de ciencia ficción una dinámica que unió el concepto meta al universo, dando como resultado esta nueva realidad.

Tras la explosión del internet, en la década de los noventa, se vio nacer a los avatares, considerados como la primera ola de realidad virtual. Rápidamente se transitó a la tercera ola, conocida como la realidad del Metaverso un ambiente que se potencia con la Web3, el blockchain, así como los Not Fundgibles Tokens (NFT).

 Uno de los principales impulsores de esta nueva dimensión es Mark Zuckerberg, creador de Facebook, y que cambió el nombre de la empresa por Meta, pretendiendo relacionarla con nuevas tecnologías disruptivas. Ya no solo ha comenzado a invertir grandes sumas de dinero, sino que también en capital humano. Sin embargo, los costos del desarrollo e implementación no se han traducido en mayores inversiones.

Por otra parte, un área en donde el metaverso aún pareciera un misterio es en la industria de la Defensa. Recientes estudios de la Fuerza Aérea de EE. UU., han determinado que en China se están preparando para la próxima etapa, postulando que la guerra del Metaverso se posicionará como el escenario más importante. Esta nueva realidad no solo requerirá que los soldados estén físicamente entrenados, sino además deberán poseer capacidades y competencias tecnológicas.

Esta condición virtual permitiría reducir las bajas en el combate real, del mismo modo podrían desaparecer los heridos y/o fallecidos. Una realidad no tan lejana que de avanzar en su desarrollo, está cada vez más cerca. Esta carrera la lidera China y Estados Unidos, y cómo no, las dos potencias que continuamente compiten por alcanzar el sitial de poder e influencia a nivel mundial.

El CIEE, tomando en consideración los alcances y repercusiones que puede acercar el Metaverso, considera relevante presentar los antecedentes que han sido difundidos, para así contribuir a un debate que no se ha dado, principalmente porque no solo se relaciona con ámbitos tecnológicos, económicos y estratégicos, sino que además puede afectar a la sociedad de un mundo globalizado.

CIEE-ANEPE

Ver Nesletter completo en:https://anepe.cl/wp-content/uploads/2022/08/Newsletter-N%C2%B06-2022.pdf

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El dilema que nunca existió por Humberto Julio Reyes

EL DILEMA QUE NUNCA EXISTIÓ, por Humberto Julio Reyes

 

Posiblemente usted, estimado lector, leyó el artículo que titulé “Un falso dilema”, donde comenté la aparente indecisión de nuestra Cancillería para resolver el apoyo a un distinguido jurista chileno a la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Si no lo hizo, resumo ahora mi planteamiento, motivado por un artículo publicado en un medio donde se expresaba que la razón de dicha indecisión era un dilema, ya que existiría otra candidatura que había que postular, aunque se trataba de la Comisión de Derechos Humanos.

Opiné desde el significado de la palabra “dilema” y desde el punto de vista del interés nacional que dicho dilema no existía ya que estaba claro que debía priorizarse la candidatura a la Corte Internacional de Justicia.

Naturalmente que estaba pensando en el “deber ser” que no siempre coincide con lo que se es, especialmente cuando el concepto de Patria no parece inspirar los actos.

No terminaba de despachar mi columna cuando el noticiario de la noche nos informaba que la Cancillería había comunicado que no la respaldaría, priorizando la postulación a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

¿Sorpresa?

Depende; quizás lo haya sido para aquellas personalidades que públicamente apoyaron al rechazado eventual postulante o para él mismo, dada su prestigiosa trayectoria defendiendo exitosamente el interés nacional en diversos litigios vecinales.

Pero, para quienes como yo apreciábamos que las autoridades responsables de conducir y ejecutar nuestra Política Exterior, dada su formación o ausencia de ella, en sus diversas manifestaciones parecen priorizar otros aspectos de las relaciones internacionales, no lo fue en absoluto. Era previsible.

Entre contar con un asiento en uno de tantos consejos del sistema internacional desde donde se les dice a los diferentes gobiernos cómo deben comportarse y la oportunidad de participar en una Corte cuyos fallos obligan y que pueden afectar el interés nacional, como ya nos ha ocurrido, lo primero sería más importante.

La Cancillería ha dado sus razones que me abstengo de criticar porque ya lo han hecho algunos de los promotores de la candidatura desechada.

Me referiré a lo que no han dicho y que puede parecer algo especulativo pero que es consecuencia de lo ya resuelto.

En primer lugar, el candidato argentino al mismo cargo en la Corte ya no competirá en desventaja con el que podría haber sido nuestro candidato y en segundo lugar habrá, me imagino, más de algún interesado en ocupar el cómodo asiento en la Comisión de Derechos Humanos para promover su respeto urbi et orbi y de paso seguir promoviendo su propia carrera en ese campo siempre fértil.

Agrego que la Cancillería Argentina quizás complacida acuerde algún apoyo si es que existiera un compromiso previo.

¿Y el interés nacional? Bien, gracias.

31 de jul. de 22

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