“Corrupción: factor humano inexorable”
NEWSLETTER Nº3/MAYO 2024.CIIE ANEPE
No es una novedad que a nivel mundial los índices de corrupción se hayan incrementado.
Distintos escándalos, tanto políticos como financieros, se han dado a conocer poniendo en tela de juicio a diferentes administraciones. En este escenario, la región latinoamericana no es una excepción a la regla. Los números hablan por sí solos y la tendencia es al alza. A este enrarecido ámbito le siguen graves crisis políticas y de seguridad. Las consecuencias están a la vista.
Versados especialistas han levantado las alarmas, principalmente en temas que atañen a la seguridad, y particularmente vinculado al crimen organizado. Los tentáculos de las organizaciones criminales han traspasado la línea de sus ilícitos hacia el ámbito financiero. En efecto, en la actualidad “invierten” sus ganancias.
Una de las grandes preocupaciones es cómo las organizaciones criminales han emprendido la instancia de cooptar Estados. Ejemplo de lo expresado lo constituye la presencia de mafias chinas las que, mediante negocios de fachada, extienden redes locales, regionales e internacionales con el fin de socavar instituciones gubernamentales. Por otro lado, los carteles de droga continúan siendo los principales sostenedores de pagos y sobornos destinados a desestabilizar organizaciones públicas y privadas, y así consolidar su negocio.
Por si esto fuera poco, también se está observando la porosidad que presenta el ámbito político. Así lo reconocen diferentes organizaciones civiles como es el caso de Transparencia Internacional, entidad que remarca como hito trascendental apartar al aparato estatal de las redes criminales. Sin duda que lo más sensible del sistema lo constituye quienes imparten justicia. Una dura crítica se está restaurando en Brasil con un antiguo caso conocido como “Lava Jato”. Los tentáculos criminales implicaron a políticos y exfuncionarios estatales acusados de recibir “coimas”.
La corrupción constituye una temática de extenso estudio y reflexión en la región. Países como Venezuela, Nicaragua y Haití son los que mantienen un mayor índice de corrupción, siendo superados por países africanos. Lamentablemente, este flagelo humano ha comenzado a penetrar en países que, estructuralmente,mostraban signos de fortaleza institucional, requiriéndose de liderazgo ético para extirpar el genoma cancerígeno.
Como CIEE procuramos que el resumen de artículos seleccionados pueda contribuir al debate y así reflexionar sobre las nuevas formas de corrupción que están acaeciendo en la región. Una temática que debe llamar la atención a toda la sociedad y principalmente de quienes forman parte del aparato del Estado.
CIEE-ANEPE
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