Pese al intenso y sólido debate publicado hace un año sobre el carácter sesgado del así llamado Museo de la Memoria, en el que, entre muchos otros, intervinieron personalidades como los profesores Krebs y Villalobos, el director de la institución, de modo provocativo y sin entender razones, celebra otro aniversario.
Evidentemente Chile del siglo 20 merece un estudio documentado de una época tan decisiva, y no un mausoleo propagandístico. No puede ser que cuando un interesado lo visita y mientras se toma un refresco, tenga que estar escuchando por los parlantes el último discurso de Allende.
Las clases dominantes fueron incapaces, hasta 1973, de consolidar un sistema capaz de crear riqueza y paulatina igualdad. Por ello las clases trabajadoras cayeron en la terrible tentación de extremar las cosas. Y sus dirigentes irresponsables expusieron a los trabajadores sin defensa, mientras ellos poblaban los barrios elegantes de Europa.
Chile merece algo mucho mejor que un dilema sin salida y que las víctimas sean transformadas en útiles para mantener vivo el odio. Precisamente en un tiempo en que ni la izquierda ni la derecha están a la altura del país que trabajadores y empresarios han puesto en la vanguardia del continente.
Prof. DR.H.C. Víctor Farías
Universidad Andrés Bello