ESTADO LAICISTA
Viña del Mar, 4 de enero de 2024.
Como señaló Miguel A. Vergara en su carta de ayer, quienes adhieren a la posición de un Estado “laicista” le niegan a las creencias religiosas cualquier presencia en la discusión pública y, por tanto, a los “Diez Mandamientos” que recibió Moisés, uno de los cuales dice “no matarás” (a un ser humano inocente e indefenso, cabría agregar).
Olvidan los “laicistas” que la política, por tener como fin el bien del hombre, es una actividad moral. Es la moral la que define los fines de la política. La ley moral fundamental es la ley natural. La política que se propone en conformidad a otros principios, que prescinde de ellos o que pretende ser neutral respecto de la verdad moral, no es auténtica política, sino corrupción de ésta. Es el caso de aquella política que, al no acotarse dentro de ciertos valores morales y en virtud de un pluralismo insensato, concede idénticos derechos al error y a la verdad. Y la verdad no surge del concurso de muchos hombres o de las mayorías, sino del esfuerzo de las inteligencias. La verdad se halla en el juicio y surge del pensar; esa prerrogativa que nos constituye, a cada uno de nosotros, en imagen y semejanza de Dios.
Atentamente le saluda.
Adolfo Paúl Latorre
Abogado y Magíster en Ciencia Política
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