Discurso del General Director Bruno Villalobos Krumm
Celebrar 90 años sin duda obliga a revisar lo vivido. Es el momento de hacer una reflexión profunda y orgullosa del aporte que hemos realizado a Chile y sus ciudadanos en el combate y prevención del delito.
Pero también, estos 90 años, nos exigen poner la mirada en aquellos momentos en los que miembros de nuestra Institución, no han estado a la altura de su juramento. Lo exige, precisamente, la trayectoria y el futuro de una de las Instituciones más importantes para la convivencia nacional.
Es por esto que, al natural orgullo y la enorme alegría, debemos sumar con claridad, el dolor y la rabia que sentimos como Carabineros de Chile, en aquellos momentos duros, en que personal que ha pertenecido a nuestra Institución, ha traicionado a Chile, a su Institución y a sus ciudadanos.
Quiero decirlo con claridad: esos elementos nos dan vergüenza. Han manchado nuestro uniforme y las miradas de los ciudadanos, ahora están puestas sobre nosotros. Por esto, por todo lo ocurrido, y como máxima autoridad de la institución, pido perdón a todos los chilenos y en especial a los verdaderos carabineros.
Pero con la misma claridad, y con voz orgullosa y firme puedo decir que nada, ni nadie, puede impedir que Carabineros de Chile celebre legítimamente estos 90 años de sacrificio y entrega a Chile y su gente.
Chile, sus ciudadanos y los más de 58 mil hombres y mujeres que entregan su vida combatiendo a los delincuentes, pueden sentirse orgullosos de esta noble Institución de la República, que ha hecho del servicio a la comunidad su razón de ser. Y no podemos permitir que un puñado de traidores nos arrebate ese derecho a celebrar estos 90 años.
Es con esa tranquilidad y orgullo que, en esta hermosa mañana de abril, podemos decir que los carabineros estamos muy contentos, y no es para menos; estamos celebrando 90 años de vida. Nueve décadas viviendo junto a Chile y los chilenos que nos han visto crecer, cuidando sus barrios, sus familias, sus casas. Poniendo lo mejor de nosotros para que la vida de cada uno de nuestros compatriotas sea más segura, y así ellos puedan trabajar, crecer, desarrollarse y realizar sus sueños.
Celebramos sabiendo que los chilenos nos quieren y nos respetan, nos aprecian y tienen confianza en nosotros.
Nos hemos ganado con trabajo y mucho esfuerzo estas muestras de cariño y de cercanía. Estamos orgullosos y agradecidos por esto, ya que hemos logrado esta amistad cívica con cada chilena y chileno, con esfuerzo, gracias al trabajo cotidiano que hacemos en todo el territorio, por más apartada que sea la localidad.
Siempre con el sereno objetivo de ser garantes del orden y la seguridad pública, así como protectores de nuestros conciudadanos, persiguiendo al delito y a sus autores.
Esta tarea la asumimos con humildad pero con entera conciencia de que es fundamental para que en nuestro país vivamos la plena gobernabilidad democrática, impere en plenitud el Estado de Derecho, y todos podamos aspirar al progreso social y económico que nos merecemos, al mismo tiempo que construimos una sociedad en paz junto a nuestros familiares y amigos. Por esta razón, sentimos que nuestra fiesta es la fiesta de todo Chile. Por eso están invitados todos aquellos que aportan al desarrollo y bien común de nuestra sociedad, a festejar con nosotros.
Los carabineros estamos felices y orgullosos y en cada cuartel o repartición institucional, en este 27 de abril, nos saludaremos y reconoceremos a través de una mirada, un abrazo, un gesto sereno y alegre. Es por eso que de todo corazón quiero desearles un muy Feliz cumpleaños institucional a cada uno de los más de 58 mil carabineros y carabineras que a lo largo del país, cumplen su deber cotidianamente, con dedicación y esfuerzo.
Un afectuoso saludo y un gran abrazo de este General Director para ustedes, sus familias y también para todos aquellos que alguna vez vistieron este noble uniforme y se siguen sintiendo tan carabineros como siempre.
Cumplir 90 años de vida, significa para una institución, alcanzar la madurez y la templanza. Así entonces, podemos enfrentar nuestras tareas y obligaciones, por más complejas y difíciles que sean, con valor, un alto compromiso personal, principios éticos profundos, exigente formación profesional y un marco legal y condiciones de trabajo adecuadas, que nos permiten entregar respuestas oportunas, efectivas y proporcionales a cada persona que requiera de nuestro auxilio y protección.
Los delincuentes recrean sofisticados métodos para cometer sus ilícitos y delitos contra las personas……..
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