Paula Walker Cárdenas – El Mercurio, Columnistas, 25/11/2024
La incertidumbre en los resultados de estas elecciones es la tónica de los últimos procesos electorales que hemos tenido en el país. La segunda vuelta de gobernadores, en 11 regiones de Chile, pone en una encrucijada a la candidata de la derecha, Evelyn Matthei.
Las derechas, desde Evópoli hasta Republicanos, pasando por los partidos Social Cristiano, Renovación Nacional y la UDI, plantearon que esta votación sería un plebiscito a la gestión del gobierno de Gabriel Boric. Sin embargo, los resultados complejizan el escenario electoral presidencial, pues la votación regional no ha sido la paliza para la centroizquierda largamente anunciada.
“Las derechas, desde Evópoli hasta Republicanos, pasando por los partidos Social Cristiano, Renovación Nacional y la UDI, plantearon que esta votación sería un plebiscito a la gestión del gobierno de Gabriel Boric. Sin embargo, los resultados complejizan el escenario electoral presidencial, pues la votación regional no ha sido la paliza para la centroizquierda largamente anunciada”. |
El candidato presidencial de Republicanos, José Antonio Kast, adelantándose a los resultados, dijo que “las realidades regionales son distintas a la realidad nacional… No necesariamente la gente identifica al gobierno municipal o regional con el Gobierno”.
La batalla de la Región Metropolitana sepultó la idea de que la derecha ganaría la gobernación. Claudio Orrego se impuso con dos millones 500 mil votos y Francisco Orrego obtuvo dos millones 55 mil, en un universo de 99,95% de mesas escrutadas. La ilusión de la derecha de rodear a La Moneda desde el municipio de Santiago y la gobernación metropolitana fracasó.
¿Quién perdió en esta elección? A primera vista dos candidatos de la “vieja política” o de la política nacional, con menos arraigo en la región y sobreideologizados: Alejandro Navarro y María José Hoffmann.
El primero obtuvo un 27 %, y la segunda, un 37 %. El resto de las candidaturas a gobernadores estuvo por sobre el 45 %. Las regiones votan por personas de sus territorios, que ven trabajando por los problemas de sus localidades, con aspiraciones de representación local y que no nacionalicen las discusiones.
De las 16 regiones en Chile, 10 tendrán gobernadores que se pueden relacionar con la centroizquierda y 6 con la centroderecha. Ninguna mujer será gobernadora en Chile, las cuatro candidatas que postularon en la segunda vuelta fueron derrotadas.
¿Quién ganó en estas elecciones? Primero las regiones, que pueden elegir democráticamente a sus representantes. Segundo, ganó la moderación, el diálogo.
El candidato de la Región Metropolitana Francisco Orrego creó su candidatura polarizando y extremando los argumentos. Insultando. Y eso les gustó a las personas de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, que lo apoyaron masivamente. El resto de las comunas urbanas, hasta Providencia que es bastión de la UDI, eligió a un candidato transversal y con experiencia como Claudio Orrego.
El camino para Orrego también será una encrucijada. Si bien ha ganado, tendrá que decidir si sigue como gobernador o es el candidato presidencial que están buscando. En su discurso de triunfo destacó que su candidatura fue transversal. Que no le importa quién es el alcalde o alcaldesa, de qué partido, porque él trabaja con todos. Que gobernar es hacer obras concretas, y que en vez de hablar tanto va a escuchar más.
Si es cierto lo que dice, y al cabo de un tiempo se puede comprobar, se erigirá en un tipo de liderazgo de centro disponible y ansioso por cruzar los puentes con sus adversarios políticos y tendrá que decidir si deja la gobernación para ser candidato nacional, o permanece fiel a sus electores capitalinos.
Y entonces ¿quién capitalizaría esas 11 regiones que no son de derecha? Esa es la gran pregunta para resolver: tienen 11 regiones, pero ninguna candidatura.