PUTIN PROMETE “EXPULSAR AL ENEMIGO DE
RUSIA”MIENTRAS LA INCURSIÓN
TRANSFRONTERIZA DE UCRANIA SE EXPANDE
La Tercera, Mundo, 12/08/2024
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, señaló este lunes que el mayor ataque de Ucrania contra territorio ruso desde el inicio de la guerra tenía como objetivo mejorar la posición negociadora de Kiev antes de posibles conversaciones de paz y frenar el avance de las fuerzas rusas.
Las fuerzas ucranianas irrumpieron en la frontera rusa el martes pasado, arrasando algunas partes occidentales de la región rusa de Kursk, un ataque sorpresa que dejó al descubierto la debilidad de las defensas fronterizas rusas en la zona, según la agencia Reuters.
Este lunes, a casi una semana del ataque, el gobernador interino de Kursk, Alexei Smirnov, informó a Putin que 28 asentamientos de la región de Kursk estaban “bajo control del enemigo”.
El líder del Kremlin señaló que el mayor ataque ucraniano contra territorio ruso desde el inicio de la guerra tenía como objetivo mejorar la posición negociadora de Kiev antes de posibles conversaciones de paz y frenar el avance de las fuerzas rusas. |
El gobernador interino de la región también declaró el estado de emergencia y describió la situación como “muy difícil”. La declaración de Smirnov es el primer comentario oficial de cualquiera de las partes sobre el estado del control territorial en la región, de acuerdo con el diario The Kyiv Independent.
Alrededor de 1.000 kilómetros cuadrados en Rusia están bajo el control de las Fuerzas Armadas de Ucrania, según el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Oleksandr Syrskyi, quien informó que las fuerzas ucranianas llevan a cabo una operación ofensiva en el territorio de la región de Kursk, en Rusia.
“Hasta el momento, se han tomado bajo control unos 1.000 kilómetros cuadrados del territorio ruso… La situación está bajo nuestro control”, afirmó este lunes, de acuerdo con el diario ruso Pravda.
El presidente Putin, en sus declaraciones públicas más detalladas hasta la fecha sobre la incursión, dijo que Ucrania “con la ayuda de sus amos occidentales” estaba tratando de mejorar su posición antes de posibles conversaciones.
Se preguntó qué negociaciones podrían darse con un enemigo al que acusó de disparar indiscriminadamente contra civiles e instalaciones nucleares rusas. “La principal tarea del Ministerio de Defensa, por supuesto, es expulsar al enemigo de nuestros territorios”, dijo Putin, añadiendo que las fuerzas rusas estaban acelerando su avance.
En dos años y medio de guerra, la ofensiva se trató de una incursión ucraniana sin precedentes en Rusia. Aunque, el liderazgo de Ucrania ahora enfrenta el dilema de si perseguir mayores ganancias justifica el despliegue de más tropas y equipo militar, recursos que son urgentemente necesarios en el frente oriental, donde las fuerzas de Kiev combaten para frenar los avances rusos.
Putin dijo en la reunión del Kremlin que se trataba de “otra gran provocación” por parte de Kiev. La magnitud del ataque fue, sobre todo, humillante para un Estado ruso que se enorgullece de proteger a la patria, de acuerdo con CNN. Ello, porque si bien inicialmente el ataque fue considerado como otra incursión en Rusia, similar a las operaciones ucranianas anteriores de mayo de 2023 y marzo de 2024, “ha quedado claro que se trata de algo ligeramente diferente, en particular en el uso de fuerzas terrestres ucranianas convencionales”, según un análisis de The Kyiv Post.
Además de las victorias tácticas en el campo de batalla, Ucrania ha demostrado audacia y habilidad al planificar y ejecutar en secreto una operación ofensiva compleja, según The Wall Street Journal. “Este asalto ha cambiado por completo la narrativa estratégica”, comentó John Nagl, teniente coronel retirado del Ejército estadounidense y profesor de combate en la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos, a dicho periódico.
La incursión no solamente ha devorado rápidamente territorio, sino que ha avergonzado al presidente Putin y ha levantado la moral ucraniana después de un año de guerra transcurrido en gran parte en sangrientas batallas defensivas, analiza el Journal.
Tanto es así, que en un video difundido por el Kremlin el miércoles pasado, posterior al ataque en Kursk, se ve al presidente Putin mirando con frialdad y desesperado al comandante en jefe del Ejército ruso, el general Valeri Gerasimov.
El video mostraba que el presidente ruso no estaba contento con las noticias que llegan de la región meridional de Kursk, según un análisis de CNN.
George Barros, del Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, explicó a CNN que los ucranianos “lograron una operación sorpresa contra todo pronóstico y actualmente están explotando la falta de preparación de Rusia en sus zonas fronterizas” (la misma táctica funcionó en septiembre de 2022, cuando recuperaron gran parte de la región ocupada de Járkov en una semana).
La magnitud de la incursión quedó más clara este lunes durante una reunión de Putin con funcionarios locales de las regiones fronterizas, así como con algunos de los principales funcionarios de seguridad, gubernamentales y policiales de Rusia.
El jefe interino de la región de Kursk, además indicó que las tropas ucranianas habían logrado avanzar unos 12 kilómetros en el territorio a través de un tramo de 40 kilómetros de ancho de la frontera.
Smirnov dijo que se había ordenado la evacuación de 180.000 personas y que 121.000 ya se habían marchado. Y Vyacheslav Gladkov, gobernador de la vecina región de Belgorod, en el sur de Rusia, dijo que las personas que viven en el distrito de Krasnoyaruzhsky estaban siendo trasladadas a lugares más seguros.
“Estamos viviendo una mañana preocupante: hay actividades enemigas en la frontera del distrito de Krasnoyaruzhsky. Estoy seguro de que nuestros militares harán todo lo posible para hacer frente a esta amenaza. Pero para proteger la vida y la salud de nuestra gente, estamos empezando a reubicar a las personas que viven en el distrito de Krasnoyaruzhsky en lugares más seguros”, dijo Gladkov en un comunicado publicado en su canal oficial de Telegram.
Unos 11.000 habitantes del distrito de Krasnoyaruzhsky fueron evacuados, informó más tarde el jefe de la administración del distrito, Andrey Miskov. “Es un golpe para Putin”, dijo un oficial ucraniano que lucha en la zona oriental de Chasiv Yar, al Journal. “Por supuesto que me gusta ver que atacamos su columna. Si continúa así durante días, diré que fue muy útil”, añadió.
Ahora, la siguiente fase de la incursión en Kursk dependerá de las reservas que tenga disponibles cada bando y de cómo las despliegue, según dijo al Journal Franz-Stefan Gady, un analista militar con sede en Viena.
Ucrania necesitará desplegar más personal y recursos militares para mantener el impulso, mientras que Rusia querrá contraatacar rápidamente y utilizar su potencia de fuego superior, incluidas enormes bombas planeadoras, si se desarrolla una línea de frente estática.
Un aporte del director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel
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