Rusia desafía a la OTAN. Enfoques Internacionales (El Mercurio, Editorial, 17/01/2022)—El arte de la Palabra por Carlos Peña (El Mercurio, Editorial, 16/01/2022)
Una semana de intensas reuniones diplomáticas entre Occidente y Moscú dejó a sus protagonistas decepcionados por el poco avance de las negociaciones. —— “Enrique Lihn definió la política como un dilema ‘entre el silencio y la cháchara’. Es lo que, con gran talento, ejecutó en su discurso Gabriel Boric quien, en su presentación en la Enade, comenzó citando al poeta y ¡emocionando a algunos de los asistentes!”.
Rusia desafía a la OTAN.
No se esperaban acuerdos, pero había expectativas de que al menos se iniciara un proceso de diálogo para desescalar las tensiones en Europa, provocadas por la amenaza militar de Rusia a Ucrania. Sin embargo, Moscú mostró no estar dispuesto a establecer un cronograma. “No veo razones para volver a empezar las mismas discusiones”, dijo el representante del Kremlin.
Una semana de intensas reuniones diplomáticas entre Occidente y Moscú dejó a sus protagonistas decepcionados por el poco avance de las negociaciones |
Para Moscú, es Rusia la que se ve amenazada por una OTAN que avanza hasta sus fronteras. Por eso insistió en sus demandas a Estados Unidos y Europa. Los aliados rechazaron un compromiso que les impidiera la defensa integral de los miembros o la expansión de la alianza atlántica.
Por ahora, sigue siendo urgente frenar una invasión a Ucrania, porque la paz en Europa está en riesgo.
Petróleo y corrupción en Venezuela.
Caracas celebra un incremento en la producción de bencina a niveles que no se veían en años. Gracias a sus acuerdos con Irán, el gobierno pudo recuperar algo de la capacidad de la petrolera estatal, para cubrir en parte las demandas de una población asfixiada por la escasez de combustible, alimentos e insumos básicos.
El régimen de Nicolás Maduro depende ahora de que los ayatolás sigan apuntalando las actividades de Petróleos de Venezuela, PDVSA, y así paliar en parte la profunda crisis que vive la otrora líder de las petroleras latinoamericanas. Años de administración ineficiente y politizada, con fallas de mantenimiento, nula inversión en equipos e instalaciones, pero, sobre todo, un manejo descaradamente corrupto, encuentran a la compañía en su peor momento.
Los iraníes aprovisionan de elementos fundamentales para elevar la producción petrolera en Venezuela |
Saltándose todas las sanciones internacionales, los iraníes los aprovisionan de elementos fundamentales para elevar la producción, tanto para consumo interno como para exportar. Hace unos meses firmaron un convenio de intercambio, entre otras cosas, de condensados para diluir el crudo pesado venezolano y recibir a cambio petróleo apto para ser refinado. Teherán ha ayudado también a reparar y reemplazar equipos dañados y obsoletos que nunca fueron renovados, por las ineficientes administraciones de la compañía.
De los 3,5 millones de barriles diarios que producía PDVSA en sus mejores momentos, a fines de la década de 1990, en marzo de 2021 apenas llegó a 400 mil, y se recuperó en noviembre a 625 mil barriles diarios, lo que para un país que depende de esas exportaciones para su supervivencia es un drama, reflejado en la profunda crisis económica y social que padecen los venezolanos.
Montos siderales.
La principal razón de esta decadencia es la corrupción, con funcionarios que han saqueado las arcas de la empresa estatal por años.
Según la ONG Transparencia Venezuela, al menos 92 casos de corrupción se habían detectado hasta 2020, por unos 42.321 millones de dólares.
La falta de fiscalización, la discrecionalidad del gobierno, las fallas en los mecanismos de rendición de cuentas y la sensación de impunidad han permitido que sucesivos altos funcionarios chavistas utilicen los recursos de PDVSA para sus propios intereses o sean testaferros de los más altos cargos venezolanos, incluido Nicolás Maduro, según fiscales que investigan diversos casos.
Hay decenas de juicios en curso tanto en Venezuela, como en Estados Unidos, España, Portugal, Andorra, Suiza, El Salvador, Ecuador, Haití, Colombia y Argentina, donde los acusados son principalmente exgerentes o altos funcionarios, exmilitares, familiares de personeros del régimen o empresarios afines al chavismo que cobraban millonarias comisiones a empresas que querían hacer contratos con la estatal.
Corrupción en la empresa PDVSA hace fracasar el modelo de empresa estatal petrolera |
Incluso están procesados en España, por lavado de dinero, un exguardaespaldas de Hugo Chávez y su mujer, que fue su enfermera, pero que terminó siendo la directora del Fondo de Desarrollo Nacional, un organismo que recibía los excedentes del precio del petróleo para supuestamente destinarlos a proyectos, muchos nunca realizados.
Según un antiguo director de PDVSA, el modelo de empresa estatal petrolera fracasó porque se politizó y se nombraron ejecutivos y funcionarios cercanos al régimen. Uno de los responsables es Rafael Ramírez, quien fuera su presidente y ministro de Energía por 12 años. Fue cesado y acusado de corrupción en 2017; en su gestión se habrían cometido irregularidades por más de 11 mil millones de dólares.
Las malas prácticas no se acabaron tras la salida de Ramírez; simplemente, otros tomaron el relevo. Así, PDVSA ha seguido por años siendo la caja pagadora de la corrupción, desfondando sus arcas.
En los juicios se ha demostrado que, además de las enormes comisiones cobradas por funcionarios, otra manera de extraer platas de PDVSA utilizada por varios de los procesados era otorgándoles créditos en moneda nacional y cobrándolos en dólares a precios preferenciales.
Dado el control de cambios existente en Venezuela, las ganancias obtenidas eran enormes e iban directo a depósitos en el exterior, según han demostrado la justicia norteamericana, suiza, española y de Andorra, que siguen casos de lavado de dinero.
Veinte años después de que Chávez llegara al gobierno, prometiendo terminar con la corrupción, el caso de PDVSA es un ejemplo de los abusos que puede cometer un régimen populista sin contrapesos reales.
Imagen: CNN Brasil
ENFOQUES INTERNACIONALES:
El Mercurio, Editorial, 17/01/2022
EL ARTE DE LA PALABRA
Carlos Peña
El Mercurio, Editorial, 16/01/2022
Si se atiende a las reacciones que suscitó su discurso en la Enade —y se pone a un lado esa tontería de creer que los mercados se ponen nerviosos o, en cambio, se tranquilizan, como si tuvieran alma—, no cabe duda de que el Presidente electo mostró talento.
Con frecuencia la impresión que las personas nos causan es el resultado inverso de la expectativa que teníamos respecto de ellas. Si usted cree que alguien se comportará de manera desagradable o agresiva, entonces la más mínima cortesía de su parte le parecerá un gesto de hermandad. Si usted piensa que alguien es su enemigo, entonces cuando él le extienda la mano usted pensará que se trata de San Francisco.
Y a la inversa.
Si usted espera que alguien sea amable y comprensivo, la menor discrepancia le parecerá una agresión. No es pues el comportamiento del otro lo que causa estas reacciones, sino su propia expectativa acerca de él. En suma, la manera en que evaluamos el primer encuentro con los otros dice más de uno que de ellos; refleja más los prejuicios que tenemos que los hechos que experimentamos.
Es lo que ocurrió a los asistentes al encuentro de la Enade.
Fue la expectativa que tenían acerca del Presidente electo lo que explica que, luego de oírlo, lo hayan evaluado tan bien. Tan bien que al leer las reacciones que recogió La Segunda este viernes (con fotos incluidas) da vergüenza ajena. Pero ¿qué esperaban los asistentes a esa reunión? ¿Que el Presidente electo los agrediera, los insultara, dijera que los equilibrios fiscales no importan, que los acuerdos son cosa del pasado, que hay que derogar el mercado y cosas así? Parece que sí, porque de otra forma no se explican las reacciones exageradamente laudatorias que sus palabras suscitaron. La verdad es que el Presidente electo reiteró cosas generales y bien pensantes que están en el ambiente —que la productividad importa, que hay que reducir la incertidumbre, que pertenecemos al mismo país, que hay que cuidar la naturaleza— y no dijo nada, o dijo muy poco, acerca de las políticas que llevará adelante y los costos que ello supondrá a la hora de ejecutarlas.
Y (si descontamos que en democracia los modales son el deber básico en la interacción) aquello último es lo verdaderamente importante a la hora del manejo del Estado.
Pero no, los asistentes a la Enade de pronto se vieron anestesiados con el poema de Lihn y los buenos modales del Presidente electo, mostrando así no lo bien que lo hizo Boric, sino lo mal que ellos pensaban acerca de él.
Solo cabe esperar que el Presidente electo no padezca el mismo fenómeno que la audiencia de Enade: que por esperar que lo abuchearan encuentre que quienes estaban allí (los asistentes, por favor, no los mercados) eran, después de todo, gente razonable dispuesta a cooperar con su gobierno y aplaudir lo que haga o decida hacer siempre que lo haga con buenos modales.
Todas esas reacciones positivas (motivadas como ya se dijo por las expectativas más que por otra cosa) están muy bien, desde luego, como muestra de ánimo cooperativo; pero se entendería poco de lo que está ocurriendo en Chile si se olvida lo obvio y que el propio Presidente Boric ha hecho explícito: él ha dicho que no existe tal cosa como un Boric I y un Boric II, puesto que él, subrayó, mantiene sus convicciones.
Y ese es el punto.
Una cosa es el diagnóstico que el Presidente electo tiene del Chile contemporáneo y el horizonte de transformaciones a que aspira, y otra distinta son las limitaciones del entorno, limitaciones políticas y económicas, de las que solo un tonto (y el Presidente no lo es en modo alguno) podría hacer caso omiso. De donde se sigue que las palabras del Presidente electo ante la Enade equivalen a hacer de la necesidad una virtud: presentar las restricciones a que obliga el entorno, como decisiones voluntarias o cambios en el propio punto de vista.
Como se recordó, el Presidente Boric comenzó con una cita de Lihn que emocionó hasta el temblor a algunos de los asistentes. Pues bien, y para que se enteren, entre las otras cosas que Lihn escribió se encuentra una novela sobre la manera en que en Latinoamérica se hace política. El narrador de esa novela dice que tiene que escoger “entre el silencio y la cháchara” y opta por una mezcla de los dos.
El Presidente Boric hizo algo parecido; aunque con mucho más talento.
Y los asistentes a la Enade, mientras, conmovidos, se enjugaban las lágrimas, debieran enterarse de que la novela de Lihn, que retrata las idas y venidas de la política que Boric ejecutó, se titula “El arte de la palabra”.
Un aporte del Director de la revista UNOFAR. Antonio Varas C.