. ¿Votar o no votar? por Enrique Cordovez Pérez, Capitán de Navío. Repunte de los partidos tradicionales (El Mercurio, editorial 30/06/2021)
Las opiniones vertidas en esta columna, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión.
Si quieres rebelarte frente al mar de las desdichas no ganas nada al compartir temores en redes sociales. Es mejor destinar esa energía en apoyar al mejor de los candidatos de un pacto favorable. Y si no votas, después no te quejes.

HAMLET: “¿Qué debe más dignamente optar el alma noble entre sufrir de la fortuna impía el porfiador rigor, o rebelarse contra un mar de desdichas, y afrontándolo desaparecer con ellas?” ( 1)
Hay quienes se resignan a sufrir el rigor de la adversidad y otros que optan por rebelarse con la admirable tenacidad de los salmones. Entre los primeras está la mayoría de los chilenos que se abstiene de sufragar, pese a que en una democracia esta es la manera de evitar el sufrimiento de una fortuna impía.
El mar de desdichas causadas en Chile por movimientos que han legitimado la violencia, desde el estallido delictual del 18 de octubre de 2019, debería motivar, no sólo el rechazo de quienes reclaman su natural anhelo de vivir en paz, sino que la capacidad de recolectar votos para preservar el Estado de Derecho.
En la antigua Grecia el derecho a voto sólo podía ser ejercido por varones adultos que hubiesen terminado su entrenamiento militar. En Roma se circunscribía a los patricios y plebeyos, para elegir los magistrados, y en el circo la multitud podía votar, con el pulgar hacia abajo, para dar muerte al gladiador derrotado.
Tuvieron que transcurrir 14 siglos de imperios y monarquías para que en América se restauraran los regímenes democráticos. Primero con la creación de los Estados Unidos de Norteamérica y, mediante Juntas de Gobierno, en lo que hoy son los estados de México, Argentina, Ecuador y Chile. Dos fechas notables: El Congreso de Filadelfia (1776) el Congreso Nacional (1811), ambas un 4 de julio.
Abolida la esclavitud en Chile en 1823 y tras posteriores reformas constitucionales que eliminaron restricciones de edad, sexo, condición y algunos vicios electorales, en nuestro país hoy pueden votar todos los chilenos mayores de 18 años, hombres o mujeres, originarios o migrantes, incluso pueden hacerlo en el extranjero. Aun así, prima la abstención.
¿Por qué no votan los chilenos? Un estudio postula varias razones: Las personas sienten que no le llegaron los beneficios de la democracia, los procesos de participación no los toman realmente en cuenta, prefieren los líderes mediáticos a los políticos y estarían dispuestas a votar sólo si obtienen algo a cambio ( 2 ).
Puede que el desencanto con los “señores políticos” sea de larga data o más reciente porque la “alegría no llegó”. Lo cierto es que la democracia anduvo a trastabillones durante el siglo pasado y en este no ha caminado mucho mejor. Tuvimos una estabilidad binominal de 25 años, pero eso ya es cosa del pasado.}
Una pista para explicar la abstención nos la da el alcalde de la Pérgola de las Flores, cuando aconseja que “en política y amores decir NO es barbaridad…” Pero, cuando un actor político le dice SI a todo el mundo, nadie sabe lo que piensa ni lo que quiere, y se pierde entonces el frágil vínculo de la confianza.
De la confianza nace el compromiso. La palabra voto en latín significa hacer una promesa solemne, como los votos sacerdotales o los del matrimonio. Expresa la voluntad de una persona, para aprobar o rechazar, y para elegir candidatos.
El domingo 18 de julio se pondrá prueba nuestra voluntad de sufragar por los candidatos presidenciales de los pactos Chile Vamos y Apruebo Dignidad. Una elección que no da cuenta de todo el espectro político, porque es muy probable que haya otros pactos más adelante: uno de derecha y otro de centro izquierda.
Por esta razón algunas personas justifican la decisión de no votar ya que su candidato todavía no ha sido ungido. Pero, como decía un amigo que se cuidaba del colesterol: “Si no hay corvina, como merluza, pero carnes rojas jamás”.
¡Ojo con lo que dicen los medios! Quienes se proclaman ser mayoría representan en las últimas elecciones cada vez menos ciudadanos: un 50% en el plebiscito de octubre de 2020, 43% en las elecciones de abril y 19% en mayo de 2021.
Si quieres rebelarte frente al mar de las desdichas no ganas nada al compartir temores en redes sociales. Es mejor destinar esa energía en apoyar al mejor de los candidatos de un pacto favorable. Y si no votas, después no te quejes.
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1. William Shakespeare, El Soliloquio de Hamlet. Acto III, escena 1, año 1603
2. Estudio de la Escuela de Ciencia Política de la U. Diego Portales, el Núcleo Milenio Desafíos a la Representación y la Consultora Subjetiva. La Tercera, 13 nov 2017
Página Editorial del sitio Web Cosur Chile y de su revista digital “Tres Espadas” Av. Bernardo O’Higgins 1452, piso 3, Santiago. www.cosur.cl y contacto@cosur.cl
Fuente: NOVEDADES COSUR CHILE DE 12 DE JULIO DEL 2021.
Fuente fotografia: https://www.freepik.es/vector-premium/diseno-voto-elecciones-dibujos-animados_2208525.htm
El repunte de los partidos democráticos
En las elecciones regionales de Francia, los partidos tradicionales tuvieron su revancha de la golpiza que les propinara el electorado en 2017. Esta vez, ni Reagrupación Nacional, de Marine Le Pen, ni La Francia en Marcha, del Presidente Emmanuel Macron, obtuvieron los triunfos que necesitaban para desplazar a los viejos conglomerados.
Fueron los gaullistas de Los Republicanos (en siete regiones) y los socialistas unidos a ecologistas y otros partidos menores (en cinco regiones) los que retuvieron los cargos obtenidos en 2015. El buen desempeño en la gestión, una mejor organización política regional y también la capacidad de plantear ideas claras les permitieron a los “viejos” partidos recuperar un lugar relevante en la política francesa.
Si estos comicios se leyeran en clave presidencial, Macron y Le Pen —que lideran las encuestas— tienen varios desafíos que superar para llegar con comodidad a los comicios de abril de 2022.
Para comenzar, el novel partido de Macron demostró no tener suficiente arraigo en las provincias, lo que podría implicar una difícil campaña nacional el próximo año. Pero más complicado para el Presidente es que los republicanos, debido a los buenos resultados, pueden aspirar a presentar su propio candidato, con grandes opciones.
El domingo emergió con fuerza Xavier Bertrand, quien gracias al triunfo en su región se situó como el favorito del partido gaullista, el cual además tiene otras dos cartas posibles: Valerie Pecresse y Laurent Wauquiez.
Marine Le Pen tenía la esperanza de que, con un triunfo en el sur francés, su partido pudiera demostrar que estaba capacitado para gobernar.
Pero la renuncia del candidato Verde, justamente para evitar la victoria del postulante de ultraderecha, deja en evidencia que la resistencia a Reagrupación Nacional sigue fuerte, incluso en un área del país donde su mensaje antiinmigración tiene buena llegada.
Lograron recuperar un lugar relevante en la política francesa.
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Ahora, la hija del fundador del Frente Nacional tendrá que enfrentar a las bases de su partido, que le critican haber suavizado el mensaje xenófobo para ganar más votos, lo que al final no le trajo la compensación esperada. Está por verse si ella se mantiene arriba en las encuestas para llegar en 2022 a una segunda vuelta.
Si bien los socialistas y verdes lograron retener sus cargos, las perspectivas para la competencia del próximo año no se ven tan halagüeñas para ellos. Por ahora, todo indica que la lucha se dará entre representantes de la derecha y centroderecha bien situados.
Por eso se habla de buscar una candidatura unida de la izquierda, la que tendría, sin embargo, que enfrentar a Jean Luc Mélenchon, el candidato de la ultraizquierdista Francia Insumisa, que quedó bien situado en 2017, por lo que no parece dispuesto a negociar con los partidos tradicionales, al menos por ahora.
Con todo, una elección regional no siempre puede proyectarse con rigor a una presidencial, más todavía si la abstención fue tan alta como la del domingo, cuando superó el 60 por ciento. Los candidatos tendrán que reforzar sus mensajes para encantar a una población que, por la pandemia o por el rechazo a los políticos, no se entusiasma por votar.
Fuente: El Mercurio, editorial 30/06/2021
Las opiniones en esta sección son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional