Columna de Opinión

Momento de tomar Partido

Momento de tomar Partido
Cuando se asume un cargo, este viene con obligaciones y derechos. No hay cargos sin responsabilidades, tampoco hay cargos donde uno no deba tomar decisiones. Por eso quien fue nombrado debe asumir que no toda decisión será aplaudida, algunos se verán beneficiados y otros perjudicados.
Momento de tomar Partido
Cuando se asume un cargo, este viene con obligaciones y derechos. No hay cargos sin responsabilidades, tampoco hay cargos donde uno no deba tomar decisiones. Por eso quien fue nombrado debe asumir que no toda decisión será aplaudida, algunos se verán beneficiados y otros perjudicados. Lo importante es que esas decisiones beneficien a quienes lo han nombrado para ese cargo, sean los votantes, sus jefes o los accionistas. En el caso de los políticos, serán las promesas frente a sus electores, el decálogo del partido, y para el caso de las autoridades de gobierno, lo que le impones sus obligaciones que están claramente reglamentadas por leyes de la república, los reglamentos o por la Constitución.
Lo peor que puede pasar es no tomar decisiones, pensando que todo se resolverá por si solo. Eso en la vida real, no pasa. Hay que tomar decisiones para resolver el problema, para ello se necesita capacidad de liderazgo, valentía y convencimiento.
Un líder asustado, no tiene la capacidad para asumir desafíos.
Lo que tanto temíamos hoy pasó. La gente empezó a tomar la ley en sus manos. Habíamos visto algunas represalias por robos, asaltos o ataques a la propiedad o las personas en distintas comunas del país. Eran acciones esporádicas frente a la pasividad de defensa del estado de derecho por quienes tiene la responsabilidad de hacerlo. La gente, se tomaba la justicia en sus manos.
Hoy esto pasó a otra escala, la comunidad se decidió enfrentar a delincuentes en forma organizada, en distintas municipalidades tomadas por activistas que enarbolan la causa mapuche como justificación (no representando a este pueblo), fueron desalojadas por la policía ayudada por ciudadanos comunes y corrientes.
¿Qué pasó, que cambió? Muy simple, la gente se cansó de pedir la intervención de quienes tienen como deber dar seguridad y tranquilidad a los chilenos. Personas comunes y corrientes que se cansaron de ver el abuso de minorías alentadas por consignas -muchas de ellas extranjeras- destruyendo el patrimonio de todos e impidiendo el ejercicio de sus derechos al tomarse localidades municipales que impedían hacer trámites necesarios para su trabajo.
Esto nunca debió haber sucedido si la autoridad local hubiese reaccionado desde el primer minuto pidiendo la intervención de la fuerza pública para sacar de las oficinas municipales a los insurgentes.
Falta de coraje de las autoridades, quienes usan la fuerza deben ser reprimidos con la fuerza del Estado, así es en cualquier parte del mundo. Lastima que hayamos llegado a esto, pero esto es solo el preludio de acciones mayores de gente que se cansó de esperar que alguna autoridad del estado los defienda. Así se llega a una guerra civil, una matanza entre chilenos y de eso ya hemos tenido suficiente en nuestra historia. Debo dejar en claro que esto no es el pueblo mapuche , nuestros ancestros que quieren respeto y trabajar en paz, estoy hablando de los activistas y delincuentes infiltrados en las comunidades mapuches.
Tal como lo he dicho antes, la democracia se defiende con más democracia, con tolerancia, con dialogo. Lo malo es que en democracia hay personas y agrupaciones que no quieren jugar con estas reglas, quieren simplemente obtener lo que buscan usando todo tipo de artimañas, entre otras la violencia, o les haces caso o te enfrentas a un ataque a tu persona, a tu familia o a tu patrimonio que te ha costado mucho trabajo obtener. ¿Por qué se acepta que esta gente siga participando en política? ¿Por qué se permite que llamen a la subversión del orden o de la desobediencia a sus mandos de las FFAA y Carabineros? ¡Por miedo! No por la ¨democracia¨, la libertad de expresión, los derechos de las personas entre otras disculpas. No se puede jugar con las reglas de la democracia con quienes no creen en la democracia.
La tolerancia, el respeto, la búsqueda de amistad cívica son cosas que se tienen siempre que mantener en mente entre los ciudadanos de una república democrática, pero hay que jugar con las reglas de la democracia, el respeto a las instituciones, el acatamiento a las leyes y normas son básicos en un estado de derecho.
En nuestro país lamentablemente se ha perdido el respeto por la autoridad, por las reglas y parece que nos acostumbramos a ello. Ya a nadie le preocupa que se tomen las calles, el uso de barricadas, el uso de bombas molotov, el saqueo etc., mientras no me toque a mí, está todo bien. Esa actitud es la que hay que cambiar. Aquí no hay robos por hambre, son simplemente delincuentes que no quieren trabajar y les sale mejor robar. Para pasar el hambre no se necesita robar televisores ni computadores, tampoco autos de alta gama, eso es delincuencia pura y dura. Lamentablemente Carabineros y la PDI hacen sus mejores esfuerzos, capturan a los delincuentes y los jueces los sueltan, sometidos a un sistema judicial garantista que está más preocupado de los derechos de los delincuentes que de los afectados por los delitos.
Suficiente de diagnósticos como algunos me lo han señalado. Vamos al tratamiento sugerido. Con las personas que compartimos ideas creo que debemos formar un movimiento, un frente, cuyo nombre me da lo mismo, pero que agrupe a personas con ideales comunes.
No hablo de formar un partido porque este requiere meternos en política partidista, cosa que hemos descartado ya que hay una diferencia en trabajar para buscar candidatos y apoyar a un determinado partido, que someterse a la ideología de un partido ciegamente. Mi idea es agrupar a gente, definir unas tablas de la ley muy simples y generales, buscar personas honorables que sigan estos principios y apoyar a nuestros candidatos. A uno o los partidos que nos dieran garantías de apoyo a esta gente. Para eso estamos trabajando con otras personas que compartan estas ideas y formen este frente y el ideario que nos orientará. Todos son bienvenidos, civiles, militares y todas aquellas personas de bien, que están aburridas de ser pisoteados o ninguneadas por gente que cree que la política es sacar provecho de ella y esquilmar al país.
Llamo a los hombres y mujeres de mi país, a los jóvenes, a los jubilados y a todo quienes tengan derecho a voto, a unirse a este movimiento que le iré detallando a través de estas notas, para buscar a quienes mejor nos representen para impedir que nuestro país caiga en el caos y el desorden.
La primera idea común que quiero destacar en esta oportunidad es que me sumaré al Rechazo para la nueva Constitución que se votará en el mes de octubre. No quiero que mi país caiga en manos de canallas que buscan la destrucción de mi patria.
Ricardo Ortega Perrier

Columna de Opinión

LA COHESIÓN EN LAS INSTITUCIONES DE LA DEFENSA Y DE ORDEN DE CHILE : EL CUERPO SOCIAL INSTITUCIONAL

LA COHESIÓN EN LAS INSTITUCIONES DE LA DEFENSA Y DE ORDEN DE CHILE : EL CUERPO SOCIAL INSTITUCIONAL
Con frecuencia se menciona la existencia de una “familia militar” o en forma más específica, la “familia naval”. ¿De dónde surge este concepto? ¿Cuál es su origen y fundamento? El presente documento pretende dar respuesta a esas preguntas, o al menos sentar las bases para una discusión que busque las motivaciones y la real existencia de un “cuerpo social” en las instituciones de la defensa y de orden, que reúna a quienes se identifican con el concepto.
LA COHESIÓN EN LAS INSTITUCIONES DE LA DEFENSA Y DE ORDEN DE CHILE
 
EL CUERPO SOCIAL INSTITUCIONAL
 
Daniel Arellano Walbaum
Contraalmirante (R)
Magister en Etnopsicología PUCV
 
Introducción
Con frecuencia se menciona la existencia de una “familia militar” o en forma más específica, la “familia naval”. ¿De dónde surge este concepto? ¿Cuál es su origen y fundamento?
El presente documento pretende dar respuesta a esas preguntas, o al menos sentar las bases para una discusión que busque las motivaciones y la real existencia de un “cuerpo social” en las instituciones de la defensa y de orden, que reúna a quienes se identifican con el concepto.
Desde un principio, dejo claramente establecido que personalmente creo en la existencia de un cuerpo social que une individualmente a cada una de las instituciones a las que se hace referencia, y otro de mayor alcance que cobija a todas ellas.
El sentido de pertenencia
Antes de entrar en materia, es útil tener presente algunas definiciones, conceptos y situaciones que son propios al tema que nos preocupa, destacando en primer lugar el sentido de pertenencia, que es el sentimiento de vinculación o dependencia que experimenta un miembro de un grupo social. Este sentimiento tiende a fortalecerse cuando el grupo es amenazado o atacado, incrementando su cohesión.
Los ataques a las Instituciones
En los últimos años, los permanentes ataques que han recibido las FFAA y de Orden por parte de diversos estamentos, en particular mediante algunos medios de comunicación, han provocado la cohesión de ciertos círculos de personal de las FFAA y de Orden en retiro.
Razones para estos ataques son de variada índole, muchos de ellos generalizando situaciones puntuales y cuyas motivaciones provienen desde el ámbito político partidista. Agresiones e insultos a la Fuerza Pública, escarnio mediático de temas sexuales personales, malversación de fondos, etc., son utilizados para desprestigiar a las Instituciones ante la ciudadanía, sin dejar de mencionar la absoluta indiferencia de los gobiernos de las últimas décadas, que han menoscabado la autoridad de las Policías y limitado (y quitado, en un principio) a las Fuerzas Armadas su participación en actividades de bien y orden público.
Surge la pregunta: ¿a qué se debe esa actitud de los últimos gobiernos?
Sin duda una posible primera respuesta es el complejo del estamento político partidista que no fue capaz de efectuar la labor realizada por del Gobierno Civil Militar, que en 17 años sentó las bases del Chile del siglo 21, transformando a la Nación y dotándola de un proyecto país que le permitiría salir del subdesarrollo.
Es el mismo estamento político partidista que se niega a aceptar que fueron ellos quienes generaron las condiciones de caos interno que llevó a la FFAA y Carabineros a asumir el control del país en un escenario de guerra interna contra fuerzas irregulares, con todo lo que ese tipo acción significa. Pero al margen de esa discusión, es importante tener siempre presente que las FFAA y de Orden son y han sido referentes históricos para la formación de la identidad chilena.
Podemos plantear que hay una suerte de pugna entre las FFAA y de Orden y algunos estamentos públicos, como son el Gobierno, los Tribunales de Justicia, los Partidos políticos y otros que mencionaremos en nuestro análisis, recurriendo a encuestas de opinión.
La evidencia de las encuestas
En la encuesta CEP de mayo de 2017, en lo que dice relación con el índice de confianza ciudadana, las FFAA, PDI y Carabineros ocupan los tres primeros lugares de preferencia, mientras que los Tribunales de Justicia, Gobierno, Congreso y Partidos Políticos, ocupan los 4 últimos lugares. En la misma encuesta, en lo referido a la corrupción en 11 Instituciones, la PDI figura como la menos corrupta, seguida de las FFAA. Carabineros ocupa el 5º lugar, indicando como los más corruptos a los Tribunales de Justicia (8º), al Gobierno (9º). Congreso (10º) y en el último lugar a los Partidos Políticos (11º).
En la encuesta CADEM de mayo de 2018, en la evaluación del desempeño de 23 Instituciones, la PDI ocupa el 2º lugar, la Fuerza Aérea el 3º y la Armada y Ejército el 4º y 6º respectivamente; Carabineros ocupa el lugar 13º mientras que Chile Vamos (Gobierno) se sitúa en el lugar 16º; Fiscalía en el 17º y en los dos últimos lugares, el Congreso (22º) y los Tribunales de Justicia (23º).
          Por último, nuevamente recurriendo a la encuesta CADEM de marzo de 2019, ante una consulta relacionada con la gestión de 8 instituciones y personas en emergencias en el norte y sur del país, Carabineros y las Fuerzas Armadas ocupan el 2º y 3er lugar, mientras que el Ministerio del Interior (Gobierno) ocupa el 7º.
          De la evidencia reflejada en las encuestas mencionadas, definitivamente algo “no cuadra”.
Mientras las Fuerzas Armadas, Carabineros y la PDI son mayoritariamente bien evaluadas y consideradas por la ciudadanía, resulta curioso, por decir lo menos, constatar el permanente ataque a las Fuerzas Armadas y de Orden en los medios de comunicación, las limitaciones que han impuesto los últimos gobiernos a la autoridad de la Fuerza Pública y la indolencia y pasividad de los dirigentes políticos ante la violencia terrorista que se ha desatado en algunas regiones del país y la delincuencia.
La confianza ciudadana en las Instituciones
          Como una primera conclusión, pese a los sistemáticos ataques a las FFAA y de Orden en las últimas décadas, y los problemas de probidad que se han detectado, el pueblo chileno mantiene su confianza en ellas. Esta es una realidad que no ha querido ser reconocida por algunos estamentos civiles, y que definitivamente no ha sido difundida y explotada por las Instituciones de la Defensa y de Orden.
El conflicto artificial
          ¿Qué situación están viviendo las FFAA y de Orden?
Un grupo bastante limitado de un sector de intelectuales, políticos y jueces crearon un conflicto contra las FFAA y de Orden y mantienen, artificialmente, una pugna entre civiles y militares que la han “generalizado” haciéndola, ficticiamente, extensiva a toda la ciudadanía. Es importante destacar que este conflicto no es recíproco, lo que explicaría el hecho que las Instituciones atacadas no han reconocido plenamente su existencia.
La mente humana. El inconsciente colectivo.
          Hay un amplio consenso en que la mente humana posee una parte consciente y una inconsciente. Sin entrar en detalles y recurriendo al modelo de Karl Jung, la parte inconsciente de nuestra mente contiene la memoria evolutiva, las pulsiones o instintos, las emociones y las memorias genética, transgeneracional y cultural.
La parte inconsciente o irracional constituye un alto porcentaje de nuestra mente, siempre está presente y se manifiesta, y no se puede controlar racionalmente. Esta parte inconsciente de nuestra mente tiene a su vez una componente individual y una colectiva.
La parte colectiva es la que nos interesa destacar y corresponde a aquellos registros y conocimientos que compartimos como seres humanos. Eso es el inconsciente colectivo, definido como “una percepción formada por vivencias acumuladas en el devenir de una comunidad, que inconscientemente es transmitida de generación en generación”.
Hay un inconsciente colectivo mundial, nacional, comunitario, familiar, etc., y como característica propia, el inconsciente no es posible de manipular o cambiar por medios físicos o construcciones culturales humanas (creaciones del hombre).
En resumen, es una forma de ser, una forma de actuar, que se expresa, se practica y a la que se es leal. (Y generalmente los miembros próximos de la familia también).
Habiendo definido el sentido de pertenencia, mencionado los continuos ataques a las Instituciones, mostrado la evidencia de los resultados de encuestas en lo que dice relación con la confianza y desempeño de las instituciones, enunciado las existencia de un conflicto ficticio y presentado el concepto del inconsciente colectivo, a continuación se desarrollará cómo este concepto se puede transformar en una herramienta para enfrentar la adversidad que afecta a las Instituciones.
La identidad institucional
La identidad institucional está conformada por el inconsciente colectivo humano, el nacional y el institucional. Como ejemplo de algunos componentes que formaron el inconsciente colectivo nacional, se puede mencionar como hito fundacional de la identidad chilena a las guerras de la Independencia; como hitos fundacionales primarios, la batalla de Chacabuco, la batalla de Yungay, el holocausto de Prat en Iquique durante la Guerra del Pacífico, la Guerra Civil de 1891, el terremoto de 1960 y la intervención militar de 1973. Hitos secundarios serían, por ejemplo, la crisis del salitre y la campaña de 1978.
          El inconsciente colectivo institucional se ha formado a lo largo del devenir de cada Institución y es la consecuencia de la práctica, entre otras manifestaciones, de ritos, formas, principios, costumbres, creencias, valores, vivencias, tradiciones, lenguaje, inter relaciones y de su historia específica.
La base común del inconsciente colectivo de las FFAA y de Orden
          En el caso chileno, la base del inconsciente colectivo de todas las instituciones de la Defensa y de Orden es común.
En efecto, recordemos que los primeros oficiales de la Armada provenían del Ejército. Del Ejército surge Carabineros de Chile, y la Fuerza Aérea nace de la fusión de las ramas aéreas del Ejército y Armada. Por último, la PDI tiene su origen en Carabineros de Chile. Por lo anterior, se puede afirmar que el inconsciente colectivo de las instituciones de la Defensa y Orden se ha formado en más de 200 años, agregándose que su presencia ha sido permanente y fundamental para el desarrollo del país.
          Entre las fortalezas de las instituciones de Defensa y Orden, podemos mencionar: la cantidad de personas que han servido y sirven en ellas, la formación e ideales comunes, el ser “transversales en la sociedad” y tener presencia en todo el país; el contar con la confianza de una gran mayoría de nuestros compatriotas; el respeto a nuestras diferencias y la unión en torno al servicio a Chile. El estar en condición de retiro de las FFAA y de Orden no significa, en caso alguno, dejar de contar con el inconsciente colectivo institucional.
De lo anteriormente expuesto, podemos concluir que el inconsciente colectivo institucional es una fuerza cohesionadora de carácter permanente, no modificable y que no es exclusivo al personal que se encuentra en servicio activo, formando parte de quienes sirvieron, sirven y servirán en las instituciones. Además, es útil tener presente que el número de personas que sirvieron en ellas es mayor al que sirve en la actualidad, y que quienes actualmente sirven, en algún momento próximo también pasarán a ser “ex servidores”.
El cuerpo social institucional
          Está formado por las personas cohesionadas por el inconsciente colectivo de una institución determinada.
Se adquirió y formó en el devenir histórico de la institución, reforzándose en las villas y poblaciones fiscales, en el apoyo mutuo entre familias, en las escuelas matrices y de especialidades, en las unidades y reparticiones, en el desempeño profesional, en el aislamiento geográfico, en los vínculos sociales, en la estrechez económica, en la adversidad, en la proyección e historia familiar, en la tragedia y en la condición de retiro.
          Este cuerpo social institucional es parte fundamental de la identidad chilena, constituyendo una referencia para muchos ciudadanos que se identifican con él, ya sea porque temporalmente formaron parte de una institución, o sencillamente porque comparten sus valores y principios.
La necesidad de destacar el cuerpo social institucional
Destacar este cuerpo social ante la comunidad nacional o en el seno de las instituciones, deja en evidencia ante organismos y personas de interés, la existencia de un grupo social cohesionado en torno a motivaciones que no responden a ideologías políticas y menos, de origen foráneo, al mismo tiempo de mantener y fomentar la cohesión entre personal en servicio activo y en retiro.
Adicionalmente, permite recordar al personal en servicio activo que su destino final será el retiro de la institución, y la necesidad de dar y exigir un buen trato al personal ya retirado es decir “hacer escuela”. Ese buen trato será el mismo que recibirá el servidor en servicio activo cuando, inexorablemente, esté en retiro.
A lo expresado en los párrafos precedentes, hay dos evidencias que se pueden agregar: frente a temas conceptuales, de principios y valores, no existen diferencias significativas entre miembros de las instituciones en servicio activo y en retiro, y ante la civilidad, las instituciones uniformadas se presentan como un gran cuerpo cohesionado y no hacen distinción entre la condición de activos o retirados.
La realidad de las organizaciones de personal en retiro
          Existe un gran número de organizaciones de personal en retiro formadas en torno a diferentes motivaciones tales como armas, unidades, reparticiones, especialidades, escuelas, etc., que fundamentalmente satisfacen necesidades de orden social.
Es importante destacar que no todo el personal en retiro pertenece a alguna organización de retirados y que las Federaciones y Confederaciones existentes, no agrupan a todas las organizaciones en torno a temas de orden gremial que son comunes, tales como salud y pensiones, perdiéndose una importante fuerza de influencia y negociación.
Esta falta de unidad provoca que las instituciones en retiro tengan una diversidad de canales de comunicación con los organismos de Gobierno (Ministerios de Defensa e Interior), permitiendo, adicionalmente, el acercamiento puntual, aleatorio e interesado de miembros del estamento político a la vez que no se presentan las demandas con el respaldo de un significativo número de personas. Es una debilidad que, convenientemente aprovechada, mantiene al personal en retiro diseminado y sin capacidad negociadora o influencia.
Esta ausencia de unidad se manifiesta también frente a las Instituciones cuando se trata de enfrentar temas en áreas que son comunes para activos y retirados, tales como prestaciones de salud y servicios de bienestar.
Las relaciones entre los retirados.
Dada la formación militar, las relaciones entre el personal en retiro presenta ciertas características que es necesario considerar, fundamentalmente lo que dice relación con la jerarquía. La realidad de las organizaciones de retirados, por múltiples razones, entre ellas la edad y conocimientos específicos, impone que estas sean dirigidas por gente voluntaria, capaz e idónea, lo que significa aceptar y reconocer las capacidades individuales por sobre la jerarquía.
Esto último es difícil por cuanto implica desprenderse del ego propio. Por otra parte, esa misma formación militar nos asegura que entre los integrantes de la organización se mantendrán las normas de respeto y convivencia que corresponden.
Modificando la realidad actual
Si las Instituciones de la Defensa y de Orden quieren ser consideradas y escuchadas por el estamento político y judicial, es absolutamente necesario que se cumplan como mínimo, las siguientes condiciones.
·       Entender y hacer propio el concepto del cuerpo social institucional.
·       Promover que todo el personal en retiro pertenezca a alguna organización de retirados y esa organización a su vez, lo haga a una federación u organización multigremial.
·       Establecer los canales de comunicación entre las organizaciones que aglutinan al personal en retiro con sus respectivas instituciones de origen.
·       Establecer canales de comunicación entre las organizaciones de personal en retiro de las diferentes instituciones, coordinando acciones coordinadas y convergentes en la consecución de objetivos comunes.
·       Reconocer que el personal en servicio activo está severamente limitado en cuanto a sus expresiones públicas, toda vez que no se les da el espacio y se les tergiversa en sus declaraciones. La limitación en la expresión oral o escrita no ocurre para el personal en retiro.
Conclusiones finales
·       La fortaleza de las Instituciones de la Defensa Nacional y de Orden descansa en su cuerpo social, formado por quienes están en servicio activo y en retiro, y cuentan con la confianza permanente de una gran mayoría de compatriotas.
·       La cantidad de personal en retiro, que supera a quienes están en servicio activo, además de estar presente en todo el país y en múltiples actividades en contacto con civiles, es una fuerza que convenientemente aprovechada permitiría contrarrestar y anular el permanente ataque que experimentan las FFAA y Carabineros.

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