Columna de Opinión

¿DE DÓNDE VIENE LA ARROGANCIA OFICIALISTA?

¿DE DÓNDE VIENE LA ARROGANCIA OFICIALISTA?

Roberto Ampuero [1]

El Líbero, Opinión, 10/10/2022

Causa azoro que buena parte del oficialismo siga ignorando el mensaje y varapalo que le encajó la ciudadanía en el plebiscito del cuatro de setiembre pasado. Salvo excepciones de aliados de centro izquierda, el oficialismo sigue hablando desde su convicción de que el pueblo fue a votar engañado y sus propios anhelos programáticos continúan vigentes a la espera de una coyuntura favorable que permita imponerlos.

Es la actitud tozuda y arrogante que mucha crítica le ha significado, por cierto, a La Moneda.

Sin embargo, la tozudez y la arrogancia no deben sorprendernos, no son fruto del carácter personal de quienes las exhiben sino de los presupuestos ideológicos de que ellos se nutren. Es una característica estructural, propia de los movimientos revolucionarios con una visión integral, redentora y supuestamente infalible de la realidad, y que en este caso vienen del marxismo y algunas variaciones académicas que éste ha sufrido desde 1970 en importantes campus de artes liberales estadounidenses y europeos.

Mientras no se recuerde el sustrato de esa actitud refundacional, difícil será entender la lógica, la táctica y la estrategia de la neoizquierda (integrada por FA, PC, identitarios, etno-guerrilla y anarquistas) en nuestro Chile.

Sin conocerlos se vuelve arduo criticarla, encauzarla y alcanzar acuerdos con ella. Y no es un detalle menor puesto que fue capaz de contagiar, arrinconar y eclipsar a la centroizquierda durante el gobierno anterior, proceso del cual recién parece estar recuperándose.

Conviene repasar cinco de sus características, aunque hay varias más:

En primer lugar, el neomarxismo es de origen académico, constituye una suerte de verdad revelada a una elite ilustrada, un dogma que carece no sólo de modelos aplicados con éxito (a menos que consideren exitosos los de Maduro, Evo y Ortega) sino también de la praxis que se acumula desde la esfera de la producción o del ejercicio del poder político.

Al menos los partidos comunistas en el poder durante la Guerra Fría basaban su visión en la teoría de Karl Marx y Vladimir Ilich Lenin, y asimismo en la práctica totalitaria que ejercían en sus estados, lo que a su vez les otorgaba cierta solidez teórico-práctica que transmitían a sus partidos satélites y que en Occidente apartó entonces a varios PC de aventuras guerrilleras.

Aunque suene paradójico porque el neomarxismo interpreta supuestamente los anhelos populares, él se nutre hoy sólo de intelectuales dedicados a la teoría, enseñanza y difusión de estudios culturales en conspicuos campus universitarios de los países capitalistas más prósperos, no de China, Cuba, Vietnam o Corea del Norte.

Y en Chile los limita el hecho de que, al carecer de una praxis, cabalgan por el mundo interpretándolo de forma quijotesca, es decir, a través de libros añejos como la novela de caballerías en la época de Miguel de Cervantes. Nada lo ilustra mejor que el repudio que sufrió el plurinacionalismo en las zonas con mayor presencia de pueblos indígenas.

En segundo lugar, el neomarxismo se basa en la convicción de Marx de que la historia se desarrolla en forma ascendente y tiene un destino final preestablecido y dictado por “leyes” sociales. Marx creía que la historia de la humanidad partió con el comunismo primitivo, pasó por la esclavitud, continuó con el feudalismo y desembocó en el capitalismo, y que la sacan de éste la clase obrera y su partido de vanguardia (comunista) mediante la dictadura del proletariado, la que les permite construir el socialismo y su fase superior, el comunismo, en la que la humanidad alcanza plena realización.

Los neomarxistas no creen hoy cien por ciento en eso -salvo los comunistas con su visión laico-religiosa de la realidad-, pero sí en que la historia tiene un desarrollo que va de menos a más y desemboca en un estado parmenidiano plenamente igualitario.

La historia es un ascenso a un Everest coronado por un paraíso, al que unos llegarán antes y otros después, ascenso durante el cual el líder, como lo sugirió el Presidente Boric, no puede dejar atrás al pueblo, porque quedará solo en la vanguardia. La tarea del líder y su partido es la del buen pastor que conduce al rebaño al mejor pastizal que las ovejas no saben dónde está.

La creencia en un saber exclusivo para escogidos, en una supuesta verdad revelada, explica parte de la tozudez y arrogancia del neomarxismo, heredado del marxismo-leninismo.

El hecho de creer que una minoría iluminada por un dogma conoce el destino de los pueblos que ni estos mismos imaginan, genera políticos intolerantes que ven a quien no comparte su dogma como absolutamente equivocado o, conociendo las leyes de la historia, como un negacionista que perjudica conscientemente al pueblo. Esa visión del adversario lleva a su descalificación, funa, cancelación, y en Venezuela, Nicaragua o Cuba a la prisión o el exilio.

No son fruto del carácter personal de quienes las exhiben sino de los presupuestos ideológicos de que ellos se nutren. Mientras no se recuerde el sustrato de esa actitud refundacional, difícil será entender la lógica, la táctica y la estrategia de la neoizquierda en nuestro Chile.

La tercera característica radica en que los partidos y movimientos neomarxistas en Chile está fundamentalmente en manos de una elite joven (nada tengo contra los jóvenes porque de allá vengo, ni de los viejos, porque por ahí ando) que se encontró con el poder político sin haberse titulado algunos, recién titulados otros, o sin haber conocido la vida laboral del Chile profundo.

Vale decir, parte esencial de esta elite (salvo excepciones) pasó de la mesada de los padres o las becas estatales a las bien dotadas dietas del congreso y de allí a La Moneda, a asesorías, ministerios o embajadas.

Quizás los únicos que mantenían un vínculo con sectores populares y nexos políticos internacionales eran los comunistas debido al origen social de su militancia primigenia y a su dependencia de la URSS, sus satélites y partidos hermanos en el mundo.

Y esto nos conduce a la cuarta característica de la neoizquierda: carece del sujeto histórico portador de lo revolucionario. En el marxismo del siglo XIX, el sujeto lo constituía la clase obrera, la que en la sociedad de la información dejó de ser hegemónica y decisiva. Ante esto el neomarxismo del XX y XXI se dio a la tarea de buscar otro sujeto portador de las transformaciones profundas y aglutinador de las masas revolucionarias, pero tardó en hallarlo. Sin embargo, siguió buscando porque ¿qué futuro tiene una revolución sin una masa que la anhele, qué es una utopía que nadie desea?

A través de la lectura de Laclau y Mouffe, que a su vez bebían de ideas de Guattari y Deleuze- y de la experiencia callejera de Unidas Podemos en España y aportes de García Linera, la neoizquierda chilena logró articular el nuevo sujeto histórico, un menú de “moléculas” que integran la masa revolucionaria variopinta de descontentos con el sistema “neoliberal”.

Fue capaz de construir la suma de las moléculas del desencanto, el malestar y las frustraciones, la que funcionó magníficamente en la calle como estructura recolectora de moléculas que exigían derechos, pero que resultó un fracaso como instrumento para un programa de gobierno desde La Moneda. Lo que funcionó como rechazo en la calle, no funcionó en Palacio.

Hay un quinto rasgo que caracteriza a nuestra neoizquierda y explica su descompaginado rumbo: la ausencia del líder. La neoizquierda se ha impuesto en la región siguiendo siempre a líderes carismáticos y autoritarios: Chávez y Maduro en Venezuela, Ortega en Nicaragua, Correa en Ecuador, Evo en Bolivia, incluso podríamos mencionar a Fidel Castro en Cuba.

En Chile, sin embargo, al poco andar quedó de manifiesto que Boric no era el líder que muchos creyeron fervorosamente que era.

Tal vez por su retórica desconectada de la sensibilidad popular, o su falta de experiencia de vida, o bien por los errores que cometió, o por quedar limitado ad ovo al ser electo para evitar que ganara otro (José Antonio Kast), o porque la institucionalidad chilena aún resiste, el caso es que Boric no es el líder que hasta hoy ha sido premisa para la neoizquierda en la región para instalarse en el poder e iniciar sus “transformaciones profundas”, concepto con el cual, se elude el empleo de un concepto caído en descrédito, el de revolución.

Con un líder como los mencionados arriba, tal vez otro gallo nos hubiera cantado y estaríamos sufriendo la tozudez y la arrogancia neomarxista en toda su plenitud.

[1]Roberto Ampuero es escritor, excanciller, ex ministro de Cultura y ex embajador de Chile en España y México. Profesor Visitante de la Universidad Finis Terrae.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones consideradas en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.

RELACIONES INTERNACIONALES Y SEGURIDAD

PENURIAS CUBANAS

PENURIAS CUBANAS

El poderoso tifón azotó solo la región occidental de Cuba, pero dejó en la oscuridad a todo el territorio, agudizando la crisis endémica que vive la isla, profundizada tras dos años de pandemia y con erradas medidas del gobierno.

La población sufre por la inflación desatada, escasez de alimentos y medicinas, y cortes del suministro eléctrico que no solo afectan la iluminación de los hogares y comercios, sino la preservación de los escasos alimentos, el proceso de cocinar y el bombeo del agua.

Las últimas han sido las mayores protestas desde los masivos actos de julio del año pasado, que dejaron más de mil detenidos, de los cuales centenas fueron condenados a penas de entre 5 y 25 años, por sedición.

En septiembre, según las ONG que estudian los conflictos en Cuba, se registraron 365 protestas, cacerolazos, bloqueos de caminos y marchas, las mayoría pacíficas, aunque algunas terminaron con manifestantes “brutalmente golpeados” o detenidos.

Ahora, las muestras de descontento por los apagones también fueron reprimidas por agentes de seguridad y otros vestidos de civil. A pesar de que algunos personeros comunistas reconocieron el “derecho a los reclamos y la libertad de expresión”, para el dictador Miguel Díaz-Canel se realizaron “expresiones contrarrevolucionarias”, las que se “atenderán con todo el rigor de la ley”.

Una organización de defensa de los derechos humanos, la Coalición por la Libertad de Asociación, pidió a los presidentes Gustavo Petro y Gabriel Boric que “condenen la represión de las manifestaciones en Cuba”, recordando, en una carta pública, que “sus gobiernos fueron el resultado de amplios procesos de movilización social”.

Años de mala gestión, nula inversión y negligente mantenimiento afectaban el suministro normal de energía. Entre julio y septiembre, hubo solo dos días sin cortes, según datos de la compañía estatal.

El sistema funciona con ocho anticuadas termoeléctricas terrestres y seis flotantes, arrendadas a terceros. La red generadora se ve permanentemente afectada por desperfectos, falta de combustible (agudizada con el incendio de los tanques de almacenamiento de Matanzas, en agosto) y escasez de materiales para prolongar su vida útil, que era de 30 años, cuando ya llevan hasta 40 de uso.

Los cubanos saben que tienen legítimo derecho a reclamar contra las deplorables condiciones de vida en la isla. Pero tras el apagón total que se produjo por el huracán Ian, el gobierno comunista otra vez reprimió las protestas con dureza.

Durante esta crisis provocada por el huracán, que además dañó gravemente la producción agrícola, todas las plantas se cayeron. Han vuelto gradualmente al servicio, pero hasta el viernes aún faltaban varias. El restablecimiento del suministro da prioridad a La Habana, por lo que en zonas más alejadas y rurales las condiciones son aún peores.

Ante la grave situación, el gobierno comunista pidió ayuda a EE. UU., a lo que el Departamento de Estado respondió que están “evaluando las formas de continuar la ayuda al pueblo cubano en consonancia con las leyes y regulaciones”, aludiendo a las normas que restringen el intercambio con la isla. En todo caso, Washington aseguró que ayudarán a hospitales, plantas de agua e infraestructura crítica.

Las tímidas medidas de apertura económica iniciadas por el régimen no son suficientes para mejorar las condiciones generales.

En agosto, ante el feroz desabastecimiento, se dio un paso hacia la autorización de inversión extranjera en el comercio mayorista y minorista, con limitaciones, pues el actor principal seguirá siendo el Estado, según dijo la ministra encargada del tema.

Se podrán crear empresas mixtas, que se “centrarán en la venta de materias primas, insumos, equipos para impulsar el desarrollo de producción nacional”, y también “suministrar alimentos, productos de higiene e incluso de generación eléctrica de fuentes renovables”.

Ha costado décadas de sufrimiento y un éxodo de millones para que la dictadura comunista reconozca el fracaso de un modelo que solo ha dejado hambre y miseria para su gente.

En Argentina se estima que la comunidad mapuche tiene unos 100 mil miembros, de los cuales la mayoría vive de forma pacífica, integrados al país.

En Río Negro y Neuquén, activistas han iniciado un proceso violento de “recuperación de territorios ancestrales”, ocupando predios públicos, parques nacionales y, ahora último, propiedades privadas.

La semana pasada se produjo el desalojo, por orden judicial, de un grupo de unas 20 personas, denominado lof Lafken Winkul Mapu, que tenía tomado un predio cercano a Bariloche. La acción la realizó un comando organizado por el gobierno de Alberto Fernández, formado por efectivos de las cuatro fuerzas de seguridad federales.

Hubo un enfrentamiento sin armas letales, que resultó en la detención de siete mujeres, mientras los hombres del grupo huyeron a los bosques.

La renuncia de la ministra de la Mujer, por considerar el operativo “incompatible con los valores que defiendo como proyecto político”, muestra las ambigüedades del gobierno de Fernández, a quien se le critica por no tomar medidas efectivas para terminar con la violencia en el sur.

Sin embargo, la formación del comando federal que realizó el operativo y se mantiene en la zona fue un decisión importante en sentido contrario.

El Mercurio, Editorial, 10/10/2022

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.

Seguridad y defensa

EDUCACIÓN MILITAR: EL NUEVO FRENTE QUE COMPLICA LA RELACIÓN GOBIERNO – FF. AA.

EDUCACIÓN MILITAR: EL NUEVO FRENTE QUE COMPLICA LA RELACIÓN GOBIERNO – FF. AA.

Matías Bakit y Juan Pablo Guzmán

El Mercurio, Reportajes, 09/10/2022

“Pasamos de estado de emergencia a estado de shock”. Así recuerda un integrante de las Fuerzas Armadas la sensación que hubo, tanto entre los funcionarios activos como entre los retirados, cuando se supo, el 1 de febrero de este año, que el nuevo subsecretario de FF. AA. sería el ingeniero académico y profesor comunista Galo Eidelstein.

Conocido por ser exvicerector de Finanzas de la Universidad Arcis en el período de la crisis económica del establecimiento, tenía un conocimiento previo del área defensa, pues fue el primer militante comunista en cursar el Magíster de Seguridad y Defensa en la Anepe, entre 2000 y 2002, donde se graduó con calificación máxima, con la tesis “Estrategia total, una visión crítica”.

Congregaba una mezcla de ideologías e interés en el área que en las fuerzas armadas veían con temor. No pocos auguraban que tendría ganas de “hacer cambios”.

Según altas fuentes consultadas por Reportajes, estos temores se vieron refrendados desde los primeros días del nuevo gobierno, cuando en las reuniones de saludo y presentación, centró sus preguntas a los comandantes en jefes en la educación, un ámbito especialmente sensible para el mundo militar.

Luego, la confianza disminuyó aún más cuando se supo de la salida de 72 funcionarios de la subsecretaría, que fueron reemplazados solo por civiles. Entre ellos, según constató “El Líbero” en mayo pasado, 10 militantes del PC.

Pero lo que hizo que todas las alertas saltaran ocurrió en julio y septiembre, meses en los que el subsecretario firmó dos documentos que, de acuerdo con fuentes relacionadas con el mundo militar, apuntarían a lograr una mayor influencia en el llamado “corazón” de la carrera castrense: precisamente, la educación.

Es un tema que inquieta a muchos, incluidos los comandantes en jefe.

La resolución de la polémica. Era casi agosto de este año cunado los comandantes en jefe de las tres ramas de las fuerzas armadas se enteraron de un resolución exenta, emitida el 20 de julio por el subsecretario Eidelstein, en la que se modificaba el funcionamiento de la Unidad de Educación Militar, dependiente de la cartera.

Un departamento que, según consta en sus objetivos específicos -mencionados en el documento- busca, entre otras cosas, “proponer al subsecretario para las Fuerzas Armadas directrices educativas para las instituciones de educación de las Fuerzas Armadas”; “Realizar estudios en materias de educación militar, que contribuyan a la toma de decisiones y generación de directrices” y “apoyar el desarrollo de la Política Militar en lo que respecta a la Política de Educación Militar”.

No es todo.

En septiembre, se prendieron las alarmas entre los comandantes en jefe. Había llegado una solicitud, desde la Subsecretaría de Fuerzas Armadas, para pedir que le enviaran el listado de profesores, los planes de estudio y la bibliografía de las instituciones educativas de las ramas, al nuevo encargado comunista de la Unidad de Educación Militar. Algo que muchos desde este mundo, ven como un primer paso del gobierno para aumentar su influencia en los organismos castrenses.

Pocos meses después, como complemento a esa resolución, llegaría otra que generó aún más preocupación en las FF. AA.: una solicitud formal de información a cada institución.

La subsecretaría pedía el listado de profesores de las escuelas matrices, junto a sus currículums y situación contractual; los planes de estudio de cada asignatura que se imparte en las escuelas de oficiales y suboficiales y la bibliografía existente en las bibliotecas de estas.

Para nadie pasó inadvertido que se especificaba que los documentos se le debían entregar directamente, vía digital a otro militante comunista, el nuevo encargado de la Unidad de Educación Militar, Ernesto Uribe Cifuentes, profesor, con títulos en la USACH y la Universidad de Playa Ancha, y que trabajó entre 2015 y 2018 en el ministerio de Desarrollo Social dirigido por Marcos Barraza, exconvencional y también destacado dirigente del PC.

Tras esto, en las fuerzas armadas hubo reuniones. Y consultas. Incluso, ante la preocupación “totalmente compartida” de los comandantes en jefe. Se le hizo saber al “poder político” de la molestia e inquietud.

En concreto, según un entendido en el tema, se teme que en la resolución haya un intento de “integrar contenido político e ideológico” a las mallas, con el objetivo de tener “mas control sobre la formación, a largo plazo.

Si bien esta intención es negada por el subsecretario Eidelstein, lo cierto la confianza no abunda entre Apruebo Dignidad y las fuerzas armadas. Algo que en este último mundo refrendan al recordar lo que dice el programa e gobierno del presidente Boric al respecto. “Los proyectos educativos institucionales y sus respectivos planes curriculares deben ser autorizados por el ministerio de Defensa en consulta con el ministerio de Educación y deberá incorporar una perspectiva de género y de DD. HH. dando base a un perfil de egreso básico y común”.

Igualmente, otro punto que genera interrogantes es que la citada unidad existe desde 2017, creada en la segunda administración de Michelle Bachelet. Algo que hace preguntarse a algunos ¿Por qué la modifican ahora?

Unidad ¿Técnica o política. “Cuando me nombraron subsecretaria, yo di impulso a esta unidad dependiente de mi gabinete, para revisar políticas institucionales, fundamentalmente el tema de los Derechos Humanos”, recuerda la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, quién en 2027, cuando era subsecretaria, fue la encargada de crear la unidad de Educación militar. Agrega que las organizaciones educativas castrenses “no tenían políticas educativas en DD. HH. Ni género. Por eso, hicimos el trabajo de levantar toda la información, de trabajar con las divisiones de educación y modificar los planes de estdio”.

Fuentes conocedoras del funcionamiento de los departamentos educacionales del mundo militar cuentan que en aquella época la intención ya generó algo de “molestia”. Sin embargo, en ese momento, la buena relación entre el gobierno y los militares logró moderarla.

Más aún, muchos especialistas en el tema recuerdan que el departamento en cuestión “solo tenía competencias técnicas”, o de “coordinación entre las Fuerzas Armadas, Defensa y otros ministerios”. Algo que se mantuvo e incluso se moderó aún más, en la administración Piñera.

Es precisamente por eso que hoy “llama la atención e inquieta” que haya una intención de modificar su funcionamiento. “¿Por qué cambiar lo que funciona bien?”, se pregunta un oficial en retiro.

Otra fuente especifica que “el gobierno puede tener un rol coordinador, sugerir, conversar sobre nuestra educación, pero no ordenar. Esto debido a la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, que dice específicamente, en su artículo 18, que la formación y perfeccionamiento del personal de planta de las Fuerzas Armadas será impartida por las propias instituciones de acuerdo con sus propios planes y programas de estudio”.

Sin embargo, otros advierten que “esto podría ser el primer paso” para cumplir otra de las promesas de gobierno. Precisamente, modificar la citada Ley Orgánica.

Es algo que en el mundo político también preocupa.

Para el diputado integrante de la comisión de Defensa Miguel Becker, “el trabajo que implica la elaboración de la educación militar responde a un nivel muy técnico y altamente especializado. ¿Con qué conocimiento y finalidad quieren revisarlo”?

En esta línea, el presidente de la misma comisión, Andrés Jouannet, ve la situación con cautela. “Esto de meterse en los cambios curriculares de las FF. AA. no contribuye, dado el problema de gobernabilidad que tenemos”. En contraste, su par en el Senado Francisco Huenchumilla no ve problema alguno. “La educación tiene que estar actualizándose conforme al mundo que cambia, y se han producido en el mundo muchos cambios, por lo cual es necesario contar con fuerzas armadas moderna”, expresa.

Mientras, el exministro de Defensa Jorge Burgos opina que “si bien no tengo elementos para decir que se quiere ideologizar a las FF. AA., siempre hay que estar atentos, porque son una institución que requiere de mucho cuidado en su funcionamiento para que no se vean afectadas por doctrinas ultraizquierdistas o ultraderechistas”.

Es este último el tema que mas preocupa al mundo militar. Y si bien el subsecretario Eidelstein ha intentado generar lazos y desmentir posibles “intenciones ideológicas”, la desconfianza esta sembrada. Y el frente de conflicto, totalmente desarrollado.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en retiro de la Defensa Nacional