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HASTA CINCO METROS MENOS DE ARENA POR AÑO: LAS PLAYAS CHILENAS QUE PODRÍAN DESAPARECER EN SOLO 10 AÑOS. Patricio Lazcan

 

                                                                         HASTA CINCO METROS MENOS DE ARENA POR                                                                         AÑO: LAS PLAYAS CHILENAS QUE PODRÍAN                                                                                           DESAPARECER EN SOLO 10 AÑOS

Patricio Lazcano

La Tercera, 22/01/2024

Actualización de investigación que incluye 66 playas de Arica a Chiloé señala que la erosión aumenta rápidamente en playas urbanas de Valparaíso y Viña del Mar, con retrocesos de más de 5 metros por año.

Las alertas por marejadas en el norte y centro del país se han convertido en un fenómeno recurrente en la última década, incluso en pleno verano.

Imágenes desde diversos lugares del litoral muestran a los turistas literalmente arrancando de las olas en las playas inundadas.

El fuerte oleaje —y el claro peligro— ha llevado a los municipios en diferentes balnearios a llamar a la precaución y evitar transitar por la costa. Se trata de un problema cada vez más recurrente, impulsado por fenómenos como el cambio climático global y el aumento en el nivel del mar debido a las mayores temperaturas planetarias.

Hasta cinco metros menos de arena por año: las playas chilenas que podrían desaparecer en apenas 10 años. Mientras la propuesta de Ley Costas sigue sin avances en el Parlamento, nuevos datos científicos revelan que en tan solo un año reconocidas playas de Chile están duplicando sus niveles de erosión, con tasas de retroceso que llegan a superar los 5 metros por año.

Así lo revela un análisis preliminar del Observatorio de la Costa, que se encuentra actualizando la investigación que incluye a 66 playas de Chile entre Arica y Chiloé.

Datos preliminares obtenidos por el Observatorio de la Costa para diez playas que registraban erosión elevada en 2023, señalan que esta continúa aumentando de forma acelerada especialmente en playas urbanas de Valparaíso y Viña del Mar, como Reñaca y Caleta Portales que prácticamente duplican su erosión en un año.

La investigación es una actualización de estudio del año pasado que arrojo 86 % de erosión de Arica hasta Chiloé, incluyendo 66 playas.

Al actualizar esos valores para 10 playas (los datos fueron recogidos entre 2019 y 2022), se puede proyectar lo que da esta tasa promedio de retroceso.

“Los nuevos datos nos muestran que Santo Domingo se convierte en una de las playas más erosionadas del país junto con Hornitos en la zona norte. Pero también vemos un retroceso acelerado en playas urbanas de la Región de Valparaíso, donde la destrucción de humedales y dunas para proyectos inmobiliarios está pasando una elevada cuenta”, dice Carolina Martínez, directora del Observatorio de la Costa.

Según explica la académica del Instituto de Geografía UC e investigadora de CIGIDEN e Instituto Milenio Secos, fenómenos como las marejadas —que se han vuelto más intensas y persistentes desde 2015 según nuestras investigaciones— explican en parte esta tendencia a la erosión.

“Los sistemas costeros son dinámicos. Una playa recupera sus arenas como parte de un ciclo estacional en el cual interactúan con humedales y dunas, que en esta zona se encuentran urbanizados y en muchos casos sin protección”, señala.

Al interrumpir estos ciclos con nuestras formas de ocupación en las costas, añade la experta, se impide la recuperación de las playas, lo que causa la erosión y su retroceso: “Estimamos que en una década al menos diez playas podrían desaparecer debido a estos procesos erosivos”, dice Martínez.

Esto explica la importancia de poder regular los usos costeros, tal y como ha sugerido el Observatorio de la Costa a través de la moción Parlamentaria para una Ley de Costas, la que considera una gestión integrada de la zona costera -no es un borde costero recalca Carolina Martínez- basada en nueve principios que garantizan la protección de la vida humana, el desarrollo sostenible y la preservación de esto ecosistemas para futuras generaciones.

Estas son las playas chilenas que podrían desaparecer en apenas 10 años.

 

 

1.-Hornitos:

Retroceso en 2023: -2,60 m/año

Retroceso en lo que va de 2024; -5,2 m/año

2.-Pichicuy:

2023: 0,67 m/año[1]

2024: -2,15 m/año

3.-Bahía de Concón:

2023: -0,75 m/año

2024: -1,63 m/año

4.-Reñaca

2023: -0,37 m/año

2024: -1,21 m/año

5.-Caleta Portales:

2023: 0,09 m/año

2024: -1,77 m/año

6.-Algarrobo

2023: -2,54 m/año

2024: -4,83 m/año

7.-Bahía de Cartagena:

2023: -0,70 m/año

2024: -1,5 m/año

8.-Santo Domingo:

2023: -1,73 m/año

2024: -5,7 m/año

9.-Los Molles

2023: -0,24 m/año

2024: -1,02 m/año

10.-Pichilemu: 2021:

2023: -1,30 m/año

2024 -1,03 m/año

[1] Nota: m/año = metros por año.

Un aporte del director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de  Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.

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ACUSACIONES DESESTIMADAS, ABSUELTOS O A LA ESPERA DE JUICIO: ¿QUÉ PASÓ CON LOS CASOS MÁS EMBLEMÁTICOS DEL ESTALLIDO SOCIAL?. José Carvajal Vega y Danilo Barra

 

                                                                  ACUSACIONES DESESTIMADAS, ABSUELTOS O A                                                                     LA ESPERA DE JUICIO: ¿QUÉ PASÓ CON LOS CASOS                                                                    MÁS EMBLEMÁTICOS DEL ESTALLIDO SOCIAL?

José Carvajal Vega y Danilo Barra

La Tercera PM, 02/02/2024

Diferentes son los escenarios judiciales de los casos más recordados de la crisis social de 2019, como el ataque a Gustavo Gatica, causa en la que aún no comienza el juicio oral. También está el supuesto centro de torturas de Baquedano o los vejámenes sexuales en contra de un estudiante que fueron desestimados por el Ministerio Público. Finalmente, en los apremios ilegítimos que sufrió la ahora senadora Fabiola Campillai ya hay una condena. Todo esto salta a la luz a raíz del “vuelco” en el caso Pío Nono, donde la Fiscalía ofreció un juicio abreviado abriéndose a la posibilidad de que no existiera un homicidio frustrado.

Cuatro años han pasado desde el inicio del estallido social del 2019 y diferentes son los escenarios judiciales de las causas que por aquel entonces se iniciaron por la violación a los derechos humanos de los manifestantes de la crisis social que comenzó el 18 de octubre de ese año.

Y es que, si bien con el pasar del tiempo algunos casos ampliamente viralizados durante el 2019 han sido aclarados o desestimados por la Fiscalía, otros han logrado la condena de funcionarios de Carabineros y de las Fuerzas Armadas, principalmente por apremios ilegítimos, como es el caso en el que se vio afectada la ahora senadora, Fabiola Campillai.

El registro sale a la luz ahora que hubo un vuelco en la causa del denominado Puente Pío Nono y el ofrecimiento de un juicio abreviado por parte de la Fiscalía, lo que significa un vuelco en lo que se planteó desde un inicio que era un homicidio frustrado cometido por el carabinero Sebastián Zamora. ¿En qué están algunas de las emblemáticas causas del 18-O?

Caso Pío Nono. El viernes 2 de octubre 2020, el adolescente de 16 años, A. A. cayó al río Mapocho desde el Puente Pío Nono impulsado por el excabo de Carabineros, Sebastián Zamora durante las manifestaciones de aquel día en la Plaza Baquedano.

El joven, producto de la caída sufrió fracturas en el cráneo y en sus dos muñecas, consideradas como lesiones graves.

Inicialmente, la fiscal a cargo del caso, Ximena Chong, pidió una pena 8 años de cárcel por el delito homicidio frustrado. Cargos que han sido rechazados por la defensa de Zamora, quien incluso desestimó aceptar un procedimiento abreviado y optó por un juicio oral, en el que pudiese demostrar su inocencia.

La defensa argumenta que la causa de la caída del joven al río sería por un “choque casual” y no habría dolo en su acción. Causa que será resulta, finalmente, en un juicio oral en el Cuarto Tribunal Oral de Santiago.

El falso centro de tortura en Baquedano. La madruga del 23 de octubre de 2019, a sólo pocos días del inicio de la crisis social, comenzó a viralizarse un mensaje de WhatsApp. “Cabros, con mucha tristeza les comento que se supo de un centro de retención Estación Baquedano (tiene “comisaría interna”). Se encontró sangre y amarras. Anoche dos jueces del 7mo. Juzgado de Garantía (cuya jurisdicción es Santiago) dan cuenta de que se torturó gente”, decía el mensaje que tenía como origen un joven estudiante de 22 años, Nicolás Lüer Santis.

La denuncia daba cuenta que funcionarios de Carabineros habrían -supuestamente- llevado al joven hasta la comisaría al interior de la estación Baquedano, donde lo habrían torturado y observó amarras desde donde se supone que colgaban a los detenidos e incluso les disparaban.

La magnitud de lo denunciado derivó en que, efectivamente, dos magistrados llegaran hasta el recinto policial bajo tierra, descartando ya en esa instancia que el lugar se habría utilizado como centro de tortura. Sin embargo, igual se enviaron los antecedentes al Ministerio Público.

Un año después la Fiscalía Metropolitana Oriente descartó la existencia del supuesto centro de tortura, e incluso se revelaría que el denunciante pese a declarar jamás formalizó la denuncia. “Lo cierto es que no solamente no se logró acreditar estos hechos, sino que muy por el contrario se descartaron”, sostuvo el fiscal Álvaro Pérez el 15 de junio del 2020.

Un informe de la PDI -a la que se le encargó la investigación- expuso que, una serie de pericias en el lugar, testimoniales, fotográficas y hasta de cámaras de seguridad del recinto desmentían la denuncia. “No se encontraron indicios criminalísticos para acreditar la efectividad del delito denunciado”, dice parte del expediente dado a conocer por La Tercera ese año.

Tiempo después el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago finalmente sobreseyó la investigación.

Un estudiante víctima de vejaciones sexuales. También durante los primeros días de la crisis social de 2019, se comenzó a viralizar en redes sociales la denuncia de Josué Maureira, estudiante de medicina de la Universidad Católica, quien relató haber sido torturado por efectivos de la 51° Comisaría de Pedro Aguirre Cerda tras ser detenido, señalando incluso que en el recinto policial había sido abusado y sometido a vejámenes sexuales.

Con el pasar de los días la propia Fiscalía reformalizó los hechos ocurridos, excluyó y descartó la supuesta agresión sexual, dejan sólo los delitos de torturas y apremios ilegítimos.

Finalmente, en julio del 2022 el Sexto Juzgado de Garantía de Santiago absolvió a los siete efectivos policiales que habían sido formalizados por estos hechos, ya que la Fiscalía no logró acreditar su participación en los hechos denunciados.

Incluso, el tribunal consideró que la utilización de la fuerza por parte de los funcionarios en contra de Maureira se había ajustado a los protocolos.

Pese a que los actos de carácter sexual fueron descartados muy tempranamente en la investigación y que no se pudo comprobar hechos de tortura, el tribunal sí pudo constatar que el estudiante fue agredido con golpes de puños y pies al interior del recinto policial, aunque no se logró acreditar la culpabilidad de los tres funcionarios señalados como los autores de esas agresiones.

Acuña y Veloz. La noche del 23 de octubre del 2019, Mario Acuña (43) se encontraba manifestándose junto a un grupo de personas en una plazoleta de Buin. En ese contexto, llegaron funcionarios policiales lo que provocó que la gente huyera del lugar, pese a eso dos carabineros alcanzaron a Acuña a quien le ordenaron tirarse al piso para luego comenzar a golpearlo.

Los golpes fueron, según sostuvo la Fiscalía, principalmente en la cabeza, generando un traumatismo encéfalo con compromiso nervioso y de la médula espinal, provocando que la víctima quedara con un daño permanente, postrado y con inhabilidad total para trabajar e incluso incapacidad para su autocuidado.

En agosto del año pasado, el Tribunal Oral en lo Penal de San Bernardo condenó a los exfuncionarios Henry Cuellar y Víctor Lastra a una pena de 12 años y 183 días para los dos imputados por la brutal golpiza al trabajador.

En la Región de Coquimbo, en septiembre del año pasado, se condenó a cuatro funcionarios del Ejército por el crimen de Romario Veloz, quien falleció el 20 de octubre de 2019 tras recibir el impacto de un proyectil en el cuello en una marcha en las inmediaciones del Mall Plaza La Serena.

La condena más alta, a 15 años de cárcel, la recibió el capitán del Ejército, José Faúndez, acusado como autor del delito de violencia innecesaria causando la muerte y dos delitos de violencia innecesaria causando lesiones graves.

Campillai y Gatica. En noviembre del 2019, Fabiola Campillai recibió en el rostro el impacto de una lacrimógena, percutada por el excapitán de carabineros Patricio Maturana, lo que le causó heridas graves que concluyeron en la perdida de la visión de ambos ojos.

El excarabinero fue dado de baja el 28 de agosto de 2020, luego que la institución haya tomado esa decisión por no ayudar a la víctima y omitir el procedimiento legal correspondiente.

El Tribunal Oral en lo Penal de San Bernardo decretó la sentencia el 11 de octubre 2022, por los delitos de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas, en carácter de consumado.

El uniformado fue condenado en octubre del 2022 a la pena de 12 años y 183 días de prisión y es una de las causas que según Amnistía Internacional Chile, forma parte de las 27 condenadas que se han logrado en casos originados en el estallido social.

La defensa presentó un recurso de nulidad ante la Corte de Apelaciones de San Miguel, sin embargo, el tribunal de alzada rechazo la solicitud.

En el caso de Gustavo Gatica, la Fiscalía Centro Norte en septiembre del año pasado presentó la acusación y solicitó una pena de 12 años de cárcel para el exoficial de Carabineros, Claudio Crespo, quien es sindicado como el autor de los disparos que cegaron al entonces joven estudiante de psicología.

El ente persecutor, acusa al otrora funcionario de las extintas fuerzas especiales de la policía uniformada del delito de apremios ilegítimos con resultados de lesiones grave gravísimas.

Luego de la acusación, la causa se encuentra en una etapa previa de la preparación del juicio oral, citándose a los testigos del caso.

La defensa del desvinculado funcionario logró que la Corte de Apelaciones de Santiago acogiera un recurso en contra del juez del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, Daniel Urrutia, a quien se le ha acusado de tener posturas poco parciales en las causas relacionadas a la crisis social.

Se espera que se fije una fecha para que inicie el juicio oral en contra de Crespo.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional
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CONSEJO DE SEGURIDAD NACIONAL Y ESTATEGIA DE SEGURIDAD CIUDADANA. Fernando Thauby García

 

                                                                               CONSEJO DE SEGURIDAD NACIONAL
                                                                             Y ESTATEGIA DE SEGURIDAD CIUDADANA

“No hay buen viento para un buque que no tiene puerto”; si no sabemos para dónde vamos ¿cómo podríamos emprender un viaje?
El 30 de junio de 2022, Boric presentó en Arica un Plan Nacional de Seguridad Pública donde “propone más de 33 medidas específicas para el fortalecimiento
institucional y la gobernanza en materia de seguridad pública, la prevención del delito, mejorar la información disponible, proteger y acompañar a las víctimas de delitos, persecución del crimen organizado, control de armas y recuperación de espacios públicos”.
Por definición, una estrategia muestra la visión de la condición final a obtener. Lo que Boric presentó no es una estrategia; no señala el estado o situación final a la que se desea llegar ni la combinación de acciones de diversos elementos del Estado y privado, existentes o por crearse, para materializarla en un determinado nivel de eficiencia y costo. Se limita a identificar acciones descoordinadas y autónomas de organismos independientes.
Sin metas es imposible saber si se está trabajando bien o no, si estamos teniendo éxito o estamos empleando mal los recursos. Una estrategia puede expresarse a través de uno o varios Planes, coordinados entre si, que disponen las acciones concretas a las organizaciones de menor nivel; los planes son elementos ejecutivos y de coordinación, de duración variable, que se comportan como medios de dirección, control, coordinación y supervisión del Mando superior, elemento imprescindible de coordinación, control y responsabilidad.
La estrategia tiene que ver fundamentalmente con opciones; manifiesta una preferencia por un estado o condición futura, y establece la forma de llegar a ella.
Une el vacío entre la realidad de hoy y el futuro deseado y señala la manera concreta de cómo hacerlo. La estrategia debe poner énfasis en la eficacia, en los resultados.
Un experto norteamericano en visita a Chile señaló que “como base un plan estratégico de seguridad ciudadana necesita 4 pilares: (1) investigar las
organizaciones criminales y su relación con otras bandas en cada ciudad, (2) recopilar datos de infraestructura para entender la distribución de la zona donde operan estos grupos, (3) analizar datos anuales sobre el comportamiento de estas “pandillas”y (4) colaborar con el Estado y oficinas gubernamentales en experimentos sociales enfocados en las nuevas generaciones.
Esta no es una estrategia de seguridad ciudadana integral, son medidas coordinadas, pero en solo un nivel delictual, como si cada tipo delito fuera aislado
e independiente. En un compartimento estanco.
La seguridad ciudadana que nos interesa abarca una problemática mucho más amplia y compleja. Los ataques a la seguridad provienen solo muy parcialmente de bandas y pandillas, sino que están insertos en una estructura nacional e internacional delictual en la cual Chile se encuentra situado, en un medio político en el cual el recurso al uso de la violencia es aceptado y practicado de hecho y en un sistema judicial permisivo y con frecuencia politizado y corrupto, que neutraliza muchas medidas para el control social.
En Chile, mayoritariamente, los ciudadanos sienten temor y culpan principalmente al Gobierno y al Sistema Judicial, no a las Policías. Es un problema complejo de entender y abordar.
Carabineros de Chile, durante los últimos 10 meses, tuvieron una aprobación de entre 75% y 83%. Los partidos políticos de oposición también fueron evaluados.
En la última encuesta Cadem el Partido de la Gente tuvo la mayor aprobación con 32%. Le siguió RN 31%, la UDI 29% y el Partido Republicano 28%. Los partidos de Gobierno, en el otro extremo, se ubicaron el PRSD (con 8%, el Partido Liberal con18% y el PC con 15%) partido cuya desaprobación alcanzó el 76%.
La estructura delictual es diferente en los distintos países y está materializada por muchos elementos simultáneos y cambiantes en intensidad y modus operandi: situación económica nacional, corrupción gubernamental, ingreso de delincuentes extranjeros, bandas transnacionales, agitación política violenta; elementos violentistas (barras bravas, espectáculos masivos).
A.-Una estrategia nacional de seguridad pública comienza con caracterizar el estado y nivel de seguridad que se busca y definir prioridades. En el caso nacional, el objetivo inicial fundamental podría ser “crear una condición que haga sentir a la ciudadanía un estado de control y seguridad. De supremacía estatal sobre la delincuencia. De imperio de la ley y control sobre la delincuencia que la afecta en las formas más directas y sensibles”.
B.- En segundo lugar, establecer la prioridad y secuencia del establecimiento de la supremacía estatal en forma clara y visible:
1.- Identificación, control y combate al crimen local, barrial y de pandillas. Control y reducción sobre los delincuentes extranjeros (inmigrantes ilegales); identificación y control sobre las pandillas (en los barrios, barras bravas, micro traficantes de drogas, ladrones y asaltantes en tiendas y supermercados); robo y reducción de automóviles. Abusadores de poder grupal sobre la ciudadanía (tomas de caminos,
terrenos particulares urbanos y agrícolas, espacios públicos, acceso a los territorios declarados fuera del control del estado). Ingreso forzado a espectáculos, grandes establecimientos comerciales; espacios y actividades privadas o públicas; asaltantes y criminales que agreden a personas, particularmente mujeres y niños, en sus casas y en espacios públicos.
Estas tareas corresponden principalmente a ambas policías: Carabineros de Chile y la PDI y la efectúan inmersos en la ciudadanía, en una actitud general educativa y ciudadana, pero inflexible y sin excepciones.
2.- Identificación, control y combate al Crimen Organizado. El Crimen organizado no es un delito en sí mismo, es una denominación genérica que se da a los delitos en que actúan grupos de personas en forma organizada y regular. Entre 2018 y 2022, pasaron de 23,7% del total anual de casos criminales a 41,6% lo preocupante de esa cifra es que es una señal de la instalación y crecimiento del crimen organizado en Chile y muestra la profesionalización criminal.
En general, las redes delictuales organizadas operan en diferentes tipos de actividades internacionalmente. El crimen organizado es un complejo altamente centralizado, creado con el fin de realizar actividades ilegales. Tales organizaciones cometen delitos como de crimen organizado como el robo de cargas, fraude, secuestro por rescate y exigencia de pagos de “protección”, también incluyen, tráfico de drogas, mercancías ilícitas y armas, trata de personas, robo a mano armada, falsificaciones y blanqueo de capitales.
Se puede apreciar que muchas de las actividades criminales organizadas se materializan hacia “los clientes”, mediante redes criminales locales, pandillas de barrios, grupos violentos y similares, que sin ser parte integral de la organización criminal internacional, siguen sus órdenes, les prestan servicio, los financia y los encubren.
El combate al crimen organizado es fundamentalmente un trabajo de inteligencia Ministerial de Seguridad, cuya información proviene de los Ministerios Públicos extranjeros, Servicio Nacional de Aduanas, Servicio de Impuestos Internos, Bancos, Contraloría General y Bancos, entre otras. Desde el otro extremo, las policías territoriales, Carabineros y PDI , en contacto con los niveles inferiores de la criminalidad, están en condiciones de beneficiarse de la inteligencia Ministerial y también de apoyarla proveyendo información de las actividades delictuales en sus ámbitos de acción.
En Chile, la criminalidad organizada es tarea de la Fiscalía Nacional, teniendo como objetivo fundamental una eficiente persecución penal, sobre delitos ya ocurridos. Se aprecia que el foco es distinto, la inteligencia se adelanta a las acciones, identifica actores y tendencias y establece relaciones para identificar qué, dónde y quienes, van a actuar criminalmente.
Para una mejor investigación de estos delitos, la Fiscalía se coordina con diversas instituciones públicas y privadas, entre ellas los Ministerios Públicos extranjeros, Servicio Nacional de Aduanas, Servicio de Impuestos Internos, Bancos, entre otras.
Podemos ver que sin una estrategia clara, los esfuerzos nunca se potenciarán entre si y los resultados serán mediocres y frustrantes.
Si la próxima reunión del COSENA se limita a proponer acciones desarticuladas sin un objetivo específico, mensurable, otra vez estaremos perdiendo el tiempo y confundiendo show con acciones reales.

Fernando Thauby García
2 de febrero de 2024

Un aporte de nuestro Pas Presidente, Humberto Julio Reyes

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