News, RELACIONES INTERNACIONALES Y SEGURIDAD

EL RIESGO DE UNA GUERRA NUCLEAR CON RUSIA. Dr. Luis Pérez Gil. Centro de Graduados de Estado Mayor

                                                                     DERECHO Y POLÍTICA INTERNACIONAL

Web dedicada a temas de Derecho Internacional, Relaciones Internacionales y Ciencia Política en forma de artículos y comentarios desde la comunidad de la Universidad de La Laguna (Tenerife, España). «Contemplando el centro de la Historia»

Dr. Luis Pérez Gil

https://ullderechointernacional.blogspot.com/

                                                                                      EL RIESGO DE UNA GUERRA NUCLEAR CON RUSIA

El 29 de febrero de 2024 durante su tradicional discurso anual a la Asamblea Federal en Moscú, Vladimir Putin volvió a advertir a las potencias occidentales sobre las potenciales consecuencias que tendría una intervención directa de éstas en la guerra en Ucrania. Su extenso discurso (disponible completo aquí) tuvo tres partes principales, pero que están íntimamente ligadas entre sí (la retórica de la guerra en Ucrania en defensa de la soberanía, la permanencia de Rusia como gran potencia y los objetivos de desarrollo nacional a largo plazo) y cuyo resultado final se resume en dos ideas fundamentales: la defensa de la soberanía y la autosuficiencia son una tarea permanente y todas las acciones del gobierno ruso están orientadas a entregar un país estable y basado en el bien común a las generaciones futuras. Es precisamente en esa defensa de la soberanía, que no se acota sólo a su territorio reconocido internacionalmente, sino que se extiende también a aquellos territorios históricamente rusos o con presencia significativa de ciudadanos rusos o de origen ruso y que han sido definidos como su extranjero cercano, áreas en las que Rusia estaría llamada a ejercer poder e influencia y que, en última instancia, garantizarían la seguridad de sus fronteras internas, en una suerte de zona de amortiguación (buffer zone) que alcanzó su máxima expansión durante la Guerra Fría, con su presencia militar permanente en Alemania Oriental y la creación del Pacto de Varsovia. Como en esa época, también ahora las autoridades rusas estiman que su zona de amortiguación debe y puede ser defendida con armas nucleares. De ahí, las reiteradas referencias a la existencia y vigencia de sus armas nucleares como mecanismo de disuasión por parte de las principales autoridades y funcionarios rusos desde el inicio de la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022 -véase la entrada LAS ADVERTENCIAS SOBRE DISUASIÓN  ESTRATÉGICA DE RUSIA CON OCASIÓN DE LA INVASIÓN DE UCRANIA, de febrero de 2022-. Estas advertencias están dirigidas contra Occidente y, en concreto contra los países de la OTAN que, con su apoyo a Ucrania, impiden alcanzar los principales objetivos rusos, entre ellos su sometimiento y neutralización. Por tanto, como hemos dicho en otras ocasiones, para el bando ruso la guerra en Ucrania tiene un carácter existencial, porque afecta a sus intereses nacionales (de seguridad), mientras que para el Bloque Occidental, encabezado por los Estados Unidos, es sólo un modo para desgastar a Rusia (guerra por delegación o proxy war) y lograr que deje de ser una amenaza para sus vecinos. Al contrario que en el primer caso, en el que es concebible que Rusia pueda combatir durante años aplicando todos los recursos del Estado, es decir, asumiendo cualquier costo, el segundo es inalcanzable simple y sencillamente porque no se puede derrotar (o someter por la fuerza) a una gran potencia nuclear que, en el caso de Rusia, es necesario recordarlo, acumula el mayor arsenal nuclear del mundo y que junto con los Estados Unidos cuentan con el noventa por ciento de las armas nucleares existentes -véase la entrada ARSENALES NUCLEARES DE LAS GRANDES POTENCIAS EN 2023: ENTRE LA AMENAZA NUCLEAR RUSO-AMERICANA Y LAS FALACIAS SOBRE CHINA de junio de 2023-. Ante esta evidencia, Putin afirmó en su discurso del 29 de febrero de 2024 que “Occidente se ha olvidado de las consecuencias que tiene una guerra”, que “piensan que son dibujos animados” y “eso les hace perder la razón y crear riesgos para todos” (argumentos que ya fueron puestos sobre la mesa por el académico ruso y antiguo asesor presidencial Sergey Karaganov en sendos artículos publicados en junio y octubre de 2023).
Sin embargo, algunos dirigentes europeos (los antiguos testigos silenciosos) apelan a continuar escalando contra Rusia, a atacar objetivos en el interior del territorio ruso y, a más, desplegar fuerzas militares en territorio ucraniano para tratar de sostener el frente, pero que se convertirían inevitablemente en objetivo de las armas rusas. Estas posiciones ponen de manifiesto dos cuestiones fundamentales en la teoría de las relaciones internacionales: la primera es que desconocen el poder limitador del conflicto que tienen las armas nucleares y, segunda, la ausencia del interés nacional en el cálculo de sus decisiones. Pero, ambas tienen un curso que lleva a un enfrentamiento directo con una gran potencia nuclear. Por tanto, un conflicto de estas características tendría como resultado previsible el empleo masivo de armas nucleares, con las consecuencias que pusieron de manifiesto los bombardeos atómicos americanos de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945. Se debe descartar, como hemos dicho en reiteradas ocasiones, la falacia de que es posible combatir (y ganar) una guerra nuclear limitada, porque, una vez iniciada, se desconoce el punto más alto de la escalada y los poseedores de dichas armas no estarán dispuestos a perder una guerra de tales características, además de que, conceptualmente, la idea de la guerra nuclear limitada fue rechazada por los dirigentes soviéticos y después por los rusos -sobre este debate véanse las entradas ARMAS NUCLEARES Y CONFLICTOS ASIMÉTRICOS: PERSPECTIVAS DE EMPLEO de mayo de 2015 y DE VUELTAS CON LA IDEA DE GUERRAS Y ATAQUES PREVENTIVOS de octubre de 2018. Esta concepción se plasma en los Fundamentos de la política estatal sobre disuasión nuclear de 2 de junio de 2020 -véase la entrada LA ACTUALIZACIÓN DE LA POLÍTICA DE EMPLEO DE ARMAS NUCLEARES DE RUSIA, UNA APUESTA POR EL RÉGIMEN DE ESTABILIDAD ESTRATÉGICA de junio de 2020- y es la que sirve de fundamento a Putin para afirmar el 29 de febrero de 2024 que el arsenal nuclear ruso tiene un nivel de disponibilidad total y que tienen la capacidad (y también la voluntad) para escalar hasta el punto más alto y combatir una guerra con armas nucleares bajo la premisa de que nadie podrá ganar porque el resultado será la desaparición de la civilización. Sin embargo, desde el lado occidental, se obvian las consecuencias que entrañan en sí mismas el peligro de un conflicto nuclear ilimitado. Como es propio de los dirigentes rusos, sus advertencias suelen ir seguidas de actos de demostración para tratar de mantener la vigencia de la disuasión nuclear. De este modo, el 1 de marzo de 2024 (un día después del discurso de Putin en Moscú) las Fuerzas de Misiles Estratégicos (RVSN) ejecutaron un ejercicio de preparación para el combate. Una tripulación perteneciente a la 14ª División de Misiles de Yoshkar-Ola, en los Urales, llevó a cabo el lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM) RS- 24 Yars móvil desde un sitio de pruebas en Plesetsk, en el norte de la Rusia europea -vídeo del lanzamiento disponible aquí-. El misil voló unos seis mil kilómetros hasta que sus ojivas inertes alcanzaron los objetivos programados en el polígono de pruebas de Kura, en Kamchatka, en Extremo Oriente. Ahora bien, ni esta prueba es nueva ni es una sorpresa, sino que forma parte de las actividades regulares que realizan todos los componentes de las fuerzas de disuasión nuclear con la finalidad de validar el funcionamiento de los sistemas de mando y control y lanzamiento -véase la entrada GROM-23: EJERCICIO DE GUERRA NUCLEAR GLOBAL de octubre de 2023- y, casi más importante, mostrar a terceros esas capacidades, de tal modo que las armas nucleares sigan cumpliendo su misión primordial: evitar la guerra entre grandes potencias. Entonces, las cuestiones que se plantean son: ¿estamos preparados para afrontar una guerra contra Rusia? ¿somos conscientes de las consecuencias que podría tener tal guerra? ¿quiénes están adoptando tales decisiones? ¿Nos veremos arrastrados a una guerra donde no nos jugamos nada, en aras de una lucha entre las grandes potencias por la supremacía mundial?

Ver artículo completo en:el riesgo de una guerra nuclear con Rusia (2)

Un aporte del Crl. Julio Soto Silva, Secretario del Centro de Graduados de Estado Mayor (Academia de Guerra del Ejército)

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de  Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.

News, RELACIONES INTERNACIONALES Y SEGURIDAD

ENTREVISTA A JORGE SANZ, ACADÉMICO UDD, SOBRE ATAQUE DE IRÁN A ISRAEL. Radio Universo

 

                                                            Entrevista Jorge Sanz, académico UDD, sobre ataque de Irán a Israel


 Link: http://conectamedia.s3.amazonaws.com/661e78a21402a6ba6a61cc14.mp3  Descargar archivo

Pese a las advertencias que ha hecho Irán a la intermediación que EE.UU. ha tenido en el conflicto con Israel, el jefe de las FF.AA. israelíes aseguró que habrá una respuesta al ataque de Irán. Académico de UDD, Jorge Sanz, aborda el tema.

Menciones: Universidad Del Desarrollo.
Cuñas: Jorge Sanz, Académico Universidad Del Desarrollo

 

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Columna de Opinión, News

EL MISTERIO DE LA COMUNICACIÓN HUMANA, EL LENGUAJE Y EL TIEMPO. Eva Aladro Vico, Catedrática de Teoría de la Información, Universidad Complutense de Madrid

 

                                                                            EL MISTERIO DE LA COMUNICACIÓN HUMANA, EL LENGUAJE Y EL TIEMPO

Eva Aladro Vico, Catedrática de Teoría de la Información, Universidad Complutense de Madrid

The Conversation, 03/04/2024

El mundo vive trágicamente el fracaso de la comunicación de paz que los medios no usan. Escasea la comunicación creativa que puede solucionar los conflictos y la falta de empatía.

Hay autores que consideran que no es posible comunicarse, y que en realidad vivimos aislados: afirmaba Wittgenstein que hay cosas de las que no podemos hablar, y sobre las que es mejor callarse.

Algunos autores creen que comunicar es alinearse en una misma sintonía en la que se comparten similares longitudes de onda semántica. Poetas como Rilke, o Helen Keller creen en la belleza en el lenguaje como energía comunicativa.

Walter Benjamin pensaba que comunicarse es un proceso de incubación de la experiencia mediante la que ciertos mensajes nos trasladan a su dimensión de realidad.

André Malraux o Saint Exupéry creen firmemente que puede transmitirse una experiencia, que esta puede cruzar la barrera de la piel de un individuo hasta llegar a otro, mediante los signos.

Cooperación esencial e identidad creada. La teoría de la comunicación probablemente más optimista que existe es la de Paul Grice, que mostró cómo unos principios de cooperación interpretativa nos conducen a creer que quien nos habla tiene intención de transmitir mensajes bienintencionados, y adecuados a la lengua. Grice pensaba que la simple constitución de una lengua presuponía estos principios.

Y en esta línea, Martin Buber creía que la comunicación es esencialmente una aceptación del otro, ética y metafísica. Usar el lenguaje para dirigirse a los demás es un proceso de amor cósmico, en el que creamos una relación con el mundo, que es la que nos hace dignos de existir.

Decía Buber que la identidad de quien se comunica en el lenguaje cambia con dicha comunicación, y que cuando nos comunicamos con los demás es cuando construimos nuestro propio yo, que es resultado del proceso, y no su origen.

Nuestro yo, entregado a la comunicación, pertenece esencialmente al futuro.

La comunicación crea el lenguaje. Los lingüistas generativistas y semiólogos han pensado a fondo sobre el hecho increíble de que la lengua sea un proceso en creación constante. El lenguaje es más el resultado que la causa de la comunicación: es un río profundo que va siendo transformado por los hablantes.

Afirmaba Paolo Fabbrique que las lenguas son sensibles al contexto: nacen y mueren por las necesidades de comunicación entre individuos dispares y comunidades aisladas entre sí, y se transforman a cada momento.

Chomsky, mostró cómo los hablantes fuerzan las palabras en las estructuras, para que encajen en el aquí y ahora de la comunicación, que es siempre esencialmente nuevo.

Creación colectiva. Las lenguas son creaciones colectivas. En el proceso de la comunicación entre hablantes se generan innovaciones y expresiones que van obedeciendo a las necesidades de comunicación. No hay un creador único que produzca las formas del lenguaje: estas son fijadas por los usuarios hablantes que van lanzando sus formas al uso comunitario, y en este interior es donde esas formas son asumidas.

Es muy interesante cómo, al tiempo que las comunidades acuñan su lengua, también la lengua permite que esa comunidad se reconozca en ella como en un espejo: la identidad de un grupo se materializa a través de la lengua común en la que se expresa.

Así lo mostró Halliday y tenemos ejemplos muy recientes, como los memes, de cómo cuando un grupo humano necesita generar un lenguaje común ante una realidad que vive, esa lengua común, hecha de rastros y residuos de otras lenguas, termina siendo una obra colectiva.

El acierto en el decir de los hablantes, que nada tiene que ver con la corrección gramatical, va generando un lenguaje compartido que es obra de todos. Esta creación, el lenguaje, es probablemente la única forma de una inteligencia colectiva.

Cómo la lengua no muere. Mediante el proceso creador la lengua no le pierde el paso al tiempo, no muere. En los procesos del habla, parece progresar en dos direcciones: hacia la comunicación y hacia su propia creación. El lenguaje debe adaptarse a la vida, que es un proceso en constante cambio e individuación.

Por eso desafía las reglas y las normas gramaticales, rompe las normas temáticas, se recrea constantemente.

Cuando hablamos, el acierto en el decir de quien nos habla es también una cosa compartida. Cooperamos, no solamente para reforzar palabras ya sabidas, sino para buscar expresiones nuevas, mejoras que nos ofrecen otros, para nuestras sensaciones o vivencias.

Cada comunicación con los demás trabaja en fijar formas que están más unidas a la vida, y que nos expresan. Gracias a dicho proceso, nos entendemos.

Pero esto ocurre no solamente en el presente, sino en el instante en el que el futuro besa su umbral aún sin traspasarlo. El lenguaje, por su naturaleza generativa, está íntimamente unido no solamente al aquí y ahora, sino a lo que será, que nos llega atrapado por las palabras y los signos.

El lenguaje común que hemos acordado para traducir la experiencia increíble del futuro que se intuye es el medio que nos pone de acuerdo. El acuerdo, la unión comunicativa, es una unión de futuro.

Un entusiasmo creador garantiza la transmisión de contenidos, y se convierte en el cauce para volcar todo cuanto queramos decir.

No se trata sólo de un acuerdo, sino de una unión en el esfuerzo, de una energía sentida y desencadenada en la creación de signos, que mueve nuestra alma.

Para comprendernos, necesitamos una lengua innovadora, porque sólo esta es fiel a la inefable experiencia de vivir.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en retiro de la Defensa Nacional

Columna de Opinión, News

LA FELICIDAD, SEGÚN LA FILOSOFÍA DE DESCARTES. Pablo Mora, Periodista científico

                                                                               LA FELICIDAD, SEGÚN LA FILOSOFÍA DE DESCARTES

Pablo Mora, Periodista científico

Muy Interesante, 31/03/2024

Abordamos el concepto de felicidad desde la perspectiva de Descartes, uno de los filósofos más importantes de todos los tiempos.

René Descartes, probablemente uno de los mayores filósofos de todos los tiempos, abordó la cuestión ética en varias de sus obras, aunque no trató la felicidad de manera exhaustiva como algunos otros filósofos de la época. Sin embargo, podemos obtener algunas ideas sobre su visión de la felicidad a partir de sus escritos y de su filosofía en general.

Desde la perspectiva de este filósofo del siglo XVII, la felicidad no es simplemente una emoción pasajera o un estado de ánimo placentero, sino que está vinculada a una vida honesta y, sobre todo, al ejercicio de la razón.

En su obra ‘Discurso del Método’ (1637), Descartes sostiene que el auténtico bienestar radica en la búsqueda del conocimiento. Plantea que la razón es el camino hacia la verdad y que el conocimiento, por tanto, es la clave para vivir una vida verdaderamente satisfactoria.

Descartes también aborda este asunto en relación con la libertad y el libre albedrío. En su obra ‘Meditaciones Metafísicas’ (1641), argumenta que la libertad de elección es esencial para esa satisfacción con la vida. Se entiende que para Descartes, la capacidad de elegir y actuar de acuerdo con la razón y la moralidad es lo que nos permite vivir una vida plena y realizada.

Además, del pensamiento de este sabio se desprende que la felicidad no debe depender de circunstancias externas, sino que debe encontrarse dentro de uno mismo. En sus escritos, enfatiza la importancia de la autorreflexión y la introspección como medios para alcanzar una auténtica vida satisfactoria.

Así, se extrapola la idea de que la felicidad implica una especie de armonía interior y una tranquilidad del espíritu que no se ve afectada por los cambios externos o las vicisitudes de la vida.

Según la interpretación de Marvin Sebastián Estrada, investigador de la Universidad del Norte (Colombia), Descartes ofrece una nueva forma de entender la felicidad, enfocándose en el estado de contento y satisfacción de la mente. Esta perspectiva difiere de la concepción tradicional de filósofos clásicos que la identificaban con un tipo de vida o la consideraba un bien en sí misma.

No en vano, Descartes presenta una reflexión propia sobre este asunto y el bien supremo, proponiendo una reforma de este modelo.

Sebastián Estrada destaca la diferencia que establece Descartes entre la felicidad y el bien supremo.

Mientras que en el modelo tradicional (eudamonista) la felicidad ocupaba el lugar del bien supremo, Descartes propone una nueva interpretación al separar estos conceptos.

Así pues, Descartes habría sostenido que la virtud, al ser el mayor bien del individuo, constituye el fin último de nuestras acciones. Un enfoque que priorizaría la búsqueda y práctica de la virtud como objetivo fundamental en la vida de las personas.

Y aunque Descartes pueda considerar que la virtud es el mayor bien, también habría reconocido que practicarla conduce al contentamiento y satisfacción de la mente. Por lo tanto, la felicidad también podría ser vista como el fin de nuestras acciones.

Padre de la filosofía moderna. René Descartes (1596-1650) nació cerca de Tours (Francia), y falleció en Estocolmo (Suecia). Este filósofo, matemático y científico francés está considerado uno de los padres fundadores de la filosofía moderna y de la matemática moderna.

Descartes recibió una educación jesuita en el Colegio Real de La Flèche, donde estudió matemáticas, ciencias naturales, lógica y filosofía. Después de completar sus estudios, Descartes se unió al ejército y viajó por Europa, donde tuvo la oportunidad de encontrarse con algunos de los pensadores más destacados de su tiempo.

En 1628, este influyente pensador se retiró a los Países Bajos, donde pasó la mayor parte de su vida dedicado a la investigación y la escritura. Es en esta época cuando publicó sus obras más importantes, incluyendo el ‘Discurso del Método’ (1637), ‘Meditaciones Metafísicas’ (1641), y ‘Principios de Filosofía’ (1644).

Uno de los aspectos más destacados de la filosofía de Descartes es su énfasis en la duda metódica y su búsqueda de una base firme para el conocimiento. En su famoso ‘Cogito, ergo sum(“Pienso, luego existo”), Descartes establece que la existencia del pensamiento es indudable y sirve como fundamento para la certeza de la existencia del yo.

Pero además de su trabajo filosófico, Descartes también realizó importantes contribuciones a las matemáticas, especialmente en el desarrollo de la geometría analítica.

Su obra ‘La Geometría’ (1637) introdujo la idea de representar las formas geométricas con coordenadas numéricas, lo que sentó las bases para el cálculo infinitesimal y la geometría cartesiana.

Descartes murió en 1650 en la capital sueca, donde se encontraba como invitado de la reina Cristina. A pesar de su prematura muerte, su legado perdura hasta el día de hoy, y su influencia se extiende a través de la filosofía, las matemáticas, la ciencia y la cultura en general.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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