INTEGRANTES DE “LOS GALLEGOS” SIGUEN CON
ACCESO A CONEXIÓN A INTERNET EN LA CÁRCEL
Carlos Basso Prieto, Unidad de Investigación de El Mostrador
El Mostrador, 19/07/2024
Dos perfiles de Facebook bastante actualizados de reos pertenecientes a la banda de “Los Gallegos”, que actualmente son enjuiciados en Arica, dejaron en evidencia que integrantes del grupo criminal, internos en la sección de alta seguridad de la cárcel de Rancagua, seguían teniendo acceso a teléfonos celulares al menos hasta la semana pasada, como lo constató la Unidad de Investigación de El Mostrador.
Se trata de Julio César Mora Hernández y Wilder Colmenarez Colmenarez, ambos venezolanos. El primero de ellos está acusado de haber participado en el secuestro de una mujer que era explotada sexualmente por el grupo, asociación ilícita, tráfico de armas, tráfico de drogas y tenencia ilegal de municiones, por lo cual la Fiscalía está pidiendo 68 años en su contra.
Colmenarez, en tanto, enfrenta una pena de 50 años por los delitos de asociación ilícita, trata de personas con fines de explotación sexual, tráfico de armas y tráfico de drogas.
Pese a todas las medidas de seguridad que se han adoptado, hasta la semana pasada al menos dos miembros de la facción del Tren de Aragua que actuaba en Arica subían contenidos a sus respectivas cuentas. Gendarmería incautó un celular el fin de semana. |
Pese a ello y a toda la evidencia que se ha vertido en su contra durante lo que va del juicio, un par de semanas atrás Mora posteó en la cuenta de un amigo suyo el mensaje “Pronto calle hermano”, seguido de un emoji de manos suplicantes y el de un lobo, debajo de un meme de la cuenta de Facebook “En cana”, donde se ve una prisión y el mensaje “el día menos pensado estaré de vuelta en casa”.
La G. Mora y Colmenarez postearon también una misma fotografía, en la cual se ven los brazos y manos de dos sujetos que portan armas. Uno de ellos tiene una subametralladora y el otro una pistola con cargador extendido.
El arma menor, que además tiene una mira láser, posee un detalle llamativo: en la punta del cañón le pintaron una boca de tiburón, como las que utilizaban los famosos aviones de combate Mustang P-51 de Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial.
En el antebrazo de ese sujeto se alcanza a ver el tatuaje de una calavera con máscara antigás y la sigla “G4”, además de la frase “RealG4life” que –como explicó anteriormente El Mostrador– significa “Real Gangster for life” (“Gángster de verdad para toda la vida”), frase en inglés que el Tren de Aragua “original” y “Los Gallegos” adoptaron como una suerte de lema.
A tal punto llega la importancia de la frase por parte de ellos que recientemente, en el juicio que se efectúa en Arica, se introdujo como evidencia una escucha telefónica en la cual dos delincuentes venezolanos discutían entre ellos por una serie de problemas que habían tenido con otro sujeto, un tal “Andrés”, lo que motivó que interviniera uno de los jefes de “Los Gallegos”, a quien identifican en la escucha como “El Flaco”, en referencia a Mervin Fagúndez.
Sin embargo, queda en evidencia que eso no fue suficiente, por lo cual uno de los interlocutores le dice al otro que recibió una llamada de alguien que le dijo “aquí te habla la (letra) G”.
Se trataba del líder máximo de la organización criminal transnacional, Félix Anner Castillo Rondón, más conocido como “Pure Anner”, en contra de quien hoy pesa una orden de captura internacional y cuya extradición la Fiscalía de Arica pidió a Perú, que es uno de los lugares donde se cree que puede estar.
Muy adictos a los símbolos, especialmente a los emojis, que son utilizados como una suerte de código público, por medio de los cuales transmitían mensajes de todo tipo, en la fotografía de las armas que subió Colmenarez la imagen aparece tal cual, pero en la versión que Mora subió a su cuenta de Facebook sobre la empuñadura de la pistola aparecen varios caracteres: las letras “s”, “t” y “s”.
Entre la primera y la segunda aparece un emoji de corazón rojo y entre las dos últimas también hay un corazón, pero este es negro.
Colmenarez tiene múltiples posteos con fotografías de marihuana seguramente bajadas de internet y otras de él al interior de la cárcel, incluyendo una donde –sobre su imagen– pegó un meme que muestra a un sujeto con un fusil y la frase “el día menos pensado estoy de vuelta”. También por medio de la red social reposteó la oferta de venta de una cadena que parece ser de oro, con una medalla del mismo material que contiene la efigie de otro de los símbolos favoritos del TDA: una corona.
De hecho, en medio de todo el material virtual que se ha encontrado de “Los Gallegos” se han hallado historias de Instagram dirigidas a los “alineados” (como denominan a los grupos criminales satélites de ellos), en que aparece el logo del grupo, una letra “G” con una corona encima.
Otra de las fotos de perfil de Colmenarez es una imagen en la que se ve una botella de whisky, dos vasos, una subametralladora y una pistola. En el mismo tenor, tiene otra imagen donde se observa a un encapuchado detrás del cual se aprecian varias armas de fuego, billetes y cadenas de oro. Su último posteo data del 12 de julio.
Cabe indicar que la semana pasada Gendarmería incautó al interior de la cárcel de Rancagua un teléfono celular que se cree era el que ocupaban los dos internos de “Los Gallegos”. Tras ello, la cuenta de Facebook de Mora aparece con el acceso restringido, pero la de Colmenarez no registra mayores cambios (aunque tampoco nuevos posteos).
Los máximos líderes. También tuvo una cuenta de Facebook activa, hasta noviembre de 2022, Yoneiker Paredes Fagúndez, “El Enano”, quien era uno de los dos líderes del grupo en Arica y que fue detenido en junio del mismo año. Su último posteo, del 4 de noviembre de 2022, muestra una foto donde se ve una pistola con incrustaciones de oro al lado de un reloj, una cadena y un tourbillon de Cristo del mismo material, al parecer.
Otro de los cabecillas de “Los Gallegos” que estuvo activo en Facebook, no obstante estar preso, fue Yorve Galaviz, más conocido como “Culito”, también detenido en 2023, pese a lo cual en febrero de ese mismo año posteó en su cuenta una foto donde aparecen él y otro reo que se cubre la cara, junto con la frase “El q n engaña a un preso n engaña a nadie jajjajajajaja” (sic).
El 16 de febrero de 2023 sus amistades lo saludaron por su cumpleaños. Uno de sus amigos escribió “Diocito rompe cadenas mi hermano la tardanza es poca” (sic). Otra de sus seguidoras en dicha red social le deseó “pronto calle Culo”.
Por cierto, también fue muy activo en Facebook el general del grupo, “La Letra G”, es decir, Félix Castillo, el cual tenía tres cuentas a su nombre (todas ellas inactivas desde mediados de 2022), en una de las cuales se describe como alguien que “vive en Arica” y tiene como foto de perfil una imagen de él, junto a su esposa e hija en Machu Picchu.
En otro de sus perfiles dice que vive en Carabobo (Venezuela) y, junto con fotos familiares, tiene una imagen de “Scarface”. En un posteo para la Navidad de 2019, además, deja clara su postura política (que es la misma del grupo), pues señala: “Feliz Navidad para todos! A los chavistas no a ellos que los siga cogiendo un maduro con los ojos azules, Q digo un burro…” (sic).
El poder de los símbolos
Al respecto, el autor del libro Un virus entre sombras, Pablo Zeballos, consultado por la compulsión de los miembros de “Los Gallegos” que están en prisión y se arriesgan a subir contenido a Facebook, explicó que “ello obedece a una de las características de muchas organizaciones delictuales en América Latina, también chilenas, en orden a mostrar su capacidad de asociatividad y su poder de fuego. Es la nueva forma de crearse una especie de perfil o de ‘cartel’, que les sirve tanto en las calles como al interior de la cárcel”.
Del mismo modo, agregó que “es una forma también de demostrar su valentía, su nivel y acceso a recursos económicos”, pues para poder tener acceso a internet en una cárcel se requiere de un celular y un equipo de prepago, que hoy, en una cárcel, cuesta sobre 1 millón de pesos.
Zeballos agrega que “ellos van amplificando sus acciones a través de las redes y se va creando una especie de bolsa de comercio, un mercado criminal en bolsa donde tus acciones suben o bajan respecto de lo que pueden demostrar. Así van surgiendo lo que podríamos denominar estas nuevas leyendas criminales. Crecen rápidamente en un mundo conectado por redes y ojo que, aunque ‘Los Gallegos’ usaran mucho Facebook, la mayoría utiliza TikTok, que en Latinoamérica se está convirtiendo en el LinkedIn de las ofertas criminales”.
Asimismo, comentó que detrás de estos posteos también hay un mensaje implícito de desafío al Estado, pues “indudablemente ellos comprenden que los mensajes grabados, filmados, etc., pueden ser incluso medios de prueba, con los que pueden ser condenados o juzgados, y aun así les interesa muy poco, por lo que no es solamente un desafío al Estado, sino a la sociedad completa, una especie de apología al crimen”.
Por ello, Zeballos insistió en que “entender estas formas de comunicación, de semiótica, de mensaje, es un tremendo desafío para los investigadores, para el Estado y para la academia”.
Un aporte del director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel
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