𝗣𝗥𝗔𝗧 𝗬 𝗟𝗔 𝗕𝗔𝗡𝗗𝗘𝗥𝗔
Muy temprano en la mañana del 21 de mayo de 1879, ya detectada la presencia del Huáscar, el Capitán Arturo Prat, a cargo del bloqueo de Iquique, puso en ejecución el curso de acción para hacer frente y abordar el buque adversario a pesar de la gran diferencia entre las dos naves de guerra.
Arengó a sus marinos: Advirtiendo que la bandera no debía ser arriada cuyo significado : “Que no habría rendición”.
El desigual combate tuvo como consecuencias que la Esmeralda fue atravesada de babor a estribor por una granada adversaria, afectando los palos trinquete y mesana, como la jarcia con los esquifes y luego recibe un estruendoso espolonazo, momento que Prat aprovechó valientemente para abordar la cubierta del Huáscar, siendo herido de muerte.
En el derrotero del combate, la Esmeralda no dejó de mantener izada la bandera a tope, lo que le significó continuar bajo el asedio e insistente fuego del Huáscar sumergiéndose hasta su cofa, y luego termina de hundirse completamente siendo la bandera lo último en ser ocultada por el mar.
El ejemplo de Prat, ratifica que la bandera representa TODO : “la familia, los ciudadanos del país, nuestra disímil geografía, nuestra sagrada historia”.
Por ello, nuestra bandera siempre debe flamear en lo más alto del mástil, y emotivamente encontrar su espacio en el alma de todo ciudadano.
Jorge Villarroel Carmona
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