ISRAEL EN GAZA
Una derrota bíblica
“Israel está librando dos guerras contra Hamas. La primera es la agotadora campaña militar en Gaza. La otra es la batalla por la narrativa y la legitimidad. En el primer frente, Israel está ganando rotundamente: líderes y comandantes de Hamas eliminados, miles de terroristas muertos, su arsenal de cohetes agotado, sus laberintos de túneles gravemente degradados. En el segundo frente, Israel está sufriendo. O, como dijo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el viernes, Israel “puede estar ganando la guerra, pero no están ganando la guerra de relaciones públicas en el mundo”.1
La guerra de Gaza comenzó el 7 de octubre de 2023 y es la continuación de la larga guerra iniciada en 1948. Sigue a las guerras de 2008, 2009, 2012, 2021 y 2022. La actual guerra ha causado la muerte de más de mil israelíes y decenas de miles de palestinos, además de una campaña de bombardeos y ataque por tierra que han causado destrucción generalizada y una crisis humanitaria que gran parte del mundo ha considerado como el genocidio palestino.
Según cifras proporcionadas por el Ministerio de Salud de Gaza, el ataque israelí ha provocado la muerte de, al menos, 63.459 personas, en su gran mayoría civiles, entre ellos 18.430 niños (incluidos 916 menores de un año), 2.955 personas mayores de 60 años y más de 11.800 mujeres, lo que asciende al 72 % de los fallecidos, más 14.400 desaparecidos. Hasta el 23 de agosto se habían registrado 281 fallecimientos por inanición, de los que 114 eran niños.
Lo primero que uno se pregunta es cual sería el objetivo político que Israel se propuso al iniciar las operaciones militares y aquí topamos con la incógnita principal.
Hay un evidente desacople: mediante bombardeos indiscriminados no podían destruir a Hamas, enterrado en una red de túneles; tampoco llevarlos a la rendición. La voluntad de los civiles palestinos no era relevante ya que no eran ellos los que decidían la continuación de la guerra o la rendición. Aparentemente podrían estar intentando hacer que los civiles palestinos abandonaran Gaza, pero aunque quisieran – que nunca ha sido así – tampoco era posible: no tenían a donde ir.
Cobrarse en sangre las bajas sufridas el 7 de Octubre de 20232 podría ser una satisfacción nacional, pero no un objetivo político.
Esto nos lleva a pensar que es probable que el objetivo político de
Israel estaba ubicado mucho más allá del castigo al acto terrorista contra los ciudadanos israelíes. Podría ser un intento de “poner fin al problema de la existencia de Gaza”.
La reacción inicial del Presidente de EEUU, Donald Trump, de “despejar” el territorio de Gaza y construir un gran “resort” en la costa del Mediterráneo podría confirmar esta hipótesis. Pero sin duda habría sido una acción con costos altísimos para ambos socios. De hecho, fue imposible. La voluntad de Israel de desatar una hecatombe de gran magnitud parece estar confirmada por su aceptación de facto de la muerte segura de los 251 rehenes capturados por Hamas.
Hay algunos elementos concomitantes que también podrían haber pesado: la peligrosa situación personal de Netanyahu, asediado política y judicialmente; el apoyo económico y político incondicional del actual presidente de los EEUU; la inestable situación política interna de su gobierno y posiblemente ser la última oportunidad para Netanyahu de hacer olvidar sus errores políticos y de probidad y terminar su carrera política como héroe nacional de talla bíblica.
Nada de esto pasó. Israel ha perdido su prestigio político, su solvencia moral, el apoyo de gran parte de la juventud a nivel global, debilitó o tal vez destruyó el poder del Lobby Israelí en los EEUU, que le daba un muy amplio espacio para conseguir su apoyo gubernamental , político, económico y tecnológico para cualquier tipo de acciones y políticas.
Talvez la pérdida más grave ha sido la degradación de la percepción de superioridad militar e intelectual que pesaba sobre sus adversarios árabes en todo el Medio Oriente y sobre Turquía e Irán. 2 Mas de 1.200 hombres, mujeres y niños, entre ellos 46 estadounidenses y ciudadanos de más de 30 países: la mayor matanza de judíos desde el Holocausto.
La capacidad que esos estados han demostrado, en cuanto a responder a los ataque de Israel, ha sido muy relevante, tanto en los aspectos tecnológicos como estratégicos.
Otra pérdida relevante ha sido que la percepción política mundial, especialmente en Europa y los EEUU, de que la única solución viable a las crisis recurrentes en Medio Oriente es la de “los dos Estados”, uno Judío y otro Palestino, que hasta ahora rechazaban.
La alianza de facto inicial entre Netanyahu y Trump parece haber concluido mal. La decadencia de Trump y su mala imagen mundial han hecho juego con la agresividad e intransigencia de Netanyahu, perjudicado a ambos mandatarios.
Se puede concluir que la victoria militar ha sido insuficiente, errónea y contra producente para los intereses nacionales de Israel, que concluye esta maniobra con fuertes divisiones políticas internas, emigración creciente y pérdida profunda de prestigio y solvencia política, militar y moral.
1 Jerusalén Post, Israel, 5 de Septiembre de 2025
Fernando Thauby García
Capitán de Navío, Infantería de Marina (r)
Un aporte de nuestro Past Presidente, Humberto Julio Reyes