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LA TUMBA DE JAIME

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LA TUMBA DE JAIME

Rodericus

El Mercurio, Día a Día, 12/09/2023

A más de treinta años de su asesinato, algunos siguen profanando la tumba de Jaime Guzmán.

Ha ocurrido reiteradamente a lo largo de estos años, pero el vandalismo no conoce límites morales y se complace en destruir incluso el sepulcro de un senador que fue acribillado hace más de tres décadas.

Como alguna vez escribí en esta misma tribuna, siendo yo alumno de colegio tuve el privilegio de conocer a Jaime Guzmán y ser recibido en su departamento de Hernando de Aguirre en Providencia, y estando en primer año de universidad me encontré y conversé con él cuatro días antes que lo mataran.

Su martirio me afectó y me conmovió enormemente. Como a muchos, me impresionaban su inteligencia, su elocuencia y su liderazgo.

Pero todavía me sobrecogieron más su bondad y su sentido de Dios. Esa religiosidad sincera y profunda fue, posiblemente, su rasgo de personalidad más sobresaliente y que lo describe más acertadamente.

Quizás, más que un político, fue un formador con una vocación religiosa muy marcada y que, a través de la política y de la docencia, se abocó no solo a la contingencia de su época, sino que lo hizo con un sentido de trascendencia y de fiel seguimiento de Cristo.

Mi fe me dice que Jaime Guzmán descansa en paz, rogando también por quienes aún lo persiguen.

La declaración de la UDI sobre los 50 años: una visión irreconciliable con la democracia
Columna de Opinión

LA DECLARACIÓN DE LA UDI SOBRE LOS 50 AÑOS: UNA VISIÓN IRRECONCILIABLE CON LA DEMOCRACIA

La declaración de la UDI sobre los 50 años: una visión irreconciliable con la democracia

LA DECLARACIÓN DE LA UDI SOBRE LOS 50 AÑOS: UNA VISIÓN IRRECONCILIABLE CON LA DEMOCRACIA[1]

Eugenio Rivera Urrutia, Director ejecutivo de la Fundación La Casa Común[2].

El Mostrador, 11/09/2023

La derecha no solamente impulsó la polarización, sino que fue protagonista de la violencia desde antes que asumiera Salvador Allende. El asesinato del comandante en Jefe del Ejército, René Schneider, fue la principal acción terrorista de la derecha antes de la toma de posesión del Gobierno por parte del Presidente electo, pero no la única. También instalaron bombas en diferentes lugares del país. La participación del exoficial Enrique Arancibia Clavel –que luego sería agente de la DINA– deja, además, en evidencia la relación entre la seguidilla de atentados a lo largo del Gobierno de la Unidad Popular con lo que sería la brutal trayectoria de asesinatos y violaciones a los derechos humanos bajo la dictadura.

En el marco de la conmemoración de los trágicos acontecimientos iniciados el 11 de septiembre de 1973, con el brutal golpe militar, la UDI ha entregado una declaración que deja en evidencia el grave retroceso democrático que ha experimentado un amplio sector de la derecha en estos últimos años y que pone en cuestión su compromiso con la democracia.

Ello da, además, luces respecto de las razones de su complicidad con la mayoría republicana en el Consejo Constitucional, que intenta imponer un texto de Carta Fundamental contrario al sentido común y a toda posibilidad de un acuerdo político transversal.

Con ello, se abre la probabilidad de mantener el impasse constitucional por mucho tiempo y, así, obstaculizar la paz y progreso social del país.

La declaración de la UDI señala que el “quiebre institucional” tiene como causa directa la situación extrema que vivía Chile en 1973 “por el odio, la legitimación de la violencia como vía de acción política y la severa polarización provocada por un sector de la izquierda chilena”.

Sin duda que se desató una movilización popular, alentada por sectores de la izquierda chilena, que sobrepasó la política gubernamental en materia de reforma agraria y de configuración de un área social de la economía. Pero la derecha no solamente impulsó la polarización, sino que fue protagonista de la violencia, desde antes que asumiera Salvador Allende.

El asesinato del comandante en Jefe del Ejército, René Schneider, fue la principal acción terrorista de la derecha antes de la toma de posesión del Gobierno por parte del Presidente electo, pero no la única.

También instalaron bombas en diferentes lugares del país. La participación del exoficial Enrique Arancibia Clavel –que luego sería agente de la DINA– deja, además, en evidencia la relación entre la seguidilla de atentados a lo largo del Gobierno de la Unidad Popular con lo que sería la brutal trayectoria de asesinatos y violaciones a los derechos humanos bajo la dictadura.

Durante el paro de octubre de 1972 tuvo lugar también una serie de atentados destinados, entre otras cosas, a agravar los problemas de abastecimiento de la ciudad de Santiago.

El 29 de junio de 1973 tuvo lugar el “Tanquetazo”, la rebelión de una unidad militar de Santiago, que dejó más de 20 muertos. Del mismo modo, el 27 de julio de ese año fue asesinado el edecán naval de Presidente Allende, Arturo Araya. Nada dice la declaración de la UDI al respecto. Piden hablar del contexto del quiebre de la democracia. Esto es parte del contexto.

Dice la UDI que el proyecto político de la UP fue progresivamente resistido por una mayoría. Nada dice este partido de que en la última elección antes del golpe, la Unidad Popular, pese a todos los problemas, obtuvo un 44 % de los votos en la elección parlamentaria de marzo de 1973.

En el punto cuarto, señala la UDI que el Gobierno de la UP “accedió al quebramiento de la democracia, propiciando una confrontación con la Contraloría General de la República, la Corte Suprema y el Congreso Nacional, para imponer su proyecto político”.

Más allá del carácter críptico y gramaticalmente incomprensible de la frase “accedió al quebrantamiento de la democracia”, la historia institucional del país siempre ha enfrentado diferencias entre los distintos poderes de la República.

Ello, por tanto, no puede ser asimilado a un quiebre democrático, es algo que debe ser resuelto por las propias instituciones. Lo que rompió el juego democrático fue, más bien, el llamado de la Cámara de Diputados al golpe en agosto de 1973.

En el punto 5, la UDI, omitiendo todo lo relativo a la estrategia de derrocamiento desarrollada por la derecha, a la cual después se sumaron algunos militantes de la DC, habla de que entre 1970 y 1973 “sobrevino” un quiebre institucional que hizo inevitable el golpe.

El negar, sobre toda duda razonable, que no existía la posibilidad de una salida democrática a la crisis (como fue, por ejemplo, el acuerdo del 15 de noviembre del 2019, luego del estallido social) es una evidencia de la incapacidad de ese partido, pilar importante de la dictadura pinochetista, de comprometerse con la defensa irrestricta de la democracia y de los DD.HH.

Más aún si se considera que el Presidente Allende comunicó a los jefes de las Fuerzas Armadas, el domingo 9, que el 11 de septiembre convocaría a un plebiscito para resolver la crisis institucional que atravesaba el país.[3]

En el punto 6, la UDI incurre en una afirmación que resulta patética. Según ella, la reconstrucción de la democracia empezó hace 50 años. Esto es, mientras se producían los grandes crímenes de la Dina (1973 -1977), de la CNI (a partir de 1977), la represión criminal de las protestas nacionales desde 1983 y asesinatos hasta bien entrado 1989, como sucedió con el crimen de Jécar Neghme, el 4 de septiembre.

Sin embargo, para la UDI se había iniciado la “reconstrucción de nuestra democracia y de sus instituciones”.

En este contexto resulta poco creíble “la condena sin matices a las violaciones a los DD. HH.” que enuncia en el punto número 7, así como su declaración (en el punto 8) respecto de que reafirma su compromiso “con la República, el entendimiento democrático, las libertades y la condena a la violencia”.

Culmina la declaración con la condena al Gobierno por haber “frustrado el deseo mayoritario de una conmemoración en unidad, con reflexión y respeto democrático de las visiones irreconciliables”.

Sin duda que la visión de la UDI es irreconciliable con la democracia. Hace caso omiso de los llamados insistentes del Presidente Gabriel Boric a comprometerse con la democracia y los derechos humanos a los que respondieron todos los ex Presidentes de la República, incluido el principal líder de la derecha, Sebastián Piñera.

Se niega a comprometerse con lo que es fundamental: que los problemas de la democracia se solucionan solo con más democracia y que los DD.HH. se deben respetar siempre.

  1. Nota del Editor: Esta publicación demuestra como visualizan el quiebre de la democracia hace 50 años, provocado por el nefasto gobierno de Salvador Allende y apoyado por la mayoría de la ciudadanía de nuestro país.
  2. Nota del Editor: Como información y para conocer el pensamiento político de esta fundación, en su sitio web aparece como presidente del directorio el señor Fernando Atria, uno de los ideólogos en la construcción del proyecto de Constitución que fue rechazado por la ciudadanía, así como otros destacados personeros de la izquierda más dura.
  3. Nota del Editor: Esto es falso. Leer “Los 22 días que sacudieron a Chile” de La Tercera, enviado a los diferentes grupos de WhatsApp.

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LOS INCIDENTES EN HOMENAJE A SALVADOR ALLENDE EN LA CÁMARA: DIPUTADO UDI RECIBIÓ CENSURA

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LOS INCIDENTES EN HOMENAJE A SALVADOR ALLENDE EN LA CÁMARA: DIPUTADO UDI RECIBIÓ CENSURA

Francisco Solís y Gonzalo Olguín

Biobío.cl, 11/09/2023

El diputado UDI Benavente, dijo que “ningún momento se le insultó (a Allende)” y que solamente “se señalaron hechos históricos de su gobierno y por tanto, eso es un homenaje”.

Una serie de incidentes se vivieron al interior de la Cámara de Diputadas y Diputados en el contexto del homenaje al expresidente y también exdiputado Salvador Allende.

Incidencias que se dieron cuando el diputado de la Unión Demócrata Independiente UDI, Gustavo Benavente, hizo el uso de la palabra en representación de su partido, momento en que comenzó a describir una serie de hechos ocurridos antes del Golpe de Estado de 1973, lo que fue entendido como ajeno al homenaje.

Intervención que fue interrumpida en al menos cuatro ocasiones por el presidente de la Cámara, Ricardo Cifuentes, quien le advirtió y terminó censurando al parlamentario de derecha.

Esto derivó en la suspensión de la sesión, y por consiguiente del homenaje a Salvador Allende.

Además, y mientras ocurría lo anterior, el diputado del Partido de la Gente, Gaspar Rivas, dejó su silla y se acercó al estrado con un cartel en la mano.

En la pancarta se podía ver las fotos del exlíder de la Unidad Popular y del dictador Augusto Pinochet. Con el cartel en mano, Rivas hizo un llamado para que el debate deje de centrarse en dichos personajes de la historia reciente de Chile.

Una vez suspendida la sesión, Gustavo Benavente comentó que “no nos dejaron terminar un discurso que ni siquiera ellos (la izquierda) sabían cómo terminaba, solamente para nombrar hechos inalterables de la historia”.

De igual manera, aseguró que “en ningún momento se le insultó (a Allende)” y que “solamente se señalaron hechos históricos de su gobierno y por tanto, eso es un homenaje”.

“El homenaje puede resaltar luces y sombras, porque eso es lo que somos los seres humanos, personas que tenemos luces y sombras y no somos criaturas angelicales e infalibles”.

Cabe destacar que por la censura aplicada por la mesa de la Cámara, Benavente verá mermada su remuneración en un 4% (cerca de 224 mil pesos), mientras que Gaspar Rivas recibió una multa de un 1% (56 mil pesos).

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FALTARON ALGUNOS INVITADOS

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FALTARON ALGUNOS INVITADOS

Germán Guerrero Pavez

El Mercurio, Cartas al Director, 12/09/2023

Señor Director:

Muy legítimo que el Presidente Boric haya invitado a la ceremonia de los 50 años a la presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. El horror que sufrieron no tiene perdón.

Madres torturadas, asesinadas y sus hijos entregados secretamente a terceros es un hecho abominable, de los más horribles conocidos por la humanidad.

En su alocución el primer mandatario se refirió a la Carta Universal de los Derechos Humanos como un instrumento creado justamente para protegerlos.

En consecuencia, ¿no se debería haber invitado a las Damas de Blanco de Cuba, que marchan solitariamente pidiendo justicia para sus maridos, padres o hijos condenados por el régimen cubano?

¿No habría sido justo que se invitara a obispos católicos que son perseguidos en Nicaragua por la dictadura de Ortega?

Tal vez podría haber venido también el gran artista chino Ai Weiwei, perseguido por el régimen de Beijing.

Definitivamente faltaron algunos invitados.

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TRASFONDO: HOMENAJE A ALLENDE Y CRÍTICAS AL “REVISIONISMO” OPOSITOR DE LA UP MARCAN ACTO DE BORIC POR LOS 50 AÑOS DEL GOLPE

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TRASFONDO: HOMENAJE A ALLENDE Y CRÍTICAS AL “REVISIONISMO” OPOSITOR DE LA UP MARCAN ACTO DE BORIC POR LOS 50 AÑOS DEL GOLPE

Ex-Ante, 11/09/2023

En los 50 años del Golpe, a diferencia de otras ocasiones, la discusión política estuvo marcada por un debate más a fondo sobre el rol de Allende y el gobierno de la Unidad Popular. El Presidente Boric y la senadora Isabel Allende se hicieron cargo de aquello en el acto que se realizó esta mañana en la Plaza de la Constitución. A continuación parte de los ejes de lo que ocurrió en este aniversario del 11 de septiembre.

Revisionismo histórico. Un día después de participar junto a Boric en una ceremonia en La Moneda donde se exhibieron los zapatos que usó Allende para el día del Golpe, lo que para algunos representó un muestra de la exaltación y defensa del exPresidente que imprimió el gobierno a la conmemoración de los 50 años del Golpe, la senadora Isabel Allende recordó este lunes -emocionada- cómo fue ese día para ella y su familia.

En lo político, probablemente, su principal mensaje apuntó a criticar el “revisionismo” histórico del 11 de septiembre, por parte de la oposición.

  • “En estos últimos meses, hemos visto con dolor, con preocupación, que se promueva un revisionismo histórico, se ha intentado invertir la responsabilidad de la tragedia que vivimos en los últimos 17 años más oscuros de nuestra historia”, dijo.
  • “De manera insólita, se busca tergiversar los hechos y culpar a la UP y al Presidente Allende, del Golpe de Estado. Los verdaderos responsables son quienes quebraron la institucionalidad, bombardearon este Palacio, persiguieron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a miles de chilenos. Sin duda, también, los que ampararon políticamente y guardaron silencio cómplice ante las atrocidades que se vivían en nuestro país”.
  • Se trata de un punto que probablemente marcó la conmemoración del medio siglo del bombardeo a La Moneda.
  • La semana pasada, en una encuesta de Pulso Ciudadano, se impuso la percepción de que Allende fue quien tuvo la mayor responsabilidad de que se realizara un Golpe en Chile, incluso más que las FF. AA. y EE. UU., a través de la CIA (39,6 % versus un 30 %).
  • En este estudio, Allende apareció mejor evaluado que Pinochet, aunque la percepción de ambos fue más negativa que positiva. Pero la mayoría dio cuenta -al igual que Cadem- de un fuerte desinterés en la conmemoración (56,5 %) y se instaló la percepción de que ésta divide a los chilenos (70,1 %).
  • Por primera vez, en este aniversario del 11 de septiembre se discutió más a fondo el rol de la UP y Allende, a diferencia de otras ocasiones. Algunos analistas responsabilizaron a Boric de aquello, al atribuirle un discurso menos de Estado y mucho más dirigido a su base de apoyo (expresada en el 25 % que lo apoyó en la segunda vuelta presidencial).

Homenaje a Allende. El acto estuvo marcado por gestos hacia los familiares de los DD. HH., que marcó todos los discursos y que, en lo simbólico, fue representado en el de Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, quien fue la única oradora extranjera en el acto.

  • El hilo conductor del acto, de todas formas, fue el realizar un homenaje a Allende. Uno de los primeros en subir al escenario fue Premio Nacional de Literatura Elicura Chihuailaf, quien leyó un poema en español y mapudungun en que recordó el último discurso del líder de la UP.
  • Boric se explayó en aquello, al defender la vía la chilena al socialismo “con vino tinto y empanadas” que levantó Allende y explicar por qué este domingo participó en la marcha de agrupaciones de DD. HH. por calle Morandé, que más tarde terminaría en desmanes y destrozos por parte de encapuchados.
  • “Hoy nos critican por estar junto a ellas, por marchar junto a ellas, por declararnos sus deudores, pero a la vez sus cómplices, y yo les digo con mucha convicción y también con mucha tranquilidad que no me arrepiento un segundo de estar junto a mi gobierno al lado de quienes sufrieron”, dijo.
  • El Presidente no hizo revisión crítica alguna a la Unidad Popular y los errores que ha retratado de ella desde los 70 la propia izquierda.
  • Como sea, en el escenario instalado en la Plaza de la Constitución lo aplaudían decenas de parlamentarios, ministros, artistas y los mandatarios extranjeros que acudieron al acto, como Luis Arce, Andrés Manuel López Obrador, Gustavo Petro y Luis Lacalle Pou, además de expresidentes, como Pepe Mujica o Felipe González. Otros dignatarios se excusaron a última hora, como Alberto Fernández, o avisaron que no vendrían, como Lula o los líderes europeos que enviaron mensajes grabados (Macron o Pedro Sánchez).

Alusiones críticas a la derecha (y el factor Bachelet). En varios pasajes de su discurso, tal como había ocurrido en días anteriores, cuando los presidentes de Chile Vamos y Republicanos rechazaron asistir a la ceremonia cuestionando que no se realizara un examen de la UP, Boric cuestionó la línea que bajó la derecha frente a los 50 años del Golpe y, particularmente, la UDI. Ejemplos de aquello hubo varios.

  • “Es muy importante afirmar con claridad que no es separable el Golpe de Estado de lo que vino después, desde el mismo momento del Golpe de Estado se violaron los Derechos Humanos de los chilenos y chilenas”.
  • “Nos rebelamos cuando nos dicen que no había otra alternativa. Por supuesto que había otra alternativa”.
  • “La unidad y la reconciliación no se consigue con neutralidad y distancia, sino poniéndose indiscutiblemente del lado de quienes fueron víctimas del horror. La reconciliación no pasa por pretender empatar la responsabilidad entre víctimas y victimarios”.
  • Bachelet, por lejos la más aplaudida en el acto y reconocida aliada de Boric, había dicho antes que en la derecha “no han estado a la altura de lo que hubiéramos querido todos: ponernos de acuerdo en ciertos conceptos básicos, como que los problemas de la democracia se corrigen con más democracia siempre”.
  • “Entre 1970 y 1973 sobrevino un quiebre social, político e institucional respecto del cual el 11 de septiembre se transformó en algo inevitable”, había recalcado la UDI en una declaración.

El caso de Piñera. En su discurso, el Presidente nombró las contribuciones que habían realizado diversos mandatarios, como Aylwin, Frei, Lagos y Piñera, firmantes de la declaración conjunta “Por la Democracia Siempre”, el único gesto de unidad entre los distintos sectores políticos en esta conmemoración.

  •  En eso estaba cuando nombró a Piñera, lo que le generó inmediatas pifias de los asistentes, ante lo cual dijo: “Vale la pena reconocer a quienes piensan distinto y han hecho una contribución”.
  • A Boric se lo había cuestionado por haber dicho en la campaña que si era necesario perseguiría al exPresidente en los tribunales internacionales por las violaciones a los DD. HH. durante el estallido social, luego lo cual recibió en La Moneda hace pocos días a Piñera para gestionar un acuerdo con la derecha para el 11 de septiembre. La operación no fructificó, pero el exMandatario, al revés de Chile Vamos, sí firmó una declaración conjunta con la administración Boric.
  • Su discurso lo equilibró más tarde, cuando Boric aludió más adelante a las violaciones a los DD. HH. en el 18-O y fue enfático en hablar de un “Nunca más” a aquello.
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CRISPADO Y SIN CONSENSO, CHILE CONMEMORA LOS 50 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO DE PINOCHET

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CRISPADO Y SIN CONSENSO, CHILE CONMEMORA LOS 50 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO DE PINOCHET

Rocío Montes

El País, 11/09/2023

A medio siglo del bombardeo militar a La Moneda de Allende, el país austral sigue con las heridas abiertas. Un 60% piensa que el autoritarismo se justifica ante la corrupción, si los políticos no cumplen las leyes o cuando hay mucha delincuencia

Chile conmemora este lunes los 50 años del golpe de Estado militar contra el Gobierno democrático del socialista Salvador Allende. El bombardeo a La Moneda del 11 de septiembre de 1973, que dio paso a 17 años de cruel dictadura de Augusto Pinochet, con 3.200 muertos –más de mil personas que se encuentran todavía desaparecidas–, prisión política, tortura y represión, sigue quebrando al país.

Pese a que han transcurrido 33 años desde el retorno a la democracia en 1990, y que Chile ha reconstruido sus instituciones democráticas con el esfuerzo de todos los sectores políticos, no existe consenso entre los ciudadanos en condenar el quiebre democrático de hace medio siglo.

“El problema es que hay un sector importante de la población que sigue reivindicando el golpe de Estado de 1973. Es el 44 % que votó por el Sí a Augusto Pinochet en el plebiscito de 1988 y –exactamente lo mismo– el 44 % que votó por José Antonio Kast en la segunda vuelta presidencial de 2021, quien dice que el golpe era necesario o se justifica”, explicaba a EL PAÍS el sociólogo de izquierdas, Manuel Antonio Garretón. “Es una sociedad dividida en torno a lo único que importa para tener un país: un consenso ético sobre el derecho a la vida, los derechos humanos y el principio fundamental que rige la convivencia que es el principio democrático expresado en una Constitución”.

Mientras las élites políticas llegan a esta fecha polarizadas, retrocediendo respecto a los acuerdos mínimos avanzados para los 30 años del golpe en 2003 (cuando gobernaba el socialista Ricardo Lagos) o la conmemoración de los 40 años en 2013 (cuando era presidente Sebastián Piñera, de derecha), lo que subyace es una gran indiferencia ciudadana.

Una encuesta dada a conocer esta semana, de Pulso Ciudadano-Activa Research, indica que solo una de cada cuatro personas se interesa en este 50 aniversario y casi tres cuartas partes (70 %) considera que el hito divide a los chilenos.

Hay consenso en que existe crispación política y que Chile ha perdido la capacidad para escucharse, dialogar y alcanzar acuerdos. Desde 2019, el país ha vivido una seguidilla de hitos que marcan su presente.

El 18 de octubre de ese año arrancó un estallido social que puso contra las cuerdas la democracia, con niveles inéditos de violencia. No existe una lectura única sobre lo sucedido, pero dejó en evidencia, al menos, que parte de la población reclama por bienes sociales de calidad.

La clase política en su conjunto, para salir de la crisis de 2019, propuso un camino constituyente para superar un viejo anhelo: la superación de la Constitución de 1980, escrita por la dictadura de Pinochet y sometida a 60 reformas desde 1989.

Pero ese intento fracasó rotundamente en septiembre de 2022, cuando un 62 % de la población rechazó una propuesta constitucional de una convención dominada por la izquierda que apostaba por un profundo cambio de la institucionalidad chilena.

Era la apuesta del presidente Boric, que asumió en marzo de 2022, el Gobierno más de izquierda que haya tenido Chile desde el retorno a la democracia, lo que supuso una gran derrota política para la nueva Administración.

Hoy los aires chilenos van en otra dirección. “Los chilenos hoy están dispuestos a sacrificar libertades con tal de tener orden”, explicaba a EL PAIS en marzo el intelectual liberal Arturo Fontaine. “La violencia que se desató a partir del estallido de 2019 operó como una vacuna contra la violencia en la gran mayoría de los chilenos. Hoy hay un repudio a la violencia en la zona mapuche, a la violencia narco, a la violencia común y a la violencia política. Y existe una gran demanda porque el Gobierno actúe. El país giró y el Gobierno de Gabriel Boric lo ve”, analizaba Fontaine.

La derecha hoy está fuerte. Sobre todo la extrema del Partido Republicano de José Antonio Kast, que en 2021 ganó la primera vuelta presidencial, pero no logró ganarle a Boric en la segunda.

Chile se embarcó en un segundo intento constituyente y en la elección de consejeros en mayo pasado, los republicanos, sin considerar a la derecha tradicional, se quedaron con 22 escaños de un órgano de 50 miembros.

Es un proceso todavía abierto, que terminará en un plebiscito constitucional el 17 de diciembre próximo. Los ciudadanos, de forma obligatoria, deberán elegir dentro de tres meses entre la Constitución de Pinochet, la actual, y la de un consejo que no llega a acuerdos, dominado por el Partido Republicano de Kast, una fuerza política hermana de Vox en España y que no ha roto con la dictadura de Pinochet y su legado.

No parece claro cómo terminará este proceso –las fuerzas políticas buscan en estos días acercar posiciones–, pero de acuerdo a las encuestas existen altas probabilidades que Chile nuevamente opte por el rechazo.

Es el clima político con el que el país recibe los 50 años del golpe de Estado. Los ánimos se exacerban a propósito de esta fecha en el Parlamento, donde Boric no tiene mayoría, donde se han reeditado las posiciones maximalistas del pasado respecto de la Unidad Popular de Allende, el bombardeo a La Moneda y la propia dictadura, y donde hay sectores que reivindican el legado, sobre todo el económico, de Pinochet.

El Gobierno, con alrededor de un 30% de apoyo, de acuerdo a diferentes sondeos, ha ido bajando la vara para lograr sacar adelante sus reformas cruciales, como la de pensiones y la tributaria. Pero no resulta evidente si logrará salir humo blanco para peticiones largamente esperadas por la gente, como la de pensiones.

Hoy, en cualquier caso, la ciudadanía parece más impaciente con la delincuencia, los asaltos y los robos, como respondió un 54 % en la encuesta del Centro de Estudios Públicos, CEP, a fines de julio.

Fue el mismo estudio donde el Partido Republicano apareció como la fuerza con la que más se identifican los chilenos, en un escenario, en cualquier caso, de fuerte desapego de la gente con los partidos, que son las instituciones democráticas peor valoradas.

Con una derecha tradicional empujada hacia el extremo por el Partido Republicano, el presidente Boric no logró que todos los partidos del espectro político firmaran un acuerdo a propósito de los 50 años del golpe. Lo consiguió de parte de los expresidentes –el democristiano Eduardo Frei Ruiz-Tagle, los socialistas Ricardo Lagos y Michelle Bachelet y el derechista Sebastián Piñera– que adhirieron el pasado jueves a una carta junto a Boric llamada “Por la democracia, siempre”.

Parte del mal clima, que Boric catalogó como “eléctrico” y Bachelet como “tóxico”, ha sido, a juicio de la derecha, responsabilidad del propio Gobierno, que no logró instalar un discurso de memoria, democracia y futuro, sino que ha sido arrastrado por fuerzas más extremas de la coalición de origen del presidente, donde tiene una importancia central el Partido Comunista.

En cualquier caso, existe una profunda desconfianza entre los adversarios políticos que impiden un diálogo fructífero que superponga los intereses ciudadanos antes que los anhelos de corto plazo de las fuerzas, que se medirán en las municipales 2024 y presidenciales y parlamentarias en 2025.

De acuerdo a las encuestas y a los propios analistas, “la derecha tendría que ser muy inepta para no ganar la presidencial″, como aseguró a EL PAÍS el empresario David Gallagher.

Chile llega a esta conmemoración con las heridas abiertas de la tragedia profunda del 11 de septiembre de 1973. La principal, establecer el destino de los más de mil desaparecidos en la dictadura de Pinochet que no han sido encontrados, por lo que el Gobierno de Boric ha presentado un Plan de Búsqueda, el mayor proyecto de La Moneda con miras a este medio siglo del quiebre democrático.

Nadie olvida, sin embargo, que la sociedad chilena ha sufrido enormes cambios en estos 50 años, sobre todo sobre su valoración de la democracia. Con más de un 70 % de la población que no había nacido para el golpe de Estado de 1973, un 60 % piensa que el autoritarismo se justifica en algún caso, como ante la corrupción, si los políticos no cumplen las leyes o cuando hay mucha delincuencia, según la encuesta Chile Dice publicada hace apenas unos días.

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BORIC PONE FOCO EN ALLENDE Y RESALTA QUE LA RECONCILIACIÓN “NO SE CONSIGUE CON NEUTRALIDAD”

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BORIC PONE FOCO EN ALLENDE Y RESALTA QUE LA RECONCILIACIÓN “NO SE CONSIGUE CON NEUTRALIDAD”

J. Soto y R. Olivares

El Mercurio, Nacional, 12/09/2023

Mandatario destacó declaración de los expresidentes y defendió haber marchado el domingo tras críticas de Chile Vamos y el Partido Republicano.

“La unidad y reconciliación no se consigue con neutralidad, sino poniéndose del lado de las víctimas”.

Esa fue una de las frases del discurso del Mandatario Gabriel Boric en la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, una intervención que estuvo centrada en resaltar la figura de Allende, enviar mensajes a su sector político y resaltar el papel de los familiares de Detenidos Desaparecidos.

Fue una conmemoración que venía precedida por polémicas entre el Gobierno y la oposición, luego de que esta última señalara que el Mandatario buscó generar una declaración por los 50 años del golpe de Estado que no fue consensuada, por lo que se restaron del evento. Ayer, de hecho, insistieron en que fue un discurso “sesgado”.

El mandatario, sin embargo, buscó destacar que todos los expresidentes firmaron una declaración conjunta en pro de la democracia y los DD. HH.

En el público se vio sobre todo a figuras afines al pensamiento de izquierda. Entre ellos los mandatarios de México, Andrés Manuel López Obrador; de Colombia, Gustavo Petro; de Bolivia, Luis Arce.

También figuraban el exmandatario José Mujica (Uruguay) y el guitarrista de la banda Rage Against The Machine, Tom Morello. La excepción fue la del presidente de Uruguay, Luis Lacalle.

Con retraso en la agenda partió el acto, con familiares de detenidos desaparecidos bailando la “cueca sola”, un discurso de la hija de Allende, Isabel, senadora PS y con la actriz Aline Kuppenheim como maestra de ceremonias.

Pasadas las 11:00 horas el Presidente Gabriel Boric comenzó su discurso, que se extendió por 43 minutos.

El mandatario se refirió a la conmemoración de los 50 años como una fecha dolorosa y que es un punto de inflexión para Chile, marcado por la “insolencia de la traición y la sedición”.

El primer aplauso, en una audiencia marcada por autoridades, partidos oficialistas y agrupaciones de DD. DD., llegó cuando dijo que “es muy importante afirmar con claridad que no es separable el Golpe de Estado de lo que vino después”. Y agregó que desde el mismo momento en que se concretó el golpe se perpetraron violaciones a los Derechos Humanos.

A lo largo del discurso buscó destacar el compromiso que tuvo la rúbrica de los expresidentes de la República. Y lamentó que no se haya concretado una amplitud mayor.

Los partidos de oposición apelaron a un eventual clima hostil de los asistentes para restarse de la ceremonia. Lo cierto es que se vieron algunas manifestaciones aisladas de reproche en el acto, principalmente cuando fueron nombrados los expresidentes Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera.

Llamado al progresismo. El mandatario aprovechó la oportunidad para hacerle llamados a su sector. “La democracia es el único camino para avanzar hacia una sociedad más justa y humana y es, por lo tanto, un fin en sí mismo no meramente instrumental y la violencia política no cabe dentro de ella”.

Y añadió que la unidad de ese sector es “más importante que la tentación de la permanente división identitaria”.

Además, dijo que “no importa si el color del régimen que viole los derechos humanos sea rojo, azul o negro, estos deben ser respetados siempre y su vulneración condenada sin matiz alguno”.

También resaltó la figura de Salvador Allende, sin aludir a la crisis política que ocurrió durante la Unidad Popular. En el discurso dijo que fue un “hombre de impecable trayectoria democrática, que fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y las leyes y así lo hizo, ese hombre, Salvador Allende, por ese compromiso y consecuencia, a 50 años de distancia, el mundo le sigue rindiendo homenaje y lo respeta”.

Incluso se le vio escuchando el último discurso del líder de la UP por los altoparlantes y moviendo sus propios labios cuando el exmandatario decía “yo no voy a renunciar”.

Por último, Boric aprovechó de incluir contingencia. Al momento de hacer un reconocimiento a las organizaciones de Derechos Humanos que se han manifestado, el mandatario se pronunció por haber marchado junto a ellos el pasado domingo por calle Morandé.

“Quienes hoy nos critican por estar junto a ellas, por marchar junto a ellas, por declararnos sus deudores, pero, a la vez, sus cómplices. Y les digo, con mucha convicción y, también, con mucha tranquilidad, que no me arrepiento un segundo de estar junto con mi Gobierno del lado de quienes sufrieron, y que la unidad y la reconciliación no se consiguen con neutralidad ni distancia, sino que, poniéndose del lado de las víctimas”.

Tohá: “En la izquierda estamos lejos de ser perfectos

Durante la tarde de ayer la ministra del Interior, Carolina Tohá, en el acto por las y los defensores de la democracia.

Allí sostuvo: “En la izquierda estamos lejos de ser perfectos, qué duda cabe. Tenemos contradicciones, caídas, divisiones y errores en la historia pasada y reciente. Pero cada vez que nos digan que representamos un proyecto refundacional avalado por la violencia, no olvidemos que el único proyecto refundacional impuesto por la violencia fue el que encabezó el general Pinochet, el único”, dijo.