GENERAL MANUEL BAQUEDANO
General Manuel Baquedano, asumiste el mando del Ejército en plena guerra, llenándonos de lauros por tu conducción certera inspirando a tus soldados quienes te siguieron a ojos cerrados y más tarde la patria agradecida vitoreó con ecos tu nombre, recibiéndote en Valparaíso y en Santiago con desfiles prolongados y tú a la cabeza de las tropas por avenidas y calles bajo sendos arcos de triunfo al paso acompasado e impresionante sobre tu noble caballo nativo y criollo “Diamante”.
General Manuel Baquedano González, que recorriste Moquegua, más tarde Tacna, como un rayo apareciste en Lluta vigilando el Morro, sorprendiste más tarde a la estrategia con ofensivas frontales que fueron tu impronta en extensiones brutales de desiertos inhóspitos con avances de marchas lentas, extrayendo agua de pozos definidos ante la ausencia de manantiales.
General Manuel Baquedano, luego de la campaña de Tacna, llegó tu ascenso tardío a General de División, y nuevamente prudente, sencillo, audaz y valiente reuniste a tu tropa zarpando desde Arica rumbo a Pisco y Lurín, para enfrentar al enemigo en San Juan frente a armas desconocidas previamente jalonadas, el terreno arenoso lleno de trampas explosivas que uno a uno los batallones sortearon en ascenso hasta clavar el mástil con la enseña nacional y un nuevo triunfo le diste con la carga de Granaderos y la toma del morro Solar.
Al siguiente día preparaste al Ejército con raciones de campaña, avanzaste a Miraflores, y el 15 de Enero a mediodía los diplomáticos acreditados buscaban una tregua y mientras la tropa arranchaba, las metrallas enemigas rompieron los acuerdos, pero, tu hueste organizada te siguió enardecida, rompiendo parapetos, frenando contrataques y avanzando agazapados conquistando las trincheras a bayoneta con tus bravos soldados.
General Manuel Baquedano González fue tanta tu fama que el presidente Pinto te recibió en persona cuando desembarcaste, rechazaste más tarde la posibilidad de ser presidente, también el título de Capitán General, por esto el congreso en pleno te extendió el de general en jefe perpétuo y adieso.
General Manuel Baquedano González, como senador continuaste sirviendo a tu Ejército y a la marina, por ello que años después éstas bautizaron un campo militar y un buque lleva tu nombre junto a la fragatas O”Higgins, Condell y Prat.
General Baquedano, que recorrías Santiago a caballo por sus adoquinadas calles del centro y las riberas del Mapocho ya en retiro de tu Ejército, recibiendo a diario el cariñoso saludo de hombres y mujeres que te identificaban como el jutre que compartía con sus veteranos en el mercado, ferias y ramadas preocupado de éstos, siempre sencillo nunca engreído.
En la Guerra Civil de 1891 te mantuviste imparcial y tu alma entristecida se apagaba sin comprender como la patria sucumbía con Concón que dejó la estela de infortunio y con Placilla que desgarró familias, fuíste tan adverso que el propio Balmaceda te encomendó la tarea en momentos donde no primaba la razón, de asumir nada menos como presidente de la nación.
General Manuel Baquedano González te mantienes perenne en el tiempo y en estos últimos años has generado debates porque tu victorioso monumento ecuestre lo han trasladado de lugar y lo mantienen enclaustrado, muchos han olvidado que fuiste el gran patriota quien desde los catorce años combatió en esa encarnizada batalla de Yungay hasta ser coronado como el único invicto General, y más tarde hasta la banda tricolor portaste, por eso Barros Luco y Alessandri planificaron y encargaron esculpir en bronce esa otrora estatua ecuestre para orgullo de su pueblo ubicándola hacia el poniente de la ciudad que imaginariamente pedía continuar protegiéndonos como el gran General.
𝗝𝗢𝗥𝗚𝗘 𝗩𝗜𝗟𝗟𝗔𝗥𝗥𝗢𝗘𝗟 𝗖𝗔𝗥𝗠𝗢𝗡𝗔
Presidente del Círculo Ignacio Carrera Pinto
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