Asalto y Toma del Morro de Arica y Día de las Glorias de la
Infantería Chilena. 07 de junio de 1880
La Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional, saluda con especial admiración al Ejército de Chile y en forma muy particular a los integrantes del arma de infantería, al cumplirse un nuevo aniversario de la gesta heroica del “Asalto y Toma del Morro de Arica”
En este día tan especial, queremos recordar a todos los infantes que fueron y son parte de nuestra organización y que llevan gravado con sangre y fuego el parche rojo al cuello como dos grandes heridas que van y seguirán marcando la huella victoriosa de nuestra infantería.
Honor y gloria a la reina de las batallas
HIMNO DE LA INFANTERÍA
Asalto y Toma del Morro de Arica.
Después de la victoria en la batalla de Tacna, el mando chileno decidió capturar la plaza fortificada de Arica, y por su parte, el coronel peruano Francisco Bolognesi, comandante de la Plaza de Arica, resolvió defender la Plaza “hasta el último cartucho”.
Se encargó al coronel Pedro Lagos Marchant la planificación y conducción de la maniobra para tomar dicha plaza, considerada inexpugnable. La batalla comenzó con el ataque al fuerte Ciudadela. Los infantes chilenos llegaron al pie de aquellos bastiones, con corvos y bayonetas rompieron los sacos de arena, abriendo brechas en los muros del fuerte. En el portón del Ciudadela cae mortalmente herido el capitán Tristán Chacón, Comandante de compañía del Regimiento 3° de Línea, que retirado de la zona de fuego exclamó: “Muero…esa bandera me nubla la vista …Cumplid con vuestro deber!”.
Entre los defensores peruanos se destaca la valiente actuación del coronel Justo Arias Aragüez, comandante del Batallón Granaderos de Tacna. En el ataque al Fuerte del Este y del Morro, los soldados del 4º de Línea alcanzaron la heroica victoria, donde murió el coronel Francisco Bolognesi, comandante peruano a cargo de la defensa del Morro.
La victoria chilena hizo flamear el pabellón nacional en la cima del Morro de Arica, después de 55 minutos de intenso combate. Transcurrida la batalla, la prensa relató detalladamente el Asalto y Toma del Morro, destacando el heroísmo de los soldados chilenos y la rapidez del ataque.
Los titulares fueron dedicados a la bravura del teniente coronel Juan José de San Martín del 4º de Línea y del capitán Tristán Chacón del 3º de Línea
Saludo del Presidente de la Unión
Un especial saludo a los socios del Arma de Infantería del Ejército de Chile.
LAS OPINIONES EN ESTA SECCIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE LA UNIÓN DE OFICIALES EN RETIRO DE LA DEFENSA NACIONAL
En uno de mis últimos viajes a Iquique llegó a mis manos esta historia, escrita por un bombero voluntario de esa ciudad. Me pareció material interesante como para escribir una crónica, pero después de releerla, creí mejor dejarla como estaba, con ese especial sabor de aquel que la escribe porque la siente desde el corazón.
Vaya desde este chileno un sincero homenaje a los voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Iquique, que en ese instante sublime, fueron capaces de sobreponerse al temor para llevar a cabo un acto heroico, aún a riesgo de su propia integridad.
Acto que enaltece la dignidad del género humano.
Ojalá saquemos lecciones para el futuro y que disfruten esta lectura como me ocurrió a mí mientras le hacía algunas pequeñas correcciones.
Fernando Lizama Murphy
22 de mayo 1879
La Sepultura de Prat y Serrano
Rodrigo Longa T.,
Voluntario del Cuerpo de Bomberos de Iquique.
Miércoles 21 de Mayo de 1879. El día más largo para Chile y para bomberos de Iquique. La historia oculta que se mantiene latente en nuestra ciudad es inmensa y muchos la desconocen.
Hoy gracias a los relatos históricos que cuentan los mismos libros de guardia, novedades y relatos orales de la época les narraré parte de lo que se vivió aquel día.
Cuando comenzaba a caer la noche, los cuerpos de dos oficiales chilenos fueron depositados por un solitario bote en el muelle de la ciudad. En ese lugar comenzó a aglomerarse la gente, a gritar consignas anti chilenas y a agredir los cuerpos.
Esto llegó a oídos del Director de la Primera Compañía de Bomberos, don Eduardo Llanos, quien fue a entrevistarse, donde hoy se encuentra la antigua aduana, con el General Buendía, a cargo de la ciudad.
Al salir Llanos del lugar, un contingente de soldados peruanos retiró los cuerpos del puerto y los llevó a un costado de la aduana, donde se depositaba también la basura. Desde ahí serían derivados a una fosa común.
Cuentan los relatos orales y escritos que los transeúntes que circulaban por el sector pateaban y escupían los restos. Varias mujeres, pertenecientes a la comunidad española, se quejaron con Eduardo Llanos, que por razones humanitarias volvió a entrevistarse con el General Buendía, ahora escoltado por un piquete de bomberos.
Buendía esta vez accedió a entregarle los cuerpos, para que fuesen retirados de la calle y evitar posibles disturbios.
Llanos ordenó traer sábanas de su casa para trasladarlos desde ese sector hasta la Compañía de Bomberos, que se encontraba a solo una cuadra. Los bomberos de la Primera Compañía los llevaron desde ese lugar con una escolta, para evitar algún tipo de agresión.
Ya en el cuartel, los restos de ambos oficiales chilenos, del Capitán Prat y el Teniente Serrano, con sus uniformes a mal traer, son llevados a la casa N°14, a la vuelta de la compañía, para ser preparados los cuerpos.
Un aporte del director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel.
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El 26 de Mayo se conmemora la Batalla de Tacna, combate que se desarrolló en el Campo de la Alianza en el Perú en 1880. Esta acción de guerra fue una de las más importantes y decisivas de la Guerra del Pacífico ya que la conquista de Tacna tuvo una gran trascendencia estratégica y geopolítica debido a que permitió posteriormente la conquista de Arica y con esta acción la ocupación total del Departamento de Tarapacá que lo conformaban las ciudades de Iquique y Arica. Posteriormente ya terminada la guerra, en el tratado de Ancón de 1884 Chile obtiene la cesión perpetua de ese territorio.
Esta batalla fue una de las acciones militares más cruentas de la guerra y debido a la acción decidida, valiente y con un gran sentimiento patrio nuestros soldados logran derrotar a las fuerzas peruanas y bolivianas por lo que Bolivia se retira del conflicto.
El gran conductor y estratega de nuestro Ejército fue el olvidado General Manuel Baquedano. Las bajas chilenas en la batalla fueron más de dos mil. Hoy esos chilenos son parte del batallón celestial de soldados desconocidos que murieron en la guerra y que hoy junto a su General, pasaron al olvido de Chile.
Gloria, honor y admiración a ese gran General y a esos soldados héroes que rindieron su vida por la patria y permitieron que Arica e Iquique sean chilenos .
René Norambuena Veliz
General ( R)
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Veintiún salvas disparadas desde el cerro Santa Lucía despertaron a los santiaguinos a las seis de la mañana el sábado 29 de Mayo de 1880, tres días después del triunfo militar en Tacna.
En efecto, la victoria conocida por parte del gobierno fue celebrada desde muy temprano ese sábado, junto a las salvas, la banda de músicos de la guardia municipal recorrió la calle Teatinos hasta la Moneda y después continuó hasta el mercado central. Los santiaguinos regocijados aclamaban el triunfo aglutinándose en la Moneda para conocer más detalles, luego otra banda, la de artillería por las calles céntricas fue seguida por los transeúntes, quienes al unísono entonaron la canción de Yungay, conocida como la segunda canción nacional, esa misma canción que en la mañana del miércoles 𝟮𝟲 𝗱𝗲 𝗠𝗮𝘆𝗼 𝗱𝗲 𝟭𝟴𝟴𝟬, voz en cuello cantaron las tropas chilenas en el Campo de la Alianza al iniciar el avance superando al adversario, al arenal que dificultaba el avance y al sol abrasador. Logrando vencer.
Ya en la tarde de ese glorioso día, la bandera tricolor flameaba en las posiciones conquistadas a los pies de las alturas del Intorko.
La noticia recorrió de norte a sur y Chile celebró la victoria en Tacna, entonando: “𝗖𝗮𝗻𝘁𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗹𝗮 𝗴𝗹𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝘁𝗿𝗶𝘂𝗻𝗳𝗼 𝗺𝗮𝗿𝗰𝗶𝗮𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗽𝘂𝗲𝗯𝗹𝗼 𝗰𝗵𝗶𝗹𝗲𝗻𝗼 𝗼𝗯𝘁𝘂𝘃𝗼 𝗲𝗻 𝗬𝘂𝗻𝗴𝗮𝘆”
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Juan Carlos Aguilera – Polites News, Ideas para la tarde, mayo 2025
El 21 de mayo vuelve cada año con exactitud, pero no siempre con hondura. La bandera flamea, los discursos se suceden, y el bronce de la historia repite su eco.
Pero el alma de Chile parece, a veces, ya no entender de qué madera estaba hecho ese hombre que subió al abordaje como quien se dirige a su muerte con la paz del deber cumplido.
¿Fue Arturo Prat un héroe o un santo?
El concepto de héroe hunde sus raíces en la paideia griega, ese ideal de formación del ciudadano en que la virtud era acción y la acción era gloria.
El héroe era aquel que, con libertad, se entrega a una causa superior a sí mismo, no por cálculo, sino por fidelidad. Platón y Aristóteles vieron en el héroe el rostro de la areté, esa excelencia humana que no se compra ni se hereda, sino que se conquista con la vida. El héroe es, por tanto, modelo visible de lo que una vida de excelencia puede llegar a ser.
Pero hay otra figura, menos ruidosa y más luminosa: el santo, según los Padres de la Iglesia, es aquel que ha dejado de vivir para sí mismo. El santo no busca la gloria ni la victoria, sino la fidelidad al Amor con mayúscula.
San Ambrosio recuerda que “el mártir no es el que muere, sino el que no niega la Verdad”. Y san Agustín precisa: “El santo no busca ser visto por los hombres, sino conocido por Dios”. Su actuar no se rige por la gloria, sino por la caridad. Si el héroe vence al miedo, el santo vence al ego.
Prat vivió como padre, como esposo y como ciudadano de la patria que recién se afirmaba. Su vida no fue un salto al vacío, sino un ascenso discreto.
Estudió derecho, sirvió en la Armada, amó profundamente a su mujer, Carmela Carvajal, y fue un padre afectuoso. Las cartas a su esposa muestran a un hombre tierno y firme, consciente de que su deber primero era con su hogar.
Pero cuando la patria lo llamó, no dudó. Su heroísmo no nace del odio al enemigo ni del ansia de victoria, sino de la convicción profunda de que hay cosas que merecen ser defendidas aun a costa de la propia vida.
Muchos han intentado reducir a Prat a un busto o a una consigna. Pero su grandeza está precisamente en que fue un hombre fiel. No hay fisura entre su fe católica, su ética profesional, su compromiso patriótico y su amor conyugal. En él, la unidad de vida no fue un ideal, sino una realidad tejida día a día.
El héroe que Chile exalta cada mayo fue también el abogado que defendió a los más desamparados, el esposo que escribía con ternura desde el mar, y el creyente que comulgó antes de embarcarse.
En un tiempo donde se celebra el carisma sin carácter y la astucia sin virtud, Prat desentona. No fue brillante, fue fiel. No fue carismático, fue íntegro. No sedujo multitudes, pero conmovió generaciones. Su vida es una respuesta viva a esa pregunta que hoy casi nadie se atreve a hacer: ¿se puede ser padre de familia, creyente, servidor público y mártir silencioso, todo en uno? Prat responde que sí.
Prat, fue uno de esos hombres que fundan lo invisible. Que nos recuerdan que entre el héroe que vence por la espada y el santo que vence por la entrega hay una franja común: la del deber asumido con amor.
Que no hay contradicción entre rezar el rosario y morir por la patria. Que la gloria sin santidad es soberbia, y la santidad sin coraje es estéril.
Quizás Chile hoy, dividido entre el pragmatismo sin alma y el idealismo sin raíces, necesite recordar que la vida buena, la vida plena, es aquella en que el héroe y el santo se abrazan en la carne de un hombre fiel.
Ahí donde el deber, el amor y la fe no se separan. Ahí, es donde todavía arde la memoria viva de Arturo Prat. Y eso -en estos tiempos rotos- ya es un milagro.
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Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel
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La Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional, saluda a la Armada de Chile al conmemorarse el 146° aniversario del Combate Naval de Iquique, donde el Capitán Arturo Prat Chacón y la tripulación de la Esmeralda, dieron sus vidas por la patria demostrando un verdadero ejemplo de valentía y patriotismo.
El combate naval de Iquique fue uno de los primeros y más importantes enfrentamientos ocurridos durante la campaña naval de la Guerra del Pacífico.
Tuvo lugar en la bahía de Iquique el miércoles 21 de mayo de 1879. En él se enfrentaron el monitor peruano Huáscar al mando del capitán de navío Miguel Grau Seminario y la corbeta chilena Esmeralda, al mando del capitán de fragata Arturo Prat Chacón.
La arenga que dirigió a la tripulación de la “Esmeralda” antes del inicio del combate, ha quedado grabada en el recuerdo de todos los chilenos. De esta y del desempeño de Prat y sus marinos durante el combate, se refleja en el lema que está en todos los buques de la armada. “Vencer o Morir”.
La heroica acción de Prat y sus marinos provocaron un inmenso fervor patriótico, así como una gran motivación para el desarrollo de la guerra, es así como el pueblo se volcó a los cuarteles para enrolarse en la incipiente guerra.
Si bien Iquique constituye una hazaña difícil de emular, no lo es todo en la historia de nuestra marina de guerra. Nuestra Armada es un rosario de triunfos y éxitos, tanto en la guerra como en la paz.
Recordemos que los esfuerzos de Chile por conformar una fuerza naval propia coinciden en el tiempo, con la emancipación de la corona española.
Uno de los principales artífices de este proceso fue el Director Supremo, general Bernardo O’Higgins, reconocido como el gran impulsor del poder naval chileno, al abogar tempranamente por el valor del dominio del mar, para consolidar a Chile como nación independiente. En este esfuerzo fue secundado eficazmente por el general José Miguel Carrera.
Especialmente significativa es la frase que se le atribuye al prócer en 1817, luego de la batalla de Chacabuco, ocasión en que afirmó:
“Este triunfo y cien más se harán insignificantes si no dominamos el mar”.
O’Higgins construyó la armada de la nada, careciendo de tripulantes, de buques, aparejos, cañones y dinero, pero el padre de la patria venció todos los obstáculos con su tenaz e inspirada voluntad política. Así, la primera y bisoña Escuadra Nacional zarpa en su primer ensayo desde la bahía de Valparaíso en octubre de 1818.
En este nuevo aniversario de nuestra Marina, bien vale la pena recordar algunos de los hitos y fechas que dan brillo a la historia naval chilena.
16 de junio de 1818, creación de la Infantería de Marina: El libertador general Bernardo O’Higgins, para materializar la organización de una fuerza naval para la patria, emitió un decreto en esa fecha, por el cual se establecía un mando en jefe a flote con claras atribuciones operativas y, entre otras disposiciones, se le subordinaban a este el comandante, oficiales y tropa de marina que integrarían las necesarias guarniciones de los buques de guerra, con funciones apropiadas a su rol.
La tropa de marina realizó una valiosa contribución en la guerra de independencia contra España y en el afianzamiento de la soberanía en los territorios del sur, al igual que en los conflictos posteriores que debió enfrentar el país.
1818, creación de la primera estructura logística de apoyo a la flota y al cuerpo de infantería de marina.
28 de octubre de 1818: Captura de la fragata española “Reina María Isabel”, en la bahía de Talcahuano, así como siete transportes en fechas posteriores.
28 de noviembre de 1818: Fecha de llegada a Chile del almirante británico lord Thomas Alexander Cochrane, conde de Dunoldand, contratado por el gobierno de Chile y destacado aporte extranjero, para comandar la escuadra y darle una estructura definitiva y profesional a la Armada.
Bajo su mando, la Escuadra Nacional fue decisiva para afianzar la independencia de Chile en el sur del país.
Este notable marino imprimió un sello de profesionalismo en la institución y la proyectó como una armada oceánica, visión estratégica que ha perdurado hasta el presente.
Al mismo tiempo, implementó usos y costumbres de la Marina Real Británica, que fueron asimilados muy pronto por las dotaciones nacionales.
1820 toma de los fuertes de Corral y Valdivia. Estas acciones fueron efectuadas para neutralizar los remanentes del poder colonial español en la costa del Pacífico, objetivo que se buscó a contar de ese año, con el envío de la Expedición Libertadora del Perú.
En diversas acciones, el almirante Cochrane atacó de manera audaz e incansable a las fuerzas navales españolas y a su comercio, alcanzando hasta California, contribuyendo decididamente a lograr la independencia del Perú y a impedir los intentos realistas de retener estos territorios.
7 de febrero de 1826: Combate naval de Abtao. Durante ese mismo conflicto, lucharon en un mismo bando dos jóvenes oficiales, Arturo Prat, de Chile, y Miguel Grau, de Perú, quienes más tarde se convertirían en los máximos héroes navales de sus respectivos países.
La liberación total del territorio chileno, logrado en ese año, con la rendición del último bastión realista en la isla de Chiloé.
12 de enero de 1839, combate naval de Casma: Los buques chilenos comandados por el capitán de fragata Roberto Simpson, vencen a la flotilla del corsario Juan Blanchet, quien servía al gobierno confederado del mariscal Andrés de Santa Cruz.
21 de septiembre de 1843, toma de posesión del Estrecho de Magallanes. Dejando de manifiesto con este acto, el rol de la Armada en la integración de los territorios más alejados.
26 de noviembre de 1865: Oportunidad en la que, con ocasión de la guerra contra España, sostenida por Chile y Perú entre 1865 y 1866, el capitán de fragata Juan Williams Rebolledo captura la goleta “Virgen de Covadonga”
1º de mayo de 1874: Creación de la Oficina Hidrográfica de Chile, dirigida por el capitán de fragata Francisco Vidal Gormaz, que inició la confección y distribución sistemática de la cartografía náutica del país.
Febrero de 1879: La Guerra del Pacífico, que enfrentó a Chile con Perú y Bolivia, fue una oportunidad en que quedó demostrada la importancia de contar con un poder naval adecuado a las necesidades del país.
12 de octubre de 1879, Batalla Naval de Angamos: Esta dio como resultado, el dominio del mar cambiando definitivamente el desarrollo de la guerra.
2 de noviembre de 1879: Desembarco en Pisagua, constituyendo esta acción, la realización de la primera operación anfibia de la historia del mundo. En esta acción participó la Infantería de Marina. Terminadas las acciones bélicas, la Armada continuó desarrollando su labor de afianzamiento de las fronteras marítimas del país.
9 de septiembre de 1888: Incorporación efectiva de la Isla de Pascua o Rapa Nui a la soberanía de Chile, debido a la iniciativa del entonces capitán de corbeta Policarpo Toro, que permitieron neutralizar los intereses que dejaban ver otros países.
1894 en adelante: Construcción de una extensa red de faros en la zona austral destinados a señalizar los principales pasos marítimos, muchos de los primitivos faros aún en funcionamiento
Inicio de los trabajos de construcción del Apostadero Naval de Talcahuano, principal base logística de la Armada hasta el día de hoy.
Abril de 1916: Primer curso de pilotos, dictado en la Escuela de Aeronáutica Militar, y que condujo a la graduación de los primeros tres especialistas de la institución, lo que dio inicio a la especialidad de la Aviación Naval a partir de 1919.
30 de agosto de 1916: En una acción destacada conducida por el piloto Luis Pardo Villalón, se realizó el rescate de los miembros de la expedición antártica de sir Ernest Shackleton, atrapados en dicho continente.
1947: Inauguración de la base “Arturo Prat”, la primera de nuestro país en la Antártica. Junto con sostener la continuación de las exploraciones y el apoyo al poblamiento en los archipiélagos que se extienden desde Puerto Montt al sur, los levantamientos hidrográficos efectuados por la armada fueron una importante tarea en la que destacó el contraalmirante Enrique Simpson.
4 de julio de 1917: Creación de la Fuerza de Submarinos de la Armada, en un año en el que aún se encontraba en desarrollo la Primera Guerra Mundial y era noticia de plena actualidad el impacto causado por esta letal arma en el Océano Atlántico.
Un hito importante lo constituye el izamiento del pabellón nacional en las primeras seis unidades clase H, que dieron inicio al desarrollo de la especialidad.
Diciembre de 1978: nuevamente la paz se ve amenazada cuando nuestros vecinos navegan con las claras intenciones de apoderarse de las islas australes. Nunca se dudó un momento en cumplir la divisa de sus buques de “Vencer o Morir”.
La historia de la Armada de Chile se confunde con nuestra historia nacional desde la gesta de la Independencia. Esta resumida reseña no termina con la historia de la Armada de Chile al día de hoy.
Sus hazañas guerreras constituyen el aval de su profesionalismo, valentía, preparación y espíritu de sacrificio. Las conocemos a través de los textos de historia y del relato que oportunamente hicieron sus actores, así como por los resultados obtenidos y relatados por los historiadores. No existe en esa historia ejemplo alguno de cobardía o rendición ante el enemigo ni tampoco ante los embates de la naturaleza. Estos embates los han atacado inmisericordemente, pero a través del trabajo incesante han sabido sobreponerse a terremotos y maremotos y en un arduo y sacrificado trabajo, han recuperado sus navíos e instalaciones.
Su desarrollo actual no tiene parangón y su capacidad es reconocida por aquellos países desarrollados que patrullan los siete mares, contando con un desarrollo tecnológico difícil de alcanzar. Esta diferencia es suplida ampliamente con capacidad y profesionalismo.
A modo de ejemplo, el más importante ejercicio naval en el área, denominado “RIMPAC”, con la participación de las mejores armadas del Pacífico, ha sido comandada por un oficial chileno.
No cabe duda de que nuestra Armada seguirá sin interrupciones en su senda profesional. El ejemplo de Prat es una luz que brilla como un faro en la mente de cada marino.
Saludamos con admiración y respeto la historia de la Armada de Chile, su devenir, sus éxitos en la guerra y en la paz, su desarrollo constante, así como el elevado espíritu que empodera a su personal.
Finalmente, deseamos a la Armada de Chile y en forma muy especial a los socios de la Unión que un día lucieron con orgullo el uniforme de Prat, una feliz navegación por los 7 mares, viento por un largo y que la naturaleza les prodigue aguas calmas y mucha agua bajo la quilla.
Saludo a la Armada de Chile.
Un saludo a nuestra Armada, por su aniversario, por ser una de las instituciones pilares de la Defensa Nacional y además por ser activo protagonista de nuestra historia al participar en uno de los episodios más importantes y gravitantes de la Guerra del Pacífico como fue el Combate Naval de Iquique de 1879, donde el Capitán de la Esmeralda Arturo Prat Chacón, junto a su personal ganan un gran sitial de honor por su heroísmo, logrando un sentimiento de unidad nacional, que sirvió de inspiración sublime a los miles de chilenos que defenderían a nuestro país a través de varios años de guerra .
El 21 de Mayo se recuerda la gesta heroica de Iquique, donde el Capitán Prat da muestras de valentía y liderazgo , encabezando al grupo de marinos que dieron su vida por Chile en el combate donde se disputaba el dominio del mar a inicios de la guerra .
Posteriormente, la Armada luego de derrotar a la armada peruana, junto al Ejercito, fueron los protagonistas de la gran operación Logística que se llevó a cabo en todas las etapas de la Guerra del Pacífico. Está gran operación tal vez la más grande en la historia de las guerras, consistió en traslados continuos por cuatro años, de buques chilenos desde Antofagasta y Valparaíso llevando por mar soldados, armamento, caballares y toda la logística de apoyo inicialmente hasta Pisagua y después a otros puertos peruanos conquistados .
La armada una una vez que conquistó el mar, pudo realizar esta operación que significó “el mayor apoyo al Ejército para las conquistas territoriales que se mantienen hasta hoy” .
Posteriormente en mil novecientos setenta y ocho, la Armada, en la defensa de Chile ante el posible ataque Argentino, fue un factor gravitante en el control del mar en la Patagonia además de la férrea defensa de infantes de Marina, que involucraba a las Islas Picton , Nueva y Lenox y la cobertura de sus buques respecto al control absoluto de las aguas del Canal Beagle y de toda la zona marítima que pretendía la Argentina .
Nuestro saludo y homenaje a sus héroes, a sus glorias, a sus tradiciones y los miles de orgullosos oficiales y Sub oficiales activos y en retiro de esa Gloriosa Institución cuna de héroes .
René Norambuena Veliz
General ( R) Ejército
¿Quién fue Arturo Prat?
Descubre el hombre tras el héroe naval.
Los invitamos a ver este video que relata la vida de Arturo Prat de una forma muy diferente y narrado por un niño.
Aún los sones de la trompeta de Crispín Reyes, resuenan en nuestros corazones interpretando zafarrancho, llamando a los heroicos marinos de la “Esmeralda”, reunirse en la eternidad con el Capitán Arturo Prat Chacón. para seguir luchando por el honor de la Patria y su Bandera, que en la rada de Iquique se sucumbe gloriosa altanera y digna , jamás rendida. . El último estampido del cañón del guardiamarina Luis Riquelme, que retumba en la cordillera de los Andes, el desierto agreste, la islas del Sur, el territorio antártico y el Mar de Chile, que también encierra las glorias de la Patria, al hundirse la gloriosa “Mancarrona”, cuyos restos flotan en ese celebre 21 de mayo 1879,esas maderas que protegían a los marineros esmeraldinos de los sistemáticos disparos de los peruanos desde el “Huáscar”.
Un poco más al norte de Tocopilla, en Punta Gruesa, el comandante de la “Covadonga”, Carlos Condell de la Haza, rendía a la “Independencia”, comandada por Guillermo Moore, reduciendo a la mitad del poderío de los blindados peruanos. Nuestra Bandera es la heredera de la creada por Javiera Carrera en 1812, la Bandera de Chile simboliza la roja sangre de sus héroes, la azul vida, el blanco amor y la estrella de la Victoria y la Gloria. No existe una escuela, casa o una calle que no lleve el nombre de Arturo Prat, el verdadero pueblo conmemora con orgullo el Combate Naval de Iquique y el de Punta Gruesa, es el acontecimiento que enaltece a este pueblo, noble , sacrificado y honesto, que quiere vivir en su PATRIA, en Libertad, Igualdad, Fraternidad, Seguridad y Tolerancia-
Marta Saavedra Lavín
Directora
Instituto de Investigaciones Históricas
Gral. José Miguel Carrera Verdugo
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