Autor: Antonio Yakcich Furche.
Historiador.
El fin de semana recién finalizado se celebró en Chile el “Día de los patrimonios”, bajo el lema “25 años de historias”.
Como lo indica el lema, ha pasado un cuarto de siglo desde que se instaurara en todo el país dicho día, el que se celebra el último fin de semana de mayo, con el fin de acercar la historia y la cultura a los ciudadanos.
Es evidente que sin historia no hay cultura y viceversa, por lo que es la oportunidad de mostrar nuestro patrimonio atesorado como nación a lo largo de los siglos.
Museos, edificios antiguos, dependencias de diversas organizaciones, en suma la más variada gama de aspectos, son mostrados a un público que concurre voluntariamente a visitarlos.
La oportunidad es maravillosa, en el sentido de poder disfrutar de un panorama de fin de semana con variadas alternativas, todas ellas entretenidas.
Desde hace un tiempo, de hecho después de la pandemia, se ha notado un incremento no menor de visitantes, los que se programan para concurrir en los dos días al máximo de lugares posibles, dentro del tiempo disponible.
Para un atento observador hay algunos aspectos que destacan y que no pasan inadvertidos.
Uno de ellos es la búsqueda de cultura, en especial al tratarse de museos que la entregan como parte de su misión, lo que se nota por el grado de interés de los visitantes, quienes no solo se conforman con mirar los objetos patrimoniales, sino que además por conocer los aspectos históricos con los cuales están relacionados.
Entonces, con mayor frecuencia que antes, los visitantes se dan el tiempo de recorrer las salas de los museos, efectuando consultas a los guías o leyendo la información que se les entrega.
Paralelamente, las muestras de elementos específicos, como por ejemplo autos antiguos, son visitadas en gran medida, dada la atracción que provocan.
Por otra parte, se observa una gran asistencia de familias, no solo en su relación padres hijos, sino además de generaciones anteriores, como los abuelos.
Se produce entonces un fenómeno muy especial, ya que no es extraño descubrir como padres y abuelos, se transforman en verdaderos guías de museos, que van entregando información a los niños y jóvenes.
Pero hay otro elemento que ha aparecido en los últimos días del patrimonio, el que se relaciona con la presencia cada vez mayor de personas y familias extranjeras, las que concurren en forma especial a los museos.
De cualquier forma, por los motivos anteriores u otros, el día del patrimonio es sin duda algo especial.
Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional