NO, MERCURIO RETRÓGRADO NO AFECTA EN NADA A TU VIDA:
ES UNA ILUSIÓN ÓPTICA
Sarah Romero, Periodista científica
Muy Interesante, 01/04/2024
Desde el 2 y hasta el próximo 25 de abril habrá Mercurio retrógrado.
La astrología se ha ocupado de especular largo y tendido sobre este fenómeno astronómico, sugiriendo toda suerte de vulnerabilidades, problemas, malentendidos o sufrimientos en general asociados a la fase de Mercurio retrógrado.
Creer que los movimientos astronómicos de un objeto situado a más de 86 millones de kilómetros de distancia de la Tierra nos afectan en nuestro día a día es realmente ciencia ficción.
Nada más lejos de la realidad. La astrología ha sido, es y sigue siendo una pseudociencia.
Pero, ¿qué significa que Mercurio esté retrógrado? No es un fenómeno ni aislado ni extraño. Debido a su velocidad, Mercurio se pone retrógrado varias veces dentro del mismo año terrestre. Sucede del 2 al 25 de abril, del 5 de agosto de 2024 al 27 de agosto de 2024 y finalmente del 25 de noviembre de 2024 al 15 de diciembre de 2024.
Durante tres semanas, el planeta parece girar hacia atrás -en movimiento retrógrado- debido a su proximidad a la Tierra, pero en realidad no lo hace. Es solo una ilusión óptica causada por el movimiento de todos los planetas a diferentes velocidades entre sí.
Así, el aparente retroceso de Mercurio es un fenómeno astronómico real, pero su conexión con lo que nos pasa a los humanos aquí en la Tierra es pura pseudociencia.
Un mito. Desde una perspectiva científica, esta creencia es infundada.
¿Por qué se le da tanta importancia? Para los defensores de la astrología, el movimiento retrógrado tiene connotaciones negativas.
Dado que Mercurio es el planeta más rápido de nuestro sistema solar, entra en movimiento retrógrado aparente entre tres y cuatro veces al año, así que es un chivo expiatorio perfecto para que esta pseudociencia abrace la asociación para cualquier tipo de desgracia.
Sea como fuere, en realidad, los planetas no retroceden en el espacio aunque desde nuestro punto de vista en la Tierra sí que lo parezcan. Esto se debe, como hemos comentado, a la velocidad de rotación de nuestro planeta y a la distancia del planeta en cuestión con respecto a nosotros.
Es similar a la sensación de retroceder cuando estás sentado en un tren y el tren de la siguiente vía comienza a avanzar. Eso es lo que sucede cuando Mercurio gira la Tierra.
Movimiento de los planetas. La mayor parte del tiempo, Mercurio se mueve de oeste a este en relación con las estrellas en el cielo nocturno. Pero varias veces al año, esa progresión constante cambia, moviéndose de este a oeste.
A medida que la Tierra y Mercurio orbitan alrededor del Sol a diferentes velocidades y distancias, hay períodos en los que la Tierra supera a Mercurio en su órbita.
Mercurio orbita más cerca del Sol que la Tierra, lo que significa que el pequeño planeta viaja mucho más rápido alrededor de la estrella, orbitándola en sólo 88 días terrestres (mientras que la Tierra lo hace en aproximadamente 365 días).
En términos simples, cuanto más cerca está un planeta del Sol, más rápido se mueve.
De ahí que en esos momentos, desde nuestro punto de vista en la Tierra, Mercurio parece disminuir su velocidad, detenerse y luego moverse en la dirección opuesta. Pero una vez que la Tierra pasa por completo a Mercurio, el planeta parece reanudar su movimiento directo normal.
Es una ilusión que no tiene ningún tipo de efecto físico en la Tierra. El cambio de dirección aparente de Mercurio no ejerce fuerzas nuevas o inusuales sobre nuestro planeta ni afecta los campos electromagnéticos de los que depende nuestra tecnología.
Mercurio retrógrado probablemente fue documentado por primera vez por astrónomos babilónicos alrededor del siglo VII a.C. Esos antiguos astrónomos anotaron sus diarios astronómicos en tablillas de arcilla, describiendo con bastante detalle el movimiento de los planetas, incluido el hecho de cómo Mercurio parecía desacelerarse y retroceder sobre sí mismo.
Fue uno de los primeros misterios que confundió a los antiguos observadores de estrellas.
A lo largo de la historia, la astrología y la astronomía solían estar entrelazadas, pero la revolución científica y el desarrollo del método científico llevaron a una clara separación entre ambas.
La astrología no es una ciencia y cualquier conexión con los efectos de Mercurio retrógrado se basa en un sesgo cognitivo conocido como sesgo de confirmación.
¿Qué es el sesgo de confirmación? El sesgo de confirmación es una tendencia psicológica que nos obliga a favorecer la información que confirma nuestras creencias o hipótesis preexistentes, independientemente de si la información es verdadera.
Con él tendemos a recordar eventos que confirman las creencias preexistentes y se pasan por alto aquellas que no, lo que lleva a reforzar las creencias potencialmente falsas o infundadas.
En el caso de Mercurio retrógrado, si hay personas inclinadas a creer en la influencia de Mercurio retrógrado, es más probable que atribuyan cualquier suceso negativo que haya ocurrido en sus vidas al aparente movimiento hacia atrás del planeta a pesar de que tengan lugar problemas o conflictos similares a lo largo del año, independientemente de la posición que ostente Mercurio en nuestro cosmos.
Un aporte del director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel
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