Columna de Opinión

Carta al Sr. Diputado MIODRAG MARINOVIC (General Hernán Nuñez M.)

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Usted “honorable” diputado, que ahora quiere ser “ché, y pasarse al otro lado del alambre”, me hizo perder mi tiempo, tiempo que le resté a los mios, dos de los cuales ya no están en este mundo. Por defenderlo a USTED.

 

Santiago, 14 de Enero de 2011

Sr. Diputado MIODRAG MARINOVIC :
 
Cuando usted tenía 10 años, en 1978,  las FF. AA. y de Orden, y dentro de ellas, el Ejército de Chile desplegó parte de sus fuerzas para defender el territorio que US. “representa” y cuidarle el pellejo al niñito Miodrag y a su familia; y a la de todos los habitantes de ese esforzado territorio.  
 
Para que le pregunto si tuvo idea o alguien le contó de este episodio de la historia reciente de Chile, en su casa, con calefacción, con buena comida caliente.
 
Total, “los milicos nos defenderán”. Claro, hay que recurrir a ellos cuando sólo estamos en peligro.
 
Mientras tanto, oficiales, suboficiales – muchos de ellos hoy procesados o encarcelados -, y soldados conscriptos, unos verdaderos niños, hacían su vida en una trinchera, en una posición de ametralladoras o morteros, para que nadie ajeno pisara nuestro territorio.
En plena pampa, con frío, mal equipados, sólo con una parka y un gorro de lana como abrigo, a veces enfermos; con comodidades absolutamente diferentes de las cuales el niño Miodrag, gozaba. 
 
Puedo decir que ello, y con una tremenda indignación – y lo personifico en usted “honorable” – , me quitó estar seis meses alejado de mi  mujer y de mis hijos, de la misma edad que la suya.
 
SU pellejo era más importante para mí, que la de ellos. E incluso estaba dispuesto a dar mi vida por el niñito MIODRAG.
 
Usted “honorable” diputado, que ahora quiere ser “ché,  y pasarse al otro lado del alambre”, me hizo perder mi tiempo, tiempo que le resté a los mios, dos de los cuales ya no están en este mundo. Por defenderlo a USTED.
 
Lo que desprestigia a la clase política, cuando quiere ser “populachera”, es que hablan “pelotudeces”.
 
A veces, es preferible pasar por tonto, manteniéndose callado, que abrir la boca y despejar todas las dudas.
 
Lo saluda
 
General HERNAN NUÑEZ MANRIQUEZ
U al dia

Cuenta pública del Ministro de Defensa Nacional

En el minuto 28 – hace referencia a la eliminación del 6% y 0,5%, indicando que lo separará del proyecto de la futura carrera de las FF.AA. Además, señala que está en trámite la ley que autoriza la incorporación de los pensionados de CAPREDENA a las Cajas de Compensación.
Hacemos llegar a ustedes la dirección electrónica en la cual  se encuentra la cuenta pública del MINISTRO DE DEFENSA donde – en el minuto 28 – hace referencia a la eliminación del 6% y 0,5%,  indicando que lo separará del proyecto de la futura carrera de las FF.AA.  Además, señala que está en trámite la ley que autoriza la incorporación de los pensionados de CAPREDENA a las Cajas de Compensación.
   
U al dia

Fallecimiento del distinguido socio de UNOFAR V Don Luis Arturo Ayala Arce (QEPD)

Fallecimiento del distinguido socio de UNOFAR V Don Luis Arturo Ayala Arce (QEPD)
Don Raúl Ayala Arce murió hace pocos días y sus restos descansan en nuestra capital. Sólo cabe agradecerle y rendirle un póstumo homenaje a través de estas líneas por su dedicación al estudios, la fineza de su trato y su permanente y fundamentada defensa de nuestros derechos patrimoniales. Sin duda alguna, él constituye uno de esos tantos héroes antárticos que el Bicentenario pasó sin recordar, y que sin los cuales nuestra presencia en esas lejanas latitudes habría sido difícil, sino imposible. Sus funerales se efectuaron en Santiago el lunes 6 de Diciembre.

 

Luis Arturo Ayala Arce.
Este distinguido oficial de Ejército nació en 1914, siendo su padre don Arturo Ayala Zúñiga y su madre doña Blanca María Arce; fue ingeniero militar geodesta y tuvo un destacadísimo desempeño profesional, sirviendo largos años en el Instituto Geográfico Militar y en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
A principios de enero de 1947, el gobierno de Gabriel González Videla en conocimiento de las abiertas pretensiones extranjeras sobre nuestros territorios australes, había decidido ¾no obstante todas las limitaciones económicas del momento¾ enviar la primera expedición oficial al Territorio Antártico Chileno y establecer la primera base permanente en la Antártica, a la cual se le denominó Soberanía y que quedó a cargo de la Armada de Chile, siendo su primer comandante el Teniente 1º de esa Institución don Boris Kopaitic O’Neill.
El entonces capitán Arturo Ayala integró dicha primera expedición, junto a otros miembros del Instituto Geográfico Militar (IGM): el mayor Pablo Ihl, el capitán Próspero Madrid y otros científicos como el geólogo Eusebio Flores y el glaciólogo Humberto Barrera, y cuya misión incluía efectuar estudios cartográficos de esa región y otros previos a lo que pronto sería la presencia permanente del Ejército en esas latitudes.
La sensibilidad del joven capitán se revela en sus escritos al describir el zarpe de la expedición desde el muelle de Punta Arenas, el miércoles 5 de febrero de 1947:
El Himno Patrio fue entonado por todos, siendo también coreado por nosotros que nos encontrábamos en cubierta. Éste, ha sido el momento más emocionante. A medida que nos alejábamos las notas de nuestro Himno Patrio se iban, poco a poco, perdiendo. Los últimos “vivas” a la Patria y los pitazos de los buques surtos en la bahía, sellaron con su eco, sus últimas estrofas.”
La misión que llevaba el capitán Ayala no se limitaba a integrar la expedición, sino que junto a otros miembros del Ejército debía realizar la Primera Exploración Terrestre en la Antártica. Se tenía claro que los chilenos no sólo deberían tener presencia permanente en ese lejano territorio nacional, sino que también alcanzar ¾algún día¾ el Polo Sur, de ahí que todo el accionar del Ejército fuese orientado a esos objetivos. En tal contexto, durante ese año 1947, se planificó adquirir experiencias para efectuar expediciones en climas extremos, ya que el año siguiente se iniciaría la presencia permanente en el continente antártico propiamente tal y no sólo en su periferia.
En cuanto a los medios que contaron estos primeros expedicionarios antárticos chilenos puede decirse, con propiedad, que no eran muchos: el mismo uniforme de esquí que usaban en esa época las tropas de montaña, unas carpas arrendadas, una cocinilla Primus y unas cuantas ollas de aluminio. Con estoica resignación, Ayala relata en su obra: “en cuanto al calzado, éste se hizo escaso. Por lo cual, sólo nos conseguimos un par para el señor Eusebio Flores, el resto, como tenían zapatos de esquís, debía usar sólo ese tipo.” (jueves 13 de febrero 1947)
Y respecto a las dificultades de todo orden que debieron enfrentar y vencer, cabe recordar las palabras del entonces comandante de la fragata Iquique, don Ernesto González Navarrete, resumiendo exacta y adecuadamente el espíritu que animaba a esos primeros expedicionarios antárticos militares: “efectuaron valiosos trabajos técnicos profesionales y de exploración en terreno antártico, acampando en tierras heladas por más de una semana, sin más aporte que su entereza personal y sin otra divisa que la de agregar un galardón más a la noble institución a que pertenecen”. (25 febrero 1947).
Por su parte, el mayor Pablo Ihl ¾ el oficial de Ejército de mayor graduación¾ deja testimonio escrito que en esas durísimas y difíciles circunstancias, el comportamiento de Ayala “tanto en lo militar y en lo humano, fue intachable”. Afortunadamente, el capitán Ayala escribió un completo Diario de Campaña de esa primera expedición y que entregó a sus superiores, documento que constituye uno de los testimonios más auténticos e interesantes que existen de esa misión y de ese momento histórico en particular.
Cinco décadas después, su autor tuvo la gentileza y generosidad de entregarnos personalmente el escrito original de dicho Diario, y de esta manera pudo verlo publicado, ya que como investigadores de la historia antártica, habíamos decidido editarlo en forma conjunta con el Diario personal del entonces teniente 1º de la Armada don Boris Kopaitic O’Neill, quien fue el primer comandante de la recién fundada Base Soberanía. Así, en una ceremonia efectuada en Reñaca una soleada mañana de agosto del año 2007, un maduro pero aún dinámico Arturo Ayala recibió un justo homenaje que le rindieran distintas instituciones vinculadas con nuestro Territorio Antártico, y la oportunidad de estrechar la mano de la viuda de Kopaitic, doña Ruby Williams.
El Diario de Campaña detalla con precisión y exactitud las limitaciones que tuvo esa primera exploración antártica, así como las enormes dificultades que debieron afrontar y las experiencias antárticas adquiridas por este grupo de chilenos, entre los que se contaba también el escritor y futuro diplomático don Miguel Serrano. Asimismo, tal como ha sido explícitamente reconocido años más tarde, este relato y los Informes derivados de esta primera expedición terrestre constituyeron una de las bases técnicas más sólidas y relevantes que han contribuido al éxito de las expediciones, asentamiento y exploraciones posteriores.
Más tarde, en la década de los 1950s., se le encomendaron al capitán Ayala diversas y delicadas misiones vinculadas a cuestiones limítrofes pendientes con las repúblicas de Bolivia y Argentina y en cuyo desempeño, como señala el entonces Teniente Coronel Óscar Avendaño, “su cultura, preocupación técnica y profesional” quedó de manifiesto en los completísimos trabajos presentados, siendo así reconocidos por diplomáticos de esas naciones vecinas. Además, durante esta década, efectuó diversas expediciones a Tierra del Fuego y otros sectores de nuestro territorio, trabajos todos de tal calidad profesional que la Universidad de Padua le otorgó, en 1957, una medalla de plata.
Y dice de él en esa época el presidente de la Comisión Chilena de Límites, don Gregorio Rodríguez Tascón: “su excelente criterio y larga experiencia en materia de límites han hecho de él un colaborador de extraordinaria eficiencia no sólo dentro de la Comisión, sino para el Ministerio de Relaciones Exteriores”.
Con el correr de los años, le fueron encomendadas labores de enorme importancia para el país. Una de éstas fue el proceso arbitral de Palena, donde la “solidez de su conocimiento, su capacidad de trabajo, la honradez y la escrupulosidad” fueron su sello identificatorio. Su decidida y fundamentada defensa de los derechos chilenos lo hacen merecedor de toda nuestra gratitud.
Sin embargo, don Raúl Ayala nunca olvidó la tarea que había iniciado en la Antártica y es así como a fines de 1960 elaboró una serie de directivas para los diplomáticos chilenos que viajaban a la Antártica “conservando nítidas las experiencias antárticas adquiridas hace 14 años”, como señala el presidente de la Comisión de Límites de Chile.
En 1962, y con el grado de teniente coronel, se retiró voluntariamente del Ejército; y la Cancillería, reconociendo la alta calidad de sus servicios, le pidió que siguiera colaborando en la Dirección de Fronteras y Límites donde, entre otros muchos temas, le tocó encargarse de la delicada situación internacional creada por el Río Lauca.
Don Raúl Ayala Arce murió hace pocos días y sus restos descansan en nuestra capital. Sólo cabe agradecerle y rendirle un póstumo homenaje a través de estas líneas por su dedicación al estudios, la fineza de su trato y su permanente y fundamentada defensa de nuestros derechos patrimoniales. Sin duda alguna, él constituye uno de esos tantos héroes antárticos que el Bicentenario pasó sin recordar, y que sin los cuales nuestra presencia en esas lejanas latitudes habría sido difícil, sino imposible.
Consuelo León Woppke
Fundación Valle Hermoso
Columna de Opinión

Estado de derecho y los Soldados del 73

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
La simple y leal aplicación de la normativa legal, constitucional y de los tratados internacionales ratificados y vigentes en Chile obliga a concluir que muchos oficiales se mantienen procesados, condenados o presos porque equivocadamente no se está dando aplicación a las disposiciones vigentes que los favorecen y que hemos recordado

 

 

“…muchos oficiales se mantienen procesados, condenados o presos porque equivocadamente no se está dando aplicación a las disposiciones vigentes que los favorecen…”. WILLIAM THAYER ARTEAGA

 

 

La distinguida jurista doña Raquel Camposano manifiesta en carta a “El Mercurio” publicada el 21 de diciembre de 2010 su preocupación por los oficiales que pertenecieron a las Fuerzas Armadas y de Orden y que se encuentran condenados o procesados en razón de delitos que no eran tales a la fecha en que se habrían cometido, o que, siéndolos, habrían prescrito o estarían amnistiados.

No cabe aquí comentar sus fundamentos, sino sólo recordar su enunciado: a) el aforismo “No hay delito ni pena sin una ley previa que los establezca”; b) la Constitución chilena (artículos 5 y 19 Nº 3); c) el Tratado de Roma al que se remite la cláusula vigesimocuarta transitoria de la Carta vigente, y su Estatuto, vigente en Chile desde el 1 de septiembre de 2009, en especial artículos 24 y 29; d) la ley 20.357, que tipifica los delitos de lesa humanidad y genocidio, y crímenes y delitos de guerra; e) el Decreto Ley 2.191 (1978) sobre Amnistía, dictado a solicitud del Consejo Mundial de Iglesias, presidido entonces por el cardenal arzobispo de Santiago, don Raúl Silva Henríquez; f) los principios generales del derecho, que deben aplicarse a falta de normas en los tratados o prácticas establecidas, según el artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia de La Haya y artículo 21 del Tratado de Roma; g) en cuanto a la denegación de la excepción de prescripción extintiva, fundada en la Convención sobre imprescriptibilidad adoptada por la Asamblea de Naciones Unidas (26.11.1968), tal convención no está ratificada por Chile, por lo que no es posible invocarla en nuestro país; h) más aún, no se ha ratificado porque contraría el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y hoy día también el Tratado de Roma que sólo permite invocar la imprescriptibilidad respecto de los hechos que tuvieron principio de ejecución a contar de la vigencia en Chile de ese Tratado (1 de septiembre de 2009).

Conclusión: 1º. La simple y leal aplicación de la normativa legal, constitucional y de los tratados internacionales ratificados y vigentes en Chile obliga a concluir que muchos oficiales se mantienen procesados, condenados o presos porque equivocadamente no se está dando aplicación a las disposiciones vigentes que los favorecen y que hemos recordado;

2º. Extender retroactivamente la prohibición de favorecer con la amnistía o la prescripción a hechos o situaciones muy anteriores a su vigencia, es fallar contra ley expresa, violación especialmente inicua en materia penal;

3º. Aplicar la norma supletoria referente a los principios generales del derecho, con preferencia a lo expresamente dispuesto en la ley, la Constitución o los tratados, es violentar el ordenamiento nacional e internacional vigente;

4º. Hacer aplicables en contra de los inculpados las normas sobre imprescriptibilidad de un tratado no ratificado por Chile y, además, contrario a las exigencias de otros tratados ratificados y vigentes en Chile, fuera de implicar un acto absolutamente nulo o ineficaz, constituiría un atropello a la juridicidad más elemental;

5º. Como lo expresara la distinguida jurista Camposano, es innegable que la iniquidad de algunos crímenes cometidos hace décadas e imputados a particulares, funcionarios públicos o autoridades ejecutivas indignan a quienes toman conocimiento de ellos. Pero nada sería tan indigno y censurable como que los miembros del propio Poder Judicial atropellaran la ley en el ejercicio de la sublime atribución de condenar, sobreseer o absolver a un imputado. Enciende nuestro optimismo la convicción profunda de que el siglo XXI chileno no será testigo de esa debilidad

 

Estado de Derecho y los soldados del 73

Columna de Opinión

Carta al Director de El Mercurio. Por Adolfo Paúl La Torre

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Me parece muy bien que para el Gobierno sean “una prioridad los derechos humanos”
Señor Director:
 
     Me parece muy bien que para el Gobierno sean “una prioridad los derechos humanos” —como lo aseguró a El Mercurio la directora del programa de DD.HH. del ministerio del Interior, doña Rossy Lama—, pero me parece lamentable que éste persevere en la ideología del odio cultivada por los gobiernos de la Concertación, lo que no se condice con los llamados del presidente Piñera a la reconciliación y a la unidad nacional ni con lo manifestado por él en noviembre de 2009 durante su campaña electoral, cuando en el Círculo Español dijo ante miembros de las FF.AA. y de Orden en retiro que en su gobierno se iban a aplicar las leyes y a respetar el Estado de Derecho.

 Viña del Mar, 3 de enero de 2011

ADOLFO PAÚL LATORRE
Abogado

U al dia

Horario de Verano de atención en la Oficina Administrativa de UNOFAR

Durante el mes de Febrero la Oficina Administrativa permanecerá cerrada por vacaciones

 

Para conocimiento de los Sres. Socios de La Unión de Oficiales (R) de la Defensa Nacional, se informa Horario de verano de funcionamiento de la Oficina Administrativa, conforme se indica:
HORARIO DE VERANO
DEL 04 DE ENERO DEL 2011 AL 31 DE ENERO DEL 2011 : DE 09:00 HRS. A 13:00 HRS.  ( DE LUNES A VIERNES ).
DURANTE EL MES DE FEBRERO DEL 2011 LA OFICINA ADMINISTRATIVA ESTARA CERRADA POR VACACIONES.
Patricio Villegas Diaz
Secretario Administrativo
     UNOFAR
U al dia

Nuestros mejores deseos de felicidad en estas fiestas de navidad y para el año que se nos avecina.

Saludo de navidad y año nuevo

 

La Directiva de UNOFAR les desea a cada uno de los integrantes de la Unión, los mejores deseos de felicidad en esta navidad, esperando que el 2011 les traiga a cada uno de ustedes en compañía de sus familias mucho éxito, salud, bienestar, trabajo y alegría. De la misma manera con fe, fuerza y esperanza, esperamos tener buenas noticias  que ayuden a los que por diversas razones se encuentran privados de libertad y son parte importante de nuestras oraciones y preocupaciones.