Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIĆN
Ā Humberto Julio Reyes
        Durante aproximadamente 35 años hemos escuchado, como un mantra, repetir estos tres conceptos al referirse a las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la represión del extremismo.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā A estos tres conceptos se asocia, comĆŗnmente, una supuesta impunidad desmentida por las anuales cuentas del poder judicial.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā AsĆ, cada vez que el gobierno de turno o el poder legislativo promueven una nueva forma de agravar las circunstancias en que se cumplen las condenas, se recurre a ellos como argumento que no admite discusión.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā De esta forma, recientemente, el presidente ha resuelto transformar el penal de Punta Peuco en uno de naturaleza comĆŗn, sin importar que las condiciones que existĆan para ser creado no hayan cambiado, salvo en el nĆŗmero de internos, pasando de los 36 planificados originalmente a mĆ”s de 130.
        Se ha agregado el argumento de eliminar un privilegio, olvidando que todos han sido juzgados por un procedimiento ya derogado en Chile que ha permitido su fÔcil condena, a lo que se agrega la negativa a concederles los beneficios intrapenitenciarios de que disfruta toda la población penal.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Esta vez hubo eso sĆ diversas reacciones contrarias en los medios de comunicación social, no precisamente de partidarios del gobierno militar ni de organizaciones de ex uniformados, por lo que podrĆan catalogarse como miradas objetivas o humanitarias.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā EsperĆ©, naturalmente, las que se pronunciarĆan desde āel mundo de los derechos humanosā, segĆŗn la jerga periodĆstica.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā ReparĆ© en que, mĆ”s allĆ” de la comprensible posición irreductible que se resume en el lema āni perdón ni olvidoā, se mencionaban dos razones para no acceder a medidas que apunten al perdón y la reconciliación.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ninguna me convence.
        Se vuelve a esgrimir que, para conceder perdón, debiera haber existido colaboración para encontrar los restos de los detenidos desaparecidos.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Lo anterior supone que la totalidad de los condenados lo han sido por la ficción jurĆdica del secuestro permanente, lo que no es efectivo.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Se agrega el hecho de haberse rechazado, quizĆ”s cuando aĆŗn era oportuno, toda iniciativa para promover la colaboración eficaz, inhibiendo a quienes, sin ser autores pudieran aportar a la verdad que se buscarĆa establecer.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā ĀæQuĆ© incentivo tendrĆa alguien para colaborar, frente al casi seguro procesamiento como cómplice o encubridor?
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Por lo demĆ”s ya se realizó un infructuoso esfuerzo institucional en la llamada āMesa de DiĆ”logoā y sus detractores siguen asumiendo la existencia de un pacto de silencio.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Otra razón se refiere a quienes habrĆan ejercido alguna forma de violencia en contra de mujeres. FaltarĆa algo fundamental, segĆŗn los firmantes de otra carta, ya que āsin verdad ni juicio, el perdón no es reconciliaciónā.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā AsĆ, se supone que todos los condenados lo han sido por esta causa, lo que tambiĆ©n no se sostiene al conocer las sentencias.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Por lo demĆ”s, ya hubo un juicio que estableció la verdad āprocesalā, asĆ que nada faltarĆa.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā ĀæNo serĆa algo menos subjetivo que, quienes se oponen al perdón y la reconciliación, indicaran quĆ© casos debieran quedar exentos de cualquier medida humanitaria, en lugar de generalizar?
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Convengo, en todo caso, en que la mirada humanitaria no debiera excluir a los que por avanzada edad o estado de salud u otras circunstancias objetivas debidamente calificadas deberĆan continuar cumpliendo sus penas en forma alternativa, como podrĆan ser los que ya han cumplido los 20 aƱos que corresponden a cadena perpetua, los menores de edad al haberse cometido los delitos imputados o los de baja graduación jerĆ”rquica.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Finalizo analizando el tĆtulo de esta columna:
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Si no se ha establecido la verdad mediante pruebas, mal puede haberse ejercido justicia y las reparaciones concedidas en la parte civil de los procesos serĆan de dudoso sustento legal, aunque tengan el propósito de que las familias de las vĆctimas reciban de parte del estado una compensación por el daƱo inferido.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Pero, para alcanzar la verdad se requiere de jueces probos, aplicar la reforma procesal penal vigente e incentivar la colaboración eficaz, aunque el tiempo transcurrido atente contra el propósito declarado de encontrar los restos de las vĆctimas desaparecidas.
Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā Justicia y reparación, aunque tardĆamente, debieran llegar por aƱadidura.
22 de junio de 2025
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