Columna de Opinión, News

“CHATGPT Y EL PUNTO DE QUIEBRE DE LA REVOLUCIÓN DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL” Jean Palou Egoaguierre – El Mercurio (GDA)

 

                                                                        “CHATGPT Y EL PUNTO DE QUIEBRE DE LA                                                                                REVOLUCIÓN DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL”

Jean Palou Egoaguierre – El Mercurio (GDA)

El Mercurio, Internacional, 24/12/2023

La irrupción del modelo de lenguaje ha mostrado el potencial de la tecnología, y ha alzado a su principal creador, Sam Altman, como el profeta que adelanta sus beneficios y advierte sobre los peligros para la humanidad.

Todo este artículo periodístico podría haber sido redactado en apenas unos segundos por una inteligencia artificial (IA). Incluso la ilustración que lo acompaña pudo haber sido creada autónomamente por una herramienta digital que, en base a algoritmos y a una enorme base de datos, interpretó -e incluso aplicó cierto criterio artístico- las instrucciones de un usuario humano.

O no. (Le damos la garantía de tanto el artículo como la ilustración son creaciones humanas).

La rápida y sorprendente consolidación este 2023 de ChatGPT, una plataforma de IA desarrollada por OpenAI, así como la irrupción de otras IA generativas como DALL-E, Bard, AlphaCode o Midjourney, por nombrar solo algunas, han difuminado de cierto modo las barreras entre el factor humano y las máquinas.

Se podrá debatir en términos filosóficos qué significa eso, pero en la práctica se ha instalado la idea de que la evolución de la tecnología computacional ha llegado este año a un punto de no retorno, en el que muchas de las tareas que hasta ahora eran exclusivas del hombre -como aquellas que implicaban la creatividad o la reflexión- ya las pueden ejecutar sistemas informáticos cada vez más desarrollados.

Se trata de una revolución imparable, que recién está dando sus primeros pasos firmes luego de años de investigación en machine learning.

Un hito clave ha sido ChatGPT, que en apenas unas semanas desde su lanzamiento se convirtió en la aplicación de internet de más rápida adopción, con más de 100 millones de usuarios semanales, una cifra que Facebook solo alcanzó después de cuatro años.

El modelo de lenguaje ha demostrado una impresionante fluidez y naturalidad en las conversaciones, responde a preguntas de casi cualquier tema -compitiendo con Google, el gran titán de la web-, resume libros completos en apenas unos caracteres, traduce y transcribe con precisión.

También escribe poemas o redacta prosa con el estilo de grandes autores de la literatura, inventa chistes, da indicaciones médicas, resuelve problemas matemáticos complejos, escribe códigos de programación e incluso se atreve a dar consejos amorosos.

Sus múltiples usos han transformado en tiempo récord áreas como la educación, que enfrenta el desafío de detectar los ensayos de estudiantes redactados por IA. En la industria editorial, ya se encuentran en Amazon libros con la “autoría” o “coautoría” de ChatGPT.

Y por supuesto, ha generado múltiples polémicas, como el caso de un juez que utilizó el criterio del chatbot para dictar un fallo judicial, el congresista que le encargó un discurso político o el de personas que le han pedido ayuda para realizar hackeos o traficar drogas, lo que ha obligado a reforzar la “matriz ética” del sistema.

Un “trabajo en progreso”. El lanzamiento de ChatGPT ha acelerado la carrera por la inteligencia artificial, con actores como Google, Meta y Apple que no quieren perder el paso, y ha superado con creces el momentum de otras tecnologías “de futuro”, como el metaverso o las criptomonedas.

Y con un impacto que, sostienen expertos, podría marcar un cambio de era.

“Su impacto actual no es ni de lejos el que tuvo la imprenta o internet, pero la IA terminará siendo mucho más impactante. En ese sentido sí, es bueno pensar en ChatGPT como un hito en esta autopista: muestra lo lejos que hemos llegado, pero no es el destino final”, dice el filósofo y experto en IA Nick Bostrom, director del Oxford Future of Humanity Institute.

Esa misma idea de que recién se trata de un “trabajo en progreso” la comparte Sam Altman, presidente ejecutivo de OpenIA y uno de los principales impulsores de ChatGPT.

“Es increíblemente limitado, pero lo suficientemente bueno en ciertas cosas como para crear una impresión engañosa de grandeza. En estos momentos es un error confiar en él para algo importante. Se trata de una vista previa del progreso. Tenemos mucho trabajo por delante”, dijo sobre su producto estrella.

Genio precoz, como varios techie de Silicon Valle y que como él ya desarmaban sus Mac a los 8 años y luego abandonaban Stanford para lanzar sus propios emprendimientos tecnológicos, Altman se ha convertido a sus 38 años en el rostro más visible de la revolución IA.

Su exitosa carrera al mando de Y Combinator, una influyente incubadora de startups que invirtió en innovaciones como Airbnb y DropBox, le dio el prestigio y los contactos para ir más lejos.

Junto a Elon Musk -quien luego rompió lazos y se saldría de la compañía- e inversionistas como Peter Thiel, impulsor de PayPal y Facebook, en 2015 cofundó OpenIA, pero pensada como un laboratorio científico sin fines de lucro y la misión de “hacer avanzar la inteligencia digital de la manera que tenga más probabilidades de beneficiar a la humanidad en su conjunto”.

Actualmente la firma tiene el fuerte apoyo de Microsoft, que este año invirtió US$ 10.000 millones, y su valor de mercado se estima en US$ 80.000 millones, pero el propio CEO sigue sin cobrar un peso.

¿Jobs u Oppenheimer? La visión rupturista de Altman es comparada con la de Bill Gates y con la de Steve Jobs.

Pero él -quien suele hablar de la posibilidad real del Apocalipsis, e incluso tiene un búnker de sobrevivencia en su rancho en California- prefiere emparentar su trabajo en inteligencia artificial con el Proyecto Manhattan, que dirigió el científico Robert Oppenheimer para fabricar la primera bomba atómica.

Como el propio empresario recuerda, ambos nacieron el mismo día. Y sus avances tienen el potencial de cambiar el mundo, tanto para bien como para mal: “O esclavizamos a la inteligencia artificial o nos esclavizará a nosotros”, ha advertido.

Altman no esconde los peligros de la IA. En una audiencia en el Capitolio, destacó que si bien podría resolver “los mayores desafíos de la humanidad, como el cambio climático y la cura del cáncer”, también puede ir en sentido contrario: “Creo que si esta tecnología va mal, puede ir muy mal, y queremos ser claros en eso”, dijo ante la audiencia, donde no se mostró a la defensiva -como otros líderes de firmas tecnológicas o redes sociales- y planteó la necesidad de plantear regulaciones en su desarrollo a nivel global, tal como se hizo en el pasado con “las armas nucleares”.

También ha defendido una introducción progresiva de la tecnología, al reconocer que, en cuestiones como la masiva eliminación de empleos o su posible uso militar, “la IA remodelará la sociedad tal como la conocemos”.

La frontera está a la vista. El rol de Altman es materia de debate, especialmente después de que en noviembre la junta de OpenIA lo removiera del cargo de director ejecutivo, argumentando que “no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones”.

En medio de especulaciones -se habló de un riesgoso proyecto secreto que fue más allá de lo permitido-, y luego de una amenaza de renuncia masiva de gran parte de su equipo, fue restituido en su puesto solo unos días después.

“La contribución de Altman a la IA no es tecnológica, per se. La tecnología central detrás de ChatGPT -el modelo transformador- fue desarrollado por Google en 2017. La principal contribución de Altman ha sido la ejecución. Su postura por una innovación de productos rápida y continua hizo que OpenAI pasara de ser un laboratorio de investigación a una empresa de tecnología de consumo. Por eso también es controvertido. La ética de ‘moverse rápido y romper cosas’ en Silicon Valley es noble, pero podría decirse que es inapropiada en el contexto de la misión de OpenAI de construir Inteligencia Artificial General”, explica Samuel Hammond, experto de la Foundation for American Innovation, al advertir sobre los riesgos de avanzar desde la llamada “Inteligencia artificial estrecha” (ANI, por su sigla en inglés), en la que los sistemas realizan operaciones repetitivas programadas por sus creados, a la “Inteligencia Artificial General” (AGI, sigla en inglés) cuando las máquinas adquieren capacidades cognitivas humanas.

Nick Bostrom coincide en que los avances de ChatGPT han ido acelerando esta carrera, y que la frontera está ahora a la vista: “Desde el comienzo de la revolución del aprendizaje profundo, alrededor de 2012 o 2014, el desarrollo de la IA ha sido muy rápido. Estamos en un punto en el que ya no podemos descartar que tengamos AGI dentro de unos años. Eso no significa que sucederá dentro de este plazo, pero no estamos en condiciones de estar seguros de que no sucederá. Es posible que solo estemos a un buen truco de eso, o posiblemente a una mayor ampliación de las arquitecturas del modelo actual”, afirma.

“Los grandes modelos de lenguaje muestran las primeras chispas de inteligencia general, pero son solo un paso intermedio en el camino hacia una verdadera AGI: un sistema que puede igualar o superar la inteligencia humana en cualquier tarea. La llegada de la AGI será tan importante como la imprenta, si no mucho más. También llegará antes de lo que muchos esperan: probablemente en esta década. Pronto podría seguir la superinteligencia”, considera Hammond, al hablar de la siguiente etapa de desarrollo: la Artificial Superintelligence (ASI), el punto en el que la inteligencia sintética supere a la humana, lo que muchos expertos -entre ellos el fallecido físico Stephen Hawking- temen podría representar una amenaza para nuestra propia existencia.

“De ahora en adelante, cada año implicará muchos hitos dramáticos, pero en retrospectiva, todo encajará en una tendencia exponencial. Como punto de inflexión tecnológica, esta puede ser la década o las dos décadas más importantes de la historia de la humanidad”.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional (Unión)

News, RELACIONES INTERNACIONALES Y SEGURIDAD

JAVIER MILEI, EL BILARDISTA QUE YA INGRESÓ EN LA HISTORIA. Hugo Alconada Mon

                                                                        JAVIER MILEI, EL BILARDISTA QUE YA INGRESÓ               EN LA HISTORIA

Hugo Alconada Mon

El Mercurio, Internacional, 24/12/2023

Milei logró encarnar un sentimiento social de bronca y frustración con la dirigencia tradicional de la Argentina que carecía de representación política. Y ahora le toca lo más difícil: gobernar

Javier Milei sabe que logró lo que parecía imposible: la presidencia de la nación. Sabe que se convirtió en la figura más disruptiva y acaso más preponderante de 2023. Y sabe que ingresó en los libros de Historia.

Pero, bilardista como es, sabe también que los triunfos no se festejan hasta que el árbitro dé el pitazo final. Como decía Carlos Salvador Bilardo, legendario técnico campeón del mundo, sólo cuando termine el partido quedará claro si lo suyo es para celebrar o para el oprobio.

El libertario vive por estas horas una realidad muy distinta a la que padeció hace pocos años, cuando debió optar si comía él o su perro.

Su camino fue arduo. Lo poco que se sabe de su infancia y adolescencia es áspero y doloroso.

Padeció violencia física y psicológica en su casa y bullying en el colegio Cardenal Copello de Villa Devoto, contó más de una vez, abusos que lo llevaron a cortar todo vínculo con sus “progenitores” durante años.

Un apodo y dos aficiones. De aquellos primeros años le quedaron un apodo y dos aficiones. “El loco”, lo llamaron en el colegio.

Y así lo conocían, también, en las inferiores de Chacarita, donde lo recuerdan como un arquero impetuoso.

Tiempos en que ostentaba una melena rubia con flequillo al estilo Rod Stewart, aunque le iban más los Rolling Stones, a los que rendía tributo con “Everest”, la banda con la que atisbó cierta fama de “rockstar”.

En la Universidad de Belgrano estudió Economía y cosechó su primera experiencia laboral. Fue pasante, seis meses, en el Banco Central (BCRA), aunque terminó mal, como debió admitir en el debate previo al balotaje.

Completó su primera maestría y sumó otra en la Universidad Di Tella, mientras consolidaba su adhesión a las ideas libertarias o al “anarcocapitalismo”.

Aquellas experiencias iniciales lo mostraron muy lejos de un repudio a la “casta”.

Asesoró al legislador nacional Ricardo Bussi y fue el economista jefe de la Fundación Acordar, el think tank que montó Guillermo Francos –hoy su ministro del Interior- para proveerle ideas a la campaña presidencial del gobernador Daniel Scioli.

Del mismo modo que entre 2013 y 2015 se acercó al búnker de Sergio Massa junto a Guillermo Nielsen y a su amigo, el economista Diego Giacomini. Y trabajó para Eduardo Eurnekian en Aeropuertos Argentina 2000, donde conoció a otro bastión de su gabinete: Nicolás Posse.

Fueron años duros para Milei. Hacía malabares para llegar a fin de mes, recuerdan sus allegados, mientras afrontaba muy serios problemas con la AFIP.

Fueron tiempos en los que contaba con un solo y gastado traje oscuro a rayas y llegó a pesar 120 kilos por una opción de vida: comió pizzas durante mucho tiempo para comprarle mejor comida a “Conan”, su perro.

Milei definió a ese mastín inglés como su “hijo”. Y confesó entre sus íntimos que Dios les tenía asignada una misión.

Llegó a explicarles que él y “Conan” se conocieron hace 2000 años, en el Coliseo romano, como gladiador y león, pero que no llegaron a pelear. Porque “el Uno”, como alude a Dios, les comunicó que unirían fuerzas cuando llegara el momento. Y ese momento llegó. En la Argentina de 2023.

En público evita ahondar esa veta mística. Pero Milei está convencido de que “el Uno” le habla, aunque a veces recurra a las dotes tarotistas de Karina para evaluar en quién puede confiar, o a la veterinaria Celia Melamed para conversar con sus perros, algo que no confirma ni desmiente.

“Lo que yo haga puertas adentro de mi casa es problema mío”, dijo al diario El País.

La ascendencia de Karina. Católico de origen, durante los últimos años Milei se inclinó hacia el judaísmo. Estudia la Torá con el rabino Axel Shimon Wahnish como guía espiritual, el mismo rabino que acaba de ser anunciado futuro embajador en Israel.

Tiene a Moisés como su “ídolo”, visitó la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson en su viaje a Nueva York como Presidente electo, y su recorrido religioso explica sus invocaciones retóricas a “las fuerzas del Cielo” y a los Macabeos, como movimiento de liberación, en muchos de sus discursos.

Milei está convencido, además, de que “el Uno” y él comparten la misma visión económica. Se basa en las ideas del catedrático Jesús Huerta del Soto.

“Dios es libertario”, pregona el español desde YouTube, donde afirma que “el Estado es la encarnación del Maligno, del demonio, la correa de transmisión del mal”.

Durante años, además, Milei acudió a un psicólogo, todos los viernes por la tarde, aunque los encuentros terminaron de manera abrupta. El profesional falleció durante la pandemia.

Luego acudió a otro terapeuta, pero abandonó las sesiones. “Ya abordé los temas que me preocupaban”, les comunicó a sus íntimos. “Ya estoy curado”.

En público, alude muy poco a esa faceta de su vida, que el periodista Juan Luis González abordó en “El loco”.

Pero en mayo de 2022, por ejemplo, acusó a Rodríguez Larreta de querer inmiscuirse en su “historia clínica”. “Una de las amenazas que recibo es: o accedo a correrme de la política o cuenta qué psicofármacos tomo”.

Muerto “Conan”, distanciado de Giacomini, roto el noviazgo con la cantante Daniela Mori, otrora integrante del grupo “Las primas”, y previo a la irrupción de Fátima Florez en su vida, Karina incrementó su ascendencia emocional sobre él.

Pasó de vender tortas decoradas a través de Instagram a evaluar “energías” y “constelaciones” de aquellos que se acercan al libertario, trances y tarot mediante.

Para Milei y su hermana, las arenas políticas les resultan desconocidas. Jamás militaron o siquiera mostraron interés por la política, aunque el salto se dio por decantación. Muchos vieron detrás a Eurnekián.

Pero reducir su recorrido político al influjo de un empresario también sería un error. Milei llenó un espacio que estaba vacío tras dos décadas de frustraciones con el kirchnerismo y Juntos por el Cambio.

Bronca y frustración. ¿Qué lo llevó a dar el salto a la política? Milei repite que había llegado el momento de encarar la “batalla cultural” contra la “casta”.

Mal no le fue, aunque en su camino a la Casa Rosada acumuló controversias. Por la expulsión masiva de referentes y militantes de la primera hora, por denuncias de plagio en sus libros, por vender las candidaturas en su espacio y hasta por cobrar honorarios por reunirse con potenciales inversores.

Pero ganó. Milei logró encarnar un sentimiento social de bronca y frustración con la dirigencia tradicional de la Argentina que carecía de representación política.

Y ahora le toca lo más difícil: gobernar.

Apenas diez después de asumir, afrontó el primer desafío popular en las calles, con protestas de movimientos sociales que reclaman contra el ajuste.

El libertario, como Bilardo, es resultadista. Sabe que la gestión lo es todo.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de  Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.

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HISTORIA MILITAR Y HÉROES OLVIDADOS, News

PEDRO DE VALDIVIA (17/04/1497 – 25/12/1553). El Mercurio, 24/12/2023

 

                                                                PEDRO DE VALDIVIA (17/04/1497 – 25/12/1553)

El Mercurio, 24/12/2023

Homenaje de la U. San Sebastián al gran capitán español, gran conquistador, primer Gobernador del Reino de Chile y fundador de nuestra nacionalidad, al cumplirse 470 años de su heroica y trágica muerte en la batalla de Tucapel.

El Conquistador

Sergio Villalobos

Igual que la mayoría de los hombres de armas de España, Valdivia había formado su carácter y personalidad en las guerras de Europa.

Espíritu monárquico, moral, disciplina, orden, jerarquía y planes mejor concebidos.

Esas condiciones las puso en juego cuando en 1540 salió a la conquista de Chile. Fue un éxito la Nueva Extremadura, con fuertes, ciudades y expediciones de toda índole, se excedió hasta alcanzar el extremo austral, implementando la civilización y el cristianismo.

Evangelización con la espada y la cruz

Santiago Aránguiz P.

Espíritu inquieto y aventurero. Sentó las bases de una nueva ciudad. Puso en marcha el proceso de evangelización cristiana de la población indígena bajo la indeleble autoridad de la espada y la cruz.

Dotado de una firme voluntad de acción e imbuido de una cosmovisión católica que aspiraba a la unidad de la cultura occidental en la cual la corona española cumplía un rol fundamental, Valdivia llevó adelante la “conquista espiritual”, no exenta de complicaciones, como también ocurrió en otros países americanos.

El hombre

Myriam Duchens B.

Invirtió todo su haber en su viaje a Chile para conquistar una tierra que no prometía riquezas, porque lo suyo era trascender y perpetuar su nombre.

Chile fue su Nueva Extremadura, una tierra, “que para poder vivir en ella y perpetuarse no la hay mejor en el mundo”, la copia feliz del Edén, tal como consignara siglos después nuestro himno nacional.

La épica de su muerte

Gonzalo Larios M.

No fue un hombre que esperara a que los acontecimientos sucedieran, su temperamento lo llevó comúnmente a salir al encuentro de ellos.

El 23 de diciembre de 1553 salió VLDIVIA DESDE Concepción rumbo al fuerte de Tucapel con 50 españoles.

No quedaron españoles vivos en Tucapel y no tenemos mas que lo escrito por los cronistas de la época.

Conjeturamos que Pedro de Valdivia en su hora decisiva dio testimonios al lema de su escudo familiar, aquel que señalaba que “la muerte menos temida, da mas vida”.

Su legado

Alejandro San Francisco

Valdivia legó su propio nombre, en parte por la forma como vivió. Su nombre está inscrito en la fundación de Chile y de la ciudad de Santiago, así como de la expansión de la conquista española por otros lugares del territorio del extremo sur de América.

Se puede decir que en medio de la guerra de Arauco -con su legado de heroísmo, muerte, dolores y las pasiones de la conquista- también se advierten trazos iniciales de patriotismo de una historia nueva.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, antonio Varas Clavel

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