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DERECHO GERIÁTRICO Y JUSTICIA EN MATERIA DE DDHH: ¿UNA DIALÉCTICA SIN SOLUCIÓN?. Carla Fernández Montero, abogada Derecho Penitenciario

 

                                                   DERECHO GERIÁTRICO Y JUSTICIA EN MATERIA DE DDHH:                                                       ¿UNA DIALÉCTICA SIN SOLUCIÓN?

Carla Fernández Montero, abogada Derecho Penitenciario

Diario Constitucional, Cartas al Director, 05/01/2024

Que a propósito de la publicación del día 3 de enero de 2024 del medio radial Cooperativa.cl, en la cual refiriéndose al reciente fallo de alzada de la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, que rechazó el cumplimiento domiciliario de mi defendido Raúl Iturriaga Neumann, donde -bajo el título “Quería arresto domiciliario”– se refiere a él como un “delincuente” y como un “violador de DD. HH. con 200 condenas acumuladas”, inmerecedor de la gracia del Estado, pese a su edad (85 años) y grave condición de salud, que lo tiene actualmente con un riesgo cierto de muerte, resulta pertinente traer a colación algunas reflexiones dogmáticas entorno al derecho geriátrico y la necesidad de abordar este fenómeno de la prisión y vejez, especialmente, en materia de condenas por causas de DD. HH., donde, según datos entregados recientemente por Gendarmería de Chile, el 96 % de los reclusos de sexo masculino de la “tercera edad” de la Región Metropolitana, están cumpliendo condena por este tipo de delitos, siendo todos ellos personas de más de sesenta años, la mayoría septuagenarios y octogenarios, e incluso varios de ellos, nonagenarios, algunos de los cuales ni siquiera son autovalentes y requieren la atención 24/7 de otros internos.

Que la vejez, dice la doctrina especializada, se caracteriza por constituir una etapa de la vida en la que natural y paulatinamente se detonan una serie de procesos degenerativos y carencias vinculadas al desarrollo físico y psicológico del individuo (MARCHIORI, 2012).

Se considera a la vejez como un “proceso” vinculado a la idea de “deterioro”, referido específicamente a diversas condicionantes que inciden negativamente sobre las capacidades de desempeño autónomo del individuo y el cual avanza paulatinamente hacia condiciones que le impiden valerse por sí mismo (ABAUNZA, 2014, KEMELMAJER, 2006).

Que existe una serie de efectos físicos y psicológicos derivados de la vejez, como, por ejemplo, una disminución en las capacidades funcionales del cuerpo, asociadas a una menor fortaleza de su estructura ósea (con incidencia en reumatismos o artritis), dental, en el tono muscular y en la energía o fuerza, así como el desgaste que presenta la estructura y funcionamiento de órganos vitales -como el aparato digestivo o respiratorio- con incidencias que también afectan a la capacidad funcional de los sentidos -con particular énfasis en la audición y la visión-.

Ahora bien, todos estos deterioros detonan una mayor en el padecimiento de enfermedades crónicas (que presentan necesidades de atención médica diversas y más frecuentes), una merma en la capacidad de recuperación física y en la necesidad de recurrir a permanencia a numerosos suplementos farmacológicos o medicamentos, todo lo cual incide en rutinas de vida que incrementan los efectos restrictivos que provienen de su condición física.

Por otro lado, en lo referido a su desarrollo psíquico, destacan pérdidas similares en sus capacidades funcionales, asociadas específicamente a limitaciones en la memoria, en la retención de corto y mediano plazo, en la fluidez de su desempeño cognitivo y en la estabilidad emocional, afectando con ello el funcionamiento del sistema nervioso, del sueño (insomnio), la orientación espacio-temporal y el campo de los interese vitales asociados a su capacidad motivacional (ABAUNZA, 2014, KEMELMAJER, 2006, HUENCHUAN, 2009, CRAWLEY, 2005, BRANK, 2007).

Que se podrá advertir, que este conjunto de características les provoca a las personas ancianas una mayor dificultad para adaptarse a situaciones complejas, fortuitas y especialmente nuevas, y hace que sus conocimientos sean obsoletos en corto tiempo, todo lo cual provoca una mayor inestabilidad y desconfianza para enfrentar su desempeño vital, decantando en una sensible merma en las capacidades de dominio y desempeño autónomo, favoreciendo la percepción de que son individuos dependientes y vulnerables, lo cual se afirma con total independencia del padecimiento de patologías que afecten a su salud física o psíquica (KEMELMAJER, 2006, FERNÁNDEZ, 2011, BRANK, 2007).

Que lo relevante de todo este asunto relacionado al concepto de “vejez”, es que este conjunto de consecuencias físicas y psicológicas inherentes a la condición de “adulto mayor”, provoca múltiples impactos en el desarrollo de la vida en prisión, en aspectos materiales simples como la compatibilización entre estos déficits connaturales a su condición de “viejo” (sin considerar las enfermedades de base que la mayoría acarrean y que por sí solas agravan su situación de adaptabilidad al medio carcelario) y la utilización y distribución de espacios y con las rutinas que son propias del régimen de encierro.

Que como acertadamente señala la eximia jurista argentina Aida Kemelmajer, la cárcel incrementa y acelera el proceso degenerativo (de carácter físico y psicológico) que los reos experimentan de forma natural, pues “el aislamiento, la soledad, el no ejercitar las capacidades y la autonomía propia generan más incapacidad”.

Agrega esta profesora trasandina, “la cárcel provoca un “envejecimiento mayor”, pues el encierro carcelario constituye per se un régimen degenerativo. Lo dicho excede el plano propio de la “desocialización” en tanto también provoca incidencia en el plano físico” (KEMELMAJER, 2006).

Que, es un hecho notorio que el sistema carcelario chileno está dotado de una infraestructura “franciscana” en lo que dice relación al cuidado y la atención de la salud de los internos “viejos”, además de encontrarse totalmente colapsado a raíz del hacinamiento que está siendo objeto actualmente, y en la mayoría de los casos, la situación de los internos está en contradicción palmaria con los derechos humanos más elementales.

Que la política y jurisprudencia nacional -pese a la existencia de esta problemática- no ha permitido una liberación geriátrica de estos presos por causas de DD. HH. -ni siquiera de aquellos enfermos graves como Raúl Iturriaga Neumann o de enfermos terminales, como fue el caso reciente de Emilio Robert de la Mahotiere.

¿Qué hacer frente a este escenario? ¿aceptar simplemente el trágico destino de estas personas condenadas por causas de DDHH, aun cuando ello vulnere nuestra Constitución Política y las propias normas internacionales de DD. HH. que protegen a los adultos mayores privados de libertad y que los querellantes suelen traer a colación para justificar su vindicta? o por el contrario, ¿instar una y otra vez, a que la política tome nota de este desastre humanitario que está ocurriendo al interior de nuestras cárceles y decida finalmente alcanzar un acuerdo respetuoso de los DD. HH. de las personas condenadas por este tipo de delitos?

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Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional (Unión)

News, Seguridad y defensa

DIME CON QUIÉN ANDAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES, EL GADFA Y SU DECLARACIÓN DE APOYO A BORIC. Richard Kouyoumdjian

 

                                                                   DIME CON QUIÉN ANDAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES,                                                                       EL GADFA Y SU DECLARACIÓN DE APOYO A BORIC

Richard Kouyoumdjian, Vicepresidente AthenaLab

AthenaLab.

La declaración del GADFA reviste mucha importancia para el debate en Defensa. Las políticas públicas en el ámbito de la Defensa han estado ausentes del espacio público por demasiado tiempo. Cuesta mucho encontrar especialistas en Defensa y cuesta mucho encontrar espacios y foros dedicados a debatir temas trascendentales para el devenir de la República. Los desafíos en Defensa que nos plantea el futuro son inmensos y muy complejos. Urge generar sinergia entre la Política Exterior y la Política de Defensa. Urge definir con claridad el interés nacional y el posicionamiento que queremos alcanzar en el entorno internacional. Necesitamos hablar de nuestra presencia en el espacio, en el ciberespacio, en los mares del mundo, en la Antártica. El GADFA ha hecho todo lo contrario de aquello que creemos urgente y necesario para nuestro futuro. Con una mirada añeja de Guerra Fría y anclada en el pasado, fundamenta su adhesión a uno de los candidatos presidenciales haciendo un análisis del programa del otro candidato, aduciendo que el planteamiento expuesto es la “militarización de Chile”.

No hay dicho popular más apropiado a las circunstancias políticas que vivimos y que ante dos alternativas políticas completamente distintas, nos obliga a decidir con cuál de las dos opciones nos alineamos, no teniendo más la posibilidad de quedarnos en la comodidad que nos daban las candidaturas de la primera vuelta, o en su minuto, de las primarias de los varios sectores que buscaban que uno de los suyos llegara a la primera magistratura.

Digo lo anterior porque, en la tradición chilena, la condición de no deliberantes de las FF. AA., resguardada en sucesivos textos constitucionales, ha sido mayoritariamente aceptada.

Es cierto que aplica solamente a las instituciones de la Defensa Nacional, las que cargan con el peso del monopolio del uso de la fuerza en nuestra sociedad, subordinadas al poder político ejercido por civiles elegidos democráticamente.

No es menor el hecho de que en forma persistente la opinión pública nacional ha conferido los mejores niveles de apoyo y confianza a las instituciones de la defensa así concebidas.

En esta elección presidencial elegir a uno u otro candidato no da lo mismo. En el caso de que uno se incline por la izquierda dura, se debe tener claro que uno de sus socios principales o derechamente su socio principal es el Partido Comunista.

Se trata de un partido que sigue defendiendo su doctrina marxista-leninista, que no respeta las libertades humanas como muchos las entendemos en el mundo occidental y que subyuga a la persona al Estado.

En la doctrina comunista, existe una forma muy particular de tratar el monopolio del uso de la fuerza y que es muy distinta de la tradición chilena. En efecto, la historia está plagada de ejemplos que señalan que donde el Partido Comunista accede al poder totalitario, uno de los objetivos es subordinar el monopolio del uso de la fuerza a la estructura de poder del partido.

Es así como en Cuba y en China, las FF.AA. dependen del secretario general del PC y no del Jefe de Estado.

En efecto, el mundo está plagado de ejemplos poco felices que es conveniente tener en cuenta si es que uno se inclina por esa opción. No se olviden de los ejemplos de Stalin y Lenin en la Unión Soviética, de Mao en China, de los Castro en Cuba, de Chávez y Maduro en Venezuela, de Ortega en Nicaragua, de Pol Pot en Camboya y de la dinastía de los Kim en Corea del Norte, todos regímenes que se mantuvieron o se mantienen en el poder gracias a la subordinación de las Fuerzas Armadas a una ideología representada por el partido único, que es el Partido Comunista.

El eufemismo utilizado en estos casos va variando según la cultura local, pero el eje conductor es el mismo. Ejército de Liberación, FF.AA. Bolivarianas, FF.AA. democráticas, FF.AA. populares, son nombres otorgados por los países totalitarios de izquierda que se amparan en un proceso de “democratización” de las Fuerzas Armadas que se debe entender como lo que realmente es, la subordinación de las instituciones que ostentan el monopolio del uso de la fuerza a la ideología marxista.

En relación con los puntos anteriores, existe un grupo de analistas de Fuerzas Armadas y de Defensa conocidos como GADFA que recientemente en este medio y otros publicaron su pública adhesión a Gabriel Boric porque creen que él va a lograr el sometimiento definitivo de las instituciones de la Defensa a los intereses de ideologías o a partidos políticos extremos que adhieren a esas formas de pensar.

La otra alternativa es anularlas, intervenirlas o bien crear milicias alternativas, con recursos del Estado, para quitar el monopolio del uso de la fuerza a instituciones no deliberantes, dejando la pista libre en el asalto al poder total.

No hay problema alguno en que ciudadanos civiles, en un país libre y democrático, declaren su adhesión a un candidato a la Presidencia inscrito legalmente en elecciones generales.

Lo que sí preocupa es que lo hagan desde la perspectiva de las Fuerzas Armadas y de la Defensa Nacional, un territorio que las buenas prácticas y la tradición republicana de Chile han tratado de mantener libre de la política partidista.

Lo más peligroso son los argumentos esgrimidos para fundamentar su adhesión, pues son argumentos falaces, parciales o derechamente incorrectos, tratando de sustentar una posición que no tiene otra lógica que la de las ideologías totalitarias.

Si vamos a discutir de las Fuerzas Armadas, y en particular de sus roles y propósitos, hagámoslo desde la vereda del interés nacional, de lo que exige la realidad geopolítica en la cual estamos insertos.

Lo más importante es mantener a las FF. AA. en roles y funciones institucionales, obedientes a la autoridad política civil democráticamente elegida y regulando los alcances del monopolio del uso legítimo de la fuerza en el marco constitucional y del Estado de derecho.

La dinámica de los partidarios de ideologías y de partidos políticos tienen la tendencia a generar lealtades personales con sus líderes y expresar apoyos a una determinada persona para acceda al poder.

Las FF. AA., en cambio, obedientes y no deliberantes, son leales y obedecen a la institucionalidad, es decir, al Presidente de la República, no importa de qué partido político provenga o a qué ideología represente, mientras cumpla con la Constitución y las leyes de la República. Ese es el sentido profundo del rol de las Fuerzas Armadas y de la estabilidad que provee el monopolio del uso de la fuerza en manos no deliberantes y solo preocupadas del interés nacional que afecta a todos los chilenos.

La declaración del GADFA reviste mucha importancia para el debate en Defensa.

Las políticas públicas en el ámbito de la Defensa han estado ausentes del espacio público por demasiado tiempo. Cuesta mucho encontrar especialistas en Defensa y cuesta mucho encontrar espacios y foros dedicados a debatir temas trascendentales para el devenir de la República.

Los desafíos en Defensa que nos plantea el futuro son inmensos y muy complejos. Urge generar sinergia entre la Política Exterior y la Política de Defensa. Urge definir con claridad el interés nacional y el posicionamiento que queremos alcanzar en el entorno internacional.

Necesitamos hablar de nuestra presencia en el espacio, en el ciberespacio, en los mares del mundo, en la Antártica. Urge consolidar visiones integradoras de cómo vamos a orientar las capacidades del país en la mejor forma para velar por nuestros intereses, disuadir nuestras amenazas y producir el bien público seguridad y defensa.

El GADFA ha hecho todo lo contrario de aquello que creemos urgente y necesario para nuestro futuro. Con una mirada añeja de Guerra Fría y anclada en el pasado, fundamenta su adhesión a uno de los candidatos presidenciales haciendo un análisis del programa del otro candidato, aduciendo que el planteamiento expuesto es la “militarización de Chile”, lo cual es incorrecto y cualquier lector puede verificarlo, y constatar que, no dice nada de lo que el GADFA menciona en su última declaración y documentos anteriores.

En resumen, el GADFA puede y tiene la libertad para tener la opinión que quiera, pero, si la van a tener, asuman que son un grupo militante, ideológicamente cercano al marxismo, y que en la fundamentación de sus adhesiones no utiliza rigor académico ni una visión del interés nacional, sino una visión de los hechos que ha sido deformada por la ideología.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional (Unión)

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¿QUÉ SIGNIFICA EL SÍMBOLO ARROBA “@”?. Eric Alonso Hermida

 

                                                                                            ¿QUÉ SIGNIFICA EL SÍMBOLO ARROBA “@”?

Eric Alonso Hermida Quora

Arroba es el símbolo que se representa con “@” y es indispensable para poder crear direcciones de correo electrónico y sirve como prefijo para localizar usuarios en la red.

Además, se ha popularizado su uso en textos incluyentes buscando referirse a sujetos femeninos y masculinos al mismo tiempo, práctica que la Real Academia Española de la Lengua ha declarado esta práctica como un error gramatical.

La palabra arroba como su símbolo vienen de Arabia (árabe ar), siendo su origen el término “Ar-roub” que significa “cuarta parte”.

La forma de una “a” rodeada de un círculo se debe a que los escribanos que copiaban los libros en latín, encontraron la forma de ahorrar tiempo en su trabajo fusionamos la “a” y la “d” creando la forma latina “ad” que significa “hasta” o “hacia”.

Con el tiempo, las personas fueron aprendiendo la forma correcta de usar “ad” y comenzaron a escribirlo en sus cartas antes del nombre del destinatario, por ejemplo: @Robert, que era lo mismo que decir que esa carta estaba dirigida “hacia Robert”, pero más simplificado, ahorrándose mucho tiempo al momento de escribir.

Para el siglo XVI, la @ pasó a ser una unidad de medida que variaba dependiendo de lo que se estuviera midiendo. Es decir, no eran lo mismo dos @s de aceite que dos @s de vino, siendo la bebida alcohólica la que mayor cantidad presenta en este caso. El precio unitario común del arroba era de 100 duros, la moneda antecesora del euro.

Durante todo el siglo XVI siguió usándose como unidad de medida hasta que a mediados del siglo XIX, España prohibió el uso de la palabra arroba con tal propósito, instaurando el sistema métrico decimal en todas las transacciones comerciales.

Se siguió utilizando cuando se inventaron las máquinas de escribir en 1872 por Christopher Sholes, Carlos Glidden y Samuel W. Soulé, e incluyeron la tecla de @ en su invención. Sin embargo, con el paso del tiempo se usaba la arroba cada vez menos como unidad debido a que resultaba muy difícil establecer la cantidad exacta de producto que representaba y la facilidad con la que se podían dar las estafas.

Otro motivo por el que la @ casi se pierde por completo es porque la gente empezó a dejar de aprender latín; en el siglo XIX se convirtió en un idioma que sólo los miembros de clase social alta podían educarse para hablarlo y estudiar libros religiosos en su idioma original.

Pero para la mitad del siglo XX, las personas se interesaban más en aprender francés, inglés e italiano, solo los sacerdotes y demás miembros de la Iglesia seguían aprendiendo latín para misas especiales y estudiar textos antiguos.

Ray Tomlinson, el hombre que le dio un nuevo propósito a la arroba. Raymond Samuel Tomlinson fue un programador informático e inventor graduado del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) lugar donde desarrolló, junto a su equipo de trabajo, el programa SNDMSG que enviaba mensajes entre distintas terminales de una computadora.

En 1971, Raymond adaptó el sistema de la empresa Bolt, Beranek y Newm al programa SNDMSG, permitiéndoles a los usuarios enviarse mensajes entre ellos pero sin usar sus nombres reales. A esto se le conoce como e-mail y la primera dirección de correo electrónico fue la de Raymond: tomlinson@bbn-tenexa y con esa cuenta envió el primer mensaje: “QWERTYIOP” que en realidad no significa nada, pero cumplió su función de probar que la invención de Raymond de verdad funcionaba.

La idea de utilizar la @ para los correos electrónicos fue espontánea. Tomlinson estaba buscando un símbolo que pudiera servir para separar el nombre de quien enviaba el mensaje del lugar desde donde lo enviaba.

Pensó en la coma “,” en los corchetes “[ ]” e incluso el gato, actualmente conocido como hashtag “#”, pero todos ya eran utilizados para fines distintos.

Aunque quedaban varios símbolos más en el teclado, todos eran fácilmente identificables y ya se usaban para acciones muy específicas.

Pero también quedaba la “@” que ya no se utilizaba para nada. Sabiendo que en la antigüedad fue usada como unidad de medida y para indicar direcciones, Raymond decidió retomar este símbolo para ser el separador del e-mail.

Si el correo electrónico fuera un lenguaje, la traducción literal de las direcciones de correo electrónico sería algo así: El correo usuario@servidor.com significaría “usuario en servidor.com”, lo que quiere decir que cualquier email que usuario mande, lo está haciendo desde un servidor en específico. En inglés se lee igual, sólo cambiando la pronunciación de “arroba” por “at”.

De esta manera, Raymond se hizo con la posesión del símbolo de arroba, aunque nunca lo patentó. Según la licencia Creative Common en su Atribución 3.0, se les permite a los usuarios copiar y compartir información sobre arroba siempre y cuando se dé el crédito correspondiente.

Raymond Tomlinson falleció el 5 de marzo de 2016 dejando un gran legado detrás de él, aunque en algún momento confesó que creó la forma de comunicación más importante del mundo de su tiempo por mera diversión.

Uso de la arroba “@”. Como es de esperarse, el principal uso del símbolo @ se remite a la programación y los servidores de red, además de la creación de direcciones de correo electrónico para el registro en plataformas y redes sociales.

Como ya se había mencionado antes, Raymond Tomlinson le dio la función de ser el separador entre el nombre del remitente que envía el correo electrónico y su localización.

Sobre sus antiguos usos, los estudiosos del latín lo aprenden y en Cuba se utiliza como unidad de medidas para comprar caña de azúcar.

El símbolo de arroba es la herramienta predilecta de los usuarios para etiquetar y encontrar a otros en en redes sociales, principalmente en Facebook, Twitter e Instagram.

Mientras que el hashtag “#” es la manera de indexar temas, a través de un vínculo generado por una palabra o frase sin espacios, precedida por este símbolo.

El arroba guía la búsqueda a una persona en específico, si se quiere encontrar a alguien en cualquier red social, sólo es necesario escribir “@Nombre” y aparecerá de inmediato. Si es un nombre muy genérico o no se tiene el nombre de usuario completo, habrá que localizar entre las opciones que despliega el buscador a la persona con la que se busca establecer comunicación.

En el caso de que el usuario que ya forme parte de una lista de contactos, pueden ser “etiquetados” en varias publicaciones en redes sociales para que la misma llegue directamente a ellos.

El símbolo de arroba también se usa en las Matemáticas y la Ingeniería. Se utilizaba en los libros de texto de la mitad del siglo XX como la representación del área y en Ingeniería, se utiliza para describir porqué los datos de una operación son válidos.

También se puede utilizar en su minoría para el diseño gráfico, por ejemplo, el software de diseño asistido por computadora AutoCAD lo usa para denotar coordenadas cartesianas relativas.

De un modo más coloquial, cuando en 2005 surgió Windows Live Messenger los jóvenes comenzaron a utilizar la arroba como si fuera una letra más del abecedario y aunque era parte del juego, hay muchas personas que están convencidas de que se le puede dar un uso al símbolo de arroba en la gramática.

Con el auge de la Igualdad de género, participantes del movimiento feminista fomentan el uso gramatical de la @ como reemplazo de la “a” y de la “o” para referirse a las formas masculina y femenina de las palabras, quedando así: Hij@s, Niñ@s, Ingenier@s, etc.

La justificación que dan para usar el arroba como signo lingüístico es “establecer la igualdad de género en un idioma machista en cuyas palabras prevalece la forma masculina”.

La Real Academia Española de la lengua rechaza completamente el uso de @ en las palabras para incluir ambos géneros, argumentando que aunque haya palabras que terminen con “e” u “o” se están englobando las formas masculina y femenina.

Por ejemplo: Doctores, ingenieros, niños, padres, etc. Sin mencionar que existen también palabras con formas femeninas que igualmente incluyen a hombres y mujeres como lo son: Policía, salvavida, psiquiatra, terapeuta, etc.

Además de la forma “tod@s”, la RAE ha rechazado igualmente el uso de “todes”, “todxs”, “todos y todas”, a pesar de las demandas que reclaman su uso en pro de la igualdad de género.

“@en_resumen…”. El símbolo de arroba es una parte importante de nuestras vidas y ha ido cambiando y evolucionando con el tiempo.

Se usó para facilitarle el trabajo a los escribas que copiaban libros de texto, fue una unidad de medida en el siglo XVI que casi desaparece en el siglo XIX, formó parte de las primeras máquinas de escribir, Raymond Tomlinson lo eligió para cambiar al mundo a la mitad del siglo XX e inclusive actualmente causa polémica porque quieren usarlo en la gramática para englobar las formas masculina y femenina de la lengua española.

El signo arroba estuvo a punto de perderse para siempre hasta que le encontraron un uso inolvidable, así que vale la pena comenzar a apreciar más al signo por el que cualquier texto está disponible para nosotros con sólo registrarnos y que siempre está ahí para nosotros cuando queremos acceder a nuestras redes sociales o algún sistema de correo electrónico.

Finalmente, recuerda también que el símbolo de arroba tiene muchos usos para la programación, las matemáticas y la web, pero hay que evitar usarlo en la gramática.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional (Unión)