LOS CABALLOS VUELVEN A LA GUERRA DESPUÉS

                                                                                 DEL DESASTRE DE LOS BLINDADOS RUSOS EN UCRANIA

Jesús Díaz – El Confidencial, 07/02/2025

Un vídeo[1] de dos soldados rusos cabalgando hacia el frente por las planicies ucranianas puede parecer una mera anécdota pero, si lo añades a las brutales cifras de las pérdidas de vehículos blindados y los miles de vídeos que muestran a las tropas de Moscú usando furgonetas, coches civiles preparados improvisadamente, y hasta bicicletas robadas, son una manifestación de uno de los grandes problemas de Vladimir Putin: se están quedando sin vehículos tanto por la acción de los drones de Kiev como por la obsolescencia de su equipamiento.

Y sin movilidad efectiva, la posibilidad del colapso de sus líneas —que algunos analistas occidentales habían augurado para este año— se dispara.

Sin contar transportes convencionales, Rusia ha perdido entre 15.000 y 30.000 vehículos blindados en Ucrania, forzando a sus tropas a luchar en furgonetas improvisadas y ahora, a caballo

Los vehículos blindados rusos están siendo destruidos o inutilizados a un ritmo escandaloso, con cifras que la industria rusa, lastrada por las sanciones y años de corrupción, no puede reponer.

Según datos de las Fuerzas Armadas de Ucrania del 6 de febrero de 2025, Rusia ha perdido 9.965 tanques, más de 20.730 vehículos de combate, 36.211 camiones y cisternas, y un total de 3.737 equipos especiales, lo que incluye camiones, remolques y otro tipo de vehículos.

Aunque estas cifras no pueden ser verificadas de forma independiente, sí coinciden con la percepción generalizada sobre el terreno, donde los vídeos de vehículos rusos destruidos o abandonados son constantes.

Ya lo decíamos hace más de un año: “A medida que Ucrania ha destruido miles de tanques, cientos de aeronaves, y decenas de barcos, Rusia ha tenido que desplegar armamento anticuado de los tiempos de la Unión Soviética y se acerca rápidamente a un colapso de su maquinaria militar en 2025”. Ahora parece que la previsión se está haciendo realidad.

Improvisación y movilidad del siglo XIX. Como informa la revista Forbes, esta escasez de vehículos ha obligado a los soldados rusos a utilizar medios de transporte improvisados, como los infames Lada, coches civiles cuyo uso se ha normalizado en el frente según varios analistas independientes que monitorean la guerra a través de fuentes abiertas, como Andrew Perpetua.

Como el resto, este último se ha mostrado sorprendido ante la proliferación de vídeos de ataques a vehículos Lada por parte de drones ucranianos. “Es la hora del asalto”, escribió irónicamente. “Todos al Lada”.

Hay múltiples vídeos de tropa en motocicletas y bicicletas robadas, así como furgonetas y vehículos ‘frankenstein’ que fusionan varios componentes. La falta de vehículos motorizados es tal que algunas unidades han recuperado el uso de caballos como medio de transporte.

Según el corresponsal de guerra ruso Roma Sapozhnikov, “la sensación es que los responsables de rearmar al ejército con vehículos de combate y tanques han ignorado los problemas del frente y de las fuerzas armadas del país en guerra”. Esta falta de previsión ha obligado a los soldados a usar “vehículos civiles que son una completa ‘mierda’ que arde y mata a nuestros soldados”, según declaró una fuente al propio Sapozhnikov.

La realidad es que Rusia no da abasto: construye apenas 200 nuevos vehículos de combate BMP-3, 90 nuevos tanques T-90M y unos pocos cientos de vehículos blindados, incluyendo vehículos de combate con ruedas BTR-82.

Una cifra ridícula comparada con las pérdidas que está sufriendo en Ucrania y que pueden llevar a su Ejército al colapso en 2025.

Recuperando equipos de hace un siglo. Agotadas las nuevas unidades, Rusia ha tenido que recurrir a viejas unidades almacenadas durante la Guerra Fría.

Pero, como explica el analista Jompy, “un vehículo que no se mueve durante tanto tiempo es un vehículo muerto”. Jompy analizó tres parques de vehículos y concluyó que la mayoría de los vehículos restantes no se habían movido en años. “Seguro que has visto lo que les pasa a los coches civiles abandonados durante unos pocos años al aire libre”, sentenció.

La situación se ha ido deteriorando para el ejército ruso a medida que la guerra se alarga. Eso de por sí es grave para Moscú pero es aún peor cuando sabemos que su ejército ruso estaba anticuado desde el principio de la guerra, con camiones y tanques antiguos que se quedaban tirados en cualquier parte.

La realidad ha demostrado que el teórico poder armamentístico soviético se ha quedado en una broma que sólo ha podido ser compensada con cantidades ingentes de soldados, arrojados al combate mal equipados.

La estimación de la cifra de muertos y heridos en las filas rusas sobrepasa ya la marca de los 800.000.

Esta situación se explica, en parte, por la corrupción endémica en el ejército ruso. Como denunció el exministro de Exteriores ruso Andrei Kozyrev, gran parte del presupuesto militar se ha desviado durante años a causas ajenas a la modernización del ejército, lo que ha provocado que, en una guerra como la de Ucrania, quede patente la falta de preparación y equipamiento de las tropas.

[1] Nota: Video no incluido.

 

Un aporte del Director de la Revista Antonio Varas Clavel

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