Columna de Opinión

UN PROYECTO INCONCLUSO, PERO NO DERROTADO. ESTAMOS ADVERTIDOS.

UN PROYECTO INCONCLUSO, PERO NO DERROTADO. ESTAMOS ADVERTIDOS.

                                                                                     Humberto Julio Reyes

Junto con celebrar un nuevo aniversario el Partido Comunista nos ha advertido de algo que debiera ser evidente, salvo para ingenuos o quienes practican el buenismo.

Pareciera entonces que habría que perseverar en lo que se intentó llevar a cabo durante la Unidad Popular a fin de disfrutar finalmente de los beneficios que otorga un Estado omnipotente, a semejanza de lo que ocurre en los países donde los socialismos reales han llevado a la existencia de verdaderas monarquías comunistas.

Con este propósito manifestó su secretario general “debemos tener las puertas abiertas para que sea el movimiento social el que obtenga los avances sociales que buscamos, ya sea por la vía del derecho, como por la vía de los hechos”.

Lo ocurrido en nuestro país y en el mundo, transcurrido medio siglo, no les hace mella en su inquebrantable fe revolucionaria, notable ejemplo de perseverancia mezclada con tozudez y prepotente retórica.

Nada mejor que la columna de alguien que justamente los conoció por dentro y que sí ha reconocido lo equivocado del camino que siguió la Unidad Popular pero que, con notable inteligencia, se oculta al narrar una historia que habría comenzado el 11 de septiembre de 1973.

Me refiero a don Sergio Muñoz Riveros cuando pregunta “¿La UP, un proyecto inconcluso?

La historia oficial que actualmente persiste en imponer el gobierno ayuda mucho a que se pueda sostener la teoría del proyecto interrumpido sin razón alguna y de paso centrarse solamente en la condena a la represión de ciudadanos que “pensaban distinto” y su corolario: ¿dónde están los desaparecidos?

Hasta quien maneja cifras relativas a los logros del Gobierno Militar en materias sociales y económicas se siente inhibido de mencionarlos ya que, Carlos Peña incluido, nada bueno podría haber realizado un gobierno que violó los derechos humanos y, en consecuencia, cualquier reconocimiento sería una forma de negacionismo que hoy se intenta nuevamente sancionar legalmente.

Personas que aventuran opiniones más equilibradas, como un lector que compara los 50 años transcurridos después de 1891 con los que ahora se pretende conmemorar, tropieza en la cifra de 1102 desaparecidos como si ninguno de los innumerables procesos que se siguen llevando a cabo hubiera reducido esa cifra.

Al respecto recomiendo recurrir a lo que expresa don Hermógenes Pérez de Arce en la cuarta edición de su libro “Historia de la revolución militar chilena 1973-1990”, cuando detalla en páginas 745 a 751 los antecedentes que permiten reducir el número de personas que actualmente estarían efectivamente desaparecidas.

Algo parecido ocurre con la recurrida “impunidad”. Pese a que las cuentas anuales del poder judicial informan de los procesos y condenas por causas de derechos humanos, siempre el Estado estaría al debe y se requeriría “más verdad y justicia”.

Un necesario paréntesis.

Aunque el poder judicial ha sido “eficiente” en condenar a como dé lugar, nunca hubo voluntad política para aprobar medidas de colaboración eficaz para facilitar el testimonio de quienes pudieren aportar a la búsqueda e identificación de personas en la condición de detenidas desaparecidas, dejando en evidencia que se priorizaba el castigo de los presuntos responsables por sobre la ubicación final de sus víctimas.

A lo anterior me parece que también contribuyó en forma importante la figura del secuestro permanente, creada para burlar la prescripción, al limitarse los ministros de fuero a consignar la detención para condenar por secuestro, dejando de lado toda evidencia que apuntara a una ejecución ilegal para sostener el absurdo que, como la persona no ha aparecido, seguiría secuestrada.

Lo reseñado pone de actualidad una precisión también efectuada en estos días, memoria e historia no son sinónimos.

La primera es necesariamente subjetiva e incluso depende mucho de aspectos muy personales ya que existen seres con buena o mala memoria, pudiendo también ser intencionada o involuntariamente acomodaticia. Haya cosas que no queremos recordar por incómodas o que hemos olvidado por intrascendentes para nuestras vidas.

La historia, en cambio, se basa en hechos, aunque en su interpretación se introduzca la subjetividad de quien la exponga. Es el caso del 11 de septiembre. El hecho ocurrió pero no se desea que se analicen sus causas, mejor es recurrir a la memoria selectiva de todo lo negativo que haya sucedido a partir de esa fecha.

Vuelvo al inicio: la memoria facilita volver a plantear el proyecto “inconcluso”, cuya validez es defendida naturalmente por el PC pero también, aunque con cierta timidez, por pasados y actuales compañeros de ruta quienes le restan gravedad al implícito reconocimiento de que siempre sigue vigente el recurrir a todas las formas de lucha.

Lo hizo Teiller cuando pidió la renuncia del presidente Piñera o cuando llamó a rodear la Convención. También se han conocido advertencias respecto al actual proceso constitucional.

El proyecto sigue inconcluso.

9 de jun. de 23

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

 

 

 

 

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Unión al día

EL LISTADO DE TRÁMITES QUE YA NO NECESITARÁN PASAR POR NOTARIA Y QUE SE REEMPLAZAN POR CLAVE ÚNICA

 

EL LISTADO DE TRÁMITES QUE YA NO NECESITARÁN PASAR POR NOTARIA Y QUE SE REEMPLAZAN POR CLAVE ÚNICA

Franco Abatte

Red Gol, 13/06/2023

Este lunes el Congreso despachó el proyecto que reduce y suprime algunos trámites notariales, lo que en la práctica significará que para algunas diligencias no será necesario contar con un documento entregado por la notarias y bastará con la firma electrónica avanzada o Clave Única.

El listado de trámites que ya no necesitarán pasar por notaria y se reemplazan por la Clave Única. Los trámites que no necesitarán un documento notarial son los siguientes:

  • Permisos de alteración y de edificación de viviendas económicas.
  • Concesión de servicio público de distribución de gas.
  • Poder suplente de agente de aduanas.
  • Delegación de facultad del deudor para absolver posiciones en el procedimiento concursal.
  • Nombramiento del comité de administración del condominio o acuerdo de administración conjunta de dos o más condominios.
  • Enajenación de cuotas de participación de las cooperativas de vivienda.
  • Contrato de representación en propiedad intelectual y transferencia de derechos de autor.
  • Resoluciones de concesiones eléctricas, solicitudes de pescadores artesanales en una misma área de manejo y varias materias relacionadas al Código de Aguas.
  • Certificado de la liga profesional que otorga carácter de socia a Sociedades Anónimas Deportivas.
  • Declaración jurada para cancelación de registro a la Superintendencia de Salud.
  • Documentos probatorios de requisitos de ingreso a la administración del Estado.

Todos estos documentos ya no requerirán el uso de un notario y se podrá solicitarlo a través de la firma electrónica avanzada o la Clave Única.

¿Qué es la firma electrónica avanzada? Según indica Chile Atiende, la firma electrónica avanzada permite certificar cualquier documento y/o instrumento privado o público celebrado por medios electrónicos, dándole el mismo valor que a un documento firmado en papel.

Ella permite, entre otras cosas, ahorrar tiempo y dinero en trámites.

¿Cómo conseguir la Clave Única? La Clave Única en tanto, posee mayor notoriedad en nuestro país desde su implementación; esta clave, según indica su sitio web, busca proveer a los ciudadanos de una Identidad Electrónica Única (RUN y contraseña) para la realización de trámites en línea con el Estado.

Un aporte del Director de la Revista, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

 

 

 

 

 

Columna de Opinión

LOS RECTORES Y LA VERDAD

   

LOS RECTORES Y LA VERDAD

Gonzalo Rojas Sánchez

El Mercurio, Columnistas, 31/05/2023

“Deben aceptar esa invitación, si están dispuestos a recordar la verdad”.

 

El subsecretario de Educación Superior ha invitado a los rectores a participar de la Red de Memoria y Derechos Humanos en Educación Superior y a analizar “el quiebre de nuestra democracia que impactó nuestra Educación Superior y sus comunidades educativas”.

Hay que aceptar esa invitación.

Debe aceptar el rector de la P. Universidad Católica de Chile, para recordar que hace 50 años su corporación tenía una rectoría alineada con el proyecto de la UP.

Así lo afirmaba en mayo de 1971 Fernando Castillo Velasco: “La Universidad en Reforma proclamó su compromiso ético e histórico con la transformación de Chile y la liberación de su pueblo, definiendo así una orientación de su trabajo”.

Una demostración clara de ese compromiso era el Centro de Estudios de la Realidad Nacional. Sus cursos, congresos y publicaciones eran muy significativos.

Un solo ejemplo, de entre las decenas de ramos de concientización ofrecidos durante la UP: “Teoría de la revolución: se analizarán los planteamientos de Mao Tse Tung sobre la revolución y la Guerra Popular, (y) algunas teorías latinoamericanas contemporáneas (Guevara, Debray, etc.)”.

¿Quiénes eran los profesores del Ceren? Infinidad de marxistas de la época, entre ellos, Gabriel Salazar, Manuel Antonio Garretón, Armand Mattelart, Tomás Moulian, etc., etc.

Otra comprobación de la ruptura de los hábitos democráticos se daba con el canal 13 de la Universidad —sabiamente conducido por el padre Raúl Hasbún—, estación que sufrió la presión gubernamental destinada a impedir su expansión a regiones; de paso, su director fue continuamente denostado: fascista, fariseo, le dijeron desde la prensa de izquierda, al punto que los obispos chilenos manifestaron su dolor por “las persistentes injurias y ataques personales que está sufriendo”.

También debe aceptar la invitación del ministerio el rector de la Usach —entonces, Universidad Técnica del Estado—, donde la situación de quiebre democrático fue aún más grave.

Durante la Unidad Popular, su rector, Enrique Kirberg, era un destacado militante del Partido Comunista, colectividad que colonizó la UTE. El rector no solo recibió a Fidel Castro —lógico, Kirberg ya había estado en Cuba antes—, sino que, además, figuraban contratados más de una veintena de directores, conjuntos musicales y solistas, entre ellos los también militantes del PC, Víctor Jara y Quilapayún.

Angela Davis, la conocida militante comunista estadounidense, fue designada Profesora Honoraria de la Universidad, y famosas fueron las Jornadas antifascistas de la UTE, a mediados de 1973.

Cuando Sergio Onofre Jarpa, quien era candidato a senador por Santiago, intentó hablar en el campus, fue atacado violentamente. A pedradas le manifestaron los estudiantes de izquierda su talante democrático.

Años después, Kirberg pretendió hacer creer que “lo que pasó fue que en la UTE la izquierda era mayoría y hay quienes son incapaces de aceptar esto”.

Y qué bueno sería que la rectora de la Universidad de Chile también participara, para que pudiera aclarar que a raíz del conflicto entre el rector Boeninger y el Consejo Normativo de la Universidad, el ingeniero cercano a la DC, por haberse dirigido a La Moneda a protestar por las agresiones de estudiantes de izquierda, sufrió la querella de Allende por atentado a la Ley de Seguridad del Estado.

La Unidad Popular calificó la presencia de Boeninger en Palacio como un “acto de matonaje y de provocación que no tiene precedentes en Chile”.

Y de la usurpación marxista de Canal 9 o de la agresión de sus Brigadas en Ingeniería, de todo eso no alcanzamos a hablar.

Sí, señores rectores: deben aceptar, si están dispuestos a recordar la verdad.

 

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

 

 

 

 

Columna de Opinión

INQUIETANTE DIMISIÓN

 

INQUIETANTE DIMISIÓN

El Mercurio, Editorial, 31/05/2023

Demasiadas preguntas plantean la situación generada en torno a la salida del ahora exsubsecretario de Previsión Social Christian Larraín. La forma confusa en que han abordado el tema las autoridades —y en especial la ministra del Trabajo, Jeannette Jara— solo acrecienta las dudas, dejando al Gobierno en incómoda posición ad-portas de la Cuenta presidencial y agregando otro signo de interrogación sobre su emblemática reforma de pensiones.

Una somera revisión de los hechos resulta elocuente. El viernes pasado, un comunicado de La Moneda informó escuetamente la renuncia de Larraín, sin dar más razones.

Dado el papel que este había jugado en el diseño de la reforma previsional y en las tratativas posteriores, el hecho generó sorpresa. Dirigentes de todo el espectro lo destacaron como una figura dialogante y abierta a flexibilizar la propuesta original del Ejecutivo, de lo que dio muestras a principios de este mes, cuando reconoció públicamente la inviabilidad de insistir en las cuentas nocionales.

Así, durante todo el fin de semana abundaron las especulaciones que atribuyeron su salida a posibles diferencias con la ministra Jara, quien tendría una posición más dura en el tema.

Las denuncias de acoso ameritan ser investigadas seriamente y no ser usadas para replicar prácticas inquisitoriales que no dan espacio a defensa.

El lunes, sin embargo, citando fuentes de La Moneda, el diario La Tercera informó que el verdadero motivo de la renuncia era la existencia de una denuncia de acoso sexual, cuya gravedad habría llevado al Presidente Boric a solicitar la dimisión.

Fue después de publicarse esta versión que Larraín —quien había guardado silencio hasta entonces— salió a rebatir la acusación, concediendo una serie de entrevistas.

En ellas contó que, efectivamente, el viernes la ministra le comunicó que existía una denuncia en su contra y que debía renunciar; según su relato, insistió tres veces en conocer cuáles eran los hechos que se le imputaban, pero la secretaria de Estado le habría respondido que no se los podía detallar.

Solo le habría indicado que apuntaban a “uso de lenguaje de connotación sexual en público”, sin mayor precisión.

En las mismas entrevistas, también reveló que durante el último mes tuvo una tensa relación con Jara, quien habría estado molesta justamente por sus dichos sobre las cuentas nocionales.

Finalmente, ese mismo lunes, reaccionando a las palabras de Larraín, la ministra afirmó que la dimisión había sido solicitada porque “creemos que se incidió en conductas que no eran del todo positivas”, y anunció el inicio de un sumario.

Luego, ayer, complementó esa versión, sosteniendo que “al subsecretario se le pide la salida porque hay gente que la estaba pasando muy mal en la subsecretaría”.

Desde luego, llaman la atención en esta síntesis incoherencias como que el sumario haya sido ordenado tres días después de solicitada la dimisión, punto en el que incluso ha reparado el ministro de Justicia, haciendo notar que solo puede ser válido un sumario iniciado antes de la salida de un funcionario.

Ante esto, el ministerio salió ayer a aclarar que el pasado lunes la renuncia aún estaba tramitándose, lo que salvaría la objeción. Pero esta precisión formal elude el punto de fondo, cual es que la investigación se ordenó cuando la salida del subsecretario ya estaba decidida.

Tal forma de proceder da cuenta de una lógica extraña y preocupante, según la cual las “sanciones” se adoptan antes de investigar los hechos: solo bastaría una denuncia para justificar la remoción de un alto funcionario público.

Más aún, de ser efectiva la versión de Larraín, en cuanto a que nunca se le informó el hecho específico por el que se le denunciaba, la situación adquiere ribetes kafkianos y entrega una preocupante señal para todo el aparato público.

Por cierto, un subsecretario puede ser legítimamente removido de su cargo en cualquier momento, al depender de la confianza presidencial. Pero entonces no se entiende que, luego de pedirle la dimisión sin haberle permitido siquiera defenderse, la propia Moneda haya filtrado versiones que le atribuían conductas impropias, exponiendo su honra.

Raya lo insólito que finalmente, ante la reacción del aludido, la ministra del Trabajo haya respondido criticándolo por estar “generando conflictos”.

Las acciones de acoso constituyen conductas gravísimas que corresponde erradicar. Pero, precisamente por su gravedad, las denuncias ameritan ser investigadas seriamente y no ser usadas para replicar prácticas inquisitoriales que no dan espacio a defensa, o esgrimirse livianamente en vendettas o ataques políticos, práctica que sufrió el propio Presidente de la República durante su campaña.

La fragmentada información respecto del caso de Larraín —cuyo “gran trabajo” alabó ayer el ministro de Hacienda— impide un juicio cabal sobre los hechos que confusamente se le imputan.

Con todo, lo que este episodio ha mostrado hasta ahora respecto del Gobierno y su forma de abordar estos temas resulta en extremo inquietante.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

 

 

 

 

Seguridad y defensa

UNA NOCHE CON LOS CAZADORES DE DRONES

   

UNA NOCHE CON LOS CAZADORES DE DRONES

Javier Espinosa

El Mundo, Primera Edición, 31/05/2023

Rusia lanza 151 misiles y aviones no tripulados en 72 horas; Ucrania contraataca enviando sus drones sobre objetivos de Moscú

 

El sonido pasó muy cerca del automóvil. Recordaba al ronroneo de una motocicleta. La unidad móvil antiaérea también debió escucharlo porque de inmediato comenzaron a disparar ráfagas de su ametralladora.

Los surcos rojos de las balas trazadoras subían hacia el cielo. Minutos antes, otro dron se había empotrado contra un edificio cercano que ardía de forma virulenta.

Las llamas iluminaban la noche. El coche tuvo que superar los despojos del habitáculo arrancados por la deflagración, regados por el asfalto.

Los tres soldados tenían cruzado su todoterreno en mitad del puente. Con el arma apuntando hacia las alturas. Durante algunos segundos iluminaron la zona con un potente reflector.

Uno de ellos hizo un gesto conminatorio al solitario vehículo para que se marchara. El movimiento enérgico de las manos explicaba la tensión.

La incertidumbre se había generalizado. A pocos metros, cuando los viajeros se dirigían hacia la Plaza de Maidán, en el centro de la capital, un objeto en llamas se cruzó antes de impactar en un parque cercano generando una gran explosión.

Por las avenidas de una urbe casi desierta sólo circulaban coches de policía y los camiones que recogían la basura en medio del clímax bélico. A la altura del metro de Pecherska, grupos de civiles huían a la carrera hacia el subsuelo.

Algunos permanecían en las escaleras de acceso al subterráneo mirando al cielo. La aproximación de otro dron provocó una rápida desbandada acompañada de más tiroteos y estallidos.

Eran las 3:23 de la madrugada. Kiev asistía al enésimo capítulo de una guerra nocturna que recuerda –sin llegar a su intensidad– a los combates aéreos de lo que se denominó la batalla de Inglaterra, inmortalizada en tantas películas. La arremetida de otra oleada de aparatos no tripulados de origen iraní –los ya tristemente célebres Shaheed– dejó al menos un muerto, una docena de heridos y varios incendios. Las autoridades ucranianas indicaron que habían derribado 29 de los 31 drones.

“Hemos vuelto a los días de octubre, cuando cortaron la electricidad. Estaba viendo todo desde la ventana. Pensaba que nos faltan las palomitas: las explosiones, los disparos, las luces en el cielo.. Habíamos decidido que sólo vendríamos al Metro si las explosiones sonaban cerca y accionaban las alarmas de los coches. Y eso pasó, así que aquí estamos”.

Tatiana Glikman, de 36 años, se había guarecido en la entrada de Pecherska junto a su madre. La alarma aérea se decretó en Kiev a las 2:06 de la madrugada. En ese instante comenzó el goteo de vecinos que se dirigían hacia las instalaciones del tren subterráneo.

En las inmediaciones de la estación de Lva Tolstov, se podía asistir a un desfile de sombras calladas que salían de los portales de las viviendas cercanas portando esterillas de plástico, sillas y colchones inflables.

Oksana Omarova y sus dos hijas, Aida y Yariat, no estaban seguras de cuántas veces han tenido que pernoctar en este mismo lugar durante el mes de mayo. Más de una docena, dijo una de ellas.

Las arremetidas de madrugada se han convertido en algo tan recurrente que han decidido mantener siempre en su piso maletas con ropa y enseres personales. “Ayer bromeamos. Antes pensabas en qué ponerte para ir a trabajar y ahora en cómo nos vestiremos para pasar la noche en el Metro”, comentó Aida, de 24 años, entre sonrisas. “Hoy es la cuarta vez en menos de 24 horas que terminamos aquí”, agregó en referencia a la sucesión de asaltos aéreos en Kiev entre el lunes y el martes.

A su lado, una pareja con un pequeño que dormitaba en una silla de bebé intentaba instalarse en una de las esquinas junto a las escaleras mecánicas. “(Los rusos) están intentando debilitarnos psicológicamente”, opinó la muchacha de 32 años, que no quiso identificarse.

Al cabo de media hora ya se habían congregado varias decenas de civiles en el refugio improvisado. En el exterior resonaban las detonaciones.

La intensificación del uso de Shaheed y misiles contra Kiev –el de este martes marca el número 17 sólo en mayo– y la réplica ucraniana contra Moscú y otras ciudades rusas parecen marcar una nueva escalada en la guerra, que ha dejado de estar limitada principalmente al este de Ucrania.

Los rusos han lanzado hasta 151 misiles y drones contra el país en las últimas 72 horas. La intensificación de la ofensiva aérea rusa ha retrotraído psicológicamente la capital a los peores días del inicio del conflicto o las fechas en las que quedó sumida en la oscuridad a finales de 2022.

La aproximación de los Shaheed se puede seguir casi en tiempo real por las redes. Como ya viene siendo habitual, este martes las alarmas comenzaron a activarse a medianoche y fueron desplazándose a través de las regiones ucranianas conforme avanzaban los drones desde el sur, siguiendo el curso del río Dnipro, y desde la linde norteña.

El alcalde, el exboxeador Vitali Klitschko, se ha convertido en narrador que relata casi en vivo los sucesos que sacuden a su metrópoli. A las 2:33 ya estaba alertado sobre las explosiones que se escuchaban en Kiev y pedía “¡ir a los refugios!”, según se leía en sus mensajes en Telegram. A ese texto siguieron otros que indicaban la angustia que se había apoderado de la urbe: “tres coches ardiendo en el distrito de Pecherska”, “una casa en llamas en Darnytsia”, “incendio en un rascacielos en Holosiivskyii”…

Sin embargo, como ocurrió también durante la batalla de Inglaterra, la eficacia de los bombardeos rusos por el momento parece constreñirse al posible efecto en la moral de los ucranianos ya que la amplia mayoría de los drones y cohetes están siendo derribados.

Para Oleksiy Danilov, uno de los asesores de Zelenski, el empecinamiento de Moscú en estas acciones sólo es un reflejo de su “estupidez y obstinación”.

Kiev se ha rodeado de toda una panoplia de todoterrenos equipados con ametralladoras pesadas que vigilan las noches de la capital. El sistema defensivo se complementa con baterías de misiles como los Patriots estadounidenses o los heredados de la Unión Soviética, otros sistemas defensivos donados por Occidente y los grupos de caza-shaheeds que disponen de cohetes portátiles del tipo Stinger o Igla que están desplegados en torno a la urbe, formando un escudo difícil de superar.

El portavoz de la Fuerza Aérea, el coronel Yuriy Ignat explicó en una televisión local que los rusos intentan “agotar” las defensas aéreas ucranianas, algo que no están consiguiendo. “Se fortalecen cada día. Me gustaría tener más medios para conseguir un resultado del cien por cien (de derribos). Probablemente cuando recibamos los aviones F-16 podamos hacerlo mejor”, agregó.

Ignat estimó que en los últimos ataques las defensas aéreas han logrado interceptar cerca de un 90 % de los cohetes y aviones no tripulados.

Emplazados en las inmediaciones de Hostomel, un núcleo urbano sito a 30 kilómetros de Kiev, los uniformados de la Brigada Bureviy disponen de su propias unidades antiaéreas destinadas a la defensa de la capital.

Según informó el ejército local, uno de sus integrantes de 20 años que responde al apodo de Pokemon derribó este lunes un cohete ruso con uno de los citados Igla, un arma portátil que –ironías de la historia– fue una creación de la Unión Soviética.

“Ya había derribado otro el 9 de mayo. Hasta que comenzó la invasión sólo teníamos Igla. Ahora hemos recibido Stingers. Nos entrenamos con simuladores”, relató a este diario Pavlo Feduk, comandante de 21 años de una de estas agrupaciones antiaéreas.

Feduk aclaró que su función es interceptar a los Shaheeds antes de que lleguen a Kiev. Eso fue lo que hicieron el sábado pasado, cuando asegura que destruyeron dos de esos aparatos. “Siempre tenemos un equipo vigilando”, añadió.

A la pelea contra los Shaheeds se han sumado equipos de voluntarios civiles que lo mismo realizan recaudaciones de fondos para comprar equipos capaces de inutilizar esos aparatos que prueban sistemas de potentes focos para localizar a los drones, en otro guiño a la historia que se vivió en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, cuando estos haces de luz fueron un apoyo básico para los servidores de ametralladoras.

Horas antes de que Kiev sufriera el cuarto ataque, un grupo de jóvenes comandado por Valentin Nyzkovoloz medía la intensidad de varios de estos artilugios en un páramo situado a las afueras de la población.

Su iniciativa, la llamada Fundación Hurkit, pretende adquirir decenas de estos reflectores para entregárselos a las unidades móviles antiaéreas. El plan comenzó a ejecutarse en enero y reunió a personajes tan variopintos como el referido Valentin, un ingeniero, con una doctora como Oksana Skapa, de 35 años, o la editora de un medio de comunicación, Anastasia Hulko.

Equipada con una vestimenta muy similar a la que usan los recolectores de miel –en este caso para protegerse de la legión de mosquitos que acudían a la luz–, Oksana observaba desde una camioneta el efecto del haz sobre una réplica a la misma escala de un Shaheed que mantenía agarrado otro voluntario sobre el techo del vehículo.

Valentin se había colocado a 1,7 kilómetros equipado con varios juegos de focos diferentes para activarlos y medir su intensidad. “Ya hemos entregado siete (focos) pero se necesitan muchos más”, comentó Nyzkovoloz antes de accionar los artilugios.

“Los focos son vitales porque si los Shaheeds vuelan muy bajo (que es lo que suelen hacer) no pueden ser detectados por los radares y hay que identificarlos visualmente”, precisó Anastasia.

El primer reflector sólo llegó hasta la réplica con una intensidad tan débil que casi fue imperceptible. “¡No brilla!”, gritó a través del teléfono el expiloto Aleksander, un veterano de 69 años y más de 22.000 horas de vuelo, que también colabora con Hurkit.

El segundo sí surgió con fuerza, iluminando toda la carcasa del aparato. “¡Sí se ve, sí se ve!”, clamó Aleksander con entusiasmo.

La aportación de los grupos de voluntarios a la maquinaria bélica ucraniana fue un elemento determinante desde el inicio de la agresión promovida por Rusia en 2014 y lo siguió siendo tras la invasión del 2022.

“La gente tiene miedo y está agotada, pero seguimos resistiendo”, comentó Oksana antes de concluir la prueba. Era la misma premisa que se escuchaba de madrugada en boca de algunos de los viandantes ocultos en el Metro de Lva Tolstov. Su principal defensa era la resignación. En la calle, a pocos metros, alguien había colocado un enorme cartel con el lema: “Sé valiente, como los ucranianos”.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

Columna de Opinión

¡MUJERES DEL MUNDO, UNÍOS!

   

¡MUJERES DEL MUNDO, UNÍOS!

Lucía Santa Cruz

El Mercurio, Columnistas, 02/06/2023

“Las mujeres somos fuertes, luchadoras y resilientes, y tenemos un pasado que también nos puede orgullecer”.

 

L

a victimización está de moda y la resiento. Ha surgido y prospera una cultura en la que individuos o grupos demandan toda suerte de tratamientos especiales y discriminatorios, privilegios y subsidios, basados en lo que estiman ha sido una historia de opresión; y de esa condición de víctimas esperan conseguir prestigio y poder.

Entre otras “identidades”, hay organizaciones de mujeres que se han sumado a este son y perciben su pasado histórico como humillante y endeble, lo cual las haría acreedoras a ese tratamiento excepcional.

No descarto que haya habido victimización y que puede haber afectado con más fuerza a ciertos sectores en distintas épocas históricas. De hecho, nuestro pasado está plagado de dolores, arbitrariedades e injusticias, pues la miseria y la opresión han sido la constante del devenir humano.

Mi objeción al auge de la cultura de la victimización radica en el firme convencimiento de que de personas víctimas no nacen seres humanos poderosos, pues, por definición, acarrean el peso de considerarse a sí mismas, y de ser percibidos por los otros, como inferiores.

Esta tendencia exime a los afectados de la responsabilidad personal por sus actos y circunstancias y mutila la capacidad para superar la adversidad. Más aún, nos aleja de lo que debería ser nuestro objetivo principal, que no es otro que alcanzar un tratamiento igual para todos los individuos, más allá de su sexo, clase, género, color o etnia.

Es cierto que el énfasis en la victimización de ciertos grupos puede contribuir positivamente a una mayor concientización acerca de las injusticias que experimentan y así suscitar mayor empatía por los sufrimientos inmerecidos de esas personas o grupos.

Sin embargo, esto se logra a un gran costo, pues debilita a los afectados y contribuye a perpetuar un círculo de desesperanza, incita al miedo y fomenta la sensación de impotencia frente a un destino que no podríamos controlar.

La percepción que tenemos de nosotros mismos importa, y si nos vemos exclusivamente como entes sometidos a la voluntad de otros, quedamos privados de nuestros recursos propios para superar las condiciones adversas.

Si nuestro futuro depende de fuerzas históricas o presentes que no podemos dominar, ello nos rinde impotentes y nos induce a pensar que solo podemos mejorar a través de compensaciones arbitrarias especiales, siempre en perjuicio de otros.

Esto aumenta el ciclo negativo de debilitamiento, pues solo en esa protección estaría la fuente del privilegio y el poder. Por el contrario, si la cultura promueve la responsabilidad personal, se estimulan la resiliencia y la autodeterminación.

Por otra parte, esta tendencia a la victimización es una simplificación de los factores y experiencias muy complejas que interactúan en la creación de las condiciones de vida de los seres humanos y, a mayor abundamiento, contribuye a la mantención y reforzamiento de estereotipos, que en el caso de las mujeres aparecen como entes débiles, vulnerables, incapaces de defenderse a sí mismas, emocionales, irracionales, sumisas, pasivas y dependientes.

Y sí. Eso sucede cuando una diputada, que debería ser un modelo de fortaleza y liderazgo, se derrite como copo de nieve, porque un ministro le alza la voz.

Por eso, mi llamado sería “mujeres del mundo, uníos” contra la autovictimización y abandonemos la bandera del “pobrecita de mí, yo tan débil y vulnerable”.

Las mujeres somos fuertes, luchadoras y resilientes, y tenemos un pasado que también nos puede orgullecer.

Nuestras características específicas, constatadas en diversos estudios, como la capacidad de adaptación, la mayor predisposición a resolver conflictos y un liderazgo más empático y colaborativo, nos capacitan para participar en igualdad de condiciones prácticamente en todas las tareas que queramos abordar.

 

 

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

 

 

 

 

Columna de Opinión

ENTRE CUENTAS ALEGRES Y EXPECTATIVAS FRUSTRADAS

 

ENTRE CUENTAS ALEGRES Y EXPECTATIVAS FRUSTRADAS

                                                                                     Humberto Julio Reyes

Tras “la cuenta pública más extensa de los últimos 30 años” (he copiado ese titular), las reacciones de políticos y comentaristas diversos me parece que fluctúan entre ambos extremos.

Confieso que yo no estoy en ninguno.

Ningún anuncio de los que me he enterado me ha llevado a alegrarme y, por otra parte, practicando en mi vida un prudente escepticismo, me considero inmune a la frustración ya que al respecto no albergaba expectativa alguna.

Dicho esto, como está de moda intercalar, debo hacer una necesaria precisión respecto a este intrascendente y aburrido acto considerado parte de las tradiciones republicanas. Otros hablan de la liturgia democrática.

Escuché en un programa radial que quien por primera vez rindió cuenta pública, recurriendo simultáneamente a la trasmisión por ese medio, habría sido don Arturo Alessandri Palma.

Su hijo, don Jorge Alessandri Rodríguez, empleó con el mismo propósito por primera vez la televisión.

No escuché las primeras cuentas de los tiempos radicales y tengo un vago recuerdo de lo tediosas y largas que me parecían las posteriores, aunque debo reconocer la sobriedad de don Jorge en contraste con lo demagógicas e histriónicas que me parecieron las de sus sucesores.

Durante el Gobierno Militar me correspondió participar en la elaboración del anexo pertinente al ministerio en que yo servía y que sumado a la información que proporcionaba el resto de los ministerios, servía de base para redactar la parte medular de la cuenta.

Sin embargo, ello no me hizo cambiar de opinión respecto a parecerme algo que podía obviarse ya que, obras son amores y no buenas razones.

La extensión habitual ya constituía una prueba para los asistentes al acto o para quienes lo seguían por radio y televisión.

La cantidad de información que se entregaba habitualmente, sin mayor esfuerzo de síntesis, hacía improbable llegar a memorizar parte importante del texto leído. Por lo demás la información de respaldo quedaba almacenada y hoy por hoy está disponible en muchas formas.

Finalmente, ¿cuántos serán los que cambian su percepción de la situación que vivimos después de escuchar una interminable perorata?

¡Cómo no recordar a mi querido tío Luciano! En lugar visible de su oficina-biblioteca había un aviso que advertía: Sea breve, la única demostración de inteligencia reside en el poder de síntesis.

Lo breve si bueno, dos veces bueno (Baltasar Gracián, España, 1601-1658).

Hay personas que acostumbran presumir de lo que dicen haber leído (¿y comprendido?) pero parece que el poder de síntesis no es apreciado por los políticos de nuestros días. Será que su tiempo lo pagamos con nuestros impuestos o que realmente piensan que hablando mucho y diciendo poco pueden confundir al fatigado auditorio y desdecirse posteriormente con facilidad.

Vuelvo al inicio.

Después de leer y escuchar comentarios, así como enfrentamientos entre quienes sustentan posiciones irreconciliables, quisiera aproximarme cuantitativamente al resultado inmediato de esta cuenta.

Asumo que el irreductible tercio de apoyo al gobierno ha sacado justamente cuentas alegres y ha reforzado su convicción de seguir adelante (avanzar sin transar) y que el tercio de la oposición ha confirmado la validez de sus críticas lo que implicaría un virtual empate en las opiniones.

Pero el tercio restante, donde yo me cuento como independiente, ¿habremos modificado nuestra opinión respecto a lo bien o mal que lo está haciendo el gobierno?

Esperemos las próximas encuestas o, mejor aún, las próximas votaciones a que seremos convocados.

He dejado para el final a quienes, desde ambos extremos, tenían expectativas ahora frustradas, pero quien crea en promesas electoreras cuyo cumplimiento está alejado de la realidad o sobrevalore “gestos” y escuche cantos de sirena, bien puede ser considerado una víctima de su propia ingenuidad y le vale el dicho “quien por su gusto padece, vaya al infierno a quejarse”.

3 de jun. de 23

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional