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Servicio Militar Voluntario. GDB. Humberto Julio Reyes

 

                                        SERVICIO MILITAR VOLUNTARIO

Humberto Julio Reyes

La reciente discusión y aprobación en el parlamento del presupuesto 2025, permitió a la opinión pública enterarse de las dificultades del Ejército para completar las dotaciones mínimas de contingente, se trate de conscriptos o soldados de tropa profesional.

También dejó en evidencia, que, en la práctica, el deber ciudadano establecido en la Ley de Servicio Militar Obligatorio, ha dejado de ser tal, pasando a convertirse en voluntario, al no efectuarse, desde hace años, el sorteo previsto en dicha ley cuando no existan suficientes voluntarios aptos.

Confieso que soy reticente a referirme en forma pública a temas profesionales que afectan a las fuerzas armadas y expresar opiniones que pueden incomodar a los responsables, ya que sigo estimando que la reserva comprometida durante el servicio activo dura para toda la vida.

Sin embargo, confío en que el paciente lector comparta, aunque sea parcialmente, el fin último de estas líneas.

Siendo subalterno fui bastante crítico del servicio militar obligatorio, por no considerarlo eficiente para formar reservas instruidas en condiciones de ser incorporadas en caso de necesidad. Miraba distintos modelos vigentes en otros países como mejores opciones.

Con los años y ya retirado, creo haber matizado ese punto de vista y me parece que, contar con lo que se llama una planta de soldados de tropa profesionales, apunta en la dirección correcta, siempre que el número sea suficiente.

Pero, justamente, los números no calzan, existiendo diversas razones que se citan en un reciente artículo de El Mercurio de fecha 9 de diciembre, cuerpo C1. Ellas serían:

1) Caída de nacimientos. Tema nacional de difícil solución.

2) Gratuidad en la educación superior. Igual que la anterior.

3) Explosión de excusas de salud. Falta de control que puede ser corregida.

Sin embargo, yo tengo mis propias razones, partiendo por la condena a prisión efectiva de jóvenes conscriptos que eran menores de edad cuando sucedieron los hechos que motivaron su actual situación.

¿Acaso los ministros de fuero no ponderaron que cumplían un deber de obediencia donde no les cabía discurrir respecto a la legalidad de las órdenes recibidas, menos aún si algunas de ellas ni siquiera implicaban la ejecución de algo manifiestamente delictivo?

Parece que no, el conscripto convocado a reconocer cuartel y formado en la disciplina militar es juzgado y condenado como un simple particular dedicado a cometer crímenes, sin atenuante o eximente de su minoría de edad.

Hoy en día, es posible que algún padre o madre disuada a un hijo interesado en cumplir su deber ciudadano, para evitar que el día de mañana, termine en prisión. Quizás yo lo haría.

Esta columna podría haber terminado aquí, pero leo hoy a un columnista habitual en El Líbero del 16 de diciembre, quien, en la misma línea, aporta otros argumentos que yo había pasado por alto o considerado en distinta forma:

1) La persecución a las fuerzas armadas ha desembocado en una fuerte disminución del interés de los jóvenes por sumarse al servicio militar o a las escuelas matrices.

2) La permanente crítica al rol de las fuerzas armadas chilenas.

3) El total abandono de la historia militar en los programas educativos.

Después de años de sostenerse una persistente campaña de condena y desprestigio hacia las fuerzas armadas, ¿quién podría desear pertenecer a ellas, aunque sea en forma transitoria, mal remunerado y con alto potencial de riesgo?

Vuelvo a mis tiempos de subalterno y recuerdo que se decía, en esos años, que a los miembros de las juventudes comunistas se les instruía para que sí realizaran “la guardia”.

Recibían gratuitamente instrucción militar y conocían por dentro a su declarado enemigo. ¡Qué mejor!

Hoy en día y, como hace ver el aludido columnista, los comunistas infiltrados abiertamente (¡vaya oxímoron!) en el ministerio de defensa, participan nada menos que en su conducción.

Siendo así, variadas razones habría para disuadir a un eventual interesado en cumplir con un deber que ha dejado de serlo.

¿Imagina paciente lector si tampoco fuera obligatorio el pago de impuestos o contribuciones? ¿Usted se presentaría voluntario a aportar a las arcas fiscales?

18 de dic. de 24

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

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Boric y el Polo Sur. Richard Kouyoumdjian I. El Líbero

 

                             BORIC Y EL POLO SUR

Richard Kouyoumdjian I. – El Líbero, Columnas, 08/01/2025

Bien es sabido por todos que no soy un fanático del Presidente Boric, pero corresponde reconocer su viaje a fines de la semana pasada al Polo Sur en lo que se llamó “Operación Estrella Polar III”, un viaje de alto contenido geopolítico y estratégico, y no por ser el Presidente Boric le vamos a quitar los méritos que le corresponden por haber llegado al lugar más extremo, más sureño de Chile.

Debemos tener una base permanente en el Polo Sur si es que queremos de verdad ser un país antártico y que tienen un 63% de su territorio en la Antártica.

Si Chile dice ser un país que de norte a sur arranca en Arica y termina en el Polo Sur, lo menos que se esperaría es que todo Presidente de la República haya visitado durante su mandato ambos lugares, aplicando lo mismo a Rapa Nui y otras islas chilenas ubicadas en el Pacífico Sur Oriental.

Ser pueden dar distintas razones y explicaciones para la visita que un presidente hace al Polo Sur y recorrer el territorio Antártico chileno, pero les aseguro que el Presidente, y quienes lo acompañaban, no andaban de paseo.

Estaba junto a algunos ministros, comandantes en jefe y autoridades nacionales haciendo patria, haciendo soberanía, de la misma forma en que González Videla 77 años antes visitó la isla Greenwich de las Shetland del Sur, visita que fue necesaria con el fin de reafirmar la soberanía chilena sobre territorios que años antes había declarado como propios el Presidente Pedro Aguirre Cerda, y que al terminar la Segunda Guerra Mundial nos estaban siendo disputados por los británicos y argentinos.

Puede que este viaje presidencial al Polo Sur no haya sido idea de la presidencia o de la cancillería, quizás y quién sabe, por lo impecable de su ejecución, haya sido una idea de las Fuerzas Armadas, pero lo importante es que ocurrió y tan importante como ello, es que siga ocurriendo en forma regular, y que el próximo paso sea colocar una base chilena junto a la base Amundsen-Scott de los Estados Unidos de Norteamérica.

Es de toda lógica que tengamos una base chilena en el Polo Sur. ¿Se imaginan no tener instalaciones en nuestra frontera con el Perú o Bolivia? Nuestra base temporal (veraniega) más sureña es la que tenemos en el Glaciar Unión, en la latitud 79° Sur, eso es a 1080 kilómetros del Polo Sur. Si es que hablamos del territorio Antártico Chileno, debemos asegurarnos de que sean más que palabras, debemos hacerlo una realidad.

Puede que este viaje del Presidente Boric haya quedado ensuciado por temas contingentes como son la discusión previsional, o por las compras de las casas de los expresidentes Allende y Aylwin, lo cual no permite dimensionar en su totalidad la importancia de esta visita a lo más austral de Chile, pero preocupa por otro lado, que este mismo medio haya preguntado la semana pasada a una parte importante de sus lectores lo siguiente:

¿Es importante la Operación Estrella Polar III, que llevó al Presidente Boric, autoridades de las FF.AA. y científicas al Polo Sur? Respuestas: Sí: 26 %; No: 60,2 %; No sé, no conozco en qué consiste: 13,9 %.

Que sólo un 26 % de los lectores de El Líbero aprecien la importancia del viaje presidencial puede tener varias explicaciones, pero al final del día indica que tenemos un problema y ese problema es que es muy posible que los chilenos no entiendan la importancia de la Antártica chilena, el que sea parte de Chile, y que si no hacemos soberanía en forma efectiva, estamos indicando que nuestras reclamaciones sobre el territorio Antártico chileno sólo son palabras sin valor, y que es un tema que no pasa más allá de preocupar a los entendidos en la materia, y a los que entiende el valor estratégico de las cosas.

Chile ha ido avanzando en materia antártica, hoy en día tiene tres buques navales haciendo presencia y dedicados a la materia, incluyendo el nuevo rompehielos “Almirante Viel”. Por su parte el Ejército y la Fuerza Aérea también dedican importantes recursos a esta parte de Chile, y obviamente lo mismo hace la Cancillería por la vía del INACH, que ya lleva varios años instalado en Punta Arenas.

Punta Arenas y Puerto Williams también han visto mejorada su infraestructura portuaria y científica, la que apunta principalmente al Chile Austral y Antártico. Algunas de las inversiones ya están listas y otras en vías de desarrollo, pero lo importante es que están sucediendo, y al ritmo que están ocurriendo, vamos a superar por largo lo que Argentina y el Reino Unido están haciendo en esta materia, pero dicho eso, debemos tener una base permanente en el Polo Sur si es que queremos de verdad ser un país antártico y que tienen un 63 % de su territorio en la Antártica.

En el pasado ya regalamos territorio chileno a nuestros vecinos transandinos, algo de lo cual estamos muchos más conscientes y arrepentidos hoy que antaño. Debemos ser firmes en el resguardo de no sólo el Chile continental e insular, sino también de nuestro territorio antártico, de los mares australes de Chile, de nuestras plataformas económicas tanto la regular como al extendida, y de todo sobre lo cual Chile tiene derechos, reclamaciones o propiedad.

La soberanía se hace con presencia y con la capacidad de proyectar el poder del Estado en forma significativa. En ese sentido la visita presidencial va en el sentido correcto, ya que el Jefe de Estado acompañado de varios ministros, los jefes de las Fuerzas Armadas y otras autoridades nacionales se trasladaron al punto más austral de Chile.

Eso es hacer soberanía y proyectar el poder de Chile.

 

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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Mi voto como ex militar- GDB. (R) René Norambuena Veliz

 

                     Mi voto como ex militar

Después de ver cómo está la ex copia feliz del edén (mi país), donde no tenemos fines de semana sin que haya cinco o más asesinatos y donde siguen los portonazos a diario, logrando que todo se cierre temprano por miedo a la noche, donde siguen traspasando la frontera cientos de inmigrantes, llegando ya el número de ellos a ser el 10% de la población ( donde irán esos millones de votos ????)  y donde las fuerzas militares y policiales no pueden registrar  más que lo mínimo permitido  , donde tenemos FFAA con presupuestos reducidos pese a que se sabe cómo se arman  los  países limítrofes y no se escucha ni lee a ninguna coalición  alzar la voz sobre  este delicado tema ,  … donde procesan y condenan a ex militares con ficciones jurídicas y no con la ley vigente para todos los chilenos sin que de nuevo nadie diga nada ,los ex militares golpeamos puertas y puertas buscando un apoyo político serio y contundente sabiendo que hablamos de ancianos y enfermos que cumplen condenas tan altas que seguramente la mayoría morirá en la cárcel , resultado cero .

El principal monumento de héroe y soldados que dieron la vida por Chile no está, fue atacado cobardemente y el supuesto gobierno de derecha no hizo nada.

Retratos de nuestros Comandantes en Jefe en los años 70 está prohibido sean exhibidos en las galerías que les corresponde, políticos … mudos … no les interesa.

Ahora estamos en un año donde hay que votar por un nuevo congreso y Presidente.

Los militares no somos de izquierda ni de derecha, las escuelas matrices nos forman como militares y en los centros de estudios nuestros no se habla ni estudia política alguna … “somos militares”. No somos tantos votos, pero si una buena cantidad como para” influir en un fallo estrecho “.

Sufrimos en silencio por nuestro país y por nuestros camaradas abandonados por toda la sociedad, sufrimos por la injusticia de juicios justos y la indiferencia de muchos por su extrema edad y sobre todo su estado de salud, abandonados y olvidados.

Antes de este gobierno voté por el menos malo y ese que también nos prometió ayuda y dijo que nos entendía, …. triplicó los procesos y por ende se masificaron las cárceles. Todos guardan silencio respecto a nuestra injusta situación, seguramente porque no les conviene. Hay una excepción, pero creo que es un solo político el que se atreve, pero, de decenas en el parlamento, él es uno solo, no un partido ni una coalición masiva, por lo que es minoría.

Si hubiera un candidato con una visión positiva de país para buscar una seria reconstrucción nacional, incluyéndonos, votaría de inmediato por él, pero no hay.

Volver a votar por el manoseado y utilizado mal menor, ojalá no sea así. Ojalá antes de noviembre los pocos líderes que hay, dejen sus “egolatrías enfermizas” y presenten en conjunto el proyecto país (donde nos incluyan) … que necesitamos urgente para ojalá volver a ser en algo el Chile del pasado.

 

René Norambuena Veliz

 

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Chile ya tiene un 10% de población extranjera: Los desafíos y efectos de un país con 1,9 millones de migrantes. Daniela Toro. EMOL

 

                                                                                CHILE YA TIENE UN 10 % DE POBLACIÓN EXTRANJERA:

                                                                                      LOS DESAFÍOS Y EFECTOS DE UN PAÍS CON 1,9

                                                                                 MILLONES DE MIGRANTES

Daniela Toro, EMOL – 01/01/2025

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entregó su estudio con proyecciones de la población extranjera en el país: hasta diciembre de 2023, había 1.918.583 los extranjeros residentes. Lo anterior significa que si se consideran las proyecciones del INE de habitantes en el país hasta junio de este año (20.086.377), un 9,91 % de la población que habita en Chile es de otra nacionalidad, en concreto: Venezuela (38,0 %); Perú (13,6 %); Colombia (10,9 %); Haití (9,8 %); Bolivia (9,4 %) y Argentina (4,3 %), los que en conjunto suman el 86,1% del total de la población extranjera estimada.

Desde una mejor gestión de la llegada de migrantes hasta trabajar en la percepción social, son parte de las tareas pendientes que enfrenta el país ante esta nueva realidad.

Al mirar por distribución geográfica, la mayoría está en la Región Metropolitana, con un 58,6 % del total estimado para 2023, es decir, 1.089.049 personas. En segundo lugar está Antofagasta, con 6,7 % (129.744 personas) y Valparaíso, con 6,4 % (122.433 personas).

El informe también considera a las personas en situación irregular y las contabiliza dentro de los datos de extranjeros residentes, lo que abrió fuertes críticas hacia el Gobierno, donde varias voces, especialmente de parlamentarios de la zona norte del país, apuntaron a que se estaba “naturalizando la clandestinidad”.

Para el 2023 se estimó un total de 336.984 personas extranjeras residentes de Chile en situación irregular, lo cual corresponde al 17,6 % de la estimación de ese año. De esta población, 186.276 son hombres representando un 55,3 % sobre el total de personas extranjeras en situación irregular.

En conversación con Emol, expertos desglosan las implicancias sociales de que Chile ya tenga un 10 % de su población extranjera y los desafíos que se abren ante esta realidad.

“Efectos” de ese 10 %. Francisca Vargas, directora de la Clínica Jurídica de Migrantes y Refugiados UDP, comenta que uno de los efectos o consecuencias que se evidencian en este 10% de población extranjera es que “pareciera ser que Chile ya está sumándose a lo que pasa en la realidad global de los países en vías de desarrollo y desarrollados, que es tener una tasa de población migrante consistente”.

“Los países de la OCDE tienen una tasa de migración de un 12-15 % y efectivamente, entre ellos, hay países muy desarrollados, particularmente muy desarrollados económicamente, que tienen unas tasas de migraciones muy superiores. Entonces, eso sería una primera cosa como un criterio de realidad de que Chile ya forma parte de, digamos, ya tiene un número realista de flujos migratorios como sucede en el mundo en los países que tienen similares características a Chile”, sostiene.

Por su parte, el ex jefe de Migraciones, Álvaro Bellolio, subraya que tener un 10 % de la población constituida por migrantes “no es un fenómeno positivo o negativo en sí mismo; de hecho, muchos países desarrollados han alcanzado cifras aún mayores. Sin embargo, el proceso que lleva a esa integración es clave”. En ese sentido, comenta que en el caso de Chile, este cambio ha ocurrido de manera acelerada y con una distribución regional y social dispareja, “lo que ha generado impactos desproporcionados en regiones vulnerables y en servicios esenciales como salud, educación y vivienda”. “A diferencia de los países desarrollados, que han tomado décadas en alcanzar estos niveles de población extranjera con políticas claras de integración y control, en Chile este cambio ha ocurrido en menos de una década, lo que ha dificultado la planificación y adaptabilidad de las instituciones”, añade.

En cuanto a la inclusión de migrantes en situación irregular en el reciente informe del INE, Bellolio comenta que “los 337 mil extranjeros en situación irregular al 2023, que triplica los números de 2021, pone de manifiesto una gestión migratoria deficiente. Esto no solo impacta en términos de cohesión social y percepción de justicia, sino que también exacerba problemas estructurales en la educación, como lo demuestra la inscripción de 65 mil niños extranjeros sin RUN en el sistema escolar, y políticas como la resolución de la JUNJI que prioriza a hijos de migrantes clandestinos sobre hijos de madres adolescentes chilenas”.

Desafíos. Para Vargas, existen bastantes desafíos por delante en atención a esta realidad, pero un primer y quizás el más importante es “trabajar en la cohesión comunitaria, cohesión social, de modo tal de superar todo lo que sucede hoy en día a fuertes índices de xenofobia, de racismo y de aporofobia”. “Considero que desde ese desafío podemos construir una sociedad mejor y un país mejor, no sólo aceptándonos los unos a los otros y aprendiendo a convivir, sino que también relacionándonos desde lo mejor de cada uno para lo mejor para todos”, agregó.

Otro desafío para la directora de la Clínica Jurídica de la UDP tiene que ver con “avanzar hacia poder lograr una migración segura, ordenada y regular, utilizando los mecanismos más eficaces para ello, que es algo que consideramos no está ocurriendo hoy en día. Y desde allí fortalecer los ecosistemas migratorios, mejorando la ley de migraciones para que sea efectivo que las personas puedan acceder a un visado y o a regularizar su situación migratoria, buscando mecanismos para que las personas utilicen las vías regulares de ingreso al país y no sean captadas o empujadas hacia las vías irregulares por falta de posibilidades jurídicas de obtener una visa, que es lo que tenemos hoy”.

Conectado con lo anterior, sostiene que es importante mejorar el sistema de asilo y hacerlo un sistema que efectivamente funcione, mejorar el acceso a la protección complementaria. “Entonces, con eso conseguimos que las personas que están aquí y que van a seguir viniendo y que van a seguir llegando -porque eso responde a las características de los flujos migratorios en nuestro continente-, puedan hacerlo en las mejores condiciones para ellos y también para la sociedad en su conjunto, o sea, para los nacionales también”.

“Se trata de lograr una integración efectiva entre la población autóctona y alóctona lo que demanda políticas públicas sólidas que promuevan el respeto mutuo, el aprendizaje intercultural y la igualdad de oportunidades”. Rodrigo Sandoval, exjefe de Migraciones.

Bellolio subraya que si bien Chile podría estar avanzando hacia una sociedad más diversa, los desafíos radican en el cómo se gestiona este proceso. “La falta de planificación y control, sumada a políticas que favorecen la irregularidad, genera tensiones sociales y afecta a las poblaciones más vulnerables, marcando una diferencia clave con los países desarrollados”, comenta. “La solución no está en naturalizar la irregularidad, sino en avanzar hacia políticas migratorias responsables que promuevan un flujo razonable, una la integración bajo el respeto a la ley y la cohesión social”, zanjó.

Rodrigo Sandoval, ex jefe de Migraciones del segundo gobierno de Michelle Bachelet, comenta que todo cambio importante en la matriz demográfica tiene implicancias y desafíos que los Estados deben atender, pero es mucho más urgente cuando, como ocurre con el factor migratorio en nuestro país, ese cambio está sucediendo con una excepcional rapidez e intensidad.

Los desafíos que plantea esta disrupción migratoria son múltiples: en lo que toca a la identidad nacional y a la cohesión social, el desafío está en que la presencia significativa de población extranjera puede generar tensiones derivadas de los discursos del tipo ‘nosotros/ellos’, llevando a un aumento en fenómenos como el racismo, la xenofobia o la discriminación”.

Agrega que, ante ello, “los Estados se ven obligados a repensar y reformular la identidad colectiva de una manera más inclusiva, asumiendo la diversidad cultural como parte integral de la sociedad”. En cuanto a la integración cultural y social, “se trata de lograr una integración efectiva entre la población autóctona y alóctona lo que demanda políticas públicas sólidas que promuevan el respeto mutuo, el aprendizaje intercultural y la igualdad de oportunidades”. “Esto incluye – obviamente – acceso a educación, salud y empleo sin discriminación, pero es importante que el relato político considere que este acceso no sea confundido con privilegios. Si se logra integrar de manera adecuada, la diversidad cultural puede enriquecer las prácticas sociales y culturales del país, fortaleciendo la creatividad y el dinamismo social”, precisa.

Mercado laboral, relación con el Estado y seguridad. Otros elementos relevantes para Sandoval son, por ejemplo, la transformación del mercado laboral que implica la incorporación de extranjeros, puesto que “puede generar percepciones de competencia desleal, especialmente en sectores vulnerables, y exacerbar tensiones entre grupos socioeconómicos”. “Ante ello, a largo plazo y en la medida de que el Estado sea quien conduzca este proceso proactivamente, la presencia de trabajadores extranjeros puede dinamizar sectores económicos, diversificar las habilidades disponibles y, en algunos casos, contribuir a la sostenibilidad de sistemas de seguridad social en envejecimiento”, precisa.

Otro factor a tener en cuenta es la relación con el Estado y la ciudadanía, donde “los sistemas legales y administrativos deben ajustarse para garantizar derechos y deberes a la población extranjera, lo que incluye la regulación de la nacionalización, el acceso a servicios públicos y la protección frente a abusos o explotación”.

El experto destaca que esto es clave, porque la inclusión de extranjeros en el tejido político y social puede fortalecer las prácticas democráticas, enriquecer los debates sobre ciudadanía y participación, y fomentar un modelo de convivencia más pluralista. En tercer lugar, está la percepción de seguridad y convivencia.

Para Sandoval, “es innegable que narrativas que asocian la migración con el aumento de la criminalidad pueden ser utilizadas para justificar políticas restrictivas, generando un clima de desconfianza y segregación, pero la evidencia muestra que, en contextos de buena integración, los índices de convivencia pacífica tienden a mejorar, promoviendo un entendimiento más profundo entre diferentes grupos sociales”.

 

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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Estado Laicista. Adolfo Paúl Latorre (Cartas al Director)

                             ESTADO LAICISTA

 Viña del Mar, 4 de enero de 2024.

            Como señaló Miguel A. Vergara en su carta de ayer, quienes adhieren a la posición de un Estado “laicista” le niegan a las creencias religiosas cualquier presencia en la discusión pública y, por tanto, a los “Diez Mandamientos” que recibió Moisés, uno de los cuales dice “no matarás” (a un ser humano inocente e indefenso, cabría agregar).

            Olvidan los “laicistas” que la política, por tener como fin el bien del hombre, es una actividad moral. Es la moral la que define los fines de la política. La ley moral fundamental es la ley natural. La política que se propone en conformidad a otros principios, que prescinde de ellos o que pretende ser neutral respecto de la verdad moral, no es auténtica política, sino corrupción de ésta. Es el caso de aquella política que, al no acotarse dentro de ciertos valores morales y en virtud de un pluralismo insensato, concede idénticos derechos al error y a la verdad. Y la verdad no surge del concurso de muchos hombres o de las mayorías, sino del esfuerzo de las inteligencias. La verdad se halla en el juicio y surge del pensar; esa prerrogativa que nos constituye, a cada uno de nosotros, en imagen y semejanza de Dios.

                    Atentamente le saluda.

Adolfo Paúl Latorre

           Abogado y Magíster en Ciencia Política

 

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Navidad, ¿Tiempo de reflexión? GDB. Fernando Hormazábal Diaz

                                                                                  NAVIDAD, ¿TIEMPO DE REFLEXIÓN?

Fernando Hormazábal Diaz, GDB – 01/01/2025

En efecto, es un axioma muy antiguo y de permanente frecuencia al cual recurrieron destacados columnistas en las pasadas fiestas de Navidad, que son de tanta importancia para las familias cristianas, en especial para los niños, aunque no faltan los ateos que igual la disfrutan en una clara demostración de su contradicción vital.

La esperanza es lo último ……… que se pierde.

Toribio, se marginó de ese fervor esperanzador no por pesimismo, sino porque era muy difícil empaparse de ese entusiasmo cuando a diario despertamos y desayunamos con una inagotable cantidad de noticas negativas sin que se logre ver una luz al final del túnel. Por consiguiente, evade detallar para no ahondar aún más en el desaliento.

Hace unos días escuché a una panelista espetar algo así como: “que la conducta de sacerdotes era la causal del desapego a la iglesia”- lo que el actual Cardenal se empeña con fuerza en recuperar al rebaño perdido- no obstante, el descriterio de la ministra Orellana; “que los periodistas vendidos (sic) eran responsables del desprestigio de esa carrera”; “y que los políticos eran los causantes del descrédito de la democracia”.

Si bien, no se podrá concordar absolutamente con tales afirmaciones, que en gran medida se identifican con el mito erróneo de que “los ratones se comen el queso” al generalizar una conducta, Toribio, observa con pesar como los señores políticos se han farreado la democracia.

En efecto, tanto en la derecha como en la izquierda se observan patrones que reflejan más que nada los intereses de caudillos, mantener sus cuotas de poder y en sus desbordados privilegios, más que en lo que realmente interesa a la gente.

Y como los partidos son seres orgánicos y cumplen ciclos los vitales, nacen, crecen, se desarrollan y mueren cuando abandonan sus principios, vemos a la DC, al P. Radical, el P. de la G., la UDI, EVOPOLI y varios del socialismo y de la izquierda que están en camino a la UTI. Pero como sus intereses priman sobre los que la nación necesita, no atinan a corregir sus yerros.

Veo con mayor preocupación a la derecha que sería la opción para terminar con el desastre actual y recuperar los principios que durante décadas posesionaron a Chile a la cabeza del barrio. Pero “no están ni ahí”, como decía el Chino Ríos.

Kast, se perdió en las elecciones pasadas porque sectores de la misma derecha anularon su voto o votaron en secreto por el papanatas que nos gobierna, porque históricamente ha sido estúpida, lo viví siendo Subsecretario General de Gobierno y me costó la pega.

En este momento no cuentan las ideas personales de la candidata Matthei -que, dicho sea de paso, ella misma ha reconocido que son más de izquierda que de la derecha y sobran los testimonios, como sacar el monumento del General Mackenna y abandonarlo en un parque, para bautizar y colocar en su lugar el monumento a Patricio Aylwin, entre otros casos.

Tampoco seguir al pie de la letra el discurso de Kast, con muchos de los cuales Toribio concuerda; o los de Johannes que pintan muy bien, o los de Carter. Hay que votar por proyectos comunes, lo que obliga a los diferentes caciques a conversar en serio y ver que es lo factible de concretar abandonando proyectos personales y sumando todos los esfuerzos a dicho propósito. Caso contrario nos augura un futuro mucho más incierto.

Incluso, ante el supuesto que no existiendo un acuerdo de la derecha y triunfe lo que algunos señalan como “el mal menor”, eligiendo a la candidata Matthei, Toribio cree que se repetirá el proceso que se vivió con Piñera II, porque ahora si la izquierda ultra, el narcotráfico, el crimen organizado que ya suma 10 organizaciones extranjeras, la delincuencia, la inmigración ilegal, etc., terminarán por hundir al país que convalece en la actualidad en pésimas condiciones, producto de este nefasto gobierno y de la farra general que ha agotado todas sus reservas, de lo que no escapa de responsabilidad la derecha.

Y que vendrá después, no creo que lo alcance a ver, pues se tomará su tiempo. Pero vendrá.

 

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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