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CÓMO SE PROYECTA LA EXTENSIÓN DE LA CARRERA MILITAR

CÓMO SE PROYECTA LA EXTENSIÓN DE LA CARRERA MILITAR
Publicado en La Tercera

Cinco años. Ese es el lapso, según ya ha comunicado el gobierno, en que se extenderá la carrera militar en Chile para las tres ramas de las FF.AA.

Esta modificación es una de las más profundas que afectará al Ejército, Armada y Fuerza Aérea, y apunta a la optimización del uso de los recursos, humanos y económicos, para su formación, ejercicio profesional y pago de pensiones.

La iniciativa, sin embargo, está llena de detalles. Uno de ellos es que aquella extensión no será igual para oficiales y el cuadro permanente (suboficiales). Y, además, se buscaría potenciar los últimos grados del escalafón de ambas líneas.

El propio presidente Sebastián Piñera planteó, a fines de octubre, que “estamos trabajando un proyecto de ley que va a extender la carrera militar en cinco años (…) Analizamos la experiencia de otros países y creemos que al tener cinco años más, vamos a lograr dos cosas: que un oficial no se retire cuando está en la flor de su vida, y que eso signifique un alivio fiscal importante”.

Además, el ministro de Defensa, Alberto Espina, subrayó hace una semana, en entrevista con La Tercera, que esta iniciativa “también incluye el respaldo al ascenso por mérito y no solo antigüedad”.

Carreras paralelas. La carrera militar se divide en las áreas de oficiales y de suboficiales. El concepto central de la modificación que se prepara apunta a dos ejes: alargar la “vida útil” de los efectivos más experimentados, es decir, que, en los últimos años de su formación, cuando están más capacitados, no deban dejar la institución; y a redestinar parte de los recursos que actualmente se gastan en pensiones del personal en retiro hacia los uniformados activos.

El universo actual de las tres ramas bordea los 90 mil efectivos, de los cuales la llamada “dotación de planta”, aquella sujeta a la carrera militar, supera los 50 mil uniformados.

En el proyecto se ampliaría el escalafón de suboficiales en cinco años (de 35 a 40) y el de oficiales en dos o tres (probablemente de 38 a 41). Ambas áreas quedarían casi a la par y estaría en estudio la aplicación gradual del cambio.

¿Cuál es el proceso formativo de este cuadro? El límite legal máximo de permanencia para los oficiales es de 38 años, mientras que el de suboficiales llega a 35. Sin embargo, en ambos casos la carrera está partiendo cada vez más tarde.

Según cifras de Defensa, la edad promedio de comienzo en 1982 era de 20 años. Esta entrada temprana, entre otros factores, estaba determinada porque en ese entonces no era obligatorio terminar la enseñanza media para ingresar a las escuelas matrices, por lo que varios miembros de las FF.AA. iniciaban su carrera incluso a los 15 años. Hoy, en cambio, es obligatorio el cuarto medio. Esto hizo que la edad promedio actual de inicio de la carrera militar sea de 24 años.

Seis principios. La lógica del sistema militar vigente se funda en seis principios, los cuales lo convierten en un ejercicio profesional con características únicas.

Por una parte, está el juramento de dar la vida, si es necesario, en el cumplimiento de sus funciones; el de desempeñar tareas en situaciones críticas a nivel país; tener capacidad a reacción a corto plazo; la especificidad del personal, que es irreemplazable, ya que nadie más en todo Chile hace ese trabajo; el de movilidad territorial permanente; y la disponibilidad horaria completa.

Debido a estas premisas, tanto la carrera como el sistema previsional funcionan como un incentivo para que no existan retiros prematuros hacia otros empleos, producto de la inversión que hace el Estado en la formación.

“Lo primero es definir qué Fuerza Armada es la que Chile necesita. Y para saber eso se requiere tener claros los objetivos del país de aquí al 2050. Y en eso tiene mucho que ver la tecnología, el tipo de riesgo y las amenazas”, plantea el analista de Defensa Guillermo Holzmann.

Según un análisis desarrollado este año en la cartera, la inversión que se hace en cada oficial y suboficial, durante su vida activa y retiro, ha cambiado considerablemente desde 1966. Para explicar las proporciones de esa inversión, estos análisis de gobierno utilizaron el ejemplo hipotético (y promedio) de un coronel con 30 años de servicio. A mediados de los años 60, de todo lo que el Estado invertía en este oficial durante su vida, un 78% se destinaba a sus remuneraciones mientras estaba activo y el 22% a la pensión tras el retiro. Actualmente, para el mismo caso hipotético, el país invierte cerca del 54% de los recursos en la remuneración y el 46% en el ítem de su pensión.

Así, uno de los objetivos de alargar la carrera militar justamente tiene que ver con que se destinen mayores recursos cuando el personal está activo. Y, de hecho, hacerlo en los últimos grados del escalafón, cuando más conocimientos y experiencia se ha alcanzado.

Andrés Allamand, exministro de Defensa, sostuvo que “la extensión de la carrera militar busca aprovechar por más tiempo al personal de las FF.AA. Algunos deben abandonar las instituciones cuando han adquirido altas capacidades y el país se ve privado de aprovecharlas. Además, de esta forma se acorta el tiempo en que se pagan pensiones”.

El subsecretario para las Fuerzas Armadas, Juan Francisco Galli, ha señalado que “en la carrera, al ser hoy piramidal, se retira obligadamente mucha gente muy capaz. Creemos que hay que avanzar en aumentar esos espacios y retener a gente valiosa”.

Un general (R) de Ejército, quien pidió reserva de su identidad, dijo que “yo pasé a retiro cerca de los 58 años, cuando podía trabajar. Hay que aprovechar mejor el elemento entrenado durante años”.

Pensiones. La carrera del mundo uniformado ha sido un tema presente para la actual administración de gobierno. En abril, por ejemplo, en un discurso institucional, el general director de Carabineros, Hermes Soto, dio a conocer su propuesta de extender la carrera policial en servicio activo de 30 a 35 años, junto con ascender al personal en la escala de sueldos.

Para el caso de los militares, uno de los puntos que se viene discutiendo desde hace años es el pago de pensiones y el personal recontratado.

Un reportaje de La Tercera de julio del año pasado, a partir de cifras obtenidas por Transparencia, dio cuenta de que más de 1.050 funcionarios en retiro de las FF.AA. cumplían funciones remuneradas en las mismas tres ramas, con sueldos promedio de $ 940 mil.

El diputado Jorge Brito (RD), presidente de la Comisión Investigadora de Irregularidades en las FF.AA., opinó que “Chile gasta muchos recursos en formar altos oficiales que salen a retiro a muy temprana edad. Y después, algunos son recontratados por la misma institución, recibiendo su pensión y otro sueldo. Es importante extender la carrera militar y acercarla a la vida laboral de todos los chilenos”.

El senador PPD Felipe Harboe destacó que “el alargamiento de la carrera es un buen paso, porque va a permitir aprovechar el capital humano con buena formación”.

Pero agregó que “eso no debe afectar los ingresos de las personas que están cumpliendo funciones ni generar un estancamiento en el desarrollo de su carrera. Quedarse más tiempo en el mismo grado significa una demora en ascender y con ello un perjuicio”.

De allí la idea de que la extensión de la carrera sea no proporcional en cada grado del escalafón, sino enfocada en los últimos. Guillermo Holzmann también planteó otras dudas. “Si bien esto podría representar un alivio para las arcas fiscales, el debate es bastante más complejo. Va a ser un tema de discusión enorme, porque no todos entraron a las FF.AA. pensando en que su carrera se podía alargar”.

Añadió que “hay buenos militares, pero se tiene que generar incentivos, y lograr eso sin que alguien esté amarrado 40 años en una institución es complejo. Era válido en el siglo XX, pero hoy no”

Cinco años. Ese es el lapso, según ya ha comunicado el gobierno, en que se extenderá la carrera militar en Chile para las tres ramas de las FF.AA.

Esta modificación es una de las más profundas que afectará al Ejército, Armada y Fuerza Aérea, y apunta a la optimización del uso de los recursos, humanos y económicos, para su formación, ejercicio profesional y pago de pensiones.

La iniciativa, sin embargo, está llena de detalles. Uno de ellos es que aquella extensión no será igual para oficiales y el cuadro permanente (suboficiales). Y, además, se buscaría potenciar los últimos grados del escalafón de ambas líneas.

El propio presidente Sebastián Piñera planteó, a fines de octubre, que “estamos trabajando un proyecto de ley que va a extender la carrera militar en cinco años (…) Analizamos la experiencia de otros países y creemos que al tener cinco años más, vamos a lograr dos cosas: que un oficial no se retire cuando está en la flor de su vida, y que eso signifique un alivio fiscal importante”.

Además, el ministro de Defensa, Alberto Espina, subrayó hace una semana, en entrevista con La Tercera, que esta iniciativa “también incluye el respaldo al ascenso por mérito y no solo antigüedad”.

Carreras paralelas. La carrera militar se divide en las áreas de oficiales y de suboficiales. El concepto central de la modificación que se prepara apunta a dos ejes: alargar la “vida útil” de los efectivos más experimentados, es decir, que, en los últimos años de su formación, cuando están más capacitados, no deban dejar la institución; y a redestinar parte de los recursos que actualmente se gastan en pensiones del personal en retiro hacia los uniformados activos.

El universo actual de las tres ramas bordea los 90 mil efectivos, de los cuales la llamada “dotación de planta”, aquella sujeta a la carrera militar, supera los 50 mil uniformados.

En el proyecto se ampliaría el escalafón de suboficiales en cinco años (de 35 a 40) y el de oficiales en dos o tres (probablemente de 38 a 41). Ambas áreas quedarían casi a la par y estaría en estudio la aplicación gradual del cambio.

¿Cuál es el proceso formativo de este cuadro? El límite legal máximo de permanencia para los oficiales es de 38 años, mientras que el de suboficiales llega a 35. Sin embargo, en ambos casos la carrera está partiendo cada vez más tarde.

Según cifras de Defensa, la edad promedio de comienzo en 1982 era de 20 años. Esta entrada temprana, entre otros factores, estaba determinada porque en ese entonces no era obligatorio terminar la enseñanza media para ingresar a las escuelas matrices, por lo que varios miembros de las FF.AA. iniciaban su carrera incluso a los 15 años. Hoy, en cambio, es obligatorio el cuarto medio. Esto hizo que la edad promedio actual de inicio de la carrera militar sea de 24 años.

Seis principios. La lógica del sistema militar vigente se funda en seis principios, los cuales lo convierten en un ejercicio profesional con características únicas.

Por una parte, está el juramento de dar la vida, si es necesario, en el cumplimiento de sus funciones; el de desempeñar tareas en situaciones críticas a nivel país; tener capacidad a reacción a corto plazo; la especificidad del personal, que es irreemplazable, ya que nadie más en todo Chile hace ese trabajo; el de movilidad territorial permanente; y la disponibilidad horaria completa.

Debido a estas premisas, tanto la carrera como el sistema previsional funcionan como un incentivo para que no existan retiros prematuros hacia otros empleos, producto de la inversión que hace el Estado en la formación.

“Lo primero es definir qué Fuerza Armada es la que Chile necesita. Y para saber eso se requiere tener claros los objetivos del país de aquí al 2050. Y en eso tiene mucho que ver la tecnología, el tipo de riesgo y las amenazas”, plantea el analista de Defensa Guillermo Holzmann.

Según un análisis desarrollado este año en la cartera, la inversión que se hace en cada oficial y suboficial, durante su vida activa y retiro, ha cambiado considerablemente desde 1966. Para explicar las proporciones de esa inversión, estos análisis de gobierno utilizaron el ejemplo hipotético (y promedio) de un coronel con 30 años de servicio. A mediados de los años 60, de todo lo que el Estado invertía en este oficial durante su vida, un 78% se destinaba a sus remuneraciones mientras estaba activo y el 22% a la pensión tras el retiro. Actualmente, para el mismo caso hipotético, el país invierte cerca del 54% de los recursos en la remuneración y el 46% en el ítem de su pensión.

Así, uno de los objetivos de alargar la carrera militar justamente tiene que ver con que se destinen mayores recursos cuando el personal está activo. Y, de hecho, hacerlo en los últimos grados del escalafón, cuando más conocimientos y experiencia se ha alcanzado.

Andrés Allamand, exministro de Defensa, sostuvo que “la extensión de la carrera militar busca aprovechar por más tiempo al personal de las FF.AA. Algunos deben abandonar las instituciones cuando han adquirido altas capacidades y el país se ve privado de aprovecharlas. Además, de esta forma se acorta el tiempo en que se pagan pensiones”.

El subsecretario para las Fuerzas Armadas, Juan Francisco Galli, ha señalado que “en la carrera, al ser hoy piramidal, se retira obligadamente mucha gente muy capaz. Creemos que hay que avanzar en aumentar esos espacios y retener a gente valiosa”.

Un general (R) de Ejército, quien pidió reserva de su identidad, dijo que “yo pasé a retiro cerca de los 58 años, cuando podía trabajar. Hay que aprovechar mejor el elemento entrenado durante años”.

Pensiones. La carrera del mundo uniformado ha sido un tema presente para la actual administración de gobierno. En abril, por ejemplo, en un discurso institucional, el general director de Carabineros, Hermes Soto, dio a conocer su propuesta de extender la carrera policial en servicio activo de 30 a 35 años, junto con ascender al personal en la escala de sueldos.

Para el caso de los militares, uno de los puntos que se viene discutiendo desde hace años es el pago de pensiones y el personal recontratado.

Un reportaje de La Tercera de julio del año pasado, a partir de cifras obtenidas por Transparencia, dio cuenta de que más de 1.050 funcionarios en retiro de las FF.AA. cumplían funciones remuneradas en las mismas tres ramas, con sueldos promedio de $ 940 mil.

El diputado Jorge Brito (RD), presidente de la Comisión Investigadora de Irregularidades en las FF.AA., opinó que “Chile gasta muchos recursos en formar altos oficiales que salen a retiro a muy temprana edad. Y después, algunos son recontratados por la misma institución, recibiendo su pensión y otro sueldo. Es importante extender la carrera militar y acercarla a la vida laboral de todos los chilenos”.

El senador PPD Felipe Harboe destacó que “el alargamiento de la carrera es un buen paso, porque va a permitir aprovechar el capital humano con buena formación”.

Pero agregó que “eso no debe afectar los ingresos de las personas que están cumpliendo funciones ni generar un estancamiento en el desarrollo de su carrera. Quedarse más tiempo en el mismo grado significa una demora en ascender y con ello un perjuicio”.

De allí la idea de que la extensión de la carrera sea no proporcional en cada grado del escalafón, sino enfocada en los últimos. Guillermo Holzmann también planteó otras dudas. “Si bien esto podría representar un alivio para las arcas fiscales, el debate es bastante más complejo. Va a ser un tema de discusión enorme, porque no todos entraron a las FF.AA. pensando en que su carrera se podía alargar”.

Añadió que “hay buenos militares, pero se tiene que generar incentivos, y lograr eso sin que alguien esté amarrado 40 años en una institución es complejo. Era válido en el siglo XX, pero hoy no”

Cinco años. Ese es el lapso, según ya ha comunicado el gobierno, en que se extenderá la carrera militar en Chile para las tres ramas de las FF.AA.

Esta modificación es una de las más profundas que afectará al Ejército, Armada y Fuerza Aérea, y apunta a la optimización del uso de los recursos, humanos y económicos, para su formación, ejercicio profesional y pago de pensiones.

La iniciativa, sin embargo, está llena de detalles. Uno de ellos es que aquella extensión no será igual para oficiales y el cuadro permanente (suboficiales). Y, además, se buscaría potenciar los últimos grados del escalafón de ambas líneas.

El propio presidente Sebastián Piñera planteó, a fines de octubre, que “estamos trabajando un proyecto de ley que va a extender la carrera militar en cinco años (…) Analizamos la experiencia de otros países y creemos que al tener cinco años más, vamos a lograr dos cosas: que un oficial no se retire cuando está en la flor de su vida, y que eso signifique un alivio fiscal importante”.

Además, el ministro de Defensa, Alberto Espina, subrayó hace una semana, en entrevista con La Tercera, que esta iniciativa “también incluye el respaldo al ascenso por mérito y no solo antigüedad”.

Carreras paralelas. La carrera militar se divide en las áreas de oficiales y de suboficiales. El concepto central de la modificación que se prepara apunta a dos ejes: alargar la “vida útil” de los efectivos más experimentados, es decir, que, en los últimos años de su formación, cuando están más capacitados, no deban dejar la institución; y a redestinar parte de los recursos que actualmente se gastan en pensiones del personal en retiro hacia los uniformados activos.

El universo actual de las tres ramas bordea los 90 mil efectivos, de los cuales la llamada “dotación de planta”, aquella sujeta a la carrera militar, supera los 50 mil uniformados.

En el proyecto se ampliaría el escalafón de suboficiales en cinco años (de 35 a 40) y el de oficiales en dos o tres (probablemente de 38 a 41). Ambas áreas quedarían casi a la par y estaría en estudio la aplicación gradual del cambio.

¿Cuál es el proceso formativo de este cuadro? El límite legal máximo de permanencia para los oficiales es de 38 años, mientras que el de suboficiales llega a 35. Sin embargo, en ambos casos la carrera está partiendo cada vez más tarde.

Según cifras de Defensa, la edad promedio de comienzo en 1982 era de 20 años. Esta entrada temprana, entre otros factores, estaba determinada porque en ese entonces no era obligatorio terminar la enseñanza media para ingresar a las escuelas matrices, por lo que varios miembros de las FF.AA. iniciaban su carrera incluso a los 15 años. Hoy, en cambio, es obligatorio el cuarto medio. Esto hizo que la edad promedio actual de inicio de la carrera militar sea de 24 años.

Seis principios. La lógica del sistema militar vigente se funda en seis principios, los cuales lo convierten en un ejercicio profesional con características únicas.

Por una parte, está el juramento de dar la vida, si es necesario, en el cumplimiento de sus funciones; el de desempeñar tareas en situaciones críticas a nivel país; tener capacidad a reacción a corto plazo; la especificidad del personal, que es irreemplazable, ya que nadie más en todo Chile hace ese trabajo; el de movilidad territorial permanente; y la disponibilidad horaria completa.

Debido a estas premisas, tanto la carrera como el sistema previsional funcionan como un incentivo para que no existan retiros prematuros hacia otros empleos, producto de la inversión que hace el Estado en la formación.

“Lo primero es definir qué Fuerza Armada es la que Chile necesita. Y para saber eso se requiere tener claros los objetivos del país de aquí al 2050. Y en eso tiene mucho que ver la tecnología, el tipo de riesgo y las amenazas”, plantea el analista de Defensa Guillermo Holzmann.

Según un análisis desarrollado este año en la cartera, la inversión que se hace en cada oficial y suboficial, durante su vida activa y retiro, ha cambiado considerablemente desde 1966. Para explicar las proporciones de esa inversión, estos análisis de gobierno utilizaron el ejemplo hipotético (y promedio) de un coronel con 30 años de servicio. A mediados de los años 60, de todo lo que el Estado invertía en este oficial durante su vida, un 78% se destinaba a sus remuneraciones mientras estaba activo y el 22% a la pensión tras el retiro. Actualmente, para el mismo caso hipotético, el país invierte cerca del 54% de los recursos en la remuneración y el 46% en el ítem de su pensión.

Así, uno de los objetivos de alargar la carrera militar justamente tiene que ver con que se destinen mayores recursos cuando el personal está activo. Y, de hecho, hacerlo en los últimos grados del escalafón, cuando más conocimientos y experiencia se ha alcanzado.

Andrés Allamand, exministro de Defensa, sostuvo que “la extensión de la carrera militar busca aprovechar por más tiempo al personal de las FF.AA. Algunos deben abandonar las instituciones cuando han adquirido altas capacidades y el país se ve privado de aprovecharlas. Además, de esta forma se acorta el tiempo en que se pagan pensiones”.

El subsecretario para las Fuerzas Armadas, Juan Francisco Galli, ha señalado que “en la carrera, al ser hoy piramidal, se retira obligadamente mucha gente muy capaz. Creemos que hay que avanzar en aumentar esos espacios y retener a gente valiosa”.

Un general (R) de Ejército, quien pidió reserva de su identidad, dijo que “yo pasé a retiro cerca de los 58 años, cuando podía trabajar. Hay que aprovechar mejor el elemento entrenado durante años”.

Pensiones. La carrera del mundo uniformado ha sido un tema presente para la actual administración de gobierno. En abril, por ejemplo, en un discurso institucional, el general director de Carabineros, Hermes Soto, dio a conocer su propuesta de extender la carrera policial en servicio activo de 30 a 35 años, junto con ascender al personal en la escala de sueldos.

Para el caso de los militares, uno de los puntos que se viene discutiendo desde hace años es el pago de pensiones y el personal recontratado.

Un reportaje de La Tercera de julio del año pasado, a partir de cifras obtenidas por Transparencia, dio cuenta de que más de 1.050 funcionarios en retiro de las FF.AA. cumplían funciones remuneradas en las mismas tres ramas, con sueldos promedio de $ 940 mil.

El diputado Jorge Brito (RD), presidente de la Comisión Investigadora de Irregularidades en las FF.AA., opinó que “Chile gasta muchos recursos en formar altos oficiales que salen a retiro a muy temprana edad. Y después, algunos son recontratados por la misma institución, recibiendo su pensión y otro sueldo. Es importante extender la carrera militar y acercarla a la vida laboral de todos los chilenos”.

El senador PPD Felipe Harboe destacó que “el alargamiento de la carrera es un buen paso, porque va a permitir aprovechar el capital humano con buena formación”.

Pero agregó que “eso no debe afectar los ingresos de las personas que están cumpliendo funciones ni generar un estancamiento en el desarrollo de su carrera. Quedarse más tiempo en el mismo grado significa una demora en ascender y con ello un perjuicio”.

De allí la idea de que la extensión de la carrera sea no proporcional en cada grado del escalafón, sino enfocada en los últimos. Guillermo Holzmann también planteó otras dudas. “Si bien esto podría representar un alivio para las arcas fiscales, el debate es bastante más complejo. Va a ser un tema de discusión enorme, porque no todos entraron a las FF.AA. pensando en que su carrera se podía alargar”.

Añadió que “hay buenos militares, pero se tiene que generar incentivos, y lograr eso sin que alguien esté amarrado 40 años en una institución es complejo. Era válido en el siglo XX, pero hoy no”

Cinco años. Ese es el lapso, según ya ha comunicado el gobierno, en que se extenderá la carrera militar en Chile para las tres ramas de las FF.AA.

Esta modificación es una de las más profundas que afectará al Ejército, Armada y Fuerza Aérea, y apunta a la optimización del uso de los recursos, humanos y económicos, para su formación, ejercicio profesional y pago de pensiones.

La iniciativa, sin embargo, está llena de detalles. Uno de ellos es que aquella extensión no será igual para oficiales y el cuadro permanente (suboficiales). Y, además, se buscaría potenciar los últimos grados del escalafón de ambas líneas.

El propio presidente Sebastián Piñera planteó, a fines de octubre, que “estamos trabajando un proyecto de ley que va a extender la carrera militar en cinco años (…) Analizamos la experiencia de otros países y creemos que al tener cinco años más, vamos a lograr dos cosas: que un oficial no se retire cuando está en la flor de su vida, y que eso signifique un alivio fiscal importante”.

Además, el ministro de Defensa, Alberto Espina, subrayó hace una semana, en entrevista con La Tercera, que esta iniciativa “también incluye el respaldo al ascenso por mérito y no solo antigüedad”.

Carreras paralelas. La carrera militar se divide en las áreas de oficiales y de suboficiales. El concepto central de la modificación que se prepara apunta a dos ejes: alargar la “vida útil” de los efectivos más experimentados, es decir, que, en los últimos años de su formación, cuando están más capacitados, no deban dejar la institución; y a redestinar parte de los recursos que actualmente se gastan en pensiones del personal en retiro hacia los uniformados activos.

El universo actual de las tres ramas bordea los 90 mil efectivos, de los cuales la llamada “dotación de planta”, aquella sujeta a la carrera militar, supera los 50 mil uniformados.

En el proyecto se ampliaría el escalafón de suboficiales en cinco años (de 35 a 40) y el de oficiales en dos o tres (probablemente de 38 a 41). Ambas áreas quedarían casi a la par y estaría en estudio la aplicación gradual del cambio.

¿Cuál es el proceso formativo de este cuadro? El límite legal máximo de permanencia para los oficiales es de 38 años, mientras que el de suboficiales llega a 35. Sin embargo, en ambos casos la carrera está partiendo cada vez más tarde.

Según cifras de Defensa, la edad promedio de comienzo en 1982 era de 20 años. Esta entrada temprana, entre otros factores, estaba determinada porque en ese entonces no era obligatorio terminar la enseñanza media para ingresar a las escuelas matrices, por lo que varios miembros de las FF.AA. iniciaban su carrera incluso a los 15 años. Hoy, en cambio, es obligatorio el cuarto medio. Esto hizo que la edad promedio actual de inicio de la carrera militar sea de 24 años.

Seis principios. La lógica del sistema militar vigente se funda en seis principios, los cuales lo convierten en un ejercicio profesional con características únicas.

Por una parte, está el juramento de dar la vida, si es necesario, en el cumplimiento de sus funciones; el de desempeñar tareas en situaciones críticas a nivel país; tener capacidad a reacción a corto plazo; la especificidad del personal, que es irreemplazable, ya que nadie más en todo Chile hace ese trabajo; el de movilidad territorial permanente; y la disponibilidad horaria completa.

Debido a estas premisas, tanto la carrera como el sistema previsional funcionan como un incentivo para que no existan retiros prematuros hacia otros empleos, producto de la inversión que hace el Estado en la formación.

“Lo primero es definir qué Fuerza Armada es la que Chile necesita. Y para saber eso se requiere tener claros los objetivos del país de aquí al 2050. Y en eso tiene mucho que ver la tecnología, el tipo de riesgo y las amenazas”, plantea el analista de Defensa Guillermo Holzmann.

Según un análisis desarrollado este año en la cartera, la inversión que se hace en cada oficial y suboficial, durante su vida activa y retiro, ha cambiado considerablemente desde 1966. Para explicar las proporciones de esa inversión, estos análisis de gobierno utilizaron el ejemplo hipotético (y promedio) de un coronel con 30 años de servicio. A mediados de los años 60, de todo lo que el Estado invertía en este oficial durante su vida, un 78% se destinaba a sus remuneraciones mientras estaba activo y el 22% a la pensión tras el retiro. Actualmente, para el mismo caso hipotético, el país invierte cerca del 54% de los recursos en la remuneración y el 46% en el ítem de su pensión.

Así, uno de los objetivos de alargar la carrera militar justamente tiene que ver con que se destinen mayores recursos cuando el personal está activo. Y, de hecho, hacerlo en los últimos grados del escalafón, cuando más conocimientos y experiencia se ha alcanzado.

Andrés Allamand, exministro de Defensa, sostuvo que “la extensión de la carrera militar busca aprovechar por más tiempo al personal de las FF.AA. Algunos deben abandonar las instituciones cuando han adquirido altas capacidades y el país se ve privado de aprovecharlas. Además, de esta forma se acorta el tiempo en que se pagan pensiones”.

El subsecretario para las Fuerzas Armadas, Juan Francisco Galli, ha señalado que “en la carrera, al ser hoy piramidal, se retira obligadamente mucha gente muy capaz. Creemos que hay que avanzar en aumentar esos espacios y retener a gente valiosa”.

Un general (R) de Ejército, quien pidió reserva de su identidad, dijo que “yo pasé a retiro cerca de los 58 años, cuando podía trabajar. Hay que aprovechar mejor el elemento entrenado durante años”.

Pensiones. La carrera del mundo uniformado ha sido un tema presente para la actual administración de gobierno. En abril, por ejemplo, en un discurso institucional, el general director de Carabineros, Hermes Soto, dio a conocer su propuesta de extender la carrera policial en servicio activo de 30 a 35 años, junto con ascender al personal en la escala de sueldos.

Para el caso de los militares, uno de los puntos que se viene discutiendo desde hace años es el pago de pensiones y el personal recontratado.

Un reportaje de La Tercera de julio del año pasado, a partir de cifras obtenidas por Transparencia, dio cuenta de que más de 1.050 funcionarios en retiro de las FF.AA. cumplían funciones remuneradas en las mismas tres ramas, con sueldos promedio de $ 940 mil.

El diputado Jorge Brito (RD), presidente de la Comisión Investigadora de Irregularidades en las FF.AA., opinó que “Chile gasta muchos recursos en formar altos oficiales que salen a retiro a muy temprana edad. Y después, algunos son recontratados por la misma institución, recibiendo su pensión y otro sueldo. Es importante extender la carrera militar y acercarla a la vida laboral de todos los chilenos”.

El senador PPD Felipe Harboe destacó que “el alargamiento de la carrera es un buen paso, porque va a permitir aprovechar el capital humano con buena formación”.

Pero agregó que “eso no debe afectar los ingresos de las personas que están cumpliendo funciones ni generar un estancamiento en el desarrollo de su carrera. Quedarse más tiempo en el mismo grado significa una demora en ascender y con ello un perjuicio”.

De allí la idea de que la extensión de la carrera sea no proporcional en cada grado del escalafón, sino enfocada en los últimos. Guillermo Holzmann también planteó otras dudas. “Si bien esto podría representar un alivio para las arcas fiscales, el debate es bastante más complejo. Va a ser un tema de discusión enorme, porque no todos entraron a las FF.AA. pensando en que su carrera se podía alargar”.

Añadió que “hay buenos militares, pero se tiene que generar incentivos, y lograr eso sin que alguien esté amarrado 40 años en una institución es complejo. Era válido en el siglo XX, pero hoy no”

Columna de Opinión

NOTICIAS DE MULTIGREMIAL DE MILITARES Y POLICIAS

NOTICIAS DE MULTIGREMIAL DE MILITARES Y POLICIAS
LAS OPINIONES VERTIDAS EN ESTA COLUMNA DE OPINIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE LA UNIÓN
“En un Estado Democrático de Derecho no resulta concebible que sus ciudadanos se encuentren sometidos a dos clases distintas de justicia”. Por otra parte Milton Juica Arancibia, ex presidente de dicho Alto Tribunal, declaró: “Hacía muchos años que se quería modificar el Código Procesal Penal, que era el menos legítimo dentro de toda América. ¡Era una vergüenza tener un procedimiento de esa naturaleza!”.

NOTICIAS DE MULTIGREMIAL DE MILITARES Y POLICIAS.

 
A.- CARTA DE ABOGADO ADOLFO PAÚL LATORRE.
 
       Código de Procedimiento Penal
       Señor Director:
     Constituye una monstruosa aberración jurídica y procesal, y un atentado contra los derechos humanos, la aplicación en la actualidad del antiguo Código de Procedimiento Penal inquisitorial a un reducidísimo grupo de personas, en circunstancias que el nuevo Código Procesal Penal está en pleno vigor desde el 16 de junio del año 2005, fecha en que culminó la implementación de la reforma procesal penal. Lo antedicho, por las siguientes razones:
     El Código de Procedimiento Penal es absolutamente inconstitucional porque establece un sistema procesal que vulnera la garantía del debido proceso, que nuestra Carta Fundamental y tratados internacionales sobre derechos humanos vigentes en Chile aseguran a todas las personas.
     El objetivo de la reforma procesal penal era poner fin al antiguo sistema de procedimiento penal.
Las leyes procesales penales rigen in actum y se deben aplicar incluso a los procesos ya iniciados, salvo cuando la ley anterior contuviere disposiciones más favorables al imputado.
De acuerdo con los principios de favorabilidad, pro reo y pro homine, el Código Procesal que debe ser aplicado es el nuevo, porque es el más beneficioso para los imputados.
Las normas transitorias que permitían la coexistencia de dos sistemas procesales penales diferentes durante el tiempo que tomó la implementación gradual de la reforma —lo que atentaba gravísimamente contra la igualdad ante la ley— quedaron sin una razón que las justificara una vez que la reforma entró en pleno vigor en todo el territorio nacional y actualmente solo establecen una discriminación arbitraria.
Por estas razones el antiguo Código de Procedimiento Penal es inaplicable por inconstitucionalidad y está derogado tácitamente.
            Al respecto, nuestra Corte Suprema ha expresado: “En un Estado Democrático de Derecho no resulta concebible que sus ciudadanos se encuentren sometidos a dos clases distintas de justicia”. Por otra parte Milton Juica Arancibia, ex presidente de dicho Alto Tribunal, declaró: “Hacía muchos años que se quería modificar el Código Procesal Penal, que era el menos legítimo dentro de toda América. ¡Era una  vergüenza tener un procedimiento de esa naturaleza!”.
            Lamentablemente, tal vergüenza se resiste a morir.
                           Atentamente le saluda.
                                                                              Adolfo Paúl Latorre
                                                                                     Abogado
B.- RESPETO DE LA CONSTITUCION Y LAS LEYES.
     COMISIONES VALECH.
     37.000 POSIBLES NUEVOS CASOS.
I.-      Durante décadas, militares y policías que vencieron a militares de potencias extranjeras que actuaban en la clandestinidad, viene sufriendo una despiadada persecución política judicial.
 II.-    Multigremial de Militares y Policías presentó una querella criminal en contra de doña LORENA FRIES MONLEON por haber efectuado una denuncia maliciosa – pues estos hechos por ley tienen el carácter de secretos por 50 años – ante la Corte de Apelaciones de Santiago, en su falso carácter de Funcionario Público, sobre casos de torturados en los años 1973 y posteriores del   Gobierno Militar.
Lo señalado es de suma gravedad pues podría afectar a decenas de miles de militares y policías que estaban en servicio desde Septiembre del 73 en adelante.
III.-    Es necesario decir BASTA y no aceptar ser sometidos a simulacros de juicios. Para ello, es imprescindible ampararse en la LEY y la CONSTITUCION.
AMPAREMONOS EN LA LEY Y DIGAMOS NO AL ABUSO.
EXIJA.
EL DERECHO IRRENUNCIABLE A SER ASISTIDO POR UN ABOGADO DEFENSOR PROPORCIONADO POR EL ESTADO. C.P.R. art 19 número 3, inciso cuarto.
EL DERECHO IRRENUNCIABLE A GUARDAR SILENCIO. Código Procesal Penal art 93 letra g).
LE SEA APLICADO EL MISMO SISTEMA PROCESAL PENAL ACUSATORIO QUE SE APLICA A TODOS LOS HABITANTES DE LA REPUBLICA. C.P.R. asegura derecho a igualdad ante la ley y derecho humano a un debido proceso.
NIEGUESE.
A SER JUZGADOS MEDIANTE UN SISTEMA DE PROCEDIMIENTO PENAL ABSOLUTAMENTE INCONSTITUCIONAL.
A PARTICIPAR EN CUALQUIER DILIGENCIA PROCESAL QUE SE LLEVE A EFECTO AL AMPARO DEL ANTIGUO SISTEMA DE PROCEDIMIENTO PENAL.
DEJE CONSTANCIA POR ESCRITO.
De todo acto contrario a lo consignado en la Constitución de la República y Leyes Vigentes.
De toda amenaza u acto que amenace su persona o su dignidad.
CENTRO DE ESTUDIOS JURIDICOS DE MULTIGREMIAL FACIR.
C.- REUNION DE TRABAJO CON DIRECTIVOS DE CIRCULOS INTEGRANTES DE LA FEDERACION DEL PERSONAL EN RETIRO DE LAS FF.AA. REGION DEL BIO BIO. 27 SET 2018.
Accediendo a una invitación del Presidente de la Federación, Don Francisco García y su directorio, el Vicepresidente de Multigremial Nacional de Militares y Policías expuso una síntesis de las actividades desarrolladas por el Presidente de MG, Don Alejo RIQUELME Solís y sus directores:
A.-     Documento “DEMANDAS GREMIALES”. Aprobado por 165 presidente de círculos el 29 de OCT de 2015.
B.-    Bases Conceptuales de la Organización:
–      Institucional.
–      Despersonalizada.
–      Representativa.
–      Democrática.
C.-    Acuerdos de Multigremial y CONFAR con Don Andrés Chadwick.               Una semana antes de la Segunda Vuelta.
D.-    Mesa de Trabajo con Subsecretaría de las FF.AA.
E.-    Audiencias Pendientes:
–      Ministro Justicia: 8 OCT 1500.
–      Ministro Defensa e Interior: Pendientes.
F.-     Nueva Orgánica de Multigremial.
1.-   Centros de Estudios y Areas de Trabajo.
–   Salud.
–   Jurídico.
–   Observatorio de DD.HH.
–   Político – Gremial.
–   Recuperación de la Verdad Histórica.
–   Grupo de Apoyo.
–   Desarrollo Social y Apoyo a la Comunidad.
G.-    Simposio de abogados que defienden militares y policías.
H.-    Comunicaciones y utilización de redes sociales.
1.-  Programa Radial “UNA SOLA VOZ”.
–   Todos los sábados de 1100 a 1200:
Radio Portales de Valparaíso: FM 89.5 y AM 840; En internet: www.portalesfm.cl; Faceboock.
Consultas al programa.
WA: + 56 9 81936540.
 
COMITÉ DE COMUNICACIONES DE MULTIGREMIAL
Columna de Opinión

Libertad condicional: requisitos adicionales

Libertad condicional: requisitos adicionales
LAS OPINIONES VERTIDAS EN ESTA COLUMNA DE OPINIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE LA UNIÓN
El proyecto de ley sobre cambios al sistema de libertades condicionales establece requisitos adicionales a condenados por delitos de lesa humanidad

Viña del Mar, 21 de noviembre de 2018.

Libertad condicional: requisitos adicionales

Señor Director:

            El proyecto de ley sobre cambios al sistema de libertades condicionales establece requisitos adicionales a condenados por delitos de lesa humanidad. Al respecto cabría comentar que, en caso de aprobarse dicha ley, no afectaría a los militares condenados por delitos cometidos antes de su entrada en vigor, ya que ninguno de ellos lo ha sido por “delitos de lesa humanidad”, puesto que tal clase de delitos fue tipificada en nuestro ordenamiento jurídico por la ley 20.357, publicada el 18 de julio de 2009. Todos los condenados lo han sido por delitos comunes tipificados en el Código Penal (homicidio, secuestro, etc.).

De acuerdo con el sagrado principio de legalidad —que según el derecho internacional de los derechos humanos no puede ser pasado a llevar bajo ninguna circunstancia—, la calificación de “delito de lesa humanidad” solo puede ser aplicada a hechos ocurridos con posterioridad a la entrada en vigor de la ley que los tipifica.

Por otra parte, en caso de aprobarse la nueva ley, no afectaría a los militares condenados por supuestos “delitos de lesa humanidad”, por cuanto de acuerdo con el principio de favorabilidad y de ultraactividad de la ley más benigna, debe aplicarse la ley que se encontraba vigente al momento de la realización del hecho punible, esto es, el D.L. 321 de 1925.

           

                                  Atentamente le saluda.

 

                                                            Adolfo Paúl Latorre

                                                                              Abogado

Columna de Opinión

Proyecto de libertades condicionales

Proyecto de libertades condicionales
LAS OPINIONES VERTIDAS EN ESTA COLUMNA DE OPINIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE LA UNIÓN
¿De qué podrían arrepentirse quienes están libres de culpa o son inocentes de los crímenes por los cuales fueron condenados?; ¿Qué antecedentes sustanciales podrían aportar si no los tienen?

Viña del Mar, 26 de octubre de 2018.

Proyecto de libertades condicionales
 
Señor Director:
 
La comisión mixta que tramita el proyecto de ley de libertades condicionales aprobó una indicación de la oposición que estipula que para conceder tal derecho a quienes hayan cometido “delitos de lesa humanidad”, los condenados deben haber cumplido 2/3 de la pena, “colaborado sustancialmente” con la investigación y manifestado arrepentimiento mediante una declaración pública.
¿De qué podrían arrepentirse quienes están libres de culpa o son inocentes de los crímenes por los cuales fueron condenados?; ¿qué antecedentes sustanciales podrían aportar si no los tienen?
No se aprecian motivos de política criminal que exijan que tales personas deban terminar de cumplir sus condenas bajo un régimen de encierro. Es inhumano y no cumple con los fines de la pena el mantener en prisión a personas de edad muy avanzada o aquejadas por enfermedades graves, terminales o invalidantes y que durante más de cuarenta años han mantenido una conducta intachable.
Finalmente, hay que tener presente que la calificación de “delitos de lesa humanidad” solo puede ser aplicada a hechos ocurridos con posterioridad a la entrada en vigor de la ley que los tipifica en Chile (la 20.357 del 18 de julio de 2009). Los hechos delictivos imputados a los militares son “delitos políticos”, puesto que fueron actos reprochables cometidos por motivaciones políticas durante un estado de excepción constitucional y que en una situación de normalidad institucional no habrían ocurrido.
                        Atentamente le saluda.
                                                          Adolfo Paúl Latorre
                                                                     Abogado
Columna de Opinión

Proyecto de libertades condicionales

Proyecto de libertades condicionales
LAS OPINIONES VERTIDAS EN ESTA COLUMNA DE OPINIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE LA UNIÓN
¿De qué podrían arrepentirse quienes están libres de culpa o son inocentes de los crímenes por los cuales fueron condenados?; ¿Qué antecedentes sustanciales podrían aportar si no los tienen?

Viña del Mar, 26 de octubre de 2018.

Proyecto de libertades condicionales
 
Señor Director:
 
La comisión mixta que tramita el proyecto de ley de libertades condicionales aprobó una indicación de la oposición que estipula que para conceder tal derecho a quienes hayan cometido “delitos de lesa humanidad”, los condenados deben haber cumplido 2/3 de la pena, “colaborado sustancialmente” con la investigación y manifestado arrepentimiento mediante una declaración pública.
¿De qué podrían arrepentirse quienes están libres de culpa o son inocentes de los crímenes por los cuales fueron condenados?; ¿qué antecedentes sustanciales podrían aportar si no los tienen?
No se aprecian motivos de política criminal que exijan que tales personas deban terminar de cumplir sus condenas bajo un régimen de encierro. Es inhumano y no cumple con los fines de la pena el mantener en prisión a personas de edad muy avanzada o aquejadas por enfermedades graves, terminales o invalidantes y que durante más de cuarenta años han mantenido una conducta intachable.
Finalmente, hay que tener presente que la calificación de “delitos de lesa humanidad” solo puede ser aplicada a hechos ocurridos con posterioridad a la entrada en vigor de la ley que los tipifica en Chile (la 20.357 del 18 de julio de 2009). Los hechos delictivos imputados a los militares son “delitos políticos”, puesto que fueron actos reprochables cometidos por motivaciones políticas durante un estado de excepción constitucional y que en una situación de normalidad institucional no habrían ocurrido.
                        Atentamente le saluda.
                                                                  Adolfo Paúl Latorre
                                                                            Abogado
Columna de Opinión

Internacional Política Economía Sociedad Cultura Cambio Climático es el sexto año en la historia con menos hielo en el Ártico

Internacional Política Economía Sociedad Cultura Cambio Climático  es el sexto año en la historia con menos hielo en el Ártico
LAS OPINIONES VERTIDAS EN ESTA COLUMNA DE OPINIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE LA UNIÓN
El hielo marino del Ártico alcanzó su mínimo anual el pasado domingo 23 de septiembre, según informó en su web el Centro de Datos de Hielo y Nieve asociado a la NASA (NSIDC), de la Universidad de Colorado en Boulder.

 

cambio climático 2018 es el sexto año en la historia con menos hielo en el Ártico

El hielo marino del Ártico alcanzó su mínimo anual el pasado domingo 23 de septiembre, según informó en su web el Centro de Datos de Hielo y Nieve asociado a la NASA (NSIDC), de la Universidad de Colorado en Boulder.

30 septiembre 2018
20:53
2018 es el sexto año en la historia con menos hielo en el Ártico

El hielo marino del Ártico alcanzó su mínimo anual el pasado domingo 23 de septiembre, según informó en su web el Centro de Datos de Hielo y Nieve asociado a la NASA (NSIDC), de la Universidad de Colorado en Boulder. Según el centro, el verano ártico acabó con 4,59 millones de kilómetros cuadrados de hielo marino. Este ha sido el sexto año con menor cantidad de hielo en el polo norte, empatado con 2008 y 2010, desde que se empezaron a registrar datos por satélite en 1977. No obstante, el NSDIC ha subrayado que esta es una lectura preliminar, ya que un cambio en los vientos “podría reducir aún más la masa de hielo”.

En una nota de prensa publicada por la NASA, Claire Parkinson, investigadora del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la agencia estadounidense, afirmó que “el mínimo de este año es relativamente alto comparado con el récord del que fuimos testigos en 2012, pero es aún poco comparado con la cantidad de hielo que solíamos tener en los años 70, 80 y 90”. Según datos de la NASA, el área cubierta por hielo marino se ha reducido en aproximadamente 54.000 kilómetros cuadrados de media al año, lo que equivale, aproximadamente, a una pérdida de superficie similar a la de la Península Ibérica cada once años.

Vídeo: NASA’s Goddard Space Flight Center/Kathryn Mersmann – Dominio Público.

Lo que ocurre en el Ártico…

“Es muy probable que tengamos el primer verano sin hielo en el Ártico en este mismo siglo”, afirmó Alexandra Jahn, investigadora científica y profesora asociada del departamento de ciencias oceánicas y atmosféricas de la Universidad de Colorado, en una entrevista telefónica con La Marea. La científica explica que el consenso científico ha establecido el umbral “libre de hielo” en un millón de metros cuadrados. Evitar este extremo, según Jahn, depende de que seamos capaces de contener el calentamiento por debajo de 2ºC sobre niveles preindustriales, compromiso que recoge el Acuerdo de París.

La investigadora avisa de que el deshielo del Ártico tendrá consecuencias globales, aunque la investigación aún tiene que avanzar mucho para entender con precisión los efectos concretos que sufrirán distintas partes del planeta: “Lo que ocurre en el Ártico, por decirlo de alguna manera, no se queda en el Ártico”, afirmó. Una de las principales consecuencias, avisa, es que sin hielo el planeta entero se calentará más rápido, ya que, al ser más oscuro, el océano absorbe más calor que el hielo. “Va a reducir mucho el presupuesto de calor que tenemos,” explica Jahn, añadiendo que también “cambiará los patrones meteorológicos de las latitudes medias y modificará las corrientes oceánicas”.

Ruptura del hielo más antiguo

Este año, el hielo más antiguo y duro del Ártico, situado al norte de Groenlandia, ha comenzado a romperse, lo que no había ocurrido nunca antes en la historia. Rubén Cruz, investigador del Centro de Supercomputación de Barcelona, subrayó la importancia este “hielo multianual”, que es el que actúa como espejo en verano, limitando el calentamiento de la atmósfera, y que sirve como base para algunos de los ecosistemas de la región.

Cruz explicó a La Marea que el calentamiento del Ártico influye también en el descenso brusco de temperaturas que se ha vivido en las latitudes medias en los últimos inviernos. “Algunos eventos recientes, como las nevadas que afectaron al sureste de la península en 2017, se deben al debilitamiento de la corriente de chorro que rodea al Ártico”, afirmó el investigador, aunque indicó que, de igual manera, el deshielo facilita extremos de temperatura en sentido contrario: “La amplificación del Ártico está causando un incremento en la persistencia de eventos de calor extremo durante el verano. Tendemos a un clima más veraniego, más persistente durante más tiempo”.

¿Sabes que ‘La Marea’ rechaza la publicidad sexista y la del Ibex35?

Columna de Opinión

El Estado argentino reconoció en la CIDH violaciones a los DD.HH.

El Estado argentino reconoció en la CIDH violaciones a los DD.HH.
LAS OPINIONES CONTENIDAS EN ESTA COLUMNA DE OPINIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE UNOFAR
El representante de Justicia y Concordia destacó que “es la primera vez que en el Continente la Comisión Interamericana se interesa por la suerte de policías y militares procesados, que es un fenómeno que ocurre en toda la región, en Chile, en Colombia, en Uruguay, y en otros países”.

 Jueves, 04 de octubre de 2018

El Estado argentino reconoció en la CIDH violaciones a los DD.HH.
Tras una denuncia de dos entidades que defienden a detenidos por delitos de lesa humanidad admiten que las cárceles no están preparadas para mantener recluidos a militares ancianos y enfermos. Presentaron medidas cautelares para que se ordene al Gobierno decretar su arresto domiciliario o liberación si excedieron el plazo de las prisiones preventivas.
Diario LA PRENSA. Argentina
El Estado argentino reconoció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) deficiencias de su servicio penitenciario y violaciones a los derechos humanos de los detenidos por delitos de lesa humanidad que son ya ancianos o enfermos, tras ser denunciado por dos ONG durante una reunión a puertas cerradas que tuvo lugar ayer en la ciudad estadounidense de Boulder, Colorado, en el marco del 169º período de sesiones del organismo.
Esas irregularidades fueron admitidas por el doctor Ricardo Badía, director de Asuntos Jurídicos Internacionales de la Secretaría argentina de Derechos Humanos, según confió a La Prensa el doctor Alberto Solanet, presidente de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, una de las dos entidades denunciantes.
Badía admitió que “las cárceles de nuestro país no están preparadas para mantener a estos detenidos”, y “aceptó que sobre ellos hay una discriminación”, tras ser confrontado con “estadísticas que muestran que, entre la población carcelaria mayor de 65 años, los acusados de delitos de lesa humanidad representan el 75%“, indicó Solanet.
La importancia de la reunión, que duró unos 45 minutos y fue celebrada en el Salón Seminar 421 del Wolf Law Building, en la facultad de Derecho de la Universidad de Colorado, es que se trata de la primera vez que la CIDH accede a escuchar las denuncias de las agrupaciones que defienden a los llamados “presos políticos”en nuestro país.
A la cita, que concluyó pasadas las 22 (hora de la Argentina), asistieron, además de Solanet, el doctor Ricardo Saint Jean y la doctora María Laura Olea, por Justicia y Concordia; Verónica Schaller y Anibal Guevara, por Puentes para la Legalidad; y tres representantes del Estado argentino: Badía, la embajadora ante la OEA Paula Bertol; y una asesora del Ministerio de Justicia de Germán Garavano.
Enfrente se ubicaron siete integrantes de la CIDH, entre ellos el secretario ejecutivo, la vicesecretaria, dos asesoras técnicas y comisionados como el relator para la Argentina y el relator para las personas privadas de la libertad.
Esta composición de alto nivel fue destacada por Solanet como otra muestra de la importancia que le asignó el organismo internacional a la reunión.
Durante el encuentro, las dos ONG hicieron una exposición que duró unos 25 minutos e incluyó documentos y un video con “imágenes muy elocuentes de toda la crueldad y el trato inhumano que se presentan en estos casos”, indicó Saint Jean.
“El Estado argentino reconoció que el servicio penitenciario tiene serias deficiencias para atender a las personas mayores de 60 años. También reconoció que se han producido fallecimientos en prisión, y que siguen teniendo las mismas carencias que la Comisión Interamericana y la Cámara de Casación detectaron para atenderlos a tiempo. Hay muchos muertos por infarto, esperando una ambulancia que nunca llega y asistidos por los propios presos”, resaltó.
CAUTELARES­
Saint Jean informó que presentaron “medidas cautelares para que la CIDH le ordene a la Argentina que, de acuerdo a la Convención Americana de Protección a las Personas Mayores, decrete la prisión domiciliaria de todos los mayores de 65 años acusados por delitos de lesa humanidad, y a su vez disponga la libertad de todas las personas incluidas en los listados que les presentamos de acusados de lesa humanidad que tienen excedidos los 3 años de prisión preventiva. Tenemos algunos con diez años de prisión preventiva sin juicio”.
El abogado remarcó que los listados que presentaron incluyen nombres y apellidos, y que las estadísticas que demostraron “están cruzadas con las del Ministerio Público Fiscal, la Procuraduría de Crímenes de Lesa Humanidad y el CELS”. Pero además indicó que “tenemos una fuente propia que no la tiene nadie y que son los propios presos”.
Sobre si se espera una revisión de las denuncias por parte de la CIDH, Saint Jean indicó que sí, y que “es lo que también pidió el Estado argentino. Hay 370 medidas cautelares pedidas en estos casos a la CIDH desde hace ya mucho tiempo. Pero la CIDH hasta ahora no contestó esas medidas. Nos ha concedido esta reunión que consideramos importante y es una de las peticiones que las dos partes hicimos: que se ocupen de eso. El Estado argentino pidió a la CIDH que le corra traslado a la medida para terminar con la situación de incertidumbre respecto de las personas que están pidiendo el amparo de la Comisión”.
El representante de Justicia y Concordia destacó que “es la primera vez que en el Continente la Comisión Interamericana se interesa por la suerte de policías y militares procesados, que es un fenómeno que ocurre en toda la región, en Chile, en Colombia, en Uruguay, y en otros países”.
Los dos abogados coincidieron en que fue “una buena reunión” y en que abrigan una prudente expectativa a futuro, ya que tomaron nota de todo lo expuesto.
“Observamos que el Estado argentino ha tenido por lo menos una actitud sincera“, comentó Saint Jean. “Habrá que esperar. Porque esto es nuevo en la Comisión. Hace diez años que venimos denunciando, pero esta es la primera vez que se abre esta instancia. De modo tal que este es un proceso en camino. El primero. Y es muy importante”, concluyó.