Columna de Opinión

Carta abierta a Fernando Villegas

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Me temo que todos ustedes no investigaron con la debida acuciosidad la situación de estos 62 chilenos, acusados injustamente, sí INJUSTAMENTE. Lo digo porque ellos no han tenido un debido proceso, no se les han aplicado las leyes vigentes y se les acusa, a algunos de ellos, de delitos inverosímiles, como el “secuestro permanente”, figura jurídica inventada en el gobierno del señor Aylwin.

 

Viña del Mar,
26 de Julio de 2010
Señor
Fernando Villegas.
Panelista del programa
Tolerancia Cero
Chilevisión.
S A N T I A G O.
Estimado señor Villegas,
        Desde casi sus inicios que fielmente veo su programa, porque considero que es un estupendo resumen semanal de lo más noticioso que ocurre en Chile. Particular importancia le doy a la preparación que demuestran los panelistas y, a pesar de saberse, aproximadamente, la postura política de cada uno de ustedes, encuentro que siempre, o casi siempre, demuestran ecuanimidad en sus comentarios. También he observado que parecen buscar realmente la verdad sobre los temas tratados.
          Pues bien, en su último programa del Domingo 25 de este mes, tocaron el tema de los “presos políticos”, que ese es el verdadero nombre que corresponde darles. Me temo que todos ustedes no investigaron con la debida acuciosidad la situación de estos 62 chilenos, acusados injustamente, sí INJUSTAMENTE. Lo digo porque ellos no han tenido un debido proceso, no se les han aplicado las leyes vigentes y se les acusa, a algunos de ellos, de delitos inverosímiles, como el “secuestro permanente”, figura jurídica inventada en el gobierno del señor Aylwin. Si ustedes desean saber la verdad, ¿porqué no invitan a su programa a algunos de los abogados que defienden a estas personas? Ellos tienen todos los argumentos jurídicos para que la opinión pública se forme una idea de cómo son tratados estos uniformados, cuyo gran delito fue defender a la Patria.
          Yo, como ciudadana chilena, tengo el “derecho humano” de querer justicia para todos, no solo para algunos. La verdad debe ser buscada      con pasión, sobre todo si se es periodista, creo yo. Algunos de ustedes han visitado Punta Peuco o el penal Cordillera? Yo sí y puedo dar fe del sufrimiento de estas personas, especialmente de sus familias. No es lo mismo estar cumpliendo una pena de cárcel por un crimen cometido que estar preso siendo inocente. Si hay alguien encontrado culpable, después de un debido proceso, se le debe castigar, como corresponde. Pero ¿porqué algunos juicios no terminan nunca, quedando los acusados en una especie de “limbo” judicial? Les parece justo eso?
Apelo a su sentido de justicia y de la verdad. Sentí una enorme odiosidad de parte de los panelistas hacia estos “presos políticos” y creo, sinceramente, que les falta información. Es tanta la propaganda en contra de los militares que es difícil ser objetivo. Yo soy esposa de uniformado en situación de retiro; me tocó vivir en la época en que ocurrieron los hechos y la verdad ha sido tan deformada que la gente ha sufrido un verdadero “lavado de cerebro”. Con la mayor sinceridad del mundo, los desafío a investigar la verdad de los hechos. Sé que es difícil, sobre todo, porque a cualquiera que ose defender a los militares hoy en día lo tratan peor que a un leproso. Hay miedo de buscar la verdad y, también, mucha comodidad.  La gente se ampara en lo “políticamente correcto” cuando hay que buscar lo “moralmente correcto”.
          Esta carta no pretendo que la lean, ni siquiera parcialmente, en su programa. Está dirigida a usted, don Fernando, pero en verdad me dirijo a todos los panelistas. Yo no soy familiar de ninguno de los militares presos en esos penales ni tampoco de ningún procesado, pero pienso que la verdadera justicia debe castigar a los culpables, de acuerdo con la gravedad del delito, pero debe absolver a los inocentes. Una justicia verdadera no puede tardar más de 30 años para decidir si es culpable o no. El marxismo internacional, con la complicidad de algunos jueces, solo está castigando a los militares por el pronunciamiento militar del 11 de Septiembre de 1973, eso es sabido por todos. El odio que los mueve no tiene límites. No olviden su lema permanente “Ni Perdón Ni Olvido”. Al mismo tiempo está resultando un “pingüe” negocio para “los vengadores”.
          Don Fernando, la verdad está a su alcance si decide investigar de corazón los procesos de estos presos. Todo hombre de bien necesita saberla y confío en que usted y sus colegas panelistas se motiven para encontrarla.
          Sin otro particular, lo saluda atentamente,
Carmen García de Martínez
Rut: 4.121.814-2
Columna de Opinión

Sobre beneficios carcelarios

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¿Por qué respecto a casos de Militares que combatieron al terrorismo y que fueron encarcelados mediante condenas en procesos legalmente dudosos, en los últimos 20 años se les ha negado incluso estudiar alguna de estas posibilidades, discriminándolos en estás mínimas medidas?
 

Por José Luis Clark García.     

 De acuerdo a las estadísticas de Gendarmería, al mes de junio de 2010, contabilizando un total de 95.890 reos; 46.727 mil se encuentran bajo medidas alternativas (30.000 con remisión condicional de la pena, 10.000 bajo libertad vigilada y 5.000 con reclusión nocturna). Además existen 1.313 con beneficios de reinserción (884 con salida controlada al medio libre y 429 con libertad condicional), y 414 con apremio (410 con arresto nocturno y 4 con arresto diurno).

  REFLEXIÓN: Si así se han otorgado estos beneficios a delincuentes comunes, varios de los cuales incluso burlándose de la sociedad y sus leyes han vuelto a delinquir… ¿Por qué respecto a casos de Militares que combatieron al terrorismo y que fueron encarcelados mediante condenas en procesos legalmente dudosos, en los últimos 20 años se les ha negado incluso estudiar alguna de estas posibilidades, discriminándolos en estás mínimas medidas?

El Gobierno del señor Piñera tiene la palabra.

Ello por cierto, sin el perjuicio de que también el presidente debe meditar sobre la necesidad de ejercer su facultad constitucional de indultar, que hoy ninguna ley puede impedirle, precisamente por ser una facultad constitucional (Artículo 32, Nº 16 de nuestra Constitución Política, que es nuestra primera Ley, situada en un grado o peldaño superior a todas las demás); y de hacer todo lo que esté a su alcance dentro de sus facultades y prerrogativas como Presidente de la República, para que en los procesos a los Militares se respete la legalidad (Amnistía, Prescripción, Cosa Juzgada, etc.) (AMNISTIA, PRESCRIPCION, COSA JUZGADA, ETC.), que es lo que NO ha ocurrido en estás últimas décadas.
Columna de Opinión

Carta abierta del General Hernán Nuñez Manríquez. En adjunto: Cardenal Raúl Silva Henríquez, justicia y venganza. (Adolfo Paúl Latorre). La verdad incontenible (Patricio Quilhot P.)

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”: “Ni amarilla ni roja, Presidente, una tricolor, con los colores de Chile, para que tras su visión de estadista ayude a los chilenos a reencontrarse”.
EXCELENTISIMO
SR. PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
DON SEBASTIAN PIÑERA ECHENIQUE
PRESENTE:
Estimado Presidente
Hace algunos años, 1998 para ser preciso, en el Aeropuerto de Barajas, mientras vitrineaba en una tienda, Ud. se acercó y me dijo: “Ayúdeme a escoger una corbata, mi general. Roja o amarilla”, me dí vuelta y me sorprendí al verlo y sobretodo, que me reconociera. Creo que después de preguntarme: “¿Cómo está su general Pinochet?”, quien estaba detenido en Londres, compró una corbata amarilla que en alguna ocasión, tiempo después, lució repetidamente. Quizás ni se acuerda de ese momento.
Le hago este preámbulo porque con la misma espontaneidad y confianza suya de esa ocasión, yo me aprovecho y le digo Sr. Presidente: “Ayude a los chilenos a reencontrarse”.
37 años han pasado y un sector de sociedad chilena, contaminada políticamente por una propaganda odiosa, persistente y financiada mañosamente, desea podrir en la cárcel a un grupo de compatriotas, que ya han pasado parte importante de su existencia tras las rejas. Por el solo hecho de ser militares.
Presos han visto crecer a sus hijos; han visto fotos y videos de los matrimonios de sus hijos en el calabozo, y han regaloneado a sus nietos en la cárcel. Se han ensañado con ellos, sin ningún beneficio – le repito -, por el solo hecho de ser militares.
Su pecado: Haber sido instrumentos que el Estado empleó – buena o malamente, no era su responsabilidad – en momentos que la Patria caía en un espiral de desorden institucional y el pueblo a gritos pedía la intervención de las FF.AA.
Lamentablemente, los años han pasado, hemos perdido la perspectiva, perdimos también la memoria, la viejita haciendo cola con el balón de gas se murió; y tanto el carabinero que sufría el “linchacazo” del extremista, como éste último, deben andar paseando a sus nietos en alguna plaza. Hoy políticos que fueron compañeros de ruta de los militares – muchos cooperando ahora en su gobierno-, “miran para el techo”, en una vergonzosa actitud, y conviven con aquellos que años atrás eran conocidos por sus “chapas” o “nombres de combate”. Los que expresaban al Gral. Pinochet que su error fue “no matar más comunistas”, no se encuentran en ninguna parte. Ese era y es el país real, no de panfleto ni pauteado desde las altas esferas de las sombras comunicacionales.
Entonces… ¿Es posible que un país que aumenta todos su índices, incluida la inteligencia, eche sobre los hombros de 100 o 200 militares, marinos, aviadores y carabineros presos o procesados, la responsabilidad de una crisis institucional que la incubaron los propios políticos y que ninguno de éstos hoy asuma su responsabilidad?
Se cometieron errores, y muchos; algunos francamente estúpidos y atroces. También hubo y subsisten dolores por ambos lados que nunca tendrán conformidad…pero…¿Puede un muchacho en la época del 73, de 23, 24 o 25 años de edad, sin responsabilidad de mando, en momentos de tensión, sin tiempo para reflexionar bajo una disciplina militar, “apechugar” por quienes hicieron de la política su forma de vida y fracasaron? ¿Por aquellos que hoy, lleno de prerrogativas y en elevados cargos o en constantes homenajes, no hicieron “su pega”, o si la hicieron, la hicieron mal? ¿No murió recién quien llamaba a “guardar los fierros por si acaso?
No quisiera emplear un chilenismo conocido, y perdone lo coloquial de mi escritura, pero… ¿no se ha actuado “hipócritamente” con estos militares, “sacándose el pillo” con ellos? ¿Por qué ha habido y hay un doble estándar? ¿Por qué murió un suboficial amputado de sus dos piernas, enjaulado, por ser un peligro para la sociedad?
¿Como es posible que la Concertación haya motejado como un Ejército de asesinos, a mi ejército, al ejército de mis hijos, al Ejército de mi orgullo; y que ellos, por obra de la magia y de la propaganda convirtieron en un “Nuevo Ejército” en 20 años, y ese estigma se traspasara a generaciones de jóvenes chilenos incluido a miembros de las FF.AA.?
Lo mismo que con la Iglesia, y ahora la Iglesia es mala y para desprestigiarla, hábilmente, confunden la presentación de petición de indulto, con situaciones puntuales lamentables que vive y la hacen fracasar en su misión de paz y reconciliación. O sea, quieren una iglesia “a su pinta”. Siempre actuando igual, “chuecamente”, “con la negra”. Primero fue “Verdad, Justicia y Reconciliación” ,para terminar en “Ni Perdón ni Olvido”. Siempre venganza y odio.
Presidente, y la “dura”: ¡Cuántas veces se dijo, entre muchas dudas, ´”Este gallo va a tener más pantalones que Sarkozy”! … y nos cuadramos con usted y votamos por usted. Confiados.
Me rebelo a sentirme arrepentido y engañado. No me quiero avergonzar de haber estado gritando con una bandera chilena el día de su victoria en el Apumanque. Pero veo que ha cedido ante las amenazas de la Concertación y agrupaciones afines, y no quiero ser como esos taxistas que al final del período de Michelle Bachelet le decían a su clientes:”Por suerte yo no voté por ella”.
Después de su mensaje ayer expresé que había que reaccionar con más razón que pasión porque deseo leer entrelíneas que tras sus palabras se desprenderán muchas orientaciones que le permitirán la gran oportunidad de actuar con humanidad
.
Presidente, van a pasar 100 años más, los dos vamos a estar en el otro mundo; a lo mejor usted en mejor tumba que la mía, pero los hijos de nuestros nietos van a seguir discutiendo sobre la tierra por el “Sí” y por el “No”, o quizás todavía se estén presentado querellas. ¡Por favor!
Al igual que en Barajas, años atrás, cuando me pidió ayudarlo a elegir el color de la corbata, hoy le diría “patudamente”: “Ni amarilla ni roja, Presidente, una tricolor, con los colores de Chile, para que tras su visión de estadista ayude a los chilenos a reencontrarse”.
Lo saluda con afecto y respetuosamente
Fdo.) General HERNAN NUÑEZ MANRIQUEZ

 

Cardenal Silva Henríquez DEM.PDF
LA VERDAD INCONTENIBLE.pdf
Columna de Opinión

¿Igualdad ante la ley?. La verdad. Por Eduardo Iturriaga Neuman. Ver power point “Indulto bicentenario” Aporte UNOFAR Va Región

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Los intentos por decir la verdad y escribir lo que realmente aconteció han sido varios, pero han sido totalmente sobrepasados por la cuidada, bien organizada y persistente propaganda en contra

 Situación comparativa  a Julio del 2010……

  1. Uniformados: Aministiados: 57; Indultados:1; Fugados:0; Procesados: 3.051; Condenas a firme por la Corte Suprema: 216; Condenados que cumplen prisión: 62

  2. Terroristas:   Amnistiados: 8.893  * ; Indultados: 282; ** Fugados: 57; Procesados: 0; Condenas firme por la Corte Suprema: 0; Condenados que cumplen prisión: 0;

 * Indultados por el Gobierno Militar; incluye retornados del extranjero

** Indultados en Gobiernos de Aylwin y Lagos.
               Lo realmente ocurrido en las décadas del 60, 70 y 80 de nuestra historia nacional ha sido manipulado y distorsionado por aquellos que mejor han hecho uso de los medios de comunicación, tanto en nuestro país como a nivel mundial, primero por el marxismo internacional y luego por aquellos que gobernaron el país durante 20 años. Todo esto con el objeto de denostar la obra restauradora del Gobierno Militar y atacar a aquellos que tuvieron que emplearse para enfrentar la mayor crisis política, económica, subversiva y social que recuerda nuestra nación en sus doscientos años de vida independiente.
              Los intentos por decir la verdad y escribir lo que realmente aconteció han sido varios, pero han sido totalmente sobrepasados por la cuidada, bien organizada y persistente propaganda en contra. Así, hoy día gran parte de la ciudadanía está desinformada, otros tienen el cerebro lavado, y la juventud “no está ni ahí”, pues no conocieron la realidad o se han sumado a repetir lo que escuchan por aquellos que están por el “ni perdón ni olvido”. No hay Museo de la Memoria para lo ocurrido en nuestro país en las década del 60 y hasta septiembre de 1973.
             Muchos políticos y parlamentarios han evitado enfrentar la realidad de lo ocurrido, pensando que lo “políticamente correcto” para obtener votos es continuar atacando a los militares después de 36 años de producido el Pronunciamiento Militar, y de 20 años de gobiernos democráticos. Otros mantienen la desinformación para ocultar sus propias responsabilidades en el trabajo subversivo, internación y uso de armamento clandestino, y como autores intelectuales de hechos de sangre como los atentados contra personalidades como el ex senador Jaime Guzmán, y el General Pinochet y sus escoltas.
             Hoy  se habla de buscar definitivamente la reconciliación y la unidad nacional,  se piden actos humanitarios, y se solicitan beneficios e indultos para la población penal de Chile. De inmediato se han levantado voces de aquellos que quieren seguir manipulando y distorsionado la realidad de lo ocurrido, oponiéndose a que el gobierno de Piñera pueda incluir en estos beneficios a los militares procesados y condenados. Se habla de los violadores de los derechos humanos y de los que cometieron crímenes de lesa humanidad. Hay muchas opiniones y cartas, en los medios de comunicación que van en ese sentido. Muchas de ellas da vergüenza leerlas por la ignorancia que trasuntan, otras expresiones dan risa, como aquella de una dirigente de la Agrupación de Familiares de DD.DD., que trata de ignorante a la reconocida abogada, ex Pdta. Del Consejo de Estado y hoy Decana de Derecho de una prestigiosa Universidad, Clara Czsharanski.
ACLAREMOS:
1.- Todos los chilenos tenemos derechos humanos, no solo los terroristas, subversivos, delincuentes o integrantes de la izquierda que se apropiaron de ese concepto. Así lo estipula el Art. 19 de nuestra Carta Fundamental. La inmensa mayoría de hechos que vulneraron los derechos humanos de los chilenos fueron cometidos, desde la década del 60 en adelante por lo que creen hoy ser los portaestandartes de ellos. ¡Esa es la verdad!
2.- Encarnizada ha sido la persecución contra los integrantes de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad. Lo grave es que esta se judicializó, y la verdad distorsionada y manipulada quedó entrampada en los tribunales de justicia. Así hay secuestros que han durado más de treinta años, leyes que no se aplican, otras a las que se le busca resquicios legales como en el tiempo de la Unidad Popular, asociaciones ilícitas inexistentes, leyes internacionales que se aplican no estando vigentes en Chile, ministros prevaricadores que actúan sin control, indebidos procesos, cómplices de hechos sin autores, uso de testigos falsos, desaparecidos aparecidos, torturados no torturados, exonerados no exonerados, y un gran aprovechamiento económico, tanto de abogados querellantes que no quieren que se le acabe la veta dorada, como de miles de millones de pesos para “reparación de víctimas” que muchas veces no son tales; procesamientos y condenas incoados por presunciones que no son graves, precisas, directas, múltiples ni concordantes como lo estipula el Código de Procedimiento Penal; uniformados profesionales procesados y condenados como privados, abogados que luego dicen que son agentes del estado, solo con el objeto de cobrar millonarias indemnizaciones.
         Debido a lo mencionado en este punto, los uniformados hoy en las cárceles son presos políticos militares. ¡Esa es la verdad!
3.- El Art. 19 de nuestra Constitución también expresa la igualdad ante la ley. Este derecho de los uniformados condenados es el más atropellado. Dos fueron las fuerzas en pugna durante el Gobierno Militar, unos por voluntad propia se formaron en organizaciones ilícitas para combatir por las armas la institucionalidad de la República; los otros fueron profesionales de las Fuerzas Armadas y de Orden, destinados a distintos puestos para defender las instituciones permanentes y los derechos humanos de la ciudadanía. A los primeros se les protegió, estando detenidos se les otorgaron beneficios, muchos sin que tuvieran derecho a ellos, y luego se les indultó. A los segundos siempre se le han negado sus beneficios carcelarios y ahora se les quiere negar indultos. Unos son tan chilenos como los otros, también tienen derechos y familias que sufren. ¡Esa es la Verdad!
4.- Majaderamente se insiste que los militares cometieron crímenes de lesa humanidad, que son imprescriptibles, inamnistiables y que no se pueden indultar. Largo sería detallar los penalistas, constitucionalistas y expertos en derecho procesal que han demostrado la falsedad de esas aseveraciones, muchos de los cuales son jueces y ministros del Poder Judicial, pero que en las resoluciones solo han sido votos de minoría.
      Breve aporte:
– Los tratados internacionales solo se incorporan a nuestra jurisdicción, cuando son ratificados por Chile. Hay que respetar nuestra Constitución que claramente expresa en su Art. 5 que se deben respetar “los Tratados Internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes”. Los crímenes de lesa humanidad recién se acaban de incorporar a nuestra legislación el 18 de Julio del año 2009 recientemente pasado, al ser ratificado en Chile el Tratado Penal Internacional, o Tratado de Roma, por la Ley Nº 20.357, donde por primera vez se tipifican esos tipos de delitos. Antes de esa fecha simplemente en Chile no existían los crímenes de lesa humanidad. Más aún, los militares procesados y condenados, han llegado a esa condición por el delito de homicidio o por el pseudos delito de secuestro. No se puede seguir insistiendo que los miliares han cometido crímenes de lesa humanidad si nuestros códigos y leyes no contemplaban este tipo de delito en las fechas en que ocurrieron los hechos. ¡Esa es la verdad!
– Y si hay que respetar tratados internacionales, hay que empezar respetando la Convención de Viena sobre derecho de los tratados que en su Art. 28 expresa: “Las disposiciones de un tratado no obligarán a una parte, respecto de ningún acto o hecho que ha tenido lugar con anterioridad a la fecha de entrada en vigor del tratado para dicha parte…” ¡Esa es la verdad!
5.- El gobierno manifestó que al otorgar beneficios e indultos a la población penal de Chile: “… No va a debilitar la lucha frontal contra la delincuencia y el narcotráfico…, no va a poner en peligro a la seguridad ciudadana ni el orden público…, va a considerar razones de edad y el estado de salud o enfermedad”.
         La ciudadanía tiene totalmente claro, y el gobierno también debe tenerlo, que los militares encarcelados, si son indultados no van a debilitar la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico, ni van a poner en peligro la seguridad ciudadana ni el orden público. Además debe tenerse presente que el promedio de edad de los militares en prisión es de 66 años, ya en la tercera edad, y muchos están gravemente enfermos. ¡Esa es la Verdad!
                ¡SE PROMETIÓ A MILITARES IGUALDAD
              ANTE LA LEY. ART. 19 CONSTITUCIÓN!
Columna de Opinión

Indulto (Aporte UNOFAR Va.Región)

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Este tipo de indulto sería un verdadero accionar hacia cerrar heridas del pasado y reencontrarnos como Chilenos todos.

 

Indulto
La Iglesia y los distintos bandos políticos llaman a un posible indulto para el bicentenario.
Esperemos que estos indultos sean para delitos menores de manera de no repletar las ciudades con la lacra que se encuentra en prisión, pues contrariamente al indulto, preferiría el apoyo a un aumento de los cupos carcelarios para limpiar el país de los delincuentes, estafadores, asaltantes, ladrones, violadores, etc.
El indulto debe ser muy estudiado y atinado, orientados a los individuos que una vez en libertad, nos aseguren que no aumentaran la delincuencia.
Hoy en día deberíamos pensar en un indulto (al igual que se hizo con terroristas que abandonaron su actividad delictual) a los ex -miembros de nuestras FFAA que estoy seguro de que no saldrán a delinquir, sino que al igual que los otros (recordemos que por ambos lados se atentó a los DDHH) se reinsertaran en nuestra sociedad.
Este tipo de indulto sería un verdadero accionar hacia cerrar heridas del pasado y reencontrarnos como Chilenos todos.
Personalmente pienso que a todos ellos les tocó cumplir un rol histórico el que será evaluado a través del tiempo, fríamente, sin odios ni rencores.
.
Por lo anterior estoy de acuerdo con las palabras de nuestra hermosa Diputada María Angélica Cristi “Nuestros hijos necesitan el reencuentro tanto o más que nosotros, y para ello todos debemos poner un poco de nuestra parte, dejando de lado nuestras frustraciones y rencores. Sólo así conseguiremos construir un futuro promisorio para las generaciones que vendrá”
Mario Oneto Godoy
5374518-0
 Publicado el 20/07/2010 pag 20 Mercurio de Valpo
Columna de Opinión

CASO PRATS Y LAS ÉLITES. Columna de Gonzalo Rojas (14 de julio de 2010). En adjunto proyecto para degradar a los militares. (UNOFAR Va. Región)

Los números. El gobierno militar se inició con un enorme apoyo popular (y terminó, después de casi 17 años, con un gran 43 por ciento). ¿Todos cómplices? ¿Todos cobardes? ¿Todos culpables? No, sólo las élites, se nos dice. ¿Las élites? O sea, ¿todo dirigente poblacional, laboral, estudiantil, profesional, deportivo, empresarial, social? ¿Todo profesor, intelectual, comunicador o artista? ¿Por el solo hecho de estar en el lado de allá?
Gonzalo Rojas
Miércoles 14 de Julio de 2010
Caso Prats y las élites
A raíz de la sentencia sobre el caso Prats, en diversas instancias se vuelve a insistir acerca de la eventual culpabilidad de todos aquellos que fueron partidarios del gobierno militar. Si apoyaste a Pinochet —se afirma—, aunque sólo fuese desde tu humilde trabajo o con tu abnegado estudio, eres culpable. No es necesario que hayas sido uniformado o funcionario público; basta que tú, chileno de a pie, hayas estado con el 11 de septiembre. Con el solo hecho de apoyarlo, o fuiste cómplice o fuiste cobarde. Y de ahí al “Mereces castigo” no hay más que un par de pasos: simplemente una querella y después una sentencia.
Pero, en tres dimensiones complementarias, esa propaganda no resiste análisis: cuantitativamente es inviable; conceptualmente es ilógica; históricamente es tuerta.
Los números. El gobierno militar se inició con un enorme apoyo popular (y terminó, después de casi 17 años, con un gran 43 por ciento). ¿Todos cómplices? ¿Todos cobardes? ¿Todos culpables? No, sólo las élites, se nos dice. ¿Las élites? O sea, ¿todo dirigente poblacional, laboral, estudiantil, profesional, deportivo, empresarial, social? ¿Todo profesor, intelectual, comunicador o artista? ¿Por el solo hecho de estar en el lado de allá?
Si la respuesta fuese afirmativa, estamos hablando de 50 mil o 100 mil personas, las que a su vez habrían promovido la complicidad o habrían sembrado la cobardía en millones de sus compatriotas.
A procesarlos entonces, a todos, uno por uno, a 50 mil, a 100 mil —y, eventualmente, a millones más—, para que no suceda con ellos lo que pasa en los juicios por corrupción con los jerarcas de la Concertación: que siempre el hilo se corta allá abajo, que las responsabilidades nunca llegan allá arriba, a las élites de estos últimos 20 años. Inviable.
Pero, en segundo lugar, la proposición es absurda. En todos los actos humanos efectivamente malos, hay autores y cómplices, encubridores y beneficiarios, espectadores y herederos… y así hasta el infinito, hasta “lectores sobre los dramas del pasado”, gente también vinculada con esos hechos, aunque sólo por el estudio o por lejanos intereses.
¿Hasta dónde debe llegar la responsabilidad, la eventual culpabilidad? ¿Incluye al opositor a Pinochet que estudiaba en aulas elitistas y que nunca se la jugó en contra de ese gobierno, a pesar de sus críticas actuales? ¿Se extiende al dirigente concertacionista que colaboró con el gobierno militar —justamente en los primeros años—, para —legítimamente— cambiar de bando después?
Si así fuera, en el plano jurídico se acabaría el derecho penal; en el plano moral, se terminaría la responsabilidad desde y ante la conciencia; y en el plano político, fenecería la habilitación para segundas y terceras oportunidades.
Finalmente, la sugerencia es históricamente tuerta. Mentirosa más bien, porque implica que todos los que desde 1965 vieron surgir al MIR, todos los que leyeron los llamados a la lucha armada del PS en Linares y en Chillán (1965 y 1967), todos los que conocían de sobra cómo organizaba el PC su aparato militar, todos ellos, a pesar de todo eso, son inocentes.
O sea, en paralelo: el dirigente poblacional que supo que en noviembre de 1974 habían ido a buscar a un mirista para interrogarlo es culpable; pero el dirigente poblacional que supo que durante agosto de 1973 ese mismo mirista había acumulado explosivos y armamentos varios es inocente. Y el ex parlamentario que conoció una redada antisocialista en 1975 es culpable, mientras que el parlamentario socialista que firmó los llamados a la violencia armada, justo pocos años antes, es inocente.
Qué fácil inventarse teorías. Qué difícil matizar sobre la verdad

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UNOFAR VALPARAÍSO

PROYECTO PARA DEGRADAR A LAS FFAA

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