Columna de Opinión, News

No entiendo. Jorge Villarroel Carmona

                                         No entiendo

Jorge Villarroel Carmona

Después de dos años y siete meses del peor periodo de la historia de Chile, con un marcado aumento de la delincuencia, con el fraude más importante al fisco que representa el caso fundaciones, con el fracaso en salud de cuadriplicar las listas de espera y morir millares de pacientes por no ser atendidos, por los efectos y muerte de pobladores de un incendio premeditado en Viña del Mar, por la caída en la inversión a nivel país, por continuar recibiendo inmigrantes en forma descontrolada, por el escándalo de indulto a delincuentes que destrozaron Santiago, con la inseguridad permanente a nivel nacional con portonazos y asaltos con resultado de muerte, con una Araucanía prácticamente bajo el imperio del terrorismo, con la inflación notoria y el precio del combustible con un 100% de alza y la moneda baja, a pesar que a nivel nacional la oposición se impuso, no fue lo contundente como se pensaba. Prueba de ello, es el hecho que con todo lo malo que hemos vivido hayan nuevamente salido como Alcaldes representantes del frente amplio en Maipú, Valparaíso, Viña del Mar, Puentealto, que son tan o más de izquierda que el partido comunista.
Tampoco entiendo que haya aumentado a nivel nacional “los votos nulos”, dicen los politólogos que éstos obedecen al desencantamiento de la política y como protesta ¿Quieren protestar? háganlo contra quienes gobiernan, pero, no vulneren más a nuestro alicaído Chile, eso, es ser indolente y apátrida.
¿Qué pasa en Chile? Una cosa fue experimentar y sus resultados fueron malos con un discurso filosófico reclamado Igualdad y sus patrañas, con comunas que viviendo esa experiencia se ven en muy mal estado y las nuevas que sin duda ingresaran a ese ranking y otra cosa, es pedir más descenso en la calidad de vida.

NO ENTIENDO

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Columna de Opinión, News

Déja Vu. Pilar Molina. El Líbero

                DÉJÀ VU

Pilar Molina – El Líbero, 26 octubre, 2024

Esto es algo que se repite con cada crisis del Gobierno. Versiones sucesivas y contradictorias crean la impresión que esconden la verdad, provocando total escepticismo y desconfianza.

Es lo que ocurrió en el caso de los indultos que concedió Gabriel Boric a presos por delitos cometidos en el estallido del 18 O, justificando que eran “jóvenes que no son delincuentes”. Hasta hoy no está claro si el Presidente, al tomar la decisión, contaba con todos los antecedente e ignoraba que varios tenían prontuario y condenas previas a octubre de 2019.

La falta de credibilidad de La Moneda convierte en crisis mayores cada nuevo problema que se le presenta.

Un ministro, la vocera Vallejo, aseguró que no, mientras que el titular de Justicia dijo que sí. Hasta hoy el Mandatario elude precisar su responsabilidad repitiendo cada vez “ya respondí la pregunta”.

Nunca pudimos tampoco datar, entre versiones 1, 2 y 3, cuándo se supo en La Moneda que había irregularidades en convenios firmados por el seremi de Antofagasta con la Fundación Democracia Viva, vinculada a RD y la pareja de la diputada de ese partido Catalina Pérez.

El hecho, revelado por el medio digital Timeline en junio de 2023, destapó una cascada de convenios irregulares a lo largo de todo el país, cuya investigación avanza a paso de tortuga. El Presidente se enredó respecto a cuánto antes que la prensa estallara el caso había tomado conocimiento de lo que ocurría, en medio de contradicciones entre las autoridades de la época.

Se repite la duda ahora, con las versiones sobre la denuncia de una funcionaria contra el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve. El exdiputado socialista, la cara más visible responsable de la seguridad de Chile, fue denunciado por violación, abuso sexual e infringir la ley de inteligencia, invocándola para asuntos personales.

“Ya he respondido esa pregunta”, repitió tres veces la ministra del Interior, Carolina Tohá. Es que la credibilidad está perforada y no sólo frente a la oposición, sino que también han volado plumas y gallos en el oficialismo.

Cada día hay nuevas versiones y aclaraciones respecto a la anterior o lo que dijo otra autoridad en los más diversos temas:

¿el Ejecutivo recibió la información parcial o completa de la PDI sobre la investigación contra el subsecretario? (Tohá aseveró ambas cosas, sucesivamente, y también se contradijo con la cabeza de la PDI, Eduardo Cerna).

Monsalve, después de admitir la situación con el Presidente la tarde del martes 15, ¿se fue al día siguiente al Bio Bío a informar a su familia (según Tohá) o se usó el miércoles para recabar más información (Boric)?.

¿le transmitió la ministra al Mandatario que la PDI le había informado que Monsalve, abusando de la ley de inteligencia, había pedido a la policía revisar las cámaras del restorán y del hotel donde el exsubsecretario cometió el delito la noche del domingo 22 de septiembre, o el Presidente lo oyó por primera vez de su excolaborador, como lo sostuvo, convirtiéndose en “testigo de oídas”?

Y suma y sigue, las incógnitas se multiplican: ¿era correcto que el imputado usara el avión policial para volver de Concepción a Santiago, como señaló el ministro de Justicia, Luis Cordero, o fue irregular, como afirmó su par Antonia Orellana?

¿no hubo alteración de la prueba con la intervención en las cámaras por orden de Monsalve, como sostuvo Cordero, o presumiblemente la hubo, como consignó la Fiscalía?

El corazón de las contradicciones es que en La Moneda creyeron que podrían postergar la revelación de la denuncia hasta después de las elecciones de este fin de semana, mientras se sobaban las manos con el impacto del caso Audio sobre los resultados electorales en la derecha. Y hoy no pueden explicar por qué callaron cuando el martes 15 el director de la PDI le informó a la titular de Interior que investigaban al funcionario por la denuncia presentada el lunes 14.

En ese momento ella encapsula la información con el Presidente, quien se reúne ese mismo día con el acusado en La Moneda. Y en vez de alejarlo del Gobierno, le permite viajar al sur y cuando regresa el jueves, participa a media mañana en una discusión sobre el presupuesto 2025 de seguridad en el Congreso y tiene agendada una pauta para las 4 de la tarde de ese día con el Presidente y otras altas autoridades en el palacio.

Porque no pensaban revelarlo es que no aplicaron de inmediato la ley Karin, en vigencia desde agosto, con la excusa que no había una denuncia, cuando el Estado no la requiere para actuar frente a una violación. Esa ley establece la protección inmediata de la víctima, pero tampoco se la dieron.

El vespertino La Segunda desordena los planes oficiales al publicar la noticia sobre la investigación y comienza el baile de máscaras que no cesa. El que le agregó más fuego fue el propio Presidente con la locura de la conferencia de prensa de 53 minutos que dio el viernes 18. Pretendió salvarse solo, mostrándose como totalmente transparente, pero, en vez, se hundió solo porque abrió nuevas incógnitas que es probable nunca despeje.

Sólo al darse cuenta de que la credibilidad oficial se hunde más y más, nuevamente auto asignado como vocero, el Presidente buscó encapsular la responsabilidad en su exsubsecretario, al que le permitió antes renunciar en La Moneda y alegando su inocencia.

Y lo más importante, hizo un giro respecto a la víctima. El jueves último, en San Joaquín, a nueve días de haber recibido la denuncia de Monsalve, atinó a decir que “nuestro deber es creerle y yo le creo” (a ella). Pero el viernes anterior había relativizado la gravedad de la acusación por violación, señalando que “si alguien bebe más de la cuenta… es responsabilidad propia” y asegurando, entre otras cosas, que “una denuncia no presume la culpabilidad” o que “acá ni siquiera hay una formalización y no sabemos el contenido de la denuncia”.

El jueves pasado, en cambio, empatizó con la víctima frente a un delito tan grande donde es “inimaginable lo que debe haber pasado para tomar la decisión de denunciar, más aún contra alguien que ostenta más poder”.

Pero no puede explicar hoy por qué no le pidió la renuncia nueve días antes y le permitió a él dejar el gobierno. Y por qué tuvo una gentileza con el imputado (permitirle viajar donde su familia) que no tuvo para proteger a su víctima.

Es más, no requería formarse la convicción del delito para apartar de inmediato del Gobierno “feminista” al subsecretario, por haber establecido una relación abusiva, en el menor de los casos, con una subordinada; por haber bebido en exceso la fatídica noche del 22 de septiembre y haber incumplido su obligación de presentarse al día siguiente lunes, a dar la cuenta al país de los 37 homicidios ocurridos en el largo feriado del 18 de septiembre, balance que le correspondía hacer como ministro del Interior subrogante.

No pueden explicar el Mandatario y Tohá cómo callaron cuando se han ido conociendo nuevos antecedentes, como que Monsalve movilizó a su subordinada a trabajar al edificio de La Moneda, le subió el sueldo después de darle un beso no consentido tras haberla citado en una ocasión anterior a comer; que había usado su poder para invocar la ley de inteligencia con el propósito que la intimidaran policías de la PDI y ordenar intervenir las cámaras antes incluso que la mujer presentara la denuncia.

Y aún nos falta mucho por conocer: todo lo que ocurrió en los 22 días entre la noche del 22 de septiembre y el día 14 de octubre cuando la víctima del “gobierno feminista” presenta la denuncia y esta semana, una querella. Pero la versión oficial de los hechos ya perdió toda credibilidad para poder explicarlos.

Un aporte del director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Columna de Opinión, News

Cartas al Director. “Nuevo ministerio de Seguridad”. Adolfo Paúl Latorre

                                      Nuevo ministerio de Seguridad

Viña del Mar, 26 de octubre de 2024.

Sr. Director:

            El director ejecutivo de Fundación Paz Ciudadana, en carta publicada en La Tercera titulada “Inseguridad en Chile: más allá de la percepción”, dice: “Chile está avanzando en la implementación de cambios institucionales significativos, como la creación del nuevo Ministerio de Seguridad”.

            Al respecto cabría comentar que el ministro del Interior y Seguridad Pública es el más importante del gabinete y pasa a ser tratado como vicepresidente cuando el presidente de la República se ausenta del país, porque es el encargado de la función esencial del Estado: la conservación de la seguridad y el orden públicos.

            Según lo establece la ley 20.502, el Ministerio del Interior y Seguridad Pública es “el colaborador directo e inmediato del Presidente de la República en asuntos relativos al orden público y la seguridad pública interior, para cuyos efectos concentrará la decisión política en estas materias, y coordinará, evaluará y controlará la ejecución de planes y programas que desarrollen los demás Ministerios y Servicios Públicos en materia de prevención y control de la delincuencia, rehabilitación de infractores de ley y su reinserción social. Asimismo, le corresponderá la gestión de los asuntos y procesos administrativos que las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública requieran para el cumplimiento de sus funciones”.

            No aprecio ni la necesidad ni la utilidad ni la conveniencia de crear un enésimo ministerio, “de Seguridad Pública”, que desnaturalizaría la importancia y las funciones del ministro del Interior.

Adolfo Paúl Latorre

Abogado

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Columna de Opinión, News

El poder está en tus manos…..¡Úsalo!. Cristián Labbé Galilea

                                          El Poder Está en tus Manos… ¡Úsalo!

Cristián Labbé Galilea

Han transcurrido cuatro años, en que hemos visto y vivido situaciones -como decía mi abuela- “para dar y regalar”: plebiscitos, proyectos constitucionales, elecciones de constituyentes y consejeros; ni qué decir de vergüenzas presidenciales, escándalos de corrupción y sexo, hemos tenido “de tout un peu”. Este periodo bien podría ser argumento de una sátira de humor negro sobre nuestras instituciones políticas.

Lo curioso es que, a horas de una elección importante, hay quienes (como si vivieran en el limbo) se preguntan por quién hay que votar, en circunstancias que, en esta oportunidad, se eligen las autoridades más cercanas a la realidad de cada ciudadano. ¿Hay alguien más cercano que el alcalde y los concejales? Ellos son primera línea en la solución de los problemas. Los gobernadores y consejeros regionales quizá un poco menos, pero son los responsables de la Región y sus problemas…

No ayuda a lo anterior que la propaganda política ofrecida sea engañosa y deslavada, lo que revela ausencia de un “relato político” claro y definido; pocos de los candidatos se identifican con una línea específica, todos son “mantequilla sin manteca, cigarrillos sin nicotina, cerveza sin alcohol…”. Los menos hacen referencia al partido que suscriben… la cosa es confundir, amen que una gran cantidad de candidatos son ignotos, y los que se conocen porque van a la reelección… ahora harán lo que no hicieron en años.

Urge entonces, en estas pocas horas que nos quedan, decidir con responsabilidad por quien se votará… Es hora de lograr que las cosas cambien, es hora de empezar a recuperar el rumbo perdido… Es la hora de crear las bases para que, en las elecciones presidenciales y parlamentarias, depuremos al país de los actuales malandrines y truhanes que se han enquistado en la política.

La responsabilidad en estos momentos es fundamental. Debemos rescatar los valores, los ritos y las costumbres de nuestra centenaria historia republicana, debemos retomar el ritmo de crecimiento que permita llevar bienestar a los sectores más vulnerables, mejorar la seguridad, la justicia, el orden, la educación, la salud… En una línea, debemos zafarnos del yugo izquierdista y recuperar los valores de la Sociedad de la Libertad.

Es la oportunidad de aprender de nuestros errores y de hacer efectivas todas esas críticas que a diario hacemos en nuestros comentarios sociales. Se trata de asumir una responsabilidad personal, nadie lo va a hacer por nosotros, ni los cambios llegarán por obra y gracia del Espíritu Santo. Las circunstancias están dadas, es la hora de aprovechar los vientos que nos pueden sacar de la zozobra que nos amenaza.

Finalmente, esta optimista pluma recuerda a sus inquietos parroquianos que siempre entre las adversidades y las dificultades se esconden las mejores oportunidades. Esto no siempre es fácil, se requiere vencer la indiferencia que motiva a mantener la “tranquila” zona de confort en la que se vive. Pero ahora, al votar, la oportunidad está dada… El poder está en tus manos, ¡úsalo!

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Columna de Opinión, News

¿Qué más veremos?. Jorge Villarroel Carmona

                         ¿Qué más veremos? 

Tuvimos un diputado que cantaba y se disfrazaba; una convencional que se hacía llamar tía Pikachú; un ministro a quien le robaron la caja fuerte en sus propias dependencias ligada al escandaloso caso fundaciones; ahora, un subsecretario que renuncia tras denuncia de abuso.  Y, mientras tanto hay cientos de personas que sufren portonazos y asaltos bajo amenaza de muerte, millares de damnificados en Viña por ese voraz incendio en el periodo estival y otros en el sur por las inclemencias del tiempo, etcétera.

Los primeros se decían que trabajaban por el pueblo y los segundos (el pueblo) que está impresionado por lo que pasa y se siente abandonado.

 

JORGE VILLARROEL CARMONA

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Columna de Opinión, News

Deudas pendientes después de cinco años del estallido social. Jorge Astudillo. El Mostrador

 

                                                                               DEUDAS PENDIENTES DESPUÉS DE CINCO

                                                                                AÑOS DEL ESTALLIDO SOCIAL

                                                                        

Jorge Astudillo, Profesor de la Facultad de Derecho, Universidad Andrés Bello Sede Viña del Mar – El Mostrador, 18/10/2024.

Octubre de 2019 será recordado como un año marcado a fuego en la historia reciente de Chile. El estallido social o revuelta ciudadana, no solo sirvió para exteriorizar un profundo descontento acumulado con el paso de los años, a pesar del innegable y extraordinario progreso experimentado por el país desde el año 1990, sino que también dividió y sigue dividiendo a los chilenos.

Este suceso trajo consigo un cuestionamiento generalizado hacia un sistema político que no fue capaz de responder a los anhelos de una sociedad que pedía una mayor participación en los beneficios y el desarrollo del país en los últimos 30 años y el fin de la corrupción política y empresarial, que nunca logró ser enfrentada con toda la fuerza del Estado de derecho.

Para algunos, el país ha retrocedido, al menos a mí ello me parece evidente, pero el verdadero retroceso no encuentra su causa en las manifestaciones mismas ocurridas a partir de octubre de 2019, sino en la inoperancia de una clase política banal, superficial y muchas veces corrupta.

Con el paso de los años, surgió el término “octubrismo”, una etiqueta usada peyorativamente para denostar aquellas manifestaciones. Esto me parece injusto. No es correcto encasillar a todo un movimiento social en una palabra cargada de negatividad.

Sin embargo, prefiero reservar el término “octubrismo” para referirme a la irracionalidad y violencia que efectivamente sacudió al país durante esos días: la destrucción, los saqueos y, lo más preocupante, la justificación de estos actos por una clase política que fue incapaz de condenar la violencia de manera firme y que, de alguna manera, usó el descontento ciudadano como una plataforma para acceder al poder.

En definitiva, no merece el trato de “octubrista” aquella familia que marchaba por la Alameda pidiendo legítimos cambios. “Octubristas” son todos aquellos que frente a los saqueos y destrucción de pymes decían en esos días “son solo cosas materiales” y quienes obligaron a las personas a “bailar” para seguir su camino.

Cinco años después del estallido social, la percepción de muchos compatriotas es que estamos peor que en 2019. En diciembre de dicho año casi el 80 % de los chilenos consideraba que después de los sucesos de octubre Chile sería un mejor país.

A octubre de 2024, solo un 6 % de la población cree que estamos mejor que el 2019, mientras que el 68 % de los chilenos considera que el estallido social tuvo consecuencias negativas y marcó el inicio de un profundo declive para su calidad de vida. Hoy la esperanza ha dado paso al miedo, informa el estudio titulado “No lo vimos, ¿lo vemos?”, elaborado por Cadem.

Para algunos, el país ha retrocedido, al menos a mí ello me parece evidente, pero el verdadero retroceso no encuentra su causa en las manifestaciones mismas ocurridas a partir de octubre de 2019, sino en la inoperancia de una clase política banal, superficial y muchas veces corrupta.

Una clase política que no ha sido capaz de tomar decisiones que realmente mejoren las condiciones de vida de las personas y fortalezcan nuestra democracia. Los dos procesos constituyentes fallidos son una prueba palpable de este fracaso.

Miles de personas tomaron las calles para manifestar su malestar. Lo hicieron, en su enorme mayoría, en el ejercicio de sus derechos de manifestación y protesta, de manera pacífica. Las demandas de aquellos días no han desaparecido; persisten e incluso se han agravado por la creciente inseguridad y el deterioro económico que enfrentamos hoy, con menos empleo formal, con un paupérrimo crecimiento y un gasto fiscal que aumenta año a año y sin un retorno claro en el bienestar para las personas.

Las redes de influencia existentes alrededor de Luis Hermosilla, el manto de duda que se ha tejido en torno al Poder Judicial, el uso de acusaciones constitucionales vacías como herramienta político-electoral, la minimización del drama de la delincuencia por parte de quienes deben velar por la seguridad pública, etc., son solo una muestra de este declive.

Las deudas del estallido social siguen vigentes en salud, educación, vivienda, pensiones, empleo y con una delincuencia desatada cada vez más cruel y letal, una corrupción que sigue generando daños irreparables, tanto en el derroche de nuestros recursos como en la legitimidad de la democracia, y una migración irregular descontrolada que está provocando tensiones sociales adicionales, contribuyendo a exacerbar el malestar de miles de ciudadanos.

A cinco años de aquellos eventos, el país sigue enfrentándose a desafíos profundos. La pregunta que muchas personas nos hacemos es: ¿será capaz la clase política de estar a la altura de las circunstancias y resolver las demandas de un pueblo que ya no tolera ni merece más promesas vacías ni tanta inoperancia e indolencia?

Un aporte del director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Columna de Opinión, News

Activismo judicial. Adolfo Paúl Latorre

 

                                      Activismo judicial

Viña del Mar, 22 de octubre de 2024.

Señor Director:

Se denomina “activismo judicial” a la potestad legisladora que se arrogan los jueces a través de un cambio en la legislación vigente (“gobierno de los jueces”) mediante la creación de una nueva disposición normativa que no existía previamente o derogando en la práctica diversas normas jurídicas; gracias a la interpretación que hacen de la Constitución o de las leyes y que dictan sentencias sobre la base de sus propias opiniones, creencias, convicciones personales o de lo que ellos creen justo.

El activismo judicial de los jueces que presumen estar por sobre la ley, que no fallan de acuerdo con la legislación vigente y que no realizan las virtudes de la imparcialidad y lealtad a las reglas lesiona el Estado de Derecho, atenta contra la seguridad jurídica y contribuye significativamente al proceso de deterioro institucional.

El exministro Sergio Muñoz era uno de los más destacados representantes de dicho activismo, lo que dejó de manifiesto en un documento suscrito por él, en el que se reconoce el atropello a leyes expresas y vigentes, dado “que al momento de sancionar a los responsables (léase militares y carabineros) no existía un sistema jurídico penal adecuado (…) pero por sobre todo, en lo procesal, las instituciones tradicionales inhiben o impiden la investigación, como lo son, por ejemplo, la prescripción, la territorialidad y la retroactividad de la ley penal, como así también las disposiciones sobre amnistía”; agregando “que sólo fue posible el procesamiento y la sanción al introducir en nuestras decisiones conceptos tales como el de delito de lesa humanidad, ius cogens y otros”; los que vulneran el sagrado principio de legalidad, que de acuerdo con lo establecido en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos no puede suspenderse por motivo alguno (oficio con informe del Tribunal Pleno de la Corte Suprema Nº 33-2015, 27 marzo 2015, párrafo quinto, firmado por Sergio Muñoz Gajardo, presidente de ese Alto Tribunal).

Atentamente le saluda.

                   Adolfo Paúl Latorre

                       Abogado

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional