Intervención de las Fuerzas Armadas.
Almirante (R) Daniel Arellano Walbaum
Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional
Intervención de las Fuerzas Armadas.
Almirante (R) Daniel Arellano Walbaum
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ESTADO LAICISTA
Viña del Mar, 4 de enero de 2024.
Como señaló Miguel A. Vergara en su carta de ayer, quienes adhieren a la posición de un Estado “laicista” le niegan a las creencias religiosas cualquier presencia en la discusión pública y, por tanto, a los “Diez Mandamientos” que recibió Moisés, uno de los cuales dice “no matarás” (a un ser humano inocente e indefenso, cabría agregar).
Olvidan los “laicistas” que la política, por tener como fin el bien del hombre, es una actividad moral. Es la moral la que define los fines de la política. La ley moral fundamental es la ley natural. La política que se propone en conformidad a otros principios, que prescinde de ellos o que pretende ser neutral respecto de la verdad moral, no es auténtica política, sino corrupción de ésta. Es el caso de aquella política que, al no acotarse dentro de ciertos valores morales y en virtud de un pluralismo insensato, concede idénticos derechos al error y a la verdad. Y la verdad no surge del concurso de muchos hombres o de las mayorías, sino del esfuerzo de las inteligencias. La verdad se halla en el juicio y surge del pensar; esa prerrogativa que nos constituye, a cada uno de nosotros, en imagen y semejanza de Dios.
Atentamente le saluda.
Adolfo Paúl Latorre
Abogado y Magíster en Ciencia Política
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Ruido de sables
Hace 100 años, el país se veía afectado por una difícil situación política, social y económica que también aquejaba a las FFAA: con unidades incompletas; deficiente vestuario, vetustos y deteriorados cuarteles; sueldos impagos; estancamiento de la carrera militar, lo que desencadenó en lo que históricamente se registra como "el ruido de sables" ocurrido el 3 de septiembre de 1924, que en síntesis un grupo importante de oficiales del Ejército asistieron a las galerías del congreso en momentos que los legisladores discutían sobre la dieta parlamentaria, ante esto la juventud castrense golpeó el piso con sus sables -parte de la indumentaria de salida- en señal de molestia. La asistencia de militares en el congreso no era algo extraño en esos tiempos, antes habían asistido cuando se discutían temas inherentes al sector.
Frente a tal situación, al dia siguiente el presidente Arturo Alessandri sorprendido se entrevistó con los oficiales del Ejército, recibiendo la autoridad un petitorio de temas en la que enfatizaban la importancia de buscar una solución.
El presidente conversó posteriormente con el Inspector General (cargo más alto equivalente a comandante en jefe) quien coincidió con lo presentado.
Los aspectos considerados en el petitorio y otros, el presidente los canalizó con el congreso, quienes veían con temor un posible cierre, y en horas convirtieron en leyes los temas y otros, buscando dar una rápida solución social y económica.
JORGE VILLARROEL CARMONA
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