NAVIDAD, ¿TIEMPO DE REFLEXIÓN?
Fernando Hormazábal Diaz, GDB – 01/01/2025
En efecto, es un axioma muy antiguo y de permanente frecuencia al cual recurrieron destacados columnistas en las pasadas fiestas de Navidad, que son de tanta importancia para las familias cristianas, en especial para los niños, aunque no faltan los ateos que igual la disfrutan en una clara demostración de su contradicción vital.
La esperanza es lo último ……… que se pierde. |
Toribio, se marginó de ese fervor esperanzador no por pesimismo, sino porque era muy difícil empaparse de ese entusiasmo cuando a diario despertamos y desayunamos con una inagotable cantidad de noticas negativas sin que se logre ver una luz al final del túnel. Por consiguiente, evade detallar para no ahondar aún más en el desaliento.
Hace unos días escuché a una panelista espetar algo así como: “que la conducta de sacerdotes era la causal del desapego a la iglesia”- lo que el actual Cardenal se empeña con fuerza en recuperar al rebaño perdido- no obstante, el descriterio de la ministra Orellana; “que los periodistas vendidos (sic) eran responsables del desprestigio de esa carrera”; “y que los políticos eran los causantes del descrédito de la democracia”.
Si bien, no se podrá concordar absolutamente con tales afirmaciones, que en gran medida se identifican con el mito erróneo de que “los ratones se comen el queso” al generalizar una conducta, Toribio, observa con pesar como los señores políticos se han farreado la democracia.
En efecto, tanto en la derecha como en la izquierda se observan patrones que reflejan más que nada los intereses de caudillos, mantener sus cuotas de poder y en sus desbordados privilegios, más que en lo que realmente interesa a la gente.
Y como los partidos son seres orgánicos y cumplen ciclos los vitales, nacen, crecen, se desarrollan y mueren cuando abandonan sus principios, vemos a la DC, al P. Radical, el P. de la G., la UDI, EVOPOLI y varios del socialismo y de la izquierda que están en camino a la UTI. Pero como sus intereses priman sobre los que la nación necesita, no atinan a corregir sus yerros.
Veo con mayor preocupación a la derecha que sería la opción para terminar con el desastre actual y recuperar los principios que durante décadas posesionaron a Chile a la cabeza del barrio. Pero “no están ni ahí”, como decía el Chino Ríos.
Kast, se perdió en las elecciones pasadas porque sectores de la misma derecha anularon su voto o votaron en secreto por el papanatas que nos gobierna, porque históricamente ha sido estúpida, lo viví siendo Subsecretario General de Gobierno y me costó la pega.
En este momento no cuentan las ideas personales de la candidata Matthei -que, dicho sea de paso, ella misma ha reconocido que son más de izquierda que de la derecha y sobran los testimonios, como sacar el monumento del General Mackenna y abandonarlo en un parque, para bautizar y colocar en su lugar el monumento a Patricio Aylwin, entre otros casos.
Tampoco seguir al pie de la letra el discurso de Kast, con muchos de los cuales Toribio concuerda; o los de Johannes que pintan muy bien, o los de Carter. Hay que votar por proyectos comunes, lo que obliga a los diferentes caciques a conversar en serio y ver que es lo factible de concretar abandonando proyectos personales y sumando todos los esfuerzos a dicho propósito. Caso contrario nos augura un futuro mucho más incierto.
Incluso, ante el supuesto que no existiendo un acuerdo de la derecha y triunfe lo que algunos señalan como “el mal menor”, eligiendo a la candidata Matthei, Toribio cree que se repetirá el proceso que se vivió con Piñera II, porque ahora si la izquierda ultra, el narcotráfico, el crimen organizado que ya suma 10 organizaciones extranjeras, la delincuencia, la inmigración ilegal, etc., terminarán por hundir al país que convalece en la actualidad en pésimas condiciones, producto de este nefasto gobierno y de la farra general que ha agotado todas sus reservas, de lo que no escapa de responsabilidad la derecha.
Y que vendrá después, no creo que lo alcance a ver, pues se tomará su tiempo. Pero vendrá.
Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel
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