HISTORIA MILITAR Y HÉROES OLVIDADOS, News

BATALLA DE TACNA. Jorge Villarroel Carmona

                                                                                        BATALLA DE TACNA

26 de mayo de 1880

Jorge Villarroel Carmona

Hace 144 años….

Batalla de Tacna o del campo de la alianza

Los ejércitos aliados de Bolivia y del Perú, ambos comandados por el jefe de gobierno y general boliviano Narciso Campero (quién días antes insistió en asumir el mando supremo como generalísimo de La Alianza enemistándose con el almirante Lizardo Montero del Perú, todo por este afán) para enfrentar el Ejército de Chile

El Ejército de Chile comandado por el general de brigada Dn Manuel Baquedano (como General en Jefe) quien hace dos meses -el 22 de Marzo-  había logrado vencer a unas fuerzas de élite peruana en el combate en la Quebrada de Los Ángeles.

Tacna nuevamente resultó victorioso para el Ejército chileno.

El lugar de la batalla de Tacna fue la meseta del cerro Intiorko (en quechua, ‘Alto del Sol’).

¿Qué ocurrió o, como fue la batalla?

Las tropas de Baquedano se desplegaron en dispositivo ofensivo muy temprano ese 26 de Mayo.

I División ala izquierda (General Amengual) y II División (Coronel Barceló) a la derecha.

Atrás la III División (Coronel Amunategui) y como reserva la División Muñoz.

La I División, momentos antes de iniciar el movimiento ofensivo “su unidad fue bendecida” por el Capellán Mayor, Dn. Florencio Fontecilla. La División se arrodilló completa y se persignó.

Comencemos…les comento que  la artillería rompe sus fuegos tempranamente ese 26 de Mayo y luego de un momento de silencio comienzan a avanzar las divisiones y la banda interpreta los compases de la canción de Yungay.

El despliegue es en dispositivo de ataque frontal y el fuego de los fusiles Grass en las primeras líneas -a eso de las 10:00 hrs- van consumiendo el nivel orgánico de los 100 tiros que llevan los infantes en sus cananas.

El escenario se dificulta con el humo que lo distorsiona, y se produce un largo silencio y son recién las 11 de la mañana y ya se ha acabado la munición de la I y II Divisiones (Amengual y Barceló)

El borde delantero de la defensa de la Alianza al percibir la inacción del fuego atacante sale de sus trincheras a atacar al agresor iniciándose un combate cuerpo a cuerpo (fiero), en éste participan los valientes del Regimiento Esmeralda y Atacameños contra las fuerzas aliadas peruanas – bolivianas.  Aparecen los bravos Colorados de Daza (quienes permanecían de reserva) y buscan revertir el destino proyectado para las armas de Chile en esta batalla donde el ímpetu marca el camino a la victoria de los nuestros, sí, ¡¡de nuestros bisabuelos y para los más jóvenes hoy en día de sus tatarabuelos!!

Amunategui, comandante de la III División se inquieta por la falta de munición de las dos divisiones que lo anteceden en primera línea, atrás la División Muñoz espera la orden para acudir al frente. Hay confusión y la Alianza quiere recuperar el borde delantero de su dispositivo defensivo.  Es, en ese preciso momento que el suelo se remece, comienza a TEMBLAR, y se escucha un galope arrollador, “son los jinetes de Granaderos” que galopan a la carga, y, un chivateo a la usanza araucana paraliza al enemigo, ¡¡es ensordecedor!!

Los cascos de los briosos corceles se amplifican rompiendo el silencio, los soldados adversarios, exclaman ¡Han despertado al mismísimo demonio !!  y, los jinetes blandiendo sus sables rompen las defensas y parapetos enemigos, va cayendo el defensor de la Alianza, mueren muchos y otros se desprenden despavoridos, “al no poder enfrentarlos”, la carga montada posibilita a las tres divisiones retrotraer su dispositivo y rea municionar.

En efecto, los carretones con munición avanzan y las I, II y III divisiones se rea municionan, infantes y jinetes atacan entonces, comenzando el desprendimiento total del adversario quiénes huyen o levantan sus brazos en clara demostración de sentirse vencidos entregándose  como prisioneros.

“Las armas chilenas vencieron”.

Los bolivianos huyen sin socorrer a sus propios heridos y dejando solos a sus camaradas caer prisioneros.

Los heridos quedan abandonados. “El gobernante altiplánico y general boliviano Narciso Campero deserta del campo de batalla”, y ordena una columna en retirada  rumbo al altiplano y desde ese episodio “nunca más” participarán en la Guerra “que curiosamente, ellos mismos provocaron y declararon” y, donde los peruanos tuvieron que enfrentar “solos” más tarde al  Ejército de Chile en las futuras campañas de Lima y de La Sierra.

Aunque respecto de las cifras de las bajas (muertos y heridos) correspondientes a esta acción de guerra no hay acuerdo entre los historiadores, es fácil concluir que la batalla, como lo dice Francisco Machuca (conocido como “Captain”) en su obra “Las cuatro campañas de la Guerra del Pacífico”, la Batalla del Campo de la Alianza fue una de las batallas más sangrientas y cruentas del siglo XIX chileno.

Nota:

El capellán Ruperto Marchant es en Tacna quien recupera el estandarte chileno del Maipo perdido en la Batalla de Tarapacá. El presbítero en 1881 regresó a Chile como héroe, continuando con su carrera sacerdotal.

“Viva Chile y Viva su Ejército, el mismo de ayer, de hoy y de siempre”.

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

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O’HIGGINS Y LOS HABITANTES DE ARAUCO. Antonio Yakcich Furche

 

                                                                   O’HIGGINS Y LOS HABITANTES DE ARAUCO

Autor: Antonio Yakcich Furche.

Presidente del Instituto O´Higginiano de Rancagua.

Corría mayo de 1817 y Bernardo O´Higgins, luego de ser designado en Cabildo Abierto como Director Supremo de la Nación, se dirigió hacia Concepción con el fin de asumir el mando de las tropas patriotas que sitiaban a las fuerzas realistas en Talcahuano.

Al aproximarse a la zona de operaciones, emitió una proclama publicada en la actualidad en el Tomo XXI del Archivo de Don Bernardo O´Higgins, dirigida puntualmente a los habitantes de Arauco, los que como es lógico, producto de la situación imperante, era necesario que apoyaran el esfuerzo bélico patriota.

Al inicio del mencionado documento, O´Higgins manifiesta lo siguiente; “Al dirigiros la palabra me es imprescindible recordar con respeto las glorias de la nación heroica de quien traes vuestro origen y denominación”.

Señalando luego lo siguiente; “Los Araucanos han sido el lustre de la América combatiendo por la libertad, y vosotros no debéis empañar dicho timbre”.

Describe a continuación nuestro Padre de la Patria, los motivos por los cuales los habitantes de Arauco debían plegarse a la causa patriota, especificándolos como el obtener la libertad y la paz, evitando con ello la muerte y la devastación del territorio nacional, incluyendo por supuesto Arauco.

Cabe recordar que si bien se había logrado la victoria de Chacabuco, el naciente país solo controlaba el territorio entre Copiapó y la margen meridional del río Bío Bío, estando bajo control realista además de Talcahuano, Valdivia y Chiloé.

De hecho, el territorio de Arauco tampoco estaba controlado por los patriotas, ya que por él merodeaban numerosas guerrillas partidarias de la Corona Española.

Al término de sus palabras Bernardo emplaza decididamente a los destinatarios de la proclama al señalar; “La Patria va  a premiar vuestra lealtad o castigar ejemplarmente vuestra ingratitud. Decidíos. Calculad vuestra suerte, por cuya prosperidad trabaja vuestro paisano y verdadero amigo”.

No hay duda alguna, Arauco y sus habitantes siempre fueron para O´Higgins un motivo de especial atención, desde que inició sus estudios en el Colegio de Naturales de Chillán siendo un niño.

Ejemplo de ello es la estrella solitaria de la actual bandera nacional, identificada por nuestro prócer como el planeta Venus venerado por los Araucanos, o el documento en que declara que todos los habitantes del país incluyendo los pueblos originarios, debían ser llamados chilenos.

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PERLA HISTÓRICA. ARTURO PRAT, EL JURISTA. Mario Barrientos Ossa.

                                                                                    PERLA HISTÓRICA. ARTURO PRAT, EL JURISTA.
Mario Barrientos Ossa.

Con motivo de conmemorarse hoy el aniversario del Combate Naval de Iquique y la gloriosa muerte de Arturo Prat Chacón, cuya figura fulgura en nuestra historia, acompaño un estudio acerca de su desconocida faceta de abogado, que portaba nuestro héroe naval máximo. Asimismo, rindo un tributo de admiración a Miguel Grau, cuya hidalguía se destacó en ese épico combate.

                                                                                               ARTURO PRAT, EL JURISTA.
Mario Barrientos Ossa.
Rancagua, Chile

Me parece necesario recordar que Prat fue abogado, que se sintió llamado por el mundo del Derecho, y que con grandes sacrificios pudo conciliar su labor como oficial de la Armada con las aulas universitarias, hasta lograr su meta.
Considero un agrado reproducir en estas líneas una reseña de esta poco conocida etapa en la vida de Prat, que nos hace sentir el orgullo de proclamar que nuestro héroe es el abogado de muerte más gloriosa en nuestra historia.
La autoridad universitaria extendió el siguiente informe, con fecha 23 de julio de 1876: “Señor Rector: Don Arturo Prat Chacón ha rendido examen de Código de Minas y Práctica Forense y en ambos salió aprobado unánimemente. Puede ser admitido a las pruebas finales. Enrique Tocornal”.
El 26 de julio se informa que rindió su examen de grado, ante los profesores Ocampo, Cerda, Vergara Albano, Lira y Tocornal, y fue aprobado unánimemente. Enseguida leyó una memoria sobre la Ley de Elecciones y fue igualmente aprobado. Firma el mismo Enrique Tocornal.

El 31 de julio rindió su examen ante la Corte Suprema y fue aprobado. Cabe recordar que en esos años, la Excma. Corte examinaba a cada uno de los postulantes al diploma, y esa es la explicación que hasta hoy, el título no lo otorga la Universidad, sino la Excma. Corte, aunque se haya perdido la razón de ser que le dio origen, puesto que tales exámenes ya no se llevan a cabo.
A título de anécdota, cabe recordar lo que publicó el decano de nuestra prensa nacional, “El Mercurio” de Valparaíso, con fecha 2 de agosto de 1876, con el siguiente tenor: “Ayer rindió examen de abogado ante la Corte  Suprema de Justicia, el capitán de corbeta, segundo comandante de la Esmeralda, don Arturo Prat.  El señor Prat solo ha concurrido  a las aulas del Instituto Nacional, para rendir siempre las más brillantes pruebas de competencia en los diversos ramos del Derecho. Nuestro foro  ha hecho, con el ingreso del señor Prat, una valiosa adquisición. A su talento distinguido para apreciar con rapidez las más intrincadas  cuestiones de Derecho, une  un carácter investigador  y un espíritu analítico que le permite profundizar   y resolverlas con el acierto de un viejo jurisconsulto. Es un abogado en la más estricta acepción de la palabra y de ello tenemos pruebas evidentes  en algunos escritos que la prensa ha registrado sobre cuestiones de jurisprudencia y en los cuales campean  la observación certera y el lógico razonamiento. Lo mismo nos prueban algunas defensas que el señor Prat  ha hecho con brillo en consejos de guerra y que también se han publicado. Nuestra Armada, cuenta desde hoy, con un abogado, que es el primero salido de su seno. Lo felicitamos por ello y felicitamos también al joven jefe cuyo amor a la ciencia no podía menos que servir de poderoso estímulo a sus alumnos de la Escuela Naval”.
Nótese que Prat no fue un alumno del montón, y que su aventura de titularse de abogado mereció elogiosos comentarios en la prensa, lo que revela que era conocido por sus condiciones intelectuales y morales.
El 27 de julio de 1876, su esposa Carmela Carvajal le había escrito, refiriéndose a la aprobación de su examen de grado: “Mi Arturo adorado: En la mañana de hoy recibí juntas tus cartas del 25 y 26 portadoras de tan buenas nuevas, que me hicieron derramar lágrimas de felicidad. Recibe, mi bien, mil y mil felicitaciones de toda la familia y en particular de tu Carmela que da gracias al Todopoderoso que ha premiado tus nobles esfuerzos. Lo único que siento es que me voy poniendo orgullosa pero esto no te dé cuidado, porque yo sé serlo a mi modo, tal vez el solo que lo sufrirá eres tú, porque te tendré más regalón…” En ese matrimonio reinaba el amor.
Casi tres años después de estos hechos, el héroe de la paz pasaba a la inmortalidad como el gran héroe de la guerra.
En ambas conductas, el código moral fue uno solo: terminar lo empezado, cumplir la palabra, aunque cueste la vida.
¡Cuán olvidado y envejecido yace ese mismo código, si observamos la realidad actual!
Un aporte de nuestro Pas Presidente Gustavo Basso Cancino

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News, U al dia

HOMENAJE DE LA UNIÓN A LA ARMADA DE CHILE

 

                                          HOMENAJE DE LA UNIÓN A LA ARMADA DE CHILE[1]

            La Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional rinde un homenaje a la Armada de Chile, institución que nace con la patria y que ha navegado al servicio de Chile durante más de 200 años de su vida independiente. Esta institución, a lo largo de su existencia, ha forjado en sus tripulaciones una sólida vocación de servicio en beneficio del devenir de Chile y ha estado siempre presente en momentos cruciales de nuestra historia. Sus miembros son herederos de una tradición de valor, honor y sacrificio. En estos dos siglos la Armada ha escrito capítulos gloriosos de nuestra historia republicana y ha entregado a Chile héroes que, fieles a su juramento solemne, han dado su vida en defensa de los intereses supremos de nuestra nación y que nos han legado el lema “vencer o morir”.

            Entre los hitos históricos que han posicionado a nuestra Armada como una marina profesional, eficiente y de arraigadas tradiciones podríamos mencionar, en una apretada síntesis, los siguientes: en los albores de nuestra independencia la necesidad de crear una fuerza naval, a fin de ejercer algún grado de control del mar por parte de los patriotas, llevó a la organización de la primera escuadra nacional y a las primeras acciones del naciente poder naval chileno; la llegada de Lord Cochrane a Chile, la expedición libertadora del Perú, la captura de la fragata “Esmeralda” en el Callao y la toma de los fuertes de Corral y Valdivia; la campaña para la incorporación de Chiloé a la naciente República; la ocupación del Estrecho de Magallanes —que daría a Chile el dominio efectivo en el extremo austral, gracias al pensamiento visionario del Libertador capitán general Bernardo O’Higgins Riquelme y a la acción del presidente Manuel Bulnes—; la guerra contra la Confederación Perú-boliviana; la guerra contra España; el papel decisivo de las fuerzas navales chilenas durante la Guerra del Pacífico —tanto en el aspecto material como moral—; la incorporación de la isla de Pascua al territorio nacional; su participación en la Guerra Civil de 1991; el rescate de los náufragos de la expedición antártica del “Endurance”; su contribución al desarrollo nacional y el apoyo a zonas aisladas del territorio austral.

            En esta ocasión nos parece pertinente destacar el pensamiento marítimo estratégico del padre de la patria, Bernardo O’Higgins, por frases que pronunciara en dos ocasiones memorables y trascendentes para Chile y América. La primera, cuando expresa después del triunfo de Chacabuco: “Este triunfo y cien más serán insignificantes si no dominamos el mar”; luego, el 10 de octubre de 1818, al despedir desde los altos de Valparaíso a la Primera Escuadra Nacional: “Tres barquichuelos despachados por la Reina Isabel dieron a España el continente americano; esos cuatro barcos que acabamos de preparar le arrancarán esa importante presa”, frase que alguien cambió por “de esas cuatro tablas penden los destinos de América”, que tiene similar significación.[2] También nos parece pertinente citar la determinante expresión de Diego Portales en su carta a Blanco Encalada: “Las fuerzas navales deben operar antes que las militares, dando golpes decisivos. Debemos dominar para siempre en el Pacífico: ésta debe ser su máxima ahora, y ojalá fuera la de Chile para siempre. Las fuerzas chilenas vencerán por su espíritu nacional”.[3]

            La Armada de Chile, consciente de sus elevadas misiones de defender la patria, contribuir a la seguridad nacional y garantizar en última instancia el orden institucional de la República, en conjunto con el Ejército, la Fuerza Aérea y Carabineros ejercieron en el año 1973 el legítimo derecho de rebelión a fin de salvar a Chile de caer bajo una tiranía comunista y, durante la segunda mitad del siglo pasado —lideradas por un gobierno firme, resuelto y decidido a defender los más altos intereses nacionales—, lograron disuadir a Perú y a Argentina de iniciar una inminente agresión armada.

Confiamos en que la Armada de Chile continuará navegando a rumbo seguro hacia el puerto del bien común; procurando que nuestra nación subsista; que nuestro patrimonio histórico, cultural y espiritual no se tergiverse ni se mancille; y buscando el futuro esplendor que nuestro himno nacional nos promete.

[1] Artículo elaborado por el capitán de navío Adolfo Paúl Latorre.

[2] VALENZUELA Ugarte, Renato. Bernardo O’Higgins. El Estado de Chile y el poder naval. En la Independencia de los países del sur de América. Andrés Bello, Santiago, 1999, pp. 182-183.

[3] VALENZUELA Ugarte, Renato. Génesis y desarrollo del pensamiento marítimo en Chile. Una visión en la perspectiva del Bicentenario. Centro de Estudios Estratégicos de la Armada y Centro de Estudios Bicentenario, Santiago, 2010, pp. 108-109.

Cadete Naval Arturo Prat Chacón – Portal de los 7 mares

La Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional, saluda a los integrantes de la Unión y que fueron parte importante en el desarrollo y proyección de nuestra Armada a través de su hístoria y les desean  que  continúen navegando hacia un mejor porvenir y que juntos activos y retirados mantengan las esperanzas y deseo de un futuro mejor para nuestro país. “Vencer o Morir”

VIDA DE PRAT_0

Ir a nuestra Armadahttps://www.armada.cl/armada/site/edic/base/port/nuestra_armada.html#1

Himno de nuestra Armada:https://www.armada.cl/nuestra-armada/himno-de-la-armada-de-chile-brazas-a-cenir

Saludo de la FACH

Saludo del Ejército  en :https://www.youtube.com/watch?v=WBGtG7tKICY

Ceremonia y desfile en honor a las glorias navales: https://www.youtube.com/watch?v=37kcqYIB8BI

Columna de Opinión, News

A propósito de Putre. Jorge Villarroel Carmona

                                                                                              A propósito de Putre
Jorge Villarroel Carmona

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Columna de Opinión, News

“NUDA VIDA” CARCELARIA. Carla Fernández Montero, Abogada Derecho Penitenciario

                                          “NUDA VIDA” CARCELARIA

Carla Fernández Montero, Abogada Derecho Penitenciario

Diario Constitucional, 18/05/2024

El Estatuto de Gendarmería de Chile en el inciso 3° del artículo 6°, establece: “La Administración Penitenciaria velará por la vida, integridad y salud de los internos y permitirá el ejercicio de los derechos compatibles con su situación procesal”.

Esta finalidad -coherente con el sistema de garantías y con el derecho internacional- es en realidad letra muerta. Explicaremos brevemente el porqué de esta aseveración.

Sabemos que la medicina moderna se basa en los registros médicos. Y en el caso de las enfermedades crónicas -que, por edad, afectan a la mayoría de los presos por causas de DD. HH.- la necesidad de tratamientos a largo plazo con frecuencia requiere una capacidad rutinaria para mantener registros médicos y para programar y realizar un seguimiento regular de multitud de citas médicas.

Sin estas rutinas, los pequeños problemas de salud se hacen catastróficos y el tratamiento médico en sí mismo se convierte en un riesgo para la vida y la integridad física.

Pues bien, veremos como la inobservancia por Gendarmería de Chile del factor anterior, sumado a la inexistencia de un médico de planta en los penales que albergan personas condenadas por causas de DD. HH., como el penal de Colina I, cobró la vida de tres internos del Pabellón Asistir de dicho recinto durante solo este último año.

El primer caso fue el de Eduardo Cabezas Mardones, quien después de padecer varios días de fuertes dolores en el abdomen, y recibir por parte del personal TENS del penal solo analgésicos -pese a tener una ficha clínica que indicaba problemas a la vesícula-, soportó dolores a niveles extremos la noche del 7 y mañana del 8 de junio de 2023, y luego de un padecimiento acompañado de gritos de dolor durante toda esa mañana, recién fue llevado en horas de la tarde al SAPU, lugar donde terminó falleciendo a las 17:15 horas por un choque cardiogénico /Infarto agudo al miocardio, a raíz del envenenamiento de la sangre, producto que la vesícula biliar reventó.

El mismo patrón ocurrió pocos días después en relación al interno Raúl Durán Martínez -con antecedentes de cefaleas e hipertensión- que luego de constantes dolores de cabeza fue tratado por el personal de la enfermería del penal nuevamente sólo con analgésicos, y terminó falleciendo hospitalizado por un ACV hemorrágico el día 12 de julio de 2023.

Igual situación se repitió meses más tarde con el recluso Valentín Riquelme Villalobos, quien luego de soportar fuertes dolores estomacales y ser diagnosticado por la enfermera de un “dolor de estómago”, medicamentándolo sólo con analgésicos, terminó falleciendo por una peritonitis aguda apendicular el día 15 de febrero de 2024. También este interno tenía antecedentes médicos que ameritaban su traslado inmediato a un centro hospitalario, pudiendo haber evitado su muerte.

Estos tres casos demuestran la gran desconexión entre la política carcelaria y la ética de la prestación de cuidados.

La atención médica de los internos es vista con desdén y los funcionarios de Gendarmería de Chile (policiales y administrativos) se muestran habitualmente hostiles frente a esta obligación, viéndola como imposiciones injustas o improcedentes y, como una oportunidad para tomar represalias en contra de los internos necesitados de atención médica, por medio de malos tratos, desorden en las prescripciones (realizadas sin la firma de un médico), demoras en la atención por la enfermería, rechazo de peticiones de horas médicas, pérdida voluntaria de las mismas, deficiencias en el traslado a centros de salud, etc., justificando estas acciones en que “siguen órdenes de arriba”.

Gendarmería de Chile no solo es incompetente para la atención médica que la Constitución Política y su Estatuto obliga realizar, sino que, al interior de este órgano, se ha establecido una lógica penal antitética a ella.

En otras palabras, y más allá del problema obvio para los internos de tener que tolerar la negligencia profesional y la mantención de “personal médico” inidóneo para el cumplimiento de la finalidad establecida estatutariamente, las carencias y la falta de disciplina de Gendarmería de Chile, también fomenta una cultura de falta de responsabilidad y de profesionalidad según la cual la aceptación de condiciones degradantes y humillantes se vuelve rutinaria y admisible, violentando los derechos fundamentales de los presos, y gatillando el derecho cautelar de urgencia, como ha sucedido -sobre todo- este último año.

Sin embargo, incluso bajo la amenaza de desacato, Gendarmería de Chile no ha sido capaz de reordenar el sistema de salud penitenciario derivado -por ejemplo- del hacinamiento que están siendo objeto sus cárceles. El personal carcelario (policiales y administrativos), no solo carecen de la voluntad de reforma o cambio, sino, además, de la capacidad de pensar en los presos por causas de DD. HH. como seres humanos.

El mismo hecho que no existan médicos de planta en los penales de Punta Peuco, Colina I y San Joaquín, favorece esta situación de completa inhumanidad carcelaria, ya que la supuesta inquebrantable ética profesional del médico permitiría proteger y ayudar a sus pacientes, independientemente de su situación moral o jurídica, de tal forma que el estigma del “violador de DD. HH.” no permee la “atención médica” propiamente tal, cuestión que no ocurre, por ejemplo, con los TENS o las enfermeras contratadas, quienes por un tema de “lex artis”, carecen de este compromiso desprejuiciado con la salud de las personas, según se ha evidenciado.

Así las cosas, y aun cuando no exista un maltrato físico directo (vías de hecho) hacia los internos, la crueldad contra ellos se manifiesta a través de otras modalidades canallescas, como la indiferencia deliberada a las graves necesidades de atención médica, y que si bien pueden ser asignadas –prima facie– a infractores individuales, lo descrito más bien hace referencia a un método sistemático y planificado de dirigir una institución como Gendarmería de Chile, diseñado para degradar a las personas privadas de libertad por causas de DD. HH. y fomentar una conducta inhumana hacia ellas, amparándose en una ideología “igualitarista” que no distingue entre reos viejos y jóvenes, entre presos sanos y enfermos, entre internos peligrosos e inofensivos, etc., o simplemente, recurriendo a las mentiras plasmadas en los diversos informes que evacuan a raíz de las acciones de amparo y protección presentadas por los afectados.

Esta fórmula de apelar a la “igualdad”, en el fondo, ha permitido que el Administrador penitenciario evada el “costo económico” de mantener presa a una persona vieja y enferma crónica. Lo indignante, es que tampoco ha buscado o aceptado fórmulas eficientes y eficaces -que no comprometen el erario público- para enfrentar este problema. En alguna carta anterior se habló de la política carcelaria del “perro del hortelano”.

Graficaremos con un ejemplo -aplicable a muchos reos por causas de DD. HH.- lo que esta infausta política carcelaria puede llegar a significar:

Es un hecho notorio que debido a la evolución de costes de las enfermedades crónicas su sostenibilidad económica requiere un manejo meticuloso de las necesidades rutinarias de cuidado. Los diabéticos, por ejemplo, necesitan medir el nivel de azúcar en la sangre durante todo el día, ajustando su dieta y, tal vez, el suministro de insulina.

Si no se adopta este tipo de gestión, se incrementa el daño a los riñones y la degradación de la función renal produce daños en la circulación sanguínea, que se manifiestan en enfermedades del corazón y daños en manos y pies.

Eventualmente, en una etapa avanzada de la enfermedad, puede ser necesario hacer diálisis del riñón y amputar extremidades, lo que requiere especialistas y genera costos extraordinarios. El mismo patrón se da con otras enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer.

En efecto, los presos por causas de DD. HH. son un conjunto ordinario de seres humanos, con cuerpos ordinarios, pero cuyas dramáticas “historias de cárcel”, nos muestran un sistema penitenciario que ya no los reconoce como tales.

Hay tres patrones que se repiten en estas “historias de cárcel”:

1.- La enfermedad crónica;

2.- La falta de atención médica individualizada;

3.- La inhumanidad básica.

La aplicación de la ideología “igualitarista”, ha permitido que los cuerpos y las mentes de los presos por causas de DD. HH. -siguiendo la lógica del resto de la población penal mayoritariamente peligrosa del país- se pensaron como amenazas a la seguridad en todas las formas posibles; pero las amenazas generadas por las instalaciones carcelarias deficientes a esos cuerpos y mentes no fueron tomadas en cuenta, en absoluto.

Es como si los cuerpos viejos, enfermos o discapacitados de estas personas privadas de libertad fueran definidos por su condición de “violadores de DD. HH.”, que carecen de órganos sujetos a enfermedades, de un esqueleto susceptible de experimentar fracturas o de músculos proclives a sufrir lesiones.

Una visión infrahumana de ellos que los muestra como una suerte de cascarón de carne vacío, indolente, que puede ser instrumentalizado por el Estado.

Ciertamente, la falta de atención médica de estas personas sufrientes revela un profundo nivel de negligencia y desprecio por parte de Gendarmería de Chile, como si los cuerpos incapacitados o enfermos no estuvieren sujetos al sufrimiento que acompaña a la lesión, la enfermedad y la muerte, como si no fueran humanos.

Esta irresponsabilidad e inhumanidad institucionalizada y que afecta a personas de carne y hueso, no solo se observa en el ámbito de las atenciones médicas de enfermedades crónicas de los presos, sino en muchos otros, cuyo análisis merece especial dedicación (quizás en otra carta), como son: el hacinamiento descontrolado que están siendo objeto estos recintos carcelarios y sus nefastos efectos en la población penal, como la supresión de espacios vitales, como los comedores, hoy destinados a dormitorios, provocando serios problemas sanitarios; las severas restricciones al régimen de visitas, arbitrarias e ilegales; las nuevas y serias limitaciones en el sistema de encomiendas, afectando la calidad y cantidad de la alimentación e higiene de los presos; el rechazo a la ayuda médico-privada por medio de brigadas humanitarias de profesionales especialistas; la denegación de donaciones privadas de containers habilitados para mejorar la vida de presos viejos y moribundos; la prohibición de calefacción en espacios comunes; etc.

En resumen, la forma en que se está ejerciendo el poder penitenciario sobre los presos por causas de DDHH, está violando la dignidad de los internos, y la mayoría de sus derechos penitenciarios garantizados constitucionalmente, se están transformando en papel mojado, aun cuando, quienes están pagando por su delito, sigan siendo seres humanos, y si bien muchos de ellos probablemente no volverán a la sociedad, ello no debe significar su negación como existencia humana reconocible, reduciéndola a una existencia biológica pura, una suerte de “nuda vida”.

Un sistema penitenciario organizado sobre la base de la negación de la humanidad del preso, especialmente, si es una persona vulnerable por edad y mala salud, no puede preservar la dignidad humana de ellos, y como tal, se transforma en un desastre humanitario, o más bien, en un geriatricidio carcelario.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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