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“NO ERA DE LA CMF, NI FUNCIONARIO PÚBLICO”: FISCALÍA DESCUBRE QUIÉN ERA EL HOMBRE DE LOS “DIEZ PALOS” MENCIONADO EN EL AUDIO DE HERMOSILLA, VILLALOBOS Y SAUER. Víctor Rivera y Leslie Ayala

 

                                                                      “NO ERA DE LA CMF, NI FUNCIONARIO                                                                                         PÚBLICO” FISCALÍA DESCUBRE QUIÉN ERA EL                                                                           DE LOS “DIEZ PALOS” MENCIONADO EN                                                                                    EL AUDIO DE HERMOSILLA, VILLALOBOS Y SAUER

Víctor Rivera y Leslie Ayala

La Tercera PM, 22/12/2023

El Ministerio Público ya comienza a formarse un panorama sobre lo ocurrido en base a declaraciones y otros peritajes. Es así que se estableció que el abogado Adrián Fuentes -exasesor de Hacienda entre el 2000 y 2010- fue contratado por Leonarda Villalobos para orientarla técnicamente en la defensa de STF Capital ante la Comisión para el Mercado Financiero, pero cuando el profesional estaba sin trabajo. Entre ambos se acordó un honorario de $ 15 millones, pero sólo se le alcanzó a remunerar un tercio de este dinero. Fuentes, finalmente, se habría visto envuelto en una polémica trama solo por una asesoría.

En marzo de este año, Adrián Fuentes Campos estaba sin trabajo después de un largo periodo en el servicio público.

Entre 2000 y 2010 trabajó como asesor jurídico del Ministerio de Hacienda, colaborando con los ministros Nicolás Eyzaguirre (2000-2006) y con Andrés Velasco (2006-2010); después tuvo un paso por la Unidad de Lavado de Activos (UAF) y también por la Tesorería General de la República.

Su especialidad: el conocimiento que tenía en materia de regulación de mercados y el derecho financiero, pues le tocó comparecer a distintas comisiones del Congreso para ayudar a la redacción de este tipo de normas.

Aunque su prioridad estaba en el servicio público, aceptó algunas ofertas desde el mundo privado, dado que tenía que subsistir económicamente. Con algunas deudas y otros compromisos se le hacía urgente cerrar un trabajo, por lo que fue ahí que apareció una tentadora propuesta.

Fue contactado ese mes por Leonarda Villalobos, a quien conocía de hace algunos años.

La abogada le dijo que necesitaba ayuda para tramitar la defensa de un proceso que se le había abierto a un cliente en la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Villalobos le reconoció que estaba trabajando -en conjunto con Luis Hermosilla- para STF Capital, de propiedad de Daniel Sauer, pero que como se estaban aplicando normas y regulaciones “relativamente nuevas”, decidió pedirle la ayuda. Remunerada, por cierto.

Fuentes aceptó sin imaginar lo que significaría para su carrera, pues ocho meses después se vería en vuelto en un escándalo de proporciones. La Fiscalía abrió una investigación en noviembre, luego de que recibieran un audio que registraba una conversación entre Hermosilla, Villalobos y Sauer, donde se hablaba de sobornos y coimas.

Hasta ahí, el abogado aún no se daba por notificado, hasta que el 28 de noviembre fue citado a declarar en calidad de testigo por la Fiscalía.

En ese entonces ya estaba trabajando como asesor jurídico del Registro Civil, donde había llegado en abril de este año. La Tercera reveló la diligencia y el director del servicio le solicitó su renuncia por no informar su citación.

Ninguna institución quería estar involucrada en el incipiente caso.

El trato. Quienes conocen a Fuentes dicen que la situación lo golpeó. Entregó su teléfono a la Fiscalía, declaró, pero negó cualquier irregularidad, pues asegura que sólo prestó una asesoría técnica, antes de ser funcionario público, y en un área netamente técnica.

La Fiscalía ha ido comprobando algunas partes de su versión con otros involucrados, como, por ejemplo, en el testimonio de Leonarda Villalobos, quien habría señalado que nunca hubo nada ilegal respecto de Adrián Fuentes, es más, desde el entorno de la abogada defienden la legalidad de sus servicios.

Cercanos a Hermosilla también confirman esta versión. En el caso del influyente abogado, este sólo habría participado una vez en una reunión con Fuentes.

El trato que cerró Villalobos con Fuentes fue por una cifra cercana a los $ 15 millones. La abogada, primero, le mostró un escrito que habían preparado con Hermosilla para adjuntar al proceso sancionatorio de la CMF, pero el especialista lo corrigió profundamente, pues advirtió que no estaba del todo correcto técnicamente.

En ese periodo de tiempo, el abogado tomó contacto con una vieja conocida: la periodista Marcela Gómez, quien trabajaba en la CMF, y con quien habían compartido funciones en el Ministerio de Hacienda.

Según fuentes del caso, no se relevó nada secreto, y de acuerdo a la versión entregada por la propia profesional, fueron “comentarios de orden general y no esenciales en relación al caso de la corredora”.

Gómez se autodenunció una vez que el nombre de Fuentes fue publicado y vinculado al caso.

Una deuda que costó cara. Del total de honorarios comprometidos, primero se pagaron $ 5 millones. Sin embargo, como Fuentes mantenía algunas deudas, habría solicitado a Villalobos que abonara este dinero directamente en una de las entidades en las que debía dinero.

Un mes después, Fuentes ingresó al Registro Civil. El trabajo con Leonarda Villalobos ya lo había hecho, aunque aún le adeudaban los $ 10 millones restantes.

En la investigación, la Fiscalía ha estado chequeando lo señalado por Fuentes y también por Villalobos. Ambas versiones coinciden, como también uno de los pasajes señalados en el audio filtrado.

En un momento, Hermosilla señala: “Hay que armar una caja, necesitamos una caja. Hay que ‘chipearles’ a más huevones. Hay un huevón de la CMF al que le debemos plata también, le debemos 10 o 12 palos, no sé, la Leo tiene los números anotados”. La persona a la que se le debía ese monto, según ha podido establecer la Fiscalía, es Fuentes.

¿Por qué se dijo eso, entonces? Fuentes del caso aseguran que Hermosilla dio por hecho que se trataba de un funcionario del CMF, pero que “no era de la Comisión, ni funcionario público” y solo habría ayudado a corregir un oficio.

Otra tesis de la indagatoria es que se armó este relato para hacerle creer a Sauer que había una red de influencias en el servicio, y que todo sumaba para ayudarlo a zafar de una sanción que luego, a pesar de todo, se concretó igual.

Los consultados agregan otro antecedentes: la renovación de Andrés Montes para liderar la Unidad de Investigación de la CMF, lo que fue un espaldarazo a su gestión, descartando cualquier vínculo con el caso, luego de ser también mencionado en el audio.

Es más, el sumariante que lleva la indagatoria interna, y también comisionado, Beltrán de Ramón, votó a favor de su renovación.

Las versiones encontradas por las motivaciones de los actores del audio para hablar lo que hablaron ese 22 de junio, es algo que la Fiscalía seguirá indagando, pero hasta ahora, ni en la Comisión ni en la figura de Fuentes se han encontrado indicios de ilegalidad.

Al parecer, solo estuvo justo en el día y hora menos indicado.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional (Unión)

HISTORIA MILITAR Y HÉROES OLVIDADOS, News

Don Pedro de Valdivia y la navidad de 1553. Marcelo Elissalde

                                                                  Don Pedro de Valdivia y la navidad de 1553

Marcelo Elissalde

En Navidad de 1553, el Conquistador de Chile Don Pedro de Valdivia mientras se dirigía desde Concepción al fuerte de Tucapel, con 50 hombres fueron emboscados por cientos de araucanos dirigidos por Lautaro, todos perecieron y el cuerpo de Valdivia fue desmembrado salvajemente.

Una vida breve y un legado profundo: desde Perú trajo a este rincón del mundo, con virtudes y defectos, la Cultura, esto es el idioma, las instituciones, el Derecho, el Evangelio y la fundación de numerosas ciudades como Santiago, Villarrica, Valdivia entre muchas otras.

Como dijo Jaime Eyzaguirre vino a hacer una obra” Fundacional” a crear lo que sería Chile.

Su vida sentimental compleja: Casado en Extremadura con doña Marina de Gaete.  Él parte solo a la conquista, pasa por Panamá y encuentra a doña Inés de Suárez, viuda, nace el amor y ella lo sigue al Perú y luego a Chile.

Ante las habladurías, la Autoridades Españolas lo hacen repudiarla, Don Pedro para no perjudicar la casa con su Capitán Soltero, Rodrigo de Quiroga y les concedió unas tierras en los cerros de Alhué en Melipilla, ricos en minerales.

A su vez doña Marina optó por venir a encontrarse con su marido a Chile, cuando llegó, los araucanos ya lo habían ejecutado, fue muy doloroso para ella y decidió quedarse para siempre en el país por el cual su esposo perdió la vida, endeudado, además. Nunca se casó ni formó familia, al final de sus días, vivía pobremente, la recogieron y apoyaron los monjes Franciscanos y en dicho templo de la Alameda está sepultada.

A pocas cuadras de allí en la iglesia de La Merced están sepultados Rodrigo de Quiroga e Inés de Suárez. He estado en ambos templos dejándoles una oración a cada uno.

Nota: El Capitán Quiroga venció a Lautaro en el río Mataquito cerca de Talca y en recuerdo de su jefe, también lo desmembró esparciendo su cadáver por la región.

Saludos en el día, también de este importante hecho de la Historia Patria.

Feliz Navidad.

 

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SOLILOQUIOS DE BELÉN. El dueño del establo. Giovanni Papini

 

                                          SOLILOQUIOS DE BELÉN

Giovanni Papini

El dueño del establo. Ya he dicho que sí, casi me arrepiento… En la posada no los han querido, no tenían dónde caerse muertos… Son débiles: me he dejado conmover, especialmente por ella, con esa cara humilde y sin embargo apasionada, con sus ojos de niña que ha venido de un mundo más claro que el nuestro.

Y parece que lleva un gran secreto contra el pecho como otra llevaría un ramo de flores. Es tan inocente, cándida, pura, que parece imposible que tenga que parir de un momento a otro.

No he tenido valor para sacármela de encima, de noche, en ese estado: acaso he obrado mal, pero ya no hay remedio. Se han sentado en el establo, en silencio, como si esperasen sin palabras o esperasen un milagro.

También el viejo parece una persona de bien. Asiste a esa pobre mujer con tantos miramientos como si ella fuese una reina y él un señor convertido en esclavo. No entiendo nada. Van por el mundo, solos, sin un criado, sin una mujer que pueda ayudar a esta niña que está a punto de sufrir…

¿Por qué habrán salido precisamente los últimos días del embarazo? Llevar a esa pobrecita por los caminos, en este mes frío y en sus condiciones, no es propio de un hombre juicioso.

Total, que no he tenido valor para dejarlos marchar desconsolados. El establo es viejo y sucio, pero, por lo menos, tienen un poco de techo sobre la cabeza y las bestias siempre dan un poco de calor.

Aunque me haya equivocado, lo he hecho con un buen fin: el Señor no me castigará. He sentido como si una voz interior me empujara a albergar a esos dos pobres extraviados. Y hasta el Libro ordena dar alberque a los peregrinos abandonados. ¡Dios quiera que todo termine bien para ellos y para mí!

El pastor que se ha quedado atrás. ¡Qué furia, mis compañeros apenas han hablado con aquellos jóvenes desconocidos! Yo soy más viejo, y no puedo correr como ellos, pero, en compensación, conozco el mundo un poco mejor que ellos.

¿Quiénes serán aquellos luminosos? Aquí en el pueblo nunca los habíamos visto. Deben ser forasteros y de los forasteros hay que fiarse hasta un cierto punto. Ponerlos a prueba, interrogarlos… No, señor, mis compañeros, en seguida, a las primeras palabras, han levantado los brazos como alas y han salido corriendo como el viento.

A decir verdad, aquellos hombres no parecían ni hombres como nosotros. Tenían la cara y los vestidos iluminados, sin que pudiera entender de dónde venía la luz. No se llevaban linternas, el fuego estaba apagado y luna no hay. Y, sin embargo, parecía que tenían delante un fuego más que ardiente.

Podrían ser espíritus del Señor, pero también podrían ser fantasmas o, peor todavía, demonios que ruedan de noche.

En cambio, estos cabreros se han quedado allí, con la boca abierta, escuchando, y se lo han tragado todo en seguida. ¿Y qué han sabido? Que allá abajo, en aquella gruta, ha nacido un Rey. Pero, por lo que he aprendido en los setenta años que estoy en el mundo, los reyes nacen en los palacios de las ciudades y no en las cuadras, en medio de las porquerías de los animales.

Y parece ser que este Rey desciende nada menos que de David y el Hijo de Dios. Pero nuestro Adonai, que yo sepa, no tiene hijos: es el Señor único, creador del cielo y de la tierra y no hay otros dioses fuera de Él. En cuando a la familia de David, después de mil años y pico, mucho me temo que no quede de ella en la tierra ni sombra. Y esos corren, como locos, perseguidos, para ir a ver el milagro. Sin embargo, también yo quiero ir allá abajo: nunca se sabe…

El gorrión en el tejado. No entiendo nada de lo que pasa. Luz arriba y luz abajo. Parece que se está haciendo de día y, sin embargo, este no es calor del sol. Me parece que hace poco he regresado al nido y en esta época del año las noches no terminan nunca. No puede ser la mañana. Aquí hay un misterio.

Abajo en el establo oigo voces; arriba en el cielo otras voces, no sé de quién. ¿Será posible que los hombres se hayan puesto a volar como nosotros? ¡Será nuestra ruina!

El hecho es que esta noche no es posible dormir en paz.

Y a mí, que mañana a primera hora tengo que levantar el vuelo para buscar alguna semilla o algún residuo para no morirme de hambre, estas luces y estas voces no me convienen nada.

Las otras noches estábamos tan en paz que era un encanto. En verdad no sé lo que tiene que buscar la gente a esta hora para fastidiar a un pobre pájaro que durante el día tiene que afanarse para ganarse la vida. ¿Por qué no duerman tranquilos, como hacía yo?

Parece imposible, pero esos brutos gigantes de dos piernas parecen creados aposta para nuestro castigo. O nos hacen prisioneros, o nos matan, y, no contentos con esto, me fastidian el sueño.

El buey. ¿Quién habrá dado a esos el derecho a invadir mi casa? Es la primera vez que los veo. Esa joven no es la mujer del guardián, y ese viejo no es el boyero. Y, sin embargo, están haciendo de dueños y hasta han ocupado el pesebre destinado al heno. ¿Qué señorío es este?

¿Qué habrán puesto dentro del pesebre?

¡Vaya! Ahora lo veo. Es un hijo de mujer, ¡un hombre apenas nacido! ¡Pero qué diferente es de todos los demás! En mi vida he visto una criatura parecida. No llora, como hacen los niños, no duerme, no gime, no grita. Tiene los ojos abiertos, grandes, serenos, como el cielo de abril.

No parece un niño de verdad, sino una aparición, un pequeño Dios que por equivocación ha ido a parar en medio de la hierba seca…

Nunca me había dado cuenta de lo oscuro y sucio que es este establo. Me avergüenzo de no tener un sitio más bello, más digno de él. Descubro las telas de araña que antes no había visto; las maderas carcomidas; las losas del suelo todas húmedas, todas negras. ¿Cómo es posible que un ser tan milagroso haya escogido esta mugrienta cabaña para venir al mundo?

De él emana un resplandor caliente, una luminiscencia amorosa que atraviesa todas las cosas y hace bien al corazón. Los hombres no son así ni cuando nacen. Los hombres son duros, burdos, crueles, tristes…

Ahora sonríe y parece que quisiera hablar. Se da cuenta de que le miro y parece que me da las gracias. No tiene miedo de mí. Casi diría que me quiere y que me quisiera consolar. En ninguna mirada humana he descubierto una expresión igual.

Ya soy viejo y he trabajado durante tantos años que mis pobres huesos están cansados. Pero por él haría cualquier cosa; llevar a cuestas una montaña, arar todos los campos de Judea.

¡Qué podría hacer por él? ¿De qué manera demostrarle mi reconocimiento? ¿Calentarle con mi aliento? Pero ¿seré digno yo, animal de yugo, de acercarme a ese cuerpecillo que reluce?

El asno. Dios ha querido que antes de morir viera cosas maravillosas. ¡Todas las noches aquí dentro, en las tinieblas, cansado y triste, pensando en mi vida desgraciada, sin otra compañía que un buey o un ratón que roe!

Ahora en cambio, me parece estar en el corazón del mundo. Un esplendor que palpita, un cántico que baja de los cielos, una mujer más bella que las otras mujeres, un niño que roba el sosiego a quien le ve. Yo no soy un sentimental, como mi blanco compañero, y tampoco un supersticioso, como mi dueño. Y, sin embargo, no tendría ganas de arrodillarme como hacen estos cabreros que han acudido aquí, corriendo, como si los hubiera convocado un Dios.

También yo he rodado lo mío; una vez he estado en Damasco y seis veces en Jerusalén. Pero no recuerdo un prodigio como este, nunca me he sentido tan feliz como esta noche.

Esa joven que inclina su rostro bellísimo y pálido sobre el fruto de su sangre., casi me hace llorar por no sé qué nueva ternura. Y ese hombre anciano que contempla a la mujer y al niño como si hubiera arrebatado a la felicidad por un sueño. Y esos pastores que tienen la cara más enrojecida por la alegría que por el reflejo de las llamas. Y esa criatura dulcísima tendida en el pesebre, que contempla a todos como si quisiera atraerlos, como si los quisiera consumir con su corazón.

Ese no es hijo de un hombre. He oído decir a los pastores que les fue anunciado el nacimiento de un Dios. Cuanto más lo miro, más me parece verdad. Los hombres no tienen esos ojos, no exhalan ese fulgor.

¡Y pensar que yo lo he visto nacer, yo, pobre bestia de carga, despreciado por todos! ¿Por qué misterio ha querido iniciar su vida aquí, en este pesebre destartalado, destinado a nuestros morros hambrientos? ¿Por qué arcana razón soy digno de ser espectador de un portento tan increíble: el nacimiento de un Dios?

Soy el último de los animales de la tierra, soy un pobre saco de piel llagada y de huesos molidos; pero no me eches, Niño; permíteme también a mí amar a Aquel que un día quiso crear hasta a mí.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

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ISABEL. R Rigoter. El Mercurio, Día a Día, 24/12/2023

 

                                                                     ISABEL

R Rigoter

El Mercurio, Día a Día, 24/12/2023

Soy Isabel, prima de María. Con mi marido, Zacarías, estábamos resignados a no tener hijos hasta que un ángel se le apareció anunciando que yo daría luz a un hijo que debería llevar por nombre Juan.

Todavía recuerdo cuando María vino a visitarme. Yo ya estaba en mi sexto mes de embarazo y ella de poco tiempo.

Cuando me saludó, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre, y sentí que el de María sería un niño extraordinario que Dios había enviado para salvar a la humanidad.

Así, no pude evitarlo y exclamé en voz alta: bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu seno; ¿quién soy yo para que venga a visitarme la madre de mi Señor?

Y ella me respondió humildemente que su alma alababa la grandeza del Señor, y que su espíritu se alegraba en Dios porque había puesto sus ojos en ella, su humilde esclava.

Y que desde ahora siempre la llamarían dichosa porque el Todopoderoso había hecho en ella grandes cosas.

Hasta ayer estaba preocupada por mi prima, ya que supe que había viajado a Belén a causa del censo, estando ya en avanzado estado de gravidez.

Sin embargo, esta noche, mientras hacía dormir a mi hijito Juan, vi que había aparecido una estrella en la dirección en que está Belén, y en ese momento advertí una sonrisa de felicidad en mi niño.

Y entonces sentí en mi corazón la certeza de que mi sobrino, el niño extraordinario de María, había nacido, y que Juanito, mi hijo, tendría por misión predicar su llegada como Mesías.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

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EL DELITO DE PERTENENCIA. Humberto Julio Reyes

 

                                                   EL DELITO DE PERTENENCIA

                                                                                     Humberto Julio Reyes

Se supone que cuando uno lleva ya muchos años a la espalda, nada debiera sorprendernos, sin embargo, nuestro creativo poder judicial, siempre nos depara una que otra sorpresa, ingrata naturalmente.

De un tiempo a esta parte, el activismo judicial es cada vez más notorio, de moda por el tema de las isapres que arriesgan su extinción, con todo lo que ello significa, pero, más a menudo en causas denominadas habitualmente como de derechos humanos.

En este último caso, el punto de inflexión se produjo hace veinte años y como producto de la llamada mesa de diálogo, donde se acordaron diversas formas de facilitar la investigación de los tribunales y establecer justicia, verdad y reparación.

Ello condujo, entre otros atropellos del debido proceso, a la reapertura de causas donde ya existía sentencia ejecutoriada y a otras novedosas formas de condenar a toda costa, como la teoría del secuestro permanente.

En el intertanto se aprobó una reforma procesal penal que, vigente hace ya cerca de los mismos veinte años, no se aplica en estas causas, permitiendo que los ministros de fuero orienten su investigación a condenar a todo evento.

Inicialmente las instancias superiores habitualmente morigeraban los excesos de los ministros de fuero, ya que aún había jueces que aplicaban la ley vigente pero, progresivamente, se ha impuesto el activismo judicial en la forma de prevaricar que distingue a la segunda sala (penal) de la Corte Suprema.

Esta instancia definitiva falla por unanimidad aplicando las más duras penas, aumentando las originales o desconociendo fallos absolutorios de las instancias previas.

Basta revisar la página del poder judicial para comprobarlo.

La cercanía del fin de año y el previsto cambio en su composición parecen haber sido incentivos adicionales para actuar con el máximo rigor, condenando a organizaciones completas a pretexto que cualquiera que las integrara “no podía desconocer” cualquier cosa que en ellas hubiera sucedido.

Para no ser menos, un ministro de fuero, después de reabrir una antigua causa, ha dictado diversas condenas siguiendo una línea similar, llegando al extremo de condenar a todos los oficiales que servían en un regimiento en 1973 y que aún sobreviven, pese a que al respecto ya existe sentencia ejecutoriada sobre los hechos investigados, toda vez que en su momento el responsable fue plenamente identificado y sometido a proceso.

Huelga decir que las penas son altísimas, garantizando que, habiendo ya sobrepasado el inicio de la tercera edad, todos terminarán esta vida en prisión.

Sin embargo, hace 50 años, eran jóvenes con muy poca experiencia y que, en consecuencia, no eran quienes daban las órdenes en su regimiento. Pero, como pertenecían, eso le basta al creativo ministro para condenarlos.

¿Será una forma de imponer una pena colectiva que afecte a la unidad en su conjunto para que, a futuro, otro creativo tribunal disponga su disolución a título de no afectar algún derecho?

¡Y qué decir de la extradición concedida en fecha reciente para que otros dos condenados terminen sus días en una prisión italiana!

Todo un regalo de Navidad para ellos y sus familias.

24 de dic. de 23

Nota del editor: El autor es GDB (R) y Pas presidente de la Unión.

 

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Cambios en el Equipo… Nobleza Obliga. Cristián Labbé Galilea

 

                                                       Cambios en el Equipo… Nobleza Obliga.

Cristián Labbé Galilea

 

En estos días posplebiscito se respira un aire de curiosa apatía, algo así como una dejadez generalizada. Lo confirmó esta pluma al encontrarse con un parroquiano, al que hacía tiempo que no veía, quien al ser consultado con un amigable y esperanzador ¿cómo estás?, respondió “bien”, en “tono zombi” … como poseído por el “fentanilo”, ese potente opiáceo analgésico usado no para el alivio del dolor sino más bien para “borrarse”.

 

El fundamento de su desazón era que, después de cuatro años de una funesta, costosa e innecesaria “clase de educación constitucional”, ¡todo terminó igual como partió en octubre del 19!, con el agravante que, a su ya histórico hastío en la política, ahora se sumaba un insalvable escepticismo e irremontable incredulidad en cúpulas y dirigencias partidistas.

 

Después de una larga tertulia, y no pocos mostos que sin duda ayudaron (in vino veritas), concluimos que había que mirar el vaso medio lleno y no llorar sobre la leche derramada, porque de esta indeseada experiencia cívica había aspectos rescatables.

 

Claramente la gran ganadora fue la sociedad real, el hombre común y corriente. Una vez más, en nuestra larga historia institucional, “el pueblo”, “moyita”, “la chusma adorada” como decía don Arturo Alessandri (el León de Tarapacá) … habló claro: ama a su patria, respeta sus instituciones, sabe que gratis “sólo cantan los pajaritos” y que “nunca mucho cuesta poco” …

 

Ni la derecha ni la izquierda pudieron convencer al ciudadano de a pie que la solución a sus problemas reales llegaba por la vía de la politiquería y la demagogia… Una vez más quedó claro lo declamado por el anti-poeta Nicanor Parra: “la derecha y la izquierda unidas jamás serán vencidas” porque, cuando se trata de defender cuotas de poder, la derecha está dispuesta a votar “con” la izquierda, y la izquierda a votar “por” la derecha.

Como se ha dicho en estas líneas, son pocas las horas que han pasado y muchas las conclusiones que se pueden sacar de lo ocurrido el 17D, pero no basta con ajustar el diagnóstico, ni caer en recriminaciones y “discusiones contra fácticas”: si se hubiera hecho… si los… no hubieran… si esto o lo otro… etc., lo que vale es mirar para adelante y adoptar las decisiones que garanticen la consolidación del modelo de “sociedad libre”.

 

No caben las ambigüedades. La defensa “a firme” de los principios de la libertad, (en todas sus expresiones: educación, salud, religión, emprendimiento…), así como la existencia de un Estado Subsidiario que concurra en beneficio de los más vulnerables, que garantice orden seguridad, justicia e igualdad de oportunidades, deben ser el “leitmotiv” de nuestro políticos y parlamentarios.

 

En suma, para esta modesta, aunque prospectiva pluma, corresponde que, a partir de ahora y no mucho más tarde, se actúe con unidad, prudencia y consistencia, y especialmente, con mucho realismo: los que llevaron al país por este lamentable derrotero están inhabilitados para conducir los pasos siguientes; deben hacerse responsables, dar un paso al costado y dar la oportunidad a nuevos liderazgos al interior de cada partido… ¡nobleza obliga!

 

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News, Seguridad y defensa

A cuarenta y cinco años del día D en el Conflicto del Beagle. Rene Norambuena V .

                                                                          A cuarenta y cinco años del día D en el Conflicto         del Beagle.

René Norambuena V . General (R)

Ex Mayor Comandante del Batallón de Telecomunicaciones del RT5 Patagonia

Hace cuarenta y cinco años un día veintidós de Diciembre de mil novecientos setenta y ocho, las FFAA, Carabineros Investigaciones y reservistas, esperábamos en nuestros puestos de combate, buques y bases aéreas el ataque por tierra, mar y aire Argentino. Nuestros mandos ya habían comunicado del ataque e invasión, siendo objetivos simultáneos en toda la frontera desde la Patagonia hasta el norte de Chile y con centro de gravedad en las islas del Canal Beagle y Punta Arenas, todo esto que  por el desconocimiento de un fallo por las islas del Canal Beagle.

En Magallanes, los soldados en posición de combate, los buques preparados para recibir a la Armada adversaria y nuestros pilotos en sus aviones listos para el despegue. La población civil en un silencio expectante.

Cero miedo o pánico por nuestro lado, solo deseábamos que esto se iniciara y defender con nuestras vidas nuestras ciudades y a nuestra Población. Toda la planificación estaba en marcha y nosotros en silencio de radios mirando el cielo y tratando de escuchar sus aviones o el desplazamiento de tanques y tropa para protegernos y contraatacar ferozmente.

 Esperamos todo el día, repasando el terreno y situaciones que podían venir, sin comer porque no había tiempo para ello y en silencio sepulcral para no delatar posiciones ni movimientos.

El ataque finalmente no llegó. Hubo decepción en la tropa, estar un año esperando en terreno una amenaza de guerra para que no ocurriera nada, produjo una extraña sensación interna de frustración de no enfrentarnos con quienes tanto jugaron a la amenaza y al triunfalismo.

Al año siguiente volvimos a nuestros cuarteles. Gran experiencia que hoy parece que Chile la olvido.

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