Columna de Opinión, News

Exterminio de ancianos militares en el Chile de hoy. Andrés montero. El diario de Madrid

                                                        Exterminio de ancianos militares en el Chile de hoy

En pleno siglo XXI, en Chile hoy la justicia no existe para muchos. Explicar lo acaecido en Chile entre 1964 y nuestros días, no es tarea fácil. Para empezar, han pasado más de 60 años de supremacía de una prensa mayoritariamente sesgada. Una alta proporción de universidades controladas por académicos de izquierdas, de mala memoria y con sus propias agendas mal llamadas “progresistas”. Para la mayoría de los europeos, Salvador Allende fue un gran presidente “democrático” y Augusto Pinochet un tirano solo comparable con Hitler. Habiendo estudiado en Chile, en los Estados Unidos y habiendo recorrido Europa de norte a sur y de oeste a este en innumerables ocasiones, he ido concluyendo que la ignorancia europea acerca del proceso chileno, es total. Diversas plazas y calles de Europa recuerdan a Salvador Allende, un marxista que gobernó Chile, entre 1970 y 1973 y que llegó al poder con solo el 36% de los votos, en 3 años destruyó la economía, usurpó la propiedad privada, y lo mas grave, pretendió transformar Chile en una nueva Cuba. Es imposible en una columna de opinión explicar el contexto, los orígenes y las causas que llevaron a las fuerzas armadas chilenas a tomar el poder el 11 de septiembre de 1973. Lo primero es explicar que, a partir de 1964, asume en Chile un gobierno demócrata cristiano, que llevó adelante el proceso de reforma agraria, que resultó ser el gatillo de la lucha entre chilenos, la destrucción de la agricultura y el incumplimiento del estado de derecho. La Democracia Cristiana se dividió y parte de sus militantes se fueron a la izquierda dura, con socios socialistas y comunistas. Los chilenos se dividieron en bandos irreconciliables y Allende asumió en 1970. El conglomerado de izquierdas llamado Unidad Popular, inició un plan de usurpación de empresas privadas, intervención en la educación privada, control de precios, tarjetas de racionamiento e infiltración en las hasta ese momento, profesionales fuerzas armadas. Allende y su gobierno formaban parte de la “órbita soviética” y obedecía las órdenes de Moscú. El tirano Fidel Castro visitó Chile en 1971 durante 25 días, arengando a los chilenos en distintas partes del país. Castro pretendía exportar su revolución a Chile -la dictatura cubana ya lleva 66 años en el poder- y motivar a la lucha armada en contra de las “clases dominantes”. A poco andar, el gobierno de Allende ya demostró su incapacidad para administrar el país y lograr crecimiento económico. Con una agricultura e industria en franca decadencia, se iniciaron las protestas sociales de todos los sectores, ante lo cual Allende y su gobierno endurecieron la mano e impulsaron una gran cantidad de reglamentos impopulares e ineficaces. Empezaron las huelgas de estudiantes, de mineros y de trabajadores en general. El Congreso de la República se manifestó en reiteradas ocasiones en contra de resoluciones ilegales del gobierno. El Poder Judicial, expresó su oposición a normas y procedimientos administrativos reñidos con la Constitución. Grupos de extremistas cubanos ingresaron al país y Allende formó su propia guardia personal -grupo de amigos personales GAP- quienes ajenos a las normas legales “defendían al presidente”. El ambiente interno del país se hizo insoportable y los aires de guerra civil se hacían irrespirables. En este contexto, la mayoría de los chilenos, ante la violencia del gobierno de Allende empezaron a solicitar primero y a exigir después, la intervención de las fuerzas armadas y de orden. Los militares en Chile nunca quisieron intervenir, pero como garantes de la Constitución y las leyes, se vieron obligados a tomar el poder por la fuerza el 73. Tras el suicidio de Allende -probado y reconocido por su familia- los defensores de Allende iniciaron su autodefensa, aunque la mayoría escapó de Chile ayudados por agentes extranjeros, diplomáticos y grupos de izquierda subterráneos. En Chile se vivió un período de convulsión interna, especialmente después del golpe militar, en que grupos de terroristas clandestinos, llevaron adelante acciones violentas y asesinaron militares y carabineros. Nadie discute, que durante ese período se produjeron excesos y acciones reñidas con los derechos humanos. Sucedieron hechos lamentables. Es fácil hoy juzgar en tiempos de paz, lo sucedido en tiempos de guerra. Guste o no guste, Chile estuvo al borde de ser hoy otra Cuba o Venezuela. Los militares chilenos, con sus luces y sombras salvaron a Chile y a los chilenos de las garras del marxismo. Recordemos el mundo de esos días, con muro de Berlín y cortina de hierro. Tras 17 años de gobierno, los militares chilenos entregaron el poder en paz, asumió un presidente elegido democráticamente y se subordinaron nuevamente al poder civil. Es bueno, además, recordar que el gobierno militar de la mano de expertos civiles transformó a Chile en un país respetado y casi desarrollado. Se controló la inflación, se abrió la economía al mundo, se eliminaron los aranceles, se eliminó la desnutrición infantil, se privatizó la economía, se devolvieron las tierras a sus legítimos dueños y se reforzó la educación privada. Pero la izquierda chilena, refugiada y acogida por intelectuales europeos y norteamericanos, nunca reconocieron ni aceptaron haber sido derrotados. Miles de chilenos deambularon por el mundo mintiendo y desprestigiando a Chile. Recién ahora, varios textos de antiguos camaradas comunistas han hecho un mea culpa y reconocido sus errores. Hoy en Chile aún siguen presos 361 ancianos militares, condenados a cadena perpetua algunos y otros a largas penas, que impedirán su ansiada libertad. La mayoría de los condenados no tuvieron nunca un juicio justo, toda vez que no se respetaron sus derechos básicos, como la legítima defensa, la presunción de inocencia, la intachable conducta anterior, el llevar adelante acciones por órdenes superiores o el cumplimiento parcial de las condenas con derecho a rebajas de penas o penas sustitutivas. 6 militares se han suicidado en prisión, 37 han fallecido en prisión por enfermedades. De los 178 miembros del Ejército de Chile privados de libertad, 150 tienen mas de 70 años y muchos más de 80 y de 90 años. La Ley de Amnistía se derogó, el sistema penal en Chile cambió y ellos siguieron afectos al antiguo. En Chile se acuñó y se falló en base a la doctrina de “los delitos de lesa humanidad”, para eludir prescripciones, amnistías o beneficios penitenciarios”. Se usó y abusó de los testimonios únicos y tardíos y se condenó sin pruebas fehacientes y con testimonios más ideológicos que jurídicos. La sociedad chilena en general y la élite económica y social, ha dado sistemáticamente la espalda a quienes defendieron a Chile, recuperaron la democracia y protegieron sus bienes y familias. La mayoría prefiere agachar la cabeza, pasar desapercibido y no defender la verdad histórica. Chile se enfrentará luego a elecciones parlamentarias y presidenciales, pero la mayoría de los candidatos no hablan de justicia para los militares. La mayoría espera que sigan muriendo, enfermos, agonizando y en la más completa indefensión. Es lo que se ha llamado “el pago de Chile”. Una vergüenza y una traición. Allende es recordado con una gran estatua cerca del palacio de gobierno y un Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, cuenta a los visitantes una historia torcida. Hoy Chile tendrá una candidata comunista a la presidencia de la Nación, Jeannette Jara, defensora de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela y todo sigue igual, como si nada pasara. Michelle Bachelet, 2 veces expresidenta, refugiada en su momento en la antigua RDA, amiga de Honecker y de su compañera Margot, se pasea por el mundo dando cátedras de democracia y de derechos humanos. Ella es la responsable de la inmigración ilegal, que hoy azota a Chile con crimen y narcotráfico. Es importante que el mundo sepa que en Chile hoy la justicia es selectiva, sesgada e ideológica. Se intentó, bajo los gobiernos democráticos, llevar adelante acuerdos de verdad y reconciliación. Se gastaron millones de millones de euros en comisiones, asesores, abogados y analistas, pero no se logró ni lo uno ni lo otro. En Chile no hay ni verdad, ni reconciliación. Al menos la mitad de los chilenos -o algo más- creen hoy que el gobierno de las fuerzas armadas fue muy bueno para Chile. También creen que hubo excesos, pero no existía la oportunidad de sacar a Allende del poder, dialogando. Es cosa de ver lo que sucede en las 3 dictaduras ya mencionadas. Por la razón no se irán, tendrán que irse por la fuerza. Cuántos en Venezuela, en Cuba o en Nicaragua, añoran lo que Chile tuvo un día: valientes soldados que dieron su vida por salvar a Chile. Distintas voces de la sociedad chilena actual han pedido clemencia y justicia para los viejos y olvidados militares. Se ha solicitado prisión domiciliaria para los enfermos y ancianos. Se ha solicitado revisiones caso a caso. La Iglesia Católica, e incluso algunos ex militantes de la izquierda dura, han solicitado una revisión de los casos, especialmente de aquellos jóvenes, entonces de 20 o 22 años que hace más de 50 años cumplieron órdenes superiores. Los chilenos están expectantes y atentos a sus votos, para observar si las nuevas autoridades que gobernarán Chile llevarán adelante un plan concreto de “justicia para los viejos militares”. El tiempo lo dirá.

Fuente.https://www.eldiariodemadrid.es/articulo/opinion/exterminio-ancianos-militares-chile-hoy/20250809095101107322.html

Nota: El artículo señala que la ley de amnistía fue derogada,  pero está vigente, aunque los jueces prevaricadores no la apliquen.

Un aporte de nuestro Pas Presidente Humberto Julio Reyes

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HISTORIA MILITAR Y HÉROES OLVIDADOS, News

Baquedano. Cartas al Director. Crl. (R) Eduardo Villalón Rojas. Diario el Pingüino. Punta Arenas

                       Baquedano

Fuente: El Pingüino, viernes 08 de agosto 2025. Punta Arenas

https://elpinguino.com/digital/edicion/08-08-2025-08.html

Un aporte de nuestro Presidente George Brown Mac Lean

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Columna de Opinión, News

La letra chica. Carta al director. Miguel A. Vergara Villalobos. La Tercera

 

                              La letra chica

SEÑOR DIRECTOR:

Soledad Alvear plantea en su columna del 06 de agosto que el proyecto para sustituir la pena de cárcel por reclusión domiciliaria, para los mayores de 80 años o que tengan enfermedades graves, debería considerar exigencias más elevadas para “los casos de gravísimas violaciones a los derechos humanos, como lo es la situación de los crímenes de lesa humanidad”, evitando así “toda posibilidad de impunidad”.

Al respecto, me parece injusta la idea de incluir “letra chica” en tal proyecto. Primero, porque no hay impunidad, pues se trata de una conmutación de pena y no de absolución. Segundo, no es justo asumir que todos los militares condenados son criminales, ya que la mayoría tuvo una participación menor, acorde con el bajo grado que ostentaban al momento de los hechos.

En muchas sentencias no se ha respetado el debido proceso, puesto que han sido juzgados bajo el antiguo sistema penal, suspendido por arbitrario hace 20 años. Desde ya, el calificativo de “criminales de lesa humanidad”, es producto de la aplicación retroactiva –sí, retroactiva- del Tratado de Roma, que entró en vigor en Chile recién el año 2009.

A modo de ejemplo de las complejas situaciones que ocurren en los juicios contra exuniformados, actualmente se ventila una acusación por presunta prevaricación culposa en la Corte de Apelaciones de Temuco, por el caso Polvorín, del regimiento Tucapel, que se comenta en una edición reciente de La Tercera.

Miguel A. Vergara Villalobos

Fuente:https://www.latercera.com/cartas-al-director/noticia/la-letra-chica/

Un aporte de nuestro Presidente, George Brown Mac Lean

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Columna de Opinión, News

Caridad, ante la injusticia. Cristián Labbé Galilea

                                       ¡𝑪𝑨𝑹𝑰𝑫𝑨𝑫, 𝑨𝑵𝑻𝑬 𝑳𝑨 𝑰𝑵𝑱𝑼𝑺𝑻𝑰𝑪𝑰𝑨!

Escribe: Cristián Labbé Galilea

Es “un hecho de la causa” que, en campaña, los candidatos prefieren eludir temas complejos, y para ello nada mejor que recurrir al silencio estratégico, la promesa fácil y los “slogans marketeros”. Sus adláteres los convencerán que no es cobardía, sino simplemente “una táctica”. Ellos saben que la verdad, cuando incomoda, “cuesta votos”, pero lo que no saben es que para gobernar, y gobernar bien, un líder debe atreverse a enfrentar la verdad por incomoda que sea.

Escuchar a la candidata comunista decir, con toda desfachatez, “yo no provengo de una cultura que promueve el odio” da entre risa e irritación, y cómo no, si ella pertenece a una ideología que, promoviendo la lucha de clases, ha causado millones de muertos y además, fue rostro del octubrismo… ¿A quién quiere engañar “miss simpatía”?

Por lo mismo, esta inquisidora pluma está convencida que “el país ya dio la vuelta” y ha llegado la hora de sacar a la luz aquellas circunstancias que, por razones tácticas o estratégicas, han sido silenciadas e invisibilizadas…

En los años 70 cayó en el marxismo más extremo, estuvo al borde de una guerra civil, nuestra democracia republicana estaba moribunda y, por llamado de la sociedad civil, política, económica y religiosa, los militares intervinieron para restablecer el orden institucional. Sin embargo, en los últimos años hemos vivido lo más nefasto que puede vivir una sociedad: violencia, crimen, terrorismo, narco delincuencia; ni qué hablar de corrupción, nepotismo, decrecimiento, pobreza, cesantía…. Sólo bastaría decir que hemos tenido un gobierno de izquierda, y particularmente de incapaces, que no ha estado a la altura de los tiempos.

Pues bien, ahora tenemos la posibilidad de retomar el rumbo perdido. Dejamos de ser un faro en el mundo occidental para convertirnos en un estado fallido, donde no existe orden, progreso, expectativas de bienestar, ni mucho menos justicia. Ha llegado el momento de defender la libertad, hablar con la verdad y desenmascarar, sin miedo ni cálculos electorales, lo que ha vivido nuestro país en estos 50 años.

Por eso resulta difícil entender qué nadie, en plena campaña, se atreva a levantar su voz con firmeza, para denunciar la realidad de esos “viejos soldados” que hace medio siglo nos dieron libertad y prosperidad, y que hoy viven olvidados, esperando dignamente la muerte, como “prisioneros del pasado, del odio y de la venganza”, en circunstancias que, según el derecho y los tratados internacionales firmados por nuestros país, deberían tener la posibilidad que, al final de sus vidas, se les respeten sus derechos humanos… Borges sostenía que: “el olvido es la más cruel de las venganzas”.

Por último, frente a las pocas expectativas que esos viejos soldados tienen en la política y en la justicia, ante tanto odio y venganza, esta creyente pluma reclama que sea la caridad cristiana y, puntualmente, el propio Cardenal quien abogue por los derechos y la dignidad de esos “batallones olvidados”, porque la fe nos enseña que… ¡La caridad, ante la injusticia, no humilla… sublima!

Un aporte de nuestro Director, Luis Cabezón

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Día del demonio (06 de agosto). Mario Barrientos Ossa

                      DIA DEL DEMONIO.
Mario Barrientos Ossa.
Hoy, 6 de agosto, se cumplen 80 años desde que el demonio se asomó en el mundo, físicamente, y mostró sus garras y dientes afilados, así como el horror del infierno, desintegrando miles de personas inocentes y devastando miles de viviendas, en una tremenda ola de fuego. Insaciable, como lo es, repetiría su furia tres días después. Miles que no murieron al instante, soportaron una larga agonía por la radiación, hasta su propia muerte. El tronar de la espantosa explosión no fue otra cosa, que la descomunal carcajada de Satanás, ansioso de demostrar el poder del mal, que está a su cuidado.
Desde su caída, hace miles de años, los ángeles rebeldes, transformados en demonios, habían mostrado solo males que no amenazaban la existencia misma de la humanidad. Guerras, pestes pútridas, terremotos, corrupción, crímenes, la explotación del hombre por el hombre, causaban dolor y sembraban la muerte, pero nadie temía que con ello se acabaría el mundo. La descomunal ola de fuego y la devastación provocada en Hiroshima 80 años atrás, sí nos trajo el terror que el hombre, este ser depredador, luego de largos siglos de evolución, alentado por el demonio, podía no solo destruir a sus semejantes, sino destruirse a sí mismo, como raza humana, por toda la eternidad. Como reza actualmente el lema: “En una guerra nuclear, no hay vencedores”.
Si hay almas benditas que no creen en Satanás, les pido que miren lo que aconteció ese horrendo 6 de agosto de 1945 en Hiroshima, y que se repitió en Nagasaki el 9 del mismo mes. Sí, el Diablo se mostró ante la faz del mundo, se presentó no como un ser invisible, sino como una oscura realidad, como una bestia negra, en medio del fuego y la destrucción.
Hoy, las grandes potencias nos mantienen en vilo. Rusia amenaza con su arsenal nuclear. Estados Unidos envía submarinos atómicos, con cargas nucleares, a las cercanías de Rusia. Ambas fieras, que se disputan el mundo, muestran sus colmillos ansiosos de sangre y de poder, ladran como perras en celo, no hacen sino repetir el mensaje de Satán, de odio y muerte, y son capaces de destruir nuestra raza humana por no ceder nada al enemigo. Miles de palestinos mueren de hambre a vista y paciencia del planeta, como si nada sucediera.
No cabe duda: el Demonio se asomó hace 80 años y no ha regresado nunca más a su putrefacta morada del infierno. Mora entre nosotros, nos hace engreírnos y nos pone en el alma la misma tentación con que cayeron los ángeles rebeldes: que podemos ser dioses y destruir la obra de ese otro Dios que nos antecedió.
¡Que el Señor nos pille confesados!

un aporte de nuestro Pas Presidente Gustavo Basso Cancino

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HISTORIA MILITAR Y HÉROES OLVIDADOS, News

¿Cómo Llegó la Marcha Radetzky de Prusia a Chile? youtube

La “Marcha Radetzky” es una marcha compuesta por Johann Strauss padre y dedicada al Mariscal de Campo Joseph Radetzky von Radetz. Johann Strauss I (1804-1849) fue un compositor austriaco del Romanticismo. Fue famoso por su música ligera, en particular valses, polcas y galopes. Esta marcha militar se ha interpretado desde su creación. Originalmente, se creó para conmemorar una victoria del Mariscal Joseph Radetzky, pero posteriormente se utilizó como marcha regular de Austria y más tarde Prusia. Emil Körner la llevaría a Chile junto con otras tradiciones prusianas.

 

LAS OPINIONES EN ESTA SECCIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIMENTE EL PENSAMIENTO DE LA UNIÓN DE OFICIALES EN RETIRO DE LA DEFENSA NACIONAL

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Una buena noticia para Chile. Hermógenes Pérez de Arce

                                UNA BUENA NOTICIA PARA CHILE

Escribe: Hermógenes Pérez de Arce

Se ha anunciado el fin del Partido Demócrata Cristiano y ésa es una buena noticia para Chile. Con la posible excepción de los partidos marxistas, no hay otra colectividad que haya hecho tanto daño al país.

En sus comienzos fue un pequeño partido fascista, la Falange Nacional, formado por jóvenes escindidos del Partido Conservador en los años 30. Estaban deslumbrados por los nacionalsocialistas y fascistas de Europa, como Hitler, Mussolini y la Falange Española, de la cual tomaron el nombre. El sol calentaba más a ese lado. En la revista Zig Zag quedó el testimonio de varios de ellos vistiendo camisas pardas y levantando el brazo al estilo del fûhrer. Pero cuando después se supo de los horrores y del holocausto se empezaron a sentir mal y vieron que el sol ya no calentaba para ese lado. Su norte fue y es “estar siempre donde más calienta el sol”.

Entonces en 1952 se cambiaron el nombre a Partido Demócrata Cristiano, tomándolo de los de derecha de Italia y Alemania. Su gran figura en Chile era Eduardo Frei Montalva, que había escrito un libro, “La Verdad Tiene su Hora” y todo el mundo se entusiasmó con lo que llamaban “la nueva cara de la derecha”. Pero otro libro, best-seller en las veredas santiaguinas,”Frei, el Kerensky Chileno” –prohibido bajo el posterior gobierno del mismo Frei– puso años después las cosas en su lugar y se vio que eran sólo otra cara de la izquierda.

Frei adquirió prestancia de figura nacional y una vez estuvo a punto de asumir con todo su equipo en el gobierno de Carlos Ibáñez (1952-58), pero el general parece que los caló y no hubo acuerdo. Todos decían que Frei en ese partido tan chico (sacaba apenas un par de diputados) era como “un álamo en un macetero”. Y en 1957 se presentó como candidato presidencial y buscó el apoyo de la derecha (liberales y conservadores), pero no quería pedírselo públicamente a éstos, por considerarlo “impopular”. Yo era estudiante de leyes y procurador en el estudio del diputado conservador Héctor Correa Letelier, y oía desde fuera de la oficina de éste a Frei negándose a pedir públicamente el apoyo conservador diciendo, “no puedo cambiar amigos seguros por amigos posibles”. Pero Frei confiaba en que lo iba a obtener primero de los liberales y entonces los conservadores no tendrían otra alternativa que apoyarlo. El Partido Conservador lo presidía em 1957 un hombrazo, Juan Antonio Coloma, derechista hasta la médula y que desconfiaba de los DC. Coloma lanzó su propia candidatura presidencial para evitar que el partido apoyara a Frei. Tenía razón, porque después éste destruyó a la clase agrícola, tradicionalmente conservadora, con la Reforma Agraria “drástica y masiva” de Jacques Chonchol, un comunista redomado, que fue su ministro de Agricultura entre 1964 y 1970 y les robó sus mejores tierras a los agricultores.

Frei en 1957 contaba con que los liberales en su Consejo General lo iban a apoyar sin habérselo pedido. Pero el senador liberal derechista Raúl Marín Balmaceda dijo un discurso memorable en su contra. Fue tan apasionado que cayó fulminado por un ataque al corazón en pleno éxtasis oratorio y murió, impidiendo el pronunciamiento del Consejo. A todo esto, Jorge Alessandri aceptó ir de candidato conservador, los liberales lo apoyaron y la derecha hizo tan buena campaña que Alessandri venció a Salvador Allende y a Frei. Es que era otra derecha. No mordió el anzuelo DC de Frei como la entreguista que mordió el de Piñera, un DC nato, en 2009, con las consecuencias de todos conocidas.

Pero en 1964 Frei logró lo que quería: la derecha cobarde, en pánico, le entregó su apoyo no solicitado, retiró a su propio y excelente candidato, el radical de derecha Julio Durán, y fue públicamente vejada por el mismo Frei, que prometía no cambiar ni una coma de su programa de un socialismo con revolución sin sangre, pero revolución al fin, con el cual despojaría a los agricultores de una manera desvergonzada y abusiva, casi sin pago.

Tras el gobierno de Frei, en 1970, la DC votó por Allende en la segunda vuelta del Congreso Pleno, aunque si hubiera votado por Alessandri habría salvado al país. Pero Allende y Tomic habían hecho un pacto secreto contra Alessandri, el seguro ganador según todas las encuestas, aunque sin apoderados en las mesas, donde izquierdistas y DC hicieron su agosto. Alessandri había prometido renunciar si el Congreso lo elegía a él en la segunda vuelta, para que hubiera nueva elección de Frei y se evitara la presidencia de Allende, Frei, entonces, volvería a ser elegido. en 1971. Pero Tomic había hecho un pacto secreto con Allende para desconocer el triunfo de Alessandri y, en definitiva, dio vuelta a la junta nacional DC, que eligió al “socialista marxista integral” Allende (como le dijo a Regis Debray que sería su gobierno).

Los DC son los kerenskys chilenos y en su junta nacional de hoy lo volvieron a ser. A pavimentarle el camino al comunismo. Porque está en su naturaleza, como le decía el escorpión a la rana que lo ayudó a cruzar la corriente, tras picarla y así ahogarse los dos.

Tras elegir a Allende en 1970 y visto el desastre que éste provocó, los DC se unieron a la derecha y a los radicales para formar mayoría en la Cámara y llamar a los militares a deponer a Allende, para evitar “una tiranía comunista”, Aylwin dixit. Pero en 1991 lo había olvidado, negó haberlo dicho y acusó a los militares por hacer lo que él les había pedido en 1973. Y llenó de plata a los comunistas, que hoy atropellan los derechos humanos de los exmilitares octogenarios y nonagenarios que cometieron el pecado de creer en la decencia de la DC. Y los comunistas tienen un cajero automático con el cual extraen semana a semana y ya por veinte años dinero al fisco y mandan presos a exmilitares sin pruebas, prevaricando sin asco y seguros de que ni siquiera Dorothy Pérez los va a pillar.

La buena noticia es que, por fin, en la próxima elección de noviembre, después de su último esfuerzo por poner al comunismo en el poder, los kerenskys y la DC van a desaparecer.

Fuentes: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

https://www.elpaisonline.cl/columnas-new/hermogenes-perez-de-arce/4472-una-buena-noticia-para-chile

 

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