Columna de Opinión

Pentecostés y Héroes:

Pentecostés y Héroes
Este domingo 23 de mayo celebramos Pentecostés, cuando el Espíritu Santo dió a los apóstoles su sabiduría. No la científica ni la política, sino la del espíritu, que sabe de amor y trascendencia.
El viernes 21 celebramos a nuestros héroes navales, encabezados por Arturo Prat, que disponiendo de la sabiduría de los hombres, supo también de amor y trascendencia al dar su vida en el mayor acto de amor posible.
Esta feliz coincidencia nos invita a mirar el futuro con Fe y esperanza, porque como decía el propio Arturo Prat ante la adversidad más oscura: “Dios nos guía, y lo que sucede es siempre lo mejor, lo que tiene que pasar”.

Guiados por el Espíritu Santo, saltemos con valentía a conquistar el futuro de nuestra Patria y el corazón de nuestros hermanos que tanto nos necesitan, con las armas que Cristo nos enseñó a usar: El amor y la verdad.

Columna de Opinión

GENERAL FERNANDO TORRES SILVA (QEPD)

GENERAL FERNANDO TORRES SILVA (QEPD)
“Por una razón humanitaria, de dignidad de la vida y de permitir que la cercanía de la muerte de esas personas las encuentre acompañada de su familia y seres queridos, creo conveniente sustituir la pena de prisión en un establecimiento carcelario, por arresto total en su propio domicilio…” (Sebastián Piñera)
Sin lugar a dudas, un embuste más de todos aquellos que le hemos escuchado al Presidente en sus innumerables referencias a los presos militares.
Hoy, el General Fernando Torres Silva, recluido en el Penal de exterminio de Punta Peuco, falleció producto de una larga enfermedad después de tres meses de agonía en el Hospital Militar.
Con un gobierno absolutamente inmovilizado y neutralizado, con las encuestas que lo tienen con un porcentaje escuálido, con la macro zona sur abandonada a su suerte a manos del narcoterrorismo, con los partidos políticos que apoyan (o apoyaban) al gobierno, totalmente dispersos y con luchas internas; la apreciación ingenua y mal intencionada de no querer incomodar a la oposición y agitar las aguas; y con las elecciones ad portas, seguramente provocaron un contubernio entre el aparato comunicacional y Justicia del gobierno, para indultar en el umbral de la muerte al prestigioso General Torres, sin permitirle a través de la burocracia, terminar sus últimos días junto a sus seres más queridos en su hogar. Sumo a lo anterior, el hipócrita, medroso y apocado silencio de los tartufos derechistas, salvo contadas excepciones, que al alero de los soldados salvaron su pellejo, sus bienes, sus familia y permitieron por décadas a este país vivir en paz.
Los militares y nuestras familias tenemos un arma, nuestro voto. En lo personal, no emitiré mi voto por nadie que nos haya traicionado, guardado silencio y haya sido indiferente al sufrimiento de los militares procesados, condenados y prisioneros. Sabemos quienes son y se asombrarían al ver nuestros WhatsApp.
El tratamiento dado por el gobierno al Gral. Fernando Torres Silva (Q.E.P.D.), es la expresión de la crueldad como fuerza de los traidores y mentirosos, utilizada inmoralmente para esquivar criticas en el momento político deplorable y desastroso que vive.
Sr. General Fernando Torres, descanse en paz, está libre, y su vida seguirá presente en el recuerdo espíritu de quienes conocimos de su trayectoria.
Yo tenía un camarada…

General Hernán Núñez Manríquez

 

Las opiniones en esta sección son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.

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¿Que se fizo el rey don Juan?

¿Qué se fizo el rey don Juan?

 

El movimiento triunfante no es una orgánica. No tienen líderes conocidos, tampoco se conocen sus agendas políticas o económicas. Y entre los perdedores también habrá un ajuste de cuentas que moverán lo poco que irá quedando de la vieja clase política.

Cesar Barros, La Tercera, Pulso PM, 17/05/2021

Hasta ayer AM se hablaba de “elección incierta” y todos convocaban a la eterna sabiduría del pueblo chileno, donde la cordura siempre se impone.

Pero lo inesperado de esta elección es un duro golpe a la clase política, pero también a los empresarios.

Temas que se creían superados: Banco Central independiente, Fisco equilibrado y propiedad privada, ya no se ve tan claro que sean instituciones tan permanentes y compartidas como se creyó hasta ayer. Y habrá que reunir a nuevas fuerzas políticas, y a viejos adversarios, para que prosperen esos mínimos comunes, que ahora serán aún más mínimos.

El movimiento triunfante no es una orgánica. No tienen líderes conocidos, tampoco se conocen sus agendas políticas o económicas. Y entre los perdedores también habrá un ajuste de cuentas que moverán lo poco que irá quedando de la vieja clase política.

Extrañamente, los mayores perdedores fueron los que firmaron para elegir a esta constituyente: nadie sabe para quien trabaja.

Pero golpe sentimental aparte, las empresas seguirán funcionando. También lo hacen en La Argentina, y lo hicieron en la UP. Es cierto que el proceso de inversión se hará más lento. Pero no va a desaparecer. Hay inversiones impostergables. Otras en marcha que no se pueden detener. Y la vida sigue para empresarios grandes, medianos y pequeños.

Tendrán que conocer a esos nuevos líderes independientes. Será un proceso de aprendizaje mutuo: para los nuevos políticos y para los viejos empresarios. El empresariado solo murió detrás de la cortina de hierro, y al final, rebotó en la ex URSS, en la China que fue de Mao y resucitará algún día en Cuba.

¿Se va a pasar susto? Claro que sí. Pero habrá, inexorablemente, una transición en que nadie querrá perderlo todo. Ya no hay bolcheviques. Es más, los que más perdieron han sido ellos, que desde 1989 ya no son actores en ningún país con algún peso específico a nivel mundial o regional.

Y el mundo se viene recuperando económica y políticamente, a pasos gigantes. China, EE.UU., Europa y Asia en general. Por eso suben los precios de los commodities -cobre incluido- y Chile está – quiéranlo o no algunos- en una economía mundial pujante. Y esa economía nos va a arrastrar hacia arriba, a pesar de la incertidumbre que hoy debe agobiar a muchos empresarios.

Ser empresario es enfrentar incertidumbres. Es aplicarles talento para salir adelante. Es aprender de las lecciones buenas y malas que trae la vida empresarial. Ahora enfrentan un escenario desconocido: no saben a quién hablarle. Tampoco saben lo que los nuevos dirigentes políticos piensan.

Se armarán nuevas alianzas, habrá nuevas conversaciones. Antiguos enemigos se transformarán en nuevos amigos. Y se van a repensar muchas prácticas elevadas a dogmas, tales como el híper presidencialismo, la súper focalización, y la sobrevivencia perdurable de la ex Concertación.

Y entre las nuevas caras elegidas hay muchas personas razonables. Solo que no los conocen, pero no hay caso: tendrán que conocerlos desde la humildad, virtud no tan común en el ambiente empresarial, donde todo es ser más grande, más potente y rentable.

Y el mundo no viaja hacia la izquierda. Es cosa de mirar a España, a Francia y Alemania. El socialismo europeo ya casi no existe. Bueno, parece que en Chile tampoco. Ni siquiera el PC chileno -uno de los pocos que van quedando- querrá que se les venga un muro encima. No querrán ser Venezuela, ni Cuba o la Argentina Kirchnerista.

Apareció una nueva clase política. Distinta, sin duda. Pero tampoco son marcianos. También se van a tener que entender con los empresarios. Y los empresarios con ellos. Y es muy probable que, de aquí a un año, la vida retome su normalidad.

Pero para eso es necesario dar la pelea en el mundo de las ideas y de las redes sociales. Contestarle a los “sabios”, que creen saber economía aprendiéndola desde Google. No dejar pasar a la ignorancia. No aceptar la dictadura soberbia del nuevo fascismo de izquierda.

En el mundo empresarial nada está fijo. Los ricos de antes de la UP no lo fueron después. Los de antes de la crisis del 82-85 ya no lo son. Y los que vienen serán otros.

Miren cuáles son las empresas más grandes del mundo hoy. Y ¿dónde están ahora Exxon, IBM, GE, etc.? ¿Quién conocía en los 80 a Bill Gates, Jeff Bezos o Elon Musk?

Como en las coplas de la muerte de Jorge Manrique: “¿Qué se fizo el rey Don Juan? Los infantes de Aragón, ¿qué se fizieron? ¿Qué fue de tanto galán? ¿Qué fue de tanta invención que truxeron?”.

Y este remezón va a lijar viejas herrumbres, y va a sacar a la luz nuevos talentos. La vida empresarial no es fácil. Pero es fascinante, y sobrevivirá este terremoto, como siempre lo ha hecho.

Esto no es peor que la UP en plena guerra fría. Ni el cambio del dólar de $39 a $65 en pocos meses. Ni el sismo del 2010.

Y al igual que esos eventos, será superado, porque hay talento empresarial. Donde no hubo talento fue en la clase política que nos arrastró a la realidad de ayer

 

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Columna de Opinión

El sacrificio del Comandante Prat

El sacrificio del Comandante Prat
La conmemoración de hoy 21 de mayo representa, en lo que a la construcción de Estado y Nación se refiere, un momento relevante.
El sacrificio del Comandante Prat, el que se convirtió en el arquetipo del cumplimiento del deber en la construcción del ideario nacional. Un héroe unificador, no divisivo, en el que la nación chilena ha seguido encontrando un modelo de rol hasta nuestros días.

Fernando Wilson

Académico Facultad de Artes Liberales

Columna de Opinión

¡A DERROTAR A LOS ENEMIGOS DE CHILE!

¡A DERROTAR A LOS ENEMIGOS DE CHILE!
Tras el desastre de Cancha Rayada el 19 de marzo de 1818, el pesimismo se había apoderado de los patriotas. Muchos se prepararon para abandonar el país. El 23 de marzo, Manuel Rodríguez convocó a un cabildo donde los arengó a permanecer en el país, a confiar en sus capacidades y a defender la libertad de la naciente república, diciéndoles: “¡Aún tenemos Patria, ciudadanos!”. Dos semanas después, el 5 de abril, el ejército chileno derrotó definitivamente al ejército español en la batalla de Maipú, consolidando la Independencia de Chile. Así se tejen los triunfos, con fe y convicción, con determinación y unidad.
Hoy, como ayer, cunde en Chile el pesimismo y la desesperanza, hoy como ayer las dudas y el enemigo quieren dividirnos. La nueva fragilidad del Estado de Derecho y la recesión económica, con su tremendo impacto sobre el empleo y las expectativas, son ahora la catástrofe que angustia y deprime a los chilenos, pero más que preocuparnos, ocupémonos, más que quejarnos, más que desalentarnos, busquemos el problema y sobre el tomemos decisiones porque “¡Aún tenemos Patria, ciudadanos!”.
¿Cuál es el problema?: nos han apartado del camino que lleva al progreso y al desarrollo, vendiéndonos soluciones aparentemente estupendas, pero que son solo recetas añejas, inoperantes, destructoras de riqueza, que nos perpetuarán en la miseria, que nos harán a todos igualmente pobres. ¿Cuántos han logrado, con sacrificio y esmero, salir de la pobreza en Chile para alcanzar un estándar que les permite un vivir mejor que padres y abuelos? Muchos, a ellos hay que hablarles, porque a ellos nadie les regaló nada, solo con su esfuerzo lograron salir adelante, y todo gracias a que el país hizo las cosa bien y logró generar oportunidades. No hay otra receta.
Que nuestros políticos abandonen la fracasada política de ceder espacios a la izquierda y decidan, de una vez por todas, gobernar con las ideas que tanto han beneficiado a todos los chilenos. A aquellos que temen que ello signifique tener enemigos en la izquierda les diría: “Una pena, amigo mío: ese alarde es vano. Aquel que participa en la refriega del deber, que los valientes soportan, debería haber hecho enemigos. Si no los tienes, pequeño es entonces el trabajo que has hecho. Si a ningún traidor has escarmentado, si ningún zafio patán te ha calumniado, si ningún entuerto has enderezado, entonces… has sido un cobarde redomado”. (Poeta escocés Charles MacKay)
No nos olvidemos que fue el liderazgo y el coraje moral de miles patriotas, al más puro estilo de Manuel Rodríguez, imbuidos con las ideas de la libertad lo que puso a Chile en el camino al desarrollo luego del desastre de la Unidad Popular. Debemos volver a nuestras convicciones para que podamos derrotar este 15 y 16 de mayo a los enemigos de Chile.

NICOLAS KIPREOS ALMALLOTIS

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Columna de Opinión

LA PALABRA Y EL ENEMIGO

LA PALABRA Y EL ENEMIGO

“Existe una cruzada atávica contra el otro, contra la derecha, contra el neoliberalismo, contra las AFP, contra el sistema e incluso contra el Estado de Derecho”.

Leonidas Montes. El Mercurio, Columnistas, 29/04/2021

En este ambiente tan agitado, política e institucionalmente tenso, fue refrescante escuchar a Iván Jaksic hablando de Andrés Bello en la Academia Chilena de la Lengua. Su legado nos dejó profundas huellas. Llegó en medio de una crisis severa. Y todo lo hizo a través de la palabra.

Me acordé también de esa famosa carta que escribe al llegar a Chile. Echa de menos la pintoresca vegetación de Caracas, sus cultivos y la rica vida intelectual. Pero agrega que en nuestra incipiente patria se disfrutaba “de verdadera libertad; el país prospera; el pueblo, aunque inmoral, es dócil” (20 de agosto de 1829). Con nuestra libertad y prosperidad muy golpeadas, conviene pensar nuevamente sobre el sentido de esta frase.

Respecto de nuestra docilidad, la realidad ha cambiado. Solo recuerde esas colas del gran Transantiago, con miles de chilenos resignados y refunfuñando durante esas largas esperas. Partían a su trabajo al amanecer y regresaban de noche, cansados y echando una pestañeada con la cabeza apoyada sobre un vidrio empañado. Iván Poduje, en “Siete Kabezas”, atribuye al Transantiago gran parte de la ira acumulada. Esa rabia explotó con la crisis social del 18 de octubre. Sabemos que Chile ya no es un país dócil.

Nuestra inmoralidad no cambia. Basta ver las noticias o alguna prédica del Savonarola de turno en los matinales. En el debate ya no escuchamos mentiras ingenuas —esas equivocaciones que se pueden corregir y de las cuales uno se puede arrepentir—, sino engaños muy bien pensados y planificados. Por cierto, en períodos electorales abundan las promesas y las descalificaciones. La lucha por el poder aguijonea los ánimos. Y aunque la libido dominandi irrumpe con fuerza, también es cierto que los votos la tranquilizan.

En este mismo espacio escribí sobre la curiosa influencia de Carl Schmitt en Chile (aprovecho de agregar otra curiosidad: su influencia en China es grande).

Este férreo crítico del liberalismo y de la libertad —el Kronjurist que orientó el camino al Tercer Reich— centra su lógica política en una contienda entre amigos y enemigos. El enemigo es el otro que no piensa como uno, el extraño que no pertenece a la tribu. La política sería una guerra permanente, un estado de naturaleza hobbesiano. Estas ideas parecieran guiar el juego político actual. Javiera Parada fue tildada, a lo menos, de traidora. Y todo esto, por ser libre.

Además del evidente parlamentarismo de facto, vivimos una especie de binominal de facto. Como si regresáramos a la Guerra Fría, entramos en un odioso y peligroso juego de todos contra la derecha. En un país de amigos y enemigos, de buenos contra malos, esa simple expresión “por las buenas o por las malas” ha calado hondo. Existe una cruzada atávica contra el otro, contra la derecha, contra el neoliberalismo, contra las AFP, contra el sistema e incluso contra el Estado de Derecho. Y pareciera que todo eso se personificara en la figura del Presidente de la República.

El Presidente Piñera ha cometido errores. Tiene, como todos nosotros, sus defectos. Pero en esta campaña para convertirlo en el enemigo público por antonomasia, debemos reconocer su fortaleza y apego republicano.

Hace ya tiempo venimos caminado sobre una peligrosa cornisa. Hace ya tiempo hay señales inquietantes. Se celebra a Lenin, se llama a desconocer las elecciones en Ecuador y la comisión de Derechos Humanos de nuestro Senado sería presidida por un amigo, promotor y defensor de la dictadura venezolana.

Pese a todo, el espíritu liberal y republicano de Andrés Bello sigue vivo. Y para eso los tres poderes del Estado —Presidencial, Legislativo y Judicial— deben sostener el edificio institucional. Como decía Andrés Bello, la palabra, la política y la ley deben caminar de la mano. Esta es la mejor vacuna contra la decadencia institucional.

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Columna de Opinión

CARTAS NO PUBLICADAS EN MEDIOS DE PRENSA. ADOLFO PAÚL LATORRE

CARTAS NO PUBLICADAS EN MEDIOS DE PRENSA
Ilegalidad e inhumanidad: Con asombro e indignación veo que siguen ingresando a las cárceles militares y carabineros ancianos y gravemente enfermos, condenados por sentencias dictadas contra leyes expresas y vigentes, por supuestos delitos cometidos hace más de 48 años, en juicios en los que fueron violados el debido proceso y otros principios esenciales del derecho penal, preceptos constitucionales y normas del derecho internacional de los derechos humanos.
Ilegalidad e inhumanidad:
Con asombro e indignación veo que siguen ingresando a las cárceles militares y carabineros ancianos y gravemente enfermos, condenados por sentencias dictadas contra leyes expresas y vigentes, por supuestos delitos cometidos hace más de 48 años, en juicios en los que fueron violados el debido proceso y otros principios esenciales del derecho penal, preceptos constitucionales y normas del derecho internacional de los derechos humanos.
Al respecto cabe preguntarnos si es humano mantener en prisión a tales personas y si la justicia se identifica con castigo; y si ese castigo ha de ser el encierro o un dolor equivalente al padecido por la víctima, lo que es más parecido a venganza que a justicia.
Adolfo Paúl Latorre
¿En qué país?:
El día 15 del mes en curso fue publicada en El Mercurio de Santiago, bajo este título, la siguiente carta al Director:
“¿En qué país democrático se queman o destruyen iglesias, escuelas, universidades, municipalidades, vehículos de trabajo, casas particulares, cosechas y monumentos, se cierran carreteras y calles, se atacan cuarteles policiales, se almacena clandestinamente armas de guerra y se asesina o hiere a policías y periodistas, al tiempo que los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial parecieran observar de manera distante, como si ya fuese un panorama normal? Moisés Silva Triviño”.
El mismo día envié a ese diario la carta que sigue: “Al lector Moisés Silva Triviño le respondo a su consulta de ayer: en el mismo país en el que los jueces condenan a militares y policías mediante sentencias dictadas contra leyes expresas y vigentes, violando las normas de un debido proceso y principios esenciales del derecho penal asegurados por nuestra Carta Fundamental y por tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por Chile y que se encuentran vigentes; en el mismo país en el que los órganos del Estado no cumplen con su obligación de garantizar el orden institucional de la República y la conservación del orden público; aplicando la violencia física legítima del Estado a la que este está obligado por deber de justicia y de autoridad para reprimir a quienes subvierten el orden social y lograr mediante ella la restitución del orden exigido por el bien común”.
Adolfo Paúl Latorre
El Estado de Derecho se va a imponer:
El Coordinador de la Macrozona Sur, Pablo Urquízar, comprometió que “se va a imponer el Estado de Derecho”.
¡Qué gran y esperanzadora noticia! Ello significa que se reconocerá que los guerrilleros y terroristas que ejercen una violencia desatada e impune —en zonas rurales y urbanas— constituyen un enemigo interno que está en guerra contra el Estado de Chile. Ello también significa que los órganos del Estado adoptarán todas las medidas necesarias y utilizarán todos los medios a su alcance para aniquilar a tal enemigo y así cumplir con su obligación de garantizar el orden institucional de la República; para lo cual, junto con medidas de otro orden, aplicarán la violencia física legítima del Estado necesaria para reprimir a quienes subvierten el Estado de Derecho y así restituir el orden exigido por el bien común.
Lamentablemente este desiderátum se ve difícil de alcanzar mientras la prensa y diversos actores políticos le bajen el perfil a una situación de violencia intolerable —ejercida por grupos paramilitares que utilizan armamento de guerra contra personas y bienes públicos y privados y cuarteles y vehículos policiales— utilizando el eufemismo “violencia rural”; mientras la opinión pública y las diversas organizaciones sociales no rechacen categóricamente la violencia terrorista o revolucionaria o, peor aun, la promuevan o la amparen; mientras la mayoría de los
 congresistas se opongan a la aprobación de leyes que le entreguen capacidades operativas a los organismos de inteligencia u otras necesarias para enfrentar en mejor forma el flagelo terrorista; y mientras se mantengan las actuales reglas de uso de la fuerza insensatas y extremadamente restrictivas.

Adolfo Paúl Latorre

Las opiniones en esta sección son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.