Columna de Opinión

POLÍTICA Y POLÍTICOS. Vicealmirante Fernando Navajas I.

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Lo que muestran los medios es deplorable por la falta de cultura. Se inicia una discusión en forma emocional; normalmente casi a gritos y después vienen las descalificaciones e ironías sin que se hubiere tocado lo principal, cada uno tratando de lucirse, lo que no logran por su mal manejo del idioma. Al menos antes había buenos oradores.

Dicen que la política es el arte de gobernar; no soy un experto en el tema, pero la definición es acertada mientras se mantenga la palabra “arte”; o sea la vocación, habilidad, flexibilidad, conocimientos, para crear algo que, en este caso, sirva al bien común de la nación.

No soy de izquierda porque sus valores y principios basados en filosofías materialistas y ateas como la de Marx, Engels, y tantos otros, pretenden la destrucción de la Iglesia Católica – ese es el fin último – y yo como católico no puedo aceptarlo. Tampoco me identifico con la derecha, pero si con los principios y creencias de la derecha republicana, esa que hizo a Chile la primera nación organizada – en todo sentido – de la América hispana. Esa derecha no existe más, lo que hay es un remedo de ella, pero sin los valores que la sustentaban. Se habla de centro derecha, derecha liberal (un contra sentido); en la misma forma que lo hace la izquierda: algo suave que satisfaga al hombre – masa -, emocional, que no piensa y funciona en base a eslóganes. En estos meses de protestas, marchas, y destrucción hemos visto eslóganes con las más absurdas ideas y que realmente son incomprensibles; se mezclan papas con cebollas o lo que ustedes quieran, pero nada concreto y cómo hacerlo.

Esto de la izquierda y derecha no significa en política una actitud irreconciliable, o no debiese significarlo; lo razonable sería que ambas se sienten a enfrentar sus argumentos para discutir un tema cualquiera que sea por el bien de nuestros conciudadanos. En Chile muy pocas personas saben argumentar, es decir, presentar una proposición basada en el conocimiento del tema, en el raciocinio y sin perder el objeto. Hasta el momento no he visto discusiones civilizadas para defender sus respectivos argumentos, discutiendo con seriedad e intenciones constructivas.

Lo que muestran los medios es deplorable por la fata de cultura. Se inicia una discusión en forma emocional; normalmente casi a gritos y después vienen las descalificaciones e ironías sin que se hubiere tocado lo principal, cada uno tratando de lucirse, lo que no logran por su mal manejo del idioma. Al menos antes había buenos oradores.

Lo que más me molesta como ciudadano es que voté por personas para que fueran Congresistas y Presidente, que se dedicaran al progreso de Chile y no a repartir recursos a los grupos de presión.

Falta electricidad, educación, salud, cultura, vías de transporte, mobiliario público y numerosísimas cosas más, Pues bien, se inician las discusiones sin un moderador eficiente poniendo trabas y dificultades a cada solución. Todos quieren más electricidad para las empresas y población, pero se oponen a toda forma de generación; lo mismo es aplicable a la educación y a otras múltiples necesidades. El meollo del asunto ES HACER AHORA LO QUE CHILE NECESITA con urgencia , discutiendo con altura de miras en forma rápida y eficiente; si hay que modificar leyes o disposiciones que no sirven o están anticuadas se deben modificar o derogar , sin pensar en votos más o votos menos.
Así entiendo yo la política; es como la guerra; hay un objetivo político y objetivos estratégicos por alcanzar; no se puede entrar en discusiones eternas. Si los planes deben cambiarse, esto se hace de inmediato; si es necesario reasignar las fuerzas, se hace y así miles de detalles, lo importante ES GANAR LA GUERRA;.

Tal como vamos sin rumbo nunca vamos a alcanzar el desarrollo. Por otra parte se ha instalado en la mente del hombre masa que todo “tiene que ser gratis”, todo ello gracias al accionar perverso de la clase política, no sólo por abuso demagógico y hasta ignorancia, sino que también por mala fe. El estado no tiene recursos ilimitados y los disponibles – siempre escasos y pertenecientes a todos los chilenos – debe administrarlos en procura del bien común, cual es su función primaria. En ningún caso satisfacer intereses de grupos de presión. El estado DEBE CREAR las condiciones y controles para que el capital se ponga en acción y cree empresas, negocios, inversiones, que GENEREN TRABAJO. Lo que el país necesita es trabajar y no esperar que el estado le provea de todo. Eso es fomentar la mediocridad y la flojera. Todo el país se ha obnubilado con el alto precio del cobre (ya está bajando) y colgarse de ahí para obtener toda clase de prebendas. Desde los años 60 que todavía oímos hablar de la “viga maestra de Chile” y hoy seguimos sin exportar un sólo gramo con valor agregado ya sea en partes, piezas o maquinarías; es al revés, nos llegan equipos manufacturados con cobre chileno de cualquier parte del mundo, menos en Chile. Es algo vergonzoso.

Señores políticos, si ustedes no tienen el coraje moral ni las capacidades para gobernarnos con la debida vocación de hombres de estado, con toda su inteligencia y voluntad de incrementar y proteger los intereses nacionales (permanentes), esto va a terminar mal. El año 1973 se produjo el derrumbe del sistema democrático por falla de la clase política, cuyos herederos son ustedes, la cual fue incapaz de solucionar la profunda crisis política, social, económica y jurídica a que fue arrastrado Chile por la Unidad Popular. Ante su falta de coraje e inteligencia y escuchando el llamado de Uds. (Cámara de Diputados), del Poder Judicial y de la inmensa mayoría de la sociedad civil , debieron intervenir la FFAA. Aunque la mayoría de Uds. hoy rasgan vestiduras y se distancian del Gobierno Militar , el mejor gobierno que tuvo Chile en el siglo XX, y lo llaman peyorativamente “dictadura“, no fue tal cosa . Chile nunca fue más libre, excepto, por supuesto, para aquéllos mismos de hoy que en aquella época pretendían subvertirlo y destruirlo. Esa libertad bien entendida permitió un florecimiento integral en todas las áreas de la vida nacional , especialmente en la seguridad ciudadana , la nueva y moderna institucionalidad , en lo económico y en la identidad y orgullo nacionales que nos identificó como los mejores de América Latina y ejemplo para muchos países desarrollados que imitaron nuestro modelo económico y de previsión social. Así entregaron el país las FFAA y de Orden y sus colaboradores civiles hace 20 años a los gobiernos de la Concertación. Fue la gran y fructífera herencia que recibió la Concertación, cuya odiosidad y resentimiento la fue debilitando hasta perder el poder .
Esos hombres de armas, no obstante actuaron fuera de su normal ámbito castrense, demostraron poseer mayor vocación y aptitudes políticas que las que mostró la clase política de antaño y la actual, que se desgasta en alcanzar el poder por el poder, dedicados a la ingeniería electoral.

¿Se han preocupado cual será la reacción si Perú gana o pierde el arbitraje? ¿Qué va ocurrir con Bolivia? ¿Y el tratado sobre el campo de Hielo Sur donde aún hay discrepancias en los hitos instalados por el Coronel Holdich durante el arbitraje del Palena en los comienzos de l siglo XX?

En el periodo de desorden que vive el país a vista y paciencia del señor Presidente de la República y Cia. ¿por que no establecen las leyes que permitan actuar a Carabineros como corresponde? Carabineros de Chile está perfectamente preparado para rodear a los encapuchados, sacarles sus encubrimientos y entregarlos a la justicia, pero el gobierno no lo ordena por temor. ¿A qué le teme nuestra primera autoridad nacional, cuya misión fundamental es la seguridad interior y exterior del país? – no lo comprendo.
El Legislativo debiera proponer acciones de este tipo en vista que el Presidente no lo hace. Yo me permito como ciudadano a instarlos para que se cumpla la Constitución y las leyes y no perder su tiempo en discusiones bizantinas siempre mirando al pasado; otro defecto chileno. Miren hacia ADELANTE, el pasado solo como experiencia para no repetir errores, pero miren el futuro y no se queden inmovilizados discutiendo unos y otros sin hacer lo que el país requiere con ideas concretas realizables y aterrizadas.

Para desarrollar un país no se necesitan sueños utópicos; se requieren valor y audacia para todos los proyectos que signifiquen progreso. Hagan algo por salvar a Chile del caos y trabajen para ello con patriotismo y generosidad las 24 horas del día y sus noches si es necesario, como lo hicieron nuestras FFAA y de Orden cuando la Patria lo requirió.

Fernando Navajas I.
Vicealmirante

Columna de Opinión

Un héroe olvidado. Columna de Hermógenes

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
El teniente Krassnoff recibió la Medalla al Valor de su institución, el Ejército, por su coraje en una acción que resultó muy valiosa para la paz interna y la seguridad de la población trabajadora chilena.
Los lavadores de cerebros, con la plena pasividad y aquiescencia de los cerebros lavados, se aprestan a diferentes conmemoraciones el 5 de octubre, ninguna de las cuales se referirá, por cierto, a un héroe anónimo que en esa fecha de 1974 se debatía entre la vida y la muerte, tras inmolarse en defensa de la ley y el derecho. Su nombre: Renato Robinson del Canto. Profesión: agente del Banco de Chile en la pequeña sucursal Huelén, que había en el centro de Santiago.
Sólo un medio de comunicación, el diario digital “Chile Informa” de hoy, ha recordado a este héroe civil tan ejemplar como olvidado.
Un grupo del MIR, encabezado por su jefe, Miguel Enríquez, intentó asaltar la sucursal a cargo de Robinson. Como éste se negara a entregar las llaves de la caja fuerte, fue golpeado con los revólveres por los asaltantes, hasta quedar su cabeza sangrando profusamente.
Tras eso, el propio Enríquez, en vista de que no entregaba las llaves, procedió a golpearlo cobardemente con ambos puños en la cara, hasta dejarla también sangrando.
Pero Robinson era un hombre fuerte y atlético, y en un acto de temeridad, descargó un tremendo golpe de puño sobre la boca de su despreciable agresor, lanzándolo lejos sobre un escritorio. Éste, entonces, le farfulló a uno de sus subordinados miristas: “¡Bájalo!”. El aludido descargó de inmediato seis tiros calibre 38 en el abdomen de Robinson.
Luego los miristas huyeron con un magro botín, pues no pudieron abrir la caja fuerte.
Esto sucedía el 26 de septiembre.
Pocos días después, el 5 de octubre, un oficial de inteligencia, el teniente Miguel Krassnoff, ubicaba la guarida del jefe del MIR, en calle Santa Fe 725 de la comuna de San Miguel. Al llamar a la puerta, recibió una descarga de balazos, ninguno de los cuales dio en el blanco.
Desde una casa vecina pidió refuerzos, que pronto llegaron. En el intercambio de disparos resultó muerto el jefe del MIR, Miguel Enríquez. Su boca todavía presentaba rastros de las lesiones inferidas por el puño de Robinson.
Éste, entretanto, sobrevivió a los seis tiros que el mirista subordinado de Enríquez le disparó por orden de éste. Pero quedó muy impedido para el resto de su vida.
El personal del Banco de Chile recibió con grandes muestras de alegría la eliminación del asaltante mirista que había ordenado asesinar a su compañero de trabajo y que representaba un peligro para la vida de todos los empleados bancarios del país.
El teniente Krassnoff recibió la Medalla al Valor de su institución, el Ejército, por su coraje en una acción que resultó muy valiosa para la paz interna y la seguridad de la población trabajadora chilena.
Cuando los correligionarios y camaradas del terrorista Enríquez llegaron al poder en Chile, en 1990, se preocuparon de designar jueces afines a su causa e iniciaron una persecución vergonzosa contra los uniformados que habían derrotado al terrorismo. Por eso el valeroso oficial Krassnoff fue el centro de la venganza marxista y hoy cumple prisión a perpetuidad de hecho, pues los jueces de izquierda, y en particular uno, Alejandro Solís, se han preocupado de imponerle condena tras condena en causas en que se le han desconocido todos sus derechos y se la ha sentenciado sin pruebas reales y contra el texto expreso de las leyes.
Los chilenos cuyas vidas e intereses ayudó a proteger la abnegada acción de Krassnoff y su gente contra el terrorismo marxista, en su gran mayoría hoy “miran para otro lado” o “toman distancia” de los uniformados. Pero los que conservan la memoria histórica y tienen un mínimo de moral y agradecimiento, esperan manifestarse y hacer pagar esa deslealtad a través del “Plan Ahora” en las elecciones que vienen.
Entonces, es sólo una minoría de chilenos con el corazón bien puesto la que rememora el 5 de octubre como una fecha en que se asestó un golpe decisivo a la mayor asociación ilícita terrorista que había en Chile en los años ’60 y ’70.
Y rinde también homenaje a un héroe civil anónimo, Renato Robinson del Canto, ejemplo de una especie en extinción, la de los chilenos valientes.

Lunes 03 de octubre de 2011

Columna de Opinión

Carta de apoyo al Alcalde de Providencia.Cristián Labbé Galilea. El Alcalde Labbé y la Clase Política (P. Quilhot)

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de responsabilidad se sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Deseamos, y lo sentimos como imperativo, manifestarle nuestro apoyo y reconocimiento a la notable gestión que ha llevado a cabo como Alcalde, la que ha sido objeto de las más altas distinciones que le han sido otorgadas a organizaciones de esta naturaleza, tanto en el ámbito nacional como internacional. Es un orgullo para todos quienes nos sentimos cercanos y observadores de la obra política que le ha correspondido cumplir, que es de suyo evidente en sus realizaciones, como también la de carácter militar, que tenemos el privilegio y honor de conocer en toda su dimensión, y que ha logrado, sin intermediarios ni apoyos estructurales de magnitud, cumplir con creces y a cabalidad, con lealtad, dignidad, entrega y compromiso, teniendo como único norte sus desinteresadas y altruistas aspiraciones, las que ha puesto, sin reservas, al servicio de las nobles causas que le ha tocado emprender. Ello es una condición cada vez más difícil de encontrar en autoridades que tienen responsabilidades determinantes para los fines de la comunidad y sociedad a la que se deben. Eso tiene un costo, y con seguridad UD. lo está injustamente pagando.

El Directorio del Centro de Coroneles de Ejército, en representación de la totalidad de los integrantes de nuestra organización, le expresa, por mi intermedio, a nuestro distinguido y muy apreciado Presidente, Coronel Cristián Labbé Galilea, nuestro más irrestricto apoyo, a raíz de los acontecimientos que se han producido recientemente, como consecuencia de su intervención en los hechos que han sido de público conocimiento, respecto de los cuales, en su condición de Alcalde de la comuna de Providencia, ha debido enfrentar con decisión y firmeza la adopción de difíciles medidas, demandas por una mayoría silente de la sociedad, tendientes a restituir en parte la desenfrenada actuación de actores sociales que, bajo el amparo y obsecuencia de la autoridad responsable, han extremado un conflicto que ha significado una degradación preocupante y lesiva para la convivencia nacional.
Tenemos plena certeza que su actuación se enmarca en una motivación que claramente ha tenido como propósito contribuir a restituir lo más preciado de los valores que hacen que las sociedades puedan alcanzar sus objetivos y desafíos, más aun considerando la dinámica de los tiempos presentes. La sociedad espera y demanda para ello que quienes tienen responsabilidades y obligaciones, las asuman con claridad, determinación y sin vacilaciones, en el marco legal y de respecto que es imperativo preservar para tal propósito.
Las reacciones y destempladas descalificaciones que han emitido en su contra algunos personeros, al amparo de la dirección de algunos medios de comunicación, y otros que pretenden aprovechar esta circunstancia para esconder sus debilidades, carencia de carácter y de compromiso con sus responsabilidades y obligaciones, no lo debieran intimidar a la hora de tomar decisiones que la mayoría de los ciudadanos, que no tienen espacio para pronunciarse, desean para nuestra nación.
Deseamos, y lo sentimos como imperativo, manifestarle nuestro apoyo y reconocimiento a la notable gestión que ha llevado a cabo como Alcalde, la que ha sido objeto de las más altas distinciones que le han sido otorgadas a organizaciones de esta naturaleza, tanto en el ámbito nacional como internacional. Es un orgullo para todos quienes nos sentimos cercanos y observadores de la obra política que le ha correspondido cumplir, que es de suyo evidente en sus realizaciones, como también la de carácter militar, que tenemos el privilegio y honor de conocer en toda su dimensión, y que ha logrado, sin intermediarios ni apoyos estructurales de magnitud, cumplir con creces y a cabalidad, con lealtad, dignidad, entrega y compromiso, teniendo como único norte sus desinteresadas y altruistas aspiraciones, las que ha puesto, sin reservas, al servicio de las nobles causas que le ha tocado emprender. Ello es una condición cada vez más difícil de encontrar en autoridades que tienen responsabilidades determinantes para los fines de la comunidad y sociedad a la que se deben. Eso tiene un costo, y con seguridad UD. lo está injustamente pagando.
Reciba, finalmente, nuestra más sinceras expresiones de afecto, aprecio, amistad, y lealtad, y tenga la certeza y seguridad que sus camaradas de armas, y en particular quienes integramos el Centro de Coroneles, estaremos atentos y vigilantes a la evolución de los acontecimientos, ofreciéndole nuestro total e irrestricto apoyo en todo lo que sea necesario e inherente, esperando que las decisiones que adopten las autoridades pertinentes permitan encauzar el conflicto en la dirección que la mayor parte de la sociedad espera.
Sin otro particular, y en la seguridad que la consecuencia y lealtad valórica de sus actuaciones serán oportunamente reconocidas y apreciadas, le saluda muy atentamente.

Santiago, 26 de Septiembre de 2011.
MARCO ANTONIO SÁEZ SAAVEDRA
Coronel
Vicepresidente
Centro de Coroneles de Ejército

EL ALCALDE LABBÉ Y LA CLASE POLITICA

En medio de preocupantes signos de desgobierno, originados en el inmovilismo de un Ejecutivo, la clase política chilena se ha visto sorprendida por una inesperada amenaza a su statu-quo, al aparecer un líder dotado del valor y convicciones suficientes para ofrecer a la ciudadanía lo que ellos no ofrecen. Con absoluta prescindencia de los requiebros demagógicos y rebuscadas filigranas a que nos tienen acostumbrados los políticos, el Alcalde Cristián Labbé se paró ante al país e hizo y dijo lo que hace rato esperábamos de la Autoridad. Justo cuando un empolvado secretario de estado, fiel seguidor de las instrucciones de su jefe, se deshacía en esfuerzos para congraciarse con el grupúsculo de agitadores comunistas que han mantenido al país en una crisis artificial y extemporánea.
A pesar de que el Alcalde Cristián Labbé actúa dentro de las atribuciones legales y administrativas que su cargo le otorga, la clase política y el gobierno de su propia coalición, han salido con desesperación a atacar a quien se permitió romper las cadenas de la demagogia politiquera y salir al frente, a pecho descubierto, a decir de una vez por todas la verdad que todos en privado reconocen y a hacer lo que la mayoría espera: poner fin a la hemorragia de anarquía ideologizada, impuesta por los comunistas. Con ello, el Alcalde Labbé ha dejado en evidencia la debilidad del gobierno y la inconsecuencia de opositores y oficialistas que escudándose en una superada libertad democrática han permitido, alentado y potenciado una campaña de violencia urbana que nos recuerda los peores tiempos de la intentona revolucionaria marxista de los años 70.
Con su valiente actitud y sin desconocer la real necesidad de mejorar la educación en Chile, Cristián Labbé no solo recoge y desahoga la hasta hoy frustrada necesidad de representación de una enorme cantidad de chilenos que añorando el orden y la paz social de los años del Gobierno Militar han visto cómo éstos han sido destruidos por la permisividad demagógica de la Concertación y por la debilidad demostrada por el primer gobierno de derecha en muchos años, certeramente calificado como el “quinto” de dicho conglomerado marxisto-cristiano.
Los efectos de la actuación del Alcalde Labbé sobre la cómoda seguridad alcanzada en estos años por la clase política han quedado en evidencia no solo con las reacciones destempladas de los actores políticos, si no también con la de aquellos que se nutren de sus devaneos, como ocurre con algunos periodistas o analistas que en su angustia y compromiso ideológico han abandonado la careta de la imparcialidad para mostrar su odio y resentimiento hacia aquel sector de la sociedad que no ha comprado su versión de la “dictadura” y de los supuestos beneficios de la “libertocracia”. Para aquellos que han hecho de la política una fuente inagotable de beneficios económicos, desarrollando redes de influencia de alcances ilimitados, otorgándose poderes heredables, imponiendo con ello una verdadera “nobleza política”, Cristián Labbé constituye un riesgo inaceptable que debe ser neutralizado a la brevedad, antes que el ejemplo se expanda y puedan hacer surgir a muchos nuevos líderes de este tipo, capaces de actuar por sí mismos y de decir lo que no es “políticamente correcto”.
A nivel mundial y especialmente en nuestra Latinoamérica, la paciencia de los ciudadanos hacia las democracias decadentes (como también hacia las tiranías asfixiantes) pareciera estar agotándose en forma acelerada, dando origen a nuevas formas de gobierno que aún no consiguen adquirir una identidad de género que las defina correctamente. Por ahora, solo ha ido quedando en claro la aparición de caudillos de generación espontánea, donde predominan los de origen militar o paramilitar, gestados talvez en la angustiosa necesidad de autoridad, expresada por una ciudadanía esperanzada en reponer el necesario orden y estabilidad, derrumbado por la maraña de “derechos” y la pérdida de “deberes” en que han caído envueltas las democracias occidentales.
Cristián Labbé satisface plenamente esta necesidad, al ofrecer a los chilenos una imagen de autoridad responsable, consecuente y dotada del valor que le permite adoptar decisiones pensando en el Bien Común, aún cuando esto sea impopular. La diferencia con el accionar del mundo político local es evidente y con muy poco esfuerzo pronto podríamos verlo figurando en las encuestas con resultados sorprendentes, ya que su popularidad no será producto de una casualidad o de la desgracia ajena, si no de su propia e indiscutida capacidad de liderazgo.
La mayor dificultad que deben enfrentar sus detractores es el enorme respaldo que tiene en sus votantes, quienes con una clara mayoría lo han reelegido reiteradamente para dirigir los destinos de la comuna de Providencia. Allí, ha realizado un trabajo magnífico, mejorando notoriamente entre muchos otros logros ni más ni menos que la misma educación que hoy se cuestiona. Con ello, da un soberbio tapaboca a quienes atacan la enseñanza municipalizada, demostrando que una gestión limpia, honesta y desinteresada es sinónimo de éxito y de eficiencia. ¡Qué mejor ejemplo de esto que el altísimo porcentaje de alumnos del Lastarria y Carmela Carvajal que ingresan año a año a la universidad y los miles de estudiantes de otras comunas que postulan a dichos establecimientos, en procura de una mejor calidad de educación!. O sea, el Alcalde Labbé no solo dice las cosas que queremos escuchar, si no que hace lo que dice y lo hace bien. ¡Que tremenda amenaza para aquellos que se escudan en el partido o en los “consensos” para ocultar su incapacidad! Si Chile tuviera más Labbés y menos de los otros las cosas serían diferentes y la actual clase política terminaría rechazada definitivamente de la vida nacional…Tal y cómo la mayoría lo desea, según muestra el resultado de las encuestas!
Chile está cansado de los malos líderes políticos, de los que ha tenido más que suficiente. La sociedad chilena está aburrida de ver siempre las mismas caras, rebosantes de gozo en cada reelección o lo que es lo mismo en cada “nominación” de sus mafias partidarias. Los chilenos desean ver otras opciones y antes que ese espacio sea ocupado por algunos de los falsos renovados o lobos con piel de oveja que la izquierda hábilmente ha ido “reservando” para los tiempos venideros, es preciso levantar a los verdaderos representantes de la libertad y de la democracia republicana, esa en que los gobernantes velan realmente por el Bien Común y no por el resultado de las encuestas. Cristián Labbé es una opción real para quienes deseamos orden y paz, dejando a un lado para siempre a una clase política aprovechadora y falsa que permite y estimula el renacer de los odios y de las revanchas de todo orden.
Chile está demasiado lejos de una verdadera “reconciliación nacional”. La violenta reedición de la agresión marxista y la debilidad demostrada por quienes debieran oponerse a sus intentos hegemónicos han permitido la reinstalación de los odios del pasado y remarcar la existencia de dos sociedades absolutamente contrapuestas. Curiosamente ello ocurre cuando como consecuencia de los cambios introducidos por el Gobierno Militar las diferencias económicas se reducen y la ciudadanía comienza a tener libre acceso a los bienes y servicios propios de un país próximo a alcanzar el desarrollo. Es natural que los comunistas no deseen que ello ocurra, ya que con éste se acabaría el “caldo de cultivo” para su trasnochada ideología. Sin embargo, no deja de sorprender la pasividad entreguista de muchos que habiendo sido parte de la gesta transformadora del Gobierno Militar como Cristián Labbé no sean capaces de alzar la voz para defenderlo y expresar públicamente su identificación con el orden y progreso en paz que éste representó. Al menos podrían hacerlo para reconocer a un alcalde ejemplar, hoy atacado sin piedad por una inmunda fronda politiquera que trata de destruir la amenaza que para ellos su hombría representa.
Quiera Dios que Cristián Labbé no se quede solo en una brillante gestión alcaldicia y que
por el bien de Chile existan los hombres y mujeres capaces de proyectar su capacidad, inteligencia y hombría de bien hacia desafíos mayores.

27 de Septiembre de 2011
Patricio Quilhot Palma

 

Columna de Opinión

Movimiento estudiantil y odio: 5 claves

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de responsabilidad se sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Y como los políticos lo saben, era mucho más importante decirles a los niños “no se olviden que nosotros que fuimos como ustedes, para que nos quieran y voten por nosotros cuando exista inscripción automática y voto voluntario. Nosotros somos también de izquierda”, que llegar a la cita con la primera autoridad del país

Era evidente. Tanto que lo dije en un programa de radio hace más de un año atrás. Los llamados “movimientos sociales” no perdonarían al Gobierno.

Pensé en la pobre Camila Merino y su impecable currículum empresarial cuando se presentó el primer gabinete. Aposté con amigos que era la primera en salir. Me equivoqué por poco. Entre otras cosas, porque nadie pensó en un terremoto. Eso nos dio respiro.

Pero no hubo perdón. Ni lo habrá. De eso no hay duda.

Era tan evidente…tan.

Expongo las claves necesarias para ensamblar este puzle social. Con nombres, juicios y más de algún prejuicio, del cual no tengo problemas en ofrecer retracto si es que hay argumentos razonables para ello.

Está hecho en base a mi experiencia como dirigente, como observador entusiasta de las formaciones de izquierda, estudios de historia y, lo más importante, por el sentido común.

¿Por qué no llegan los líderes de la Concertación a la reunión con el Presidente?

¿Por qué no hay oposición a los líderes estudiantiles?

¿Por qué el gobierno no se anticipó a algo que era evidente?

Y seré políticamente incorrecto. Total, peor que la Camila y Gajardo no se puede ser.

Primera clave: La izquierda nunca ha dejado de hacer la pega.

Mi papá dice gritando: “¡Si el comunismo fracasó!”.

Primer error de Chile.

Fracasó administrando el poder, pero no sembrando el odio.

No se sienten fracasados en su experiencia en el Gobierno chileno ya que morirán convencidos que “los militares interrumpieron su proyecto”.

Por supuesto nadie recuerda que fue la misma Cámara de Diputados (elegida democráticamente y sin la Constitución de Pinochet) la que declaró el 23 de Agosto que el Gobierno de Allende estaba fuera de la Constitución y la ley, y que había violado los Derechos de las personas (no se usó en el lenguaje Derechos Humanos porque eso sólo era para los que estuvieron en Villa Grimaldi y el Estadio Nacional.)

Y no se sienten fracasados porque su ideología es misional.

La ideología de izquierda consiste en la construcción de la utopía (ejemplos van desde educarse gratis y con calidad, hasta la dictadura del proletariado). Y como las utopías no caben en el mundo real, deben implantarse a la fuerza, a través de lo que se llama “la revolución”.

Y no se avergüenzan de ello. Al contrario, se sienten idealistas, incomprendidos… víctimas.

Han utilizado 3 vías que han sido exitosas en estos más de 20 años de democracia: la infiltración e instrumentalización de universidades y los sindicatos de trabajadores; la victimización y las artes.

Desde 1990 hasta la fecha la FECH ha tenido 21 Presidentes, 17 de ellos de Izquierda (incluido el PPD Marco Antonio Núñez). 9 de ellos de la “jota”.

En el ámbito sindical, en el portal de la ANEF hay linkeados 35 webs de asociaciones de funcionarios de distintas reparticiones, Ministerios y Servicios. En 14 de ellos la imagen o la noticia principal o el banner está formado por gente en actitud de movilización: banderas, marchas, pancartas. Alguno de ellos con imágenes de la “represión” de Carabineros y varias en apoyo explícito a los estudiantes.

Racionalmente no hay relación causal entre las reivindicaciones de los funcionarios públicos y la de los estudiantes: ¿O tiene algo que ver el bono de incentivo al retiro, los despidos injustificados con el lucro en la Educación?

La respuesta es obvia: hay un sentimiento de causa común en demandas y estilos que son comunes en función de la permeabilización de las actitudes de las ideas de izquierda al interior de lo que los gremialistas llamamos “cuerpos intermedios”.

Pero no en todos, claro. Sino donde es más fácil el cultivo del odio. Universidades y sindicatos.

Lo segundo es reiterar la victimización. Una enunciación constante de slogans que nunca han dejado de ser repetidos. Una verdadera cultura que busca homogeneizar un discurso donde la primicia es: convencer a las “bases” (los “cabros”, como le dicen cariñosamente los dirigentes a los adherentes) de que son víctimas.

¿De qué? De la injusticia social y del Sistema Neoliberal. Un concepto que abarca desde el salario mínimo, el lucro en la Educación, la aparente falta de democracia, la Patagonia… y donde calce el discurso.

Es obvio: en el sistema siempre va a haber “a quien le toque menos”.

Lo tercero es la cultura y las artes. Brillante. Disfrazar la ideología con romanticismo, música y colores. Es evidente que “propiedad sobre medios de reproducción” es demasiado filosófica y poco atractiva. Mejor recurrir a los “compañeros poetas”.

Y estos sí que lucran: sino pregúntenle a cualquiera que haya ido –al igual que yo- al último concierto de Serrano, qué le pareció el precio de las entradas.

Por eso, no se extrañe cuando alguien dice que mencionar a la “extrema izquierda” es “pasado de moda”. Es parte de la estrategia.

Segunda clave: Ni perdón ni olvido: los Derechos Humanos y la Dictadura militar

Stalin, Pol Pot, Mao, Lenin, Kim Jong II, Ho Chi Ming. Militan en el mismo partido que Camila Vallejo y Jaime Gajardo. El mismo que tres Diputados de la República de Chile quienes no tuvieron que reformar la Constitución de Pinochet para acceder al poder.

Este es el resultado del comunismo en el mundo luego de gulags, torturas, hambrunas, deportaciones, represión sistemática.

URSS, 20 millones de muertos.

China, 65 millones de muertos

Vietnam, 1 millón de muertos

Corea del Norte, 2 millones de muertos

Europa Oriental, 1 millón de muertos

América Latina, 120 mil muertos

Afganistán, 1,5 millones de muertos

Movimiento comunista internacional y partidos comunistas no situados en el poder, una decena de millares de muertos[1].

Pero ello no parece importar. De hecho, cuando hice esta afirmación en twitter (la de tener militancia común), al menos 6 respuestas fueron: “¿Y?”. De vuelta una me dijo “y tu eres militante de un partido que se jacta de que los militares pusieron ratones en la vagina de las mujeres”.

Eso no pareciera ser imputable a Camila y Gajardo, ni a ninguno de ellos. A pesar de que es la misma ideología, el mismo partido, los mismos objetivos, la izquierda en Chile (entre comunistas y socialistas), ellos están inmunes. Pero al revés no. Quienes somos de derecha y sentimos algún grado de adhesión al gobierno militar, estamos linkeados con el Fascismo internacional.

Y la razón es sencilla. Y es que han utilizado la estrategia de aprovechar cierta legitimidad de haber sido víctimas en el gobierno militar. Mientras la Derecha hizo el mea culpa dejando sólo a Pinochet (tesis de Gonzalo Vial), la izquierda ha utilizado un concepto que es legítimo y humano, pero incompatible con la reconciliación: Ni perdón… NI OLVIDO.

Y han sabido hacer valer eso.

Fíjese:

Cuando la policía actúa para resguarda el orden público: ellos hablan de “represión”.

Cuando hay despidos en la administración pública en la actualidad: ellos hablan de “persecución”.

Si hay personas detenidas por infringir la legislación vigente y el orden público cuando hay una causa de interés público: ellos hablan de “presos políticos”.

¿Cuál es el efecto?

La victimización. Como la gente reprueba las violaciones a los derechos humanos en la dictadura, ellos hacen que constantemente los mensajes se adecúen a ello y se hagan similares: cuando era Secretario General de FEUC e iba a la FECH, recuerdo un cuadro que adornaba la oficina de Giorgio Boccardo: carabineros forcejeando a estudiantes.

¿Cómo? Infiltrando en las marchas a fotógrafos (todos chasconcitos y con pañuelo de árabe) para retener esos sabrosos momentos. Fíjese en las noticias.

Funciona como el póker: “tu apuesta y dos más”. Si les dices “violentistas”y “subversivos”, ellos se indignan y dicen “ese es el lenguaje de la dictadura”. Y entre líneas se lee: “si usas ese lenguaje, es porque crees que yo merezco el calificativo de personas que, pensando lo mismo que yo, fueron perseguidas”.

Sólo con este dato se entiende que en cada movilización que hay, por ejemplo un 1º de mayo, se llene de banderas no sólo del PC, PS e incluso de CUBA, sino que del Frente Patriótico Manuel Rodríguez y del MIR.

Así se explica el lenguaje que utilizan Camila y Gajardo, en muchos de sus intervenciones.

Así está diseñado el modelo: marchamos, no importa el motivo, total cuando nos disuelvan, diremos que nos “reprimieron”, que hay un “desconocimiento de la democracia” y los “derechos humanos”.

Ese es el recurso que ocupan: visite la web de la asociación de funcionarios del Ministerio de Cultura. Con ocasión de un problema interno-administrativo sacaron pancartas con la cara de Cruz-Coke en blanco y negro con una leyenda que dice “Ministro del Terror”.

El entrevistador pregunta a Camila: ¿Qué les dices a las personas que sufren con los destrozos? Camila responde: “Acá el único que tiene que dar explicaciones es el Ministro Hinzpeter por el exceso de represión”.

Touché.

Así es imposible ponerse del lado del orden público y de la racionalidad. Pues es un tema tabú en Chile, básicamente porque no hay olvido… menos perdón.

Tercera clave: Concertación subiéndose a la micro porque se quedaron sin bencina

La DC apoyó a Allende, pero a cambio de una reforma constitucional para respetar sus derechos. El resultado es conocido por todos a pesar de los incesantes esfuerzos para hacer creer que la historia, la máquina a vapor, la electricidad y tantas otras cosas sólo existieron desde el 11 septiembre de 1973.

Ya ha pasado en la historia de Chile tantas veces. Pero la memoria chilensis falla a menudo.

¿Qué tiene este movimiento estudiantil que parece tener tanta legitimación?

Aquí entra Giorgio Jackson. Colegio particular y miembro de la carrera que más ABC1 tiene la PUC: ingeniería civil. Pero se pone pañuelo árabe y pide plebiscito. Detrás lo secundan los jóvenes dirigentes de FEUC democratacristianos y los panelistas de tolerancia cero lo respetan. Claro, si está “la Católica”, esto seguro es transversal.

Un rostro agradable.

Con la Concertación pasa lo mismo. No llegaron a la cita con el Presidente pues, según el presidente de la DC, querían ser un puente de diálogo entre el gobierno y los estudiantes.

Tanto así, que prefieren quedarse con ellos y no asistir a una cita que ellos pidieron con el mandatario. Argumentó con total desfachatez que hubiera sido incomprensible en las circunstancias actuales que ellos hubieran dejado ahí a los jóvenes.

Y es que en la Concertación saben que es más fácil ser queridos por el gobierno que por los dirigentes estudiantiles.

Los dirigentes concertacionistas han sido abucheados en actos del 1º de mayo (escupos a Tohá), a Lagos lo funaron hace un tiempo en la Chile y por estos días en la UTEM. Y como los políticos hicieron (o intentaron) hacer lo mismo que los universitarios cuando eran jóvenes, tienen que pagar el alto costo que significó ponerse del lado de la gobernabilidad.

Porque al final, Tohá, Andrade, Fulvio, Quintana, Silber, Walker y tantos otros quieren lo mismo que Vallejo: les encanta el país en la calle, con pancartas, siendo víctimas de los carabineros y haciendo creer que sólo la centro izquierda puede darle gobernabilidad al país.

Pero cruzaron esa frontera que para el joven revolucionario de extrema izquierda es imperdonable: fueron gobierno. Tuvieron por 20 años que hacerse cargo del orden público.

Y eso lo pagarán caro.

Y como los políticos lo saben, era mucho más importante decirles a los niños “no se olviden que nosotros que fuimos como ustedes, para que nos quieran y voten por nosotros cuando exista inscripción automática y voto voluntario. Nosotros somos también de izquierda”, que llegar a la cita con la primera autoridad del país.

Como están en la oposición, juegan a ganador: por eso no condenan los atentados al orden público, por eso apoyan la demagogia del plebiscito.

Jackson está empezando a pagar los costos: en la CONFECH perderá todo el liderazgo, perderá la sucesión en la FEUC y dejará de ser un actor razonable para los jóvenes.

¿No ven que es de ingeniería de la PUC?

La DC no quiere aprender.

Cuarta clave: Lo que no pudo hacer la píldora, HidroAysén, los mapuches y el matrimonio gay

“Actores sociales”, “movimientos sociales”. El nuevo lenguaje de izquierda. Son las asociaciones de izquierda mimetizadas en “sub” giros. Son los gremios de la salud, las asociaciones del matrimonio igualitario, los grupos de izquierda extraparlamentaria parapetados en el MIR y el FPMR, las centrales de trabajadores, movimientos ambientalistas radicales, Federaciones de Estudiantes, etc.

Son lo que los gremialistas llamamos cuerpos intermedios, pero con el matiz de politización.

Porque su nombre lo dice: actúan y su giro principal es el cambio social (revise la declaración de principio de la FECH). No quedan dentro de esta clasificación los movimientos gremiales, scouts, bomberos, asociaciones deportivas, colegios profesionales no politizados, movimientos laicos cristianos, ni menos partidos de derecha.

Apuesto mi sueldo y todos los que vengan a quien me haga llegar una invitación de los dirigentes a participar de una discusión.

Y lo intentaron con los mapuches. Parlamentarios de izquierda, banderas de izquierda, Natividad Llanquileo hablando en el mismo lenguaje que Camila Vallejo.

Tratan de “presos políticos” a los mapuches y hablan de Derechos humanos. En Magallanes lo mismo. En la prensa se acreditó que uno de los principales gestores de las paralizaciones era dirigente comunista. ¿Por qué cuando me detuve saliendo de la universidad a ver la marcha por la píldora el año 2007 vislumbraba banderas de la Jota, el PPD y hasta la democratacristiana?

Las mismas banderas se ven en las marchas de “Patagonia sin represas” y el matrimonio gay.

Todos dicen de vuelta: “este es un movimiento ciudadano”… y claro que lo es: de la ciudadanía de izquierda.

¿Qué tuvo de distinto la educación?

Dos comunistas al frente del tema: Gajardo y Vallejo. Una causa noble: educación. Slogans atractivos como el fin al lucro. Ejes comunicacionales difusos, pero efectivos: más participación, ciudadanía empoderada, represión, plebiscito, nacionalización del cobre, etc.; un caldo de cultivo para “actores sociales” que ahora sí pudieron conseguir lo que los gays y los mapuches no consiguieron: poner en jaque al gobierno.

Y cuando les descubres se indignan: ¡este no es un movimiento político!

Pero Camila y Jackson se atrevieron a ir más lejos: Este sí es un movimiento político. Y pagarán los costos: Camila pasará a la historia como una más de las decenas de antecesores, es decir, sin peso, ni piso político. Jackson, ya lo conocemos. Se quedará sin pan ni pedazo.

La clave de las claves: ahora quien gobierna es la Derecha

De todas formas hay una clavija que es la que desafina la guitarra. Los petitorios CONFECH son los mismos hace una década. Y quien diga lo contrario no ha seguido la contingencia.

Desde mis primeros consejos de presidentes en el 2005 que se pedía reconocer que la educación “está en crisis”, que se rechazaba la entrega de recursos públicos a universidades no estatales, que no se modificara el estatuto docente (se entiende así pues nadie pide lo contrario) y que se dignifique la educación pública (y si se puede, gratis).

Y apareció el lucro… en el rostro del Presidente. En el rostro de toda la derecha.

Piñera representa lo más odioso para la izquierda: el empresario, el millonario. El hombre del helicóptero. A su lado Lavín: el un día “casi Presidente”, de la UDI y del opus dei. Ícono de la Derecha.

Entonces no podían fallar. Presidente Comunista en el colegio de profesores y en la FECH. Un año académico que transcurría con mucha normalidad para los factores mencionados.

¿Cuál fue el error de Lavín? ¿En qué se equivocó? ¿Cuál fue la impopular medida que tomó que lanzó los cacerolazos a la calle?

Todas y ninguna.

Es verdad: el gobierno ha actuado con mucha soberbia en este tiempo en muchos aspectos y, en especial, despreciando la política. No saber anticiparse a este problema.

Era evidente que esto iba a ocurrir.

Con todo, era la tesis ideológica la que debía imponerse. El materialismo dialéctico marxista que habla de una tesis, de una antítesis y de una síntesis.

La tesis: la de hace 10 años. La antítesis perfecta al frente: el gobierno de derecha al cual hacerle pagar por los pecados de 20 de años de Concertación. De pasada, hacer el punto que no aceptarán ser gobernados así como así por quienes representan al enemigo de la izquierda más feroz.

¿La síntesis? El nuevo orden político: con una Concertación que desconoce la forma en que la oposición responsablemente había actuado en materias institucionales (con sus legítimas diferencias por supuesto). Líderes que quieren sus peticiones a cualquier costo bajo la amenaza de la fuerza. Crear una oposición ideológica en la lógica de reforma a todo lo actualmente existente.

La lucha ya no está en el plano de las ideas, sino en el plano de la fuerza. Y eso es lo que quiere forzar la izquierda. Por eso seguirán negándose a todo. Así lo aprendieron del “Ché”.

1] Stéphane Courtois, Nicolás Werth, Jean-Louis, Andrzej Paczkowoski, Karel Bartosek, Jean Louis Margolin: El Libro Negro del Comunismo. Crímenes, terror, represión, Ediciones B, S.A., 2010.

Por MAX PAVEZ

Columna de Opinión

UN 18 DE SEPTIEMBRE PREOCUPADO

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de responsabilidad se sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Lamentablemente en nuestra historia, por la ineptitud, imprudencia, falta de sentido común y de visión de futuro, mezquindad, dogmatismo ideológico, ingenuidad y falta de realismo, sectarismo e intransigencia de nuestros gobernantes y de la clase política en general —que ha llegado al extremo de validar la violencia como método de acción política para alcanzar el poder total

Hoy deberíamos estar de fiesta, pronunciando con fuerza y alegría un sonoro “Viva Chile” y confiados en el venturoso futuro de nuestra patria. Lamentablemente no puedo celebrar como debería hacerlo porque estoy preocupado.

Estoy preocupado por la falta de unidad nacional; por el desprestigio de la clase política y la crisis de representatividad; por los discursos que exacerban la lucha de clases, el odio y la violencia; por la debilidad de la autoridad política y el deterioro del principio de autoridad en general, lo que estimula el desorden y la anarquía —y que podemos ver reflejado en el impune asalto al despacho del Ministro de Educación o en los cobardes y alevosos ataques a carabineros, quienes atados de manos no se atreven a usar sus armas ni siquiera en defensa propia, lo que da como resultado que su efecto disuasivo sea absolutamente nulo—; por el debilitamiento del concepto tradicional de familia, el decaimiento de las virtudes morales y la progresiva descomposición social y humana —que pretende llegar en Chile a extremos tan repugnantes como la autorización legal para asesinar a personas humanas inocentes e indefensas que están en el vientre de su madre o al “matrimonio igualitario” entre homosexuales—; por el quiebre del Estado de Derecho, el que se ve vulnerado cotidianamente y muy especialmente en las causas denominadas “de derechos humanos”, en las que éste ha sido brutalmente desconocido por jueces que procesan o condenan a miembros de las instituciones armadas que salvaron a Chile en 1973 sin aplicar la ley de amnistía —que sí le fue aplicada a los terroristas— y sin respetar principios básicos de la seguridad jurídica como son la prescripción, la irretroactividad de la ley penal o la cosa juzgada; estoy preocupado por el actuar del gobierno del presidente Piñera, que persevera en la inicua venganza contra militares y carabineros iniciada por los gobiernos de la Concertación y que pretende endosarle al Poder Judicial un problema cuya solución es netamente de carácter político; por el ejercicio de una libertad sin responsabilidad; por las masas vociferantes y desaforadas que exigen “sus derechos”, pero olvidándose de cumplir “sus deberes” y que piden que el Estado les solucione todos sus problemas y que les regale educación, salud o vivienda sin esfuerzo o sacrificio alguno y como si la riqueza surgiera de la nada; estoy preocupado porque un pequeño grupo de agitadores y de minorías agresivas y violentas, que se atribuyen la representación de los estudiantes, le impide estudiar a la gran mayoría de los alumnos que desea hacerlo; por el abuso de los poderosos contra los débiles; por la corrupción, la mala administración y el despilfarro de los recursos públicos; porque muchos de nuestros compatriotas viven en la miseria o no cuentan con los bienes materiales mínimos para subsistir dignamente, en circunstancias de que Chile cuenta con riquezas suficientes como para que haya trabajo y comida para todos; estoy preocupado, en fin, por la situación de convulsión social y de precariedad de nuestro sistema político-institucional —porque la “estabilidad” política de Chile, que tanto se pregona, es, a mi juicio, más aparente que real—; y estoy preocupado por la eventualidad de que se produzca en nuestro Chile una gravísima situación de caos y anarquía que obligue a las FF.AA. a intervenir nuevamente, puesto que ante un fracaso de los políticos que pone en peligro intereses vitales de la patria no queda más remedio que las Fuerzas Armadas se hagan cargo del poder. Como lo expresé en una carta que envié a El Mercurio el 19 de enero de 2003 —que obviamente no fue publicada por el “decano”— y que transcribo a continuación, las Fuerzas Armadas, dígalo o no la Constitución, son aquellas instituciones que, en última instancia, garantizan el orden institucional de la República:

En el artículo titulado “Las FF.AA. y el 11 de septiembre”, publicado el domingo 19 de enero, el profesor Gonzalo Rojas Sánchez expone que “pocas veces un país se juega la vida y casi siempre sale vivo gracias a sus Fuerzas Armadas”.
En efecto, las FF.AA. son las únicas instituciones que ante gravísimas situaciones de anarquía, caos y división social, polarización y violencia política ¾que ponen en riesgo intereses vitales de la patria¾ son capaces de restablecer la institucionalidad y la democracia; ellas constituyen el último círculo jerarquizado de la sociedad capaz de salvar de su disolución a la comunidad política organizada.
Por otra parte, el profesor Rojas nos recuerda que en 1973, ante la amenaza de vida o muerte que se cernía sobre Chile, cuando el país estuvo “a punto de ser consumido por la guerra civil”, ante una realidad insostenible de ilegitimidad y para la cual no había ninguna otra solución, las FF.AA. reaccionaron con la doctrina que venía al caso: el derecho de rebelión. “Y eso vale en 1973, en el 2003 y en el 2078”.
Lamentablemente, hay quienes se empeñan en lograr que las FF.AA. dejen de ser lo que son, que ellas dejen de ser lo que tienen que ser: la reserva moral de la nacionalidad a la cual ésta recurre en las crisis más extremas; instituciones especializadas para resguardar y asegurar, en última instancia, los valores sagrados de la patria y, en definitiva, los garantes últimos del orden institucional de la República.

También me preocupa el individualismo, la falta de respeto por el prójimo y el desinterés de nuestros compatriotas por los temas de seguridad y defensa; pero mi mayor preocupación es que en caso de que se llegase a producir nuevamente en nuestra patria una situación de gravísimo descalabro y caos político, social y económico similar a la del año 1973 —situación de debilidad del poder nacional que, por otra parte, estimula la formulación de nuevas demandas y la agresividad de nuestros vecinos— las FF.AA. se inhiban de actuar y de intervenir como lo hicieron, precisamente, en el año 1973.

Lamentablemente en nuestra historia, por la ineptitud, imprudencia, falta de sentido común y de visión de futuro, mezquindad, dogmatismo ideológico, ingenuidad y falta de realismo, sectarismo e intransigencia de nuestros gobernantes y de la clase política en general —que ha llegado al extremo de validar la violencia como método de acción política para alcanzar el poder total; idea que no solo se quedó en la teoría, sino que fue llevada a la práctica por uno de los políticos chilenos más connotados y que alcanzó la primera magistratura de la nación; político a quien, increíblemente y no obstante haber provocado el colapso económico y social más grave de la historia de Chile, no solo le ha sido erigido un monumento en la plaza de la Constitución, sino que, además, fue elegido como “el gran chileno de nuestra historia” en un concurso organizado por la Televisión Nacional— se han producido en Chile, cíclicamente, cada cuarenta años aproximadamente, gravísimas situaciones de convulsión político-social. Y, aunque la historia no tiene por qué repetirse, la eventualidad de que ello ocurra nuevamente es una posibilidad cierta.

Pienso que si volvieran a producirse en nuestra patria circunstancias similares a las de 1973, “otra vez” las Fuerzas Armadas deberían actuar; puesto que ellas son la garantía última del orden institucional de la República; salvo que ellas dejen de ser lo que son, que ellas dejen de ser lo que tienen que ser. Esto último es lo que más me preocupa: que el “nunca más” pregonado por conspicuos dirigentes políticos —e, incluso, militares— y el lavado de cerebros que ya se ha producido en la gran masa ciudadana, ingenua e ignorante, se haya también producido en el seno de nuestras FF.AA. Al respecto, yo me pregunto: nuestras Fuerzas Armadas ¿habrán ya dejado de ser lo que tienen que ser?; en una situación como la descrita, ¿se inhabilitarán para salvar al Estado-nación, para cumplir la función que les es más propia: la defensa de la patria?

Adolfo Paúl Latorre

Viña del Mar, 18 de Septiembre de 2011.

Columna de Opinión

Educación pero no demasiada por favor…. “Ya no soy tan joven como para saberlo todo” (Sergio Melnick)

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Tiene toda la razón el articulista. Al respecto me atrevería a decir que los alumnos, en su gran mayoría, no atienden en clases –si es que asisten– no estudian ni hacen las tareas, y carecen de motivación por aprender, por ser más –lo que requiere esfuerzo y perseverancia–; solo quieren tener más, pero sin mayores sacrificios. Quieren educación de calidad, en circunstancias que ellos, como alumnos, son de la peor calidad.
Tiene toda la razón el articulista. Al respecto me atrevería a decir que los alumnos, en su gran mayoría, no atienden en clases –si es que asisten– no estudian ni hacen las tareas, y carecen de motivación por aprender, por ser más –lo que requiere esfuerzo y perseverancia–; solo quieren tener más, pero sin mayores sacrificios. Quieren educación de calidad, en circunstancias que ellos, como alumnos, son de la peor calidad.

 

Yo les decía a mis compañeros de la universidad cuando estudié derecho: “este es un país de mediocres, de modo que basta que uno se preocupe un poco para que inmediatamente se destaque”.

Educación, pero no demasiada por favor

Federico García Larraín

VivaChile.org, 22 Agosto de 2011

 

Cuando les pregunté a mis alumnos cómo era la educación en Chile, respondieron que mala. Cuando les pregunté si su actitud contribuía a mejorar la situación, guardaron silencio. Se quejaban por la extensión de un texto que les mandé a leer, poco más de cincuenta páginas.

La educación de calidad requiere del esfuerzo de todos: de los estudiantes menos facebook, televisión y twitter, más lectura y estudio. Porque la educación no entra por osmosis, y como casi todo lo que vale, no es algo que inicialmente resulte agradable, fácil, ni breve.

Pero en la educación se va más allá todavía: no se trata de obtener algo, sino de llegar a ser algo o alguien distinto de lo que se era. Se trata de un cambio personal profundo, y si todos los cambios cuestan y asustan un poco, mucho más un cambio que toca lo más íntimo de cada persona: ideas fundamentales, ideales éticos y estéticos, visiones del mundo y de la historia. Es más fácil y cómodo tratar de obtener los efectos de una educación pero sin entregarse a ella. Eso es imposible, en todo caso, y una muestra de mediocridad.

Por eso, es fácil darse cuenta de que lo que hoy piden los estudiantes no es educación de calidad. Lo que en realidad quieren son los resultados de una educación de calidad, pero sin los esfuerzos ni cambios personales necesarios para recibirla. En definitiva, quieren lucrar con la educación pero sin invertir en ella.

De los estudiantes adherentes al paro conozco algunos que apenas ven la sección deportiva del diario. ¿Libros? Hace años que no leen más que los obligatorios. Podría abundar sobre la cantidad horas que se pierden frente a todo tipo de pantallas, sobre la cantidad de horas que se duermen en clases (si es que asisten a ellas), pero no creo que haga falta. Lo que se echa en falta es verdadero afán de conocimiento y descubrimiento intelectual, y no una obsesión por eliminar el lucro del lugar dónde se estudia para conseguirlo más adelante en el lugar de trabajo.

Un profesor de ingeniería me contaba que cada vez que los alumnos vienen a rogarle que les suba una nota, les muestra unas fotos del colapsado edificio Alto Río, “eso es lo que pasa cuando se pasa un ramo sin saber la materia”. La respuesta es, como la que recibía yo de mis alumnos al enfrentarlos con el reto de recibir una educación, el silencio.

Es deber de muchos, por supuesto, hacer lo posible para que los alumnos se dispongan a recibir una buena educación.

Pero no es fácil cuando lo que en realidad quieren no es educación, sino un título para conseguir un empleo. El que no me crea, que intente educar de verdad y verá la reacción de la mayoría los estudiantes cuando realmente se les ofrece educación de calidad.

 

GENTILEZA DE NUESTRO SOCIO DON: Adolfo Paúl

“Ya no soy tan joven como para saberlo todo”
Sergio Melnick
Diario La Segunda, 4 de Agosto de 2011

Qué sabia es esta frase de Mark Twain. Los jóvenes y niños colegiales son aún aprendices, pero quieren dar las pautas a los maestros y adultos. Es bueno ser joven y entusiasta, y querer cambiar todas las cosas. Los felicito por eso. Pero las cosas tienen un límite y es también irresponsable que los líderes no asuman sus propios deberes, escondiéndose tras la juventud y sus impericias naturales. ¿Le pasaría Ud. una locomotora a un niño?

Los jóvenes y niños proponen cosas muy generales, a veces irreales, y en este caso además abiertamente ideológicas. En palabras de ellos, siempre han demostrado todos sus argumentos, lo que sólo denota su falta de preparación.

Veamos algunas preguntas básicas que no han respondido y que los hacen reprobar.

Hablan de educación estatal gratuita y proponen la desmunicipalización. Es curioso, porque los municipios sí son estatales y gratuitos. No parecen entender entonces la diferencia entre el Estado y el Gobierno, y aun así quieren mandar. No han dicho una palabra de cómo es que quieren desmunicipalizar. ¿Pasarían todos los colegios a depender del Ministerio de Educación? Dios nos libre. ¿Se expropiarán los subvencionados pagados y pasarán a dominio estatal? ¿Cómo? ¿Cuánto cuesta eso? El ministro ha propuesto un avance paulatino para no cometer errores como el Transantiago. Los niños dicen que no, pero tampoco sabemos exactamente qué proponen.

Hablan de la educación de calidad, pero curiosamente con los mismos profesores que han perdido todo decoro y marchan juntos por las calles, siendo los mayores responsables. ¿Cómo se renuevan estos profesores? ¿Cómo se miden los estándares de calidad? Nada concreto han propuesto, porque no tienen idea. La calidad es una bonita palabra, pero el cómo hacerlo es muy complejo. ¿O acaso creen que los líderes no quieren la calidad? El representante de los profesores, el señor Gajardo, que ahora sabemos que es además racista, busca renovar con otro nombre la idea de la Escuela Nacional Unificada, donde ellos podrían adoctrinar en vez de educar, como ocurre en los países socialistas que admira. Como profesor, no es una luminaria que digamos, y sin embargo es su representante, su guía, su ejemplo.

Hablan del fin del lucro, pero es curioso constatar que la gran mayoría de las universidades privadas son mejores que muchas de las estatales, y no han requerido un solo peso de inversión pública. Muchos buenos estudiantes prefieren hoy las privadas antes que las públicas, pudiendo ir a éstas. Sostienen que hay fines de lucro en universidades privadas, pero no han aportado un solo documento que lo pruebe ni han puesto un solo recurso legal en los tribunales. La gran revolución de oportunidades en Chile la ha ofrecido en la práctica el sistema postsecundario privado. Son cientos de miles de estudiantes que han tenido acceso a la educación superior, lo que no sería posible con las tradicionales.

Más aún, suponen absurdamente que, por el solo expediente de ser entidades estatales, los recursos están bien administrados. La evidencia no parece indicarlo. La Universidad de Chile se niega a hacer transparentes sus remuneraciones, empresas y otras formas legales a través de las que se lucra abiertamente. En el pasado incluso vimos prácticas de lavado de recursos estatales canalizados a través de esa universidad (caso MOP-Gate). Es más probable y frecuente que los recursos sean peor administrados en las entidades estatales que en las privadas. Esto quiere decir que, aun si lucraran, el rendimiento de los recursos en términos educativos sería mucho mejor en las privadas. Lo que hay que mirar es el resultado educativo, no la forma de administración. Ahí se vuelven a equivocar los jóvenes y niños que sólo repiten consignas ideológicas. Así, hablan también de nacionalizar el cobre. Pero, ¿cómo se hace eso? ¿Cuánto cuesta? ¿Qué beneficios tiene? Hablan de cambios a la Constitución, pero no han propuesto exactamente cómo. No hay propuestas concretas, y si el Gobierno les dice “bueno, lo haremos”, entonces contestan “es que no era eso lo que queríamos”, y sigue la protesta ideológica. Las leyes en Chile las aprueba el Congreso, con el que tampoco quieren conversar.

La clase política está fallando, y una minoría, escondida tras jóvenes y niños, está imponiendo una agenda para destruir una institucionalidad que ha costado mucho dolor consolidar. Los países que no aprenden de su historia están condenados a repetirla.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por La Segunda.

Columna de Opinión

11 de septiembre. Columnas varias

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Sin duda alguna festejaremos esta fecha señera en que los Uniformados de

Para los que vivimos los mil días de Allende y fuimos rehenes del intento
liberticida en que se involucró la izquierda chilena, manejada y financiada
desde el extranjero, los que sufrimos los rigores de un racionamiento con el
que trataron de doblegar nuestras ideas, para quienes fuimos virulentamente
atacados y para quienes el “oficialismo” hacía claros llamados a que se les
asesinara, para los que amamos a nuestra Patria y para quienes nos opusimos
a las bandas armadas dirigidas desde La Moneda, el 11 de septiembre es una
fecha de celebraciones.

Sin duda celebramos que no se alcanzó a instalar en nuestro país una
tiranía similar a la de los Castro en Cuba, tampoco alcanzaron a poner el
practica las asambleas constituyentes para eternizarse en el poder, el
repudio ciudadano les impidió poner en funcionamiento la ENU, no tuvieron la
oportunidad de cumplir su amenaza vociferante de mandara al paredón a
quienes calificaban de momios, y, aunque dejaron el país en la miseria,
económicamente hablando, como social y políticamente, que después con
sacrificio debimos reconstruir todos los chilenos.

A pesar de la felicidad de haber impedido los macabros destinos que nos
trataban de imponer desde Moscú, y de tener la felicidad de tener un país
reconstruido por el Gobierno Militar, no podemos dejar de sentir tristeza
por los centenares de hombres y mujeres que murieron enfrentado al
terrorismo homicida que almas enfermas trajeron al país, o de inocentes que
fueron dañado de por vida como resultado de arteros ataques hechos con la
cobardía del anonimato y del actuar en las sombras, así como, tampoco
podemos olvidar a aquellos que por combatir la lacra terrorista hoy están
prisioneros por la miserable vendetta roja.

Sin duda alguna festejaremos esta fecha señera en que los Uniformados de
las Fuerzas Armadas y de Orden, escuchando el clamor popular pusieron fin al
nefasto experimento social-comunista, que dejo como resultado una patria
arrasada, pero, teniendo en la mente a esa enorme cantidad de los nuestros
que cayeron en la lucha por la libertad, y que para los Gobernantes parecen
no existir, y esa enorme cantidad de Oficiales, Suboficiales o simples
soldados, que llenan las mazmorras que construyó la concertación para
vengarse de aquellos que les impidieron concretar sus designios.

Brindaremos por nuestros triunfantes soldados que en el campo de batalla
debieron enfrentar a una legión de extremistas, extranjeros y chilenos, que
bien apertrechados por sus patrones extranjeros dieron más lucha de la que
muchos se imaginan, pero sin duda alguna esa alegría tendrá como contra
partida el recuerdo de nuestros mártires olvidados y el amargo sabor de
tener a los nuestros tras las infamantes rejas levantadas por los que
destruyeron el país para vengarse de aquellos que lo levantaron y le
devolvieron la dignidad de una institucionalidad y democracia modernas.

CORPORACIÓN 11 DE SEPTIEMBRE

 

 

Con motivo de cumplirse el próximo domingo 11 un año más del renacer de nuestra Patria, invito a todos mis camaradas y amigos a rezar durante ese día para agradecer a Dios por la Segunda Independencia de Chile y rogar por las almas de nuestros camaradas caídos en cumplimiento del deber, como también por libertad de los Oficiales y Personal de las Fuerzas Armadas y de Orden condenados por haber cumplido con su deber de defender a la Patria del terrorismo.

Recordemos y enseñemos la verdad de nuestra historia y la lucha y entrega generosa de los miembros de FF.AA. y Carabineros, que destinados por sus Instituciones cumplieron sus obligaciones como “Soldados del Silencio”

Festejemos la decisión y valentía de quienes decidieron acoger el clamor de la ciudadanía y dirigir nuestras fuerzas:

Augusto Pinochet Ugarte
Capitán General
Comandante en Jefe del Ejército
Presidente de la República
José T. Merino Castro
Almirante
Comandante en Jefe de la Armada
Gustavo Leigh Guzmán
General del Aire
Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea
Cesar Mendoza Duran
General Director
Director General de Carabineros

Nuestro recuerdo y homenaje sea también para el Vice-Almirante Patricio Carvajal Prado, Jefe de Estado Mayor General de la Defensa, quien coordinó eficazmente todo el accionar de nuestras Instituciones el día 11 de Septiembre de 1973

También recordemos a todos los militares y civiles que entregaron, durante el Gobierno Militar, lo mejor de sí por hacer de Chile una gran nación.

Recordar que nuestro silencio e indeferencia, para defender nuestra historia y verdad, solamente ha favorecido la mentira y la versión de los enemigos de Chile, los cuales se armaron para la guerrilla y marcharon con banderas foráneas y emblemas marxistas, adorando a Fidel Castro y al Che Guevara.

Los invito a todos a Izar nuestra bandera el día 11 de Septiembre

Marcel Costa Colom