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PUNTA PEUCO Y EL TRIUNFO DE LA CLASE POLÍTICA. Por Fernando Thauby García 

PUNTA PEUCO  Y EL TRIUNFO DE LA CLASE POLÍTICA.

El proceso de término del Gobierno Militar se puso en marcha con un plebiscito en  el cual para la Clase Política “lo fundamental era la transferencia del gobierno (ya  que) el mero hecho de asumirlo ejerciendo la Presidencia de la República …  constituiría un cambio en la estructura de poder que desencadenaría un proceso  acumulativo que produciría sucesivas alteraciones en la correlación de fuerzas  políticas en favor de la … Concertación gobernante”.1 

“En el marco de la estrategia de gobierno, una primera decisión fue no intentar la  derogación de la Ley de Amnistía de 1978 … y aceptar que no habría castigo por  condena penal respecto…” de los militares, lo que constituía un severo golpe a las  aspiraciones de la Concertación y de las organizaciones de Derechos Humanos”  la mayoría conformadas por el Partido Comunista2

Por falta de fuerza política, el primer paso fueron las “leyes Cumplido” que según  su autor -Aylwin- apuntaban a “que se esclarezca la Verdad, se haga justicia en la  medida de lo posible y después venga la hora del perdón” para la cual se  conformó una Comisión de Verdad y Reconciliación cuyo límite de jurisdicción  excluía expresamente “funciones judiciales y enjuiciar el régimen pasado y a las  FFAA”. Como encontrara que la legislación vigente era muy vaga y draconiana,  envió al Congreso un paquete de leyes (las leyes Cumplido”) para que  configuraran una “legislación racional y equitativa, y que los casos pendientes se  trataran de acuerdo con esa nueva legislación”. 

La Comisión Rettig fue complementada por “una intensa presión política y de los  juristas de la Concertación, que hizo suya el presidente, en el sentido que la Ley  de Amnistía no derogaba, ni impedía investigar los hechos hasta llegar a la  identificación de los culpables”. 

Hasta aquí tenemos el dibujo de una maniobra político-judicial contra las FFAA,  que inocentemente seguían creyendo en la buena fe de sus contrapartes y que  nunca se organizaron para dar esta lucha política, creyendo que al entregar el  gobierno quedaban ubicadas fuera de ese ámbito; mientras tanto Aylwin avanzaba enviando una carta al Presidente de la Corte Suprema invocando esta tesis  jurídica, que fue acogida y “que con el tiempo ejerció considerable influencia sobre  los tribunales3”.  

Con gracia, Boeninger explica que “el criterio judicial sobre la materia fue  oscilando , en alguna medida, en función de la evolución de las sensibilidades  políticas al respecto”. 

Las FFAA resintieron estos cambios, pero como no las afectaban directamente  “nunca estuvieron en condiciones de oponerse porque Pinochet no se atrevió a  dictar una segunda ley de amnistía que abarcara el período 1978 – 1989… de  modo que las FFAA debieron someterse a las reglas del juego. Por ello, cuando se  sintieron amenazadas por las políticas de gobierno, su reacción se redujo a   intentos de presión, “sin salirse del marco legal” 4 que seguía siendo alterado, en  su perjuicio, por parte del Gobierno de Aylwin y sus socios. 

Los esfuerzos del General Pinochet por su parte se enfocaron cada vez más en  proteger su imagen histórica, su familia y sus intereses y preocupaciones  personales, desapareciendo toda coordinación política, mando centralizado y  coordinación de los esfuerzos en las FFAA  

Otro aspecto clave de esta período fue la publicación del Informe Rettig en base al  cual Aylwin declara, primero, que “ningún criterio sobre el particular borra el hecho  de que se cometieron las violaciones a los derechos humanos que describe el  Informe” y segundo, que se considera establecida “la verdad histórica y global  sobre lo ocurrido”, “que rechaza categóricamente la noción de que Chile hubiese  vivido una guerra interna” 

Con esto Aylwin dictó la versión oficial de lo sucedido en Chile y como suele ser,  los en ese momento vencedores, la impusieron y con ello sancionaron la  absolución del terrorismo político y sus acciones militares conducentes al  establecimiento de una campaña militar en regla contra Chile, como lo confirma la  internación de miles de “combatientes entrenados” en el extranjero, las armas  ingresadas ilegalmente al país, como se comprobó en Carrizal Bajo y el intento de  asesinato del general Pinochet que daría comienzo al enfrentamiento armado.  Este informe desconoce realidades como la existencia y actividad terrorista del  MIR desde antes del 11 de septiembre de 1973 y la adopción por parte del PC de  la “estrategia de rebelión de masas para derrocar al régimen militar por las armas”  que derivó en la creación de las Milicias Rodriguistas y del Frente Manuel  Rodríguez, “conformando un proceso de masas, político, ideológico moral y  cultural, organizativo militar y paramilitar, que se engrana con toda la actividad del  pueblo”, Lagos dixit. 

En este sentido, la finura legal del Informe Rettig sumada a la evidente  malquerencia de sus fuentes de información hacia las FFAA viene a engranar con  las conveniencia políticas declaradas de Aylwin y su Concertación, en perjuicio de  las Instituciones de la Defensa que por constituir un bocado demasiado grande de  masticar, se concentró en el castigo a individuos, autónomos, independientes, sin  defensa y sin apoyo, tratando de sobrevivir al embate de las organizaciones de  Derechos Humanos, de la Clase Política y del Gobierno de sus adversarios  políticos y sin el apoyo de las instituciones militares y del Estado que los enviaron,  apoyaron, patrocinaron y protegieron en las acciones requeridas para imponer la  paz y el control gubernamental. 

A esta altura parece inevitable recordar a Tomás Moulian 5 respecto a la naturaleza  del gobierno de Allende: “El principio cardinal del cambio era la lucha de clases.  Los discursos de Allende no eran más que variaciones de ese artículo de fe: para  construir un orden más justo, en el que el pueblo viviera mejor, había que derrotar  a la burguesía, por medios legales si era posible, o por otros medios, si era  necesario. El programa de la UP era la aplicación del breviario marxista a las  condiciones de Chile. 

Allende no tuvo conciencia del proceso que desató. Ignorándolo todo o casi todo  sobre el funcionamiento de la economía real, no vio los devastadores efectos  sociales que traería el fundamentalismo anticapitalista. Además, lo que se suponía  que era su capital –el conocimiento de las dinámicas políticas-, se demostró que  era un supuesto falso. Creyó que el futuro dependía de derrotar “completamente”  a la derecha, y parece haber imaginado que esta no se defendería. La UP dio la  impresión de querer ganarse el mayor número posible de enemigos, y lo  consiguió”. 

“Está probada la intervención norteamericana en Chile en aquellos años. Lo que  se empieza a conocer recién ahora es lo que podríamos llamar “la intromisión  consentida” de Fidel Castro en nuestros asuntos. En los hechos, Allende le abrió la  puerta. 

Entre los secretos compartidos por Allende y Castro, estaban el entrenamiento  militar de muchos chilenos en Cuba, el papel de Beatriz Allende y el grupo  castrista del PS, la formación de la guardia personal de Allende, las platas para el  MIR, etc.” 

Respecto a la inexistencia de guerra civil en Chile en el período 1970 -1990 es  conveniente considerar la opinión de Moulian6: El MIR, “que nunca participó en la  Unidad Popular porque tenía otra postura estratégica, fue diezmado entre 1973 y  1980”, período en que intentó el re nucleamiento de sus cuadros pero fue  alcanzada en el plexo dos veces por los organismos de inteligencia de la  dictadura”. Entre 1973 y 1980 perdió por acción de los organismos represivos,  más de 250 militantes7, mientras miles fueron presos o torturados” estos combates  se dieron en el marco de una guerra irregular que ganó el Gobierno Militar. La aproximación legalista obsoleta del concepto de guerra, aplicado por la  Comisión Rettig hace imposible su comprensión, ya que no se trata de una guerra  clásica decimonónica entre estados que se comportan según un ritual pre  establecido e internacionalmente aceptado, sino que conforma una combinación  de actos políticos, propagandísticos, militares, terroristas, económicos, sociales y  otros, en una acción con fines últimos compartidos pero con ejecución  descentralizada y con gran autonomía. Este tipo de enfrentamiento solo puede ser  reducido mediante un tipo de defensa equivalente, que fue la estrategia del  Gobierno Militar. 

Indudablemente esto no implica la suspensión de los Derechos Humanos, pero  tampoco desconoce la condición de ser una guerra, en que ambos bandos  incluyen el uso de las armas y de la violencia armada que como sabemos  comenzó antes del 11 de septiembre de 1973. 

El fin del Gobierno Militar determinó el fin de las operaciones militares contra la  izquierda revolucionaria, sus miembros ahora eran parte del gobierno o muy  cercanos a él, como sucedió con el Partido Comunista. No todos se acomodaron a  la situación de paz y los gobiernos debieron crear organizaciones clandestinas e  ilegales para combatirlos8, la más célebre, sin duda, la Oficina. 

Por su parte los “combatientes” del Gobierno Militar, quedaron huérfanos de  apoyo. Dado que ningún gobierno de la Concertación iría contra la regla de oro de  Aylwin de no agredir a las Instituciones de las FFAA, la Clase Política adoptó una  convención conveniente para ellas, para el gobierno y para los partidos de la  oposición política: Los violadores de DDHH actuaban por si y ante si, fuera de la  vista de las autoridades del Estado y de sus autoridades militares. Todos sabemos que esto es falso. Completamente falso. 

Sabemos que en el Estado y más aún las Instituciones Militares la responsabilidad  de mando no se delega nunca, tampoco se extingue. Si los ejecutores actúan mal,  son culpables de mal desempeño, pero la responsabilidad final sigue siendo de  sus autoridades naturales9. Es decir, del Estado y de las Instituciones Militares. En  esto no hay otra interpretación. 

Podemos ver que desde el comienzo de esta situación la intención final -y  conseguida – por los gobiernos y por la Clase Política fue la señalada por Aylwin  desde el comienzo: la normalización de las relaciones con las FFAA, la  consolidación del poder político en sus manos y el apaciguamiento del PC y PS.  “Para esto contaron con la fuerza del legalismo y la tradición profesional de las  FFAA que se tradujo en que la continuidad de un rol político militar ni estuvo nunca  entre los objetivos militares, con la quedó descartada la posibilidad de un nuevo  golpe de Estado”. Actitud que de meritoria pasó a ser un cuchillo contra ellas  mismas. 

Cerremos este breve y amargo recuento con un breve análisis de la actuación de  los altos mando militares desde la salida de Pinochet del gobierno. No cabe duda  que salvo algunas personas instaladas en la burocracia estatal, para todos lo  militares este final fue muy satisfactorio. La Misión estaba cumplida, la democracia  repuesta en su sitial, la economía reconstruida, la sociedad pacificada, las FFAA  seguían contando con alto apoyo ciudadano, se habían manejado con éxito dos  graves amenazas de guerra externa y dos crisis económicas globales y  desprovisto al Comunismo del potencial para dominar el poder político. Tal vez los más felices deben haber sido los alto Mandos Militares, que volvían a lo  suyo. Pero había una deuda insoluta con los hombres y mujeres que fueron  enviados a combatir a los enemigos más odiosos y más determinados. Porque no  nos engañemos, en las FFAA y en el Estado los mandos les señalan a cada  persona y organización subalterna donde ir y qué hacer, y esa responsabilidad no  se delega ni se diluye, si hay malas prácticas o directamente delitos, los ejecutores  son culpables pero la responsabilidad sigue siendo indelegable. De la misma manera, una institución es una continuidad, con lo bueno y lo malo,  con lo brillante y lo opaco. No se puede elegir con que parte de la historia  quedarse. Nadie podría no asumir los problemas pendientes que vienen con el  cargo al momento de recibirlo. Tampoco en el Estado. Es parte del paquete. Así las cosas, esos presunto huérfanos de casos de DDHH pueden ser culpables,  pero la responsabilidad de sus dislates, si así hubiera ocurrido, reside en sus  mandos y se heredan, son la historia de una institución. 

 Esto es completamente aplicable al actual escándalo de los robos multi Millonarios mediante Fundaciones  que trasiegan ingentes recursos fiscales a organizaciones privadas asociadas a funcionarios estatales y de  Gobierno.

No podríamos quedarnos con el Sargento Aldea que: “Valiente y leal hasta la  muerte, cumplió con su deber”, y dejar a los Sargentos Aldeas del 73 que  “Valientes y leales hasta la cárcel, también cumplieron con su deber” En este sentido, esta responsabilidad, no completamente asumida, puede ser el  cáncer que mate a nuestras FFAA cuando de nuevo sean sometidas a la prueba  definitiva: dar la vida por cumplir la misión. 

Sería el triunfo definitivo de nuestros enemigos. 

En estos días, la persona que preside el país, con deformaciones morales serias y  escasa capacidad intelectual, vuelve a lanzar al ruedo la suerte de nuestros  prisioneros, desconociendo una vez más los compromisos contraídos por la Clase  Política con las Instituciones de la Defensa. 

Ya lo hicieron Aylwin, Bachelet y Piñera. 

Basta. 

Fernando Thauby García 

5 de Septiembre de 2023.

1 Boeninger, “Gobernabilidad”. 414 

2 Id 1, 454 

3 Después conocida como “doctrina Aylwin”.

4 Boeninger Op.Cit. 

5 Tomás Moulian; Chile Actual Anatomía de un Mito. 159

6 Op Cit 5, 255. 

7 El propio MIR los declaraba “combaMentes”. 

8 Los “descolgados

Un aporte de nuestro Pas presidente Humberto Julio Reyes

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

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CHILE VAMOS DESAFÍA A LA MONEDA CON DECLARACIÓN PROPIA POR 50 AÑOS DEL 11-S

 

CHILE VAMOS DESAFÍA A LA MONEDA CON DECLARACIÓN PROPIA POR 50 AÑOS DEL 11-S.

Luciano Jiménez

La Tercera, 05/09/2023

En la UDI, RN y Evópoli se adelantaron al gobierno y acordaron suscribir un manifiesto conjunto con sus propios planteamientos, a medio siglo del Golpe. La coalición confirmó su negativa a acudir al llamado del Presidente Gabriel Boric a firmar el “Compromiso de Santiago” luego de tensiones entre el oficialismo y la oposición.

Pasadas las ocho de la noche, las directivas de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) se congregaron para un encuentro por Zoom que tenía por objetivo terminar de acordar un texto común de la declaración que darán como bloque este miércoles.

La iniciativa supone un desafío a la invitación del Presidente Gabriel Boric, quien ha desplegado gestiones para la firma de un documento transversal de las fuerzas oficialistas y de la oposición en el marco de la conmemoración número 50 del Golpe de Estado de 1973.

El llamado “Compromiso de Santiago” propuesto por La Moneda incluye cuatro puntos, como el cuidado de la democracia y el respeto a la Constitución, la condena a la violencia, defender los derechos humanos y fortalecer la colaboración entre Estados.

Sin embargo, en Chile Vamos surgieron dudas por adherir al texto, más que por la declaración misma, por lo que consideran falta de garantías para participar de la ceremonia en Palacio y la posibilidad de que ésta se transforme en un “evento ideológico” que sea usado políticamente por el gobierno. En esa línea optaron por restarse del evento.

Como contraofensiva entre los partidos decidieron redactar una declaración conjunta para reafirmar los planteamientos con que conmemorarán los 50 años del Golpe.

El texto se dará a conocer este miércoles a las 08:30 de la mañana en la sede del Congreso Nacional en Santiago donde participarán por la UDI Javier Macaya y María José Hoffmann; en RN Francisco Chahuán y Diego Schalper, y por Evópoli, Gloria Hutt y Juan Carlos González.

Al cierre de esta edición, parte del contenido que se quería destacar eran valores que tenían en común como coalición, como por ejemplo relevar el valor de la democracia, el respeto por los derechos humanos, la condena a la violencia en cualquier tipo -incluyendo el terrorismo y como método de acción política-.

También se incluirá una dura crítica al gobierno respecto del tono que ha marcado la antesala de la conmemoración y que atribuyen -en buena parte- al propio Mandatario con sus cuestionamientos al fundador de RN, Sergio Onofre Jarpa; la alusión al suicidio de uno de los condenados por el asesinato de Víctor Jara, de la que luego en todo caso se retractó y el emplazamiento a la supuesta ausencia de los líderes opositores en el lanzamiento del Plan de Búsqueda en circunstancias que las invitaciones fueron mal cursadas.

El tono del manifiesto se comenzó a trabajar desde el lunes de esta semana. Cada partido envió un borrador y durante el martes los dirigentes fueron compartiendo ideas en común para ir conformando una redacción unitaria.

La idea fue escribir una declaración larga con los puntos comprometidos del sector.

Sin embargo, parte de la redacción inicial se fue tensionando debido a diferencias que sostuvieron respecto de hacer una mención histórica de lo que fue el gobierno de la Unidad Popular dentro de la declaración.

En sectores de RN y la UDI querían aludir a las responsabilidades del gobierno de Salvador Allende en lo que califican como “quiebre institucional” previo al Golpe de 1973. Pero en Evópoli tenían reparos respecto del tema y querían hacer una declaración que enfatizara más el futuro.

En ese sentido, el debate era si abordar la declaración desde 1970 o abarcar desde el 11 de septiembre de 1973.

La tensión también se dio a nivel de suscribir o no el compromiso del gobierno. Pues en RN vieron con cierta desconfianza que la presidenta de Evópoli, Gloria Hutt, se manifestara disponible a suscribir el “Compromiso de Santiago”.

“Consideramos que los puntos que tiene ese borrador (del gobierno) son válidos”, dijo Hutt en 24 Horas, agregando que “suscribimos” los puntos del gobierno y que “hay posturas que son más afines a las posturas que representan cada uno de los partidos, pero está abierta la conversación como Chile Vamos”.

También desde el Parlamento algunos diputados y senadores querían involucrarse en el contenido de la declaración, y no delegar todo a las directivas de los partidos. De hecho los senadores de Evópoli tenían pretensiones de participar en el encuentro de esta noche.

Mientras que otras versiones dicen que hubo diferencias respecto de si incluir o no en la declaración el rol del Partido Socialista, colectividad a la que en Chile Vamos han visto como ausente en la discusión, a diferencia de otros partidos que han tenido más protagonismo, como el Partido Comunista.

Esta era parte de la discusión que mantenían al cierre de esta edición. Pero lo que de todas maneras en los partidos tenían como postura en común, es que creían que acudir a La Moneda sería exponerse innecesariamente.

En ese sentido, sería incómodo para la derecha asistir a un evento del cual no tienen garantías de cómo será la puesta en escena. Podría haber escenas incómodas como un homenaje a Allende, gritos del público en contra de los partidos de Chile Vamos, o aparecer en fotos al lado de invitados gobernantes de izquierda del resto de la región.

La puesta en escena para el manifiesto de Chile Vamos también fue un tema. Y si bien se acordó acudir al Congreso Nacional en Santiago, los partidos evaluaron ir directamente a La Moneda a entregarle a Boric la declaración con la postura del sector.

La incomodidad con Piñera. Al cierre de esta edición en la oficina del expresidente Sebastián Piñera sostenían que no había llegado una invitación formal al exmandatario para asistir a la conmemoración oficial del 11 de septiembre.

La participación del exjefe de Estado era un tema que incomodaba en Chile Vamos, pues sería evidente el contraste si es que los partidos se restaban, pero el exgobernante acudía como invitado a Palacio.

En el entorno del expresidente afirmaban que éste tenía cierta resistencia a acudir, por las mismas razones que Chile Vamos, pero en la coalición algunos desdramatizaban su presencia en la ceremonia, pues se entendía que su rol en calidad de expresidente era distinto al de la coalición.

De todas maneras, con la ausencia de otros exmandatarios -como Eduardo Frei que no acudiría y Ricardo Lagos cuya asistencia se mantenía en suspenso- se desdramatizaba la situación de Piñera.

El protagonismo en el tema alcanzado por el exmandatario había tensionado a Chile Vamos desde el viernes. Ese día Piñera sostuvo un encuentro con Boric y luego convocó a Chile Vamos para pedirles que evaluaran la firma del compromiso.

En la UDI, RN y Evópoli vieron como una intromisión indebida el involucramiento del exmandatario, y este lunes hicieron un llamado a relevar la autonomía que tiene cada partido.

Con todo, el tema también fue incómodo para el piñerismo, pues el hecho de que la UDI, RN y Evópoli se restaran del encuentro pese al llamado del expresidente, representaba una quitada de piso para el exmandatario.

Pese a ello, hasta el momento Piñera no ha definido públicamente si asistirá o no.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional  

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CÓMO UN EVENTUAL CIERRE DE PUNTA PEUCO SE INSTALÓ EN TORNO A LA CONMEMORACIÓN DE LOS 50 AÑOS.

 

CÓMO UN EVENTUAL CIERRE DE PUNTA PEUCO SE INSTALÓ EN TORNO A LA CONMEMORACIÓN DE LOS 50 AÑOS.

Catalina Batarce

La Tercera, 05/09/2023

Tanto el Presidente Boric, la vocera de gobierno, Camila Vallejo, y el ministro de Justicia, Luis Cordero, han intervenido en el debate sobre el futuro del penal. Si bien aún no hay una decisión en la materia, en La Moneda, no han sido tajantes en que no habrá novedades sobre el quehacer de los 134 reclusos que cumplen allí condenas por delitos de derechos humanos. En el horizonte, además, se esperan fallos desfavorables para más de 30 imputados.

Fue al fin de su mandato que la expresidenta Michelle Bachelet, en marzo del 2018, pidió al ministro de Justicia, Jaime Campos, cerrar Punta Peuco. El entonces secretario de Estado se negó y, desde entonces que esa puerta no volvió a tocarse tan directamente. Hasta hoy, a seis días de la conmemoración de los 50 años del golpe.

El Presidente Gabriel Boric dijo el domingo que “hay distintas alternativas sobre Punta Peuco”, palabras que fueron reforzadas al día siguiente por la vocera de gobierno Camila Vallejo, quien agregó que en la cárcel que cuenta con 134 reos encausados por violaciones a los derechos humanos se mantienen “privilegios intolerables”.

Pero aunque desde que el Mandatario llegó a La Moneda sus equipos han analizado opciones, en ninguna de eluciones de las autoridades de Palacio hubo detalles sobre las fórmulas que se barajan.

Eso sí, ambas sirvieron para reafirmar la intención de esta administración de generar cambios profundos en el penal y, de paso, reinstalaron el debate constante que hay en torno a esas dependencias. Sobre todo, a días de que se conmemoren 50 años del Golpe de Estado.

Sin embargo, pese a que la convicción está, fuentes consultadas por La Tercera son claras en indicar en que aún el Ejecutivo no tiene ultimados los detalles del plan que permitiría concretar una modificación o redestinación de esa cárcel ubicada en la comuna de Tiltil.

Por lo que con miras al 11 de septiembre, según los mismos personeros, lo que el Presidente podría anunciar sería sólo la intención formal de concretar su adecuación, por ejemplo, para albergar población penal común o internos de otras características especiales.

Aquello, además, porque para el Ejecutivo -aunque hicieron las evaluaciones- ya está descartado el cierre de Punta Peuco, en atención a la sobreocupación de las dependencias penitenciarias a nivel nacional. Y es que actualmente, de acuerdo con datos de Gendarmería, la capacidad a nivel país está sobrepasada en 21,4 %, pues hay cupo para 41.631 personas en régimen de 24 horas y en realidad hay un total de 50.522 internos.

Así, de hecho, lo evidenció el ministro de Justicia, Luis Cordero, que en T13 Radio también confirmó que no es posible cerrar penales. “Hace algunos años sí estábamos en condiciones de cerrar cárceles, pero como en los últimos 16 o 17 meses hemos tenido un aumento muy significativo de privados de libertad, no estamos en esa condición”, señaló.

Por lo mismo, de acuerdo con lo expuesto por personas consultados por este medio, el gobierno no se puede dar el lujo de perder plazas y, por ello, la opción más viable que divisan es optimizar las citadas dependencias, aunque ello tiene sus propias complejidades.

Las trabas. Punta Peuco, concebida como una cárcel especial de acuerdo con un decreto supremo firmado de 1995, tiene una capacidad para albergar a 112 personas, por lo que hoy está copado.

Es un penal pequeño, y para que su readecuación tenga un impacto significativo para el sistema penitenciario, tendría que ampliarse, comentan fuentes de gobierno.

Pero eso hoy no es nada de simple, porque el plan regulador de la Región Metropolitana impide que se pueda construir un centímetro más de cárcel, lo que hace necesario modificarlo.

Eso ya está en marcha, y fue uno de los motivos por los cuales, en junio pasado, se presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley que busca que Justicia pueda solicitar a Vivienda la modificación de los planos reguladores para la alteración, ampliación, reparación o reconstrucción de establecimientos penitenciarios existentes.

Otra opción, en línea con lo que plantean diputados oficialistas, sería simplemente trasladar a los actuales internos a otros penales y ubicar en el lugar, por ejemplo, a reclusas embarazadas o que tengan hijos. Sin embargo, hoy no hay dependencias habilitadas en otros penales para albergar a 134 condenados por violaciones a los derechos humanos, quienes en su mayoría son adultos mayores.

La población penal de Punta Peuco, insisten voces oficialistas, requiere de ciertas condiciones. Por ejemplo, no pueden utilizar catres o literas normales, por la avanzada edad que tienen o sus patologías. No hay factibilidad técnica para instalarlos en otras zonas, se reitera en Palacio.

En Colina 1, donde también está dispuesto un módulo especial para este tipo de condenados, tampoco hay espacio, y por lo mismo, nuevos reclusos han debido ir ingresando a otras dependencias, junto a población penal de bajo riesgo o de características similares.

Se proyecta, por las mismas razones, que los entre 30 y 70 nuevos condenados por DD. HH. que podrían ser notificados hasta fin de año ingresen a los recintos de Puente Alto o Colina 1, vía modificaciones menores que se están realizando a las dependencias.

Así las cosas, fuentes de gobierno insisten en que mientras no se pueda ampliar significativamente los recintos de la RM, las opciones para cambiar la destinación de Punta Peuco son más que escasas, y que por ende, falta trabajo por realizar para concretarlo.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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Sr. Expresidente Piñera

Sr. Expresidente Piñera.

Por respeto a su ex investidura lo tratare de usted . En un ambiente tóxico del país cómo lo señaló la ex . Presidenta Bachelet , justo aparece usted, buscando hábilmente tener un nuevo liderazgo de la oposición, con una egolatría sin límites.

No olvide que su periodo ya pasó, ya fue, y no se olvide que en política las cosas no se esperan, son, y con usted no fueron.

Todos sabemos el color político del Presidente, por lo que asombra verlo viajando con él, visitándolo en la Moneda y enviándole mensajes subliminales en entrevistas por Tv.

A que esta jugando Sr Piñera, usted ya fue director de esta película llamada Chile y no creo haya recibido consejos o mensajes de paz de sus opositores, incluso todos fuimos testigos de amenazas graves de ellos en su contra, como pedir su encarcelamiento. Por favor deje que hagan bien la pega los políticos jóvenes que son oposición a este gobierno y no traten de buscar tantos acuerdos absurdos y se pongan “tibios “ como lo fue usted.

René Norambuena Veliz

GDB. Presidente de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

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NADA NUEVO BAJO EL SOL. Transcurridos 76 años. Por Humberto Julio Reyes

 

NADA NUEVO BAJO EL SOL

Transcurridos 76 años

                                                                                     Humberto Julio Reyes

         Una noticia aparecida en “El Líbero” me trae de vuelta a las memorias del presidente Gabriel González Videla que, recientemente, terminara de disfrutar.

         La nota en cuestión informa de cinco reclamos, suscritos por funcionarios y profesionales del Instituto Médico Legal, por maltrato laboral en que habría incurrido su actual directora, de militancia comunista.

         Señalan que “busca que un servicio técnico se transforme en bastión político”, juicio avalado por la incorporación de nuevos funcionarios contratados por ella, “casi todos vinculados al PC” y calificados de confianza sin que posea atribuciones para contratar personas bajo esta condición.

         Nada nuevo, si el estimado lector recuerda lo sucedido en la subsecretaría de las Fuerzas Armadas.

         Menos nuevo aún si recordamos lo que sucedía durante el gobierno del presidente González Videla, quien al asumir incorporó a funcionarios comunistas a diversos cargos, entre ellos a su secretario general, partiendo por tres ministerios y como, al observar en ellos similar conducta, terminó marginándolos para terminar con el rompimiento definitivo que lo llevó a proponer al congreso la Ley de Defensa Permanente de la Democracia.

         ¿Qué nos dice al respecto el inicialmente alabado Gabriel en versos de Pablo Neruda?

         “Instalados en el Gobierno, y abusando de mi fe ciega en ellos, no supieron responder a mi confianza y empezaron su obra de zapa para fortalecerse en sus bastiones del carbón, del salitre, del cobre, desde donde, con la mayor audacia y deslealtad, enfrentaron mi autoridad de Jefe de Estado, fracasados sus temerarios planes de emplearme como “el tonto útil”, en el nuevo viraje internacional del amo de Moscú: Stalin, con su Guerra Fría.”

         También menciona en sus memorias el permanente enfrentamiento, a veces sangriento literalmente, con el partido socialista al que motejaban de “trotskista” por no seguir, como ellos, la línea de absoluta obsecuencia con el stalinismo soviético.

         Stalin ya no existe, como tampoco el recientemente homenajeado Teillier, pero el apoderarse de aquello donde llegan parece que sigue siendo parte de la praxis.

         Debo agregar un detalle que me ha causado casi cierta risa:

         Parte del curriculum de la directora está redactado en primera persona pero, más que mencionar sus títulos o experiencia previa, es una generosa autodescripción de su personalidad que, naturalmente poco y nada tiene que ver con los reclamos mencionados al inicio.

         Casi lo olvido:

         ¿Y si los reclamantes del instituto en cuestión no quedan satisfechos?

         Pueden bajarse del tren, como decía Luis Corvalán Lepe, heroico dirigente comunista que comparaba su partido como un tren a Puerto Montt.

4 de sept. de 23

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CESANTÍA, TRAGEDIA Y REFLEXIÓN: EL AÑO MÁS DURO DE LOS EXCONVENCIONALES

CESANTÍA, TRAGEDIA Y REFLEXIÓN: EL AÑO MÁS DURO DE LOS EXCONVENCIONALES,

Gianluca Parrini, Amelia Eguiguren y Andrés Gómez

La Tercera, 03/09/2023

El triunfo del Rechazo en el plebiscito del 4 de septiembre de 2022 marcó las vidas de varios constituyentes. Algunos vieron truncos deseos de seguir en la política, mientras que a otros el estigma de la Convención, dicen, los persigue. No obstante, varios siguen defendiendo el proceso y el texto. “Creo que los constituyentes nos adelantamos 50 años al Chile que tenemos hoy en día”, sostiene una.

Cuando Bessy Gallardo (38) vio los resultados del plebiscito del 4 de septiembre del 2022, ese que marcó el triunfo del Rechazo, se largó a llorar. Acompañada de su pareja y de sus tres hijos, veía en esas cifras en la televisión cómo dos años completos de trabajo como constituyente, encarnados en una propuesta de nueva Constitución, eran diluidos. La gente le dijo que ese trabajo no los representaba.

La militante comunista dice que una angustia la recorrió. Pero fue por fases.

¿Conoces las etapas del duelo? Yo las viví todas– dice.

Ese primer día dice que solo atinó a desmaquillarse, ponerse el pijama e irse a dormir.

Les dije a mis hijos que me iba a acostar. Y dormí como cuatro días. Es que ya no había nada más que hacer -asegura Gallardo-. ¿Nunca has tenido ese llanto como de que se murió alguien que no vas a volver a ver? Ese de impotencia.

Gallardo mira hacia atrás. Dice que lo que la motivó a postular como constituyente el año 2020 fue terminar con el Estado subsidiario: “Sacaba la cuenta y me di cuenta de que si los tres iban a estudiar, tenía que pagar dos millones de pesos mensuales. ¿Qué familia aguanta eso?”.

Lo que motivó a Alejandra Pérez (45), una dueña de casa y dirigente, no era tan distinto. Luego de un cáncer de mamas por el que perdió sus dos pechos el 2017, decidió postular para visibilizar el problema que es atenderse en la salud pública en Chile. Su torso desnudo con consignas escritas en su pecho fue lo que hizo a la gente empatizar con ella. Logró ser electa.

Pero su tratamiento del cáncer no estaba terminado. A pesar de que ya estaba controlado, tenía que seguir examinándose cada seis meses para descartar cualquier reaparición. Por eso, su doctora le recomendó un estilo de vida tranquilo: evitar el estrés y pasar rabias.

Pero eso, dice, fue lo que más encontró dentro de la Convención.

Fueron meses estresantes. A veces salía a las 10 de la noche de la Convención y me quedaba en unos Zoom hasta las tres de la mañana -cuenta Pérez- Yo antes llevaba una vida relajada, pero me metí en algo sin horarios, donde comíamos la mitad de una empanada, un sándwich, un chocolate y un café. La hora de almuerzo, por lo general, pasábamos en reuniones.

Gallardo también dice que el proceso fue arduo. Mientras era constituyente estudiaba Derecho en los ratos que le quedaban. Por eso, el costo personal fue alto.

Hay horas de trabajo muy arduos. De perderse a la familia. De dejar a mis hijos solos -lamenta-. El costo más alto que he pagado es la maternidad. No fui mamá durante dos años. Crecieron entremedio, y cuando volví, me encontré con tres hombres. Tienen 18, 16 y 14. Entonces, fue complicado retomar la maternidad. Porque ya no son enanos.

El ritmo de trabajo durante ese año, dice Alejandra Pérez, le terminó pasando la cuenta. Un día de enero del 2022, mientras estaba en los jardines del exCongreso, Pérez recibió un correo. Eran los resultados de un examen que se había realizado meses atrás. Le habían encontrado una mancha. El diagnóstico fue demoledor: su cáncer no solo había regresado, sino que se expandió a sus caderas.

Se me vino el mundo encima. Corrí a la oficina de Gaspar Domínguez (médico y vicepresidente de la Convención). Lloré como una cabra chica. Le dije que no me quería morir.

Una vez que Pérez supo los resultados del plebiscito del 4 de septiembre de 2022, comenzó a sentir otra vez dolores. Al tiempo, reflexionó algo.

Yo lo conversé con mi doctora. Yo creo que el cáncer me volvió por el estrés que viví en la Convención.

Bessy Gallardo recuerda que pasó esos días después de ese domingo 4 durmiendo, incomunicada y sin ver televisión. Lo primero que comió después de días fueron papas fritas y una Coca Cola con azúcar. “Mi esposo me sirvió comida. Necesitaba que mi cerebro volviera a funcionar. Estaba disociada”, recuerda.

Lo que vino después fue una etapa de furia, dice.No entendía algunas cosas de lo que estaba pasando.

Luego empezó la ira. No quería saber nada de Chile. Y después aparece la pena de que Chile es como tu amor tóxico, ¿cachái? Porque dices, ¿cómo la gente es tan pelotuda? Y luego dices, no, es que la gente no sabe. No le hemos enseñado a la gente. Tenemos la culpa de esto. No puedo pretender que alguien que anda en micro y ve noticias por TikTok entienda lo que es un Estado social y democrático de derecho. Es imposible.

El difícil rearme. El hecho de haber sido constituyente es una marca que, dicen miembros de la extinta Convención, es difícil de llevar.

Eso lo cuenta Cristóbal Andrade, un mecánico automotriz de Quilpué, quien ganó popularidad en las marchas del estallido social de octubre del 2019. Ahí se metía dentro de un corpóreo de dinosaurio azul. Eso lo hizo conocido y fue asociado a figuras como Giovanna Grandón, la Tía Pikachu. Salió electo en el distrito seis, de la mano del pacto independiente Lista del Pueblo. Su fama iba de la mano con su disfraz. Lo conocían como “Dino Azulado”.

Andrade dice que luego de su labor como constituyente se proyectaba en política. Pero cuando triunfó el Rechazo en septiembre, no lo llamó nadie. Se tomó un mes de vacaciones y, después de eso, empezó a buscar trabajo en su rubro.

Pero lo que encontró Andrade en esa búsqueda lo desilusionó. Le pasó cuando fue a mostrar su currículo a una automotora en septiembre del 2022, a dos meses del triunfo del Rechazo.

Cuando fui a postular, me dijeron: no das con el perfil de la empresa. Que me conocían, pero aún así no calzaba -dice-. Es que al postular uno se da cuenta de las indirectas que te tiran las empresas. Yo creo que pensaban que yo iba a entrar a la empresa y hacer un sindicato. Como que iba a revolucionar a los trabajadores.

Andrade dice que la situación le pasó en más empresas. Sin fuentes de ingreso nuevas, se gastó sus ahorros -parte de ellos lo que ganó en la Convención- para subsistir ese tiempo.

Pasé siete meses sin trabajo, desde septiembre a marzo de este año. Al final ya estaba desesperado. Prácticamente quería trabajar en lo que saliera.

Andrade le da una explicación a esto: no le dieron trabajo porque era constituyente.

Lo que le pasó a Andrade es algo que otros constituyentes también vivieron en este año: una difícil inserción a la vida laboral. Y si bien algunos volvieron a los trabajos que tenían antes de la Convención -en muchos casos pidieron permisos sin goce de sueldo por un año-, otros vieron cómo las puertas se les cerraban.

Lo mismo le pasó a Bessy Gallardo. Dice que por haber sido convencional hay empresas que la miran distinto.

Para el ejercicio libre de la profesión no he tenido problemas. Pero si quisiera postular a un estudio jurídico, lo primero que van a mirar es que fui convencional. Probablemente digan que soy una persona conflictiva por eso.

Margarita Vargas, convencional del pueblo kawésqar, había trabajado durante años para visibilizar la causa indígena, y creía que finalmente podían plasmar eso en una Constitución a través de la plurinacionalidad. Pero el resultado del plebiscito la golpeó.

Tomó varias decisiones. La primera fue retirarse de la vida pública. La segunda, tomar un curso de motivación y de desarrollo personal en una fundación.

Entramos ahí con otras convencionales. Nos sirvió bastante para empatizar y apoyarnos entre las convencionales que estábamos más débiles emocionalmente.

Lo otro que añade es algo que otros convencionales han dicho que es una gran dificultad: postular a un cargo público.

Yo podría postular al Estado para trabajar como administradora pública. Pero he visto que está tan difícil para los convencionales, que al final no he querido. Aparte, para eso hay que tener amigos.

Andrade dice que él esperaba que lo llamaran para alguna candidatura, pero no pasó.

Es que cuando eres independiente es más difícil. Los que eran de partidos políticos agarraron cargos importantes, porque estaban en partidos del oficialismo. A ellos se les hace más fácil.

Lo que dice Andrade se condice con hechos.

La primera llegada de un convencional al gobierno fue Ricardo Montero (PS). Criticado en la interna de su partido por haber votado por la disolución del Senado, asumió como jefe de gabinete de la ministra del Interior, Carolina Tohá, solo cuatro días después del triunfo del Rechazo. El 16 de agosto pasado ascendió a un nuevo cargo: subsecretario de Defensa.

Otros convencionales han entrado a otras carteras, como Interior, Desarrollo Social, Hacienda, Culturas y hasta una embajada. Así, en total son 12 los exconvencionales que llegaron en algún momento al gobierno.

Sin embargo, no es solo en La Moneda donde aterrizaron exconvencionales. Al municipio de Valparaíso llegaron cuatro exconstituyentes en julio de 2022, a días del fin de la Convención. Entre ellos, Alejandra Pérez.

Esta serie de nombramientos fueron catalogados por la oposición como “premios de consuelo”. Pero entre los constituyentes de derecha también hubo quienes, a la larga, ganaron pasando por la vitrina de la Convención.

Por ejemplo, Martín Arrau, constituyente por el Maule, apenas ganó el Rechazo abandonó la UDI para entrar al equipo de campaña de José Antonio Kast. Pasó en poco tiempo de ser un constituyente desconocido, a ser vicepresidente del Partido Republicano.

Otra ganadora del proceso fue Teresa Marinovic. La licenciada en Filosofía se hizo conocida a nivel nacional por su estilo incisivo y provocador en la Convención. Hoy, Marinovic asume que su paso por ahí le permitió llegar a mucha más gente. Ahora, cuenta, piensa en lanzar una candidatura para un cargo público.

Estoy considerando una campaña senatorial por La Araucanía o la RM. Si es diputación, sería el distrito 10, 15 o 22. Si es municipal -que lo veo improbable, porque es incompatible con mi vida familiar-, sería en Santiago, Providencia o Peñalolén-, dice Marinovic.

Pero la gran ganadora del proceso es indiscutiblemente Elisa Loncon.

Luego de la asunción como la primera presidenta del órgano, el suceso fue noticia en medios de todo el mundo. Figuró en el listado de la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del 2021. También la destacó el Financial Times, como una de las 25 mujeres más influyentes de ese año.

Ese diciembre, el gobierno del País Vasco le concedió el premio René Cassin de Derechos Humanos.

Esto levantó la figura de Loncon a un nivel internacional. Por eso, fue invitada desde instituciones en Francia, Nueva Zelandia y Estados Unidos. Esos viajes pudo realizarlos a pesar de ser académica de la Usach, por un permiso de un año que le concedió esa casa de estudios.

Esto generó cuestionamientos, ya que Loncon se negó a entregar antecedentes de sus actividades como académica a una solicitud de Transparencia, acusando persecución y racismo.

Consultada, Elisa Loncon no quiso participar en este reportaje.

Cobrando cuentas. Además de los costos laborales y económicos, el proceso acarreó costos emocionales entre los miembros del extinto órgano.

La académica Amaya Álvez, según relatan personas que la conocen, cayó en un profundo estado de tristeza. Tanto ella, como la expresidenta María Elisa Quinteros, Patricia Politzer, Cristina Dorador y Bárbara Sepúlveda fueron contactadas para este reportaje, pero prefirieron no ser entrevistadas.

Todas volvieron a sus antiguos trabajos en la academia. De hecho, Dorador fue elegida el año pasado como una de las “30 Mujeres Poderosas” por la revista Forbes Chile.

Gaspar Domínguez, el sucesor de Jaime Bassa en la vicepresidencia de la Convención, volvió a ser médico general en Palena apenas ganó el Rechazo.

Jaime Bassa no respondió los mensajes de este medio. En su cuenta de Twitter se mantiene activo, muy atento al proceso Constitucional. Su tuit fijado es un enlace a una reflexión que publicó en el diario digital El Mostrador el 13 de septiembre del año pasado. En él habla de varios “rechazos” que se juntaron en una misma votación, y defiende el texto presentado.

“Creo que la propuesta de nueva Constitución no fue maximalista ni radical, pero sí trazó un proyecto político ambicioso (…). Y sin perjuicio de que se fracasó en este intento, ahora el pueblo de Chile cuenta con un texto al cual podremos recurrir en el futuro”, escribió el abogado.

El rol de Bassa fue duramente cuestionado, no solo por la oposición, sino que por militantes de partidos que iban por el Apruebo. Le cobran -dicen en reserva exconstituyentes- que se perdió mucho tiempo en las primeras semanas de la Convención que pudo ser utilizado para enriquecer el debate. Semanas que, meses después, hicieron peligrar que se terminara el texto dentro del año que tenía el órgano como plazo legal para esta tarea, que finalmente la cumplió la administración de Gaspar Domínguez.

Lo otro que comentan convencionales que iban por el Apruebo es que Bassa era uno de los constituyentes que tenían una trayectoria académica importante para encarar el proceso. En su caso, por ser doctor en derecho y hacer clases de derecho constitucional en la Universidad de Valparaíso.

Esas mismas credenciales traía Christian Viera, autor de varios libros sobre temas constitucionales, y Fernando Atria, profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, quien desde el 2013 empujaba la idea de que el país debía tener una nueva Carta Magna.

Viera hoy sigue dedicado a la academia. Dice que el Rechazo fue un golpe duro. “Me afectó anímicamente. Dejé mucha energía, y tuve costos familiares importantes. El texto rechazado habilitaba cambios por la vía legislativa -dice-. Lo vivo con amargura, porque esperaba que el texto se aprobara”.

Por otro lado, no cree que él haya tenido más responsabilidad que el resto de los convencionales.

La Convención era una conversación entre iguales. Al interior yo era uno más. No fui elegido por ser un especialista. Adentro podía ser más o menos respetado, no por mis estudios, sino por la pertinencia del argumento que podría ofrecer.

Atria, en tanto, volvió a hacer clases en Pío Nono. Dice que el proceso no le significó grandes costos personales y que no se arrepiente de su trabajo en la Convención. Eso sí, acusa que él y los convencionales han sufrido una “campaña de desacreditación”.

Hay mucha gente que tenía cuentas por cobrar -advierte Atria-. Y vieron en este momento la posibilidad de cobrarlas

Predicando en el desierto. Cristóbal Andrade, “Dino Azulado”, encontró trabajo en una automotora en Viña del Mar. Quiere postularse como concejal en Quilpué. Eso sí, el traje de dinosaurio, comenta, esta vez no lo usará.

Lo tengo en la casa. Igual lo uso para eventos. En Quilpué bailé con él en el Día de la Niñez. Le escribí a la alcaldesa, le pregunté si podía ir por último a entretener a los niños. Me dijo ningún problema, si la plaza es pública, usted puede ir.

Bessy Gallardo no logró tumbar el Estado subsidiario. Pero no cree que el proceso fue un fracaso.

Cuando perdimos, no me sentí perdedora. Me sentí como la gente que predica en el desierto. Ahí dije: esto no es para mí. Yo tengo mi carrera, y si no, tengo mi familia. Tengo una mamá con plata suficiente para solventar su vida y la de sus nietos. Yo voy a salir adelante igual. ¿Pero y los demás? ¿Qué hace la demás gente? Ayer pagué sueldos, por ejemplo. Y tengo gente que gana 500 mil pesos. Y yo 500 mil pesos me los gasto en cinco minutos pagando cuentas. Y no todas las cuentas. ¿Qué haría yo si ganara 500 lucas? ¿Qué hago? ¿Cómo solvento la vida de mis hijos? Y la gente lo hace, a punta de créditos. Yo creo que esa es mi pena más grande.

Fernando Atria ha reflexionado sobre el proceso. Cree que la gente rechazó la propuesta no por el texto, sino que por la conducta de algunos convencionales. También dice que con el tiempo ha observado el proceso de una forma distinta.

Cuando veo lo crispado y difícil que está el contexto político para llegar a acuerdos, me lleva a notar lo extraordinario que fue que ese grupo de personas, con todas esas desconfianzas recíprocas que teníamos, haya sido capaz de hacer una propuesta al país dentro de un año. Cada quien podrá observar eso como quiera -lanza-. Yo supongo que con el paso del tiempo el ejercicio de la Convención va a ir ganando en su real dimensión.

Gaspar Domínguez defiende el texto. Dice que tanto la propuesta actual de los expertos como la del 2022 son mejores que el texto vigente. Lo otro que dice es que el proceso fracasado terminará siendo visto de otra forma con el tiempo.

Todos los procesos se van reinterpretando a medida que pasa el tiempo. Con el resultado del proceso vigente, de los futuros ciclos políticos, vamos a ir viéndolo de forma diferente. No sé si de una forma mejor o peor. Pero distinta.

Alejandra Pérez afirma que entró en cuidados paliativos. Que los dolores son muy fuertes. Que ya no se quiere enterar de lo que está pasando en el proceso constituyente. Que cambia las noticias cada vez que empiezan a hablar de eso. Pero aunque no logró consagrar la salud pública en la Constitución, no piensa que sea una derrota.

Yo siempre supe que este proceso era difícil. Y lo que veo es que fue una oportunidad para que la gente le tomara realmente el peso a que sí podíamos cambiar los problemas estructurales de nuestra sociedad -dice Pérez-. Yo creo que el texto que hicimos tiene de todo. Creo que los constituyentes nos adelantamos 50 años al Chile que tenemos hoy. Nosotros venimos del futuro. Para mí, la Convención fue el futuro.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.

Columna de Opinión, News

TEILLIER Y LOS DEDOS EN EL ENCHUFE

   

TEILLIER Y LOS DEDOS EN EL ENCHUFE

Gerardo Varela, Abogado

El Mercurio, Columnistas, 02/09/2023

“El Presidente siente electricidad porque mete los dedos al enchufe cada vez que puede, reivindicando gobiernos fracasados, decretando duelo nacional por un violentista y acusando de cobarde a un anciano militar que prefirió terminar con su vida que perder su libertad”.

Giles Udy es un historiador inglés que investigó durante los noventa los famosos gulags o campos de concentración comunistas en Rusia. Para ello se dirigió a Norilsk, un lugar cientos de kilómetros al norte del círculo ártico.

Es una ciudad minera construida por los comunistas sobre tierra congelada (permafrost) y de las más contaminadas del mundo.

Cuando llegó a los campos, se dio cuenta de que solo quedaban los grandes edificios de concreto, donde existían pequeñas celdas para una persona. Ahí notó un detalle que le pareció extraño hasta que entendió su macabro propósito. Las puertas de las celdas tenían en su interior un recubrimiento metálico en forma de rallador de queso, para que los internos que reclamaran golpeando la puerta se rompieran las manos.

Por esos campos pasaron cerca de 3 millones de personas, incluyendo toda la oficialidad lituana, disidentes políticos, nacionalistas ucranianos, los “kulaks” y los miles de prisioneros de guerra rusos devueltos después de la guerra, de los cuales Stalin desconfiaba.

Esta investigación la plasmó en el libro “Labour and the gulag, the seduction of the british left”.

Esta historia de terror se ha repetido en muchos países donde se impuso alguna vez el comunismo. La China de Mao, la Camboya de Pol Pot, y muchos otros.

Todos esos experimentos macabros han sido seguidos con un silencio cómplice por las izquierdas mundiales. Su compromiso con los DD. HH. y la democracia siempre termina donde empiezan los gobiernos comunistas.

Algunos por idealismo, que creen que ahí se están construyendo sus utopías; otros por avaricia, comprados por los servicios secretos, y otros por simple estulticia, se hicieron y se siguen haciendo los lesos. Son muy pocos los valientes que se han atrevido a condenarlos como corresponde.

Acabo de leer el libro “Notas de Memoria”, de Óscar Guillermo Garretón, que recorre páginas de su vida y nuestra historia. Recomiendo su lectura a los jóvenes que no la vivieron y a los viejos para que no olviden. El prólogo del libro no puede ser más elocuente:

“Sobran dedos de una mano para contar los gobiernos exitosos de la izquierda latinoamericana. Los intentos guerrilleros fracasados bañaron de sangre joven, selvas y ciudades del continente y las únicas tres tratativas triunfantes —Cuba, Nicaragua y Venezuela— son un desastre, de las cuales desde la propia izquierda algunos o muchos buscan tomar distancia”.

La pregunta que surge es si el terror y la miseria que arrastra el comunismo en sus versiones más suaves o más duras son una anécdota indeseada o la consecuencia ineludible de sus ideas.

La historia de las decenas de países que han tratado de aplicarlo muestra que no existe comunismo sin violencia, esclavitud ni pobreza.

Esto explica que nuestro Presidente reivindique al gobierno de Allende y haya decidido homenajear a Guillermo Teillier, un comunista que organizó asesinatos de carabineros, robo de bancos y hasta el secuestro de un niño. Un hombre que tuvo siempre a su partido —como él dijo— “con un pie en la calle y otra en el Congreso” y cuyo compromiso con la democracia y los DD. HH. es equivalente al del comunismo con la verdad.

Es distinto luchar contra una dictadura con la fuerza de los votos para conquistar una democracia que hacerlo con la fuerza de las armas para imponer una tiranía comunista.

Por eso nunca debiéramos olvidar la dedicatoria de Solyenitzin de su libro “Archipiélago Gulag”: “A todos los que no vivieron lo bastante para contar estas cosas. Y que me perdonen si no supe verlo todo, ni recordarlo todo, ni fui capaz de intuirlo todo”.

El Presidente siente electricidad porque mete los dedos al enchufe cada vez que puede, reivindicando gobiernos fracasados, decretando duelo nacional por un violentista y acusando de cobarde a un anciano militar que prefirió terminar con su vida que perder su libertad.

Ahora Teillier puede descansar, ojalá encuentre la paz que no tuvo en su vida y que Dios lo perdone, para que no viva con un pie en el cajón y otro en un gulag.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

Las opiniones en esta columna, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en retiro de la Defensa Nacional