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CONVENIO CON VENEZUELA SUMA OTRO CAPÍTULO: AHORA EL EMBAJADOR GAZMURI REABRIÓ LAS DUDAS SOBRE CUÁNDO ENTRÓ EN VIGENCIA.Martín Browne y David Tralma

                                                                             CONVENIO CON VENEZUELA SUMA OTRO CAPÍTULO:                                                                                     AHORA  EL EMBAJADOR GAZMURI REABRIÓ LAS DUDAS                                                                SOBRE CUÁNDO ENTRÓ EN VIGENCIA

Martín Browne y David Tralma

Este lunes en un almuerzo en Cancillería el diplomático le aseguró a la Comisión de Relaciones Exteriores que el polémico convenio estaba legalmente activo desde el primer día y que sí sirvió para el traspaso de información entre ambos países antes de que hayan fijado las contrapartes, lo que contradice la versión que se había entregado desde la Subsecretaría del Interior.

Este lunes en la Cancillería el embajador de Chile en Venezuela, Jaime Gazmuri (Partido Socialista) -quien fue llamado a consulta por el Presidente Gabriel Boric en medio de la tensión diplomática entre ambos países-, se reunió con la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados.

En el encuentro los diputados le preguntaron al diplomático cuál era la efectividad de tener un representante en Caracas y pidieron detalles sobre el trabajo en materia de seguridad, lo que fue largamente respondido por el socialista.

Un punto clave de la sesión fue la discusión en torno al convenio de colaboración que el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, firmó en su viaje a Caracas. La respuesta de Gazmuri sorprendió a los presentes, ya que el gobierno había dicho que el convenio no se encontraba operativo.

Según fuentes de Cancillería y de más de tres de los parlamentarios que estuvieron en el encuentro el embajador aseguró que el convenio estaba activo desde el primer día, lo que incluso fue consultado en divisiones jurídicas, y que sí sirvió mucho para facilitar el traspaso de información de Venezuela a Chile, lo que se dio antes de que la semana pasada durante el Consenso de Brasilia se fijara una contraparte entre las policías, como había planteado el gobierno a través de Monsalve.

Al ser consultado por la información revelada por asistentes a la reunión, el diputado Raúl Soto (PPD), dijo que “el embajador fue bien categórico en defender la vigencia y utilidad del polémico convenio. Creo que se generó una confusión a propósito de las afirmaciones que hizo el subsecretario Monsalve en la comisión, eso llevo a varios de nosotros a criticar la eficacia y utilidad del convenio, pero Cancillería ha sido clara: el convenio ha sido útil para Chile desde el primer día, hemos recibido información relevante respecto de delincuentes, lo cual es fundamental dada la crisis de migración y seguridad”.

Mientras que el diputado Diego Schalper (RN) -también presente en la cita- aseguró que “el Gobierno tiene que aclarar esto. Es muy grave que haya dos posturas. Basta de improvisaciones”.

En el gobierno atribuyen la imprecisión a un problema comunicacional luego de que se diera a conocer el secuestro y homicidio del exteniente venezolano Ronald Ojeda, quien se encontraba en Chile en calidad de refugiado.

“Este convenio dice que ambos países tienen que nombrar a sus contrapartes y que solo opera una vez que los países nombran sus contrapartes. Para nombrar las contrapartes nosotros teníamos que terminar la tramitación con la Cancillería, para que se firmara una resolución que le da vigencia legal al convenio en Chile. Y Venezuela también tiene que tramitar algo parecido y tiene que firmar un decreto para poder implementar el convenio. Venezuela todavía no firma el decreto, Chile firmó la resolución hace unos días. Por lo tanto, ni Chile ni Venezuela han nombrado las contrapartes. Por lo tanto, el convenio no está activo”, dijo Monsalve a Radio Duna el 28 de febrero.

Al ser consultados, desde la Cancillería respondieron formalmente que “tal como ha señalado el subsecretario Monsalve, el convenio está vigente desde la firma de las contrapartes, que se definieron la semana pasada. La legalidad de este convenio interinstitucional fue refrendada por la Contraloría”.

Mientras que en la Subsecretaría del Interior evitaron referirse al tema.

Este martes a las 15.00 horas el embajador visitará el Congreso y nuevamente se reunirá con la Comisión de Relaciones Exteriores.

En el encuentro los parlamentarios esperan profundizar sobre los detalles del convenio.

 

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de  Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.

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EL IMPACTO DE LOS DRONES EN LA GUERRA MODERNA. Ignacio Mary

                                                                   EL IMPACTO DE LOS DRONES EN LA GUERRA MODERNA

Ignacio Mary

Pucará Defensa, 22/04/2024

El cielo, anteriormente dominado por aviones, ahora está lleno de drones. Estos sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS) han revolucionado la guerra moderna, ofreciendo capacidades disruptivas a los ejércitos de todo el mundo. Es evidente que los drones armados han llegado para quedarse, con un mercado en expansión y con inversiones considerables de recursos en su desarrollo y mejora continua.

La tecnología de drones ha avanzado a pasos agigantados, permitiendo vuelos prolongados y equipándolos con misiles de largo alcance. El impacto de los drones en los conflictos actuales es evidente, alterando la dinámica de guerra y paz, como se ha visto en Siria, Azerbaiyán, Libia y Yemen.

Los drones ofrecen una negación plausible y permiten ataques precisos sin poner en riesgo vidas humanas. La introducción de drones más sigilosos y avanzados promete transformar aún más los campos de batalla, marcando un punto de inflexión en la historia militar.

Surge el interrogante de si la introducción de esta tecnología ha cambiado la esencia misma de la guerra o simplemente ha modificado sus características. Lo que es indiscutible es que cada día surgen nuevas innovaciones en el uso de drones. La simplificación de la interfaz de usuario, que permite a los soldados operar drones utilizando dispositivos como tablets, los ha vuelto más accesibles incluso para el personal militar promedio.

Distintos niveles. Los UAS han transformado las operaciones militares, ofreciendo capacidades aéreas notables en todos los niveles, proporcionando una gama diversa de funciones.

Desde el soldado de infantería que utiliza un pequeño cuadricóptero comercial para la vigilancia, hasta los grandes UAS equipados con municiones de precisión con capacidad de operar más allá de la línea de visión, los drones han ampliado el alcance de la guerra moderna.

Los pequeños UAS (sUAS), a menudo adquiridos comercialmente o incluso donados a través de campañas de financiamiento colectivo, han demostrado ser valiosos incluso contra adversarios tecnológicamente avanzados. Estos dispositivos del Grupo 1-3 se han adoptado extensamente por su bajo costo, su menor necesidad logística y de comunicaciones, y por su capacidad para realizar tareas de reconocimiento, vigilancia infrarroja y adquisición de objetivos (RISTA), así como análisis de Big Data (BDA), permitiendo a los comandantes visualizar el campo de batalla en tiempo real, realizar ajustes tácticos y evitar emboscadas.

En Ucrania se ha observado la modificación de sUAS del Grupo 1-3 para transportar y liberar municiones, incluyendo municiones antitanque, de mortero y granadas. Esta táctica, aunque utilizada anteriormente por miembros del Estado Islámico desde 2015, ha sido adoptada en cantidades significativas y fuera de los canales formales de adquisición y desarrollo militar.

Estos sUAS poseen una sección transversal de radar mínima, lo que les permite evitar la detección por la mayoría de los sistemas modernos de defensa aérea y de misiles (AMD), lo que los convierte en una herramienta táctica efectiva en el campo de batalla.

Por otro lado, los UAS más grandes clasificados como Grupo 4 o 5 requieren una infraestructura logística y de comunicaciones más robusta. Estos drones, además de proporcionar funciones de RISTA, también pueden desempeñar funciones de ataque con armamento avanzado.

Swarming. La discusión sobre el uso de drones en el campo de batalla se centra en la dicotomía entre calidad y cantidad. Los drones ofrecen la posibilidad de ser empleados en formaciones de enjambres que tienen el potencial de superar las defensas enemigas mediante la saturación y la coordinación.

Aunque la idea de utilizar enjambres de drones no es nueva, su implementación efectiva en conflictos reales ha sido limitada hasta eventos recientes, como fueron los ataques hutíes en Abqaiq y Khurais en el este de Arabia Saudita en 2019. Estos ataques demostraron el potencial disruptivo y el uso viable y efectivo de los enjambres de drones en el campo de batalla.

La tecnología siempre está una década por delante de lo que realmente quieren hacer con el sistema los altos mandos militares. En 2018, China utilizó más de 1.300 drones en un espectáculo de luces en Xi’an, evento que no solo estableció un récord mundial, sino que también mostró la precisión y la capacidad de coordinación que se puede alcanzar con grandes números de drones.

Por su parte, Estados Unidos realizó la Perdix Swarm Demonstration en China Lake donde tres aviones F-18 desplegaron 103 drones sobre un objetivo.

La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) también ha mostrado interés en la idea del enjambre de drones, impulsando el concepto conocido como Gremlins, que involucra un enjambre de municiones merodeadoras.

Los enjambres de drones han llevado a los países occidentales a reconsiderar sus estrategias de defensa aérea. La guerra en Libia es un ejemplo reciente donde drones económicos turcos neutralizaron sistemas de defensa aérea rusos, lo que sugiere que los drones pueden actuar como una fuerza aérea instantánea y cambiar las dinámicas del campo de batalla.

Los enjambres de drones representan una innovación significativa en el ámbito militar, obligando a los estrategas a reconsiderar sus tácticas y defensas. La capacidad de despliegue masivo y la flexibilidad operativa de los enjambres de drones tienen el potencial de cambiar fundamentalmente la dinámica de cualquier conflicto futuro.

Defensa antiaérea. Desde su aparición, la neutralización de drones representa un desafío significativo para la defensa aérea moderna, ya que su versatilidad y capacidad para evadir sistemas tradicionales de defensa aérea los hacen difíciles de detectar y neutralizar.

Tradicionalmente, los drones han sido derribados utilizando métodos similares a los empleados contra aeronaves tripuladas. Sin embargo, esta estrategia presenta limitaciones importantes.

Por un lado, la detección temprana de drones puede ser complicada, especialmente en entornos donde el radar puede no detectarlos a tiempo. Por otro lado, el uso de aeronaves costosas para defenderse contra drones de menor tamaño puede resultar ineficiente y costoso. Además, la proliferación de drones en el campo de batalla plantea el desafío de interceptar y neutralizar múltiples amenazas simultáneamente.

El principal desafío radica en la detección efectiva de todos los drones, ya que incluso los sistemas militares más avanzados pueden ser vulnerables. Los drones pueden ser interceptados mediante la creación de entornos sin GPS o con interferencia de radio. Sin embargo, si los drones son autónomos, guiados por sistemas ópticos o inteligencia artificial, la única solución es derribarlos físicamente.

Los ejércitos modernos tienen la capacidad de adquirir, entrenar y desplegar drones de Grupo 4 y 5 con efectividad, lo que plantea la necesidad de desarrollar contramedidas avanzadas.

En el campo de batalla actual, la guerra electrónica, los nuevos sensores y la tecnología de puntería mejorada se perfilan como herramientas clave en la lucha contra los drones.

Por ejemplo, se está trabajando para hacer que las ametralladoras calibre .50 sean más precisas o incluso “guiadas”.

Los conflictos en Ucrania y Nagorno-Karabaj han resaltado la necesidad de sistemas de defensa aérea y misiles actualizados para enfrentar a los sistemas aéreos no tripulados. Los ejércitos necesitan implementar sistemas de defensa contra UAS (C-UAS) más robustos para negar el espacio aéreo y, en el mejor de los casos, interceptar y destruir los drones.

La importancia de entrenar y equipar a las unidades para enfrentar las amenazas de drones, incluidos los drones del Grupo 1-3, se ha vuelto cada vez más evidente.

Estrategias consideradas obsoletas han reaparecido, como la guardia aérea, la reacción al ataque aéreo y el uso de armas pequeñas para derribar drones están siendo reconsideradas y adaptadas para la lucha C-UAS.

El uso cada vez más frecuente de UAS, especialmente aquellos del Grupo 1-3, como los observados entre Ucrania y Rusia, ha evidenciado la necesidad crítica de expandir la cobertura de sistemas C-sUAS para contrarrestar esta amenaza. La rápida adopción de armas C-sUAS por parte de los combatientes subraya la urgencia de esta expansión.

Ya que las plataformas de AMD actuales no son capaces de interceptar adecuadamente estos UAS por su abundancia, bajo costo y facilidad de uso, es necesario que los ejércitos modernos integren capacidades C-sUAS en todas sus fuerzas. Los sistemas C-sUAS, como el Sistema de Detección y Neutralización de Amenazas Múltiples (M-LIDS) y cañones “drone buster”, deben estar disponibles de manera orgánica para todas las unidades militares, tanto de maniobra como de apoyo.

La necesidad de una cobertura de radar de 360 grados, y de radares capaces de detectar más allá del horizonte es fundamental para detectar drones, que se mueven de manera impredecible y no siguen trayectorias predecibles como otros objetivos. Esto requiere sistemas de detección avanzados que puedan ver más allá del horizonte en todas las direcciones.

El Ejército de los Estados Unidos reconoció esta amenaza en 2017, adaptando sistemas como el Phalanx de Raytheon y el C-RAM de Northrop para enfrentar a los drones.

El desarrollo de tecnologías como los láseres de baja frecuencia, como el proyecto Light Blade de OptiDefense, presenta una nueva vía para la defensa contra drones. Estas tecnologías tienen el potencial de derribar drones de manera eficiente y sin la necesidad de reponer municiones. Sin embargo, un inconveniente significativo es la necesidad de desplegar grandes cantidades de estos sistemas para defender áreas extensas.

La tecnología para crear y contrarrestar enjambres de drones existe, pero implementar soluciones antiswarm en cada base y ubicación sigue siendo un desafío logístico y económico considerable.

El papel de los drones en operaciones de información. El uso de Sistemas Aéreos No Tripulados ha trascendido su función inicial en combate para convertirse en una herramienta crucial en las operaciones de información durante conflictos armados.

El conflicto de Nagorno-Karabaj en 2020 entre Armenia y Azerbaiyán no solo evidenció un uso generalizado de UAS, sino también la instrumentalización de la información sobre su empleo. Ucrania ha reforzado las observaciones hechas durante el conflicto de Nagorno-Karabaj.

Ambos lados en estos conflictos han utilizado UAS en operaciones de información, donde los medios de comunicación gubernamentales han desempeñado un papel activo al compartir imágenes y videos de UAS en acción, ya sea golpeando objetivos o vigilando fuerzas enemigas.

El propósito detrás de la difusión de estas imágenes es claro: proyectar una imagen de éxito militar en el campo de batalla para asegurar el apoyo doméstico y captar la admiración internacional. Esta estrategia de comunicación busca influir en la percepción pública y la narrativa del conflicto.

Si bien es común que todos los lados en un conflicto inflen sus logros y minimicen los fracasos, el hecho de que las operaciones con UAS sean tan centrales y se informen con tanta frecuencia demuestra que los UAS no solo son valiosos por sus capacidades tácticas sino también por su impacto estratégico en la guerra de la información.

Cuestionamientos. El uso de drones en operaciones militares y de vigilancia ha sido criticado por sus implicaciones éticas y generado debate sobre su impacto psicológico en los operadores. A menudo, la percepción pública puede caer en la estereotipación, comparando el manejo de drones con jugar videojuegos. Sin embargo, la realidad de los operadores de UAV es considerablemente más compleja.

Según Wayne Phelps, la labor de las tripulaciones de UAV es frecuentemente voyeurista, monótona y, en ocasiones, angustiante, distando mucho de la experiencia lúdica de un videojuego, presentando desafíos emocionales y mentales significativos.

La reducción del riesgo personal para los operadores de drones puede influir en su capacidad para equilibrar las demandas tácticas con las consideraciones éticas y las prioridades estratégicas. Las dinámicas psicológicas de los operadores pueden verse afectadas por la distancia al objetivo y la naturaleza de las misiones que realizan. Estos factores pueden alterar su percepción de la realidad del conflicto y su impacto en las vidas humanas.

La guerra remota ha sido objeto de críticas debido a su potencial para distorsionar la conciencia situacional y permitir que las decisiones de vida o muerte se tomen a distancia, alejadas de las complejidades y matices de un campo de batalla físico.

El futuro del uso de drones en el campo de batalla. A medida que los drones militares y comerciales se vuelven más asequibles, accesibles y fáciles de operar, su proliferación entre militares y grupos armados de todo el mundo continuará en aumento. Aunque la tecnología de drones ha avanzado significativamente, su potencial aún no se ha explotado completamente, principalmente debido a la falta de visión estratégica.

Actualmente, no existe un “profeta del poder de los drones”, es decir, no hay un líder militar visionario que haya adoptado los drones en masa para transformar completamente el arte de la guerra, como lo hicieron los comandantes de tanques en la década de 1930.

Esto deja varias posibilidades para el futuro de los drones, que van desde su integración con aeronaves tripuladas hasta su uso como una fuerza independiente. Otra opción es adoptar un enfoque de drones de múltiples capas, integrándolos en las operaciones de todas las ramas militares, o emplearlos en enjambres masivos como un sistema de armas desechable para lograr la dominación táctica.

La limitación actual en el uso de drones está dada por la intervención humana en su operación. Por esta razón se está investigando y desarrollando inteligencia artificial para permitir que los drones realicen la mayor parte de sus operaciones de forma autónoma, mientras que los humanos supervisan y guían la misión en su conjunto.

El país que logre integrar completamente los drones en cada aspecto de sus operaciones militares obtendrá una ventaja táctica y estratégica significativa. La cuestión clave es determinar el número de drones que se desplegarán, el nivel de IA que se integrará en ellos, y si predominarán los drones de alta gama, cuyo valor disuade su sacrificio, o si se optará por enjambres de drones utilizados como bombas inteligentes y misiles de crucero.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de  Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.

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EMBAJADOR VALDÉS ENVÍA CARTA DE PROTESTA POR DICHOS DE SENADOR RUBIO (EE. UU) SOBRE HEZBOLÁ EN CHILE Mesa de noticias de El Mostrado

 

                                                                              EMBAJADOR VALDÉS ENVÍA CARTA DE PROTESTA POR                                                                                  DICHOS DE SENADOR RUBIO (EE. UU) SOBRE HEZBOLÁ EN                                                              CHILE

Mesa de noticias de El Mostrador, 17/04/2024

El embajador de Chile en EE. UU, Juan Gabriel Valdés, presentó una carta de molestia ante el Congreso del país norteamericano por los dichos del senador republicano Marco Rubio, quien dijo que Hezbollah está en Chile y que bajo el Gobierno “han tenido una retórica dura” con Israel.

A raíz de las declaraciones del senador republicano de Estados Unidos, Marco Rubio, sobre vínculos del grupo terrorista Hezbollah con Chile, el embajador de Chile en EE. UU, Juan Gabriel Valdés, presentó una carta de molestia ante el Congreso del país norteamericano.

Según reportó en primera instancia El Mostrador, Rubio, el pasado 11 de abril y en medio del ataque de Irán a Israel, dijo ante la subcomisión de Relaciones Exteriores estadounidense que “una de las cosas a las que pienso que no hemos puesto suficiente atención es a la presencia de Hezbollah en nuestro hemisferio”.

En ese sentido, “un lugar donde ha estado por un tiempo es Chile”, cosa que le preocupa porque “bajo el Presidente Gabriel Boric, los chilenos han tenido una retórica muy dura acerca de Israel”.

“Creo que tenemos sanciones a las empresas dirigidas por Hezbollah con sede en Chile. Pero Chile se ha abstenido de designar a Hezbollah como organización terrorista. ¿Creemos que están haciendo lo suficiente para reprimir las operaciones de Hezbollah en el país? y ¿Qué estamos haciendo? ¿Qué les estamos comunicando sobre lo que esperamos que hagan?”, cuestionó.

Los dichos de Rubio fueron respondidos por el embajador Valdés, quien le envió una carta al senador Tim Kaine, quien preside la instancia donde Rubio emitió sus declaraciones. “Señor Presidente, con el debido respeto, estas declaraciones carecen de fundamento fáctico y son gravemente engañosas”, dijo Valdés.

“Chile nunca ha tenido empresas sancionadas por Estados Unidos por estar vinculadas con Hezbollah o cualquier otra organización terrorista. Chile no tiene empresas dirigidas por Hezbollah. Hoy la Policía de Investigaciones – PDI, a través de sus Brigadas Especializadas, y también mediante coordinación permanente con el FBI y otros servicios del hemisferio mantiene un seguimiento constante de actividades o acciones ilegales que puedan amenazar la soberanía de nuestro país, las cuales, de ser creíbles, son denunciadas a la entidad fiscal para iniciar el proceso investigativo. Actualmente no existe ningún proceso de investigación sobre alguna actividad en Chile vinculada al grupo terrorista mencionado por el senador Rubio”, añadió, agregando que estarán “sumamente agradecidos si la oficina del Senador Rubio nos brindara la información que respalde sus acusaciones”.

“Lo que considero inaceptable e insultante para Chile -agregó Valdés- es la afirmación del senador estadounidense de que la opinión de nuestro gobierno y de nuestro Presidente sobre la actual guerra y la violación del derecho humanitario en Gaza por parte del gobierno israelí podría significar la apertura de nuestro territorio a las actividades de Hezbollah o de cualquier otro grupo terrorista. Esta declaración contradice una historia de muchas décadas de amistad y confianza entre nuestras dos democracias”.

Sin “base real”. En conversación con radio Infinita, el embajador Valdés agregó que “el senador Rubio dijo que Chile había recibido castigos de Estados Unidos por tener empresas que eran dirigidas por Hezbollah. Eso es una situación que no se ha dado nunca en nuestra historia. Por lo tanto, no tiene ninguna base real”.

Valdés sostuvo que para presentar la carta y argumentar su molestia, conversó previamente con la Policía de Investigaciones (PDI), desde donde le dijeron que lo señalado por Rubio “no era así”.

También, le comentaron que el organismo trabaja permanentemente con el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) de Estados Unidos, el cual “jamás había manifestado ninguna preocupación por este tema en este momento”.

“Entonces, la verdad es que nosotros no podemos dejar de reaccionar sin molestia ante una serie de afirmaciones que carecen de base. No hay ninguna realidad para esas acusaciones”, sentenció.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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Ataque inédito. El Mercurio. Editorial

                                                             Ataque inédito

Aunque Irán e Israel llevan décadas enfrentándose de manera indirecta, con el apoyo de Irán a guerrillas extremistas, por una parte, y acciones selectivas israelíes contra científicos y militares persas, por otra, nunca se había producido un ataque tan directo y masivo como el lanzado el fin de semana por el régimen de los ayatolas sobre el territorio judío.

Definida por algunos analistas como la “crónica de un ataque anunciado”, la ofensiva iraní fue una respuesta al ataque al consulado en Damasco que en días previos costó la vida a siete oficiales de la Guardia Revolucionaria iraní, incluidos dos generales de la fuerza Quds, su brazo de operaciones en el extranjero. Aunque Israel no ha reconocido abiertamente la autoría, pocos dudan de ello. Teherán había afirmado que la acción tendría respuesta, la que vino a darse el fin de semana, pero de cuya realización abundaron los indicios previos.

El ataque —que incluyó más de 300 drones y misiles— puso a prueba el conocido “escudo protector” de Israel, que además contó con el apoyo decisivo de una coalición de países encabezada por Estados Unidos. Ello permitió minimizar el daño y ha llevado a las autoridades israelíes a hablar de una “victoria”, pero algunos análisis advierten que probablemente el objetivo de Irán no era generar una destrucción masiva, sino entregar una señal en cuanto a su disposición a defender sus intereses, cruzando una línea que hasta ahora no se había atrevido a traspasar.

Estados Unidos ha pedido a Israel evitar continuar escalando el conflicto con Irán, en un escenario ya marcado por la cruenta guerra en Gaza. Las autoridades israelíes han dicho que responderán al ataque en el momento y forma que estimen adecuado. De qué modo marcará esto la evolución del conflicto en Medio Oriente, es una pregunta cuya respuesta se irá develando en las próximas semanas.

Alineamientos estratégicos

Es una conocida estrategia de China afianzar alianzas para avanzar en sus intentos por modificar la estructura del sistema internacional y terminar con la “injusta hegemonía” de EE.UU. En ese propósito se enmarca la reciente reunión de Xi Jinping con el canciller ruso, Sergei Lavrov, en preparación de una cumbre con Vladimir Putin, en mayo.

Todas las declaraciones se refirieron a las “formas de profundizar la cooperación en seguridad” en Europa y Asia, para “contrarrestar intentos de EE.UU. de imponer su voluntad”. Sin embargo, para Rusia, lo más importante es hacer valer su “acuerdo de seguridad sin límites” con China como muestra de que no está totalmente aislada.

Beijing mantiene una postura ambigua con respecto a la guerra en Ucrania, absteniéndose de condenar la agresión rusa, al tiempo que le da a Moscú un respiro ante las sanciones internacionales, incrementando el comercio bilateral. Rusia es hoy el principal proveedor de petróleo y gas de China, que por su parte le entrega elementos para su industria bélica y tecnológica. En 2023, el intercambio se incrementó en 26,3 por ciento.

Para el liderazgo chino, una coyuntura como la actual es una oportunidad de posicionarse como una potencia capaz de desafiar la supremacía de Occidente. El eje Beijing-Moscú sería el pilar para estrechar la “coordinación estratégica con los BRICS” (ambos, más Brasil, India y Sudáfrica), pero también con países que desafían la paz mundial, como Norcorea, Irán o Venezuela.

En su intento por modelar una nueva estructura global, en la que ni la democracia ni la defensa de los derechos humanos tienen un lugar central, Xi busca aunar voluntades de países emergentes (varios de los cuales desprecian tales principios), elevando en su retórica cuestiones como “la justicia internacional”. En el fondo de todo esto, por supuesto, está la intención de superar a EE.UU. como la principal superpotencia, terminar con lo que considera el sistema unipolar forjado tras el fin de la Guerra Fría y reemplazarlo por otro en el que China tendría mayor influencia.

Con el enorme crecimiento económico de las últimas décadas, que le permitió más que duplicar su presupuesto de Defensa desde 2015, ha podido fortalecer su aparato militar y naval, aumentando sus fuerzas convencionales así como el arsenal nuclear, que se multiplicó por dos desde 2020. Sus intensos vínculos comerciales le dan una fortaleza económica que no tenía y acrecientan su potencial político.

Y mientras Lavrov y Xi hablaban en Beijing, Joe Biden reforzaba sus propias alianzas para sostener la actual estructura internacional y la estabilidad en el este de Asia. Preocupado de la creciente tensión en el mar del Sur de China —generada por los esfuerzos de Beijing para dominar el área—, recibió en la Casa Blanca al Presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., y al Primer Ministro japonés, Fumio Kishida. El japonés dio la clave, declarando que “los intentos unilaterales por cambiar el statu quo por la fuerza o la coerción son inaceptables. Hoy es Ucrania, mañana será el este de Asia”.

La poco usual reunión tripartita, que se enmarca en lo que se está llamando el “minilateralismo” (que reúne países con intereses comunes), confirmó que los aliados asiáticos confían en el liderazgo norteamericano para su defensa, y que, a su vez, Washington mantiene su compromiso con ellos. Biden habló de una “nueva era de cooperación estratégica”, en la que se refuerza la colaboración militar y tecnológica con Tokio, y reafirmó un acuerdo de defensa mutua con Manila, enfrentada en una disputa marítima con Beijing.

La competencia entre EE.UU. y China se agudiza no solo en lo económico y comercial, sino también en el plano estratégico, con los países del entorno obligados a tomar partido para defender sus intereses. Washington, como promotor de la democracia y el libre comercio, tiene una responsabilidad mayor en hacer que se respeten las reglas de convivencia internacional y evitar conflictos mayores.

Editorial

El Mercurio

Lunes 15 de abril de 2024

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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EL RIESGO DE UNA GUERRA NUCLEAR CON RUSIA. Dr. Luis Pérez Gil. Centro de Graduados de Estado Mayor

                                                                     DERECHO Y POLÍTICA INTERNACIONAL

Web dedicada a temas de Derecho Internacional, Relaciones Internacionales y Ciencia Política en forma de artículos y comentarios desde la comunidad de la Universidad de La Laguna (Tenerife, España). «Contemplando el centro de la Historia»

Dr. Luis Pérez Gil

https://ullderechointernacional.blogspot.com/

                                                                                      EL RIESGO DE UNA GUERRA NUCLEAR CON RUSIA

El 29 de febrero de 2024 durante su tradicional discurso anual a la Asamblea Federal en Moscú, Vladimir Putin volvió a advertir a las potencias occidentales sobre las potenciales consecuencias que tendría una intervención directa de éstas en la guerra en Ucrania. Su extenso discurso (disponible completo aquí) tuvo tres partes principales, pero que están íntimamente ligadas entre sí (la retórica de la guerra en Ucrania en defensa de la soberanía, la permanencia de Rusia como gran potencia y los objetivos de desarrollo nacional a largo plazo) y cuyo resultado final se resume en dos ideas fundamentales: la defensa de la soberanía y la autosuficiencia son una tarea permanente y todas las acciones del gobierno ruso están orientadas a entregar un país estable y basado en el bien común a las generaciones futuras. Es precisamente en esa defensa de la soberanía, que no se acota sólo a su territorio reconocido internacionalmente, sino que se extiende también a aquellos territorios históricamente rusos o con presencia significativa de ciudadanos rusos o de origen ruso y que han sido definidos como su extranjero cercano, áreas en las que Rusia estaría llamada a ejercer poder e influencia y que, en última instancia, garantizarían la seguridad de sus fronteras internas, en una suerte de zona de amortiguación (buffer zone) que alcanzó su máxima expansión durante la Guerra Fría, con su presencia militar permanente en Alemania Oriental y la creación del Pacto de Varsovia. Como en esa época, también ahora las autoridades rusas estiman que su zona de amortiguación debe y puede ser defendida con armas nucleares. De ahí, las reiteradas referencias a la existencia y vigencia de sus armas nucleares como mecanismo de disuasión por parte de las principales autoridades y funcionarios rusos desde el inicio de la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022 -véase la entrada LAS ADVERTENCIAS SOBRE DISUASIÓN  ESTRATÉGICA DE RUSIA CON OCASIÓN DE LA INVASIÓN DE UCRANIA, de febrero de 2022-. Estas advertencias están dirigidas contra Occidente y, en concreto contra los países de la OTAN que, con su apoyo a Ucrania, impiden alcanzar los principales objetivos rusos, entre ellos su sometimiento y neutralización. Por tanto, como hemos dicho en otras ocasiones, para el bando ruso la guerra en Ucrania tiene un carácter existencial, porque afecta a sus intereses nacionales (de seguridad), mientras que para el Bloque Occidental, encabezado por los Estados Unidos, es sólo un modo para desgastar a Rusia (guerra por delegación o proxy war) y lograr que deje de ser una amenaza para sus vecinos. Al contrario que en el primer caso, en el que es concebible que Rusia pueda combatir durante años aplicando todos los recursos del Estado, es decir, asumiendo cualquier costo, el segundo es inalcanzable simple y sencillamente porque no se puede derrotar (o someter por la fuerza) a una gran potencia nuclear que, en el caso de Rusia, es necesario recordarlo, acumula el mayor arsenal nuclear del mundo y que junto con los Estados Unidos cuentan con el noventa por ciento de las armas nucleares existentes -véase la entrada ARSENALES NUCLEARES DE LAS GRANDES POTENCIAS EN 2023: ENTRE LA AMENAZA NUCLEAR RUSO-AMERICANA Y LAS FALACIAS SOBRE CHINA de junio de 2023-. Ante esta evidencia, Putin afirmó en su discurso del 29 de febrero de 2024 que “Occidente se ha olvidado de las consecuencias que tiene una guerra”, que “piensan que son dibujos animados” y “eso les hace perder la razón y crear riesgos para todos” (argumentos que ya fueron puestos sobre la mesa por el académico ruso y antiguo asesor presidencial Sergey Karaganov en sendos artículos publicados en junio y octubre de 2023).
Sin embargo, algunos dirigentes europeos (los antiguos testigos silenciosos) apelan a continuar escalando contra Rusia, a atacar objetivos en el interior del territorio ruso y, a más, desplegar fuerzas militares en territorio ucraniano para tratar de sostener el frente, pero que se convertirían inevitablemente en objetivo de las armas rusas. Estas posiciones ponen de manifiesto dos cuestiones fundamentales en la teoría de las relaciones internacionales: la primera es que desconocen el poder limitador del conflicto que tienen las armas nucleares y, segunda, la ausencia del interés nacional en el cálculo de sus decisiones. Pero, ambas tienen un curso que lleva a un enfrentamiento directo con una gran potencia nuclear. Por tanto, un conflicto de estas características tendría como resultado previsible el empleo masivo de armas nucleares, con las consecuencias que pusieron de manifiesto los bombardeos atómicos americanos de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945. Se debe descartar, como hemos dicho en reiteradas ocasiones, la falacia de que es posible combatir (y ganar) una guerra nuclear limitada, porque, una vez iniciada, se desconoce el punto más alto de la escalada y los poseedores de dichas armas no estarán dispuestos a perder una guerra de tales características, además de que, conceptualmente, la idea de la guerra nuclear limitada fue rechazada por los dirigentes soviéticos y después por los rusos -sobre este debate véanse las entradas ARMAS NUCLEARES Y CONFLICTOS ASIMÉTRICOS: PERSPECTIVAS DE EMPLEO de mayo de 2015 y DE VUELTAS CON LA IDEA DE GUERRAS Y ATAQUES PREVENTIVOS de octubre de 2018. Esta concepción se plasma en los Fundamentos de la política estatal sobre disuasión nuclear de 2 de junio de 2020 -véase la entrada LA ACTUALIZACIÓN DE LA POLÍTICA DE EMPLEO DE ARMAS NUCLEARES DE RUSIA, UNA APUESTA POR EL RÉGIMEN DE ESTABILIDAD ESTRATÉGICA de junio de 2020- y es la que sirve de fundamento a Putin para afirmar el 29 de febrero de 2024 que el arsenal nuclear ruso tiene un nivel de disponibilidad total y que tienen la capacidad (y también la voluntad) para escalar hasta el punto más alto y combatir una guerra con armas nucleares bajo la premisa de que nadie podrá ganar porque el resultado será la desaparición de la civilización. Sin embargo, desde el lado occidental, se obvian las consecuencias que entrañan en sí mismas el peligro de un conflicto nuclear ilimitado. Como es propio de los dirigentes rusos, sus advertencias suelen ir seguidas de actos de demostración para tratar de mantener la vigencia de la disuasión nuclear. De este modo, el 1 de marzo de 2024 (un día después del discurso de Putin en Moscú) las Fuerzas de Misiles Estratégicos (RVSN) ejecutaron un ejercicio de preparación para el combate. Una tripulación perteneciente a la 14ª División de Misiles de Yoshkar-Ola, en los Urales, llevó a cabo el lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM) RS- 24 Yars móvil desde un sitio de pruebas en Plesetsk, en el norte de la Rusia europea -vídeo del lanzamiento disponible aquí-. El misil voló unos seis mil kilómetros hasta que sus ojivas inertes alcanzaron los objetivos programados en el polígono de pruebas de Kura, en Kamchatka, en Extremo Oriente. Ahora bien, ni esta prueba es nueva ni es una sorpresa, sino que forma parte de las actividades regulares que realizan todos los componentes de las fuerzas de disuasión nuclear con la finalidad de validar el funcionamiento de los sistemas de mando y control y lanzamiento -véase la entrada GROM-23: EJERCICIO DE GUERRA NUCLEAR GLOBAL de octubre de 2023- y, casi más importante, mostrar a terceros esas capacidades, de tal modo que las armas nucleares sigan cumpliendo su misión primordial: evitar la guerra entre grandes potencias. Entonces, las cuestiones que se plantean son: ¿estamos preparados para afrontar una guerra contra Rusia? ¿somos conscientes de las consecuencias que podría tener tal guerra? ¿quiénes están adoptando tales decisiones? ¿Nos veremos arrastrados a una guerra donde no nos jugamos nada, en aras de una lucha entre las grandes potencias por la supremacía mundial?

Ver artículo completo en:el riesgo de una guerra nuclear con Rusia (2)

Un aporte del Crl. Julio Soto Silva, Secretario del Centro de Graduados de Estado Mayor (Academia de Guerra del Ejército)

 

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ENTREVISTA A JORGE SANZ, ACADÉMICO UDD, SOBRE ATAQUE DE IRÁN A ISRAEL. Radio Universo

 

                                                            Entrevista Jorge Sanz, académico UDD, sobre ataque de Irán a Israel


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Pese a las advertencias que ha hecho Irán a la intermediación que EE.UU. ha tenido en el conflicto con Israel, el jefe de las FF.AA. israelíes aseguró que habrá una respuesta al ataque de Irán. Académico de UDD, Jorge Sanz, aborda el tema.

Menciones: Universidad Del Desarrollo.
Cuñas: Jorge Sanz, Académico Universidad Del Desarrollo

 

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EL “MAD MAX” DE UCRANIA RASTREA PANTANOS Y CAMPOS MINADOS EN BUSCA DE PROYECTILES. Ian Lovett y Nikita Nikolaienko/The Wall Street Journal. La Tercera

                                                                       EL “MAD MAX” DE UCRANIA RASTREA PANTANOS Y

                                                                    CAMPOS MINADOS EN BUSCA DE PROYECTILES

Ian Lovett y Nikita Nikolaienko/The Wall Street Journal

La Tercera, 11/04/2024

La escasez de municiones en Kiev es tan grave que un soldado que busca proyectiles rusos y fabrica sus propias bombas se ha convertido en un importante proveedor de algunas unidades.

Al borde de un arroyo en esta aldea diezmada, Max Polyukhovich excavó en el barro con las manos en busca de un grial esquivo. Después de unos momentos, sacó un trozo de metal gris liso, de varios pies de largo: un proyectil de artillería ruso sin usar.

Ucrania tiene tanta escasez de municiones que Polyukhovich, un soldado de 36 años, se ha convertido en una importante fuente de proyectiles para las brigadas en todo el frente oriental.

Las entregas de armas desde Estados Unidos están retrasadas en el Congreso, y la escasez ha llevado a Kiev a recurrir a soluciones muy reducidas -como drones explosivos y restos de proyectiles rusos- para tratar de contener a las fuerzas de Moscú.

En parte carroñero, en parte fabricante de bombas domésticas, Polyukhovich se ha sumergido en pantanos y caminado kilómetros a través de campos minados en busca de las municiones no utilizadas que las tropas rusas dejaron cuando se retiraron. Parte de lo que encuentra puede ser disparado inmediatamente por la artillería ucraniana; parte del mismo lo lleva a su laboratorio improvisado, donde transforma el explosivo en munición para drones de ataque.

Conocido por el distintivo de llamada “Mad Max”, ha suministrado al menos 14.000 proyectiles a brigadas en todo el este de Ucrania, además de 4.000 municiones para que aviones no tripulados arrojen sobre tropas y vehículos rusos, calcula.

“El apetito de los comandantes está aumentando”, afirmó. “Si envío 100 balas, me llaman al día siguiente pidiendo más munición”.

Los oficiales de la 92ª Brigada de Asalto de Ucrania, que lucha alrededor de la destruida aldea oriental de Andriivka, dijeron que la escasez de proyectiles de artillería es tan crítica, que incluso cuando los drones detectan objetivos rusos, la brigada no siempre puede dispararles.

“Si los rusos realizaran un ataque a gran escala más tarde, nos quedaríamos sin proyectiles”, dijo un mayor de la brigada, que utiliza el distintivo de llamada Ángel. “Estamos en modo de economía constante”.

Aunque las contribuciones de Polyukhovich ayudan, no pueden compensar por completo el enorme déficit de proyectiles de Kiev, y los comandantes estiman que Rusia dispara alrededor de cinco veces más por día.

Polyukhovich, una figura corpulenta, con una rebelde barba oscura y brillantes ojos verdes, ha estado luchando durante ocho años en el este de Ucrania, donde la guerra ha estado en pleno apogeo desde la invasión rusa encubierta en 2014.

Aunque trabajó principalmente como desminador, a veces se unió a los asaltos durante el primer año de la guerra a gran escala, que comenzó en febrero de 2022. Luego, el verano pasado, le dispararon. Su chaleco antibalas lo salvó de una lesión grave y vio la creciente hambre de proyectiles durante su recuperación. Desde entonces, ha convertido la búsqueda y fabricación de municiones en su trabajo de tiempo completo.

Concentra sus búsquedas en zonas que Moscú ocupó al principio de la guerra. Sólo en los pantanos alrededor de Izyum, en la región nororiental de Kharkiv, afirmó haber recuperado 2.500 proyectiles utilizables, que los rusos arrojaron al agua antes de huir en septiembre de 2022, cuando Ucrania retomó la zona durante una ofensiva relámpago.

“Si liberas un área, debes controlar los pantanos”, dijo Polyukhovich, señalando que ésta era una estrategia común que usaban los rusos para tratar de impedir que los ucranianos usaran sus municiones.

El agua no dañó los proyectiles, dijo. Pero si encuentra incluso una pequeña abolladura en el cuerpo de uno, la tira. La abolladura podría cambiar la trayectoria del proyectil, poniendo a los equipos de artillería en riesgo de impactar accidentalmente a sus propias tropas.

Una tarde reciente, The Wall Street Journal acompañó a Polyukhovich a Kamyanka, una aldea en la región de Kharkiv, donde las fuerzas rusas habían establecido varias posiciones de artillería al comienzo de la guerra. Los tejados de todas las casas, salvo unas pocas, habían volado. Sólo un puñado de lugareños permaneció en la ciudad.

Polyukhovich ya había realizado decenas de viajes a la aldea, registrando cada casa y recuperando alrededor de 1.000 casquillos.

Cuando llegó, dos mujeres locales lo recibieron con un plato de panqueques rellenos de carne. “Encontré algo cerca del arroyo”, dijo una de las mujeres, Svitlana Kordyenko. “Ve a mirar”.

El banco estaba lleno de cajas de madera utilizadas para transportar proyectiles. Polyukhovich pronto sacó una concha del barro.

Pero buscaba una recompensa mayor: los lugares donde las fuerzas rusas guardaban sus proyectiles durante la ocupación. Al hablar con los lugareños, sabía que los rusos tenían tres posiciones de artillería en el área.

“Tiene que haber más proyectiles”, afirmó. “Dada la cantidad de artillería que tenían, debería haber 10.000 proyectiles en esta aldea”.

En un campo, cerca de una de las posiciones de artillería, encontró unos tablones de madera en el suelo.

“Podría haber más debajo”, dijo. Decidió que tendría que regresar con equipo de excavación para mirar.

Después de registrar a Kamyanka, Polyukhovich regresó a su laboratorio. Su esposa vive no lejos del pueblo, pero él dijo que no tuvo tiempo de visitarla. Sólo la había visto unas pocas veces desde que comenzó la guerra a gran escala. Su exesposa y su hijo abandonaron el país; no está seguro de dónde están.

Durante sus últimas vacaciones, dedicó uno de sus dos días libres a buscar proyectiles.

“¿Cómo puedo explicarle a mi esposa que ella no es lo más importante para mí en este momento?”, dijo.

Los oficiales de la 92ª Brigada dijeron que Polyukhovich les había suministrado más de 8.000 proyectiles. Aun así, las acciones de Polyukhovich no compensan la caída en las entregas desde Occidente. Las fuerzas ucranianas están disparando ahora unos 2.000 proyectiles por día, un marcado descenso respecto al verano pasado.

Polyukhovich encuentra principalmente proyectiles de calibre 152 mm, que funcionan con cañones de artillería de la era soviética. Ucrania también está aumentando su producción de municiones de 152 mm, dijeron los oficiales.

Pero las piezas de artillería occidental de la brigada utilizan proyectiles de 155 mm y el suministro de ese tipo de munición desde el extranjero ha disminuido.

“El problema es que tenemos tres veces más piezas de calibre 155 que de calibre 152”, dijo Ángel, añadiendo que los proyectiles de 155 mm también eran más precisos. Como resultado, la mayoría de las armas de la brigada están inactivas.

Además de buscar proyectiles rusos, Polyukhovich ha organizado una operación para fabricar bombas para drones, que se han vuelto cada vez más importantes en los últimos meses, a medida que se han agotado las municiones occidentales.

Polyukhovich suele levantarse a las 4 de la mañana. “No duermo bien”, dijo, y añadió que cuando se queda dormido, “veo las cosas horribles que he presenciado en esta guerra”.

Antes del amanecer, a menudo conduce hacia la línea del frente y luego camina hacia la tierra de nadie entre las posiciones ucranianas y rusas.

Camina con cuidado por los campos, desarmando las minas antitanques rusas y llevándoselas consigo. Cuando el sol sale por completo, lleva el botín a su laboratorio.

“Max” está garabateado en la puerta oxidada fuera del complejo de Polyukhovich, junto con una calavera y tibias cruzadas pintadas con aerosol. En el patio, camina entre montones de minas antitanques y proyectiles de artillería. Duerme en una de las casas. La otra la ha convertido en una fábrica de bombas.

Abre las minas antitanque y vacía el polvo explosivo en ollas de cocción lenta. Una máscara de Guy Fawkes, que conspiró para volar el Parlamento inglés en el siglo XVII, cuelga de una viga en lo alto.

“Aquí soy el jefe de cocina”, dijo.

Una vez licuado el explosivo, él y algunos asistentes lo vierten en proyectiles caseros. Levantó una de sus creaciones: una funda de plástico, llena de explosivos y unida con cinta adhesiva a una bola de metralla, que un dron podía arrojar sobre la infantería.

“Estos bastardos cubren mi patria con sus malditas minas”, dijo Polyukhovich. “Las recogemos, las volvemos a montar y luego las devolvemos”.

A medida que la escasez de proyectiles de artillería se ha agudizado en las últimas semanas, las brigadas han comenzado a enviar sus desminadores a Polyukhovich, con la esperanza de que les enseñe cómo encontrar más municiones.

Es un trabajo peligroso. Hace varios meses, mientras Polyukhovich estaba fuera, su equipo intentó desactivar una mina antipersonal, que es más sensible que las minas antitanque con las que normalmente trabajan. Estalló, mató a uno de ellos y abrió un costado de la casa de Polyukhovich.

“Me he convertido en el tipo de persona que no puede consolar a alguien mientras está muriendo”, dijo Polyukhovich. “Prefiero simplemente darme la vuelta. Es imposible olvidar los ojos de un moribundo”.

Por ahora, ha contratado a un protegido, un sargento de 40 años que utiliza el distintivo de llamada Tikhy, que significa tranquilo. Vive con Polyukhovich en su casa y lo ayuda a administrar el laboratorio.

En las últimas semanas, Polyukhovich comenzó a dejar que Tikhy lo acompañara a recoger minas. Recientemente también encontraron drones de vigilancia rusos derribados, que los comandantes ucranianos habían estado buscando, para poder analizarlos y encontrar una manera de bloquearlos.

Aunque Tikhy ha sido entrenado como desminador, Polyukhovich lo vigila mientras caminan por los campos.

“Me preocupo demasiado por él”, dijo Polyukhovich. “Es demasiado amable, demasiado educado. No es la actitud que necesitas en la guerra”.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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