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Correo dirigido al Diputado Luis Sánchez Ossa

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Correo dirigido al Diputado Luis Sánchez Ossa.

 

Estimado Diputado

Soy el Brigadier (R) Gustavo Basso Cancino y desde el año 2019 soy Presidente del Consejo de la Sociedad Civil de Capredena, representando un universo de 105.000 pensionados y montepiadas de las FFAA.

El motivo de este mail es agradecer y felicitarle por la valiente y clara exposición que Ud. hiciera recientemente en el hemiciclo, en relación con la realidad de muchos de nuestros pensionados y de las discriminaciones de las cuales son objeto, de las inequidades provenientes de un sistema de Justicia ad-hoc y prevaricador y de las distorsiones y desconocimiento respecto de la entrega desinteresada de los que están en servicio activo en beneficio de nuestros compatriotas.

Interpretó el sentir del mundo de los retirados y posiblemente de los camaradas en servicio activo para alentarlo a seguir luchando por estos altos propósitos.

Con especial aprecio

Gustavo Basso C

Brigadier (R)

Nota del Editor: El Brigadier Gustavo Basso Cancino, es Pas Presidente de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional y ha ejercido la Presidencia de la Unión en diferentes periodos.

 

News, U al dia

Ofrenda floral en el monumento de los héroes de La Concepción. Carta al Director del Presidente de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

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Ofrenda Floral a los héroes de La Concepción

La Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional y como un justo homenaje a los setenta y siete soldados que se inmolaron sin rendirse en el poblado de La Concepción, depositó  en el monumento que los recuerda en la Catedral de Santiago una ofrenda  floral a que fue instalada por nuestro Presidente a  un costado del monumento a los héroes de la Concepción. Es con este pequeño gesto, que la Unión recuerda a quienes entregaron su vida por la patria y que nos llena de orgullo cuando hacemos de las palabras de Ignacio Carrera Pinto que dice “Un chileno jamás se rinde”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Carta al Director del Presidente de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Señor Director:

Durante la Guerra del Pacífico, algunas tropas del Ejército iniciaron incursiones en la Sierra peruana.

La cuarta compañía del Regimiento Chacabuco compuesta por setenta y siete hombres cubre la guarnición de La Concepción. El nueve y diez de julio de 1882, son atacados por fuerzas peruanas de más de mil hombres. Se  les ofrece rendirse y esta petición es rechazada por los chilenos, murieron en combate  todos los integrantes de la Unidad. Los corazones de los tres oficiales de la unidad están en la catedral de Santiago.

Debido a esta heróica acción militar  que hoy pareciera no tener significación, se celebra el juramento a la Bandera, donde miles de efectivos de las Fuerzas Armadas juran por Dios y la Bandera servir fielmente a la patria ” hasta rendir la vida si fuese necesario “, tal cual como lo hicieron esos setenta y siete héroes, hoy parcialmente olvidados por la sociedad actual.

Rene Norambuena Véliz

General de Brigada (R)

Nota del editor

Anualmente la Escuela Militar previo al día del juramento a la bandera , realiza una vigilia en la Catedral de Santiago y  rinde honores a los héroes de La Concepción en el mismo lugar en que se encuentran depositados los corazones de los oficiales que se inmolaron y rindieron su vida por nuestra patria.

Juramento a la bandera en la Escuela Militar

 

Columna de Opinión, News

FUI Y SOY DEL EJERCITO CHILENO (Juramento a la bandera)

 

FUI Y SOY DEL EJERCITO CHILENO

 

Para todos aquellos que me miran raro, y para los que incluso me han llamado milico en forma despectiva… a esos que al enterarse que pertenecí al EJERCITO CHILENO, me llaman loco porque catalogan a los Militares de asesinos, para todos les cuento que estoy harto, estoy cansado, y por eso he decidido contarles pequeñas cositas que evidentemente no saben.

” EL EJÉRCITO educa y hay gente que se muere de ganas por estar allí… y aunque no lo quieran entender.

… En EL EJÉRCITO CHILENO, aprendí, a levantarme temprano, a hacer la cama, a desayunar, a hacer deporte regularmente, a pedir permiso, a decir gracias, a presentarme, a no tener vergüenza de decir quién soy, ni de dónde vengo, cual es mi nombre y APELLIDO, quienes son mis padres, aprendí que no necesito ninguna tribu urbana, ni vestir raro para decirle al mundo “que existo “, aprendí el valor del trabajo, que todo se gana y nada viene de arriba, aprendí a respetar a mi patria, aprendí porque nacimos siendo chilenos y no de otro país, aprendí que se celebra en cada fecha patria, y no que es un “FERIADO LARGO” , descubrí el valor de una amistad sana y para toda la vida …reforcé los valores que mis padres me enseñaron y aprendí a respetar a aquel que no tuvo padre. Aprendí Respeto a Dios, que a veces estamos solos en situaciones particulares, donde solo DIOS nos ve. Así y todo conducimos vidas Humanas, personas que son padres, hijos, cuñados, yernos y que su descendencia y esposa/o algún día pueden depender de nosotros “Los soldados de la patria” aprendí que nada ni nadie es perfecto, pero se hace lo mejor que se puede con lo que hay, ( Tomar decisiones y hacer) porque eso caracteriza al chileno, su chispa, su picardía, para hacer lo bueno… Eso hace El “EJÉRCITO CHILENO” hombres y mujeres de bien …y por si fuera poco … yo al igual que todos nosotros “CHILENOS” el 09 de Julio …Cuando dije “JURO POR DIOS Y POR ESTA BANDERA, SERVIR FIELMENTE A MI PATRIA?” lo hice con lágrimas en los ojos y por personas como ustedes también… saben porque? … Porque todos hacemos patria de una manera u otra, porque yo decidí hacer patria a mi manera, vistiendo un uniforme listo para tomar mi fusil cuando mi patria o mi nación me necesite… Eso es tener un concepto diferente de “responsabilidad ciudadana”

Estoy orgulloso de vestir o haber vestido mi uniforme…Orgulloso de haber jurado lealtad a mi bandera cuando otros la tocan cada cuatro años para un mundial.

No confundamos las cosas. Me siento orgulloso de pertenecer o haber pertenecido a mi EJÉRCITO CHILENO….!!!!!!!!

Copiado de un patriota.

 

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Columna de Opinión, News

POLÍTICOS INCOMPETENTES Y GOBIERNOS ACOBARDADOS

 

POLÍTICOS INCOMPETENTES Y GOBIERNOS ACOBARDADOS.

Hobbes, en su obra El Leviatán, establece el concepto de “Pacto Social” o “Contrato Social”, que los hombres conforman para asegurar la seguridad y protección individual y acabar así con los conflictos provocados por los intereses individuales.
Hobbes explica que la ausencia del Estado/Leviatán engendraría una guerra de todos contra todos y que, por lo tanto, hace falta una fuerte autoridad central para imponer el orden y mediar entre los conflictos humanos. El Levatián sería entonces un “monstruo” necesario. Para Hobbes, la única función del gobierno es establecer y asegurar la paz, la estabilidad en una sociedad, para que prevalezcan los deseos colectivos frente a los deseos individuales de los hombres.
Según Rousseau, “Los derechos y los deberes de los individuos constituyen las cláusulas del contrato social, en tanto que el Estado es la entidad creada para hacer cumplir el contrato” y el Gobierno es el grupo que administra legítimamente al Estado
Nuestro Estado posee una considerable fuerza militar y policial -sobre 200.000 hombres y mujeres- sin embargo, los Gobiernos que lo han administrado en los últimos 10 años fueron doblegados por 2.000 delincuentes.
¿Quién fracasó tan estrepitosamente?. Los Políticos (Gobiernos y Oposiciones) o su Leviatán (Militares y Policías).
¿Cómo es que en 20 años, un pueblo disciplinado, legalista, respetuoso de las leyes y las autoridades devino en turbas desbocadas, incendiarias y saqueadoras?.
¿Qué pasó con nuestro sistema e instituciones políticas?, ¿Cómo fue que una Clase política de excepción se transformó en una pandilla de estudiantes fracasados, deshonestos y bravucones?.
La excusa de que “el pueblo expresó su desesperación, rabia, molestia y frustración mediante su movilización y comportamiento incivil y demolió la República es una mentira o es otro síntoma de la rendición de los amos del Leviatán. De ser cierto, deberíamos disolver al pueblo existente y construir a otro en su reemplazo.
La alternativa es reemplazar a los amos del Leviatán con otros con el valor, la determinación y carácter adecuados a su cargo … y eso no ha pasado, seguimos con los mismos incompetentes, pusilánimes y ladrones a cargo de hacer funcionar el Pacto Social:
“Te entregamos parte de nuestro dinero y de nuestra libertad y tu nos das seguridad, estabilidad y paz, haciendo cumplir las leyes, según lo acordado”.

Melosilla, 7 de Julio de 2023

Fernando Thauby García

Un aporte de nuestro Pas Presidente, Humberto Julio Reyes

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HISTORIA MILITAR Y HÉROES OLVIDADOS, News

Combate de la Concepción 09/10 de julio de 1882

Combate de la Concepción 09/10 de julio de 1882 y homenaje de la Unión.

En el poblado de Concepción, en el Perú, 77 integrantes de la 4ª. Compañía del Regimiento de Infantería 6° de Línea “Chacabuco”, fieles a su lealtad a la Patria y a su bandera, murieron combatiendo contra fuerzas muy superiores de soldados regulares peruanos y de una gran cantidad de irregulares indígenas comandadas por el coronel Gastó. Entre los muertos se encontraban 3 mujeres cantineras y un niño nacido durante el combate. Los corazones de los oficiales se encuentran conservados en la Catedral de Santiago. En su homenaje, se instituyó el 9 de julio como el Día de la Bandera y es la fecha en que tradicionalmente los nuevos contingentes de oficiales, clases y soldados efectúan su juramento a la Bandera de Chile.

 

Homenaje de la UNIÓN al sacrificio heroico de los 77 chacabucanos en el poblado de Concepción, Perú y al Ejército de Chile en el día de Bandera y del Juramento a la Bandera de sus contingentes.

 

COMBATE DE LA CONCEPCIÓN – Academia de Historia Militar de Chile

Hay ciertas efemérides en la historia militar de nuestro país que han llegado a ser, de una u otra forma, muy emblemáticas no solo para el mundo castrense, sino que también para la sociedad chilena en su conjunto.

Entre ellas se cuentan el triunfo chileno en Yungay (20 de enero de1839), la gesta naval de Iquique (21 de mayo de 1879) y el combate de La Concepción (9 y 10 de julio de 1882.)

En esta oportunidad nos referiremos a la tercera de estas efemérides, el Combate de La Concepción.

[1]

Antecedentes: Remontándonos a la historia y a los hechos previos, recordando cual era la situación de nuestro ejército en el Perú.

Finalizada la Campaña de Lima con la ocupación de esa capital por las fuerzas chilenas, después de las batallas victoriosas de Chorrillos y Miraflores (13 y 15 de enero de 1881) no fue posible firmar la paz con el Perú por divergencias surgidas.

Terminadas las operaciones regulares el enfrentamiento estaba en desarrollo en la Sierra o Breña peruana, contra las fuerzas reorganizadas del general peruano Andrés Avelino Cáceres, apodado el Brujo de los Andes. Estas fuerzas estaban integradas por los restos del ejército peruano que habían huido después de las últimas batallas y que habían sido reclutados junto con indígenas y hacendados por dicho general.

La necesidad de destruir las fuerzas enemigas de la resistencia, la conveniencia de ir a la total ocupación del país y presionarlo mediante la existencia de un ejército de ocupación que viviera de la comarca para hacerles sentir el peso de la derrota, da origen a innumerables expediciones militares que se conocen con el nombre de “Campaña de la Sierra”.

El jefe político-militar de Chile, el contraalmirante Patricio Lynch, había decidido que mientras no se destruyera totalmente al ejército peruano, no se podía seguir con la lucha hacia la paz. Fue así como Lynch creó la División del Centro, con tres mil hombres, con el único objetivo de conquistar la Sierra Central.

Tres de las más importantes expediciones realizadas en este período bélico de dos años y medio cobran especial relevancia por el heroico significado de los combates que en el transcurso de ellas tienen lugar, y que constituyen motivo de legítimo orgullo: el combate de Sangra o Sangrar en la primera, el de La Concepción en la segunda expedición a la Sierra y, en la tercera, la batalla final de Huamachuco que permite entablar definitivamente negociaciones de paz con el Perú cuyo término fue el Tratado de Ancón.

Hasta el término de la primera expedición que duró dos meses y medio y que alcanzó hasta el departamento de Junín se sucedieron cambios de importancia en el Comando en Jefe del Ejército de Ocupación. El mando entregado por el general Manuel Baquedano al de igual grado Cornelio Saavedra por regreso del primero a la patria al mando del contingente que retorna a la paz, recae a su vez en el general Pedro Lagos y de manos de este jefe, en las del contraalmirante don Patricio Lynch.

Envalentonado después del regreso de la primera expedición al interior, el ejército peruano del Centro, dirigido por el audaz guerrillero general Andrés Avelino Cáceres, desciende de la sierra y ocupa posiciones en la línea general Canta-Chosica-Huarochirí, a las puertas de la capital peruana.

El gobierno recomienda con especial urgencia al contraalmirante Lynch reactivar las operaciones militares, en especial aquellas que tengan como finalidad la de desalojar del valle del Rímac al general Cáceres. arrojándolo al otro lado de la cordillera. Ello origina una segunda expedición a la sierra.

La situación previa al combate: El 1 de febrero de 1882 había asumido el mando de las fuerzas chilenas el coronel Estanislao del Canto, comandante del 2° de Línea, mientras las tropas peruanas se reorganizaban para derrotar a la División del Centro, que ya se encontraba en las orillas del río Mantaro, lugar elegido por el general del Canto como sede del cuartel general.

Las fuerzas chilenas bajo su mando se hallaba desplegada ocupando poblados de la zona conformando guarniciones de nivel compañía en la mayoría de los casos.

El 5 de julio, Estanislao del Canto dispuso que la 4ª. Compañía del Regimiento 6° de Línea “Chacabuco”, al mando del teniente Ignacio Carrera Pinto, relevara una fracción del mismo regimiento. El teniente Carrera Pinto había sido ascendido a capitán, pero el nombramiento oficial no había llegado a sus manos y por ende, este no sabía de su reciente ascenso.

La guarnición chilena del pueblo de La Concepción se componía de un total de 77 hombres integrantes del Regimiento “Chacabuco” la mayoría, lo que incluía a tres mujeres, bajo el mando del recién ascendido capitán Ignacio Carrera Pinto. Se trataba de uno de los tantos destacamentos entre los que estaba repartido el contingente chileno que se hallaba operando en la sierra peruana.

Esta era la situación general que se vivía y que sirve de brillante marco a la heroica defensa de la plaza de La Concepción del Perú.

Se puede mencionar que los 3 subtenientes y los 73 hombres de tropa habían evidenciado ya, al igual que su comandante, pruebas de valor en los combates en que habían participado y la mayoría de ellos ostentaba menciones especiales por “valor a toda prueba”.

El combate: El día 9 de julio de 1882 y en las alturas del Apatá, alturas que dominan la ciudad de Concepción o La Concepción, el coronel peruano Gastó alistó su fuerzas para el combate. Se había decidido a atacar La Concepción por estimar que esta plaza era la de más débil guarnición. Las fuerzas del coronel Gastó la componían alrededor de 2.100 hombres. entre soldados de línea, irregulares e indiadas.

A las 14.00 horas de ese día, Gastó envía a las indiadas bajo su mando, a ocupar las alturas vecinas; los guerrilleros se descuelgan al valle para llegar a la plaza por ambos costados y la tropa de línea de Gastó, vestida de blanco, forma en batalla dominando el cuartel chileno desde el cerro El León.

Antes de abrir los fuegos, el jefe peruano envía a través de mensajeros una carta al jefe chileno, en donde le dice los siguiente:

“Ejército del Centro Comandancia General de la Div. “Vanguardia”. Concepción, julio 9 de 1882. Al Jefe de la Guarnición chilena de Concepción. Presente: Contando como Ud. ve, con fuerzas muy superiores en número a las que tiene Ud. bajo su mando y deseando evitar una lucha a todas luces imposible intimo a Ud. rendición incondicional de sus fuer· zas previniéndole que en caso contrario ellas serán ellas tratadas con todo el rigor de la guerra. Dios guarde a Ud. Juan Gastó”.

En el papel blanco sobrante del mismo oficio, el Comandante de la Compañía capitán de ejército Ignacio Carrera Pinto. contesta: “Mi nombre está grabado en bronce en la capital de mi patria, no seré yo quien lo manche. Dios guarde a Ud. Ignacio Carrera Pinto”.

Carrera, orgulloso de sus antepasados, próceres de nuestra independencia y cuya misma sangre corre por sus venas, hace alusión en su respuesta a la estatua que en Chile inmortaliza el nombre de sus ascendientes y demuestra al adversario que, al chileno no le intimidan ni el número de las tropas enemigas ni las amenazas de rigor.

Carrera distribuye sus fuerzas para la defensa: dispone en las cuatro bocacalles sendas formaciones que desplegados en guerrilla impiden el acceso a la plaza: hace ocupar la torre de la iglesia y mantiene una reserva de guardia en el cuartel para la defensa de los patios.

A las 14.30 horas los peruanos inician los primeros disparos, pero son contenidos en toda la línea por la defensa.

A las 17:00 horas de la tarde. la situación se torna crítica para los chilenos; la tropa enemiga se apodera de las casas que circundan la plaza, guiados por los mismos habitantes que cooperan a la acción y rompe nutrido luego por la espalda y flancos de las guerrillas que, en repetidas cargas a la bayoneta, han mantenido libres de enemigos a los accesos a la plaza.

A las 18:30 horas, el coronel Gastó, que en persona dirige la acción, ordena a sus hombres el cese del fuego, pues desea esperar la llegada de refuerzos que ha solicitado con urgencia.

Carrera Pinto ordena levantar los heridos, los remite al cuartel y se repliega cubriendo la retaguardia de los suyos.

Carrera cree que la repentina retirada del enemigo proviene de la llegada de la división chilena que se desconcentra por el camino de Huancayo. y toma la ofensiva a la cabeza de una veintena de sus soldados.

Mientras tanto, se arrojan desde los techos de los edificios colindantes tarros llenos de parafina y teas encendidas y bien pronto la ciudad se ilumina con las llamaradas originadas por el incendio del cuartel. El capitán Carrera hace trasladar los heridos junto al portón principal y a la cabeza de los más hábiles efectúa una nueva salida para despejar la plaza ocupada por el enemigo y las indiadas, aprovechando la oscuridad de la noche.

Pero cae, esta vez para no levantarse más, y lo sucede en el mando el subteniente Arturo Pérez Canto, quien se hace cargo de la guarnición sitiada por las llamas, recibiendo los certeros disparos desde la torre de la iglesia, los intentos de invasión del cuartel que realiza el enemigo por los forados abiertos en las paredes y la lucha al arma blanca que se realiza a sus puertas.

La guarnición atacada sufrió un sostenido ataque desde, aproximadamente, las dos y media de la tarde del día 9 de julio de 1882 hasta las nueve de la mañana del día siguiente. Primero los chilenos defendieron las entradas de la plaza del pueblo, pero con el paso de las horas debieron replegarse a su cuartel.

El subteniente Pérez Canto muere cumpliendo la consigna recibida y pasa a ocupar su puesto el subteniente Julio Montt Salamanca. Su poca tropa apenas se sostiene en pie: las municiones se concluyen; pero, al rendir la vida al amanecer, el mando llega al último oficial sobreviviente, Luis Cruz Martínez.

En la mañana del día 10 solo sobreviven cinco hombres, siendo el subteniente Luis Cruz Martínez el de mayor graduación. Sin embargo, el muy superior número de enemigos no tardó en imponerse, por lo cual no quedó ningún chileno sobreviviente en esta acción de guerra, cumpliendo la inmaculada y postrera expresión del capitán Ignacio Carrera Pinto: “A morir por la Patria. muchachos!”.

Una guarnición completa, además de las tres mujeres que completaban la guarnición, así como y un infante nacido en el fragor del combate están muertas. Pero no hubo rendición y todos ellos cumplieron con la consigna de todo soldados chileno “El chileno no se rinde”.

Término el combate: La indiada, ebria de aguardiente y sangre. se entrega a los más vergonzosos y degradantes actos de salvajismo, que el coronel Gastó y sus oficiales no pueden reprimir. Siguiendo la tradición atávica, desnudan los cadáveres, los descuartizan y clavan sus cabezas en las puntas de sus lanzas. Las tres mujeres, un niño de cinco años y la criatura recién nacida corren igual suerte.

El combate ha terminado a las 9 horas del día 10 de julio. A las 16.00 la división chilena que debió atrasar en un día su paso por La Concepción empieza a desfilar frente a los 77 chacabucanos transformados en 77 héroes al ocupar para siempre la ciudad peruana que les fue confiada. Eran setenta y siete soldados forjados en la dura disciplina de la guerra. A los integrantes de la división del coronel Estanislao del Canto, les tocó contemplar el dantesco panorama.

Después del mediodía del 10 de julio de 1882, sólo sus cadáveres se hallaban diseminados en la plaza y en el cuartel: eran esos setenta y cuatro héroes que con·juntamente con sus oficiales yacían en el lugar que las tradiciones de su patria y el cumplimiento del deber les habían impuesto.

Aquellos bravos. lejos de la patria, no necesitaron estímulo alguno para cumplir con su deber; sabían, al empuñar sus armas, antes que el combate comenzara, que iban al sacrificio, y, sin embargo, no hubo vacilaciones.

Cuando llegó el coronel Canto con la división chilena a La Concepción vio el siniestro cuadro y refiere: “El aspecto que presentaba el cuartel era lúgubre y muy conmovedor. porque sólo quedaron montones de cadáveres de ambos combatientes y el hacinamiento humeante aún de los escombros del cuartel consumido por el fuego”.

Y allí. en medio de tan triste y conmovedor espectáculo, flameaba medio quemada la bandera de Chile. Parecía estar allí montando guardia a los 77 valientes. Canto ordenó retirarla. Entre otras cosas dice: “Viéndola yo desde la casa en que me desmonté, ordené a mis ayudantes Bisivinger y Larenas que me la fueran a traer, lo que se ejecutó poniéndole con lápiz rojo y en la estrella de la bandera la fecha del día y la firmó Bisivinger”.

Siguió luego la piadosa tarea de enterrar a los muertos. Del Canto dice: “Ordené se hiciese en la iglesia una fosa para enterrar a los oficiales y a la tropa que cupiesen y en seguida que se pegase fuego a la iglesia para que los escombros de ella salvaguardasen la profanación de sus cadáveres”.

Los corazones de los cuatro oficiales se extrajeron de sus cuerpos por orden del comandante Pinto Agüero y fueron colocados en un frasco con alcohol. Hoy descansan en la Catedral de Santiago.

Algunos testimonios: Los testimonios de los integrantes de la división que observaron el resultado del combate son esclarecedores:

Justo Pastor Merino, cirujano del Ejército chileno que estaba en campaña en la sierra peruana y que se contaba en las filas de la división del coronel Estanislao del Canto, la cual venía en retirada desde Huancayo, dice que:

“Nosotros entramos a Concepción como a las 5 de la tarde del día 10 a sangre y fuego. Pues a esa hora todavía quedaban en el pueblo algunos montoneros, que pretendieron hacerse fuertes a pesar de nuestra proximidad; pero tuvieron que ceder, y una vez nosotros en el pueblo, lo primero que hicimos fue visitar el cuartel. ¡Qué terrible espectáculo se presentó desde el primer momento a nuestra vista! El cuartel en gran parte estaba abrasado por las llamas y al llegar a su puerta se veían desde los umbrales los cadáveres hacinados. Entré al cuartel de a caballo y al encontrar en los cuartos y en el patio cadáveres y sólo cadáveres ignoro lo que pasó por mí. Sólo sé que maquinalmente [sic] llevé la mano a la cintura sacando mi revólver y miré alrededor, esperanzado quizá de encontrar a algunos de los asesinos”.

Manuel Salas, quien era oficial subalterno del Batallón Movilizado “Lautaro”, cuerpo este último que conformaba la columna del coronel Canto, da cuenta del mismo sentimiento cuando escribió al autor Nicanor Molinare, quien se hallaba preparando una obra acerca de este combate:

“Llegamos de los primeros a la plaza [del pueblo de Concepción] y nos animaba la esperanza de hallar algún «chacabuco» vivo. Lo que vimos, usted con pluma maestra lo relata con exactitud. Al salir de la iglesia donde primeros entramos, me encontré con el ilustre comandante Pinto Agüero [quien en ese tiempo era el comandante del Batallón Movilizado Chacabuco, cuya Cuarta compañía había sucumbido en este pueblo] que salió del cuartel, intensamente pálido y en cuyos ojos se reflejaba lo que su alma sentía en esos instantes.

Se nos dio orden de revisar casas y sitios, y fue imposible contener a los soldados que vengaban a los «chacabucos» y a un soldado nuestro que había quedado ahí de los enfermos que condujo días antes el capitán Guzmán”.

Una impresión análoga la entrega otro testigo de los restos que quedaron en Concepción. El capitán Arturo Salcedo, quien era ayudante de Pinto Agüero, en otra misiva dirigida a Molinare señaló:

“Al llegar a «La Concepción», y visto el cuadro de horrores que se presentaba, me ordenó el comandante Pinto Agüero recogiese y juntase todos los cadáveres de los mártires de la 4ª. Compañía. La tarea fue difícil y larga, y se terminó a horas avanzadas de la noche […]”.

El testimonio de Víctor Valdivieso, quien era teniente de la Quinta Compañía del Batallón “Tacna” 2º de Línea, relata la extrañeza que le causó el hecho de que nadie viniera a recibir a la división que venía llegando al pueblo, para luego expresar su desconcierto cuando penetró en la plaza de dicho poblado:

“La Quinta Compañía del 2º de Línea entró a Concepción, como ya he dicho, en la tarde del día diez y nos extrañó a los que éramos amigos del mocho Carrera Pinto, como lo llamábamos, no nos viniese a recibir conjuntamente con los demás oficiales […] Los que creíamos a la compañía que estaba destacada en la Concepción en muy buena situación con respecto a víveres, nos extrañó no viniesen los oficiales a recibirnos para ofrecernos algún alimento, puesto que hacía más de veinticuatro horas no lo tomábamos.

Tan luego como dejé alojada mi compañía me dirigí al cuartel situado en la plaza para saludar a los oficiales, pero ¡cual no sería mi sorpresa al encontrar solo los cadáveres de los valientes que allí habían sucumbido! El dolor, la rabia, el despecho por no poder vengar a los que habían sido cobardemente asesinados por un número crecidísimamente mayor de enemigos, se apoderó de mí. Desde ese momento me concreté a hacer comentarios con los demás oficiales sobre esta hecatombe”.

El corresponsal del diario “El Mercurio” en el teatro de guerra comunicó las repercusiones inmediatas que había tenido el combate de La Concepción entre los habitantes de la sierra peruana, en el cual descolló la conducta de los militares chilenos:

“El combate de la Concepción y el heroísmo de los 77 chilenos circulaba en aquellos pueblos con todos los caracteres de una leyenda. Los indios se contaban unos a otros los detalles de aquel increíble suceso, en que un puñado de chilenos había perecido hasta el último sin rendirse y poniendo fuera de combate más de 800 enemigos. Hasta tal punto había llegado la sensación, que las autoridades peruanas decidieron prohibir, bajo severas penas, que ninguno se acercase al lugar que antes ocupaba el pueblo de la Concepción ni los demás destruidos por nuestras tropas, a fin de que no cundiera entre ellos la desmoralización y el desaliento”.

En el caso de la prensa peruana, dentro de la correspondencia dirigida al diario “El Eco de Junín”, también se destacó el notable comportamiento de esta guarnición chilena. Si bien algunos datos que aquella entrega no concuerdan totalmente con la historiografía nacional, es muy notable que se haya reconocido el valor desplegado por los chilenos, junto a los combatientes peruanos:

“Según las disposiciones del General en Jefe, el coronel Gastó, Comandante General de la División de Vanguardia, atacó en la tarde del mismo día 9 a la guarnición de la ciudad de Concepción, la misma que sucumbió por completo, sin que se salvase ningún jefe, oficial ni soldado. La guarnición de Concepción constaba de 100 hombres, al mando del comandante Carrera Pinto, sobrino de don Aníbal Pinto, ex–Presidente de Chile. Este jefe murió heroicamente defendiendo el puesto que le había sido confiado, dando ejemplo de valor a sus subalternos, que se batieron hasta el último momento, haciendo frente a nuestros soldados que competían en arrojo y decisión con enemigos dispuestos a vender caras sus vidas; peruanos y chilenos lucharon con denuedo y encarnizamiento”.

En el parte oficial que el coronel Estanislao del Canto elevó al Jefe del Estado Mayor General, en el cual informó acerca de lo sucedido en Concepción, se aprecia que junto con el desconcierto producido por el horrible cuadro que observaron los chilenos en esa población, ya se vislumbraba el hecho de que la acción de guerra que allí tuvo lugar estaba llamada a ser uno de los grandes hitos de la historia militar chilena:

“Mi escasa inteligencia, señor General, divaga para comprender si es mayor el profundo y justo sentimiento que debemos experimentar por la pérdida de tantos buenos, o bien, si lo es la gloria alcanzada por esos héroes a costa del sacrificio de sus vidas. […] El mutismo de soldado invade mis facultades y me priva del derecho de poderme explayar más sobre tan grandioso hecho, que habla muy alto en pro de la patria chilena y de los defensores de su honor”.

En la proclama que dicho coronel entregó a sus hombres, una vez superada la amarga impresión por lo contemplado en La Concepción, señaló:

“Si os encontráis en igual situación a los 77 héroes de Concepción, sed sus imitadores y entonces agregaréis una brillante página a la historia nacional y haréis que la efigie de la patria se presente una vez con el semblante risueño en símbolo de gratitud por los hechos de sus hijos”.

Días después de la homérica jornada de La Concepción, las autoridades chilenas en Lima presidieron las honras fúnebres que se celebraron en la iglesia de Santo Domingo de dicha ciudad, las cuales se llevaron a cabo con mucha solemnidad y con la presencia de destacadas personalidades civiles y militares, junto con la colonia chilena establecida en Lima y El Callao.

En la prensa limeña se dio cuenta de esta ceremonia, la cual fue considerada como un justo homenaje a los militares chilenos caídos en La Concepción, los cuales ya estaban considerados como héroes de la historia de Chile:

“La manera como se ha conmemorado el recuerdo de las heroicas víctimas de la sierra no ha podido menos que satisfacer al patriotismo chileno, que ha visto en la manifestación ya expresada un homenaje digno de la gloria de héroes como los que hoy nos traen a la memoria los hechos legendarios de mejores tiempos, en que como en el día, el pabellón chileno se ostentó brillante al libre aire y en la zona tropical”.

El “Combate de La Concepción” es considerado, hasta hoy, como uno de los hechos más dramáticos de la Guerra del Pacífico y de todas las guerras en las que ha participado nuestro país.

El sacrifico de los chacabucanos constituye el norte de cada integrante del Ejército de Chile y por extensión, de todos los miembros de las fuerzas armadas. No nos olvidemos de nuestros ciudadanos, los que concurren a cumplir con su servicio militar y que, al toque del clarín, concurren a ocupar sus puestos de combate, como lo hicieron miles de chilenos en la Guerra del Pacífico y en especial, los 77 chacabucanos de La Concepción.

Su ejemplo es recordado año a año con especial fervor, al representar el sentir de cada soldado del presente y del futuro. Esa conmemoración ha sido elegida el día de la bandera, así como la fecha en que cada nuevo oficial, clase y soldado jura frente a su bandera el cumplir con sus deberes militares hasta rendir la vida si fuese necesario, tal como lo hicieron los 77 chacabucanos en aquel perdido pueblo de La Concepción, sin pensar en ningún momento en salvar sus vidas a costa de una deshonrosa rendición.

Ahora que la patria está pasando por momentos de extrema delicadeza y extremo enfrentamiento de ideas políticas apoyadas por el caos y el desorden, el enfrentamiento con las fuerzas policiales y las ideas políticas de un extremismo peligroso para el futuro de nuestro país, volvamos a renovar nuestro juramento que hicimos ya hace varias décadas, ya no para el combate con las armas, sino con el apoyo a las ideas que pueden ser la solución para todo lo que nosotros queremos para nuestro hijos y nietos y sus descendientes.

La Unión de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Armadas hace un patriótico recuerdo de este glorioso hecho de armas y saluda afectuosamente al Ejército de Chile, institución que mantiene vivo el recuerdo de sus héroes y vibra con la repetición de su desarrollo.

¡Viva Chile!

Revista N° 45

http://www.unofar.cl/sites/default/files/Revista%20UNOFAR%20N%C2%B0%2045…

[1]

Nota: Dejamos constancia de la incorporación en el presente homenaje, de antecedentes y detalles históricos considerados en los trabajos elaborados por don Eduardo Arriagada Aljaro, Lic. en Historia PUC, miembro de la Academia de Historia Militar y por el CF Arturo de la Barrera Werner, publicado en La Revista de Marina de la Armada de Chile

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VÍA MAIL: DIRECTORES DE SECPLAN Y SALUD DE SANTIAGO ESTABAN AL TANTO DE NEXOS ENTRE FUNCIONARIA DE CORDESAN Y TASADORES DE SIERRA BELLA

 

VÍA MAIL: DIRECTORES DE SECPLAN Y SALUD DE SANTIAGO ESTABAN AL TANTO DE NEXOS ENTRE FUNCIONARIA DE CORDESAN Y TASADORES DE SIERRA BELLA

Gabriela Mondaca

La Tercera, 06/07/2023

A través de un correo enviado el 7 de octubre de 2022, la hoy exfuncionaria de la Corporación para el Desarrollo de Santiago, Loreto Fernández, entregó información a ambos funcionarios municipales con datos de los profesionales.

Luego de que este domingo saliera a la luz que los tres tasadores encargados de avaluar el inmueble de la ex Clínica Sierra Bella habían sido contactados por una funcionaria de la Corporación para el Desarrollo de Santiago (Cordesan), la Municipalidad de Santiago que encabeza Irací Hassler (PC) salió a aclarar los hechos y negó haber entregado indicaciones a Loreto Fernández Albornoz para organizar a los profesionales vía WhatsApp y efectuar las tasaciones que se requerían para cerrar la compraventa.

En un comunicado entregado el mismo domingo, el municipio señaló que “la persona mencionada en dicho reportaje (Loreto Fernández Albornoz) no es una alta funcionaria municipal. No tiene ningún cargo directivo en la municipalidad, ni pertenece a su planta, contrata o personal a honorarios, ni tampoco pertenece al equipo de confianza de la alcaldesa. Es funcionaria de la Corporación de Desarrollo de Santiago, institución privada como indica la nota de prensa”.

Y más tarde reafirmaron a La Tercera PM que “ella no es funcionaria municipal, sino de la Cordesan. Por lo tanto, no puede recibir instrucciones desde acá. Si alguien se lo pidió o porque ella hizo lo que dice el informe, es lo que debe dilucidar la investigación penal”.

No obstante, un mail al que accedió La Tercera PM confirma que Fernández sí tuvo contacto con dos altos funcionarios de la municipalidad y del equipo de confianza de la alcaldesa: el director de la Secretaría Comunal de Planificación y la directora de Salud.

Con fecha 7 de octubre de 2022, la directora de Gestión Urbana de Cordesan le envió un correo electrónico a Beatriz Chamorro (Salud), con copia a Luis Mayorga (Secplan) donde decía: “Estimada Beatriz, junto con saludar, a partir de la solicitud (…) tenemos el contacto de 3 arquitectos dedicados al rubro. Quedo atenta a consultas y/o comentarios. Saludos cordiales”.

En dicho correo se indican los datos básicos de los tres tasadores involucrados en el caso Sierra Bella: Elsa Mylena Cárcamo Valencia, María José Sepúlveda y Patricio Gajardo.

Según fuentes contactadas por La Tercera PM, Mayorga habría sido el que solicitó de forma personal a la hoy exfuncionaria de Cordesan encontrar a tres profesionales para levantar el proceso de avalúo de la exclínica.

¿La razón? Fernández Albornoz había cumplido antes funciones de tasadora de inmuebles dentro de la Región Metropolitana, y desde su llegada a la Cordesan mantenía una cercana relación con Mayorga, razón por la que este último habría pedido encontrar a tres tasadores como “un favor”.

Los dos funcionarios desvinculados. Luis Mayorga Salces se desempeñaba como director de Secplan del municipio en Santiago.

Sin embargo, la alcaldesa Hassler le pidió su renuncia luego de estallar el caso de Sierra Bella, donde incluso fue la propia municipalidad quien explicó las razones de la desvinculación pues habría sido el encargado de gestionar las tres tasaciones que avaluaron la ex Clínica Sierra Bella en más de $ 8.000 millones, pese a que esta había sido vendida meses antes en $ 2.500 millones.

Así, se encargó a Mylena Cárcamo Valencia, María José Sepúlveda y Patricio Gajardo Rocha, mismos profesionales que habían valorizado el inmueble ofertado por Las Malvas, en Carmen 35.

Aunque su real participación en el proyecto de la exclínica sigue en investigación, esta no ha sido la única polémica en la que el ex jefe de Secplan ha estado involucrado.

Según logró constatar Ciper, en 2013 encabezó el departamento de Secplan en el municipio de Melipilla durante la administración del entonces alcalde Mario Gebauer (PPD).

Ese año, Mayorga estuvo involucrado en una controversial operación inmobiliaria que fue detenida por Contraloría y que provocó que el Comité Penal del Consejo de Defensa del Estado (CDE) se querellara en contra de la administración por fraude al Fisco y malversación en la venta de un terreno del Ministerio de Educación a Falabella.

Sin embargo, el municipio y Falabella anularon el contrato y la causa se cerró sin sanciones.

Loreto Fernández trabajó en Cordesan hasta este lunes 3 de julio, luego de que la corporación la desvinculara por realizar funciones fuera del ejercicio de su cargo “sin que hayan sido instruidas ni ordenadas por esta dirección ejecutiva, motivos que nos llevaron a adoptar la decisión de desvinculación”, expresó en su momento Pedro Aravena, actual director ejecutivo de la corporación.

 

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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DESINFORMACIÓN Y NEGACIONISMO “A 50 AÑOS”.

 

DESINFORMACIÓN Y NEGACIONISMO “A 50 AÑOS”.

GDB Humberto Julio Reyes

05/07/2023

Comienzo advirtiendo al paciente lector que no me referiré a la recién creada comisión gubernamental que tendría como noble propósito evitar que nos engañen con “fake news”, vengan de donde vengan.

Mucho mejores plumas ya se han referido a esta iniciativa del gobierno aparecida súbitamente y a espaldas del parlamento donde todavía se supone se aprueban las leyes.

Pienso sí abordar, por la vía de tres recientes situaciones, el uso que he advertido de intentos por desinformarnos.

Previamente una necesaria definición:

“Desinformación: información errónea que se da, generalmente de manera intencional”.

Tomando en cuenta esta definición se podría agregar que excepcionalmente alguien podría entregar una información errónea sólo por ignorancia y sin que medie intención dolosa. Ello comúnmente es llamado “repetir como loro”, muy habitual en los chats donde se reenvían mensajes sin discriminar respecto a su veracidad.

Considero útil recordar que los soviéticos y sus seguidores han sido habitualmente reconocidos como maestros de la desinformación como queda en evidencia al seguir llamando “operación especial” a la cruenta invasión de Ucrania que lleva más de un año o “estallido social” al intento de derribar nuestro gobierno por la fuerza.

Tomo el primer caso de lo escuchado de parte de participantes de izquierda en el programa de televisión “Sin filtros”.

Intentando descalificar al republicano José Antonio Kast se nos dice que su hermano, Miguel Kast Rist, Ministro de Odeplan y Presidente del Banco Central durante el gobierno militar, es responsable de “homicidios, desapariciones, torturas, etc.”

El parlamentario socialista que se refiere así a un hombre íntegro que debiera merecer todo reconocimiento lo hace con total desparpajo, demostrando, de paso, que no conoce la existencia de Wikipedia donde podría ilustrarse al respecto.

Segundo caso:

TVN exhibe repetidamente un documental al cumplirse 50 años del llamado Tanquetazo que podría considerarse objetivo hasta que, al finalizar, un periodista comenta que los oficiales responsables del levantamiento fueron liberados de su detención en la tarde del 11 de septiembre como si ello pudiera permitir su fuga o la repetición de los hechos que llevaron a su procesamiento y detención. ¿Debían seguir detenidos por haberse adelantado y actuar sin una orden superior mientras se combatía en las calles?

Agrega el periodista que fueron enviados al Estadio Chile donde fueron quienes más se ensañaron con las personas allí detenidas. Quien lea la sentencia del año 2018 constatará que el Coronel Roberto Souper, si bien fue procesado inicialmente como cómplice, nunca fue condenado toda vez que se señaló a otro militar como Oficial a cargo del campo de detención.

Finalizo con la noticia que la presidente del Partido Socialista alegará en la Corte Suprema para aumentar las penas de los condenados por la detención y desaparición en 1975 del diputado Carlos Lorca ya que la Corte de Apelaciones les aplicó la minorante de irreprochable conducta y ella, pese a ser abogada, estima que no procede.

Como los ahora condenados en segunda instancia no tenía condena alguna al momento de producirse los hechos que se investigaron no se entiende por qué no procedería la mencionada minorante, salvo que la señora Vodanovic estime que se les debe aplicar una justicia donde sólo se tomen en cuenta las agravantes.

Pero lo que finalmente queda en la mente del espectador no advertido es que Kast y Souper eran violadores de los derechos humanos que debieran avergonzar a sus parientes y, en el primer caso, inhibir a su hermano de actuar en política ya que tendría un pecado original y, en el tercer caso que las “bajas” penas aplicadas por la Corte de Apelaciones serían producto de un error de jueces que no conocen las leyes.

Nótese que la mano socialista (¿socialismo renovado?) queda en evidencia, en días en que debieran expresar alguna forma de arrepentimiento o “mea culpa” por haber sido el más tenaz opositor a cualquier acuerdo del presidente Allende con la oposición que permitiera superar la crisis de entonces.

Para qué mencionar a un aburrido y monotemático representante del PC que anoche insistía en que el día 11 de septiembre de 1973 se llamaría a un plebiscito, figura inexistente en la constitución de 1925, quien no pudo señalar el supuesto artículo que lo permitiría.

Paso al negacionismo.

Definición: “Rechazo de un hecho histórico o de una evidencia que se consideran desagradables y crean malestar”.

Nos hemos acostumbrado a que lo relativo a violaciones a los derechos humanos se maximice al extremo que ya no basta con negar su ocurrencia, explicar el contexto en que se produjeron, recordar a las víctimas del otro lado – civiles y uniformados -, guardar silencio al respecto o, derechamente no condenar, todo es negacionismo.

Todos debiéramos pasar la prueba de la blancura condenando sin matices, aunque reconozcamos que ocurrieron y aceptemos que hubo excesos, no basta.

Sin embargo se nos quiere hacer creer que Allende era un demócrata como si no hubiera existido el acuerdo de la Cámara de Diputados del 22 de agosto y el pronunciamiento de otros poderes del Estado.

O que no es lícita reflexión alguna respecto a lo sucedido en esos años como lo deja en evidencia la reacción de numerosas organizaciones y PC a lo que expresara al respecto el ya renunciado encargado del gobierno para la conmemoración de los 50 años.

¡Qué mejores ejemplos de negacionismo!

Hay otras formas también pero quizás merecen otro calificativo, como olvidar lo declarado cuando los hechos sucedieron o incluso tratar de acomodar o negar incluso lo manifestado en vista de lo ocurrido posteriormente.

De todo hay en la viña del Señor.

 

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional